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martes, 23 de marzo de 2021

Meditación pascual (Monseñor Viganò)

 ADELANTE LA FE



El año pasado, mediante una decisión tan incomprensible como desafortunada, y por primera vez en la era cristiana, la jerarquía católica limitó la celebración pascual ateniéndose al discurso dominante de la pandemia. Muchos fieles, obligados a someterse a un confinamiento que demostró ser inútil y contraproducente, pudieron participar espiritualmente en el Santo Sacrificio asistiendo a las ceremonias litúrgicas en línea. Ha pasado un año y todo sigue igual que entonces, y ahora nos repiten constantemente que debemos prepararnos para más confinamiento para que la población se pueda someter a un suero génico experimental impuesto por el lobby farmacéutico, y ello a pesar de que se desconocen los efectos secundarios a largo plazo. En numerosos países comienza a prohibirse su utilización en vista de fallecimientos a consecuencia de la vacunación. Pero a pesar de la machacante campaña de terror por parte de los medios, los tratamientos están demostrando ser eficaces y capaces de reducir drásticamente las hospitalizaciones y, en consecuencia, el número de defunciones.

Los católicos estamos llamados a entender la medida en que, desde hace más de un año, la humanidad entera ha sido obligada a sufrir en nombre de una emergencia que, con los datos oficiales a la vista, ha causado un número de bajas similar al de años anteriores. Estamos llamados a comprender antes que a creer; porque si el Señor nos ha dotado de inteligencia, lo ha hecho para que hagamos uso de ella a fin de reconocer y juzgar la realidad que nos rodea. En el acto de fe el bautizado no renuncia a su racionalidad en un fideísmo acrítico, sino que acepta lo que le revela el Señor inclinándose ante la autoridad de Dios, que no nos engaña y es la Verdad misma.

Nuestra capacidad para penetrar (intus legere) lo que sucede nos protege, a la luz de la Gracia, para que no caigamos en esa especie de irracionalidad imprudente que manifiestan quienes hasta ayer ensalzaban la ciencia como necesario antídoto a la superstición religiosa y hoy enaltecen a los autoproclamados expertos como nuevos sacerdotes de la pandemia, renegando de los más elementales principios de la medicina. Y si para el cristiano una epidemia es una saludable llamada a la conversión y a la penitencia por los pecados de las personas y de las naciones, para los seguidores de la religión sanitaria un síndrome gripal que tiene cura es el grito de la Madre Tierra violada por la humanidad; madrastra naturaleza a la que muchos recurren con las palabras de Leopardi: «¿Por qué no das lo que prometiste? ¿Hasta ese punto engañas a tus hijos?» Observamos que la crueldad tribal, aquella primitiva fuerza que como un virus planetario pretende exterminarnos, no reside en la naturaleza, de la cual el Creador es admirable artífice, sino en una élite sometida a la ideología mundialista, que por un lado quiere imponer la tiranía del Nuevo Orden Mundial, y por otro, con miras a mantenerse en el poder, remunera generosamente a cuantos se ponen a su servicio. Los rebeldes, los que resisten, son por el contrario desprovistos en sus posesiones, privados de libertad y obligados a someterse a pruebas de dudosa credibilidad e ineficaces vacunas en nombre de un bien superior que deben aceptar sin la menor posibilidad de disentimiento o crítica.

Hace unos días una señora, creyendo dar la impresión de tener sentido común, afirmó que era necesario someterse a normas como el uso de mascarilla y el distanciamiento social, no sólo por su eficacia, sino también para apoyar a las autoridades para que suavicen las medidas hasta ahora adoptadas: «Si nos ponemos el tapabocas y nos vacunamos, tal vez nos dejen volver a vivir», comentaba. Un anciano repuso a esta afirmación que en la Alemania de los años treinta algún judío podría haber pensado que si se cosía en la chaqueta una estrella de David aplacaría los delirios de Hitler, evitando así mayores abusos y librándose de la deportación. La señora quedó impactada por esta serena observación al darse cuenta de la inquietante semejanza entre la dictadura nazi y la locura de la pandemia que estamos viviendo; entre la forma en que tanto entonces como ahora se ha podido imponer una tiranía a millones de ciudadanos coaccionándolos con el miedo. Los alemanes se dejaron convencer, obedecieron y no reaccionaron a la vulneración de los derechos de súbditos alemanes cuyo único delito era ser judíos, y ellos mismos delataban a las autoridades civiles a quienes cometían aquel supuesto delito. Me pregunto: ¿qué diferencia hay entre denunciar a un vecino que esconde a una familia judía, y delatar entusiásticamente a las autoridades civiles a quienes incumplen las normas y recibe a unos amigos en casa incumpliendo una disposición inconstitucional que coarta las libertades de los ciudadanos? ¿Acaso en ambos casos los delatores no cumplen la ley y observan las normas, en tanto que esas normas conculcan los derechos de una parte de la población, criminalizándola, ayer por motivos raciales y hoy por motivos de salud? ¿Es que no hemos aprendido nada de los horrores del pasado?

