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domingo, 19 de agosto de 2018

La Iglesia bajo ataque. El sacramento de la confesión declarado fuera de ley (Sandro Magister)



El Papa Francisco sigue gozando de una gran popularidad por parte de la opinión pública mundial. Pero el clima hacia la Iglesia católica es mucho más hostil. Aumentan los ataques guiados por gobiernos e instituciones públicas contra lo que más la distingue y la identifica en su propio terreno, como es, entre otros, el sacramento de la confesión.
En Australia, en el territorio de la capital, Canberra, el secreto de confesión es, desde el mes de junio pasado, perseguibile como reato si el sacerdote viene a saber, mientras administra el sacramento, de un abuso sexual sobre menores y no lo denuncia a las autoridades públicas.
La ley ha sido aprobada por todos los partidos en aplicación de una de las 85 recomendaciones de la Royal Commission, encargada por el gobierno australiano de investigar los abusos sexuales sobre menores.
Los obispos de Australia han reaccionado defendiendo la inviolabilidad del secreto de confesión, cuya transformación en reato pone en riesgo la libertad religiosa.
Pero el primer ministro de Nueva Gales del Sur, uno de los seis estados que forman la federación australiana, ya ha pedido que la ley sea debatida y aprobada a nivel federal, haciendo que sea válida para todo el país.
En la India, a finales de julio, la Comisión nacional para las mujeres ha recomendado al gobierno de Nueva Delhi poner fuera de la ley el sacramento de la confesión en todo el país, con el fin de evitar los “chantajes” que los sacerdotes podrían hacer a las mujeres.
La Comisión es una agencia del gobierno central encargada de formular políticas y planes de acción en favor de las mujeres de la India. Su presidenta, Rekha Sharma, ha motivado la petición haciendo referencia a dos casos recientes de abusos sucedidos en Punjab y en Kerala.
El primer caso implica al obispo de Jalandhar, Franco Mulakkal, acusado de haber violado a una monja entre 2014 y 2016. El segundo concierne a cinco sacerdotes de la Iglesia siro-ortodoxa malankara, sospechosos de haber obligado a una mujer a tener relaciones sexuales con ellos, amenazándola con revelar a su marido una precedente relación extraconyugal dicha en confesión.
El consejo de los obispos católicos de Kerala ha tachado como “inconstitucional” la petición de la comisión. Y el cardenal de Mumbai Oswald Gracias, presidente de la conferencia episcopal de la India y miembro del "C9", el consejo de los nueve cardenales que coadyuvan al Papa Francisco en el gobierno de la Iglesia universal, ha acusado a la comisión de “ignorar totalmente la naturaleza, el significado, la santidad y la importancia del sacramento de la confesión para nuestro pueblo” y de no tener respeto alguno por la libertad religiosa, “garantizada por la constitución india”.
Pero los casos de Australia y de la India no son los primeros ni los únicos en los que el sacramento de la confesión ha sido atacado.
Ya en 2011, en una Irlanda sacudida por la explosión de los abusos sexuales cometidos por sacerdotes católicos, el entonces primer ministro Enda Kenny declaró que “los sacerdotes deberían tener la obligación de denunciar los casos de abusos de los que han tenido conocimiento en el sacramento de la confesión".
Y en 2014, el Comité de la ONU para la convención sobre los derechos del niño –que evalúa cómo se aplican las convenciones firmadas por los Estados que adhieren, entre ellos la Ciudad del Vaticano–, criticó públicamente “el código de silencio” que impide, “so pena la excomunión”, a los miembros del clero católico denunciar a las autoridades los abusos de los que llegan a conocimiento en la confesión. El Comité llegó a exigir a la Iglesia la adecuación de su código de derecho canónico a esta petición, sin distinguirlo de las leyes del Estado de la Ciudad del Vaticano.
En esa ocasión, la Santa Sede presentó al Comité de la ONU un informe sobre cómo aplicaba las normas en defensa de los niños. La presentación del informe no es obligatoria y desde entonces la Santa Sede la ha evitado, también para no dar ocasión al Comité -al examinar y comentar el informe- de renovar sus presiones para la abolición del secreto sacramental.
Y esto no es todo. En Chile, los magistrados que están investigando los abusos sexuales perpetrados por obispos y sacerdotes, y que ya han llamado a testificar, entre otros, al arzobispo de Santiago, el cardenal Ricardo Ezzati Andrello, están valorando si interrogar también al Papa Francisco en persona, basándose en los reatos –como la destrucción de archivos comprometedores– que él denunció en la carta que dirigió el pasado mes de mayo a los obispos chilenos.
La idea de llamar al Papa a testificar no es nueva. En 2010, dos organizaciones americanas que se ocuparon de las víctimas de los abusos sexuales perpetrados por sacerdote habían enviado al tribunal internacional de La Haya una petición para llamar a testificar al Papa, que entonces era Benedicto XVI.
La petición no tuvo seguimiento, también por el simple hecho que el Papa es un jefe de Estado. Pero tuvo un notable impacto mediático, como puede tener en Chile.
Es uno de los muchos modos como la Iglesia está siendo atacada actualmente por parte de los poderes del mundo, sobre la base de criterios que son ajenas a ella, o adversos.
Otro de estos ataques es la pretensión que las mujeres tienen “derechos iguales” y que, por consiguiente, deben ser “ordenadas” para formar parte de la jerarquía de la Iglesia.
O también la pretensión que tienen las autoridades políticas de nombrar a los obispos. Una pretensión contra la que ha combatido la Iglesia  durante siglos para liberarse. Salvo que ahora, de nuevo, corre el riesgo de ceder, precisamente sobre este punto crucial, a esa nueva superpotencia mundana que se llama China.
Sandro Magister

El enviado estadounidense del Papa dice que Francisco está ''seriamente" preocupado por los escándalos de abuso (Christopher White)



Pope’s US envoy says Francis ‘seriously concerned’ about abuse scandals

“I see a serious concern on the part of the bishops and also on the part of the pope,” said Archbishop Christophe Pierre, the apostolic nuncio to the United States on Sunday.

“We must help this Church and the Holy Father to overcome this crisis and this scandal,” he said.

Pierre’s remarks came at the annual Rimini Meeting, organized by the Catholic lay movement Communion and Liberation, which regularly draws tens of thousands of participants from around the world to the Italian coastal town for a weeklong cultural celebration, where he said the issue of abuse would require more than just talking.

“Allow me to be very discreet in this context of scandal and suffering, because it’s important on our part not to add to the confusion,” Pierre continued. “The temptation would be to talk and talk too much. All members of the Church, and not just the bishops and the priests, must look for answers in order to be a Church and must offer a real response to the problem.”

