Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que procede de Dios (1 Cor 2, 12), el Espíritu de su Hijo, que Dios envió a nuestros corazones (Gal 4,6). Y por eso predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los gentiles, pero para los llamados, tanto judíos como griegos, es Cristo fuerza de Dios y sabiduría de Dios (1 Cor 1,23-24). De modo que si alguien os anuncia un evangelio distinto del que recibisteis, ¡sea anatema! (Gal 1,9).
Este video trata de la necesidad que tenemos los católicos de tener las ideas claras sobre nuestra fe para no dejarnos engañar. En concreto, el tema que aquí se toca es el hecho de que la Palabra de Dios no se puede retocar ni cambiar por el hombre, ni aun cuando éste se encuentra en la alta Jerarquía de la Iglesia. La fidelidad es siempre a Jesucristo y a su verdadera Iglesia, la Iglesia de dos mil años de historia. Y no la que ha ido apareciendo paulatinamente, a raíz del concilio vaticano II, que estuvo inficionado de modernismo, hasta el punto de que hay ciertos puntos de algunos documentos que son más que discutibles.
En lo que concierne a la indisolubilidad del matrimonio todos los católicos tenemos claro -o deberíamos de tenerlo- que es una nota esencial al mismo, por voluntad divina. Dios creo al ser humano. Y los creó varón y mujer. La doctrina católica sobre el matrimonio es clara: uno con una y para siempre, hasta que la muerte los separe; y abiertos a la vida. El que se casa con otra, adultera. Y lo mismo si una mujer se casa con otro hombre, adultera. Sólo el primer matrimonio es válido (excepto casos muy especiales, que deben de ser muy bien estudiados).
Decir que la mayoría de los matrimonios son nulos es un tremendo disparate que no obedece a la verdad. Y esto es así, independientemente de quien profiera tales afirmaciones. Como sabemos, en este caso concreto, y por desgracia, se trata de palabras pronunciadas por el papa Francisco ... ¡No dejan de ser meras opiniones y, desde luego, muy poco meditadas, por el grave daño que están haciendo!
Podemos ver cómo son todavía bastantes los prelados con las ideas claras a este respecto. Y roguemos a Dios porque siga habiéndolos. Éste es el vídeo, tomado de "Un café con Galat".
La semana pasada discutimos abundantemente sobre la liturgia católica y la ruina del rito romano causada por el Concilio Vaticano II. ¿Qué hacer? El espacio de maniobra es muy pequeño: sabemos quién es el Papa y sabemos, sobre todo, quiénes son los obispos.
Sin embargo, no hay que olvidar que el cardenal Sarah, máximo responsable del culto católico romano, recomendó hace unos meses a los sacerdotes que volvieran a celebrar la misa ad orientem.
"Al obispo no le gustará". Pues seguramente que no le va gustar, pero sí le gusta al cardenal Sarah y, más importante todavía, le gusta a Dios.
"Los fieles se escandalizarán". Si los fieles no se escandalizan de las cosas que ven y escuchan en las misas "normales", no puedo entender porqué deberían escandalizarse si el cura hace lo que la Iglesia hizo durante siglos.
Y, en todo caso, siempre tienen la posibilidad de una catequesis previa.
En definitiva, queridos curas, frailes y monjes, anímense. No tengan miedo. Nosotros, sus fieles laicos, se lo estamos suplicando. ¡Al menos algún consuelo en esta tierra agostada!
The Wanderer
NOTA: Este video ya lo había sacado en este blog, tomado de Adelante la fe, de fecha 29 de septiembre; de modo que he procedido a borrar dicha entrada. Y sustituirla por ésta.
Por sorpresa, y en un cambio de última hora, el Papa Francisco sustituirá al Cardenal Sarah en su ya anunciada intervención -iba a dar el discurso inaugural- en la ceremonia de apertura del nuevo año académico 2016/2017, del Pontificio Instituto Juan Pablo II para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia, en Roma (Italia). Así daba la noticia LSN el pasado martes, 11 de octubre.
El Papa reemplazará al cardenal Sarah en el discurso de inauguración del Instituto Juan Pablo II
ROMA, 11 de octubre, 2016 (LifeSiteNews) – El Papa Francisco sustituirá personalmente el cardenal Robert Sarah en la inauguración del año académico en el Instituto Juan Pablo II para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia en Roma, en un cambio de última hora.
Según informa National Catholic Register, el Papa Francisco asistirá, inesperadamente, a la apertura del año académico 2016/17, el 27 de octubre, en lugar del Card. Robert Sarah, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos, que había sido elegido originalmente por el Instituto para dar la "Lectio Magistralis".
Esta noticia llega tras los recientes nombramientos del nuevo Gran Canciller y Presidente del Instituto, el arzobispo Vincenzo Paglia, que también es el nuevo Presidente de la Pontificia Academia para la Vida. Su nombramiento es considerado controvertido. El nuevo presidente será el sacerdote milanés Mons. Pierangeli Sequeri.
El Instituto Juan Pablo II jugó un importante papel en la preparación y durante las conclusiones del reciente Sínodo de los Obispos sobre la familia. Siempre ha tratado de conservar el legado de Juan Pablo II de posicionarse de forma clara sobre cuestiones morales, como la cuestión del acceso a la Comunión de los divorciados católicos "re-casados". A pesar de su clara autoridad en el tema objeto de debate en el Sínodo, ninguno de sus catedráticos fueron invitados como consultores para el primer Sínodo Extraordinario de la Familia de 2014.
El Cardenal Robert Sarah ha sido noticia recientemente por su poder de convocatoria [por atraer a una multitud de personas] durante la presentación de su último libro"La fuerza del silencio", en el Instituto Francés de Roma.
A principios de este año, el Cardenal Sarah hizo un llamamiento mediático para que los sacerdotes celebren la Misa orientados hacia el este, como la Iglesia ha hecho tradicionalmente, tras el cual fue silenciado por el Vaticano. [Véase también aquí]
Otros roces se hicieron evidentes en febrero, cuando el Vaticano anunció que las mujeres podían ser elegidas para la ceremonia del lavatorio de los pies del Jueves Santo. Este decreto fue publicado por el propio Francisco -no por la Congregación responsable de la Liturgia, que encabeza Sarah- y rápidamente el Cardenal Sarah reaccionó con unas declaraciones públicas aclarando que la participación de las mujeres que aparece en el decreto no era obligatoria.
Ya el mismo título del nuevo libro del Cardenal Sarah parece ser una exposición que puede ser leída como un desafío al estilo general de gobernar la Iglesia por parte del Papa Francisco.
La noticia de Francisco relevando al Cardenal Sarah podría ser interpretada como un mazazo al cardenal de Guinea para silenciarle en la esfera pública. Por otra parte, la presencia del Papa podría explicarse simplemente como el reconocimiento del 35º aniversario del Instituto, que se celebra el 22 de noviembre.
La preocupación general ha surgido igualmente con el nuevo nombramiento del presidente del Instituto, Mons. Pierangelo Sequeri. Sequeri fue consultor tanto en el Sínodo Extraordinario de los Obispos, como en el Ordinario, y participó en los grupos de trabajo que ayudaron a redactar Amoris Laetitia. Parece que la aplicación de tales documentos formaría parte del ámbito de sus competencias. Sin embargo, sólo el tiempo y los nuevos acontecimientos en el Instituto dirán si los nombramientos se corresponden con su misión.
