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lunes, 16 de enero de 2017

Un grillo en Santa Marta (The wanderer)

FUENTE: THE WANDERER


Hasta el momento, la afirmación de que al Papa Francisco no le importa la liturgia y, por tanto, nunca se meterá con la liturgia tradicional ni molestará a los motupropistas, ha funcionado. Pero los vientos de cambio han comenzado a soplar, o al menos, eso se rumorea desde la semana pasada.

El primer paso fue, como dimos cuenta aquí, la renovación total de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Solamente quedó en pie su prefecto, el cardenal Sarah, que poco y nada puede hacer ahora rodeado como está de progresistas y declarados enemigos suyos. 

Pero en los últimos días sucedió algo nuevo. El Papa acaba de crear una comisión -su típica estrategia de destrucción-, liderada por el arzobispo Arthur Roche, encargada de revisar la instrucción Liturgiam authenticam, documento que constituye un verdadero freno para los desmanes que los liturgistas modernos pretenden imponer, sobre todo en materia de traducciones a las lenguas vernáculas. Allí se establece que la lengua del rito latino es el latín y que, en caso de que sea conveniente, se puede traducir a las lenguas vulgares respetando una serie de principios que vedan cualquier veleidad de los obispos y cleriquillos modernistas de turno. 

La modificación de esta instrucción, no tengamos duda, se ordenará justamente a permitir que la creatividad litúrgica pueda florecer en cada una de las culturas donde se celebra la Santa Misa. Y así, dentro de poco, tendremos la misa amazónica, la misa polinesia y la misa tucumana, entre otras. 

Quien está detrás de todo estos cambios, según afirma Sandro Magister, es un amigo del Papa Francisco. Los argentinos sabemos muy bien cuál es la calidad de sus amigos: Gustavo Vera, Juan Grabois, el rabino Skorka, Clelia Luro, etc., por lo que suenan las alarmas cuando se habla de "amigos del Papa". 

En este caso, su amigo liturgista amante de los cambios, es un italiano: Andrea Grillo, un laico casado y con dos hijos, y profesor en el ateneo San Anselmo de Roma. Como podemos apreciar en su curriculum vitae, se trata de un personaje sumamente creativo. Pero lo que causa más temor son sus publicaciones

Aquí pueden leer un artículo suyo defendiendo la ordenación sacerdotal de mujeres, y destaco otra titulada Oltre Pio V: La riforma liturgica nel conflitto di interpretazioni, Quiriniana, 2007 (Más allá de Pío V. La reforma litúrgica en el conflicto de interpretaciones). El pasquín es presentado con las siguientes palabras:

La reforma litúrgica del concilio Vaticano II está en riesgo de no ser comprendida. Diversas señales levantan dudas y perplejidades en el cuerpo eclesial. Extensiones de la validez del “indulto” para el uso del Misal de Pío V, pedidos de un uso más amplio de las lenguas muertas, entrevistas desenvueltas o superficiales realizadas a importantes oficiales de la Curia romana, rigideces poco justificadas -o, peor aún, justificadas- en cuanto a las traducciones, inversiones de la prioridad entre misterio y disciplina. 

El objetivo que tiene este ensayo es el de redescubrir las razones profundas que nos permitan leer la reforma litúrgica como un pasaje necesario en la consciencia eclesial contemporánea, ni contra ni sin Pío V, pero sin duda más allá de Pío V. 

No hemos hemos decidido -desesperadamente- ser los últimos cristianos todavía fieles a una gran tradición (solamente) antigua, reducida a la figura de un pasado precioso para encerrar en un museo, con aire acondicionado y sistemas de seguridad, pero sin vida y sin hijos
.

ANDREA GRILLO, AMIGO DEL PAPA
¡Tomá mate! Este es el asesor litúrgico del Papa Francisco

Preparémonos, porque si ésta es la opinión que el Grillo tiene de la liturgia tradicional, podemos prever cuáles serán sus próximos pasos. Magister afirma que será la “corrección” del motu propio Summorum Pontificum ... Es decir, se acabó la posibilidad de tener con toda legitimidad y legalidad la misa tradicional, tal como lo quiso el Papa Benedicto XVI.

Algunos sostienen que no será así; que definitivamente, al Papa Francisco no le interesa la liturgia y que no está en sus planes abrir una nuevo frente de batalla. Es la idea de Joseph Shaw, presidente de la Latin Mass Society del Reino Unido, que suele estar convenientemente asesorado. 

Yo estaría de acuerdo con Shaw y con quien lo asesora, pero hay dos factores recientes que deben ser tenidos en cuenta

- En primer término, Bergoglio está furioso con la oposición que encuentra, sobre todo con los cuatro cardenales, cuyo mascarón de proa es Burke, que le acaba de mandar a decir que teme más perder su alma que perder su título de cardenal. No me cabe duda que los ataques a la Orden de Malta, en buena medida, han sido lanzados como un ataque personal a Burke, y el cardenal representa para el Papa a los tradicionalistas

Los curas porteños que le estuvieron sometidos durante años saben muy bien quién es Bergoglio: de una memoria prodigiosa, es cruel y vengativo. Se ha ensañado con Burke y se le están soltando todas las compuertas que lo frenaban, y nadie sabe hasta dónde puede llegar si pierde todas sus inhibiciones. 

Es cuestión de leer los ataques apenas velados que lanza en sus últimas homilías o alocuciones, o de ver lo que hizo con los oficiales de la Congregación para la Doctrina de la Fe a los que expulsó o con la Orden de Malta: crueldades y maldades, y le importa un comino. "Yo soy el Papa -le dijo al cardenal Müller- y no tengo que dar explicaciones a nadie de lo que hago".

- En segundo lugar, no habría que descuidarse del Grillo, que es un insecto molesto y capaz de contagiar vaya uno a saber qué pestes

Si es verdad lo que afirma Magister, y si su amistad con Bergoglio es la del tipo que ya conocemos nosotros, no sería imposible que al Papa le comenzara a interesar la liturgia ... para destruirla. Las características de la publicación a la que hicimos referencia -y se trata solamente de la descripción que proporciona la contratapa del libro- denotan que el ortóptero pontificio profesa odio a la liturgia tradicional y que, si por él fuera, debería estar prohibida bajo pena de excomunión. Si los afectos franciscanos por Grillo se profundizan, no tendrá ningún empacho en cumplirle sus caprichos.

No sé si hay razones para alarmarse, pero sí las hay para estar preparados.

The Wanderer

domingo, 15 de enero de 2017

Malta se une a la flota del Papa (Sandro Magister)



> Todos los artículos de Settimo Cielo en español
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«Si como resultado del proceso de discernimiento, llevado a cabo con "humildad, reserva, amor a la Iglesia y a su enseñanza, en la búsqueda sincera de la voluntad de Dios y con el deseo de alcanzar una respuesta a ella más perfecta" (Amoris laetitia, 300), una persona separada o divorciada que vive una nueva unión llega – con una conciencia formada e iluminada – a reconocer y a creer estando en paz con Dios, no se le podrá impedir acercarse a los sacramentos de la reconciliación y de la eucaristía (cfr. Amoris laetitia, notas 336 y 351)».

En síntesis: sí a la comunión para los divorciados que se han vuelto a casar y viven more uxorio.

