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lunes, 8 de junio de 2020

Hakuna, ¿una escisión del Opus Dei o un signo de los tiempos? (Elisa Suárez)

Una de las noticias más recientes dentro el mundo católico, al menos en España, es el final de la etapa del sacerdote José Pedro Manglano en el Opus Dei. De manera resumida podría decirse que Manglano inició en 2013 una actividad pastoral fuera de la Obra, pero con permiso de la Prelatura. Esta actividad, llamada Hakuna, surgió como consecuencia de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de aquel año, la primera que presidió el papa Francisco. De hecho, Hakuna se identifica desde el primer momento con el famoso lema del pontífice argentino “¡Hagan lío!”. En poco tiempo, Hakuna comenzó a expandirse entre gente joven e incluso adquirió personalidad jurídica propia de carácter canónico: es una asociación privada de fieles. Es decir, una organización reconocible de creyentes católicos emanada por iniciativa propia. Cuenta desde octubre de 2017 con unos estatutos avalados por el cardenal Osoro –el hombre de Francisco en Madrid.

El tiempo –o, mejor dicho, el Espíritu Santo a través del tiempo– dirá si Hakuna es una nueva organización de laicos dentro de la Iglesia, igual que lo son Regnum Christi, los Focolares, Comunión y Liberación, o el Camino Neocatecumenal, aparte del mismo Opus Dei. Cada una con sus matices y particularidades. Y con sus indudables buenos frutos y gracia de Dios. Que Hakuna haya nacido como una especie de hija, renuevo, esqueje o escisión de la Obra no supone mayor problema. La historia de la Iglesia está repleta de sucesos similares. Teresa de Calcuta nos podría explicar su caso.

Sin embargo, hay varios rasgos en Hakuna que merecen analizarse. En primer lugar, su propio nombre, que nos recuerda a la película de El rey león. Porque la expresión “hakuna matata” es swahili, quizás el idioma más conocido del continente africano y el segundo más hablado en Kenia después del inglés, la lengua de los colonizadores. Se da la coincidencia de que la labor del Opus Dei en África comenzó precisamente en Kenia, y antes de la independencia. Este país centroafricano es neurálgico para la Prelatura. Sin embargo, este aspecto, quizás anecdótico, va unido a dos de las características más distinguibles de la asociación fundada por Manglano: la música y el voluntariado. Porque el nombre de Hakuna se debe a un proyecto musical. La música –y no hablamos precisamente del Requiem de Mozart, ni del Regina Caeli gregoriano– es una parte importante de la espiritualidad Hakuna.

La asociación genera, practica y vende música, sobre todo de cultura popular. Con guitarra, en conciertos animados, batería, coros simpáticos y chicas de dulce voz que cantan: “Buenazo, entregado y humillado me seduces”. Algo parecido a lo que en EEUU se ha llamado “rock cristiano” y que se ha expandido a otros países. Se trata de una renovación de la música de parroquia que usaba partituras de The Beatles o de Frank Sinatra, pero quitando versos como “I did it my way” o “Help me if you can” para encajar con calzador el padrenuestro o alguna canción que pudiera entonar sin problema de conciencia alguno un presbiteriano. No olvidemos que Hakuna tiene sus raíces en la JMJ… de Río de Janeiro.

Hakuna es una extensión de todo lo festivo y juvenil de una JMJ. Y del carisma de Francisco. Pero su fuente doctrinal originaria es el Opus Dei. Parece una burda simplificación, pero resulta complejo localizar rasgos de Hakuna fuera de estas tres patas con que comenzó a caminar. Por eso, a lo musical se une el voluntariado, aunque en Hakuna se llama de otro modo: “compartiriados”. Porque en Hakuna casi todo está renominado. Pero es una nueva nominación que suena a anuncio viral, a abreviatura de whastapp, a palabros como “infotainment”, “guglear”, “tengo una call”, “estoy in love con esta casa”, “te súperquiero”, etc. Así, a lo que siempre se ha llamado curso de retiro o ejercicios espirituales ellos lo llaman “God’s stop”; y, si dura sólo media tarde, entonces es un “God’s break”. Por supuesto, en su página web la tienda –donde venden libros de Manglano, sudaderas, camisetas, gorras, y, por supuesto, sus propios CD– se llama “shop”. Montan “Pray Stations”: acompañar al Santísimo en capillas o iglesias vacías. El papel que en su momento ocupó el latín y el griego en la Iglesia ha sido tomado, de manera artificiosa en muchos casos, por el inglés, y no el de Shakespeare precisamente. Aquí no acaba la cosa, pues sus grupos de oración y de fe compartida reciben el nombre de “revolcaderos”. Y sus miembros se definen como “pringados”, porque están para “servir o pringarse”. De modo que, en vez de “vocación”, lo que tienen es una “llamada” que consiste en “pringarse”. Esa familiaridad coloquial o campechana explica que suelan referirse a Manglano como Josepe.

Todo esto forma parte de una estética muy reconocible y que hace de Hakuna algo más parecido a un Starbucks o una acampada en el monte que a una misa en latín en una capilla gótica. De hecho, uno de los libros de Manglano, editado por la propia organización, se titula Santos de mierda. El evidente tono provocativo de este título pretende reflejar su contenido, que, en gran medida, incide en uno de los puntos en que más insiste la asociación: la santidad se encuentra incluso en lo menos bello de la vida, y la vida consiste en la unión de lo espiritual y lo carnal, “lo más trascendente y lo más inmanente, lo más divino y lo más terreno, lo más bello y lo más repulsivo”. Porque los temas relativos a masculinidad, feminidad, sexualidad, pareja, etc. aparecen con una alta frecuencia. Incluso existen actividades específicas para matrimonios, como los “Pit Stop”, que son “entradas en los boxes de la escudería o equipo (los miembros del Revolcadero)”.

Quizás aquí radique una de las grandes diferencias, además de la estética, con el Opus Dei: Hakuna es mixto. La Prelatura siempre ha mantenido una clara separación entre la sección de mujeres y la de varones. Los centros de formación de un matrimonio de miembros de la Obra son diferentes: un centro de mujeres para ella, un centro de hombres para él. Además, en el Opus Dei los centros de formación son, de ordinario, las casas donde residen las personas que dirigen la vida corriente de la asociación, y estas personas son laicos célibes. Lo cual remarca más la necesidad interna de la Obra de funcionar de modo separado. Nada de esto se plantea en Hakuna. Aún más: las actividades habituales de Hakuna se suelen celebrar en cualquier parroquia que quiera colaborar o en domicilios particulares. Y esto, evidentemente, encaja con tremenda facilidad en la sociedad actual y en una Iglesia que tiene depositadas muchas esperanzas en eventos como la JMJ.

Porque, aparte de otras consideraciones, quizás el rasgo que mejor defina la espiritualidad de Hakuna sea su devoción eucarística. La vida de los miembros o simpatizantes de esta organización tiene como centro la Adoración Eucarística, por lo general con Horas Santas, pero también con visitas frecuentes a sagrarios, así como oración diaria, piedad mariana, lectura del Evangelio y de algún libro espiritual, y otras prácticas religiosas. Sus cursos de retiro suelen desarrollarse conviviendo en silencio algunos días con una comunidad contemplativa.