ROMA, 14 de octubre de 2016 – El papa Francisco dijo claramente desde los primeros lineamientos de "Amoris laetitia"que "en la Iglesia es necesaria una unidad de doctrina y de praxis, pero ello no impide que subsistan diferentes maneras de interpretar algunos aspectos de la doctrina o algunas consecuencias que se derivan de ella".
En consecuencia, "en cada país o región se pueden buscar soluciones más inculturadas, atentas a las tradiciones y a los desafíos locales".
En efecto, esto es precisamente lo que sucede, a la vista de todos. En cada región, diócesis o parroquia cada uno aplica "Amoris laetitia" como le parece.
- Por ejemplo en Roma, en la diócesis del Papa, el cardenal vicario Agostino Vallini ha establecido – con la aprobación de su superior directo – que los divorciados que se han vuelto a casar pueden recibir la comunión, autorizados por el confesor, aunque no vivan "en continencia", es decir, como hermano y hermana, "si esta opción es difícil de practicar para la estabilidad de la pareja": > Buenos Aires y Roma. Para Francisco son las diócesis modelo
- Pero por el contrario, en Florencia no es así. El sábado 8 de octubre el cardenal Ennio Antonelli, ex presidente del Pontificio Consejo para la Familia y estimado especialista en la materia, dictó a los sacerdotes de la diócesis – en total acuerdo con el arzobispo del lugar, el cardenal Giuseppe Betori – los lineamientos para la interpretación y la aplicación de "Amoris laetitia" que están en perfecta continuidad con el magisterio perenne de la Iglesia, y en consecuencia no permiten la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar y que viven "more uxorio" [como esposo y esposa], salvo en un caso muy particular ya previsto por la teología moral clásica, es decir, el "difícil caso en el que se encontrara la falta temporaria de un claro propósito respecto a la continencia sexual".
Cómo se afronta y resuelve esta aparente excepción se lo verá en los lineamientos trazados por el cardenal, a los que se remite en líneas abajo, mediante el link correspondiente.
Pero antes hay que señalar que esta interpretación de "Amoris laetitia" Antonelli la propuso el jueves 13 de octubre también a los sacerdotes de la diócesis de Trieste. Y otro tanto hará en otras diócesis, en las próximas semanas.
No es la primera vez que el cardenal Antonelli toma posición públicamente sobre la crucial cuestión de la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar.
Lo ha hecho en el intervalo entre la primera y la segunda sesión del sínodo sobre la familia, a las que el papa Francisco se cuidó muy bien de invitarlo:
En esa intervención suya a comienzos del verano, el cardenal Antonelli se declaró "a la espera de deseables indicaciones autorizadas"que aclararan los puntos oscuros de "Amoris laetitia", en primer lugar sobre el punto crucial de la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar.
Pero su espera y la de muchos no ha sido satisfecha, a pesar de los análogos pedidos hechos al Papa por numerosos obispos y cardenales de cada continente.
Esta ausencia de respuestas ha reforzado la convicción que los pasajes oscuros de "Amoris laetitia" son fruto de una voluntad deliberada de Francisco, y que él quiere que lo sigan siendo.
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También en esta nueva guía para la lectura de "Amoris laetitia" [Instrucciones para los confesores, en el surco de la tradición católica] el cardenal Antonelli resalta la oscuridad de algunos pasajes.
Por ejemplo, allí donde lamenta que "lamentablemente 'Amoris laetitia' calla sobre las normas generales negativas", aquéllas que prohíben "en toda situación, sin excepción alguna", actos "desordenados en sí mismos, por su mismo contenido, entre ellos también las uniones de los divorciados que se han vuelto a casar y de otras parejas que conviven, […] como enseña con mucha autoridad, en el surco de la tradición católica, la encíclica 'Veritatis splendor' de san Juan Pablo II". Este silencio – comenta el cardenal – "puede facilitar la errada interpretación según la cual en ciertos casos estas uniones serían objetivamente lícitas, como un bien análogo al matrimonio, aunque incompleto".
El texto íntegro de estos lineamientos está alojado en cinco idiomas en la página web del Pontificium Consilium pro Familia, a disposición de todo aquél que lo quiera utilizar, en todo el mundo:
Haciendo clic en el color rojo, se puede leer en español. Los puntos cuarto y quinto de la exposición son los que más concentrados están en la cuestión de la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar.
Un año después del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús, Virgen y Doctora de la Iglesia, a cuya celebración el Papa Francisco se negó a asistir, con la peregrina excusa de que "no quería influir" en la Elecciones que se celebraban en España (¿?), y tan solo un par de días después de que éste recibiera en el Vaticano a un numeroso grupo de luteranos en el Aula Pablo VI, con el consiguiente revuelo y escándalo producido por la presencia de una escultura del heresiarca Martín Lutero durante el acto, como demuestran las fotografías publicadas ayer (ver aquí), nada más apropiado, en el día de su fiesta, que leer lo que la Santa castellana, y hoy políticamente incorrecta Doctora de la Iglesia, escribió sobre los luteranos:
CAPÍTULO 1 - DE LA CAUSA QUE ME MOVIÓ A HACER CON TANTA ESTRECHURA ESTE MONASTERIO
2. En este tiempo vinieron a mi noticia los daños de Francia y el estrago que habían hecho estos luteranos y cuánto iba en crecimiento esta desventurada secta(1). Dióme gran fatiga, y como si yo pudiera algo o fuera algo, lloraba con el Señor y le suplicaba remediase tanto mal. Parecíame que mil vidas pusiera yo para remedio de un alma de las muchas que allí se perdían. Y como me vi mujer y ruin e imposibilitada de aprovechar en lo que yo quisiera en el ser servicio del Señor, y toda mi ansia era, y aún es, que pues tiene tantos enemigos y tan pocos amigos, que ésos fuesen buenos, determiné a hacer eso poquito que era en mí, que es seguir los consejos evangélicos con toda la perfección que yo pudiese y procurar que estas poquitas que están aquí hiciesen lo mismo, confiada en la gran bondad de Dios, que nunca falta de ayudar a quien por él se determina a dejarlo todo; y que siendo tales cuales yo las pintaba en mis deseos, entre sus virtudes no tendrían fuerza mis faltas, y podría yo contentar en algo al Señor, y que todas ocupadas en oración por los que son defendedores de la Iglesia y predicadores y letrados que la defienden, ayudásemos en lo que pudiésemos a este Señor mío, que tan apretado le traen(2)a los que ha hecho tanto bien, que parece le querrían tornar ahora ala cruz estos traidores y que no tuviese adonde reclinar la cabeza.
3. ¡Oh Redentor mío, que no puede mi corazón llegar aquí sin fatigarse mucho! ¿Qué es esto ahora de los cristianos? ¿Siempre han de ser los que más os deben los que os fatiguen? ¿A los que mejores obras hacéis, a los que escogéis para vuestros amigos, entre los que andáis y os comunicáis por los sacramentos? ¿No están hartos de los tormentos que por ellos habéis pasado?
4. Por cierto, Señor mío, no hace nada quien ahora se aparta del mundo. Pues a Vos os tienen tan poco ley, ¿qué esperamos nosotros? ¿Por ventura merecemos nosotros mejor nos la tengan? ¿por ventura hémosles hecho mejores obras para que nos guarden amistad? ¿qué es esto? ¿qué esperamos yo los que por la bondad del Señor estamos sin aquella roña pestilencial, que ya aquéllos son del demonio? Buen castigo han ganado por sus manos y bien han granjeado con sus deleites fuego eterno. ¡Allá se lo hayan!, aunque no me deja de quebrar el corazón ver tantas almas como se pierden. Mas del mal no tanto: querría no ver perder más cada día.
