Duración 17:44 minutos
Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que procede de Dios (1 Cor 2, 12), el Espíritu de su Hijo, que Dios envió a nuestros corazones (Gal 4,6). Y por eso predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los gentiles, pero para los llamados, tanto judíos como griegos, es Cristo fuerza de Dios y sabiduría de Dios (1 Cor 1,23-24). De modo que si alguien os anuncia un evangelio distinto del que recibisteis, ¡sea anatema! (Gal 1,9).
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domingo, 10 de julio de 2016
jueves, 7 de julio de 2016
El vídeo del papa - 7 (Julio de 2016). El respeto para los pueblos indígenas
Faltan los videos
Un excelente comentario del mismo puede verse en el Denzinger-Bergoglio pinchando aquí. Copio tan solo unos cuantos párrafos de dicho comentario:
(...) Después de su resurrección, el Señor encomendó a los apóstoles “Id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” (Mateo 28, 19). Él podría haber también mandado que se valorasen y salvasen las culturas locales, con la vasta secuela de excentricidades antievangélicas que comportan. Pero no nos dio esa consigna. Al contrario. Nos dijo que si los pueblos no aceptan el Evangelio hay que salir de ellos sacudiéndose el polvo de las sandalias…
Gracias a la evangelización, la identidad y la misma existencia de muchos pueblos hundidos en el paganismo, en la barbarie y hasta en cultos diabólicos, fueron heridas de muerte con la “espada de la Palabra”, al mismo tiempo en que se regeneraban con enorme beneficio para las almas y los cuerpos de las “víctimas”. Esa es la historia de las naciones americanas gracias a los misioneros venidos de España y de Portugal.
(...) La identidad de un pueblo vale en la medida en que se geste y brote en sí el ideal del Reino de Dios. ¿No queremos acaso un solo rebaño y un solo pastor? ¿O estaremos apostando por una religión relativista y ecléctica del tipo que predican los teólogos de la liberación?
La llamada intención universal viene ilustrada con un video “El video del papa – Respeto a los pueblos indígenas” en el cual no aparece ningún signo distintivo de la religión católica. En cambio, en los figurantes, diversos atuendos, collares, vinchas, adornos, plumas, aros, pipas… El propio Francisco aparece sin que se le vea, como ya es normal en esta serie de videos, la extraña cruz pectoral que normalmente usa sobre la sotana blanca. Ni una cruz en la pared, ni una imagen de la Virgen en el escritorio. Nada. Parece todo elaborado en un laboratorio de marketing anticristiano.
La joven indígena que aparece ante un micrófono con aires desafiantes es, en realidad, una mediocre actriz maquillada en un estudio televisivo; algunas de las imágenes de los llamados pueblos originarios son chocantes por la barbarie o la sensualidad que expresan. Francisco pide respeto por sus formas de vida y sus tradiciones amenazadas, presentándonos como modelo figuras de dudosa autenticidad y aberrantes.
¿Respetar qué tradiciones? ¿La antropofagia, la poligamia, el incesto, la idolatría, el satanismo? No lo dice pero sibilinamente lo insinúa. Se diría que Bergoglio profesa la creencia en una inmaculada concepción de esas pobres criaturas junto a las cuales la luz del Evangelio aún no brilló con todo su fulgor.
(...) Semejante salvavidas que el Obispo de Roma lanza a esa pobre gente, además de ser anticristiano, es contradictorio, ya que su política de acoger a todo precio y sin discriminación a los refugiados en Europa, conlleva una renuncia a la identidad cristiana y occidental de países que sí están en riesgo de sucumbir ante la avalancha de la fanática barbarie musulmana. Eso no sólo parece no importarle, sino que además lo incentiva, como ya estudió el Denzinger-Bergoglio (Nota del DB: ver aquí).