Sin embargo, estos rasgos, que asemejarían a Hakuna con el Opus Dei, aunque fuese de manera vaga, incluyen un tono que marca una gran separación. Porque, como dicen los miembros de Hakuna, su devoción al Santísimo consiste en arrodillarse “ante Cristo Hostia”, para, de esta forma, “aprender a vivir alegremente arrodillados ante el prójimo, ante la vida y ante el mundo”. ¿Arrodillarse ante el prójimo, ante el mundo? Sin duda alguna, se trata de un prisma y una mentalidad muy postconciliar. Porque va más allá de las genuflexiones que están viéndose por todo el mundo a resultas del “black lives matter” de estos días. Lo de arrodillarse ante el prójimo y ante el mundo, en sentido literal, suena demasiado a Francisco, a expresión que chirría teológicamente. Porque ¿es posible arrodillarse ante el prójimo, y aún más ante el mundo, si uno se arrodilla ante Cristo? ¿En qué sentido una cosa lleva a la otra? Evidentemente, el fundador Manglano lo podrá explicar muy bien y presentar su mensaje sin problema de encaje con la doctrina católica. Pero es, a fin de cuentas, una manera de ver la vida que sigue la estela de esa parte de la Iglesia con ganas de abrazarse al Siglo. Hakuna representa un modelo alternativo a la espiritualidad de nuestros abuelos. Por eso, Manglano asegura que “el cristianismo no es la religión de la cruz, sino que es la religión del amor”. Si hace un siglo se subrayaba la cruz, ahora se subraya el amor.

Por si la estética no lo hubiera dejado claro, la sección de su web con consejos de libros y películas –“Feed your soul” se llama esta sección– ofrece un apartado cinematográfico de tono secularizado muy evidente: abundan títulos como American History X (Tony Kaye, 1998), Solas (Benito Zambrano, 1999), Amores perros (Alejandro González Iñarritu, 2000), Up in the air (Jason Reitman, 2009), así como largometrajes entre lo recargado y lo pretencioso como El árbol de la vida (Terrence Malick, 2011) y Amor y letras (Josh Radnor, 2012). Para compensar, aparecen obras del cine religioso italiano más frecuente, como el telefilme Santa Rita de Casia (Giorgio Capitani, 2004). Destacan, como excepciones, películas de Mel Gibson (por supuesto, La pasión de Cristo, 2004) y Un hombre para la eternidad (Fred Zinnemann, 1966), una especie de antigualla en mitad de una filmoteca muy reciente en la que no existe ni un título de John Ford. Sin embargo, esta sección también cuenta con una nutrida selección ecléctica y bastante clásica de lecturas espirituales y de formación humanística en la que tanto caben Régine Pernoud, Joseph Pieper, Jean Guitton, Werner Jaeger, Romano Guardini, Rilke, C. S. Lewis, Platón, André Frossard, François-Xavier Nguyen van Thuan, Joseph Ratzinger, Louis de Wohl, Teresa de Calcuta, Josemaría Escrivá, Charles Péguy, Manuel García Morente, Vittorio Messori, Chesterton o Teresa de Jesús, como Kiko Argüello, Pablo d’Ors, el papa Francisco, y el propio José Pedro Manglano.

Una de las curiosidades de los libros aconsejados es uno sobre sexualidad del sacerdote Mikel Gotzon Santamaría, miembro numerario del Opus Dei. Lo cual no deja de suponer un recordatorio de otra circunstancia: la sede de Hakuna Books es la misma que la de Ediciones Palabra, vinculada a la Obra. O al menos era la misma dirección hasta hace poco. El hecho de que tanto Opus Dei como Hakuna nacieran en Madrid, y de que ambas basaran gran parte de sus primeros pasos en lo que ahora se llama voluntariado, no puede ser mera casualidad. Es como si Hakuna no sólo hubiera nacido del Opus Dei, sino que fuera una versión del siglo XXI de lo que fundó el santo Escrivá de Balaguer.

El aragonés Escrivá era un cura joven que en Madrid intentaba hacer, como podía, la voluntad de Dios. Lo que el Espíritu Santo le pedía, él lo vivía a la manera propia de lo que era el 1900. Siendo un chaval, en Logroño, se sintió removido por unas huellas en la nieve; las que había dejado un carmelita descalzo. Aquello le cambió la vida: veía en el sacrificio, en la cruz, el amor a Dios. Y, así, creyendo que Dios lo llamaba para algo, rezaba y rezaba durante años. Y fundó el Opus Dei, tras escuchar las campanas de una iglesia de Chamberí. Sentía que Dios le hablaba, mientras hacía un trayecto en tranvía. En la Obra fundada por Escrivá se encontraba una Iglesia católica, a lo San Pío X, con el mundo moderno. Pero el Opus Dei no renunciaba a un solo rasgo que lo que era aquella Iglesia católica a lo San Pío X. Lo mundano no eliminaba ni un mínimo aspecto de lo católico. El Opus Dei rescataba a Santo Tomás de Aquino, cantaba en latín y sabía, antes y después del Concilio Vaticano II, que los cálices y los copones deben llevar, al menos, un baño de oro por dentro. El Opus Dei era tradición dentro de un mundo moderno. Era el ángelus a las doce del mediodía en mitad de una fábrica, una jaculatoria mariana en mitad de una sesión bursátil, un rosario en el tractor.

El fundador del Opus Dei decía que había que “amar el mundo apasionadamente”, porque había salido de las manos de Dios; y había que trabajar con tesón y cariño, porque el mismo Cristo así lo había hecho en el taller de José. Es decir; el concepto de “mundo” en el Opus Dei estaba referido a Dios. Sin Dios, el mundo no era más que enemigo del alma. Un planteamiento que, tras el Concilio, se ha desdibujado. A esto hay que añadir otra circunstancia: el Opus Dei sufrió los efectos antirreligiosos de la Guerra Civil española. El santo Escrivá tuvo que refugiarse y huir, caminando entre bosques e iglesias calcinadas, hasta que entró en Andorra y luego marchó a la España de Burgos, pasando primero por Pamplona. Donde años más tarde fundaría la famosa universidad.

El problema es que ha sucedido el Concilio y el siglo XXI. Tras la II Guerra Mundial, el Opus Dei se expandió por todo el mundo a un ritmo intenso. Cada año se empezaba la labor de la Obra en uno o dos países nuevos: Portugal, Italia, Francia, Reino Unido, Suiza, Estados Unidos, México… Pero, tras el año 1965 se inicia un parón que dura hasta el último año de Pablo VI. Entre 1965 (Bélgica y Nigeria) y 1978 (Bolivia) sólo hay un nuevo país en la expansión de la Obra: Puerto Rico (1969). Con Juan Pablo II y con Benedicto XVI, el Opus Dei recuperó su ritmo, sin casi ningún año en blanco en su apertura de nuevos centros en nuevos países. Sin embargo, a partir de 1998 el ritmo de internacionalización de la Obra se ha ralentizado. Y, durante el actual pontificado, no ha habido ningún nuevo país en el mapa de la Prelatura. Desde 2011 (Sri Lanka), nada.