Pierre’s comments come just days before the pope will travel to Dublin for the World Meeting of Families, a Vatican-organized family gathering which takes place every three years.

Ahead of Francis’s arrival in the country, the issue of sexual abuse has dominated headlines as the Irish Church continues to suffer fallout from its own scandals which came to light nearly a decade ago, along with a developing crisis in the United States Church leading two high-ranking prelates to bow out of participating in the Dublin gathering.

Earlier last week Cardinal Sean O’Malley of Boston, widely viewed as one of the pope’s closest advisors and his point person on child protection, announced he would be staying home to oversee an internal investigation in his archdiocesan seminary related to the abuse of seminarians.

On Saturday, Cardinal Donald Wuerl of Washington also withdrew from delivering a keynote address at the Pastoral Congress, amidst calls for his resignation over his handling of sex abuse cases during the 1980s and 1990s as bishop of Pittsburgh.

Those developments add to the atmosphere of crisis created by revelations in June that former Cardinal Theodore McCarrick of Washington, D.C. had engaged in decades-long abuse. In an historic move, Francis accepted McCarrick’s resignation from the College of Cardinals, although U.S. Church officials continue to face pressure over questions regarding payouts and settlement agreements related to McCarrick’s history.

Last week’s devastating revelations from a Pennsylvania Grand Jury Report - which identified more than 300 abuser priests and over 1,000 victims in six of the state’s eight dioceses over 70 years - has prompted further outrage and raised questions regarding the seriousness of the Church’s “zero tolerance” policy on abuse.

While the head of the U.S. Conference of Catholic Bishops, Cardinal Daniel DiNardo, has called the situation a “moral catastrophe” and vowed new accountability measures, including requesting a Vatican investigation and scrutiny for bishops involved in abuse, many observers believe the situation has reached a breaking point.

According to Pierre, while new systems and oversight must be put into place as a first and necessary step for reform, he used his remarks on Sunday also to call for a change of heart.

“It cannot just be a juridical or management answer to avoid evil, because we all know that we will never be able to avoid evil even with the best juridical systems,” he said. “In a moment of crisis, I know well the American bishops and I see a serious concern that is also that of the Holy Father.”

Christopher White

Leon Bloy: "La oposición creciente a la pena de muerte es consecuencia natural del declinar de la fe en la vida eterna" (Juan Manuel de Prada)



Un lector del blog nos manda estas aportaciones sobre la pena de muerte:
Afirmaba Léon Bloy que «la oposición creciente a la pena de muerte es consecuencia natural del declinar de la fe en la vida eterna». En efecto, en las sociedades que han dejado de creer en la vida eterna, esta pobre vida mortal se percibe como un bien absoluto que debe protegerse a toda costa; pues su pérdida equivale a una aniquilación definitiva. En cambio, en una sociedad religiosa, nuestra existencia terrenal tiene un valor relativo y el derecho a la vida propia impone unos deberes correlativos cuyo incumplimiento puede acarrear su pérdida. No olvidemos que, para una sociedad religiosa, el asesino, además de quitar la vida a otra persona, pone en peligro su salvación eterna, pues le impide ponerse en paz con Dios; es decir, obstaculiza los efectos benéficos de la redención y quiebra la nueva alianza que Dios selló con el hombre en la Cruz.
No encontramos en el Nuevo Testamento ninguna condena explícita de la pena capital. Jesús reprende a quien se toma la justicia por su mano (a Pedro cuando le corta la oreja a Malco en Getsemaní, a los discípulos que quieren atraer fuego del cielo sobre los samaritanos inhospitalarios); pero aprueba la pena de muerte para los que maldicen a sus padres (Mt 15, 4 y Mc 7, 10) y ni siquiera discute la autoridad de Poncio Pilatos para condenarlo a muerte. En los Hechos de los Apóstoles (5,1-11), Pedro dicta sentencia de muerte contra Ananías y su mujer Safira; y la sentencia la ejecuta Dios mismo. Y, en fin, en la Carta a los Hebreos (10, 28) se establece que debe morir sin misericordia quien haya profanado la Ley de Moisés. Todos los Padres y Doctores de la Iglesia se muestran unánimes en aceptar la pena de muerte, con tal de que al condenado se le permita salvar su alma (pues para esto fue instituida la Iglesia). Santo Tomás, por ejemplo, considera que la muerte de los malhechores es plenamente lícita cuando sus acciones constituyan un grave peligro para el bien común. Y sólo exige dos condiciones para que sea lícita la aplicación de la pena capital: que su motivación no sea el odio o la venganza; y que sea impuesta por una autoridad legítima.
Son estas condiciones las que tornan «inadmisible», conforme a la doctrina católica, la aplicación de la pena capital en nuestros días. Ya no existen gobernantes que se sometan a la ley divina y elaboren sus leyes conforme a ella; por lo tanto, su autoridad no es legítima. La pena de muerte, que siempre es indeseable, en manos de gobernantes inicuos se torna un instrumento temible que mañana mismo puede utilizarse, por odio o venganza, para perseguir y exterminar a los justos. Todas las demás razones contra la pena de muerte son paparruchas de un sentimentalismo divorciado de la razón, cuando no argumentos en los que subyace la negación del origen divino del Derecho y de la vida eterna. Escucharlos en ciertos labios provoca, en verdad, sobrecogimiento.
Chesterton advertía perspicazmente que, a medida que se restringía la pena de muerte, se favorecía la expansión del antinatalismo. Mientras el culpable que había empleado su existencia en infligir daño a los demás era perdonado, el inocente que apenas empezaba a existir era condenado a muerte. Y señalaba que, cuando la pena de muerte nos perturba más que los crímenes que la justifican, es porque en el fondo ya nos han dejado de perturbar los crímenes, incluso porque los crímenes han empezado a complacernos. Esta reflexión de Chesterton explica que haya personas que, a la vez que sacan pecho condenando la pena de muerte, se encojan ante el crimen legalizado de los inocentes. A esto se llama, en lenguaje apocalíptico, fornicar con los reyes de la tierra; y es lo que hace una señora de nombre muy feo.
Juan Manuel de Prada
El autor de este artículo no se atreve a citar al papa Francisco, quien reprueba la pena de muerte por motivos mundanos, elevados a rango de Catecismo, contradictorio con el de la Verdad, que siempre prevalecerá ante tamaña patochada.
El Oriente en Llamas

Burke pone en su sitio a Rosica por decir que Francisco está por encima de la Escritura




El cardenal Raymond Burke reprendió al asesor del Vaticano, el padre Thomas Rosica, en el programa de EWTN que se emite los jueves por la noche, The World Over.