La voz de la Iglesia invoca a Su Divina Majestad diciéndole: «Flagella tuae iracundiae, quae pro peccatis nostris meremur» [aparta tu ira, que merecemos por nuestros pecados]. Estos flagelos divinos se han manifestado a lo largo de la historia en forma de guerras, epidemias y hambrunas; hoy en día se manifiestan mediante la tiranía del mundialismo, que es capaz de causar más víctimas que una contienda mundial y de destruir la economía de las naciones con más intensidad que un terremoto. Hay que entender que si el Señor permite que se salgan con la suya los creadores de la emergencia covidiana, ello redundará sin duda en mayor bien para nosotros. Porque lo poco que quedaba en la sociedad actual que hubiera sido inspirado por la civilización cristiana y hasta ayer se consideraba normal y se daba por sentado, actualmente está prohibido: hacer uso de nuestras libertades fundamentales, ir a la iglesia a rezar, salir con nuestras amistades, cenar con familiares, poder abrir una tienda o un restaurante para ganarse honradamente la vida, ir a clase o viajar.

Si esta pseudopandemia es un castigo divino, no es difícil entender por qué pecados nos castiga el Cielo: delitos, aborto, homicidios, divorcio, perversiones, vicio, robos, engaños, traiciones, profanaciones, crueldad. Los pecados de los enemigos Dios y los pecados de sus amigos. Pecados de laicos y pecados del clero, de los humildes y de los dirigentes, de los gobernados y de los gobernantes, de jóvenes y mayores, de hombres y mujeres.

Se equivocan los que creen que esta conculcación de nuestros derechos naturales carece de significado sobrenatural y que no tiene importancia la parte que nos toca de responsabilidad por hacernos cómplices de lo que pasa. Jesucristo es Señor de la Historia, y los que quieren desterrar al Príncipe de la Paz del mundo que Él creó y redimió con su preciosísima Sangre no quieren aceptar la derrota inevitable de Satanás, perdedor por la eternidad. Así pues, en un delirio que tiene todas las características de la soberbia, sus siervos actúan como si la victoria del mal fuera ya inevitable, cuando en realidad es inevitablemente efímera y momentánea. El justo castigo que aguarda nos hará recordar al pueblo de Israel después de atravesar el Mar Rojo, pues el Faraón no habría podido hacer nada si Dios no se lo hubiera permitido.

La Pascua cristiana, la verdadera Pascua de la que apenas fue una figura la del Antiguo Testamento, se cumplió en el Gólgota, en el bendito madero de la Cruz. Jesucristo es perfecto Altar, Sacerdote y Víctima de dicho sacrificio. El Cordero de Dios, señalado por el Precursor en las orillas del Jordán, asumió sobre Sí todos los pecados del mundo a fin de ofrecerse al Padre como víctima humana y divina, restableciendo con su Sangre el orden que había transgredido nuestro primer padre Adán. Allí, en el Calvario, fue donde tuvo lugar el Gran Reinicio, gracias al cual la deuda inextinguible de los hijos de Adán fue borrada por los infinitos méritos de la Pasión del Redentor, que nos rescató de la servidumbre del pecado y la muerte.

Sin arrepentimiento de los pecados, sin propósito de enmienda y de conformarnos a la voluntad de Dios, no podemos esperar que desaparezcan las consecuencias de nuestros pecados, que ofenden a la Divina Majestad y sólo pueden ser aplacados por la penitencia. Nuestro Señor nos enseñó el camino real de la Cruz: «Cristo padeció por vosotros dejándoos ejemplo para que sigáis sus pasos» (1 Pe. 2,21). Tomemos cada uno nuestra cruz, negándonos a nosotros mismos y siguiendo al Divino Maestro. Acerquémonos a la Santa Pascua conscientes de que en todo momento estamos bajo la mirada del Señor: «Erais como ovejas descarriadas; mas ahora os habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas» (1 Pe. 2,25). Recordemos asimismo que en el Día de la Ira todos lo tendremos ciertamente como juez, pero gracias al Bautismo hemos adquirido el derecho de reconocerlo como hermano y amigo.