5. ¡Oh hermanas mías en Cristo! ayudadme a suplicar esto al Señor, que para eso os juntó aquí; éste es vuestro llamamiento, éstos han de ser vuestros negocios, éstos han de ser vuestros deseos, aquí vuestras lágrimas, éstas vuestras peticiones; no, hermanas mías, por negocios del mundo; que yo me río y aun me congojo de las cosas que aquí nos vienen a encargar supliquemos a Dios, de pedir a Su Majestad rentas y dineros, y algunas personas que querría yo suplicasen a Dios los repisasen todos. Ellos buena intención tienen y, en fin, se hace por ver su devoción, aunque tengo para mí que en estas cosas nunca me oye. Estáse ardiendo el mundo, quieren tornar a sentenciar a Cristo, como dicen, pues le levantan mil testimonios, quieren poner su Iglesia por el suelo, ¿y hemos de gastar tiempo en cosas que por ventura, si Dios se las diese, tendríamos un alma menos en el cielo? No, hermanas mías, no es tiempo de tratar con Dios negocios de poca importancia.
6. Por cierto que, si no mirase a la flaqueza humana, que se consuela que las ayuden en todo (y) es bien si fuésemos algo, que holgaría se entendiese no son éstas las cosas que se han de suplicar a Dios con tanto cuidado.
CAPÍTULO 3 - PROSIGUE LO QUE EN EL PRIMERO COMENCÉ A TRATAR, Y PERSUADE A LAS HERMANAS A QUE SE OCUPEN SIEMPRE EN SUPLICAR A DIOS FAVOREZCA A LOS QUE TRABAJAN POR LA IGLESIA
1. Tornando a lo principal(3) para lo que el Señor nos juntó en esta casa y por lo que yo mucho deseo seamos algo para que contentemos a Su Majestad, digo que viendo tan grandes males que fuerzas humanas no bastan a atajar este fuego de estos herejes, con que(4)se ha pretendido hacer gente para si pudieran a fuerza de armas remediar tan gran mal y que va tan adelante, hame parecido es menester como cuando los enemigos en tiempo de guerra han corrido toda la tierra, y viéndose el Señor de ella apretado se recoge a una ciudad, que hace muy bien fortalecer, y desde allí acaece algunas veces dar en los contrarios y ser tales los que están en la ciudad, como es gente escogida, que pueden más ellos a solas que con muchos soldados, si eran cobardes, pudieron, y muchas veces se gana de esta manera victoria; al menos, aunque no se gane, no los vencen; porque, como no haya traidor, si no es por hambre, no los pueden ganar. Acá esta hambre no la puede haber que baste a que se rindan; a morir sí, mas no a quedar vencidos.
2. Mas ¿para qué he dicho esto? Para que entendáis, hermanas mías, que lo que hemos de pedir a Dios es que en este castillito que hay ya de buenos cristianos no se nos vaya ya ninguno con los contrarios, y a los capitanes de este castillo o ciudad, los haga muy aventajados en el camino del Señor, que son los predicadores y teólogos; y pues los más están en las religiones, que vayan muy adelante en su perfección y llamamiento, que es muy necesario; que ya, como tengo dicho(5), nos ha de valer el brazo eclesiástico y no el seglar. Y pues para lo uno ni lo otro no valemos nada para ayudar a nuestro Rey, procuremos ser tales que valgan nuestras oraciones para ayudar a estos siervos de Dios, que con tanto trabajo se han fortalecido con letras y buena vida y trabajado para ayudar ahora al Señor.
NOTAS:
(1) Al margen escribió el mismo censor (cf. Pról. n. 1 nota 2): "El intento que le motivó a escribir vida tan estrecha".
(2) Completar: tan apretado le traen aquellos a los que... Sigue una alusión a Lc 9, 58.
(3) "Torna" al c. q, n. 2 s: tema misionero de Francia y los protestantes.
(4) Con que: equivale a aunque (en la 1ª redacción había escrito aunque). Un corrector tachó toda la frase ("con que... gran mal") en el autógrafo.
Escribo aquí un fragmento de un artículo de Froilán Aulé, [habría que leerlo completo] que es un complemento o addenda de otro artículo que ya escribió anteriormente titulado “La Debacle actual en la Iglesia y sus antecedentes”. Ambos son dignos de ser leídos y meditados, pues nos pueden servir de bastante ayuda con relación al desconcierto que el papa Francisco está produciendo en la Iglesia.
[He cambiado, a veces, el orden o la gramática de ciertas expresiones, con vistas a una mayor claridad, sin alterar para nada el contenido; me permito hacerlo así porque, al fin y al cabo, el artículo que leemos es una traducción; y ya se sabe lo que ocurre, a veces, cuando se traduce algo. No obstante, en este caso concreto no tiene mayor trascendencia]
No vale la pena adentrarse en el tema de los escándalos de la Iglesia ni tampoco de los escándalos de Lutero sino ir al punto más inquietante, que consiste en afirmar que Lutero tenía razón sobre el tema de la justificación, lo que conlleva a borrar de un golpe todas las enseñanzas de la Iglesia acerca del libre albedrío y de la necesidad de las obras; y se cancela la condena del Concilio de Trento.
Para Lutero la justificación viene por la sola fe en Jesucristo, prescindiendo de las obras y de la cooperación del pecador con la gracia. Extraño que ¡justamente Bergoglio! pueda decir que Lutero tenía razón en ese punto. Extraño porque tantas veces le gusta recordar el pasaje de Mateo 25, en el que el Señor, viniendo en su gloria, juzgará a unos y otros conforme a sus obras (Cf. Mt 25: 31s). Lutero -recordemos- negaba, además, el Magisterio (Sola Scriptura y libre examen de las Escrituras), el sacerdocio ministerial y sostenía que la salvación viene por la sola fe. En consecuencia niega los sacramentos, excepto el bautismo.
La sospecha, más que fundada, con tanto elogio y festejo (¡!!) por los 500 años del cisma, es que el próximo ataque será a la Eucaristía. No hay dudas que mucho se “avanzó”, porque ya bien desacralizada está con la comunión de pie y en la mano, al mejor estilo protestante, y la liturgia.
La liturgia implica todo: la celebración en sí “versus populum” (fundamentada por una eclesiología horizontalista), la exaltación de la Cena –y no precisamente como Banquete Sacro- y el oscurecimiento, e incluso negación, de la necesaria y fundamental dimensión sacrificial negándole, por lo tanto, a la santa Misa su valor redentor.
¿Qué pasará, qué dirá Bergoglio en Suecia a fin de octubre? Falta poco para saberlo aunque el ataque final a la Eucaristía podrá venir envuelto, a su mejor estilo, en ambigüedades y palabras anodinas. Permanezcamos vigilantes.
¿Qué hacer ante esta trágica situación en la que se encuentra nuestra Iglesia?Pues confiar en que el Señor conduce y protege a su Iglesia, poniendo todo en manos de la Santísima Virgen. La purificación es necesaria, pero el triunfo del Corazón Inmaculado está a las puertas.
Mientras tanto nos toca alertar, denunciar el error y la impostura, permanecer vigilantes e informados, perosobre todo rezar, adorar, hacer penitencia y reparar, permaneciendo siempre fieles a Cristo y a su verdadera Iglesia, bajo la guía de su Madre, la Virgen María.