El controvertido sacerdote brasileño ha declarado en un artículo reciente que bajo el pontificado de Francisco, la Iglesia “está siendo claramente gobernada por un individuo y no por la sola autoridad de la Escritura o por los mandatos de la tradición más la Escritura”.

“Tonterías”, ha dicho el cardenal Burke, anterior jefe de la Signatura Apostólica, es decir, el Tribunal Supremo del Vaticano, al presentador del programa, Raymond Arroyo.

“Está claro que nuestra Iglesia ha entrado en una nueva fase”, ha escrito Rosica. “Con la llegada del primer Papa jesuita, está siendo claramente gobernada por un individuo y no por la sola autoridad de la Escritura o por los mandatos de la tradición más la Escritura”.

El cardenal Burke ha respondido: “Jesucristo es la cabeza del cuerpo místico de la Iglesia y viene a nosotros por medio de la Escritura y de la tradición de la Iglesia. Amamos la Escritura. Amamos la verdad tal como nos la enseña el magisterio de la Iglesia porque amamos a Jesucristo y Él nos habla de este modo”.

“La cabeza de la Iglesia es quien actúa en nombre de Jesucristo y en fidelidad con la tradición”, ha explicado el cardenal. “Siempre se ha comprendido esto sobre el Romano Pontífice, que … él tiene todo el poder para custodiar e impulsar la transmisión de las verdades de la fe, la belleza de la sagrada liturgia, la bondad de su disciplina, pero sin gobernar la Iglesia como una especie de autócrata hecho a sí mismo”.

Burke ha dicho que describir de este modo al Papa es causar “un gran daño a su función”.

Rosica, que dirige la Salt and Light TV, es asesor de comunicación del Vaticano. Tiene un historial de declaraciones cuestionables.

Publicado por Claire Chretien en LifeSiteNews; traducido por Elena Faccia Serrano para InfoVaticana


Cardenal Burke: hay un problema homosexual entre los obispos



Después de la crisis de abuso sexual que se produjo en Estados Unidos en el 2002, se volvió claro que la gran mayoría de los abusos clericales en el país no fueron de pedofilia, sino de actos homosexuales cometidos contra adolescentes varones, dijo el 16 de agosto el cardenal Raymond Burke a la página web CatholicAction.org.

Burke revela que hay una cultura homosexual, “no solo entre los clérigos, sino también en el interior de la jerarquía”. Insiste diciendo que este deplorable estado de cosas “debe ser purificado desde la raíz”.

Agregó que este tema debe ser tratado honesta y eficazmente.

Señala que separar el acto conyugal de la unión conyugal, actitud promovida por una cultura anticonceptiva, ha agravado enormemente el problema homosexual.

Wuerl tampoco irá al cuestionado encuentro de Dublín (Carlos Esteban)



El Cardenal Wuerl tampoco irá al Encuentro Mundial de las Familias
Primero fue el Cardenal Sean O’Malley, ahora es el Cardenal Donald Wuerl. 

Informa el Irish Times que el arzobispo de Washington no asistirá como estaba previsto al Encuentro Mundial de las Familias que se celebrará a finales de mes en Dublín.

Estaba previsto que el cardenal Donald Wuerl, Arzobispo de Washington, fuera el orador principal en la sesión del próximo miércoles, con una intervención sobre ‘El Bienestar de la Familia como Decisivo para el Futuro del Mundo, pero Wuerl ha anunciado que no asistirá.
Se suma así al cardenal Sean O’Malley, arzobispo de Boston, director de la Comisión para la Protección de la Infancia y miembro del consejo privado de cardenales de Su Santidad conocido como C9.

Como en el caso de O’Malley, no se han anunciado las causas de una cancelación tan próxima al evento, aunque, también como en el caso de O’Malley, es fácil relacionarla directamente con la oleada de casos de encubrimiento de abusos sexuales por la jerarquía americana, primero con las revelaciones sobre el ex cardenal Theodore McCarrick, pedecesor de Wuerl al frente de la Archidiócesis de Washington, y luego con el informe del gran jurado de Pensilvania sobre seis diócesis del Estado.

Una de las diócesis que implica el devastador informe es Pittsburgh, de la que Wuerl fue obispo durante algunos de los casos más incriminadores de la relación. De hecho, cada día son más las voces dentro e incluso fuera de la Iglesia que exigen la renuncia del cardenal.

O, por mejor decir, que la haga irrevocable, ya que la norma canónica prevé que los obispos la presenten formalmente al cumplir los 75 años, y Wuerl tiene ya 77. El Papa solo tendría que firmarla para hacerla efectiva.

Varios importantes diarios de la capital, incluido el muy influyente The Washington Post, han pedido su renuncia, y una importante facultad que lleva su nombre ha anunciado que se plantea cambiarlo, pero Wuerl no parece dispuesto a dar el paso. 

Al contrario, pretende liderar la ‘solución’ oficial al problema y presentarse como ejemplo de obispo eficaz contra el encubrimiento de sacerdotes pederastas. Lo último ha sido contratar, presumiblemente con dinero de la diócesis, a una de las firmas más caras de relaciones públicas, Jones Day, para articular el lavado de su imagen.

Carlos Esteban

Relajación en la vida espiritual de los sacerdotes y sus consecuencias (Padre SANTIAGO MARTIN FM)


Duración 7:31 minutos

viernes, 17 de agosto de 2018

La verdad sobre lo de Pennsylvania: ni Juan XXIII, ni Pablo VI ni Juan Pablo II fueron santos



por RORATE CÆLI

Una semana más, y un escándalo de proporciones más en la Iglesia de EE.UU. A continuación damos un resumen pertinente del informe final del gran jurado que investiga los «generalizados abusos de menores en seis diócesis de la Iglesia Católica de Pennsylvania»:

La investigación ha sacado a la luz un encubrimiento institucional generalizado de abusos sexuales por todo el estado. A partir de investigaciones realizadas en las diócesis de Altoona-Johnstown y Filadelfia en anteriores ocasiones por otros grandes jurados, las del 40º Gran Jurado estatal abarcaron las diócesis restantes: Allentown, Erie, Harrisburg, Greensburg, Pittsburg y Scranton, poniendo de manifiesto el panorama completo de abusos ubicuos en diócesis de todo el estado. El Gran Jurado averiguó lo siguiente:

301 sacerdotes católicos identificados como abusadores sexuales de menores mientras eran ministros activos de la Iglesia.

–Informes detallados de más de 1000 menores víctimas de agresiones sexuales por parte de sacerdotes. El gran jurado señaló que creía que las verdaderas cifras de víctimas ascendían a varios millares.