A estos datos hay que añadir otros. En 1975, cuando muere Escrivá, el Opus Dei cuenta con 60.000 miembros, de los cuales casi un millar eran sacerdotes (un 1,6%). En 1996, la ya Prelatura ha pasado a tener 80.000 fieles y 1.600 sacerdotes propios (un 2%). En 2018, la cifra se eleva respectivamente a 92.900 miembros y 2.095 sacerdotes (un 2,3%). El crecimiento entre 1975 y 1996 es de un 33%, pero entre 1996 y 2018 el incremento ha sido del 16%, mientras que entre 1975 y 2018 el porcentaje de sacerdotes de la Prelatura ha pasado del 1,6% al 2,3%. En los últimos veinte años el aumento de presbíteros (31%) ha sido el doble que el de laicos dentro de la Obra.

Durante estas dos primeras décadas del tercer milenio, se evidencia un cierto problema de encaje del Opus Dei en la España actual y, en general, en este Occidente secularizado y en esta Iglesia cada vez más expuesta intelectualmente al Siglo, más a la defensiva en un mundo dominado por ideologías cada vez más implacables. Aún más: en Madrid, la gran ciudad del Opus Dei, ha habido un descenso del número de centros. En los años 90 llegó a haber en un área muy acotada cuatro centros juveniles de la Obra entre Diego de León (la sede nacional y también un colegio mayor de numerarios) y la iglesia del Espíritu Santo, encomendada a la Prelatura. Tres de aquellos centros, dirigidos a universitarios, ya no existen; el otro, dirigido a chavales de bachillerato, se mudó a la sede de un colegio mayor. A su vez, ese colegio mayor tuvo que trasladarse a otro emplazamiento donde ya existía un centro de la Obra. El antiguo chalé donde se desarrollaba la labor de una de estas casas del Opus Dei lleva diez años cerrado. Otros centros juveniles de distritos como Salamanca o Retiro también desaparecieron.

Este estancamiento, con puntuales retrocesos en España, obedece a causas muy variadas y complejas, como el envejecimiento de la población y como la descristianización social. Los datos de matrimonios canónicos, divorcios, asistencia a misas, etc. reflejan un descenso de la práctica católica en Occidente, del cual no se escapa España. Es raro encontrar una familia española, sea o no del Opus Dei, sin un divorciado, una convivencia extramarital o una pareja gay. Aumenta el número de personas que se declaran ateas o agnósticas, y se normalizan actitudes o ideas nada conciliables con la doctrina de la Iglesia. Resulta casi quimérico encontrar un partido político que plantee la derogación del llamado matrimonio homosexual. Además, dentro de la agenda papal hay nuevos temas que copan el protagonismo: se habla más de inmigración que de aborto, y se habla más de “salario mínimo vital” y derribar fronteras que de celebrar dignamente la misa y en latín.

Con independencia de los buenos, y excelentes, frutos espirituales tanto de Hakuna como del Opus Dei, se detecta en la evolución de ambas organizaciones el reflejo de una deriva sociológica, con respuestas diferentes en sendas entidades. El Opus Dei llegó a contar con personajes de la talla de Antonio Fontán o de Laureano López Rodó. Y entre sus exmiembros destacaban Jacinto Choza, Miguel Fisac o Raimon Panikkar. A estos nombres se unen almas admirables como Montserrat Grases, Álvaro del Portillo, Tomás Alvira, su esposa Paquita Domínguez, Guadalupe Ortiz de Landázuri, Isidoro Zorzano, admitidos como venerables o beatos por la Iglesia, y dentro de poco reconocidos como santos. Son cotas que parecen alejadas de la situación actual. ¿La influencia espiritual y humana del Opus Dei es la misma hoy que en la España de 1970 o de 1995? Incluso la estética de la Prelatura ha variado algo. En su libro dedicado al Opus Dei, Messori decía que la estética de la sobriedad castellana era lo que caracterizaba a los centros de la Obra. También en Italia. Los muebles castellanos eran la señal de una nobleza de espíritu que hundía sus raíces en la tradición y en la austeridad, en la ascética encarnada en el ajuar. Eran como versos de San Juan de la Cruz o de Teresa de Ávila esculpidos en las paredes de las casas del Opus Dei. Pero los nuevos centros, o los centros viejos una vez remodelados o traslados a otra ubicación, lucen otra estética, la de Ikea.

En cualquier caso, a todas las preguntas aquí planteadas responderá, en su momento y a su manera, el Espíritu Santo.

Elisa Suárez

domingo, 7 de junio de 2020

Carta de Monseñor Carlo Maria Viganò a Donald Trump



7 de junio de 2020.
Domingo de la Santísima Trinidad.

Señor Presidente:

En los meses recientes hemos sido testigos de la formación de dos bandos opuestos, a los que llamaría Bíblicos: los hijos de la Luz y los hijos de la Oscuridad. Los hijos de la Luz constituyen la parte más conspicua de la humanidad, mientras que los hijos de la Oscuridad representan una minoría absoluta. A pesar de ello, los primeros son objeto de una especie de discriminación que los coloca en situación de inferioridad moral con respecto a sus adversarios, quienes a menudo ocupan posiciones estratégicas en el gobierno, la política, la economía y en los medios de comunicación. De una manera aparentemente inexplicable, los buenos son tomados como rehenes por los malvados, así como por aquéllos que ya sea por interés propio o por temor, ayudan a los malos.
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Estos dos lados que tienen una naturaleza Bíblica, siguen la clara separación entre la descendencia de la Mujer y la descendencia de la Serpiente. Por un lado están los que aunque teniendo miles de defectos y debilidades, están motivados por el deseo de hacer el bien, de ser honestos, de formar una familia, de dedicarse al trabajo, de dar prosperidad a su tierra natal, de ayudar los necesitados y en obediencia a la Ley de Dios, de merecer el Reino de los Cielos.

Por otro lado están los que se sirven a sí mismos y que no tienen principios morales. Ellos quieren demoler a la familia y a la nación; explotar a los trabajadores con el propósito de hacerse excesivamente ricos; fomentar divisiones internas y guerras, y acumular poder y dinero. Para ellos la ilusión falaz del bienestar temporal -si no se arrepienten-, algún día cederá ante el terrible destino que les espera lejos de Dios, en la condenación eterna.

En la sociedad, señor Presidente, estas dos realidades opuestas coexisten como enemigos eternos, exactamente como enemigos eternos son Dios y Satanás. Parece que los niños de la Oscuridad -a quienes podemos identificar fácilmente con el Estado Profundo, al que usted se opone sabiamente y que en estos días está librando una guerra feroz contra su persona- han decidido, por así decirlo, mostrar sus cartas y revelar sus planes. Pareciera que ellos tuviesen la certeza de tener todo bajo control al punto de haber abandonado esa circunspección, que hasta ahora se había encargado de ocultar de manera parcial, sus verdaderas intenciones.