Éste es el punto clave de las instrucciones que los obispos de Malta y de Gozo, Charles Jude Scicluna y Mario Grech, han dado el 13 de enero a sus sacerdotes, para la aplicación del controvertido capítulo VIII de "Amoris laetitia":

> Criteria for the Application of Chapter Eight of "Amoris Lætitia"

Hasta ahora, no son muchos los obispos que por sí mismos o en grupo han dado a sus sacerdotes instrucciones similares sobre la exhortación sinodal. Con orientaciones discordantes entre ellos.

Por ejemplo, por el no a la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar y que viven more uxorio se han pronunciado en Estados Unidos el arzobispo de Filadelfia, Charles J. Chaput, y en Italia el cardenal Ennio Antonelli, llamado por el arzobispo de Florencia, Giuseppe Betori, para instruir a los sacerdotes de su diócesis.

Mientras que por el sí se han pronunciado el cardenal vicario de Roma, Agostino Vallini, y los obispos de la región de Buenos Aires, en ambos casos con la aprobación personal del papa Francisco, en Estados Unidos el obispo de San Diego, Robert W. McElroy, y ahora en la isla de Malta los obispos Scicluna y Grech.

Tanto unos como otros han sostenido sus respectivas posiciones basados en lo que han encontrado escrito en "Amoris laetitia": prueba evidente que las "dubia" expuestas públicamente por cuatro cardenales con el pedido al Papa que "clarifique" no son en absoluto infundadas.

Si entonces el Papa no responde a las "dubia" es porque él, ante todo, quiere esta pluralidad de interpretaciones y de aplicaciones, todas ellas apelando a una redacción de "Amoris laetitia" voluntariamente ambigua, por eso mismo abierta a más de una lectura.

Cuál es, entonces, la lectura que el Papa prefiere es indudablemente cierta: es la que admite la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar y que viven more uxorio. Lo cual es exactamente lo que se deriva de una lectura "ingenua" de la exhortación post-sinodal, en la que esta admisión no está escrita en ninguna parte "apertis verbis", pero que se intuye abundantemente en forma alusiva.

No es casualidad que los obispos de Malta, cuando llegan a escribir que a los divorciados que se han vuelto a casar y que viven more uxorio "no se les podrá impedir que se acerquen a los sacramentos de la reconciliación y de la eucaristía" no encuentran otra cita tomada de "Amoris laetitia" si no en dos sibilinas notas a pie de página, de las que incluso Francisco dijo alguna vez que no recordaba.

Pero justamente son tantas las citas de "Amoris laetitia" incluidas en la instrucción de los obispos malteses, que hay que pensar que la suya es efectivamente una fiel interpretación "sine glossa" de la exhortación.

*

Entre tanto, respecto al último conteo de Settimo Cielo, se han agregado dos tomas de posición sobre las "dubia", por parte de cardenales y obispos.

En apoyo de las "dubia" se ha pronunciado el cardenal sudafricano Wilfrid Fox Napier, arzobispo de Durban.

Mientras que en contra de las "dubia" se ha pronunciado el cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario general del sínodo de los obispos, en una entrevista publicada el 12 de enero en "L'Osservatore Romano":

"Ya se proporcionaron diferentes respuestas. También se han expresado personas competentes por su rol y por su autoridad. […] No pienso que haya necesidad de agregar otra, excepto reiterar que todas las respuestas que se piden ya están contenidas en el texto de la misma exhortación apostólica".

Sandro Magister

(Traducción en español de José Arturo Quarracino, Temperley, Buenos Aires, Argentina)



NOTA: En Secretum Mihi Meum aparece la misma noticia:





Y la misma noticia en Gloria TV (la misma que vimos en Catholicvs)

Duración: 28 segundos

En Inglés

Apostasy: The two bishops of Malta have collectively apostatized from Catholic faith by publishing guidelines allowing adulterers to receive Holy Communion. The Vatican joined this apostasy as the L'Osservatore Romano published the guidelines Friday morning in its print and online versions which is widely considered an approval of the apostasy.

En Español

Apostasía: Los dos obispos de Malta han apostatado colectivamente de la fe católica publicando pautas que permiten a los adúlteros recibir la Santa Comunión. El Vaticano se unió a esta apostasía dado que L'Osservatore Romano publicó estas directrices el viernes por la mañana en sus versiones impresa y en línea , lo cual se considera, en sentido amplio, como una aprobación de la apostasía.

José Martí

Enseñar la ideología de género dificulta a los niños forjar su personalidad (Nacho Calderón, neuropsicólogo infantil, director de INPA)

FUENTE: RELIGIÓN EN LIBERTAD

Duración 15:22 minutos

sábado, 14 de enero de 2017

Los obispos de Malta, excomulgados

 FUENTE: CATHOLICVS


Los dos únicos obispos con los que contaba Malta, Charles Jude Scicluna, Arzobispo de Malta, y Mario Grech, obispo de Gozo -que aparecen en la foto que abre esta entrada-, han incurrido en excomunión latae sententiae -automática- por sostener públicamente, en un documento oficial publicado por ellos, una herejía condenada solemnemente por el Sacrosanto y Ecuménico Concilio de Trento; a saber: que las personas no pueden evitar pecar y que dejar de hacerlo da lugar a un "daño" mayor. ¿No pecar es un "daño" o algo malo y, por tanto, pecar es un "bien"? Estos dos obispos ya no sólo enseñan la inmoralidad y el error, como también lo están haciendo últimamente otros obispos, sino que dan un paso más allá y sostienen públicamente la herejía. ¡El episcopado está enloqueciendo!

Punto nº 9 de los Criterios para la aplicación del capítulo VIII de Amoris laetitia de los obispos de Malta:

"On the other hand, there are complex situations where the choice of living 'as brothers and sisters' becomes humanly impossible and give rise to greater harm (see AL, note 329)".

["Por otro lado, hay situaciones complejas donde la elección de vivir 'como hermanos y hermanas' se convierte en humanamente imposible y da lugar a un daño mayor (ver AL, nota 329)"].
Es decir: no dicen que a las parejas que viven en adulterio les sea difícil guardar la abstinencia debida, pero que con ayuda de Dios sí les es posible -como afirma el Magisterio de la Iglesia-, sino que afirman, literalmente, que es humanamente imposible cumplir los Mandamientos del Decálogo -en este caso concreto, el sexto-.

Además de incurrir en los anatemas que establecen los cánones del Concilio dogmático de Trento (ver más abajo), contradicen las Sagradas Escrituras 1, el punto 1650 del Catecismo de la Iglesia Católica, el punto 84 de "Familiaris Consortio" de San Juan Pablo II 2, y la Carta a los obispos de la Iglesia Católica sobre la recepción de la comunión eucarística por parte de los fieles divorciados que se han vuelto a casar, publicada por la Congregación para la Doctrina de la Fe -a cuyo frente estaba de Prefecto el entonces Cardenal Joseph Ratzinger-, por mandato de San Juan Pablo II.

Cánones sobre la justificación 3

1568 Dz 828 Can. 18. Si alguno dijere que los mandamientos de Dios son imposibles de guardar, aun para el hombre justificado y constituído bajo la gracia, sea anatema [cf. 804].

1570 Dz 830 Can. 20. Si alguno dijere que el hombre justificado y cuan perfecto se quiera, no está obligado a la guarda de los mandamientos de Dios y de la Iglesia, sino solamente a creer, como si verdaderamente el Evangelio fuera simple y absoluta promesa de la vida eterna, sin la condición de observar los mandamientos, sea anatema [cf. 804].