En la Evangelii Gaudium Francisco anima a los europeos a no tener miedo de perder la propia cultura:
“Los migrantes me plantean un desafío particular por ser Pastor de una Iglesia sin fronteras que se siente madre de todos. Por ello, exhorto a los países a una generosa apertura, que en lugar de temer la destrucción de la identidad local sea capaz de crear nuevas síntesis culturales“. (Exhortación apostólica Evangelii Gaudium, n. 210, 24 de noviembre de 2013)
¿Porqué estas “nuevas síntesis culturales” solo las quiere Francisco para los pueblos cristianos europeos? ¿Los pueblos indígenas son una raza superior que no puede sufrir ninguna “síntesis cultural”? ¿O es qué las tales “síntesis culturales” sólo le sirven a Francisco para acabar con los restos de la civilización cristiana occidental?
José Martí
El Prefecto de la Sagrada Congregación para el Culto Divino pide a todos los sacerdotes que empiecen a celebrar la Misa "ad Orientem" a partir del primer domingo de Adviento
En su intervención, el Cardenal guineano, de 71 años, se dirigió a los sacerdotes presentes diciendo: "Es muy importante que volvamos tan pronto como sea posible a una orientación común, de los sacerdotes y los fieles, mirando juntos en la misma dirección -hacia el este o al menos hacia el ábside- hacia el Señor que viene [...]Les pido implementar esta práctica siempre que sea posible". Asimismo, dijo que serán necesarias "prudencia" y catequesis, pero ha pedido a los sacerdotes que tengan "confianza en que esto es algo bueno para la Iglesia, algo bueno para nuestro pueblo [...] Su propio juicio pastoral determinará cómo y cuándo es posible [el cambio de orientación], pero tal vez a partir del primer domingo de Adviento de este año, cuando ponemos nuestra atención en 'el Señor que vendrá" y "que no tardará'". Estas palabras fueron recibidas con un prolongado aplauso en la sala de conferencias. El cardenal Sarah ha hablado en ocasiones anteriores sobre las ventajas de oficiar ad Orientem, diciendo que desde el Ofertorio en adelante es "esencial que el sacerdote y los fieles miren juntos hacia el este".
En su intervención, el Cardenal Sarah también dijo que el Papa Francisco le ha pedido iniciar un estudio para la "reforma de la reforma", que es la adaptación de las reformas litúrgicas que siguieron al Concilio Vaticano II. El Cardenal dijo que el estudio busca "enriquecer las dos formas del Rito Romano".
El Cardenal Sarah también ha afirmado que un gran estudio litúrgico sugiere que algunas reformas postconciliares "pueden haber sido elaboradas de acuerdo con el espíritu de los tiempos" e "ido más allá" de lo expresado por los Padres del Concilio Vaticano II en la "Sacrosanctum Concilium", la Constitución conciliar sobre la Liturgia. El Cardenal también ha dicho que se han colado algunas "malinterpretaciones muy graves sobre la Liturgia" gracias a una actitud que ha puesto al hombre en el centro de la Liturgia en lugar de a Dios. "La liturgia no trata de vosotros o de mí [...] No es donde celebramos nuestra propia identidad o logros, ni es para exaltar o promover nuestra propia cultura y costumbres religiosas locales. La liturgia es, ante todo, sobre Dios y lo Él ha hecho por nosotros". En este punto, el Cardenal Sarah citó al entonces Cardenal Joseph Ratzinger, que dijo: "El olvido de Dios es el peligro más inminente de nuestra época".
El Cardenal Sarah destacó una "hermenéutica de la continuidad", diciendo que es necesario implementar plenamente Sacrosanctum Concilium: "Los padres no tenían la intención de una revolución, sino una evolución". También hizo algunas observaciones específicas, alabando el Ordinariato de Nuestra Señora de Walsingham, como un ejemplo de cómo la Iglesia podría ser enriquecida por otras tradiciones.
Finalmente, en declaraciones que no tuvo tiempo de desarrollar durante su discurso, pero que se publicaron después de en la página de Facebook de Sacra Liturgia, el Cardenal Sarah también animó a arrodillarse a la consagración y a recibir así la sagrada Comunión: "Allí dónde arrodillarse y hacer genuflexiones han desaparecido de la Liturgia, necesitan ser restaurados, en particular para la recepción de Nuestro Señor en la sagrada Comunión".