Autoridades eclesiásticas, obispos y otros prelados incluidos, tenían conocimiento de los abusos perpetrados por sacerdotes pero por norma los encubrían a fin de evitar escándalos, demandas judiciales contra sacerdotes y el pago de compensaciones económicas por parte de las diócesis.

Sacerdotes cometían abusos sexuales a menores y eran destinados más tarde a otras parroquias mientras los feligreses desconocían que había abusadores entre ellos.
En sus 884 páginas, el informe del gran jurado documenta numerosos casos de agresiones sexuales y violaciones de menores a manos de sacerdotes, junto con el encubrimiento de las autoridades eclesiásticas. Entre otras cosas:

–En la diócesis de Erie (se enumeran 41 sacerdotes), el padre Chester Gawronski masturbaba a menores asegurándoles que «era una forma de comprobar que no tenían cáncer». Gawronski facilitó al obispado una lista de 41 posibles víctimas, y confesó numerosos abusos. A pesar de todo, entre 1987 y 2002 permaneció en el ministerio activo, siendo reasignado en varias ocasiones a otras parroquias.

–En la diócesis de Allentown (se enumeran 37 sacerdotes), el padre Michael Lawrence dio un masaje tan brusco en los genitales a un muchacho de 12 años que le hizo sentir dolor. Pidió ayuda a un superior, reconociendo que había abusado de un menor, y se tomó nota de ello en una circular confidencial. Aun después de haber reconocido el hecho, la diócesis dictaminó que la experiencia no causaría necesariamente un trauma terrible al chico. Tres obispos en total mantuvieron a Lawrence en su ministerio.

–En la diócesis de Greensburg (se enumeran 20 sacerdotes), el padre Raymond Lukac dejó embarazada a una chica de 17 años, falsificó la firma de otro clérigo en un certificado de casamiento y procedió a facilitar el divorcio de la muchacha poco después de que diera a luz. Pese a todo ello, Lukac permaneció en su ministerio mientras la diócesis buscaba un obispo comprensivo en otro estado para que acogiera al degenerado ocultándolo a la justicia.

–En la diócesis de Harrisburg (se enumeran 45 sacerdotes), el padre Joe Pease agredió sexualmente a un muchacho en repetidas ocasiones mientras la víctima tenía entre 13 y 15 años. Pease reconoció a las autoridades diocesanas que en una ocasión se encontró a la víctima desnuda en el piso superior de la rectoría, pero lo llamó una chiquillada. En una nota confidencial, el obispado señaló: «Estamos en un callejón sin salida; hay acusaciones pero no reconoce haber cometido el hecho», antes de someterlo a un tratamiento dirigido por las autoridades eclesiásticas y permitirle volver al ministerio activo por otros siete años.

–En la diócesis de Pittsburg (se enumeran 99 sacerdotes), un grupo de al menos cuatro sacerdotes establecieron vínculos emocionales con varios muchachos y abusaron más tarde de ellos. Practicaban el sadismo y la violencia sexual con sus víctimas, con látigos incluidos. Un joven de 17 años fue obligado a subirse de pie desnudo a una cama en la rectoría y posar como Cristo en la cruz para los sacerdotes. Tomaron fotos de la víctima y las añadieron a una colección de pornografía infantil que producían y compartían en los predios de la iglesia.

–En la diócesis de Scranton (se enumeran 59 sacerdotes), el padre Thomas Skotek violó a una joven dejándola embarazada y se ocupó de ayudarla a abortar. El obispo James Timlin expresó sus sentimientos en una carta: «Está pasando por un momento muy difícil, y comprendo su malestar. Comparto su dolor».

La carta no iba dirigida a la víctima, sino al violador.!!!!!

La Procuraduría General de Pennsylvania ha creado toda una una página web con el informe y todos los detalles.

***

La mayor parte de los espeluznantes sucesos documentados por el gran jurado tuvieron lugar durante los pontificados de Juan XXIII, Pablo VI y Juan Pablo II. Algunos sucedieron antes. Pero a medida que la Iglesia se abrió al mundo, conforme al deseo de Juan XXIII, fueron infiltrándose cada vez más en la Iglesia comportamientos mundanos

Estos horrendos episodios no son sino lo que se ha podido averiguar en apenas seis diócesis de un estado de un país: la putrefacción está muy generalizada.
¿Cómo se ha podido canonizar a Juan XXIII y a Juan Pablo II? Sus errores, a la hora de crear obispos, fueron monstruosos. ¿Cómo pudo atreverse Francisco a beatificar, y ahora a canonizar, a Pablo VI, uno de los peores pontífices de la historia, cuyos nombramientos de prelados por todo el mundo, y en Estados Unidos, consiguieron que algo, ya de por sí malo, se volviera horroroso?

Seamos francos: como administradores, ni Juan XXIII ni Pablo VI ni Juan Pablo II fueron santos. Los habrán incluido válidamente en el elenco de los santos pero, de una semana para otra, está cada vez más claro que sus canonizaciones exprés fueron errores garrafales
Antes de iniciar sus procesos de beatificación debería haberse dedicado un tiempo considerable a investigar minuciosamente sus graves omisiones y su vergonzoso encubrimiento de prelados pervertidos o irresponsables.
La centralización del gobierno de la Iglesia alcanzó cotas mucho mayores durante sus respectivos pontificados. Se dio por sentado que velarían por cada uno de esos pequeños feligreses. Diluyeron los deberes de los obispos fomentando e hinchando la burocracia inútil de las conferencias episcopales. Esos pequeños fieles, los menores que fueron objeto de abuso, sufrieron también por culpa de ELLOS, de cada uno de ellos (y en mayor menor grado, de los papas que los precedieron y sucedieron, pero éstos, o bien viven o no han sido beatificados ni canonizados).

Sin duda llegará un día en que se pase revista a estos pontificados malogrados y se haga lo posible por reevaluar los precipitados procesos en que se hizo la vista gorda ante tanto dolor, incumplimiento y corrupción.

(Traducido por Bruno de la Inmaculada. Artículo original)

Francisco convierte al Vaticano en una junta homosexual latinoamericana



El arzobispo Edgar Peña Parra, de 58 años, el nuevo sustituto (el segundo hombre) de Francisco en la Secretaría de Estado del Vaticano es un “amigo muy íntimo” del cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga y de su desacreditado obispo auxiliar Juan José Pineda, quien está sospechado de ser un homosexual activo, escribió el 16 de agosto Edward Pentin en Twitter.
Una fuente le dijo a Pentin que “esta designación lleva el signo distintivo de Maradiaga, quien todavía tiene un gran poder” y quiere asegurar su propio poder.

Peña reemplazará el 15 de octubre al cardenal Angelo Becciu, de quien se dijo que tuvo importantes diferencias con el secretario de Estado, Pietro Parolin.