1572 Dz 832 Can 22. Si alguno dijere que el justificado puede perseverar sin especial auxilio de Dios en la justicia recibida o que con este auxilio no puede, sea anatema [cf. 804 y 806].
Ni que decir tiene que todos los fieles católicos tienen la grave obligación moral, so pena de cometer pecado mortal, de resistir y no obedecer a estos pastores inicuos que han incurrido en herejía e inducen al pecado.



1 "...fiel es Dios, que no permitirá que seáis tentados sobre vuestras fuerzas, antes dispondrá con la tentación el éxito, dándoos el poder de resistirla" (I Cor 10,13). Es la consoladora doctrina que expone Santiago (St. 1, 13 y nota), añadiendo aún que de la tentación saldremos mejor que antes (St. 1, 12). "El que de la tentación hace que saquemos provecho, de manera que podamos sostenernos, Él mismo nos asiste a todos y nos da su mano para que alcancemos las eternas coronas por gracia y benignidad de Nuestro Señor Jesucristo, con espléndida aclamación" (S. Crisóstomo).

2 Establece que para poder acercarse a los sacramentos, aquellas parejas que viven en adulterio y no pueden cumplir con la obligación de la separación, "asumen el compromiso de vivir en plena continencia, o sea de abstenerse de los actos propios de los esposos".

3 CTr v 797 ss; Rcht 30 ss; Msi XXXIII 40 A ss; Hrd X 40 B ss; Bar(Th) ad 1547, 14 ss (33, 195 b ss).

viernes, 13 de enero de 2017

Carta del Papa Francisco a los jóvenes con ocasión del Sínodo de 2018

FUENTE: CATHOLICVS 


Hoy se acaba de presentar el documento preparatorio de la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos (aún no hemos salido del "lío" del último y ya llega el siguiente) así como una carta del Papa dirigida a los jóvenes por este motivo.


  • No aparece ni una sola vez "Jesucristo"
  • Sólo aparece una vez "Señor"
  • Una sola vez "Espíritu Santo"
  • Una vez "Espíritu" (se supone que se refiere al Espíritu Santo, pero no especifica)
  • Una sola vez "María" (despojada de cualquier título, como "Nuestra Señora" o simplemente "Virgen")
  • Dos veces "Jesús"
  • Ocho veces "Dios". 
- Es decir: sólo 14 palabras aluden a Dios -incluyendo a alguna de las Personas de la Santísima Trinidad- y una sola a la Virgen (y sin darle siquiera este tratamiento).

- Además, sólo se hace referencia a seis breves pasajes bíblicos: tres del Antiguo Testamento (Génesis, Éxodo y Jeremías) y tres del Nuevo Testamento (Lucas, Juan y II Corintios).

El resto del texto es una reiteración del habitual lenguaje del Papa Francisco:

  • sociedad más justa y fraterna
  • periferias del mundo
  • prevaricación, injusticia y guerra
  • chantaje de la violencia
  • opresión
  • ponerse en camino
  • acompañamiento de guías expertos
  • itinerario de discernimiento
  • precariedad y caída
  • misericordia
  • injusticia
  • cultura del descarte
  • globalización de la indiferencia
  • opciones audaces
Me parece que con este arranque no se puede esperar demasiado. ¿Habrá algún consejero o asesor que se atreva a decirle al Papa que se repite demasiado y que este tipo de lenguaje -y lo que representa- no sólo no acerca, sino que aleja a la juventud (y no sólo a ella)?

CATHOLICVS

NOTA: Añado un corto vídeo de Rome Reports en el que se alude a este futuro sínodo.

Duración 1:42 minutos

Los extraños movimientos en la Curia romana y la reciente visita del Cardenal Sarah a Benedicto XVI ¿Qué hay detrás de las reformas de Francisco?

FUENTE: CATHOLICVS 



A principios de este mes de enero, el vaticanista Marco Tosatti dio a conocer la purga que se había llevado a cabo en la Congregación para la Doctrina de la Fe, en la que supuestamente el Papa obligó al Cardenal Müller a despedir a tres de sus mejores sacerdotes -despido al que en un primer momento, supuestamente, se resistió-. Este episodio también lo relató Maike Hickson en 1P5 (puede leerse la traducción aquí), haciéndose eco posteriormente otras páginas web.

Ahora, Sandro Magister ha dado el nombre de uno de esos sacerdotes, cuyas supuestas críticas llegaron a oídos del Papa gracias a un delator (ver artículo de Magister más abajo).

Sandro Magister, además, da a conocer otro extraño movimiento en una de las Congregaciones de la Santa Sede, que, quizás sin saberlo -él apunta en otra dirección-, sea la clave para entender muchas de las reformas del Papa Francisco, si no todas ellas. Estamos hablando de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el máximo organismo vaticano en lo referente a la Liturgia, a cuyo frente está su Prefecto: el Cardenal Robert Sarah. Lo que Magister acaba de desvelar es que el Arzobispo inglés Arthur Roche, Secretario de este dicasterio, ha sido puesto por el Papa Francisco al frente de una comisión, cuyo objetivo sería "revisar" (Magister habla de "demoler") la Instrucción "Liturgiam authenticam", de San Juan Pablo II.

El mencionado documento constituye la Quinta Instrucción "para la recta aplicación de la Constitución sobre la Sagrada Liturgia del Concilio vaticano Segundo" (Sacrosanctum Concilium, art. 36), y su título completo es "Liturgiam authenticam. Sobre el uso de las lenguas vernáculas en la publicación de los libros de la liturgia romana". Magister apunta a que la creación de la mencionada comisión cumpliría con las expectativas de modernización del lenguaje litúrgico deseada por los demoledores de la Liturgia católica, y señala que el próximo objetivo de ésta, o de otra comisión, podría ser la "correción" del motu proprio "Summorum pontificum", de S. S. Benedicto XVI.

Incluso aun siendo cierta la creación de dicha comisión, yo no estoy de acuerdo con él en el último punto: no creo que el objetivo del Papa Francisco sea corregir o derogar "Summorum Pontificum", a pesar de que no entienda la atracción por la Liturgia tradicional, especialmente por parte de la gente joven, como él mismo ha expresado en alguna ocasión. Yo diría que el objetivo, más bien, iría en la línea de avanzar por el resbaladizo camino del ecumenismo -tal y como él lo entiende- que ha tomado a lo largo de sus casi cuatro años de pontificado; y en los últimos tiempos a toda velocidad.

Últimamente, casi cada semana, a veces incluso cada día, los fieles católicos nos desayunamos con un nuevo sobresalto. No tanto achacable al "Dios de las sorpresas", como al "Papa de las sorpresas". Es un hecho que cada vez parece haber más gente sorprendida, cuando no escandalizada, por muchas de las palabras, acciones y decisiones del Papa Francisco. Quizás se deba a que no ven un hilo conductor. En este sentido, parece que no muchas personas han reparado en la protestantización paulatina de la Iglesia tras varios cambios y reformas llevados a cabo por el Papa Francisco, los cuales vuelven a apuntar hacia la fijación papal que parece planear sobre todo este pontificado: la unión de los cristianos a cualquier precio (sobre este punto véase esta entrada). Hay medidas obvias y otras que no se entienden si no es bajo esta premisa, y, aunque no soy dado a teorías conspirativas, a uno ya se le hacen los dedos huéspedes. Hasta ahora, que yo sepa, nadie ha señalado esto, no sé si por prudencia, por miedo, o porque realmente no lo ven. La incomprensión, e incluso las críticas, se han producido sobre cada medida concreta adoptada por la Santa Sede o directamente por el Papa; pero no he encontrado a nadie que haya analizado todo en conjunto llegando a esa conclusión.

