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domingo, 29 de enero de 2017

Recordamos a Santo Tomás de Aquino




Santo Tomás de Aquino nació en el Castillo de Rocaseca, cerca de Nápoles, Italia, en 1225.

Fue el último hijo varón de una numerosa familia de doce hijos. Su padre se llamaba Landulfo de Aquino. Alto, grueso, bien proporcionado, frente despejada, porte distinguido, una gran amabilidad en el trato, y mucha delicadeza de sentimientos.

Cerca del Castillo donde nació estaba el famoso convento de los monjes Benedictinos llamado Monte Casino. Allí lo llevaron a hacer sus primeros años de estudios. Los monjes le enseñaron a meditar en silencio. Siendo el más piadoso, meditabundo y silencioso de todos los alumnos del convento. Lo que lee o estudia lo aprende de memoria con una facilidad portentosa.

Continúa sus estudios por cinco años en la Universidad de Nápoles. Allí supera a todos sus compañeros en memoria e inteligencia. Conoce a los Padres Dominicos y se entusiasma por esa Comunidad. Quiere entrar de religioso pero su familia se opone. Huye hacia Alemania, pero por el camino lo sorprenden sus hermanos que viajan acompañados de un escuadrón de militares y lo ponen preso. No logran quitarle el hábito de dominico, pero lo encierran en una prisión del castillo de Rocaseca.

Prisión y tentaciones

Tomás aprovecha su encierro de dos años en la prisión para aprenderse de memoria muchísimas frases de la Biblia y para estudiar muy a fondo el mejor tratado de Teología que había en ese tiempo, y que después él explicará muy bien en la Universidad.

Sus hermanos al ver que por más que le ruegan y lo amenazan no logran quitarle la idea de seguir de religioso, le envían a una mujer de mala vida para que lo haga pecar. Tomás toma en sus manos un tizón encendido y se lanza contra la mala mujer, amenazándola con quemarle el rostro si se atreve a acercársele. Ella sale huyendo y así al vencer él las pasiones de la carne, logró la Iglesia Católica conseguir un gran santo. Si este joven no hubiera sabido vencer la tentación de la impureza, no tendríamos hoy a este gran Doctor de la Iglesia.

Esa noche contempló en sueños una visión Celestial que venía a felicitarlo y le traía una estola o banda blanca, en señal de la virtud, de la pureza que le concedía Nuestro Señor.

Piedad y sabiduría

Liberado ya de la prisión lo enviaron a Colonia, Alemania, a estudiar con el más sabio Padre Dominico de ese tiempo: San Alberto Magno. Al principio los compañeros no imaginaban la inteligencia que tenía Tomás, y al verlo tan robusto y siempre tan silencioso en las discusiones le pusieron de apodo: «El buey mudo». Pero un día uno de sus compañeros leyó los apuntes de este joven estudiante y se los presentó al sabio profesor. San Alberto al leerlos les dijo a los demás estudiantes: «Ustedes lo llaman el buey mudo. Pero este buey llenará un día con sus mugidos el mundo entero». Y así sucedió en verdad después.

Sus compañeros de ese tiempo dejaron este comentario: «La ciencia de Tomás es muy grande, pero su piedad es más grande todavía». Pasa horas y horas rezando, y en la Misa, después de la elevación, parece que estuviera en el Paraíso. Y hasta se le llena el rostro de resplandores de vez en cuando mientras celebra la Eucaristía.

A los 27 años, en 1252, ya es profesor de la famosísima Universidad de París. Sus clases de teología y filosofía son las más concurridas de la Universidad. El rey San Luis lo estima tanto que lo consulta en todos los asuntos de importancia. Y en la Universidad es tan grande el prestigio que tiene y su ascendiente sobre los demás, que cuando se traba una enorme discusión acerca de la Eucaristía y no logran ponerse de acuerdo, al fin los bandos aceptan que sea Tomás de Aquino el que haga de árbitro y diga la última palabra, y lo que él dice es aceptado por todos sin excepción.