Hasta ahora, Peña era nuncio en Mozambique.

Francisco bendice a encarcelado ex presidente pro-homosexual y pro-aborto



El papa Francisco recibió el 2 de agosto, durante un encuentro de una hora, a tres aliados de Luiz Lula da Silva, el ex presidente izquierdista de Brasil.

Lula es pro-aborto y pro-homosexual. Desde abril está cumpliendo una sentencia de 9 años de cárcel por corrupción.

Los invitados de Francisco fueron Celso Amorin, ex ministro de Lula; el ultraizquierdista Carlos Ominami, ex ministro chileno, y el argentino Alberto Fernández, ex jefe del gabinete de ministros durante el gobierno socialdemócrata del matrimonio Kirchner.

Después del encuentro, Francisco escribió una nota a Lula: “A Luiz Inacio Lula da Silva, con mi bendición, pidiéndole que rece por mí, Francisco”.

Según Ominami, al escribir el 4 de agosto en la página web LaTercera.com, durante la audiencia Francisco comparó la condena de Lula por corrupción con el destino [padecido por] Jesucristo.

El Nuevo Código de Derecho Canónico es inadecuado para tratar los casos de abuso sexual (Cardenal Burke)



“Debemos volver al lenguaje detallado y más explícito del Código de Derecho Canónico de 1917”, dijo el 16 de agosto el cardenal Raymond Burke en el programa de Raymond Arroyo en EWTN.

Burke calificó como “inadecuado” al lenguaje del Código de 1983, después que Arroyo lo confrontó con los parágrafos que se refieren a los abusos sexuales, en los Códigos de 1917 y de 1983.

El cardenal recuerda que hay ritos litúrgicos para la degradación de obispos y clérigos que han pecado gravemente: “Esos ritos no eran solamente para beneficio del todo”.

Arroyo le preguntó también sobre las afirmaciones de un adulador de Francisco, el padre Thomas Rosica, según el cual Francisco gobierna la Iglesia, no sobre la base de las Sagradas Escrituras y la Tradición, sino basado en sus caprichos.

Burke calificó esta afirmación como un “sinsentido” y “un gran perjuicio” para Francisco.

Ningún Papa, según Burke, puede gobernar la Iglesia como un “autócrata egocéntrico”.

Vaticano se pronuncia sobre informe de escándalos de abusos sexuales en Pensilvania EEUU


ENLACES


La traducción española

Ante el informe que se ha hecho público en Pensilvania esta semana, hay dos palabras que pueden expresar los sentimientos frente a estos horribles crímenes: vergüenza y dolor.

La Santa Sede toma muy en serio el trabajo del Investigating Grand Jury de Pensilvania y el largo Interim Report que ha elaborado. La Santa Sede condena inequívocamente el abuso sexual de menores.

Los abusos descritos en el informe son criminales y moralmente reprobables. Estos hechos han traicionado la confianza y han robado a las víctimas su dignidad y su fe. La Iglesia debe aprender duras lecciones de su pasado, y debería haber asunción de responsabilidad (accountability) tanto por parte de los abusadores como por parte de aquellos que permitieron que se produjera.

La mayor parte del informe se refiere a abusos cometidos antes de los primeros años 2000. No habiendo encontrado apenas casos después de 2002, las conclusiones del Grand Jury son coherentes con estudios precedentes que muestran cómo las reformas hechas por la Iglesia Católica en Estados Unidos han reducido drásticamente la incidencia de los abusos cometidos por el clero.

La Santa Sede empuja a estar en constante reforma y vigilancia en todos los niveles de la Iglesia Católica, para garantizar la protección de los menores y de los adultos vulnerables. Subraya también la necesidad de obedecer a la legislación civil, incluida la obligación de denunciar los casos de abusos a menores.

El Santo Padre comprende bien cuánto pueden sacudir la fe y el ánimo de los creyentes estos crímenes, y reitera el llamamiento a hacer todos los esfuerzos posibles para crear un ambiente seguro para los menores y los adultos vulnerables en la Iglesia y en toda la sociedad.

Las víctimas deben saber que el Papa está de su parte. Aquellos que han sufrido son su prioridad, y la Iglesia quiere escucharlos para erradicar este trágico horror que destruye la vida de los inocentes.

He aquí lo que dice el Vatican por boca de su portador, Greg Burke:

Duración 1:56 minutos


Acerca del informe del Jurado de Pensilvania puede verse el siguiente vídeo :

Duración 35:32 minutos

Apelo de intelectuales a los cardenales para que pidan a Francisco corregir el cambio en el catecismo sobre la pena de muerte



LA SODOMÍA EPISCOPAL - WUERL DESAFIANTE. El cardenal Donald Wuerl se mantiene desafiante ante los pedidos de renuncia


Duración 13:45 minutos

TRANSCRITP

Church Militant has learned that the archdiocese of Washington, D.C. has hired prestigious law firm Jones Day to represent Cdl. Wuerl in response to the Pennsylvania grand jury report. Jones Day represents major American corporations including Procter & Gamble, CitiGroup, General Motors, Goldman Sachs, JP Morgan and American Airlines — to name just a few.

Reports are that to retain this firm is $50,000 to $75,000 per month. Church Militant has queried the archdiocese of Washington, D.C. asking who is paying for this representation and where the money is coming from.

As of the time of this report, the archdiocese has not responded.

On Aug. 8, the archdiocese launched the website WuerlRecord.com, coinciding with the same day that the Pennsylvania grand jury report could have first been made public after being delayed more than a month following legal challenges by Pennsylvania clergy named in the report.

The site's sole purpose was to defend Wuerl's record with regard to child sex abuse. Within hours after the Pennsylvania grand jury report was released on Tuesday, the site was pulled down by the archdiocese following hundreds of complaints and negative comments.

The hiring of the law firm and the creation of the website represent a two-pronged approach by Wuerl's strategists to protect his name and legacy. Another tactic has been to have Wuerl give interviews to select media to try and smooth over very problematic facts contained in the grand jury report.

Throughout the entire process, Wuerl has maintained that he did not move priests from parish to parish.

Cardinal Wuerl: "That wasn't our process."

Church Militant has unearthed legal records that flatly contradict Wuerl's assertion of innocence.

In 1988, just months after becoming bishop of Pittsburgh, Wuerl approved the transfer of Fr. Henry Krawczyk from Our Lady of Joy parish to Saint Therese of Lisieux parish following complaints from multiple parents that he supplied their sons with alcohol and made sexual advances on them.

In 2003, at his new parish to which Wuerl moved him, Krawczyk was arrested after 19-year-old Pittsburgh football player Billy Gaines died there, falling 25 feet to his death climbing through a crawlspace in the ceiling after getting drunk from cocktails provided by Krawczyk.