Pedimos al Juez Supremo, con palabras tomadas de las Escrituras: «Discerne causam meam de gente non sancta, ab homine iniquo et doloso erue me» [defiende mi causa contra la gente malvada; del hombre perverso y engañoso líbrame]. Al Padre misericordioso que por su divino Hijo nos ha hecho herederos de gloria eterna dirigimos humildemente las palabras de David: «Amplius lava me ab iniquitate mea, et a peccato meo munda me» [lávame cada vez más de mi iniquidad y límpiame de mi pecado]. Y al Espíritu Paráclito, rogamos: «Da virtutis meritum, da salutis exitum, da perenne gaudium» [recompensa la virtud, concédenos la libertad de la salvación y danos dicha eterna].

Si de verdad queremos que esta supuesta pandemia se venga abajo como un castillo de naipes –como ha sucedido siempre con plagas mucho mayores–, no nos olvidemos de reconocer a Dios y nada más que a Dios, cuya señoría universal usurpamos cada vez que pecamos, cuando nos negamos a obedecer su Santa Ley haciéndonos con ello esclavos de Satanás. Si deseamos la paz de Cristo, es Cristo quien debe reinar y es a su Reino al que debemos aspirar, empezando por nosotros mismos, nuestra familia, nuestras amistades y conocidos y de nuestra parroquia. Adveniat regnum tuum. Y si por el contrario permitimos que se implanten la odiosa tiranía del pecado y la rebelión contra Cristo, la locura del covid no será sino el comienzo de la llegada del infierno a la Tierra.

Preparémonos, pues, para la Confesión y la Comunión pascual con espíritu de reparación y expiación por nuestros pecados, por los de nuestros hermanos, por los del clero y por los de quienes nos gobiernan. El verdadero renacimiento al que todos debemos aspirar debe ser la vida de la Gracia, de la amistad con Dios y la perseverancia en el trato con su santísima Madre y con los santos. Eso de que nada volverá a ser como antes habrá de ser lo que digamos al salir del confesonario resueltos a no pecar más, ofreciendo nuestro corazón al Rey de la Eucaristía como un trono en el que le plazca habitar, y consagrándole toda obra, pensamiento y hasta cada bocanada de aire que respiremos.

Sean éstos nuestros deseos para la inminente Pascua de Resurrección, bajo la amable mirada de Nuestra Reina y Señora, Corredentora y Mediadora de todas las gracias.

+Arzobispo Carlo Maria Viganò

(Traducido por Bruno de la Inmaculada)

DR. ALEJANDRO SOUSA. CRONOLOGÍA DE UNA ESTAFA MUNDIAL CON EL FRAUDE DEL TEST PCR

EL INVESTIGADOR.ORG

LA QUINTA COLUMNA 

Duración: 5 minutos

Cuaresma: un tiempo de preparación para la Semana Santa (José Martí [15])

LA POESÍA OLVIDADA



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SEGUIRLE EN LA OSCURIDAD


32. De su hermosa presencia,
que tantas veces hoy se desvanece,
cobrar, quiero, conciencia,
cuando el día amanece
y cuando la tiniebla en torno crece.




33. No hay vida sino amando,
pero si en mí no estás de amor no entiendo.
Por eso voy clamando
y, sin cesar, gimiendo,
con ansias tus amores pretendiendo.




34. ¡Algún día será
en que se me revele, al fin, mi amado!
Mas, ¿cuándo ocurrirá,
cuándo será saciado
en él, mi corazón atormentado?




35. Por estrechos senderos
he buscado, sin tregua, a aquél que amo,
entre los limoneros:
suspirando le llamo,
y acude, presuroso, a mi reclamo.


José Martí


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Cómo conseguir el libro

- El libro (1ª edición) puede conseguirse en la librería Diocesana de Murcia capital (968212489) y  en la Diocesana de Cartagena (968521709).  Pueden realizarse encargos en esos números de teléfono. El precio del libro en estas tiendas es de 10 euros.