Señalaré a continuación varios de estos cambios, documentos firmados y promulgados, así como ciertas decisiones, que podrían indicar un vínculo entre todas ellas tendente a derribar los supuestos obstáculos para lograr la tan ansiada -pese a estar condenada por el Magisterio de la Iglesia- intercomunión. Si tal fuera el caso, se trataría de lograr la unidad a costa de la Verdad, lo cual la Iglesia siempre ha condenado y expresamente prohibido (véase Pío XI y su encíclica"Mortalium animos" aquí):
  • Aparte de la visita papal a Lund (Suecia) el año pasado, ténganse en cuenta los últimos documentos firmados por la jerarquía católica y los protestantes sobre la Eucaristía, sobre Lutero y sobre la conmemoración de la herejía y cisma protestante (ver aquíaquí y aquí), en los que se llama a Lutero "testigo del evangelio" o se le compara con varios santos católicos; documentos en los que se omite el dogma de la Transubstanciación y se afirma -siendo falso-, que los luteranos creen lo mismo que los católicos sobre la Eucaristía.
  • La posible revisión de la Instrucción "Liturgiam authenticam" sobre la traducción de la Biblia y los textos litúrgicos parece indicar la dirección señalada: a nadie se le escapa que la Santa Misa es un obstáculo para la unión de católicos y protestantes, que sólo puede darse por su aceptación por parte de estos últimos y el retorno a la Iglesia Católica. Además, es un hecho que al Papa no le interesa especialmente lo relacionado con la Liturgia, pero sí está empeñado en la unión de los cristianos. Esta comisión y la subsiguiente "revisión" del documento supondría, pues, el aporte de una cierta apariencia de normalidad y profesionalidad -sería presentado como una mera revisión filológica o actualización al lenguaje actual-, cuando el objetivo no sería otro que adulterar modificar aquellos textos o pasajes que supongan un obstáculo para su aceptación por parte de los protestantes.
  • La misma exhortación "Amoris laetitia", especialmente su capítulo octavo, podría emplearse también para defender la intercomunión, ya que lamina la objetividad de ciertos pecados y, por tanto, las condiciones necesarias para recibir la Comunión quedarían sujetas únicamente a la conciencia de cada individuo -algo condenado por la Iglesia-, a la vez que se socavan los sacramentos del matrimonio y de la penitencia.
  • La aceleración de las nulidades decretada por el Papa Francisco no sólo afectaría a los católicos, sino que haría más aceptable el matrimonio a los protestantes, entre quienes el divorcio está ampliamente aceptado desde hace mucho tiempo.
Ténganse en cuenta, además, estos otros puntos:
  • La comentada posible excepción al celibato sacerdotal con el establecimiento de "viri probati"; en principio sólo amazónicos, como avanzadilla (veraquí)
  • La elección de un protestante como director del innecesario L'Osservatore Romano argentino (ver aquí).
  • La chocante afirmación del Papa de que el proselitismo es pecado, sumado al similar mensaje transmitido, de forma más o menos subliminal, por la película "Silencio" de Martin Scorsese, patrocinada por los jesuitas y apoyada por la Santa Sede, y a la teoría del inefable Antonio Spadaro al respecto -que será objeto de análisis en una próxima entrada del blog-. Nada cambia tanto la conciencia y mentalidad de la gente que el cine, que lo ve todo el mundo, a diferencia de los documentos papales, que no los lee apenas nadie. Un buen titular tiene más efecto que una buena encíclica, aunque la publicidad o las campañas periodísticas difundan el error y lo transmitido sea falso.
  • Las sorprendentes declaraciones del Papa de que los protestantes no deben convertirse -al catolicismo-, sino ser buenos protestantes, incluso haciéndolo extensible a los fieles de cualquier otra religión.
  • La introducción de una "apóstola" en los Libros litúrgicos. ¿Para establecer próximamente el diaconado femenino en la Iglesia? ¿O, tal vez, para justificar las "sacerdotisas" protestantes? Hay que tener en cuenta que el "sacerdocio" femenino protestante ya es irreversible; recuérdense las varias veces en que el Papa ha recibido, o ha sido recibido, por "obispas". Algo aparentemente sin importancia y sobre lo que nadie ha protestado, pero que, sin duda, tiene alguna finalidad. Si no fuera así, no se habría hecho -hasta ahora la Iglesia jamás ha visto su necesidad en los dos últimos milenios-. Nótese que el decreto por el que se equipara a Santa María Magdalena con el resto de los Apóstoles y se eleva su grado litúrgico (véase el Decreto: la celebración de Santa María Magdalena elevada al grado de fiesta en el Calendario Romano General (3 de junio de 2016), así como la carta que lo acompaña, están firmados por el ya mencionado arzobispo Arthur Roche, Secretario de Culto Divino.
A tenor de todo lo dicho, es claro que la obligación del Papa -de cualquier Papa-, de custodiar y difundir el Depósito de la Fe que ha recibido, no se estaría cumpliendo si el objetivo fuera el señalado más arriba, sino que se estaría cambiando todo para crear otra cosa. Aparentemente, la voluntad del Papa parece encaminarse a la creación de una super-iglesia cristiana, diversa de la Iglesia Católica tal y como la fundó Nuestro Señor y como se ha conservado hasta la actualidad, para propiciar la intercomunión. Con esta perspectiva serían más comprensibles ciertas afirmaciones del Papa, como que "Dios no es católico". Tampoco hay que restar importancia a la agenda del Cardenal Kasper, que va cumpliéndose sin prisa, pero sin pausa. Él mismo ha expresado, en una entrevistaconcedida el mes pasado al diario italiano Avvenire, su esperanza de que pronto pueda haber una intercomunión con los protestantes, especialmente en los matrimonios mixtos.

Lo que parece claro es que al Papa Francisco no le gusta lo que ha heredado. No le gusta la Iglesia tal y como ha sido hasta ahora; y la quiere cambiar. Quizás se deba a su creencia de que todos seremos juzgados por las obras de misericordia corporales -en este sentido, las espirituales ni las menciona-, su casi exclusivo interés por la labor humanitaria y, en el caso del la unión de los cristianos, el énfasis que ha puesto, como así se refleja en los documentos mencionados anteriormente, en la cooperación ecuménica con los protestantes en la realización de estas tareas de ayuda humanitaria, que es lo único que parece interesarle. Su intención podrá ser buenísima, pero éso no es la Iglesia.

¿Recuerdan lo que pasó con el tema del "Mandatum" o Lavatorio de los pies del Jueves Santo? Hasta hace poco estaba estipulado que sólo se realizase a hombres, no a mujeres. ¿Qué hizo el Papa Francisco al respecto? Al principio, desobedecer las leyes litúrgicas, como podemos ver aquí -exactamente como ya hacía cuando aún no era Papa y estaba en Buenos Aires-; y, a continuación, después del revuelo causado, cambiar los textos litúrgicos para que se pudiera hacer (ver aquí), desvirtuando el significado del propio Mandatum. Tal actitud tiene su lógica: si la Tradición te impide realizar tus planes, cámbiala. Y al que se aferre a la misma o a cualquier documento magisterial precedente, se le señala como "fariseo" y "doctor de la ley", para así neutralizarlo, y ya está. La pregunta que planea en el aire es: ¿los cambios en la Curia son meramente administrativos o para retirar a personas que obstaculicen ciertos planes? El tiempo nos dará la respuesta y veremos si todo esto es cierto.