Froilán Aulé
7 de octubre de 2016
NOTA: No es verdad que sea más lo que nos une a los católicos sea más que lo que nos separa, según afirma Francisco. Ni tampoco es verdad que estemos de acuerdo acerca de la justificación como se le oye decir en este video que es una entrada del blog.
Ayer, jueves 13 de octubre, coincidiendo
con el 99º aniversario de la última aparición de la Santísima Virgen
María en Fátima (Portugal), día en el que se produjo el "milagro del sol", el Papa Francisco recibió a un numeroso grupo de luteranos en el
Aula Pablo VI del Vaticano donde, para la ocasión, se colocó una
escultura del agustino apóstata y heresiarca Martín Lutero, causante del
mayor cisma de la Iglesia acaecido en el segundo milenio, como muestran
las imágenes.
Hay quien no ha tardado en recordar la amenaza lanzada en
su día por Lutero: PESTIS ERAM VIVVS MORIENS ERO MORS TVA PAPA (En vida fui tu castigo, muerto seré tu muerte, Papa).
¿Era necesario colocar dicha escultura? ¿Es para que los católicos nos
vayamos acostumbrando a lo que nos espera durante el próximo año?
Sin
más comentarios por mi parte, pues se comenta sola, así da la noticiaRadio Vaticano (la negrita pertenece al texto original de RV):
Católicos y luteranos aunados por la misericordia de Dios, que tanto anhela el mundo, alentó el Papa
El Papa Francisco recibió en el Aula Pablo VI a los participantes en una
peregrinación ecuménica luterana provenientes de Alemania - RV
13/10/2016 12:16
Prosigamos confiados nuestro camino ecuménico: ¡lo que nos une es mucho más de lo que nos divide!
Testimoniemos juntos la misericordia de Dios en el mundo de hoy, que tanto la necesita
(RV).- Fue la exhortación del Papa Francisco, al recibir a un numeroso
grupo de peregrinos luteranos de la región alemana de Anhalt. Pocos días
antes de su viaje - el 31 de octubre y el 1º de noviembre - a Suecia,
en el marco de la conmemoración del comienzo de la reforma de Lutero,
en Lund y en Malmö, el Obispo de Roma, con su cordial bienvenida, invitó
a la acción de gracias a Dios por el camino ecuménico que hemos
recorrido juntos:
«Demos gracias a Dios porque hoy, luteranos y católicos estamos caminando en la senda que va del conflicto a la comunión.
Ya recorrimos juntos un importante trecho de camino. A lo largo de
nuestro caminar tenemos sentimientos contrastantes: dolor por la
división que aún existe entre nosotros, pero también alegría por la
fraternidad reencontrada. Vuestra presencia tan numerosa y entusiasmada
es un signo evidente de esta fraternidad y nos llena de esperanza que
pueda seguir creciendo en la comprensión recíproca».
Luego, el Papa subrayó la celebración ecuménica en tierra sueca,
reiterando la importancia de recordar el pasado, mirando al futuro
aunados en el servicio a los más necesitados, para hacer visible la
misericordia de Dios con el testimonio cristiano:
«A finales de este mes, si Dios quiere, iré a Lund, Suecia, y junto con la Federación Luterana Mundial haremos memoria,
después de cinco siglos, del inicio de la reforma de Lutero y
agradeceremos al Señor por los cincuenta años de diálogo oficial entre
luteranos y católicos. Parte esencial de esta conmemoración será dirigir
nuestra mirada hacia el futuro, en vista de un testimonio cristiano
común en el mundo de hoy, que tiene tanta sed de Dios y de su
misericordia. El testimonio que el mundo espera de nosotros es sobre
todo el de hacer visible la misericordia que Dios tiene para con
nosotros, a través del servicio a los más pobres, a los enfermos, a
los que han abandonado su tierra para buscar un futuro mejor para sí
mismos y para sus seres queridos. Poniéndonos al servicio de los más necesitados experimentamos que ya estamos unidos: es la misericordia la que nos une».
El Papa alentó asimismo el camino ecuménico de los jóvenes,
afianzados en el Evangelio de Jesús, para anunciar la paz y la
reconciliación:
«Queridos jóvenes, los aliento a ser testimonios de misericordia.
Mientras los teólogos llevan adelante el diálogo en el campo doctrinal,
ustedes sigan buscando con insistencia ocasiones para encontrarse,
conocerse mejor, rezar juntos y ofrecer su ayuda los unos a los otros y a
todos los que están en la necesidad. Así, libres de todo prejuicio y
confiando sólo en el Evangelio de Jesucristo, que anuncia la paz y la
reconciliación, serán verdaderos protagonistas de una nueva estación de
este camino, que con la ayuda de Dios, conducirá a la comunión plena. Yo
les aseguro mi oración y ustedes, por favor, recen por mí, que lo
necesito tanto ¡Gracias!»
El diario romano Il Tempo publicó el pasado 8 de octubre el resultado de una extensa investigación sobre la difusión de la pedofilia en el clero italiano, triste fenómeno que hasta el momento ha resultado en la condena de 130 sacerdotes y el procesamiento de otro centenar. Según ha declarado el P. Nicola Bux en una entrevista al mismo periódico, para erradicar el problema «sería preciso tener el valor de reconocer que la pedofilia está ligada a la homosexualidad. Todos lo niegan, pero los estudios y los expertos afirman que efectivamente es así». Reproducimos el editorial de Roberto de Mattei publicado en Il Tempo con el título de Crisis moral y doctrinal.
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La difusión de la pedofilia en el clero es una más de las numerosas manifestaciones de la profunda crisis moral que se ha desatado en las últimas décadas en el interior de la Iglesia. Benedicto XVI, que durante el Vía Crucis de 2005 denunció la «suciedad en la Iglesia», se manifestó en numerosas ocasiones –entre ellas la Carta pastoral a los católicos de Irlanda del 19 de marzo de 2010– a favor de responder siempre con el máximo rigor a los abusos del clero, y puso de relieve la urgencia de una reforma moral de la Iglesia.
A veces, sin embargo, la pedofilia es instrumentalizada para descalificar al clero en conjunto y proponer la abolición del celibato como solución al problema. En realidad, la pedofilia no afecta sino a una parte mínima del clero, y la existencia de sacerdotes pedófilos no debe llevarnos a olvidar que también hay sacerdotes injustamente acusados, como el P. Giorgio Govoni, párroco de una localidad al norte de la provincia de Módena, acusado a fines de los años noventa por un asistente social de dirigir un grupo de satanistas pedófilos. El Tribunal de Casación confirmó en 2002 la sentencia del Tribunal de Apelación de Bolonia, según la cual el sacerdote había sido objeto de calumnias. Mientras tanto, el P. Govoni, destrozado por la vergüenza, falleció de un infarto el 19 de mayo de 2000 en el bufete de su abogado.
Por otra parte, según el sociólogo Philip Jenkins, uno de los principales estudiosos de la pedofilia entre el clero, la proporción de sacerdotes condenados por abusos a menores varía dependiendo de las zonas geográficas entre el 0,2% y el 1,7% del total, mientras que entre los pastores protestantes oscila entre el 2 y el 3%. En los Estados Unidos en particular, la cantidad de pedófilos oscila entre dos y diez veces más entre los ministros protestantes con respecto a los sacerdotes católicos.