- También en la librería González-Palencia (Tel 968242829). Disponible en tienda o en la web:

https://www.diegomarin.com/9788418009617-poesia-olvidada-la.html (Precio libro 9, 51 €)

https://www.diegomarin.com/la-poesia-olvidada.html (Precio e-book 4,13 €)

-  La 2ª edición del libro (versión corregida y aumentada) puede adquirirse en Amazon (edición impresa 13,55 euros y precio Kindle 2,69 euros)

sábado, 20 de marzo de 2021

Domingo de Pasión. El misterio del perdón de Dios en Cristo.

 PADRE ALFONSO GÁLVEZ


Duración 32:43 minutos

https://www.alfonsogalvez.com/podcast/episode/343bf95a/domingo-de-pasion


Homilía predicada el 9 de marzo de 2008. 
Texto evangélico: Jn. 8: 46-59.

Cuaresma: un tiempo de preparación para la Semana Santa (José Martí [14])

LA POESÍA OLVIDADA



Poesías anteriores: 

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28. Yo puedo ya mirarme
sabiéndome por tí tan bien mirado.
No puedo avergonzarme,
porque en mí te has fijado
y en tus ojos me he visto valorado.




29. Al fin he comprendido
que estás enamorado de mi amor,
que siempre me has querido,
y siento gran dolor
de no haber respondido con ardor.




30. Mas sé que me perdonas
y que tu amor por mí es verdadero,
que no me abandonas;
y lo que ahora quiero
es darme a tí y darme por entero.




31. Y es posible esta entrega
si no pierdo de vista tu mirada,
porque de ella me llega
la fuerza deseada
que mantiene mi vida esperanzada.


José Martí


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viernes, 19 de marzo de 2021

Cuaresma: un tiempo de preparación para la Semana Santa (José Martí [13])

LA POESÍA OLVIDADA



Poesías anteriores: 

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25. Es tu amor lo que anhelo,
la causa de mi dicha adelantada.
Descorre, amado, el velo:
que vea tu mirada
suspirando por mí, y enamorada.




26. A escondidas, mirado,
de la puerta a través del agujero,
por si viera a mi amado,
sus ojos vi primero,
y vi precisamente lo que quiero




27. Pues en esa mirada,
que recta al corazón se dirigía,
en silencio buscada,
encontré mi alegría
palpando, sin dudar, que me quería.



José Martí


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La enfermedad da la cara | P. Santiago Martín FM | Actualidad Comentada |

 Magnificat TV - Franciscanos de María



Duración 12:01 minutos

https://youtu.be/oPL6JO_jgtY


NOTICIAS VARIAS 18 de marzo de 2021



CHIESA E POST CONCILIO

Mons. Philippe Bordeyne, nuevo presidente del Instituto Juan Pablo II para el Matrimonio y la Familia, es partidario de la anticoncepción y ferviente defensor de "Amoris laetitia"

18 de marzo de 2021: San Cirilo de Jerusalén, Obispo y Doctor de la Iglesia


La eutanasia ya es legal en España

Mientras se vota la eutanasia, el jefe de los obispos españoles predica sobre el consumo responsable

INFOCATÓLICA

La falacia de la objeción de conciencia médica

Evolucionismo y fe cristiana (Bruno Moreno)

ADELANTE LA FE

Todo cuanto sucede tiene su significado (De Mattei)

Selección por José Martí

jueves, 18 de marzo de 2021

Cuaresma: un tiempo de preparación para la Semana Santa [José Martí (12)]

LA POESÍA OLVIDADA



Poesías anteriores: 

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[9]  [10]  [11]


23. En la hermosa aventura
que es la vida, a su lado, no temía
hundirme en la espesura,
pues la luz que veía
en sus ojos, los míos encendía.



24. Un día le veré
cuando dejen su canto las cigarras;
y ya no temeré,
sino al son de guitarras
cantaré, entregándole mis arras.



José Martí


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La jerarquía ha renunciado al deber de corregir doctrinas falsas (Carlos Esteban)



De un tiempo a esta parte -digamos, desde el Vaticano II, aunque la cosa viene de antes-, la jerarquía eclesiástica ha renunciado en general a su labor de corregir doctrinas erróneas. No todas, lo que es casi peor: solo las que puedan chocar al mundo, las que puedan hacernos antipáticos y, quién sabe, provocar una nueva persecución.