Tras la intervención del Cardenal Sarah, S. E. Mons. Dominique Rey, obispo de Fréjus-Toulon (Francia), que aparece junto a él en la fotografía tomada ayer que abre esta entrada, aseguró que, a pesar de que es "sólo un obispo de una diócesis del sur de Francia", va a celebrar la Misa ad Orientem en su catedral, y que dirigirá una carta a su diócesis animando a sus sacerdotes a hacer lo mismo.
Catholicvs
NOTA: Adelante la Fe (Hemos visto) tomó como fuente esta información de Catholicvs (enlace aquí). Esta noticia se puede encontrar prácticamente en todos los medios católicos. Por ejemplo en Religión en libertad , en Infovaticana, en Infocatólica (éste de especial interés) y en muchos otros medios, por ejemplo aquí ,
También en Secretum Mihi Meum. Por cierto esta sugerencia del cardenal Sarah para que los sacerdotes celebren la misa "ad orientem" es saboteada de un modo sui generis, mediante una serie de comentarios por parte de "expertos" y de otros obispos o cardenales que da la impresión de que no están por la labor. Véase aquí
También en Secretum Mihi Meum. Por cierto esta sugerencia del cardenal Sarah para que los sacerdotes celebren la misa "ad orientem" es saboteada de un modo sui generis, mediante una serie de comentarios por parte de "expertos" y de otros obispos o cardenales que da la impresión de que no están por la labor. Véase aquí
CIUDADES HERMANADAS: SODOMA - MADRID (4 de 4) (Padre Alfonso Gálvez)
Con todo, y para concluir esta ya larga historia,
todavía se enfrenta el Orgullo al más
inquietante y también inobjetable de los problemas. Pues si bien es cierto que
no existen razones para demostrar cumplidamente que vaya a producirse el
castigo, pero no es menos cierto que
tampoco existen razones que demuestren que no vaya a producirse. Y aquí,
desde cualquier punto de vista que se considere.
Es probable, en el caso de que hubiera existido un
hipotético observador imparcial neutral, que se hubiera dirigido a los
componentes y partidarios del Orgullo
para decirles: Según los cristianos, una espada de Damocles pende sobre sus
cabezas, aunque para ustedes la cosa no sea sino fantasía, puesto que no existe
nada que pruebe su existencia. Sin embargo, y dado que tampoco existen razones para demostrar que no existe la famosa
espada, tal vez sería lo más prudente comenzar a adoptar precauciones, por si acaso.
Nadie puede negar, ya sea partidario de una
ideología o ya sea de otra diferente, que la que fuera un día ciudad feliz es
ahora una ciudad corrupta hasta los cimientos. Con respecto a quienes la
dirigen, sea en lo civil o en lo eclesiástico, cada cual puede pensar según le
parezca, sin necesidad de que nadie recuerde el dicho de Santo Tomás de Aquino,
según el cual cada Pueblo tiene los
gobernantes que se merece.
Todavía habrán algunos que sentirán añoranzas del
viejo Madrid. El de La Verbena de la Paloma
o el de La Revoltosa, el del Teatro
Real cuando cantaba Julián Gayarre o el de las Fiestas de Toros que cantaba
Fernández de Moratín:
Madrid, castillo famoso,
que al rey moro alivia el miedo,
arde en fiestas en su coso,
por ser el natal dichoso
de Alimenón de Toledo.
Sin embargo los viejos tiempos no volverán. Hasta
que por fin, según decía San Pedro, el primer Jefe delegado de los cristianos,
amanezcan unos cielos nuevos y una
tierra nueva en los que habite la justicia.[7]
Padre Alfonso
Gálvez
[1] Los últimos datos que conozco, según el INE del
2014, le asigna 3.165,235 habitantes, aparte del área metropolitana
[2] El Obispo Knestout (Gaithersburg, Maryland,
U.S.A.), según LifeSiteNews.com, acaba de privar de las funciones sacerdotales
al P. Marcel Guarnizo por negarse a administrar la Comunión a una lesbiana,
amenazándole además con ser encausado.
[3] The Teahouse of de August Moon, película de la
Metro, año 1956, protagonizada por Marlon Brando y Glenn Ford y dirigida por
Daniel Mann.
[4] 1 Cor 11:11.
[5] Ge 19: 4–9.
[6] Ga 6:7.