La estadística es importante, porque teniendo en cuenta que los pastores protestantes se casan, queda demostrado que el problema no está vinculado en modo alguno al celibato sacerdotal. En otro estudio, realizado por el John Jay College of Criminal Justice de la City University de Nueva York, y citado por el sociólogo Massimo Introvigne, se pone de manifiesto que más del 80% de los sacerdotes imputados por pedofilia resultan tener orientación homosexual.
Lo cual, si no deja sentada la equivalencia entre homosexualidad y pedofilia, confirma que la solución al problema no consiste en que los curas se casen. Se dice también que en el interior de la Iglesia Católica se ha difundido una cultura relativista y hedonista y que existen hoy en día seminarios, colegios e institutos religiosos en los que la homosexualidad, o al menos las tendencias homosexuales, se consideran irrelevantes desde el punto de vista moral y se toleran sin mayor problema.
Ahora bien, la homosexualidad, que a diferencia de la pedofilia no constituye delito, no deja de ser un pecado grave para la Iglesia Católica, y su difusión entre el clero debería haber suscitado una alarma en la jerarquía que hasta ahora no se ha dado.
El verdadero problema está en que la crisis moral de la Iglesia está aparejada con una crisis doctrinal. En vez de convertir al mundo a la ley del Evangelio, parece que la Iglesia quisiera adaptar el Evangelio a las exigencias del mundo. Es lo que parece indicar la exhortación Amoris laetitia del papa Francisco, cuyo equívoco de fondo consiste precisamente en que engañar haciendo pensar que si se acogen con misericordia las tendencias amorales de la cultura contemporánea será la sociedad y no la Iglesia quien renuncie a su propia identidad.
Un buen artículo sobre este tema del ecumenismo imposible se puede leer en 1P5 (One Peter Five, 1 Pet 5, 8) cuyo título es: En el quinto centenario de la Reforma Protestante, el Vaticano acelera el ecumenismo . Está en inglés, pero la misma página se traduce sola al enlazar. La traducción no es perfecta, pero da una idea bastante buena sobre el contenido del mismo.
De todos modos se puede leer en las noticias de prensa del Vaticano. Pinchar aquí
Añado otro video del papa Francisco, de 15 de Noviembre de 2015, relacionado con el mismo asunto: Su título es Pope Francis׃ ¿Communion for Lutherans? (Tomado de Catholic News Service). Está subtitulado en inglés pero se entiende bastante bien:
La ideología de género sigue gangrenando España, como caballo de Atila desbocado, devastando el fértil erial de la civilización cristiana. Su perverso ideario se fomenta desde un Estado liberal, apóstata de la moral católica. La Iglesia, por su parte, por miedo a incomodar demasiado al establishment no denuncia estos hechos con la contundencia que debiera, resignándose ante las inicuas “libertades” que imponen los nuevos tiempos.
Recientemente, comunidades como Vascongadas, han empezado a fomentar la transexualidad en los colegios, imponiéndola en el sistema educativo y difundiendo a gran escala “material didáctico” para adoctrinar a los niños. La noticia provocó tímidas reacciones de protesta, que pronto se desploman en el saco roto de la ineficacia. La dictadura del relativismo sigue imponiendo desde el poder una “educación” paganizante y anticristiana, con la complicidad de la mayoría de los medios de comunicación.
D. JAVIER BARRAYCOA, profesor de Sociología de la Universidad Abat Oliba de Barcelona, analiza el fenómeno y las consecuencias de la incursión de esta ideología en el sistema educativo español.
Como sociólogo, ¿cómo valora las nuevas aberraciones de la ideología de género como fomentar la transexualidad en los colegios?
Muestra la profunda contradicción en la que vive nuestra sociedad. Por un lado los niños son considerados los seres más preciados a los que se les protege con todo tipo de derechos, siempre y cuando ya estén fuera del útero materno claro. Mientras que la ley obliga a digitalizar las fotos de los niños para proteger su intimidad, la publicidad los convierte en reclamos vergonzantes, para conmover la afectividad de los consumidores. Por eso no es de extrañar que una sociedad que se escandaliza con la pedofilia, quiera consagrar como un acto democrático y de libertad la incitación a la transexualidad. No es lo mismo, argumentarán alguno, pero en el fondo sí lo es.
¿Dónde ponemos los límites de edad en las responsabilidades? ¿Cuándo un adolescente puede consentir en relaciones sexuales y cuándo en cambiarse de sexo? Si analizamos en profundidad el tema, tenemos dos lecturas: una más humana y sociológica y otra más espiritual o teológica. Y las dos están comunicadas. La educación en la transexualidad (o mejor dicho incitación) en las escuelas, se fundamenta en la siempre despreciable tesis rousoniana de que el niño es puro y libre y que los adultos los corrompen.
Esta tesis ha subsistido en la ideología revolucionaria hasta Pol Pot, donde los Khemeres Rojos dejaban que los niños decidieran a quién había que ejecutar, pues su conciencia era más pura y revolucionaria. Lo divertido-triste del caso, es que son adultos los que enseñan a los niños que no hay que obedecer a los adultos. En el fondo es un ataque directo contra el derecho de los padres a la educación de sus hijos y el intento de arrebatarles su legítima autoridad.
La segunda dimensión, la teológica, es que la transexualidad y otros aspectos de la ideología de género, esconden las tesis de la vieja gnosis, esto es, la negativa a aceptar la naturaleza como un don de Dios gratuito y en una forma determinada: seas hombre o mujer, más o menos listo o habilidoso. La gnosis aborrecía al Dios creador, porque las determinaciones de nuestra creación, parecían mermar nuestra “libertad”. De ahí que la transexualidad no sea un acto de libertad, es una rebelión ante lo que somos y como somos. En el fondo es el rechazo del don que Dios nos ha dispuesto según su voluntad. Por tanto también es un acto de rebeldía.
¿Quién está detrás y cómo hacer frente a este poderoso lobby?
No sólo estamos ante un lobby realmente poderoso como es el lobby gay. Me atrevería a decir que -aunque cuenta con muchos recursos y ocupa lugares muy privilegiados a altos niveles políticos- ese no es el tema. De hecho, la reivindicación homosexualista de los años 70, tenía un carácter de transgresión, de segunda vida, la emoción de ser perseguidos. Cualquier homosexual serio de los años 70, como se quejó el propio Michael Foucalt, vería como un absurdo la reivindicación del matrimonio gay. Precisamente todos los gay de los 70, al igual que los hippies estaban contra el matrimonio. No querían adoptar, ni visibilizarse, ni normalizarse. Eso sí que era una “pose” alternativa.
La transformación de la estrategia y discurso gay, llegando a negar lo que afirmaban (antes se defendía que era genético, ahora que es una decisión personal), se debe a otro tipo de grupos que tienen una cosmovisión más amplia. En el fondo la homosexualidad poco les importa, lo que desean es una transformación social propia de una gran diseño de ingeniería social. Ya se está cumpliendo lo que pronosticaron: “sexo sin reproducción, y reproducción sin sexo”.
Este modelo como ideal, profundamente antihumano, nos retrotrae a la gnosis. Por tanto estamos ante fenómenos sólo explicables por la perduración de ideas pseudorreligiosas anticristianas que han perdurado en el tiempo y han influido en la masonería y otros niveles de poder que superan con mucho al lobby gay. Recuerda mucho a lo que pasó en los primeros años de la revolución rusa. Los bolcheviques consiguieron el apoyo de toda una generación de poetas homosexuales. Pero una vez los utilizaron, luego los depuraron a todos.