Krawczyk is connected to a second death, a suicide from one victim who passed out after getting drunk with the priest, and woke up to find Krawczyk performing oral sex on him. The victim committed suicide in 2006, just as Wuerl was packing up his bags to become the cardinal-archbishop of Washington, D.C.

That makes the official body count from transfers of homosexual predator priests by Wuerl at least two.

In another case that contradicts Wuerl's claim that he never moved priests around — also exposed in the grand jury report — Wuerl has yet to offer any defense in the case of Fr. George Zirwas, a homosexual predator priest Wuerl paid hush money to in exchange for the priest's silence regarding illegal sexual conduct of numerous other Pittsburgh priests.

In 1996, Wuerl asked Zirwas to sign a statement falsely saying that he knew nothing about the priests' sexual crimes, then Wuerl gave him a bonus payout as a result, in addition to the monthly stipend he was already receiving from the Pittsburgh diocese, which he spent on a flamboyant gay lifestyle in Cuba involving hook-ups with male prostitutes until he was murdered by one of them in 2001 — who confessed to killing him by shooting animal tranquilizer into the base of his neck, causing cardiac paralysis.

After the priest's body was returned to the United States, Wuerl presided at his funeral and praised his priestly service, referring to him as "Father Zirwas," after Wuerl himself had stripped him of that title, knowing full well the secret payout he had made to Zirwas in exchange for his silence as well as his role in a child porn ring.

Wuerl announced confidently at the funeral that Zirwas was in Heaven.

The secular press has now picked up on the story of Wuerl's involvement in the massive massive cover-ups and is beginning to pile on.

Michael Rezendes, one of The Boston Globe writers who broke the 2002 story of homosexual clergy child sex abuse in Boston, made the rounds yesterday on various network talk shows where he was asked about how extensive this evil is beyond the borders of Pennsylvania and its larger implication:

The story is the same, whether it's Boston or Pennsylvania or Tuscon or Los Angeles or Ireland, Australia, Chile — it's the same, the depravity is the same, the criminality is the same and the cover-up is the same. (NBC)

The story was very much the same, almost exactly the same in Boston, in Tuscon, in Los Angeles, and it's the same globally in Ireland, Australia, Chile — this is a systemic problem within the Catholic Church. (Fox News)

It's the same story in Boston, in Pennsylvania, in Los Angeles, in Ireland, in Australia, in Chile — the same story. (CNN)

Analysts are speculating that a series of grand jury investigations across multiple states could be a trigger for the U.S. Department of Justice to begin exploring whether RICO statutes have been violated. RICO stands for Racketeer Influenced and Corrupt Organizations Act, a federal statute designed to bust up organized crime syndicates.

Articles are even now appearing accusing the Catholic Church of being an organized crime ring for child sex abuse.

Earlier today, Breitbart published its own article where the question of RICO violations and pursuit by the Department of Justice were raised again.

As indicated earlier, sources tell Church Militant that a number of states attorneys general, including New York, are examining if they should begin their own Pennsylvania-style grand jury investigations.

In the face of Wuerl's defiance, reports are that extremely wealthy donors are now contacting the archdiocese of Washington saying all donations will cease until Donald Wuerl is removed. Church Militant has confirmed the report from the Pittsburgh Post Gazette that the attorney general's office is being inundated with emails and phone calls with hundreds of more reports of sex abuse and cover-up.

Church Militant has confirmed reports that Wuerl sought to block the release of the grand jury report, possibly through a third party, and this attempt to block the grand jury report is what necessitated Shapiro's letter directly to the Pope.

Pennsylvania Attorney General Josh Shapiro: "Credible reports indicate that at least two leaders of the Catholic Church in Pennsylvania — while not directly challenging the release of this report in court — are behind these efforts to silence the victims and avoid accountability."

Immediately following the Tuesday press conference, Shapiro met with the victims, whom he had on stage during the conference and away from the cameras, and microphones said the following: "Wuerl was the dirtiest bishop as far as sex abuse cover-up."

Cardinal Wuerl is one of Pope Francis' most trusted confidantes, even ramming through a $25 million grant to a hospital in Rome notorious for shady dealings and financial corruption. The money came from the Papal Foundation, an outfit Wuerl is closely associated with along with former Cardinal Theodore McCarrick to enlist financial support of Catholic millionaires.

Wuerl strong-armed the donors in the case of the hospital grant, leading to an uprising in the ranks of the Papal Foundation, causing a number of millionaire members to quit in protest. What donors were not told is that the first director of the Papal Foundation had been credibly accused of sexually molesting a 9-year-old boy.

It was Pennsylvania priest Msgr. Thomas Benestad whom Pennsylvania Attorney General Josh Shapiro was referring to in this segment of his Tuesday press conference and who was named in the grand jury report:

"Monsignor Thomas Benestad made a 9-year-old give him oral sex, then rinse the boy's mouth out with holy water to purify him."

This was the man chosen to be the director of Wuerl and McCarrick's Papal Foundation. Benestad's abuse took place just five years prior to his appointment as director. Wuerl continues to be a major player in what the Washington Post calls former Cardinal McCarrick's Papal Foundation.

In summary, in the face of Wuerl's repeated denials, his position continues to deteriorate, with sources close to the situation telling Church Militant privately they do not see how he can survive this beyond the next ten days.

For example, thousands have already signed a petition to have Wuerl's name stripped from a Pittsburgh high school he allowed to be named after himself in 2013.

As multiple cases of bishops covering up sex abuse around the world flood into the Vatican, Rome is becoming paralyzed.

Pope Francis has publicly declared zero tolerance for any bishop who in any way covered up sex abuse by predatory clergy. Because of his long-standing relationship with Cdl. Wuerl, Pope Francis now finds himself in a bind.

As the media spotlight and the rage of Catholic laity intensify, all eyes are on the Vatican to see if Pope Francis will indeed follow through on his promise by stripping Cdl. Wuerl of his place in the College of Cardinals as he did Theodore McCarrick last month.

This is truly shaping up as a case of Wuerl no longer having any place to hide.