Las investigaciones que ya están en curso, revelarán la verdadera responsabilidad de quienes manejaron la emergencia del Covid, no solo en el área de la atención de la salud sino también en la política, la economía y en los medios de comunicación. Probablemente descubriremos que en esta colosal operación de ingeniería social, hay personas que han decidido el destino de la humanidad, arrogándose el derecho de actuar en contra la voluntad de los ciudadanos y de la voluntad de sus representantes en los gobiernos de las naciones.

También descubriremos que los disturbios de los recientes días, fueron provocados por aquellos que al ver que el virus se desvanece inevitablemente y que la alarma social de la pandemia está disminuyendo, han tenido -necesariamente- que provocar revueltas sociales, mismas que serían seguidas por una represión que -aunque legítima- sería condenada como una agresión injustificada en contra la población. En perfecta sincronía, esto mismo está ocurriendo en Europa. Es absolutamente claro que el uso de las protestas callejeras es un instrumento para lograr los propósitos de aquellos que desean ver electo en las próximas votaciones presidenciales, a alguien que encarne los objetivos del Estado Profundo y que se dedique a expresar dichos propósitos, con convicción y fielmente. Que no nos sorprenda si en unos meses aprendemos -una vez más- que escondidos detrás de estos actos de vandalismo y violencia, se hallan quienes esperan beneficiarse de la disolución del orden social, con el fin de construir un mundo sin libertad, tal y como lo enseña el adagio masónico: Solve et Coagula.
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Aunque pudiera parecer desconcertante, las alineaciones opuestas que he descripto anteriormente, también se encuentran presentes en los círculos religiosos. Hay Pastores fieles que cuidan al rebaño de Cristo, pero también hay infieles mercenarios que buscan dispersar al rebaño y entregar a las ovejas para que sean devoradas por hambrientos lobos. No es sorprendente que estos mercenarios sean aliados de los hijos de la Oscuridad y que odien a los hijos de la Luz. Así como hay un Estado Profundo, también hay una Iglesia Profunda que traiciona sus deberes y que repudia sus propios compromisos ante Dios. Así como los buenos gobernantes luchan en los asuntos públicos contra el Enemigo Invisible, también en la esfera eclesiástica, Éste es combatido por los buenos Pastores. Es una batalla espiritual de la que hablé en mi reciente llamamiento que fue publicado el pasado 8 de mayo.

Por primera vez, los Estados Unidos tienen -en usted- a un Presidente que defiende valientemente el derecho a la vida; que no se avergüenza de denunciar la persecución de los cristianos en todo el mundo; que habla de Jesucristo y del derecho de los ciudadanos a la libertad de culto. Su participación en la Marcha por la vida, y más recientemente, su proclamación del mes de abril como el Mes Nacional de Prevención del Abuso Infantil, son acciones que confirman en qué lado desea usted luchar, por lo que me atrevo a creer que en esta batalla, nosotros dos estamos del mismo lado aunque con diferentes armas.

Por esta razón creo que el ataque al que fue sometido después de su visita al Santuario Nacional de San Juan Pablo II, es parte de la narrativa orquestada por los medios de comunicación, los cuales no buscan combatir el racismo ni contribuir al orden social, sino agravar las tendencias. No para traer justicia, sino para legitimar la violencia y el crimen. No para servir a la verdad, sino para favorecer a una facción política.

Es desconcertante que haya Obispos -como aquellos a quienes denuncié recientemente- que con sus palabras prueban que están alineados en el lado contrario. Ellos están subordinados al Estado Profundo, al globalismo, al pensamiento del Nuevo Orden Mundial al cual invocan cada vez con mayor frecuencia, en nombre de una hermandad universal que no tiene nada de cristiano, pero que evoca los ideales masónicos provenientes de aquellos que quieren dominar el mundo, a través de la expulsión de Dios: de los tribunales, de las escuelas, de las familias y quizás incluso, de las iglesias.

El pueblo estadounidense es maduro y ahora ha entendido qué tanto es que los medios de comunicación se niegan a difundir la verdad, buscando silenciarla y distorsionarla, difundiendo la mentira que es útil para los propósitos de sus amos. A pesar de ello es importante que los buenos -que son la mayoría- despierten de su lentitud y rechacen ser engañados por una minoría de personas deshonestas, con propósitos inconfesables. Es necesario que los buenos, los hijos de la Luz, se unan y hagan oír sus voces. ¿Qué manera más efectiva hay de conseguir esto, señor Presidente, que rezando y pidiéndole al Señor que lo proteja a usted, a los Estados Unidos y a toda la humanidad, de este enorme ataque del Enemigo? Frente al poder de la oración los engaños de los hijos de las Tinieblas se derrumbarán, sus complots serán revelados, su traición será exhibida. Su poder aterrador terminará en nada; saldrá a la luz y quedará expuesto como lo que es: un engaño infernal.

Señor Presidente, mi oración se dirige constantemente a la amada nación estadounidense, en donde tuve el privilegio y el honor de ser enviado como Nuncio Apostólico, por el Papa Benedicto XVI. En esta hora dramática y decisiva para toda la humanidad, estoy rezando por usted, lo mismo que por todos los que están a su lado en el gobierno de los Estados Unidos. Confío en que el pueblo estadounidense esté unido conmigo y con usted, en la oración a Dios Todopoderoso.

Unidos contra el Enemigo Invisible de toda la humanidad, los bendigo a usted, a la Primera Dama, a la amada nación estadounidense, y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad.

+ Carlo Maria Viganó.
Arzobispo Titular de Ulpiana.
Ex Nuncio Apostólico a los Estados Unidos de América.

sábado, 6 de junio de 2020

Monseñor Schneider llama a los sacerdotes a oponerse al rigorismo del coronavirus



La infección del coronavirus ha demostrado una letalidad mucho más baja cuando se la compara con lo que se consideraba una epidemia, dijo el 5 de junio monseñor Athanasius Schneider en el sitio web InfoCatolica.com.

Él llama a rezar por el cese de la actual “dictadura sanitaria” que está preparando “un nuevo orden político mundial”, el cual muestra signos de represión de derechos humanos fundamentales y de discriminación contra los creyentes.

La mayoría de los obispos reaccionó apresuradamente y con pánico, prohibiendo todas las Misas públicas y cerrando iglesias, afirma Schneider: “Reaccionaron más como burócratas civiles que como pastores”, porque “perdieron la visión sobrenatural y abandonaron la primacía del bien eterno de las almas”.

Schneider aconseja a los sacerdotes ser cuidadosos respecto al coronavirus, pero que desobedezcan la prohibición pastoral de sus obispos, porque no tienen poder para prohibir los sacramentos.

Gloria.tv sabe de sacerdotes que fueron trasladados porque no obedecieron en forma rigurosa las restricciones a causa del coronavirus.
 

El padre Martin se confiesa cómplice en el homicidio de Floyd (no, realmente) [Carlos Esteban]




El mediático jesuita James Martin, perejil de todas las salsas de la Iglesia en Salida, ha entrado en la polémica de las protestas raciales en Estados Unidos con un comentario en la red Twitter tan previsible como disolvente.

“No es un gran día para #GeorgeFloyd, que sólo quería respirar”, escribe Martin en un tuit en el que responde a las palabras del presidente Trump, que imagina al delincuente habitual asesinado alegrándose de las medidas adoptadas por el mandatario. “O para su familia o amigos que querían que viviese. Quiera Mr. Floyd rezar por nosotros en el cielo, perdonarnos por la violencia que empleamos contra él y la deplorable falta de pena, luto y remordimiento que se muestra aquí”.  
 