Si uno va a ver, si consulta fuentes autorizadas, la doctrina sigue siendo la de siempre. Pero nadie lo diría. Porque un día con otro nos encontrábamos desde teólogos renombrados con cátedra a fieles corrientes y molientes defendiendo en público y en privado que “la Iglesia ya no defiende” tal o cual enseñanza perenne. Y, en un sentido del verbo, la afirmación era cierta: la doctrina en cuestión aún se mantiene, pero no se “defiende”.

Venía a ser un poco como la política con respecto a los homosexuales en el Ejército americano en tiempos de Bill Clinton, cuando la consigna era: “Don’t ask, don’t tell”. Los tiempos aún no parecían maduros para que se aceptara la homosexualidad abierta en filas, pero tampoco quedaba bien mantener la prohibición, así que se le aconsejaba al recluta que no lo proclamara y al oficial, que no preguntara.

Esta política permite a nuestros pastores llevar una vida plácida, hablando con pasión de ‘conversiones ecológicas’ y ‘acogidas’ varias. Por un lado, nadie puede echarles en cara que lo que dicen les sitúe fuera de la Iglesia o contradiga la doctrina inmutable; y, por otro lado, pueden seguir asistiendo a los cócteles de la gente de poder y evitar que la gente les tire piedras por la calle. ¿Que luego una holgada mayoría de católicos americanos no cree en la Presencia Real de Cristo en la Eucaristía? Bueno, no se puede tener todo. Que busquen en el Catecismo, que ahí sale.

Pero esta situación no puede durar indefinidamente, como empezamos a ver. El Papa acaba de refrendar un ‘responsum’ de Doctrina de la Fe negando que los sacerdotes puedan bendecir uniones homosexuales, porque Dios no puede bendecir el pecado y se ha desatado el infierno. Literalmente. Llevamos ya dos días dando noticias de rebeliones e indignaciones, como si la sodomía se acabara de declarar pecado, y no lo fuera desde bastante antes de Cristo.

Ese es el problema: renunciando a corregir las falsas percepciones sobre nuestra fe, lo que puede cambiar y lo que no, no vas a evitar que el mundo odie a la Iglesia con la pasión habitual, al menos en última instancia; solo conseguirás dejar por el camino un numero pavoroso de almas confundidas sobre su fe y en peligro de condenación eterna. Y es que siempre llegará un punto en que, entre la espada y la pared, ante la pregunta directa, no queda otra que confirmar aquello en lo que creemos, aunque repatee al siglo.

Porque la misión de la Iglesia es llevar almas a Dios, al Cielo. Lo demás es, por decirlo con jerga marxista, superestructura: a veces útil, a veces necesaria, a veces inevitable y otras, ninguna de las tres cosas. Pero el fin último es la salvación, que es para siempre, cuando el planeta y las galaxias sean un lejano recuerdo.

Carlos Esteban

miércoles, 17 de marzo de 2021

Cuaresma. Un tiempo de preparación para la Semana Santa [11]

LA POESÍA OLVIDADA



Poesías anteriores: [1]  [2]  [3]  [4] [5]  [6]  [7]  [8]  [9] y [10]



21. La luz que de sus ojos
al corazón atento le llegaba
quitaba sus enojos
y tal valor le daba
que ya temor ninguno le quedaba.



22. Mi sonrisa brotaba
al sentir en sus ojos la alegría;
ojos que yo amaba,
porque en ellos veía
aquello que antes sólo lo sabía.



José Martí


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Ayuso es favorable a que el PP defienda el aborto, la eutanasia y políticas LGTBI.



Ayuso es favorable a que el PP defienda el aborto, la eutanasia y políticas LGTBI.

Según ella , son opciones personales, no políticas. «Esto no es una secta,» dice, así que cada cual…

Me acuerdo cuando la gente estaba entusiasmada con Casado porque iba a cambiar el PP. Y ahora los madrileños pueden cometer el mismo error con Ayuso

De momento, la única alternativa a esta deriva es VOX.

Se ruega difundir este vídeo, porque la estafa lo merece.


Duración: 48 segundos

martes, 16 de marzo de 2021

LA VIDA CRISTIANA Y LA ALEGRÍA, EN JESUCRISTO

 PADRE ALFONSO GÁLVEZ



DURACIÓN 8:28 MINUTOS


Fragmento 2 de una Homilía predicada el 13 de marzo de 2010 - IV Domingo de Cuaresma. 
Texto evangélico: Jn. 6, 1-15.