Michael Voris

Cardinal Raymond Burke on the Abuse Crisis with Raymond Arroyo


Duración 29:39 minutos

Soplos de aire fresco



Hace días me disgustaba por ciertas afirmaciones de algunas personas que no terminan de darse cuenta de que con la fe no se juega y que cuando enseñan doctrina, no ponen en riesgo sólo su salvación, sino la salvación de aquellos a los que enseñan.
Lo peor de todo es que muchos documentos eclesiásticos pretenden “venderlos” como magisterio, aunque contradigan las verdades reveladas hasta ahora. Todo esto pone en riesgo la fe, aunque muchos pretendan escudarse en un indiferentismo, cuando es la Verdad de Cristo lo que está en juego. Es una actitud que nunca terminaré de entender.
Cuando veo esa actitud en muchas personas me pregunto: Y si esto no les mueve, ni les preocupa, ¿qué les moverá, dónde tendrán su corazón?
Una de las peores cosas que trajo el “espíritu del concilio” fue el ecumenismo. En este blog hemos hablado mucho de ese ecumenismo y cómo la encíclica Mortalium animus fue pisoteada por todos los papas postconciliares. Ya fueron documentos, gestos o palabras, todos pusieron su granito de arena para  la demolición de la fe.  Nunca sabremos la repercusión que todo esto tuvo para la caída de las conversiones, para el indiferentismo religioso y para eliminar de la mentalidad católica, como una enfermedad, la frase: “Fuera de la Iglesia católica no hay salvación”. Frase que hoy ya nadie se atreve a pronunciar.
Ante este tsunami de ataques a la fe, desde dentro de la Iglesia, al final las cabezas van cambiando y lo que se cree ahora,  por muchos de los católicos que podríamos llamar conservadores, no es para nada lo que creían nuestros padres. Pero no como una evolución natural, sino como una ruptura buscada y asimilada por tantos creyentes que se han dejado arrastrar por las nuevas doctrinas de perdición.
Hoy un sacerdote se atreve a hablar claro el lenguaje católico, el lenguaje de la Verdad, frente a tantas ambigüedades que tenemos que soportar por aquéllos que han sido llamados a confirmarnos en la fe. El dios de los musulmanes no es el Dios de los católicos por mucho que algunos se empeñen.
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El obispo de Ratisbona recuerda que el Corán niega explícitamente la Trinidad ( Infocatólica)

Durante un sermón pronunciado el pasado fin de semana, Mons. Rudolf Voderholzer, obispo de Ratisbona (Alemania), recordó que la fe cristiana y la islámica difieren en algo tan fundamental como es la enseñanza sobre Dios.


(CNADeustch/InfoCatólica) El obispo explicó:
«Todas las modalidades del Islam, por diferentes que sean entre sí, se basan en la afirmación claramente formulada en el Corán y dirigida contra la profesión de fe cristiana: Alá no ha sido engendrado y no engendra, nadie es igual a él (ver Sura 112). Cuando de vez en cuando digo esto públicamente, la prensa insinúa que estoy criticando al Islam, pero lo cierto es que, en principio, no se trata de una crítica, sino de una constatación objetiva».
El prelado indicó que, lógicamente, ello afecta directamente a la vida y práctica religiosa de unos y otros creyentes. «Debido que Dios es Trino, puede acercarse a nosotros en el Hijo hecho hombre, hacerse uno de nosotros, y tener comunión con nosotros en el Espíritu Santo»
Mons. Voderholzer recordó que precisamente la Encarnación del Hijo hace que sea posible su representación en imágenes y esculturas sagradas
«La Encarnación ha producido una increíble y gloriosa riqueza artística en las diversas culturas cristianas, y es lo que moldea profundamente nuestro Occidente».
El obispo aseguró que cuando se habla del Islam, la clave no es el uso o no uso del velo ni comer o no comer carne de cerdo, sino la concepción sobre Dios. Y animó a dar testimonio de la Trinidad con alegría.
Mons. Voderholzer es uno de los siete obispos alemanes que pidió la intervención de la Santa Sede ante la cuestión de la comunión de los cónyuges protestantes de matrimonios mixtos.

EL Vaticano, a raíz de las Fake-News de CNN, siente "vergüenza y tristeza"



ENGLISH

Vatican press officer Greg Burke published on August 16 a bootlicking statement on the [fraudulent] "Pennsylvania Grand Jury Report" about alleged clerical abuses in six Pennsylvania dioceses.

Catholic League's Bill Donohue points out that almost all the accusations levelled in the report are historical, none of them were substantiated, some are already proven wrong.

Donohue adds that there is no institution, private or public in the U.S., "that has less of a problem with the sexual abuse of minors today than the Catholic Church."

Nevertheless, Burke indulges in hyperbolism speaking of "shame and sorrow" about "these horrible crimes" the Pennsylvania Report does not bother to prove.

The desperate Vatican's reaction came after fake news media led by CNN demanded a Vatican statement on the Pennsylvania Report calling the silence about it “deafening”.

Truly deafening is the silence which Catholic media receive from the Vatican when they point out to true and current abuses that touch the very essence of the Church.

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ESPAÑOL

El vocero oficial de prensa del Vaticano, Greg Burke, publicó el 16 de agosto una declaración inicial sobre el [fraudulento] “Informe del Gran Jurado de Pennsylvania” respecto a presuntos abusos clericales en seis diócesis de Pennsylvania

Bill Donohoue, de la Liga Católica, señala que casi todas las acusaciones etiquetadas en el informe son históricas, ninguna de ellas fue comprobada y algunas ya se ha demostrado que eran erróneas.

Donohue agrega que no hay ninguna institución, privada o pública, en los Estados Unidos, "que tenga menos problemas con el abuso sexual de menores que la Iglesia Católica hoy".

Sin embargo, Burke afirma en forma hiperbólica que “estos horribles crímenes” que el Informe Pennsylvania no se molesta en probar, provocan “vergüenza y tristeza”  

La desesperada reacción del Vaticano llegó después de que las "falsas noticias" de los medios dirigidos por CNN exigieron una declaración del Vaticano sobre el Informe Pennsylvania, calificando su silencio de “ensordecedor”. 

Verdaderamente ensordecedor es el silencio que los medios de comunicación católicos reciben del Vaticano cuando esos medios señalan los verdaderos y actuales abusos que afectan a la esencia misma de la Iglesia.

Burke: “Hay una cultura homosexual en la Jerarquía Eclesiástica que debe ser purificada de raíz” (Carlos Esteban)



El cardenal americano Raymond Leo Burke ha puesto el dedo en la llaga sobre la ola de escándalos que sacude la Iglesia norteamericana en una entrevista concedida a Thomas McKenna, presidente de Catholic Action for Faith and Family.

“Ahora parece claro, a la luz de estos terribles escándalos recientes, que ciertamente existe una cultura homosexual, no solo entre el clero sino incluso dentro de la jerarquía, que hay que purgar de raíz. Es, desde luego, una tendencia desordenada”.
Las devastadoras revelaciones del informe del gran jurado, sobre abusos sexuales de clérigos y su encubrimiento por los obispos en seis diócesis de Pensilvania, ha concitado una riada de reacciones, entre ellas la “vergüenza y la pena” del Santo Padre y la petición de perdón de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos. 