Lo tiene todo su tuit, empezando por ponerse con armas y bagajes del lado de unos indignados que están sometiendo las ciudades de Estados Unidos al caos, la degradación, la destrucción y, sí, violencia y muertes de personas por las que Martin no expresa condolencias.  
 
Pero también tiene esa disolución de la culpa, ese “todos somos culpables” que, en la práctica, diluye la responsabilidad personal, porque si todos somos culpables, nadie lo es: el policía Derek Chauvin puede estar tranquilo, sabiéndose acompañado por toda la raza blanca en su delito, incluso por el propio Martin.

Esto rima extraordinariamente bien con el énfasis que hoy pone nuestra jerarquía en esos pecados sociales de los que es endiabladamente difícil evaluar la parte correspondiente al individuo, como los ‘pecados ecológicos’ o el rechazo a la inmigración ilegal masiva.  
 
¿Cómo podemos arrepentirnos de lo que no hemos hecho, de lo que sólo somos supuestamente culpables por formar parte de una comunidad? Con extraordinarias dosis de postureo e hipocresía, a la vez que barremos bajo la alfombra los pecados corrientes de toda la vida, de los que sí somos directamente responsables. 
 
Por supuesto, Martin no podía dejar de anunciarnos que Floyd está en el cielo. Nadie puede decirlo, al menos sin ser jesuita del sector renovador. Pero uno tiende a suponer que morir a manos de la policía no es un mérito personal y santificador, y que quizá lo de “esforzaos por entrar por la puerta estrecha” es una pista de que tal ves no sea tan fácil.

La Iglesia tiene un método, la canonización, para decir de determinadas personas que, efectivamente, están en el Cielo, los santos de altar, y ese pasar al Paraíso eterno directamente tras la muerte es uno de los rasgos que les hacen extraordinarios.

Estamos ante un ejemplo más de la santificación de la víctima. Pero Floyd no murió por la fe, ni por realizar acción alguna de especial mérito santificador. Sencillamente, fue asesinado.
 
Carlos Esteban

NOTICIAS VARIAS 5 y 6 de junio de 2020


DE LIBROS, PADRES E HIJOS

DE LA SANA REBELIÓN FRENTE A LAS LECTURAS SESGADAS

ADELANTE LA FE

Mineápolis y Hong Kong

INFOCATÓLICA
 
Atentado vandálico contra el monumento al Sagrado Corazón de La Roda de Andalucía


Trece jóvenes profesan los votos perpetuos como Hermanitas de los Ancianos Desamparados en Valencia

Selección por José Martí 

viernes, 5 de junio de 2020

Actualidad comentada: "Luz,sal, levadura". Padre Santiago Martin.



El vídeo dura 8:54 minutos

‘La sanidad pública es una reivindicación de la izquierda para controlar a la población’ (Tomás García Madrid)


La duración del video es de 7:58 minutos

Carta de San José María Escrivá de Balaguer al Jefe del Estado español Francisco Franco



La he leído en Movimiento Católico Español. No la conocía. O si la conocí, no la recordaba:

Al Excmo. Sr. D. Francisco Franco Bahamonde,
Jefe del Estado español.

Excelencia,

No quiero dejar de unir a las muchas felicitaciones que habría recibido, con motivo de la promulgación de los Principios Fundamentales, la mía personal más sincera.

La obligada ausencia de la Patria en servicio de Dios y de las almas, lejos de debilitar mi amor a España, ha venido, si cabe, a acrecentarlo.

Con la perspectiva que se adquiere en esta Roma Eterna he podido ver mejor que nunca la hermosura de esa hija predilecta de la Iglesia que es mi Patria, de la que el Señor se ha servido en tantas ocasiones como instrumento para la defensa y propagación de la Santa Fe Católica en el mundo.
Aunque apartado de toda actividad política, no he podido por menos de alegrarme, como sacerdote y como español, de que la voz autorizada del Jefe del Estado proclame que “la Nación española considera como timbre de honor el acatamiento a la Ley de Dios, según la doctrina de la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana, única y verdadera y Fe inseparable de la conciencia nacional que inspirará su legislación”.
En la fidelidad a la tradición católica de nuestro pueblo se encontrará siempre, junto con la bendición divina para las personas constituidas en autoridad, la mejor garantía de acierto en los actos de gobierno, y en la seguridad de una justa y duradera paz en el seno de la comunidad nacional.

Pido a Dios Nuestro Señor que colme a Vuestra Excelencia de toda suerte de venturas y le depare gracia abundante en el desempeño de la alta misión que tiene confiada.

Reciba, Excelencia, el testimonio de mi consideración personal más distinguida con la seguridad de mis oraciones para toda su familia.

De Vuestra Excelencia affmo. in Domino

Josemaría Escrivá de Balaguer
Roma, 23 de mayo de 1958.

Pues … Memoria histórica,

El antifa Papa Francisco: Trump malo, Xi Jinping bueno; los negros y los blancos; el Vaticano y China; el apóstol de Alemania.



Es indudable que estamos ante el pontificado más político de los últimos tiempos en donde el Papa Francisco se implica de forma directa con las corrientes que son llamadas populistas y toma partido, de forma descarada y visible. Entendemos que esto, que se hace de forma consciente y reiterada, es complicado explicarlo como fruto de ingenuidad o de manipulación. La crisis profunda, como nunca antes hemos conocido, que corroe a la Iglesia Católica no parece importarle y predomina el principio de que no importan si nos quedamos cuatro, siempre que sean de los míos. Los ataques continuos al proselitismo suponen realmente el fin de la ‘propagación de la fe’ como la hemos conocido, ya no tiene sentido la actividad misionera, salvo que sea solo y exclusivamente humanitaria y poco o nada misionera. Hoy es un día de noticias especialmente políticas en las que el Papa Francisco aparece como actor y el Vaticano como organismo que lo secunda.

Tenemos un artículo de George Weigel publicado en Catholic World Report intentando explicar lo que está pasando en China, así como el papel del Vaticano y del Papa Francisco
 
El problema ahora se centra en Hong Kong en donde se están intentando imponer las leyes de «seguridad nacional», con la intención de defender a Hong Kong de los «secesionistas», «terroristas» e «influencias extranjeras», y frenar al vibrante movimiento prodemocrático de Hong Kong. Con el mundo distraído por el virus Wuhan, Xi Jinping cree que este es el momento de reprimir aún más a los de Hong Kong, imponiendo el poder comunista. El intento de romper el movimiento democrático de Hong Kong es un aspecto de una campaña de represión más amplia que afecta a las comunidades religiosas chinas en el continente. Un millón de musulmanes aún están encerrados en los campos de concentración de Xinjiang, donde son «educados». Las iglesias protestantes están bajo amenaza constante. 
 