En 1259 el Sumo Pontífice lo llama a Italia y por siete años recorre el país predicando y enseñando, y es encargado de dirigir el colegio Pontificio de Roma para jóvenes que se preparan para puestos de importancia especial.

La Suma Teológica

En 4 años escribe su obra más famosa: «La Suma Teológica», obra portentosa en 14 tomos, donde a base de Sagrada Escritura, de filosofía y teología y doctrina de los santos va explicando todas las enseñanzas católicas.

En Italia la gente se agolpaba para escucharle con gran respeto como a un enviado de Dios, y lloraban de emoción al oírle predicar acerca de la Pasión de Cristo, y se emocionaban de alegría cuando les hablaba de la Resurrección de Jesús y de la Vida Eterna que nos espera.

El Romano Pontífice le encargó que escribiera los himnos para la Fiesta del Cuerpo y Sangre de Cristo, y compuso entonces el Pangelingua y el Tantumergo y varios otros bellísimos cantos de la Eucaristía (dicen que el Santo Padre encargó a Santo Tomás y a San Buenaventura que cada uno escribiera unos himnos, pero que mientras oía leer los himnos tan bellos que había compuesto Santo Tomás, San Buenaventrua fue rompiendo los que él mismo había redactado, porque los otros le parecían más hermosos). Después de haber escrito tratados hermosísimos acerca de Jesús en la Eucaristía, sintió Tomás que Jesús le decía en una visión: «Tomás, has hablado bien de Mi. ¿Qué quieres a cambio?». Y el santo le respondió: «Señor: lo único que yo quiero es amarte, amarte mucho, y agradarte cada vez más».

De tal manera se concentraba en los temas que tenía que tratar, que un día estando almorzando con el rey, de pronto dio un puñetazo a la mesa y exclamó: «Ya encontré la respuesta para tal y tal pregunta». Después tuvo que presentar excusas al rey por estar pensando en otros temas distintos a los que estaban tratando los demás en la conversación.

Revelación sobrenatural

Pocos meses antes de morir tuvo una visión acerca de lo sobrenatural y celestial, y desde entonces dejó de escribir. Preguntado por el Hermano Reginaldo acerca de la causa por la cual ya no escribía más, exclamó: «Es que, comparando con lo que vi en aquella visión, lo que he escrito es muy poca cosa».

Santo Tomás logró que la filosofía de Aristóteles llegara a ser parte de las enseñanzas de los católicos. Este santo ha sido el más famoso profesor de filosofía que ha tenido la Iglesia.

Tan importantes son sus escritos que en el Concilio de Trento (o sea la reunión de los obispos del mundo), los tres libros de consulta que había sobre la mesa principal eran: la Sagrada Biblia, los Decretos de los Papas, y la Suma Teológica de Santo Tomás.

Decía nuestro santo que él había aprendido más, arrodillándose delante del crucifijo, que en la lectura de los libros. Su secretario Reginaldo afirmaba que la admirable ciencia de Santo Tomás provenía más de sus oraciones que de su ingenio. Este hombre de Dios rezaba mucho y con gran fervor para que Dios le iluminara y le hiciera conocer las verdades que debía explicar al pueblo.

Su humildad: Cumplía exactamente aquel consejo de San Pablo: «Consideren superiores a los demás». Siempre consideraba que los otros eran mejores que él. Aun en las más acaloradas discusiones exponía sus ideas con total calma; jamás se dejó llevar por la cólera aunque los adversarios lo ofendieran fuertemente y nunca se le oyó decir alguna cosa que pudiera ofender a alguno. Su lema en el trato era aquel mandato de Jesús: «Tratad a los demás como deseáis que los demás os traten a vosotros».

Su devoción por la Virgen María era muy grande. En el margen de sus cuadernos escribía: «Dios te salve María». Y compuso un tratado acerca del Ave María.

Su muerte

El Sumo Pontífice lo envió al Concilio de Lyon, pero por el camino se sintió mal y fue recibido en el monasterio de los monjes cistercienses de Fosanova. Cuando le llevaron por última vez la Sagrada Comunión exclamó: «Ahora te recibo a Ti mi Jesús, que pagaste con tu sangre el precio de la redención de mi alma. Todas las enseñanzas que escribí manifiestan mi fe en Jesucristo y mi amor por la Santa Iglesia Católica, de quien me profeso hijo obediente».