[7] 2 Pe 3:13.
CIUDADES HERMANADAS: SODOMA - MADRID ( 3 de 4) (Padre Alfonso Gálvez)
Queda todavía otro importante obstáculo al que el Orgullo Gay no ha dado todavía
suficiente satisfacción. Dado que el Orgullo defiende las ideas de libertad de
pensamiento, del amor libre, de la propiedad del propio cuerpo y de la libertad
de elección de la forma de practicar la sexualidad, sucede que al final, dígase
lo que se quiera, se viene a concluir en la práctica sexual con las personas
del mismo sexo: hombre con hombre y mujer con mujer. Pero la práctica de una preferencia exclusiva hacia el propio sexo,
descubre necesariamente, una actitud de desprecio, de desdén o de desaire hacia
el sexo contrario. Los cristianos habían dado forma de principio jurídico a una
práctica que, por otra parte, venía siendo inmemorial desde los primeros
tiempos de existencia de la Humanidad. Principio que fue formulado por boca de
su Apóstol San Pablo cuando dijo que ni la mujer sin el varón, ni el
varón sin la mujer, en el Señor.[4]
El Orgullo Gay, sin embargo, al
quebrantar y volver del revés ese principio, ha obrado contra el sentir milenario de la Humanidad y el sentido común
de los hombres, manifestados a través de toda una Historia cuyo principio
se pierde en el amanecer de los Tiempos. Tal como el Orgullo lo formula ahora, el principio quedaría establecido según
la forma: el hombre sin la mujer y la mujer sin el hombre. Si bien no se trata
ahora de defender si es esa la mejor fórmula o no lo es, sino de establecer
simplemente los hechos. Aunque para entenderlos mejor tal vez convenga traer a
colación el correspondiente pasaje del Génesis:
Antes que fueran a
acostarse, [los Ángeles en
forma de hombres visitantes de Lot] los hombres de la ciudad,
habitantes de Sodoma, rodearon la casa; mozos y viejos, todos sin excepción.
Llamaron a Lot y le dijeron: "¿Dónde están los hombres que han venido a tu
casa esta noche? Sácanoslos, para que los conozcamos". Salió Lot a la
puerta y cerrándola tras de sí les dijo: "Por favor, hermanos míos, no
hagáis semejante maldad. Mirad, dos hijas tengo que no han conocido varón; os
las sacaré, para que hagáis con ellas como bien os parezca; pero a esos hombres
no les hagáis nada, pues para eso se han acogido a la sombra de mi techo".
Ellos le respondieron: "Quítate allá. Quien ha venido como extranjero, ¿va
a querer gobernarnos ahora?[5]
Algo que se desprende del texto es la sed
exacerbada que muestran los hombres de la ciudad por practicar la sodomía,
aunque haciendo alarde a la vez de una actitud de cierta repulsión hacia las
mujeres, pese a su condición virginal, tan adecuada para practicar el sexo para
los que lo desean. Lo cierto es que la elección entre dos cosas incompatibles,
mediante la aceptación de una y el expreso rechazo de la otra, siempre supone
hacia esta última una cierta actitud de desprecio. En el pensamiento cristiano
el varón y la mujer se complementan mutuamente, mientras que en el pagano se
excluyen el uno al otro.
Nos queda por examinar el último aspecto del
problema, o el derivado de la supuesta Hermandad entre las dos ciudades, Sodoma
y Madrid. Pues así como parecen participar de idéntica condición, cabe
preguntar si acaso compartirán también el mismo y fatal destino. Ante lo cual
caben dos respuestas diferentes.
Para el mundo pagano, o el del Orgullo Gay, que no
reconoce al Cristianismo, no existe ninguna razón para que haya de suceder así.
Para quienes tienen fe en la Doctrina de
Jesucristo, en cambio, el castigo que espera a la Capital Mundial del Orgullo Gay es
tan seguro como el que sufrió Sodoma. Y aquí sí que se aportan
razones.