Y se siguen tomando medidas represivas contra los católicos y sus iglesias, a pesar del acuerdo de casi dos años, y aún secreto, entre la Santa Sede y Beijing. Ese acuerdo, que le dio al Partido Comunista Chino un papel principal en el nombramiento de obispos, se parece cada vez más a uno en el que el Vaticano ha regalado mucho a cambio de promesas vacías. Los católicos chinos que no se suman a la línea del Partido Comunista Chino son perseguidos. Los efectos de esta triste historia en la misión evangélica de la Iglesia en la China del futuro, con suerte una China poscomunista, no serán positivos.

Estamos viendo cómo utiliza el Papa Francisco y el Vaticano el caso George Floyd en Estados Unidos al más puro estilo ‘antifa’ que tan poco pega a los refinados diplomáticos pontificios. Por ahora, sobre lo que sucede en Hong Kong y en China la Santa Sede guarda un silencio absoluto que solo se puede interpretar como aprobación y no como ignorancia. Ni una palabra defendiendo los derechos humanos fundamentales y la libertad religiosa. Todo apunta a que los diplomáticos vaticanos quieren reanudar la fallida Ostpolitik de la Europa central y oriental en la década de 1970. El Vaticano y el Papa Francisco han elegido el camino equivocado y los traicionados católicos chinos lo saben muy bien.

El otro caso que está haciendo correr ríos de tinta es el de George Floyd, de 46 años, originario del «Tercer Barrio» de Houston y asesinado en Minneapolis el 25 de mayo durante su arresto por el agente de policía Derek Chauvin. Los amigos de Estados Unidos nos cuentan cómo están las cosas y la prensa Italiana empieza a hacerse eco. Vivimos una ola de protestas violentas en muchas ciudades de Estados Unidos, con enfrentamientos, llamados «disturbios», disturbios con devastación de la propiedad pública y privada, incendios, asaltos y saqueos.

Las dinámicas son las mismas de otros casos. El caso de Rodney King, un afroamericano de 26 años de edad fue masacrado con porras y armas láser por un grupo de policías de Los Ángeles que luego fueron absueltos, causando el llamado «L.A. Disturbios «de abril de 1992. Casos como el de George Floyd y Rodney King, lamentablemente, hay muchos e inmediatamente se relacionan con un problema de racismo por parte de la policía estadounidense. La relación entre «blancos» y «negros» asesinados por la policía demuestra que no es así. En 2017 el número de «blancos» asesinados por la policía es de 457, mientras que los «negros» 223; en 2018, la proporción cayó a 399 (B) y 209 (N); en 2019 los números van a 370 (B) y 235 (N). En pocas palabras, entre 2017 y 2019, la policía mató a 1226 «blancos» y 667 «negros». Los datos refutan la teoría de que la policía mata a más afroamericanos.

Más que un problema de racismo, el problema está relacionado con una sociedad tendencialmente violenta en un país donde puedes ser asesinado a tiros por un robo «banal», por un «tiroteo» entre pandillas, o por haber llamado a la puerta equivocada la noche de Halloween; la policía también puede matar por un delito «trivial». La cuestión del racismo está ciertamente presente en algunos contextos, pero reducir todo a esto significa perder de vista una serie de aspectos que indican que la cuestión es mucho más compleja.

Mucho nos tememos que los que están detrás de las represiones de Hong Kong son los mismos que se llaman ‘antifas’ en Estados Unidos. El Papa Francisco ha dado la espalda, algunos dicen traicionado, a los católicos chinos y cada vez es más claro que también la ha dado, incluso que está traicionando, a los católicos norte americanos. Los católicos norte americanos están mucho más al lado de Trump que del Papa Francisco, como lo están muchos de los sacerdotes y, aunque en silencio, muchos de sus obispos. Sin duda una extraña situación, nueva en la historia, de la que no podemos saber sus consecuencias y que por ahora nos tenemos que limitar a contar que existe.

La civiltá S.J. nos intenta explicar la petición del salario universal de Papa Francisco y, al más pudo estilo jesuítico, nos llena de matices y reflexiones en las que el argumento se pierde dando la razón o quitándola, o quizás solo a medias o mejor a ratos, o depende, o ya veremos, intentando explicar lo inexplicable pero quedándonos con un sí que se parece mucho a un no, o con un no cercano al sí. Será por argumentos.

Los medios del Vaticano nos anuncian a bombo y platillo la creación de una plataforma de contenidos. En el fondo es ordenar lo que tenemos y ‘venderlo’ unido y con una cierta lógica. Seguro que muchos pensarán que esto ya tenía que existir desde hace años, pero mejor tarde que nunca. Esperemos contar con el inmenso patrimonio de los últimos pontificados mucho más accesible. Desde las primeras imágenes de León XIII hasta el día de hoy contamos con un magnífico archivo que harás las delicias de muchos.

El Amazonas sigue siendo una región especialmente castigada por la epidemia, por la ‘pataleta de la pachamama’. 
 
En otros tiempos, San Bonifacio, el apóstol de Alemania que hoy celebramos, alrededor del año 723 viajó a la Baja Sajonia en medio del invierno; sabía que iban a realizar un sacrificio humano, usualmente la víctima era un niño, a Thor, el dios del trueno, en la base de un roble al que consideraban sagrado y que era conocido como “El Roble del Trueno”. Llegó la víspera de Navidad justo a tiempo para interrumpir el sacrificio y les dijo: “aquí está el Roble del Trueno, y aquí la cruz de Cristo que romperá el martillo del dios falso, Thor», así es que ahora en esta noche ustedes empezarán a vivir. Este árbol sangriento ya nunca más oscurecerá su tierra. En el nombre de Dios, voy a destruirlo”. Señaló a un pequeño abeto y dijo: “Este pequeño árbol, este pequeño hijo del bosque, será su árbol santo esta noche. Es el signo de una vida sin fin, porque sus hojas son siempre verdes. Miren cómo las puntas están dirigidas hacia el cielo. Hay que llamarlo el árbol del Niño Jesús; reúnanse en torno a él, no en el bosque salvaje, sino en sus hogares; allí habrá refugio y no actos sangrientos, regalos amorosos y ritos de bondad”.

«Siéntate a mi derecha, y haré de tus enemigos estrado de tus pies.»

Buena lectura.
Specola

jueves, 4 de junio de 2020

COMUNISMO Y HOMBRE (Frank J. Sheed)


LIBROS


Este libro, cuya primera edición es del año 1981, es una obra de divulgación. Trata extensamente del marxismo y no traiciona, en la explicación, lo que quiere presentar de forma sencilla. ¿Cuál es el secreto? Pienso que, en primer lugar, el merito estriba en la ya tradicional claridad expositiva del autor. Esto es un don, aunque no siempre sea reconocido. Porque existe, aunque resulte difícil de creer, "el prestigio del hermetismo", es decir, una cierta aureola de importancia que rodea a lo que no se consigue entender del todo. Siempre habría que preguntarse: ¿no se entiende porque es difícil, porque no hay nada que entender o porque no está bien explicado? Sheed tiene una gran facilidad para explicar bien lo difícil. Consigue simplificar las cuestiones, sin convertirlas en algo banal. Y sabe -sin grandes remordimientos- prescindir de temas paralelos que harían las delicias de los especialistas pero que confundirían al lector de cultura media. He escrito cultura media, porque COMUNISMO Y HOMBRE tampoco está al alcance de cualquiera. Sheed divulga, pero presuponiendo una cierta cultura en su público. Si temor a equivocarme, pienso que la cultura exigida es de una persona joven que haya hecho el bachillerato o la de una persona mayor, sin bachillerato, pero con la tradicional experiencia que, como se dice, "da la vida". Quiero decir que es un libro para todos los que suelen leer algún libro.
(Tomado del prólogo del libro, debido a Rafael Gómez Pérez)