En cualquier caso, una cosa es constatable con respecto a los cambios llevados a cabo en la Iglesia en las últimas décadas, y especialmente durante el presente pontificado: los protestantes no vuelven y los católicos se marchan; no al protestantismo -salvo a las sectas evangélicas, en Centro y Sudamérica-, sino al indeferentismo religioso, al agnosticismo y al ateísmo. Sirva de ejemplo lo acontecido en Brasil, donde, a pesar de la visita del Papa para celebrar en Río de Janeiro la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ 2013), se acaba de hacer pública la pérdida de nueve millones de católicos en el país desde 2014 (ver aquí). Vamos, todo un logro. Con este panorama, se puede afirmar sin miedo a equivocarse que la popularidad de este Papa está inflada por los medios de comunicación; especialmente por los anticatólicos -que son prácticamente la mayoría-. Pero la realidad es muy tozuda: este Papa llena titulares, pero vacía las iglesias. Si no cambia de consejeros, el desastre es seguro.

Por último, debo aclarar que la fotografía que abre esta entrada fue tomada anteayer, martes 10 de enero, durante una visita que S. E. R. Robert S.R.E. Card. Sarah, aún Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y disciplina de los Sacramentos, realizó a S. S. Benedicto XVI, de la que no han trascendido más detalles. ¿Habrá salido el tema de lo acontecido -o por acontecer- en la Congregación que preside? Quizás. En cualquier caso, para estar retirado, el Papa emérito está recibiendo últimamente bastantes visitas... Habrá que prestar atención a próximos acontecimientos en este, previsiblemente, "movido" año de Nuestro Señor de 2017.

Aquí transcribo el artículo de Sandro Magister que he mencionado al principio:

Un despido, una demolición: aquí está la nueva curia

La reforma de la curia vaticana que el papa Francisco está llevando a cabo se cumple en parte a la luz del sol y en parte en las sombras.

Entre las medidas adoptadas recientemente hay dos que son emblemáticas.

*

Respecto a la primera medida ha descorrido el velo el vaticanista Marco Tosatti, cuando el 26 de diciembre dio a conocer la orden dada por el Papa a un jefe de dicasterio para que despidiera sin previso aviso a tres de sus funcionarios, orden dada sin explicación alguna y sin aceptar objeciones.

Hoy se sabe que el dicasterio en cuestión no es de segundo orden, pues es la Congregación para la Doctrina de la Fe. Los tres despedidos gozaban de pleno aprecio por parte de su prefecto, el cardenal Gerhard L. Müller, a su vez objeto de reiterados actos de humillación en público por parte del Papa.

¿Pero de los tres destituidos quién es el funcionario del que Francisco en persona –tal como fue informado por Tosatti– se quejó amargamente por teléfono por haber expresado críticas contra él, las cuales llegaron a oídos del Papa gracias a un delator?

Es el sacerdote Christophe J. Kruijen, de 46 años de edad, holandés al servicio de la Congregación para la Doctrina de Fe desde el 2009, teólogo de reconocido valor, premiado en el 2010 por la embajada de Francia en la Santa Sede con el prestigioso Premio Henri De Lubac, asignado a él en forma unánime por un jurado que incluyó a los cardenales Georges Cottier, Albert Vanhoye y Paul Poupard, por sus tesis teológica titulada: "Salvezza universale o doppio esito del giudizio: sperare per tutti? Contributo allo studio critico di un'opinione teologica contemporanea riguardante la realizzazione della dannazione" [¿Salvación universal o doble resultado del juicio: esperanza para todos? Contribución para el estudio crítico de una opinión teológica contemporánea respecto a la implementación de la condenación], tesis sostenida en la Pontificia Universidad Santo Tomás de Aquino, bajo la dirección del teólogo dominico Charles Morerod, posteriormente rector de la misma universidad y hoy obispo de Lausana, Ginebra y Friburgo.

Los "novísimos", es decir, la muerte, el juicio, el infierno y el paraíso, es el tema predilecto de los estudios de Kruijen. Pero también se valora de él un excelente ensayo sobre Edith Stein, la filósofa judía y luego monja carmelita, asesinada en Auschwitz en 1942 y proclamada santa en 1998: "Bénie par la Croix. L'expiation dans l'oeuvre et la vie d'Edith Stein".

En los escritos y en los discursos públicos de monseñor Kruijen no hay una sola palabra de crítica a Francisco. Pero fue suficiente una delación arrancada de una conversación privada suya para hacerlo caer en desgracia con el Papa, quien ha blandido el hacha.

También con esto se hace la reforma de la curia, a las órdenes y con el estilo de Jorge Mario Bergoglio.

*

La segunda medida llevada a cabo en las sombras se refiere a la Congregación para el Culto Divino, de la cual es prefecto el cardenal Robert Sarah, también él objeto de reiteradas humillaciones públicas por parte del Papa, ahora condenado a presidir las oficinas y los hombres que están en contra de él.

Dirigida por el secretario de la Congregación, el arzobispo inglés Arthur Roche, se instituyó por voluntad de Francisco una comisión cuyo objetivo no es la corrección de las degeneraciones de la reforma litúrgica postconciliar –es decir, la "reforma de la reforma" que es el sueño del cardenal Sarah– sino precisamente lo contrario: la demolición de uno de los muros de resistencia a los excesos de los liturgistas postconciliares, la instrucción "Liturgiam authenticam" promulgada en el 2001, la cual fija los criterios para las traducciones de los textos litúrgicos del latín a los idiomas modernos.

Con Benedicto XVI estos criterios fueron posteriormente reforzados, en especial por la voluntad del Papa de mantener firme el "pro multis" del Evangelio y del misal latino en las palabras de la consagración de la sangre de Cristo, contra el "por todos" de muchas traducciones habituales.

Pero Francisco ha dado a entender inmediatamente que la cuestión le era indiferente. Ahora, con la institución de esta comisión, cumple con las expectativas de modernización del lenguaje litúrgico promovidas, por ejemplo, por el liturgista Andrea Grillo, profesor en el Pontificio Ateneo San Anselmo y muy apreciado en la Casa de Santa Marta:

La traduzione/tradizione impossibile: i punti ciechi di “Liturgiam authenticam”

Están los que temen que después de la demolición de "Liturgiam authenticam" el próximo objetivo de esta o de otra comisión sea la correción de "Summorum pontificum", el documento con el que Benedicto XVI liberalizó la celebración de la misa en rito antiguo.

(Artículo original aquí).

jueves, 12 de enero de 2017

The Remnant entrevista al Cardenal Burke


ENTREVISTA DE THE REMNANT AL CARDENAL BURKE. 
EL VÍDEO ESTÁ EN INGLÉS


DURACIÓN 30:34 MINUTOS

Michael J. Matt: me gustaría coger el toro por los cuernos: la controversia sobre la exhortación post-sinodal del papa Francisco, Amoris Laetitia (AL). El documento, especialmente el párrafo 305, ha sido descrito por varios sacerdotes y teólogos, de EWTN y otros medios, como “peligroso”, “muy preocupante”, “muy problemático”, “un gran error”, “una contradicción directa de Familiaris Consortio de Juan Pablo”, etcétera. 