¿Hay miedo a enfrentarse a ellos, especialmente si las leyes les amparan?
Primero tenemos que acostumbrarnos a empezar a asumir aquella sentencia de San Agustín: “una ley injusta, no es ley”. No les ampara ninguna ley de verdad, sin la fuerza coercitiva del Estado, que a su vez se somete a las directrices que imponen unas comisiones que nadie ha votado democráticamente. Los estados y los centros de poder económico, destinan cantidades ingentes de dinero a subvencionar grupos que “presionen” a las propias instituciones para que impongan estas directrices. A esto algunos lo llaman democracia.
A mí lo que más me preocupa es la esquizofrenia de una parte de la intelectualidad occidental. Es imposible mantener una discusión seria, académica, filosófica, antropológica o psicológica sobre la homosexualidad, pues solo plantearlo ya eres una especie de “genocida en potencia”. En cambio, cuando hemos visto cómo los yihadistas ejecutan homosexuales lanzándolos desde lo alto de edificios, no hay forma de que lo saquen en un telediario o lo denuncien ciertos intelectuales. ¿A qué jugamos pues?
En el fondo poco les importan los homosexuales, pues sino, pondrían el grito en el cielo. La falsa defensa de la homosexualidad esconde un ataque a las entrañas de una civilización que desprecian. Esta es la dimensión desde la que debemos contemplar el problema: “Hay que matar al padre (o en este caso la madre)”, diría Freud, que es la civilización que nos ha engendrado.
Ninguna sociedad puede sobrevivir con un alto nivel de contradicciones. Y la nuestra está llegando al límite de las mismas. Se aplaude, regula y anima a que los heterosexuales se transformen en homosexuales. Pero cuando un homosexual sufre y quiere libremente ayuda para reconciliarse con su heterosexualidad, entonces esto es casi un delito. Si se es libre para hacer un camino, se supone que podemos ser libres para deshacerlo.
¿Hasta que punto es grave esta reivindicación de la transexualidad y un paso más en la corrupción de la juventud?
Ahora es la transexualidad, pero volvemos a lo mismo, ese no es el problema. El problema es querer vivir una existencia sin más límites que mi propia voluntad. Los catálogos de parafilias en psicología superan más de 200 tipificaciones.
Si está permitida la transexualidad por qué debemos considerar una patología que a alguien le guste que se le orinen encima, o que intente tener relaciones sexuales con árboles (dentrofilia). ¿Dónde ponemos el límite? Ya no lo hay. Aparecen asociaciones que defienden la legalización del poliamor (un eufemismo de poligamia), otras quieren la aprobación del incesto. En Alemania hay una potentísima asociación que quiere legalizar el animalismo. Dicen que así se lograría que los animales no sufrieran cuando se tuvieran relaciones con ellos, ¿para qué seguir?….Qué la juventud es más corruptible que la adultez ya lo decía Aristóteles, pues el joven aún no ha pasado por las arideces de la vida que forjan el carácter. Siempre me acuerdo de la tremenda frase del Evangelio: “Hay de quien escandalizare a estos pequeñuelos…”.
¿Se darán cada vez más casos de transexualidad si nos lo presentan como normal en los sistemas educativos, los medios de comunicación…?
Sí claro. Cualquier norma que emana de un poder, constituye “normalidad”, aunque sea contra la naturaleza. Para entenderlo sociológicamente, podemos decir que hay una especie de ley que siempre se cumple: lo que se presenta como una educación para la salud y la higiene de los jóvenes (desde el estado revolucionario), acaba destruyendo a la juventud. La promoción de la educación sexual y anticonceptiva, se justificó diciendo que así habría menos abortos.
Pero sabemos que cuánta más educación sexual y anticonceptiva hay, las estadísticas del aborto van aumentando. Es curioso que la educación en la transexualidad no provoque la reafirmación en la propia naturaleza sexual, sino que siembra dudas e inestabilidades en la formación de la identidad y por eso causa más transexualidad. Además los ejecutores de estas políticas -y esto es lo más sorprendente- se han encontrado con el beneplácito de los padres que lo “único que quieren es que sus hijos sean felices”. Los sociólogos lo llamamos la “dictadura de la felicidad” que puede llegar a justificar cualquier cosa.
¿Está habiendo la reacción debida por parte de asociaciones de padres, de la Iglesia etc o nos vamos acostumbrando a estas imposiciones?
Por desgracia, ya nos hemos acostumbrado a todo. Hace tiempo se podía constatar cómo padres católicos sufrían muchísimo si sus hijos se divorciaban o se amancebaban. Hoy padres creyentes lo justifican porque quieren -nuevamente- que sus hijos sean felices. Claro, esto crea un complejo de culpabilidad para quien intente defender que por encima de una felicidad inmediata y efímera, muchas veces hay que hacer sacrificios para preservar las creencias.
En la Iglesia, a lo largo de historia, su única fuerza (dejando de lado al Espíritu Santo y ser el cuerpo místico de Cristo) ha sido proclamar la Verdad. A San Juan Bautista le costó la cabeza denunciar un adulterio. San Pablo decía que los sodomitas no entrarían en el reino de los cielos y no le temblaba el pulso (hemos de pensar que la sodomía en la Roma de su época estaba más que extendida). Toda posición acomodaticia nunca ha llevado a ningún lado. Hay que perder complejos y decir las cosas como son.
Caridad con el pecador, intolerancia con el pecado. Esta ha sido siempre la máxima de la Iglesia. Hoy los padres se tienen que encomendar especialmente a San José, modelo de virilidad y castidad, de fortaleza, fundamento del patriarcado y protección; a la vez que de dulzura, amor y comprensión. La última trinchera que asaltará el diablo, antes de la Eucaristía, será la familia.
El mal sólo puede sustentarse fagocitando el bien. Si no existiera bien, el mal desaparecería. Por tanto, si las cosas están mal es porque aún existe un bien. Este es un bien que clama por ser difusivo, transmitido y recogido. Estamos como en las tentaciones del Paraíso, lo que pasa es que la pequeña serpiente se ha convertido el gran Dragón. Y ante esto, las mejores armas son la humildad, la confianza, la fidelidad y la perseverancia.
Por lo que parece, esa idea de la conmemoración con los luteranos no es sólo de Francisco. Reconozco que me causa una profunda tristeza. Pero los hechos son los hechos. Y ante ellos hay que descubrirse, nos gusten más o nos gusten menos: ¿Conmemorar juntos los 500 años de la Reforma Luterana? ... ¿Qué hay que conmemorar? ... ¡ Y estoy hablando del anterior Papa, Benedicto XVI! ... Habla de no fijarse tanto en las diferencias como en lo que todos los cristianos tienen en común. Todo eso está muy bien. Pero hay algunas diferencias que son insalvables: ¡ellos no creen en la Presencia Real de Jesucristo en la Eucaristía! ... como tampoco en la virginidad de María, entre otras muchas otras cosas.
Tengo para mí que si se produjera una conmemoración conjunta de la Eucaristía, tal evento daría lugar, casi con total seguridad, a un cisma en el seno de la Iglesia. Y es que hay que diferenciar entre el amor al prójimo y la confraternización con sus errores. El luterano es un hereje ... aunque se le llame "hermano separado", puesto que niega verdades fundamentales de la fe católica.