Murió el 7 de marzo de 1274 a la edad de 49 años.

Fue declarado santo en 1323 apenas 50 años después de muerto. Y sus restos fueron llevados solemnemente a la Catedral de Tolouse un 28 de enero. Por eso se celebra en este día su fiesta.

ORACIÓN A SANTO TOMÁS DE AQUINO

Angélico doctor Santo Tomás, gloria inmortal de la religión, columna firmísima de la Iglesia, varón santísimo y sapientísimo, que por los admirables ejemplos de tu inocente vida fuiste elevado a la cumbre de una perfección consumada, y con tus prodigiosos escritos eres martillo de los herejes, luz de maestros y doctores, y milagro estupendo de sabiduría;

¡Oh! quien acertara, Santo mío, a ser en virtud y letras verdadero discípulo, aprendiendo en el libro de vuestras virtudes y en las obras que con tanto acierto escribiste la ciencia de los santos, que es la verdadera y única sabiduría.

¡Quién supiera hermanar, como vos, la doctrina con la modestia, y la alta inteligencia con la profunda humildad! Alcanzadme del Señor esta gracia, junto con el inestimable don de la pureza y haced que, practicando tu doctrina y siguiendo tus ejemplos, consiga la eterna bienaventuranza. Amén. 


El último ultraje a la Orden de Malta (Roberto de Mattei)


Cardenal Pietro Parolin

FUENTE: ADELANTE LA FE

La carta que reproducimos a continuación constituye un durísimo ultraje a la Orden de Malta, así como a su constitución, su historia y su dignidad.

Todos los estudiosos del derecho concuerdan en atribuir a la Orden de Malta plena independencia de la Santa Sede en lo que atañe a su propia administración interna. La Santa Sede no puede interferir en los asuntos administrativos de la Orden; sólo puede intervenir en lo que afecte a la vida religiosa de los Caballeros profesos.

El Secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, en una carta dirigida el pasado 25 gennaio a los miembros del Soberano Consejo del la Orden, que se reunirán el próximo 28 de enero en Roma, en la sede de Vía Condotti, comunica que el papa Bergoglio:

  • Nombrará un «delegado pontificio», figura en modo alguno legítima para la Orden de Malta.
  • Da por hecha la dimisión del Gran Maestre, que sin embargo no será efectiva en tanto que no la ratifique el Soberano Consejo.
  • Se atribuye la autoridad para declarar nulos o válidos todos los actos del Gran Maestre del Soberano Consejo a contar desde el 6 de diciembre de 2016, rehabilitando por consiguiente a Albrecht von Boeselager y destituyendo al nuevo Gran Canciller Frey John Critien.

La postura que asuma cada uno de los integrantes del Supremo Consejo el próximo 28 de enero está destinada a hacerse pública. Si aceptan sin rechistar este abusivo decreto, pasarán a la historia por haber transigido; en cambioi, si manteniendo el debido respeto al Vicario de Cristo, resisten, harán ver al mundo que el espíritu católico y caballeresco sigue existiendo y es capaz de hacerse valer ante el uso arbitrario de la autoridad. (R.d.M.)


Roberto de Mattei
(Traducido por J.E.F)

La comunión para los divorciados vueltos a casar (Padre Javier Martín)


Duración 8:36 minutos

Es oficial: el Papa Francisco repone en su puesto en la comisariada ex Soberana Orden de Malta (1099-2017) al repartidor de condones en África, el noble alemán barón Albrecht von Boeselager. Texto íntegro en español del comunicado oficial de la Orden

FUENTE: CATHOLICVS


Ya es oficial: por decreto del Papa Francisco se refunda la ex Soberana Orden de Malta (1099-2017), y se repone en su puesto de Gran Canciller al noble alemán Albrecht von Boeselager, destituido por el anterior Gran Maestre por repartir condones en las campañas de ayuda humaninataria que Malteser International, la ONG vinculada a la Orden, realizaba en África (ver aquí y aquí).