Antes que nada, Su Eminencia, ¿qué autoridad tiene AL? ¿Estamos hablando sólo de escándalo aquí, o estos párrafos problemáticos saben a herejía?

Cardenal Burke: Bueno, antes que nada, como dije en un principio, la forma precisa de Amoris Laetitia, precisamente las palabras del Papa en el documento indican que no es un ejercicio del magisterio papal


Y necesariamente, la forma de leer el documento, como cualquier documento, es a la luz de la enseñanza y práctica inmutable de la Iglesia. Por lo tanto, las declaraciones de AL acordes a la enseñanza inmutable y práctica de la Iglesia ciertamente están muy bien

Pero hay un número de declaraciones que son, en el mejor de los casos, confusas y deben ser clarificadas, y por eso nosotros los cuatro cardenales, siguiendo una práctica clásica de la Iglesia, hicimos cinco preguntas al Santo Padre que tienen que ver con los fundamentos de la vida moral y la enseñanza inmutable de la Iglesia. 

Y está claro que nosotros, al presentar la dubia con esas preguntas, creemos que si no son respondidas hay gran peligro de que permanezca la confusión en la Iglesia, conduciendo almas al error respecto a las preguntas que tienen que ver con su propia salvación. Por lo tanto, hay un claro potencial de escándalo sin la clarificación de estas preguntas. 

Respecto a su pregunta de la herejía, debemos estar muy atentos a la herejía material y a la herejía formal. En otras palabras, la herejía material: ¿el texto contiene declaraciones que son materialmente heréticas? ¿Son contradictorias a la fe católica? Herejía formal: ¿la persona—más precisamente, la persona que escribió el documento en nombre del Papa—tuvo la intención de proclamar enseñanzas heréticas? Finalmente, yo no creo que sea así

Y creo, respecto a la primera pregunta, que el lenguaje y demás es confuso y es difícil decir si estas declaraciones confusas son materialmente heréticas. Pero deben ser clarificadas, y el negarse a responderlas podría conducir a la gente al error, a pensar radicalmente respecto a algunas cuestiones muy serias.

MJM: Si nada cambia y no hay una pronta clarificación, considerando que estamos hablando de la enseñanza de la Iglesia sobre la indisolubilidad del matrimonio—y dado que el matrimonio de por sí está siendo tan atacado, con el divorcio rampante e incluso ahora con el matrimonio gay—¿qué ramificaciones de AL vislumbra, especialmente del párrafo 305 y la nota al pie 351, de no haber clarificación, no sólo para la Iglesia sino para todo el mundo?

Cardenal Burke: Sería devastador. Recientemente leí un artículo de Ross Douthat en el New York Times, comentando la implementación de AL en la diócesis de San Diego. Dijo correctamente que si esa interpretación de AL fuera la correcta y aceptable, luego la enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio estaría acabada


Y no podemos aceptarlo, por supuesto, porque es la ley que Dios escribió en el corazón de los hombres desde la creación misma; es el orden, la ley, que Cristo confirmó en Su enseñanza de manera muy clara, como se relata en Mateo capítulo 19, en el que Él confiere la gracia del sacramento cristiano. Por lo tanto la dubia debe ser respondida. Las preguntas deben ser respondidas según la tradición de la Iglesia, para que la Iglesia pueda llevar a cabo su misión de salvar al mundo

Si la Iglesia simplemente fuera a aceptar las ideas de la cultura respecto del matrimonio, se habría traicionado a sí misma y habría traicionado a su Señor y Maestro, y sencillamente no podemos permitirlo.

MJM: Ahora, el 5 de septiembre en una carta privada a los obispos de Buenos Aires, el papa Francisco escribió: “No hay otras interpretaciones de Amoris Laetitia” más que la de admitir a los católicos divorciados vueltos a casar a la sagrada comunión en algunos casos. Él se muestra muy firme al respecto, Su Eminencia. 


Por tanto, ¿es posible que usted imagine un escenario en el que de pronto descubra que se le ha pasado algo por alto, que los cuatro cardenales han malinterpretado y deben admitir que se equivocaron? Lo que quiero decir es, si eso no es posible, ¿cuál es el propósito de la dubia? ¿No saben ya las respuestas a sus cinco preguntas?

Cardenal Burke: Claro que sí. Pero lo importante es que el pastor de la Iglesia universal, en su obligación de salvaguardar las verdades de la fe y de promover las verdades de la fe—deje en claro que sí, que responde a estas preguntas de la misma manera en que las responde la Iglesia. Por lo tanto, lo que escribió en esa carta simplemente significa su comprensión personal del asunto. Pero esa carta difícilmente podrá ser considerada ejercicio del magisterio papal. Y por lo tanto es doloroso estar involucrado en esta situación, pero simplemente debemos presionar para clarificar el asunto.

MJM: Su Eminencia, en esta era de diálogo, el mismo papa Francisco ha llamado a una “discusión abierta sobre un número de cuestiones doctrinales” y dijo que la reflexión de los pastores y teólogos, si es fiel a la Iglesia, honesta, realista y creativa “nos ayudará a encontrar mayor claridad.” Entonces, ¿qué puede inferir de su decisión de no dialogar con usted en su búsqueda de esa misma claridad en este punto tan fundamental de la teología moral?

Cardenal Burke: Bueno, para decirlo francamente, creo que la gente nos ha acusado a nosotros, los cuatro cardenales, de faltarle el respeto al oficio papal, de una actitud perjudicial para el Papa. Pero no es el caso, en absoluto


Nosotros somos cardenales. Tenemos una responsabilidad muy seria de asistirlo y, por esa razón, llamamos su atención sobre estas cuestiones que permanecen en un documento que lleva su firma. Y no podemos hacerlo de otra manera, y la Iglesia no puede hacerlo de otra manera. Y por lo tanto, sin lugar a dudas, el asunto deberá ser resuelto. 

Hemos iniciado una conversación por medio de la dubia. Y cuando nos informaron de que no habría respuesta, sabíamos que debíamos publicar la conversación ante toda la Iglesia porque muchos fieles—muchos sacerdotes y obispos—están expresando gran confusión al respecto, y también observamos cómo se están levantando estas divisiones en varias parte de la Iglesia entre obispos y sacerdotes y fieles, sobre enseñanzas fundamentales de la fe. 

Bueno, esa es la obra del demonio. El Espíritu Santo genera unidad y una conversión diaria de la vida hacia Cristo, que nos ayuda a superar nuestros pecados y a vivir de acuerdo con la verdad. Y por lo tanto esta división, esta confusión, debe ser enfrentada y remediada. ¿Tiene sentido esto para usted?

MJM: Absolutamente. Y obviamente, como fieles testigos, nos parece que esa es su tarea – su deber ante Dios.

Cardenal Burke: Efectivamente, usted sabe que algunas personas me han dicho: “¿Pero por qué publicaron la dubia? Él es el Papa. Ustedes deberían haber estado satisfechos.” 


Pero no, no es suficiente, porque donde sea que vaya—y ahora viajo mucho—a todos los lados que voy la gente me dice: “¿Qué les pasa a los cardenales? Están estas preguntas serias y permanecen en silencio. No dicen nada.” 

Y tienen razón. Si permaneciéramos en silencio, sin lugar a dudas daríamos a los fieles la idea de que todo está bien, pero no está todo bien.

MJM: Ahora bien, la idea de que esto podría escalar al punto de que usted pierda su cargo de cardenal. ¿Cree que podríamos llegar a esto?