Copio un pequeño texto de la introducción del libro de F.J. Sheed:

A los defensores del comunismo todo lo que pueda sonar a crítica les produce instantáneamente una reacción emocional más propia de una discusión religiosa que de una discusión económica. Nunca se les ocurrirá pararse a pensar cuál es la intención de la crítica y mucho menos a considerar si puede ser razonable.  Incapaces de creer en la buena fe de quien pregunta, imaginarán alguna intención perversa detrás de sus palabras. Pero, aunque el comunista no intente nunca comprendernos, nosotros sí debemos tratar de comprenderle a él, sobre todo de comprender su reacción.

El hombre, situado injusta e intolerablemente en la actual coyuntura social, aceptará, sin duda el Comunismo; su celo por el Comunismo es simplemente su odio por el Capitalismo. No cabe duda de que es éste el gran atractivo del Comunismo. Generaciones de oprimidos bajo el antiguo sistema apoyarán al nuevo; por lo demás, el nuevo sistema no necesita poseer ninguna virtud propia, ya que es suficiente virtud no ser el antiguo. Esto explica, entre otras cosas, por qué muchos de los que lo sustentan no han estudiado nunca el Comunismo. ¿Para qué? Es el anticapitalismo y eso basta. Cuando nos acercamos a alguno de ellos, haciendo preguntas críticas, no nos mira como a quien legítimamente hace preguntas sobre el Comunismo, sino como a quién defiende el Capitalismo. 

Del mismo modo que confunde su odio al Capitalismo con su celo por el Comunismo, mira cualquier crítica del Comunismo como defensa del Capitalismo.

Cuanto más tratemos de comprender esta reacción emocional -profundamente enraizada- más claramente veremos su confusión. Que el Capitalismo tenga vicios no hace al Comunismo virtuoso. SI vamos a dejar que este último controle nuestras vidas, debe mostrar que está capacitado para controlarlas. Los defectos del Capitalismo constituyen una prueba contra el Capitalismo, no pruebas a favor del Comunismo. (...). Sentimientos aparte, el Comunismo debe estar dispuesto a que se le examine; aceptarlo sin haberlo examinado antes sería una locura.

El libro en cuestión está descatalogado, pero puede conseguirse por un bajo precio haciendo uso de Internet. Yo lo he visto en Iberlibro a sólo 7 euros, sin gastos de envío; y se puede buscar también en otras librerías anticuarias, como Uniliber,  También en Amazon.

Del mismo autor hay otros dos libros, de gran interés y fáciles de leer, sin perder profundidad, que son Sociedad y Sensatez y Teología y Sensatez. Recomendables.






NOTICIAS VARIAS del 1 al 4 de junio de 2020


 ADELANTE LA FE






MILENIO


 INFOCATÓLICA





INFOVATICANA


CATAPULTA


Selección por José Martí


El esbirro, un libro, de Sergei Kourdakov, para conocer el Comunismo



El esbirro" narra la vida de un joven ruso, educado en orfelinatos y escuelas estatales bolcheviques. Por su reciedumbre, valentía, ambición y cualidades de líder, fue jefe de la Liga Comunista Juvenil. Fue además reclutado, junto a otros veinte jóvenes, para hacerse cargo de una división especial de la policía que perseguía brutalmente a los grupos de creyentes, es decir, a los cristianos clandestinos, a los que el comunismo ruso consideraba como un enemigo público. 

Sergei Kourdakov, desengañado del sistema comunista, huye de Rusia. Cuando navega de oficial de radio en un barco en las costas de Canadá se echa al mar nadando en plena tempestad.
 "¿Por qué estaba yo allí, en esa fría mañana del 4 de septiembre de 1971, tan cerca de la muerte y lejos de mi hogar? ¿Por qué había abandonado la vida de Oficial de la marina y de Jefe de las Juventudes Comunistas de la URSS, para venir a caer aquí en el umbral de la muerte, en estas costas rocosas y hostiles del Canadá? Todo había comenzado mucho tiempo antes, en Rusia, con mi abuelo y mi abuela...".
Sergei Kourdakov (1951-1973), narra en este relato su accidentada vida desde su nacimiento en Rusia hasta su huida a Canadá. Al llegar a este país hizo planes para dirigirse a la juventud rusa a través de la radio pero cuando estaba a punto de comenzar esas emisiones murió de un disparo. En principio se difundió la idea de que se había suicidado. Luego se dictaminó que había sido un accidente. Pero Sergei, que se sentía amenazado, ya había advertido que si le sucedía algo "tendría toda la pinta de un accidente". 

Este libro, conocido también como Forgive Me, Natasha, se ha convertido en un clásico de la literatura juvenil.

“Parresía” desenmascarada: Rector del Seminario atacado por decir la verdad



El 2 de junio el sitio web anti-Iglesia publicó un artículo contra el padre Pablo Ormazábal Albistur, de 46 años, rector del Seminario de San Sebastián (España).

ReligionDigital.org acusa a Ormazábal de haber llamado “hereje” a Francisco. En realidad, él solamente firmó el obsequioso documento de noviembre de 2019 titulado Contra Recentia Sacrilegia, una respuesta a los escándalos de Abu Dhabi y de la Pachamama de Francisco.

“Han pasado seis meses desde entonces, y el rector está todavía en el cargo”, brama el sitio web ReligionDigital. Son las mismas personas que piden “parresía” cuando les conviene. 

Ormazábal estudió en la Universidad de Navarra, del Opus Dei. También opera con una cuenta de Twitter.
 

martes, 2 de junio de 2020

Arzobispo Viganò: Bergoglio preside una “parodia infernal” de la Iglesia de Cristo



El arzobispo Carlo Maria Viganò está escandalizado por la forma en que “los niveles más altos de la jerarquía” están colocándose abiertamente al servicio del “príncipe de este mundo”, adoptando exigencias de la ONU, de los globalistas, de los masones, del ecologismo y del inmigracionismo.

En una carta a una monja de clausura, escribe el sitio web MarcoTosatti.com el 31 de mayo, Viganò afirma que se está inventando una única religión mundial sin dogmas ni moral.

Para él es “obvio” que Bergoglio, junto con los que están detrás de él y lo apoyan, “aspira a presidir esta infernal parodia de la Iglesia de Cristo”.

Las “elites” quieren imponer su tiranía sobre las personas con el neopaganismo como su arma religiosa, explica Viganó.