Este es el comunicado oficial que ha hecho público esta misma tarde la ex Soberana Orden de Malta. No es necesario comentar nada, porque se comenta solo (la traducción al español, el resalte en rojo y las notas entre corchetes son mías):


El Gran Maestre Fra 'Matthew Festing renuncia a su cargo

Roma, 28/01/2017

Fra 'Ludwig Hoffmann von Rumerstein asume el cargo de teniente interino, Albrecht Boeselager reanuda su cargo de Gran Canciller

El Consejo Soberano, el gobierno de la Soberana Orden de Malta, se reunió esta tarde en el Palacio Magistral de Roma. En el orden del día estaba la renuncia al cargo de Gran Maestre presentada por Fra' Matthew Festing, de acuerdo con el artículo 16 de la Constitución de la Orden de Malta. El Consejo Soberano aceptó su renuncia. Conforme a la Constitución, el Papa ha sido notificado de la dimisión de fray Matthew Festing, que será comunicada a los 106 Jefes de Estado con los que la Orden tiene relaciones diplomáticas. De conformidad con el artículo 17 de la Constitución, el Gran Comandante, Fra' Ludwig Hoffmann von Rumerstein, ha asumido el cargo de Lugarteniente ad interim [interino] y seguirá siendo la cabeza de la Orden de Malta hasta la elección del sucesor del Gran Maestre. El Consejo Soberano dio las gracias a Fra' Matthew Festing por su gran compromiso durante sus nueve años en el cargo.

Posteriormente, el Consejo Soberano presidido por el Lugarteniente ad interim anuló los decretos que establecían los procedimientos disciplinarios contra Albrecht Boeselager [el repartidor de condones en África] y la suspensión de su afiliación a la Orden. Albrecht Boeselager reanuda inmediatamente su cargo de Gran Canciller.

En una carta enviada ayer, 27 de enero de 2017, a Fray Ludwig Hoffman von Rumerstein y a los miembros del Soberano Consejo, el Papa Francisco reafirmó la relación especial entre la Soberana Orden de Malta y la Sede Apostólica. El Papa afirmó que el Lugarteniente ad interim asume la responsabilidad sobre el gobierno de la Orden, en particular sobre las relaciones con otros Estados. El Papa Francisco señaló precisamente que su Delegado Especial [comisario pontificio] trabajará para "la renovación espiritual de la Orden, específicamente de sus miembros profesos". La Orden Soberana de Malta asegura su plena colaboración con el Delegado Especial que el Santo Padre tiene la intención de nombrar.

La Orden Soberana de Malta está muy agradecida al Papa Francisco y al Cardenal Secretario de Estado Pietro Parolin por su interés y cuidado por la Orden. La Orden aprecia que las decisiones del Santo Padre fueron cuidadosamente tomadas con respecto a y respeto por la Orden, con la determinación de fortalecer su soberanía.

El Lugarteniente ad interim junto con el Soberano Consejo convocará pronto el Consejo Completo de Estado para la elección del sucesor del Gran Maestre, según el art. 23 de la Constitución.

[Texto original en inglés aquíTraducciónCATHOLICVS]


NOTA: Relacionado con el mismo tema puede leerse el artículo titulado
¿BERGOGLIO DELINCUENTE INTERNACIONAL? SE PIDE LA INTERVENCIÓN DE LA ONU del blog Amor de la Verdad

sábado, 28 de enero de 2017

En honor a SANTO TOMÁS DE AQUINO, reivindicando LA VERDAD y aplicado a la situación actual de la iglesia [1] (José Martí)


¿A qué nos referimos al hablar de misericordia?

El desastre de los obispos malteses supera aún (si cabe) el desastre de la Amoris Laetitia. Los adúlteros vueltos a casar pueden comulgar si se sienten en paz con Dios. Desde luego esto no es lo que dice la Iglesia.