Recordemos lo que decía san Pablo: "No os unzáis con los infieles. Pues, ¿qué consorcio hay entre la justicia y la injusticia? ¿Qué hay de común entre la luz y las tinieblas? ¿Qué armonía entre Cristo y Belial o qué asociación del fiel con el infiel? ¿Qué concierto entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois templo del Dios vivo, según dijo Dios: Habitaré y caminaré con ellos; y seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Por tanto, salid fuera de ellos y separaos, dice el Señor. No toquéis nada impuro y Yo os recibiré; y seré para vosotros Padre, y vosotros seréis para Mí hijos e hijas, dice el Señor omnipotente" (2 Cor 6, 14-18). [Aunque esto se aplicaría, en principio, a los paganos, sin embargo, es igualmente válido aplicarlo a los herejes quienes, al fin y al cabo, no están en comunión con la Iglesia católica]
La máxima: "Fuera de la Iglesia no hay salvación" sigue siendo cierta. La salvación tiene lugar en, con y a través de Jesucristo y a éste sólo se le puede encontrar en la única y verdadera Iglesia, que es la Iglesia católica, por Él fundada.
Este tipo de "acercamientos" entre católicos y luteranos son tan solo de cara a la galería y con vistas a quedar bien con todo el mundo. Y es un grave error, porque actuando así, en el fondo -y también en la superficie- lo que se viene a decir [lo que queda en la mente de la gente] es: ¿Qué más da una religión que otra? Lo importante es la "armonía" y el llevarse bien.
¿Llevarse bien? ¿Cómo, si se piensa de modo diferente en lo que concierne a las verdades fundamentales de la fe cristiana? Un diálogo de este tipo es imposible. No hace falta ser muy inteligentes para darse cuenta de que tal "diálogo" es una farsa.
¿Cómo puede haber comunión entre un católico que cree en la transustanciación y en la presencia real de Cristo en la Eucaristía, y un luterano para quien la eucaristía es un mero recuerdo de algo que pasó? No se puede llegar a un término medio. Si dos y dos son cuatro, es que son cuatro. Y son cuatro para todos. Y si alguien dice que dos y dos son cinco, pues vale, que diga lo que quiera, pero no está en la verdad. Lo que está fuera de toda lógica es que se nos pretenda hacer creer que dos y dos son cuatro ... pero que también podría ser que dos y dos fueran cinco: ¿Es que nos hemos vuelto locos?
Lo más curioso es que al que pretenda decir que está en la verdad se le tachará inmediatamente de fundamentalista, de persona apegada a la Ley, que no está abierta a las "sorpresas" del Espíritu y otras cosas por el estilo, que no tienen ningún sentido.
El Espíritu del que hablamos es el Espíritu Santo y éste es un Espíritu de Verdad, es el Espíritu de Jesucristo, como lo es también del Padre. ¿Era Jesucristo un fundamentalista cuando dijo de Sí mismo: "Yo soy la Verdad"(Jn 14, 6)? ¿O cuando dijo: "Nadie viene al Padre sino por Mí"(Jn 14, 6)? ¿O "Yo soy el Camino"(Jn 14, 6)? No hay otro Nombre por el que podamos ser salvos(Hech 4, 12)
Pero ... el acceso a Jesucristo tiene lugar sólo, única y exclusivamente a través del Cuerpo Místico de Jesucristo, que es la Iglesia. Quien se separa de la Iglesia, se separa de Jesucristo y no puede llegar al Padre. Esto es Doctrina de la Iglesia de siempre. Y no se puede cambiar porque así ha sido establecido por su Fundador, cuando le dijo a Simón: "Yo te digo que Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y las puertas del Infierno no prevalecerán contra ella. Yo te daré las llaves del Reino de los cielos, y cuanto ates en la tierra será atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos" (Mt 16, 18-19).
¿Es que hemos perdido la fe en las palabras de Jesucristo? Porque el problema real, el único en verdad, con el que se enfrenta la Iglesia, es la falta de fe en lo sobrenatural. Se ha quedado reducido todo a este mundo, como si no existiese otro. Y las palabras de Jesús han sido prostituidas, relegadas al olvido o despreciadas. La religión del hombre ha sustituido a la religión de Dios, por más que se diga otra cosa. ¿O es que no tenemos ojos en la cara?
La verdadera hipocresía no es la de los que van a Misa los domingos (que, por cierto, cada vez son menos). Los que así lo hacen es porque tienen fe. ¿O acaso hay que condenarlos por eso? ¿Por qué se tiene que suponer que los que van a Misa son los peores? ¡Pero si precisamente es del contacto real con Jesús sacramentado, verdaderamente presente en la Eucaristía, de donde se sacan fuerzas para seguir luchando! Luchando contra todo lo malo que hay en nosotros y en lo que nos rodea: el egoísmo, la avaricia, la lujuria, la ira, la envidia, la pereza, la soberbia. Estos cristianos que van a Misa son los que verdaderamente sacan a la Iglesia adelante, muchas veces a pesar de sus "pastores", los que se compadecen de los demás, no sólo en el aspecto material sino en su miseria espiritual por no conocer a Jesucristo.
Son mucho más hipócritas aquellos que dicen que les preocupan los pobres, cuando en el fondo todo lo hacen para ser vistos por los hombres. No se dan cuenta de aquello que decía san Pablo: "Aunque repartiera todos mis bienes y entregara mi cuerpo al fuego, si no tengo caridad de nada me aprovecha" (1 Cor 13, 3).
La caridad se refiere al"Amor de Dios que ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado" (Rom 5, 5). Y éste es el Espíritu que Jesús nos da, como dice el apóstol san Juan, cuando guardamos sus mandamientos [hoy tan vilipendiados, como si éstos fuesen normas externas sin significado, aptos sólo para los hipócritas]. Esto dice, refiriéndose a Jesucristo: "Quien guarda sus mandamientos permanece en Dios y Dios en él; en esto conocemos que permanece en nosotros: por el Espíritu que nos dió" (1 Jn 3, 24).
¿A qué mandamientos se refiere?: "Éste es su mandamiento: que creamos en el Nombre de su Hijo Jesucristo, [esa es la fe que nos llevará a la segunda parte de sus mandamientos] y que nos amemos unos a otros, [pero no con un amor cualquiera sino] conforme al mandamiento que nos dió" (1 Jn 3, 23).
"Un mandamiento nuevo os doy: que os améis unos a otros como Yo os he amado" (Jn 13, 34). El verdadero amor a los demás supone primero el encuentro con Jesús, amándole y sabiéndonos amados por Él. Él es el Maestro. Él es la referencia de toda nuestra vida y de nuestro obrar. Nuestro amor ha de ser como el suyo.
¿Y cómo amaba Jesús?"Habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo los amó hasta el fin" (Jn 13, 1b). "Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos" (Jn 15, 13). ¿Como sabemos que Jesús es nuestro amigo ... no sólo que nos ama, pues ama a todos, sino que es nuestro amigo? Ésta es la respuesta que Él mismo nos da: "Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que Yo os mando" (Jn 15, 14).