EL MUNDO, LA IGLESIA, EL FIN DE LOS TIEMPOS Y LOS JÓVENES

 PADRE ALFONSO GÁLVEZ


DURACIÓN 8:09 MINUTOS


Fragmento 1 de una Homilía predicada el 13 de marzo de 2010 - IV Domingo de Cuaresma. Texto evangélico: Jn. 6, 1-15.

Cuaresma: un tiempo de preparación para la Semana Santa [10]

LA POESÍA OLVIDADA



Poesías anteriores: [1]  [2]  [3]  [4] [5]  [6]  [7]  [8] y [9]



19. Su mirada buscaba,
amorosa, del río en la ribera.
Y, a menudo, quedaba
en una dulce espera
mientras él se escondía tras la higuera.



20. Sintiendo su mirada,
pendiente de la mía y amorosa,
no importaba mi nada,
ni importaba cosa
y mi vida veíala valiosa.



José Martí


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NOTICIAS VARIAS 16 de Marzo de 2021




IL SETTIMO CIELO

CONTANDO ESTRELAS



Selección por José Martí

Idiotología de Género y ridículo (Pedro Trevijano Etcheverria)

INFOCATÓLICA


Cuando me informaron por primera vez de la ideología de género, creí que me estaban tomando el pelo, porque no me podía creer que una persona en su sano juicio aceptase ese cúmulo de barbaridades

Siempre he tenido muy presente que cuando me informaron por primera vez de la ideología de género, creí que me estaban tomando el pelo, porque no me podía creer que una persona en su sano juicio aceptase ese cúmulo de barbaridadesque consisten en intentar cargarse la familia, el matrimonio y la maternidad, empezando por una educación afectivo-sexual en que todo está permitido, salvo el acostarse con tu esposa, porque el matrimonio es el lugar de la opresión de la mujer por el hombre, si es que eso significa algo, en un momento en que yo decido libremente si deseo ser varón o mujer, porque eso es una decisión personal mía en la que la biología no tiene nada que decir y si algo no va bien, por ejemplo si hay un embarazo, para eso está el derecho al aborto. En honor de la verdad debo decir que las personas que no sabían qué es la ideología de género y se lo he explicado, he tenido que ponerme muy serio para asegurarles que no me estaba riendo de ellas.

Pienso que una buena manera de combatir unas ideas tan extravagantes es el arma del ridículo. El diputado alemán del Parlamento regional de Brandeburgo, Steffen Königer, en la discusión sobre la aprobación de la Ley de ideología de género empezó saludando a las damas, caballeros, homosexuales, lesbianas, asexuales, transmasculinos, transhombres, transhumanos, transmujeres, transvestidos, transexuales, duales, cruzados, bigénero, andrógenos, pansexuales, hermafroditas, fluidos, intergénero, interhumanos, mujeres XY etc. y todos los otros géneros, para concluir con su voto negativo a la Ley. A las preguntas de los periodistas les dijo que podía haber seguido hasta más de cien (La UNESCO creo que tiene reconocidos cientodoce).

Otra contestación genial fue en el Senado australiano sobre el tema del aborto. Una senadora australiana increpó a un senador católico con el argumento que era asunto de mujeres y que los varones no podían entender la cuestión, a lo que el senador O´Sullivan le respondió tranquilamente: «En este país podemos escoger libremente nuestro sexo. En este momento decido ser mujer, por lo que continuemos la discusión». Otra consecuencia de esto, es que algunos violadores se declaran mujeres para así disminuir su pena y continuar en las cárceles de mujeres sus fechorías.

En España en vez de padre y madre, hasta en documentos oficiales hay que hablar de progenitor A y progenitor B. Como todo el mundo sabe, decir progenitor A y progenitor B son palabras que les salen a los niños espontáneamente en vez de esos trabalenguas que son decir mamá y papá. Y como el número de imbéciles es infinito, me contaron que preguntaron a alguien que estaba esperando un niño (sospecho que biológicamente sería una mujer) que qué estaba esperando para encontrarse con esta respuesta: «No lo sé, ya lo decidirá de mayor».