Él observa que la crisis de la Iglesia es la “metástasis del cáncer conciliar”, porque hay “una relación causal” entre el Vaticano II y sus consecuencias “lógicas y necesarias” en la liturgia, en la fe y en la moral.
 

martes, 26 de mayo de 2020

9 datos que quizás no conocías de la vida de San Felipe Neri



El martes 26 de mayo se celebra la fiesta de San Felipe Neri, Patrono de educadores y humoristas, fundador del Oratorio en Roma, recordado por haber recibido el don de la curación, de profecía y poder leer los pensamientos de otros.

Aquí algunos datos sobre la increíble vida del llamado “Apóstol de Roma”.

1. Una experiencia mística provocó su conversión

Felipe Neri recibió sus primeras enseñanzas religiosas de parte de los frailes dominicos del Monasterio de San Marcos de Florencia en Italia. A los 16 años fue enviado a San Germano para ayudar en el negocio del primo de su padre.

Hizo tan bien aquella labor que su pariente decidió hacerlo heredero de su fortuna. Felipe tuvo una experiencia mística en una capilla que pertenecía a los benedictinos de Monte Cassino y descubrió su vocación al sacerdocio. Pronto decidió alejarse de la opulencia y de los bienes materiales para tomar rumbo hacia Roma y servir a Dios (año 1533)

2. Es conocido como el “Apóstol de Roma”

Tras abandonar sus estudios de filosofía y teología –cerca del 1540– decidió hacer apostolado y enseñar el catecismo a los pobres. En aquel tiempo el Colegio Cardenalicio era gobernado por los Medici y por ello muchos cardenales se comportaban como príncipes seculares. Roma se encontraba en un estado de ignorancia religiosa, los sacerdotes abandonaban a la feligresía y las iglesias, y las costumbres de la época no eran las mejores.

Durante 40 años Felipe fue el mejor catequista de Roma y logró transformar la ciudad. Su activo apostolado comenzó con la visita a hospitales, después empezó a frecuentar las tiendas, almacenes, bancos y lugares públicos, exhortando a las personas a servir a Dios.

3. Es patrono de los humoristas

Definitivamente Felipe recibió de Dios el don de la alegría y amabilidad. Como era tan simpático en su modo de tratar a la gente se hacía fácilmente amigo de obreros, empleados, vendedores y niños de la calle.

Una de sus preguntas más frecuentes era: "cuándo vamos a empezar a volvernos mejores?". Si le demostraban buena voluntad, solía explicar los modos más sencillos para llegar a ser más piadosos y comenzar hacer la voluntad de Dios.

También tuvo por amigos a varios cardenales y príncipes que lo estimaban por su gran sentido del humor y humildad.

4. Se dedicaba a la oración y a las obras de misericordia

Además del apostolado, Felipe Neri solía pasar la noche en el pórtico de alguna iglesia o en las catacumbas de San Sebastián, cerca de la Vía Appia, para entrar en profunda oración.Practicaba además las obras corporales de misericordia. 

En 1548, junto a su confesor y 15 laicos, fundó la Cofradía de la Santísima Trinidad, que se reunía para realizar ejercicios espirituales y socorrer a los peregrinos necesitados. Con ello fundó el célebre hospital de Santa Trinita dei Pellegrini, en el cual fueron atendidos y cuidados 145 mil peregrinos en el año jubilar de 1575.

5. Podía leer el pensamiento de sus penitentes y levitar

El 23 de mayo de 1551, a los 36 años, fue ordenado sacerdote. Al poco tiempo fue a vivir a la iglesia de San Jerónimo de la Caridad (Italia) donde principalmente se dedicó a la confesión. Solía confesar desde la madrugada hasta mediodía; algunas veces hasta las horas de la tarde, para atender a una multitud de penitentes de toda edad y condición social.

No sólo confesaba muy bien, sino que tenía el don de leer el pensamiento de sus penitentes y los guiaba con gran compasión en el camino de la santidad.

También celebraba con gran devoción la Misa diaria que muchos sacerdotes habían abandonado. Con frecuencia experimentaba el éxtasis durante la Eucaristía y se le vio levitar a veces. Para no llamar la atención trataba de celebrar la última Misa del día, en la que había menos personas.

6. Curaba enfermos y predecía el futuro

Felipe tenía el don de curación y le devolvió la salud a muchos enfermos. En varias ocasiones también predijo el futuro y vivía en estrecho contacto con lo sobrenatural. Quienes lo vieron en éxtasis dieron testimonio de que su rostro brillaba con una luz celestial.

7. Conoció a San Ignacio de Loyola

En 1544 Felipe se hizo amigo de San Ignacio de Loyola, a quien quiso seguir como misionero en Asia, pero al final desistió porque deseaba continuar con su labor en Roma. Fue así que constituyó el núcleo de lo que después se convirtió en la Hermandad del Pequeño Oratorio.

En 1575 esta hermandad pasaría a llamarse Congregación del Oratorio de San Felipe Neri, siendo aprobada con la bula "Copiosus in misericordia Deus" del Papa Gregorio XIII.

8. La Virgen María se le apareció y fue sanado

Su salud siempre fue frágil. En cierta ocasión, la Santísima Virgen se le apareció y le curó de una dolencia en la vesícula. El suceso aconteció así: el Santo había casi perdido el conocimiento, cuando súbitamente se incorporó, abrió los brazos y exclamó: "¡Mi hermosa Señora! ¡Mi santa Señora!". El médico que le asistía le tomó por el brazo, pero San Felipe le dijo: "Dejadme abrazar a mi Madre que ha venido a visitarme".

Después, cayó en la cuenta de que había varios testigos y escondió el rostro entre las sábanas, como un niño, pues no le gustaba que le tomasen por Santo.

9. Falleció en la Solemnidad del Corpus Christi

El 25 de mayo de 1595, día del Corpus Christi, su médico lo vio tan extraordinariamente contento que le dijo: "Padre, jamás lo había encontrado tan alegre", y él le respondió: "Me alegré cuando me dijeron: vayamos a la casa del Señor".

A la medianoche le dio un ataque y levantando la mano para bendecir a sus sacerdotes que lo rodeaban, expiró dulcemente. Tenía 80 años.

Fue declarado Santo en 1622 y en Roma lo consideraron como a su mejor catequista y director espiritual.

lunes, 25 de mayo de 2020

Cardenal de la Curia quiere una fusión litúrgica

 

El cardenal del Ecumenismo, Kurt Koch, espera que en el futuro haya solamente “una única” forma del rito romano.

En la edición de junio de la alemana Herder-Korrespondenz, dijo que el Nuevo Rito y el Rito Romano no pueden coexistir a largo plazo como “dos formas”, porque - según él – la Eucaristía es la “celebración central de la unidad de la Iglesia”.

Sin embargo, agregó Koch, esto no puede significar que haya “disputas y discusiones” sobre esto. En consecuencia, en vez de dos formas diferentes, es necesario para el futuro “una sola forma como síntesis”, cree Koch.

Su idea está en contradicción con el hecho que el Nuevo Rito, tal como está establecido en el Misal de Pablo VI, nunca fue aceptado mayoritariamente, sino que cada sacerdote hace el suyo.

En consecuencia, el Nuevo Rito continuará el camino de la secularización hasta su completa disolución, mientras que continuará el inmutable Rito Romano.
 

"Hemos sido creados para el cielo" - Padre Gabriel Benedicto