Esta misma noticia podemos escucharla en el siguiente video:
Duración 2:15 minutos
Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que procede de Dios (1 Cor 2, 12), el Espíritu de su Hijo, que Dios envió a nuestros corazones (Gal 4,6). Y por eso predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los gentiles, pero para los llamados, tanto judíos como griegos, es Cristo fuerza de Dios y sabiduría de Dios (1 Cor 1,23-24). De modo que si alguien os anuncia un evangelio distinto del que recibisteis, ¡sea anatema! (Gal 1,9).
Pero veamos más en detalle el estado de servicio de varios funcionarios de la curia que han llegado al límite de edad en los días y en los meses pasados, pero que permanecen en sus puestos.
Y ahora veamos una lista de cabezas de curia que llegarán a su final en un futuro próximo y que el Papa – según lo referido por Müller – debería despedir sin más.- El próximo 1 de setiembre le tocaría al cardenal Jean-Louis Tauran, cuando llegue a la terminación de su segundo quinquenio como presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso.
Es verdad que a lo largo de los años los Papas han tratado de aclarar algunas cuestiones doctrinales, como el primado del Papa o la necesidad de Cristo y su única Iglesia para la salvación. Pero no es menos cierto que, en otras ocasiones, los Papas, incluido Benedicto XVI, han favorecido, teórica o prácticamente ideas conciliares contrarias o ajenas a la Tradición de la Iglesia, tales como la separación entre la Iglesia y el Estado, los encuentros ecuménicos e interreligiosos para orar juntos, el reconocimiento del “martirio” de los herejes y cismáticos, la traducción de la Misa a las lenguas vernáculas y la progresiva introducción o permisión de la comunión en la mano, los ministros extraordinarios de la Eucaristía y las niñas monaguillo… Francisco no hace otra cosa sino llevar hasta sus últimas consecuencias esas erróneas ideas.Si los propios Papas han incurrido en interpretaciones heterodoxas en algunos importantes aspectos, es porque los textos conciliares se lo han permitido. Es evidente que, si se atuvieran a encíclicas como Mortalium animos, Mediator Dei, Quas primas, Vehementer nos, o Inmortale Dei, ello no hubiera sido posible.
A raíz del Concilio se ha hecho más visible una falsa “iglesia” que parasita la única Iglesia de Cristo, que es la católica. Afortunadamente la Iglesia es una e indivisible. La doctrina no cambia. La unidad de gobierno, bajo la autoridad del vicario de Cristo, no cambia, aun cuando en ocasiones, tal como enseña Santo Tomás de Aquino, tomando ejemplo del apóstol san Pablo, los fieles tengamos el derecho, y aun el deber, de enfrentarnos al Santo Padre y corregirle si toma decisiones que ponen en riesgo la integridad de la doctrina de la fe o la salvación de las almas.Hasta el Concilio Vaticano II los herejes abandonaban la Iglesia o eran expulsados de ella. Los heterodoxos eran amonestados y castigados. Hoy están dentro, muy adentro. Son cardenales, obispos, sacerdotes, teólogos. No se van, No quieren irse. Prefieren quedarse dentro y tratar de que sus errores se impongan en la teoría o, al menos en la práctica. Lo peor es que los Papas apenas intervienen. En ocasiones no solo no se oponen sino que siguen o impulsan algunas de esas corrientes novedosas y heterodoxas.
Además, no todo el mundo tiene un conocimiento del Magisterio Tradicional de la Iglesia como para reinterpretar correctamente esos oscuros textos. De hecho, el Concilio Vaticano II se ha convertido en el casi único texto magisterial de referencia para todos los católicos. ¿Dónde se imparten ya las enseñanzas de Trento o el Magisterio de los Papas anteriores al Vaticano II?Por eso, lo que hay que hacer, no es proyectar luz sobre los textos oscuros, sino cambiar esos textos para que en sí mismos y para todo el que los lea, sean claros.
![]() |
El ateo Eugenio Scalfari y el papa Francisco |
![]() |
El ateo Eugenio Scalfari y el papa Francisco |
- Jesucristo es Dios: "El que me ve a Mí, ve al Padre" (Jn 14, 9) y "es el mismo ayer y hoy y lo será siempre"(Heb 13, 8), de modo que "no existe ningún otro Nombre por el que podamos salvarnos" (Hech 4,12).- Todo eso que dices ya lo conozco, pero me alegro de que me lo recuerdes. Así se refrescan las ideas y no se atrofia la memoria. Y máxime, en este caso, en el que estamos considerando una serie de cosas que son fundamentales para nuestra fe.
- Jesucristo dijo a Pedro: Te daré las llaves del Reino de los cielos, y cuanto ates en la tierra será atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos (Mt 16, 19). Y a los apóstoles, en unión con Pedro: "Quien a vosotros escucha a Mí me escucha; y quien a vosotros rechaza a Mí me rechaza. Y quien me rechaza a Mí rechaza al que me ha enviado" (Lc 10, 16)
- La Iglesia es el Cuerpo Místico de Cristo, pues "todos nosotros hemos sido bautizados en un solo Espíritu, judíos y griegos, esclavos y libres, para formar un solo Cuerpo; y todos hemos bebido de un solo Espíritu" (1 Cor 12, 13). Y en otro lugar dice san Pablo: "Ahora ... completo en mi carne lo que falta a la Pasión de Cristo, por su Cuerpo, que es la Iglesia" (Col 1, 24)
- Un católico no puede quedarse para sí mismo el tesoro que ha recibido: "Lo que de Mí oíste, ante muchos testigos, confíalo a hombres fieles, que sean capaces, a su vez, de enseñar a otros" (2 Tim 2, 2). "Id por todo el mundo -dijo Jesús- y predicad el Evangelio a toda criatura" (Mc 16, 15). Ése es, precisamente, el significado de la palabra católico; es decir, universal, para todos: "Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad" (1 Tim 2,4)