Basándose en las palabras del Papa, que estos obispos toman como referencia, es como llegan a esas conclusiones. Y todo ello "so capa de misericordia" con aquellos que viven en situación de pecado y que no se arrepienten de su pecado. Y digo esto porque no fue tal la actitud de Jesús con respecto a la mujer sorprendida en adulterio, a la que perdonó pero igualmente le dijo: "Vete, mujer. Y, en adelante, no peques más" (Jn 8, 11)

¿Son el papa Francisco y los obispos malteses más misericordiosos que el propio Jesús? Aconsejando a los sacerdotes, dice el papa, que "el confesionario no deben de convertirlo en un lugar de tortura". Y tiene razón ... aunque está dando por supuesto que eso es lo que se estaba haciendo ... hasta que ha llegado él con su comprensión y con su misericordia ... y ahora las cosas ya son diferentes ... gracias a su intervención y a sus palabras. Sinceramente, me parece un poco pretencioso, por su parte; e injusto para con la mayoría de los sacerdotes que no se dedican, precisamente, a torturar a nadie ... pues decir la verdad con caridad no es torturar.

Lo que no se puede hacer es mentir al penitente para "aliviarlo". El verdadero alivio se encuentra en el cumplimiento de la voluntad de Dios ... ¡si a eso se le llama tortura, entonces me callo! Bendita tortura la que han procurado esos sacerdotes a los penitentes, pues gracias a ellos los penitentes no se acercaron a recibir el cuerpo del Señor en estado de pecado mortal, añadiendo así un nuevo pecado al que ya tenían, cual es el del sacrilegio.

¿Acaso Jesús se dedicaba a "torturar" a la gente? Evidentemente no. Lo cual no impedía que dejase de cumplir la voluntad de su Padre, la cual venía expresada en el cumplimiento de los mandamientos de la Ley de Dios. Así le contestó al joven rico cuando éste le preguntó lo que debía de hacer para alcanzar la vida eterna: "Si quieres entrar en la Vida, guarda los mandamientos" (Mt 19, 17). O lo que es igual: si no guardas los mandamientos no podrás entrar en la Vida ... Y es que la misericordia de Jesús iba unida siempre al cumplimiento de la voluntad de su Padre. Jesús le asesora acerca de qué es lo que tiene que hacer y contesta a la palabra del joven, con verdad y con cariño. No lo engaña.

Acerca de las normas

Las "normas", cuando son normas humanas sujetas a variación, pueden encorsetar a una persona y hacerle daño, impidiéndole crecer y desarrollar su personalidad

Pero si las "normas" proceden de Dios, que es rico en misericordia (Ef 2,4) han sido establecidas, precisamente, para hacer felices a las personas e iluminarlas en el camino de su vida: "¡Cuánto amo tu Ley, Señor!" (Sal 119, 97). "Antorcha es tu Palabra ante mis pasos, luz en mi sendero" (Sal 119, 105). "Tus preceptos son la alegría de mi corazón" (Sal 119, 112). "Amo tus preceptos" (Sal 97, 119). El justo se goza en cumplir la Ley del Señor. Y esto ya en el Antiguo Testamento. En cuando al Nuevo Testamento, hay infinidad de citas en este mismo sentido, hasta el extremos de que se podría decir, en cierto modo, que existe una relación de identidad entre el amor a Dios y la guarda de sus mandamientos: "Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a Él y haremos morada en Él" (Jn 14, 23). Esto dice Jesús haciendo referencia a la morada de la Santísima Trinidad en aquéllos que cumplen sus mandamientos.

No hay contradicción entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. Él mismo lo dijo: "No he venido a abolir la Ley o los profetas sino a darles plenitud". (Mt 5, 17). El Antiguo Testamento se entiende bien a la luz del Nuevo Testamento. En Jesucristo se cumplen todas las profecías del Antiguo Testamento que hacían referencia a la venida del Mesías. Y es por eso que sólo a la luz de su Palabra (que es la Palabra de Dios) podemos entender bien lo que Dios quiere ... lo que no ocurre con los judíos, pues habiendo venido a ellos le han rechazado y no le han reconocido como el Mesías esperado, pese a que en Él se hacían realidad todas las profecías del Antiguo Testamento con respecto a las señales que deberían cumplirse. De ahí que diga el evangelista san Juan: "Vino a los suyos, pero los suyos no le recibieron" (Jn 1, 11)