Cardenal Burke: Ni siquiera pienso en ello. Quiero decir, claro que es posible. Ha ocurrido históricamente que un cardenal pierda su título. Pero no pienso en ello porque sé cuál es mi deber y no puedo distraerme con este tipo de pensamientos – usted sabe, preocuparme por si seré perseguido de alguna manera por defender la verdad. 


Y como he dicho antes, una persona me dijo: “¿No tiene miedo de insistir sobre estos asuntos” Y le dije que lo que temo es tener que aparecer ante Nuestro Señor en el Juicio Final y tener que decirle: “No, no Te defendí cuanto Te atacaron, cuando la verdad que Tú enseñaste estaba siendo traicionada.” Por eso, simplemente no pienso en ello.



MJM: Bien, Su Eminencia, lo que acaba de decir es algo que ruego se haga contagioso en la vida de la Iglesia y en los niveles más altos. Pero usted cuenta con mucho apoyo. De hecho, un número de sacerdotes, académicos y profesores preeminentes, tanto aquí como en Europa, expresando su apoyo hacia usted y los otros tres cardenales, han firmado una carta de apoyo hace algunas semanas, en la que señalaron que, debido a la confusión generalizada y falta de unidad tras la promulgación de AL, la Iglesia universal hoy está entrando en “un momento críticamente grave de la historia” que, según ellos, tiene alarmantes similitudes con la gran crisis arriana del siglo cuarto. Estoy curioso por saber: ¿coincide usted con ello? ¿Cree usted que esto tiene el potencial de escalar hacia algo similar a la crisis arriana?

Cardenal Burke: Bueno, lo tiene, en el sentido de que la confusión se extiende, más y más, sobre una verdad fundamental de la fe. Ahora bien, en el caso de la crisis arriana, tenía que ver con las dos naturalezas de la persona de Nuestro Señor Jesucristo. Pero aquí estamos lidiando también con una verdad fundamental, en realidad, con dos verdades fundamentales: la verdad sobre el sagrado matrimonio y la verdad sobre la sagrada eucaristía. Y si esta confusión no se detiene, tendremos una situación en la que dentro de la Iglesia habrá grupos de personas que no creen en la fe católica, como por ejemplo la que encontró San Ambrosio cuando se convirtió en obispo de Milán. Así que es un asunto grave, y no creo que estén exagerando al hacer tal observación (la comparación con el arrianismo). No creo que estén exagerando en absoluto.

MJM: el obispo Athanasius Schneider, que a esta altura parece ser una especie de socio suyo, al darle su apoyo, gracias a Dios—en su carta de apoyo a los cuatro cardenales, habla de lo que llama “reacciones intolerantes” a la dubia, y señala que los cuatro cardenales han sido castigados como “tontos, cismáticos, herejes e incluso comparables a los herejes arrianos.” Obviamente, Su Eminencia, esto debe dolerle, personalmente. ¿Pero, qué es lo que pasó en la Iglesia para que un simple pedido de clarificación en un asunto de moral y doctrina encuentre una reacción tan visceral por parte de los miembros de la jerarquía? ¿Qué ha salido mal?

Cardenal Burke: Le diré lo que creo que ha salido mal, que hoy ha entrado en la Iglesia una forma de pensar muy terrenal, muy mundana. La Iglesia está dividida en partidos políticos y demás, en lugar de la unidad entre todos los católicos y la unidad en Cristo. Y esta forma mundana de pensar permite a las personas tomar una especie de enfoque ad hominem desmedido y ridículo. 


La dubia fue planteada respetuosamente; son preguntas muy honestas y merecen una respuesta honesta. Y lo que veo en estas reacciones extremas es un signo de que las personas que no responden a nuestra dubia se dan cuenta que en realidad no pisan suelo firme. No pueden responder a la dubia correctamente y por eso intentan desacreditar a la persona que hizo las preguntas. Es una vieja reacción humana, pero es mundana, es secular. No tiene lugar en la Iglesia.

MJM: Entonces, ¿qué viene luego, Su Eminencia? Si el papa Francisco se niega a responder a su dubia, ¿cuál es el próximo curso de acción? Usted habló de la posibilidad de presentar una corrección formal. ¿Pero, a qué se parece eso exactamente?

Cardenal Burke: Bueno, no parece muy diferente a la dubia. En otras palabras, se presentarán las verdades que parecen cuestionarse en AL junto con lo que la Iglesia siempre ha enseñado, practicado y anunciado en la enseñanza oficial de la Iglesia. Y de esa manera los errores podrían corregirse. ¿Le parece que tiene sentido?

MJM: Sí, absolutamente. Un poco fuera de tema, pero cuando estaba en Roma cubriendo el Sínodo del año pasado, observé este tema constante—la idea del acompañamiento, la ‘Iglesia del acompañamiento’, como si en el pasado la Santa Madre Iglesia no hubiera sabido cómo acompañar al pecador. 


Esto me confundió, pero además parecía ir más allá. Por ejemplo, en la Oficina de Prensa del Vaticano, el cardenal Peter Turkson nos aseguró que en el próximo sínodo la ‘Iglesia del acompañamiento’ encararía las llamadas ‘uniones gay’. ¿Usted vislumbra un próximo cambio en la manera que este pontificado ‘acompaña’ a aquellos en uniones gay? ¿Es posible que el próximo año, a esta altura, podamos estar discutiendo dubia sobre una exhortación post-sinodal que parece aprobar el estilo de vida gay?

Cardenal Burke: Bueno, esta noción de acompañamiento ciertamente no tiene un significado teológico clásico ni doctrinal. Y tampoco justifica cuestionar las verdades morales, especialmente en relación a los actos que son malos siempre y en todo lugar. Y si el acompañamiento es entendido de esa manera, usted tiene razón— podría conducirnos a todo tipo de discusiones muy perjudiciales y muy confusas. 


Pero creo que esta falsa noción de acompañamiento que manifestó sus efectos nocivos en la discusión de las situaciones de aquellos en uniones matrimoniales irregulares, nos conducirá ya sea a clarificar lo que significa el acompañamiento o a abandonar el uso de dicho término.

Esto se remite a la relación entre la fe y la cultura. Estamos llamados por nuestra fe a encontrarnos con la cultura, pero nos encontramos con la cultura con las verdades de la fe y la llamamos a transformarse. En otras palabras, a conformarse más con la verdad que Dios ha escrito en la naturaleza misma y en el corazón humano en particular. 

Pero si esa noción de encuentro con la cultura no está informada teológicamente, no es comprendida correctamente, parecerá que la Iglesia comienza a correr tras la cultura. En otras palabras, que intenta imitar a la cultura. Ahora, si la cultura fuera perfectamente cristiana, aunque siga siendo incorrecto, la fe no se vería dañada. Pero vivimos en una cultura que es anti-vida, anti-familia, anti-religión. Por lo tanto dar la impresión de que la Iglesia respalda dicha cultura—es una locura.

MJM: Cierto, así parece. Quiero decir, el Santo Padre reprende a los sacerdotes que convierten el confesionario en una “cámara de torturas”; pero parece que hoy, más que nunca, esta cultura que es muy cristofóbica, si se quiere, necesita escuchar la voz de la Madre Iglesia de una manera correctiva … quizás no acompañando, pero lo que quiero decir es que el acto de intentar corregir y ayudar al pecador—¿no es esa la principal manera de acompañar al pecador?