Sin embargo son los médicos ingleses los que para mí baten todos los records. La Asociación Médica Británica (BMA por sus siglas en inglés) ha facilitado en el 2017 a sus 160.000 médicos afiliados un manual de lenguaje en el lugar de trabajo según los patrones de la ideología de género. Y así no es apropiado llamar madres a las «personas» embarazadas. Por ello, recomienda a los doctores no utilizar el término«madre» para referirse a las mujeres embarazadas ya que podría herir la sensibilidad de «individuos que han dado a luz y no se identifican como mujeres». Y no hace muchos días leía que se les pedía a los médicos no emplear la expresión leche materna, sino leche humana.

Creo además que en este asunto las grandes perjudicadas son las mujeres. Alicia Rubio tiene un libro cuyo título no puede ser más acertado: «Cuando nos prohibieron ser mujeres… y os persiguieron por ser varones». La primera víctima y lo llevo diciendo varios años es el deporte femenino. No hace mucho escribí en un artículo en InfoCatólica lo siguiente: «Creo que la tumba de la ideología de género va a ser el deporte femenino. Cuando se den treinta o cuarenta casos de transexuales que se llevan los medallas en los deportes femeninos, las mujeres, hartas que les roben sus medallas, se plantarán y dirán que el varón es varón y la mujer, mujer, y si alguien pretende otra cosa, que lo pruebe, que su palabra no basta». Debo decir que deportistas famosas como Martina Navratilova ya han puesto el grito en el cielo y está empezando a haber muchas más.

Pedro Trevijano

lunes, 15 de marzo de 2021

NOTICIAS VARIAS 15 de Marzo de 2021


INFOCATÓLICA

Vatican: The Weeds Grow, While the Wheat Is Uprooted

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Duración 4:46 minutos

Vatican: The Weeds Grow, While the Wheat Is Uprooted

A Friday decree from the Vatican Secretariat of State has banned all private masses in St Peter's Basilica from the 22nd March on. Now, the Catholic internet is running hot. In a statement, Cardinal Burke called the decree illegal and unjust. The Secretariat of State is not competent, he said, and the decree contradicts canon law, which provides for the daily celebration of Mass by the priests. However, the Secretariat of State is not just anybody but the direct executive organ of the Pope.

Chanceless: Writers of Decree Control the Courts

The German Canon lawyer Father Gero Weishaupt recommended on Kathnews.de legal action against the decree. Affected priests could lodge an administrative complaint against the unlawful act directly with the Apostolic Signature. However, it is clear from the beginning that this would lead nowhere. For decades, canon law has been used consistently to block a Catholic renewal. Besides that, the writers of the decree control the courts.

Demons Introduced, Angels Expelled

Father John Stone sees on Twitter.com a connection with the Pachamama cult in St. Peter's Basilica. Since Pachamama was venerated there in October 2019, the main altar was hardly or never used again, he noticed. Now, masses are banned from the basilica, which, according to Chrysostom, fill the entire space of the Church with angels in order to worship the slain Lamb. The German writer Ernst Jünger once commented on the decline of the Church by saying, "Demons dwell on empty altars".

Do Not Assume Incompetence and Ignorance

Father Joseph Krupp remarked on Twitter that the Vatican is addressing private masses where there is no problem instead of dealing with the countless issues it has. Krupp excuses this malicious act with the fact that the Vatican’s "cluelessness is boundless". But this explanation is likely not correct. The writers of the decree knew exactly what they were doing.

Total Control Over Every Mass

Steve Skojec of OnePeterFive.com writes, in contrast to many old-rite commentators, that the decree is not just about banning the Old Mass. Many complaints against the decree came also from New Rite priests. For Skojec, this is "an attack on any liturgy they can't control." This is likely true. The priest's Mass is seen as an attack against the modernist ideology that replaces God with a so-called community.

Persecution of Christians in St. Peter's

The German Journalist Armin Schwibach calls the measure, along with other restrictions already in place, a "persecution of Catholics in St Peter's". With one letter, a centuries-old practice is simply wiped out, he writes. Schwibach believes that canon lawyers will have a lot to say about the decree, starting with the blatant overstepping of jurisdiction. But Schwibach overestimates canon law: ecclesiastical jurisprudence is a phantom science that is not worth the paper it is written on.

A Purge

Father Josh Miller writes that in the face of such reprisals one need not be surprised that the young Catholic generation is becoming more and more radicalised. Father Timothy Finigan recognises in this a victory for the liturgical Jansenists in their desperate struggle for supremacy. Father Michael Petkosek speaks of a purge against Catholicism, a modern reaction to the old faith, a false solution where no problem existed.