Por lo tanto y concretando: el cumplimiento de la norma "No cometerás adulterio" (Ex 20, 14) no supone una tortura, dado que dicha norma es de origen divino y viene luego, además, confirmada -y ampliada- por el mismo Jesús, que llega a decir: "Todo el que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido adulterio en su corazón" (Mt 5, 28). Como sabemos, "Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad" (1 Tim 2, 4), puesto que es misericordioso y nos ama. Pues bien: es ese mismo Dios, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, quien ha dado esa Ley. De manera que quien se salta esa Ley comete pecado.

Podríamos pensar que las leyes y las normas nos oprimen y nos hacen infelices. Es el demonio quien nos lleva a pensar de ese modo; el demonio que, como dijo Jesús "es mentiroso y padre de la mentira" (Jn 8, 44). Lo cierto y verdad es lo contrario: es en el cumplimiento de la Ley divina, por amor a Jesucristo, donde nos encontramos realmente felices; y esto ocurre ya en este mundo, a modo de primicia  de lo que espera a los que se mantengan fieles a Jesús. 

No se puede comparar la Ley del Antiguo Testamento, de la que abusaban los fariseos, con la Ley de Cristo, la Ley perfecta, que es la de la caridad, plenitud de la Ley. (Rom 13, 10). 

Ahora bien: la caridad, si es verdadera, no puede estar nunca separada de la verdad; la caridad ha de ser vivida en la verdad. El mismo que dijo: "La verdad os hará libres" (Jn 8, 32) dijo también que "todo el que comete pecado es esclavo del pecado" (Jn 8, 34). Todos sabemos a quién pertenecen esas palabras, que son palabras de Vida.

¿Pelagianismo?

Claro está: nos encontramos con el problema -real- de que por nosotros mismos, con nuestras solas fuerzas, no podemos cumplir esta Ley. Pretender o pensar otra cosa sería pelagianismo, que es una herejía: "Sin Mí nada podéis hacer" (Jn 15, 5) decía Jesús. Esto es verdad de fe. Pero también lo es que, con la ayuda de Dios (que nunca nos va a faltar si se la pedimos) que podemos: "Todo lo puedo en Aquél que me conforta" (Fil 4, 13). Ambas cosas son ciertas. 

Sabemos que "si el Señor no edifica la casa, en vano se afanan los constructores; y si el Señor no guarda la ciudad, en vano vigilan los centinelas" (Sal 127, 1). Pero eso no significa que nos podemos echar a dormir, con la seguridad de que el Señor lo hará todo. Tal pensamiento está en las antípodas del amor que siempre requiere de un yo y un tú que se dicen mutuamente su amor. 

Cierto que es Él quien nos salva, pero ha querido que nosotros cooperemos con Él en esa salvación nuestra, pues quiere ver que estamos interesados por Él lo mismo que Él está interesado por nosotros. Quiere ver en nosotros ilusión, deseo de estar a su lado, etc... 

Si no existe tal aportación por nuestra parte es señal de que no lo queremos. Y Él no puede obligarnos a que lo queramos. Tal obligación de amarlo ya no sería amor, el cual es esencialmente libre. Dios nos ha creado libres -realmente libres- para que podamos decidirnos en pro o en contra de Él. Se arriesga a que le digamos que no, pero no puede obligarnos, pues así ha querido que sean nuestras relaciones para con Él, en perfecta reciprocidad de amor. 

Por eso es también igualmente cierto que "cada uno recibirá su propia recompensa según su trabajo" (1Cor 3, 8). Y que "Dios retribuirá a cada uno según sus obras" (Rom 2, 6). Y es que aun cuando por nosotros nada podemos, Dios, al crearnos, nos ha dado la capacidad de poder y además, de hacerlo con plena libertad, siendo responsables de nuestras decisiones. Podría haberlo hecho de otra manera, pero ha querido hacerlo así. ¿Por qué? Pues porque "Dios es Dios". Eso basta.