Pero en casi todos los pronunciamientos oficiales parecen siempre faltar dos cosas: responsables en las más altas esferas dispuestos a pagar por el escándalo con su renuncia y referencias claras al ‘elefante en la sala de estar’ que muestran los datos, que no es otro que el núcleo homosexual de estos comportamientos abusivos.

Más del ochenta por ciento de los casos citados por el informe se refieren a abusos de varones, y una mayoría de ellos a adolescentes, no a niños pequeños.

Tras recordar que no se necesitan nuevos ‘procedimientos’, porque la Iglesia dispone de ellos desde hace siglos, Su Eminencia ridiculiza el intento de los obispos de pasar de ser cómplices a convertirse en portadores de la solución en este problema
“Es el Romano Pontífice, el Santo Padre, quien tiene la responsabilidad de disciplinar estas situaciones, y es él quien tiene que adoptar medidas siguiendo los procesos que prevé la disciplina de la Iglesia”, dice Burke. “Esto es lo que solucionará la situación de forma efectiva”.
Concluye el cardenal recordando que la Iglesia está fundada por Cristo y que está, por lo tanto, por encima de la debilidad de sus hijos

Además ha desarrollado, después de dos mil años de enfrentarse a todo tipo de crisis, mecanismos adecuados para enfrentarse a las peores situaciones. 
“Existían en el Pontifical Romano durante siglos los ritos para la degradación de clérigos e incluso prelados que habían pecado gravemente en su función”, recuerda. “Creo que sería útil releer esos ritos para comprender en profundidad lo que la Iglesia siempre ha comprendido, que es que los pastores pueden descarriarse, incluso de modo grave, en cuyo caso hay que disciplinarles e incluso despojarles del estado clerical”.
Carlos Esteban 

¿Tentado de dejar la Iglesia por una crisis de abuso sexual? Eso es exactamente lo que Satanás quiere



August 16, 2018 (LifeSiteNews) – In the midst of the current second tidal wave of clerical sex abuse allegations and revelations—a wave likely to continue building in magnitude as it sweeps through one diocese after another and churns up decades of episcopally-authorized muck—we have to guard against and help others to guard against certain popular errors that always crop up at a time like this.

Years ago, I remember reading seven or eight letters to the editor in an old issue of Time magazine, an issue with an oil-covered seabird on the cover. These were letters written in reaction to the hierarchy’s complicity with clerical abuse, about which we are rightfully indignant. Almost all of the letters reflected the liberal stance of Timeitself, and all of them revealed a level of ignorance of basic Catholic doctrine that could only be called stupendous.

One fellow’s argument boiled down to this: “The Church claims to speak for Christ on earth and so to be infallible, but when the sins of the clergy are exposed, the Church says she is made up of fallible sinners. Which will it be?” How about we make some distinctions?

Another lady wrote: “If my pope doesn’t clean up the abuse crisis, I will gladly join all those who are leaving the Church.” So, the pope is personally responsible for all sins, and if he doesn’t magically put an end to them, one should leave?

Another fellow wrote that he believes in Catholic doctrine but totally rejects the authority of the pope and the hierarchy. That’s a head-scratcher. And on and on it goes.

Often at these times we also hear about people tempted to “go East” and become Orthodox. As if this would help one bit! While we can and should admire the liturgical traditions and mystical heritage of the Orthodox, they are as much if not far more of a disaster in the arenas of doctrine and morals as Roman Catholics are today—and they don’t have the benefit of enjoying good popes from time to time. Faithful Catholics claim Amoris Laetitia is a big problem because parts of it contradict the Gospel, or that permitting contraception contrary to Humanae Vitae is one step on the road to abortion, but these are contradictions under which the Orthodox have been laboring for centuries.

What do these sorts of reactions among Catholics show? First of all, they show that the faith is not being taught and preached. No one knows it; what is worse, no one knows that he doesn’t know it. It is the blind leading the blind. A Mormon toddler knows more about Joseph Smith’s fanciful golden tablets than your average adult Catholic knows about the Blessed Sacrament or Church teaching on marriage and family. It demonstrates that many bishops and pastors have been and continue to be sleeping at the wheel and have hardly begun to assess the true magnitude of the post-conciliar collapse. It is evident that catechesis is still in a state of dire crisis, indeed utter vacuity.

We might start with explaining in what the Church’s infallibility (and therefore the pope’s) actually consists, and in what it does not; the distinction between a man’s holy office, which deserves respect, and his individual person, which may or may not be worthy of that office, and can be deserving of reproach, rebuke, and punishment; the difference between obedience and its counterfeits. We should clarify why the Catholic Church and her sacraments are necessary for salvation, and that it is Christin whom we believe, Christ who sanctifies us and saves us. And we should not ignore the terribly pressing urgency of cleaning up our own house, beginning with the sacred liturgy. For the crisis through which the Church is now passing parallels the replacement of the traditional Mass and the other sacraments, thick and rich and full of religion, with modern “low fat” versions that have failed to nourish and have lent themselves to every type of wilfulness, banality, and abuse.

Moreover, these reactions show the extent of the damage that Catholics have suffered in these decades, the pain and righteous indignation they feel, and the legitimate demands for justice they put forward. Ultimately, the only ones who can right the institutional wrongs are the members of the hierarchy itself. Lay people can investigate and accuse and even prosecute, but the systemic abuse of ecclesiastical authority will be counteracted and conquered only from the top down. We currently have a largely dysfunctional institution and it does no good to pretend otherwise. Admitting the truth is the beginning of the reform.

Abandoning the Church in her hour of need is the very worst thing any believer can do. In fact, it is exactly what the devil is looking for: people who throw out the baby with the bathwater, who lose sight of Jesus Christ and His plan for the Church, getting bogged down in the Antichrist and His counterplan for the Church. It is at just such a time of crisis that opportunities for heroic faith, prayer, sacrifice, and zeal multiply and bear the most fruit.

We have grown accustomed to a world of media that spins and distorts everything it handles, indulges at whim in suppression or falsification of truth, and pushes its own agendas without the slightest qualms of conscience. We are reeling from many indications that the world of the Catholic hierarchy also spins, distorts, suppresses, falsifies, and drives the liberal agenda. Amidst such a hostile environment, all Catholics—and most of all, the bishops and cardinals who are faithful to Christ and His Church—must take to heart the words of Saint Paul:
I charge you in the presence of God and of Christ Jesus who is to judge the living and the dead, and by his appearing and his kingdom: preach the word, be urgent in season and out of season, convince, rebuke, and exhort, be unfailing in patience and in teaching. (2 Tim 4:1–2).
Peter Kwasniewski