Cardenal Burke: ¡Exactamente! Y eso se hace con caridad. No enfrentamos a las personas acusándolas con el dedo, gritándoles, o actuando histéricamente. Nuestra fe nos hace ser serenos, pero también firmes y resueltos. Por lo tanto enfrentamos a la cultura con la verdad de la ley moral y la verdad que el propio Jesucristo enseña. Y de hecho, en la verdad, que es lo que la cultura desea realmente. 


La cultura no respeta a una Iglesia que dice simplemente: “Oh, todo está bien” y la respalda. Esta cultura espera que la Iglesia la enfrente con un desafío. Muchas veces pienso en ello en términos de una relación entre padres e hijos. Cuando los niños se comportan mal, los niños deben ser corregidos y guiados. Si los padres simplemente los consienten, “oh, tienes razón, está bien”los niños crecen de manera muy desordenada y tienen grandes problemas. Por eso los niños no respetan a sus padres.

MJM [riendo]: Puedo decirle, Su Eminencia, como padre de siete niños, no acompaño tanto a mis hijos. Los amo y los corrijo cuando es necesario, pero ¿acompañarlos? ¿Qué significa eso?


Cardenal Burke: Exactamente. Incluso como maestro, he corregido a estudiantes y hasta me han gritado: te odio. Usted sabe, han venido padres a decirme que su niño sale de la habitación diciéndoles: te odio. Pero pienso que en última instancia, ese niño, esa persona joven, estará muy agradecida por la corrección recibida. Puede que no sea gratitud inmediata, pero lo importante es eso – que tengamos la eternidad y el bien eterno del niño e incluso el destino eterno de la cultura, y podamos actuar en consecuencia.

MJM: Correcto. Sabe usted, Su Eminencia, los católicos han pasado por muchas cosas en la última década, el escándalo de los sacerdotes, la renuncia del papa Benedicto, y este pontificado poco convencional del papa Francisco. Y ahora esto. Sé que nos queda poco tiempo, pero ¿cuál es su consejo a los católicos fieles, de continuar el papa Francisco sin responder a su dubia?

Cardenal Burke: Mi consejo es éste, y está inspirado en la verdad, la realidad de que Cristo está vivo para nosotros en la Iglesia, en su enseñanza, en sus sacramentos, su vida de oración y de devoción, y en su disciplina: continúen impregnándose con el conocimiento de la fe y el conocimiento de Cristo, que está vivo para nosotros en la Iglesia


Estudien el Catecismo de la Iglesia Católica y otras expresiones de la enseñanza inmutable de la Iglesia, por ejemplo la exhortación apostólica Familiaris Consortio de San Juan Pablo II. Y luego continúen profundizando su participación en la sagrada liturgia y la vida de oración en casa y en una vida devota. 

Al mismo tiempo, esfuércense por conformar su vida más aún a las verdades de nuestra fe, siguiendo la enseñanza moral de la Iglesia y la enseñanza de la ley moral. Hoy, luego de la oración tras la comunión, rezamos en la Forma Ordinaria para que seamos antorchas que den la bienvenida a Cristo en nuestra oración y el testimonio de Su verdad, y eso es lo que debe preocuparnos. Y si hacemos esto estaremos animados y no nos dejaremos abatir por las grandes dificultades que estamos atravesando.

MJM: Su Eminencia, nací en 1966, soy básicamente un hijo del Concilio Vaticano Segundo, y pareciera que toda mi vida ha habido un patrón de disminución gradual de la sagrada tradición, reemplazándola con algo nuevo. Usted ya sabe, la comunión en la mano o las monaguillas, o las nulidades facilitadas, etcétera. El papa Francisco se describe a sí mismo como quien actúa en fidelidad al espíritu del Concilio Ecuménico Vaticano Segundo


Y me pregunto, si para usted no es un tema de preocupación, que lo que parece que estamos viendo ahora sea, de hecho, una especie de continuación de aquel espíritu del Vaticano II que tiene menos que ver con Francisco y más que ver con una orientación totalmente nueva de la Iglesia Católica.

Cardenal Burke: Esa es una preocupación legítima. Y cuando escucho este lenguaje—el ‘espíritu del Vaticano II’—enseguida me pongo en alerta porque no hay duda (ha quedado demostrado y puede demostrarse aún más) de que mucho de lo que sucedió en la Iglesia después del Concilio Vaticano Segundo, que invocó al Concilio Vaticano Segundo, no tenía nada que ver con lo que los padres conciliares enseñaron


Lo vimos en la devastación de la sagrada liturgia y también en otros aspectos

Así que creo que lo que debemos hacer es regresar a la enseñanza inmutable de la Iglesia tal como la expresó el Concilio Vaticano Segundo, pero en todos los concilios ecuménicos y en todas las enseñanzas auténticas de la Iglesia a lo largo de los siglos

Sólo cuando los católicos estén bien empapados en las enseñanzas de la fe, van a estar preparados para dar ese testimonio que hoy se necesita y también van a estar preparados para ser fuertes miembros de la Iglesia y para mantener fuerte a la Iglesia. 

Hoy sufrimos por décadas de mala catequesis, o una falta total de catequesis. Y eso está dando sus frutos. Pero tenemos las herramientas para enfrentarlo y debemos usarlas

Y veo muchos signos de gente que realmente quiere conocer su fe y profundizar su conocimiento de la fe. Y quieren que la sagrada liturgia sea lo que debe ser, un encuentro con el cielo y todo su esplendor. Estas personas están muy preocupadas por aprender cómo llevar una vida buena y moral.

MJM: Última pregunta, Eminencia, si pudiera decir algo que me ayude. Nosotros somos miembros de la prensa católica, y hay muchos miembros de la prensa católica que lo apoyan a usted y a los tres cardenales. Pero queremos ser parte de su solución. No queremos ser parte del problema. ¿Qué quiere que hagamos mientras se desenvuelve esta dramática situación de la dubia? En otras palabras, ¿qué es lo mejor que podemos hacer para ayudarlo en esta posición en la que se encuentra?

Cardenal Burke: Pienso que lo mejor que pueden hacer para ayudar, y muchos de ustedes ya lo han estado haciendo, es simplemente publicar la verdad, pero de manera serena, para mantener un respeto absoluto hacia la Iglesia en todos sus aspectos, incluyendo el oficio petrino, que es esencial para la vida de la Iglesia
Pero al mismo tiempo, decir claramente la verdad de manera amable

Y si lo hacen, como un número de ustedes han estado haciendo, serán de mucha ayuda. No queremos contribuir con la división, tomando un enfoque muy agresivo y frontal, que divida al pueblo y cause que la gente no comprenda lo que está sucediendo y se escandalice. Creo que si expresa las verdades de la fe de una manera serena y amable, ayudará a todos, incluyendo a quienes quizás aún no comprenden la dificultad en la que nos encontramos.

MJM: Su Eminencia, le agradezco realmente que se haya tomado el tiempo de responder a estas preguntas. Creo que no hace falta decir que rezamos todos por usted y estamos muy agradecidos por la posición que ha tomado. Y si hay algo, en algún momento, que podamos hacer para ayudarlo, por favor háganoslo saber. Y por favor, tenga por seguro que cuenta con nuestro apoyo y nuestras oraciones a medida que avanza.

Cardenal Burke: Muchas gracias. Sigan rezando por mí, les estoy muy agradecido por ello. Y he disfrutado mucho hablando con usted esta mañana.

(Traducido por Marilina Manteiga. Artículo original)