No debemos olvidar que "fiel es Dios que no permitirá que seáis tentados por encima de vuestras fuerzas, sino que, con la tentación, os dará la fuerza para que podáis superarla" (1 Cor 10, 13). Si queremos permanecer fieles y progresar realmente, es preciso "vivir la verdad con caridad, para poder crecer en todo en Aquél que es la Cabeza, Cristo" (cfr Ef 4, 15).

José Martí

Cuatro cardenales y las Dubia (Selección de artículos de interés) (1) INFOCATÓLICA y SANDRO MAGISTER [actualizado a 28 de marzo de 2017]


Esta entrada quiero dedicarla a la selección de una serie de enlaces relacionados con las "Dubia", a partir del 14 de noviembre de 2016, día en el que se hicieron públicas por esos cuatro valientes cardenales.

Yo tenía mis dudas de que eso fuera a ocurrir (es decir, que aparecieran varios cardenales y salieran del silencio), como así lo conté en otra entrada el 16 de septiembre del pasado año. Afortunadamente ya los hay; hay cardenales que han hablado, cardenales valientes que consideran que tienen una grave responsabilidad ante Dios en lo que concierne al bien de las almas de todos los cristianos católicos.

El tema al que nos referimos es la famosa Amoris Laetitia (AL) firmada el 19 de marzo de 2016 y que salió publicada el 8 de abril. 

Le dediqué entonces cuatro entradas (aquí, aquí, aquí y aquí) después de unos pensamientos previos a su publicación en los que no me equivoqué demasiado; lo que no tiene especial mérito pues era de esperar, dado el tortuoso proceso que se llevó a cabo en los dos sínodos sobre la familia (el de 2014 y el de 2015). 


Una de las últimas fue una entrevista que concedió el cardenal Carlo Caffarra a Maike Hickson de "One Peter Five", en la que, contestando a una pregunta que le hacen, pide al Papa Francisco que aclare las confusiones y que diga si es que la doctrina de la Iglesia sobre el matrimonio, el adulterio y los actos intrínsecamente malos ha sido abrogada (Ver aquí). 

Aunque han seguido saliendo muchos más artículos sobre este tema yo ya no los reflejé en esa entrada de actualización de artículos a la que he aludido más arriba.

Sin embargo, hay otra serie de artículos de grandísimo interés que han ido surgiendo a raíz de las dubia, desde el 14 de noviembre de 2016. Y es a ellos a los que quiero dedicar esta entrada. Si me es posible, los iré actualizando.

Básicamente voy a tomar como referencia a Sandro Magister, Infocatólica, Adelante la Fe, Secretum Meum Mihi, The Wanderer, Fray Gerundio, Infovaticana, Catholicvs y algunos otros que ahora no recuerdo. Los primeros reseñados, en cada caso, serán los últimos que van saliendo (viene indicada la fecha y el enlace correspondiente, así como el autor, si se conoce).


INFOCATÓLICA



(Pinchando ahí se tiene acceso a todos los artículos que Infocatólica ha dedicado a este tema. No obstante, yo también colocaré aquí los correspondientes enlaces individuales)

Cardenal Burke: si el Papa no responde a las dubia lo harán los cardenales desde el Magisterio de la Iglesia (28.03.17)







Lo que está ocurriendo y hacia dónde vamos (13.02.17) Timothy V. Vaverek













Novela para "moralistas" (19.01.17) Bruno Moreno [muy bueno]



Caso por caso; es decir, todos (17.01.17) Padre Iraburu


El desastre maltés (14.01.17) Edward Peter


La apostasía de la razón (10.01.17) Bruno Moreno









La Amoris lætitia y el martirio (14.12.16). P. Iraburu














Están nerviosos (29.11.16) Luis Fernando Pérez Bustamante












SANDRO MAGISTER

El arzobispo Forte, el profesor Melloni y las "cuatro cerezas" indigestas (20.03.17)

Reinterpretaciones (23.02.17)











Extraña Navidad en China. Es la fiesta de los obispos excomulgados (05.01.17) [No se refiere a las Dubia pero es de gran interés]












José Martí