Y es que no podemos comparar la Ley mosaica, que se quedaba en la pura letra, con la Ley de Cristo, que es la caridad, plenitud de la Ley (Rom 13, 10). Jesús no ha venido a abolir la Ley sino a darle su cumplimiento (cfr Mt 5, 17). Recordemos el episodio en el que "un doctor de la Ley le pregunta [a Jesús] para tentarle: "Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento de la Ley?. Él le dijo: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente". Éste es el gran mandamiento y el primero. El segundo [¡atentos a esa palabra "segundo", que viene después del "primero"]es semejante a éste: "Amarás a tu prójimo como a tí mismo". De estos dos mandamientos penden toda la Ley y los profetas" (Mt 22, 35-40)
Por eso el que dedica su vida a los pobres, por ejemplo, si no lo hace por amor a Jesucristo, no es cristiano. Lo suyo es tan solo filantropía. Y si se jacta de ser cristiano diciendo que eso es lo más importante y que Jesús está en las demás personas y que, en realidad, lo que importa es moverse y hacer lío ... el tal sujeto es un hipócrita. Ha hecho del segundo mandamiento el primero y esto hasta el punto de olvidarse del primero ... incluso acusando de hipócritas a quienes van a misa, como si eso fuese algo secundario y no necesario: hay que preocuparse por los pobres. Pues va a ser que no.
No puede evitar que me venga a la mente el episodio de la unción de Jesús por María, la hermana de Lázaro, después que éste fue resucitado: "María, tomando una libra de perfume de nardo puro, muy caro, ungió los pies de Jesús. La casa se llenó de la fragancia del perfume. Dijo Judas Iscariote, uno de los discípulos, el que le iba a entregar:'¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios y se ha dado a los pobres?'. Peroesto lo dijo no porque él se preocupara de los pobres, sino porque era ladróny, como tenía la bolsa, se llevaba lo que echaban en ella. Entonces Jesús dijo: 'Déjala, lo tenía guardado para el día de mi sepultura. Porque pobres siempre los tenéis con vosotros, pero a Mí no me tenéis siempre' " (Jn 12, 3-8).
De manera que el primer mandamiento es el más importante. Por algo es el primero ... mientras que el segundo, con ser muy importante, (pues lo es) sin embargo, no deja de ser el segundo y su importancia real le viene del primero, en tanto en cuanto el amor a los demás es una expresión del amor que se le tiene a Dios, en Jesucristo.
No lo olvidemos: Jesucristo está verdaderamente presente, con su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, en la Sagrada Eucaristía. El mismo que vivió históricamente hace dos mil años, no otro. Y no está en figura, ni en recuerdo o de un modo simbólico. No. Su presencia es real. Vemos pan y vino, pero aquello que vemos no es pan ni es vino sino que es el mismo Jesucristo "oculto" bajo las apariencias del pan y del vino. Esa es nuestra fe. Y esa fe no la tienen los luteranos.
Lay Cardinal: Among Pope Francis’ future cardinals is 75-year-old radical Archbishop Maurice Piat of Port-Louis in Mauritius, an island near Madagascar. In an interview with Radio Vatican he pleaded to change Catholic doctrine, and de facto to abolish adultery as a sin. Piat dresses like a layman.
Surprise Cardinal: Mérida Archbishop Baltazar Enrique Porras Cardozo will surprisingly be made a cardinal. For the first time in Church history this gives Venezuela two resident cardinals. Sandro Magister believes that this happened in order to put Caracas Cardinal Urosa Savino in the shadows. Urosa was among those 13 cardinals who signed a letter of protest at the beginning of the controversial Synod on the Family in October, 2015.
A Man? The German Minister for the Environment, Barbara Hendricks, caused a scandal when in Berlin she received the female Iranian Vice President and head of Environmental Protection Organization, Massoumeh Ebtekar with a handshake. Iranian media took the German minister for a man. Hendricks is a self-declared lesbian who indeed looks and behaves like a male. In many societies, like in the Iranian society, it is considered outrageous for a man to shake the hand of a woman.
Non-Existent Verbal Skills: Joseph Shaw, the chairman of the English Latin Mass Society, writing about children and the New Mass, has noted that the Novus Ordo focuses on verbal communication. Shaw points out a drawback: The Novus Ordo is faced with a category of worshipers with extremely limited, or indeed non-existent, verbal skills like children and many adults.
La persecución externa, en Madrid capitaneada por el PP…
…y la interna: católicos, también miembros de la jerarquía, marginando a otros católicos coherentes.
Cristina Cifuentes ‘chantajea’ al colegio católico Juan Pablo II.
Sería de agradecer que la jerarquía eclesiástica ayudara más al centro.
Y que los colegios católicos se solidarizaran con el cole.
Y que los votantes católicos no votaran a Cifuentes.
Y que de una vez por todas: cambiemos de modelo educativo: acabar con el perverso concierto y entrar el en cheque escolar.
Mientras, Cope y 13TV calladitas.
El secretario y vicesecretario de la Conferencia Episcopal, Gil Tamayo y Barriocanal prefieren alabar a Cifuentes que a un colegio católico.
Y, de paso, abofetean a los obispos Reig Pla y López de Andújar.
No defender la libertad de enseñanza es más grave que los juguetitos sexuales de don Carlos Herrera.
Decíamos ayer… que toda la movida de la presidenta madrileña contra el colegio Juan Pablo IIde Alcorcón (Madrid) que pretende llevar a los tribunales y al que amenaza con la asfixia económica (basta con que le retire el puñetero concierto, con el que siempre se puede ‘chantajear’ a cualquier centro escolar), demuestra que la persecución contra los católicos en Occidente ya ha comenzado.
Hay dos tipos de persecuciones paralelas contra los católicos coherentes: la externa, que sería la comprensible, en la que siempre pensamos cuando oímos hablar de cristofobia, y la interna, en la que nunca reflexionamos.
Porque claro, que la jerarquía eclesiástica (las excepciones, realmente valientes y profundas, de los obispos de Alcalá y Getafe) no salga en defensa del colegio Juan Pablo II y en contra del PP ya resulta, cuando menos, llamativo. Incluso el secretario general de la Conferencia Episcopal, José María Gil Tamayo, se ha permitido criticar al director del centro. Es decir, que ha apoyado a la perseguidora de cristianos, la señora Cifuentes, en lugar de al perseguido; el director del centro.
No sólo eso, en esa persecución externa del PP, que no de Podemos, e interna, de algunos miembros de la Jerarquía, los medios de la Conferencia Episcopal, COPE y 13TV mantienen una actitud políticamente correcta. No atienden a las durísimas críticas de los obispos de Getafe y Alcalá, sino a los intereses de Fernando Giménez Barriocanal de mantener buenas relaciones con el Gobierno y con el selecto club de los grandes editores. A costa del dinero de la Iglesia, que ya ha enterrado 70 millones de euros en 13TV y acumula pérdidas en COPE por otros 16 millones de euros. Y no defender la libertad de enseñanza es más grave que los juguetitos sexuales de donCarlos Herrera.
La persecución ya ha llegado y la interna resulta más peligrosa que la externa. Pero no hay mal que por bien no venga. A lo mejor nos sirve a los católicos para espabilar y para plantear que el sistema de concierto es el menos malo, pero supone que el derecho a la libertad de enseñanza de los padres queda en perpetuo estado de extorsión por parte del Estado. Un sistema que debería cambiarse por el del cheque escolar. Eso es lo que debería defender la Iglesia porque el bono escolar es el único que garantiza que los padres decidan. La Iglesia y el PP, pero el partido de don Mariano Rajoy y doña Cristina Cifuentes no lo hará porque es unpartido masónico, y la masonería se toma muy en serio su histórica tarea de romper la familia.
La persecución contra los cristianos ha comenzado. Y no es una persecución: son dos.