En primer lugar, porque según esta Doctrina nadie se burla impunemente de Dios. Su
emblemático Apóstol San Pablo decía que de Dios no se ríe
nadie.[6]
En segundo lugar, porque no existe ninguna razón para que no haya de suceder así. Dios
es infinitamente justo y siempre ha actuado como tal en la Historia de los
hombres: ¿Por qué razón no iba a hacerlo ahora? Y en efecto, porque todas sus
profecías apuntan a que serán definitivamente destruidas las grandes ciudades
corrompidas, o las grandes Rameras,
como allí son llamadas.
En tercer lugar, porque es la misma Historia la que acaba haciendo justicia. Sobre todo
porque siendo Dios el verdadero Señor de la Historia —a lo que los cristianos
llaman Providencia— no puede ocurrir de otra manera.
Como puede verse, haciendo balance definitivo de la
cuestión, los cristianos aducen razones mientras que el Orgullo Gay no aporta ninguna.
El Orgullo
se muestra enteramente tranquilo, puesto
que no existen razones que demuestren que el famoso castigo vaya a caer sobre
la capital mundial de su doctrina. Y desde su punto de vista, su postura es
efectivamente inatacable.
(Continúa y acaba)
CIUDADES HERMANADAS: SODOMA - MADRID (2 de 4) ( Padre Alfonso Gálvez)
Sin embargo, por lo que hace concretamente al
silencio, no dejan de aparecer algunos problemas que quizá convenga solucionar.
Ante todo hay que tener en cuenta que el silencio, que parece ser una realidad
en los espacios siderales, no existe como
tal en la convivencia humana. Se suele decir, por ejemplo y no sin cierta
razón, que el silencio es un suceso que tiene por virtud quedar roto en el
momento mismo en el que se habla de él. Y en efecto, puesto que es enteramente
cierto que entre los humanos el silencio
habla por sí solo, ya que siempre es expresivo de una manera o de otra. Por
poner un caso concreto a considerar, es un hecho que ante los actos celebrados
con motivo del Orgullo Gay ha
parecido bastante elocuente el silencio de las Autoridades eclesiásticas
diocesanas y, sobre todo, el de la Conferencia Episcopal. En cuanto a las
primeras, algunos han querido ver una explicación de la actitud silenciosa
adoptada por el Arzobispo. Pues después de haber afirmado el Prelado, a propósito de unas declaraciones del
Cardenal de Valencia en contra de los homosexuales, que el Cardenal tenía
derecho a sostener lo que él piensa con respecto a su Diócesis, algunos se han sentido movidos a decir,
de modo enteramente injustificado, que
tales declaraciones respondían a que el Arzobispo pensaba otra cosa con
respecto a la suya.
Lo que prueba que el silencio como tal tropieza con
el hecho indiscutible de que siempre es interpretado, de una forma o de otra.
Los antiguos filósofos y moralistas solían utilizar un adagio, valedero tanto
en Derecho como en Moral, según el cual qui tacet consentire videtur.
Que significa algo así como quien calla
parece estar de acuerdo, y que el lenguaje popular expresa en forma más
llana diciendo que quien calla otorga.
El mismo Derecho moderno concede valor a lo que llama el silencio
administrativo; y así sucesivamente.
Una prueba de que el silencio como tal no existe en
la convivencia humana lo tenemos en la misma actitud de la Iglesia ante la
doctrina de los homosexuales. A una primera y tradicional actitud de repulsa contra la homosexualidad, que
era un rechazo que se decía conforme con la Ley divina, las corrientes
progresistas introdujeron la nueva actitud del silencio..., a la cual ha seguido, ya en la actualidad, la del arrodillamiento y la petición de perdón. Los antiguos
católicos se hubieran escandalizado, o mejor no lo hubieran creído en modo
alguno, que la Iglesia llegara a pedir perdón por haber combatido a la
homosexualidad, e incluso a perseguir a sus propios ministros que se oponen a
ella. Sin embargo tales son los hechos.[2]
Y es que, como prueban la sociología y la
psicología, el silencio en el trato entre los hombres no es sino otra forma de
expresión que incluso a veces es más elocuente que el habla. De ahí el fenómeno
actual de la postura de arrodillamiento, puesto que el ser humano está
obligado, lo quiera o no, a permanecer en actitud genuflexa como criatura que
es: cuando se niega a estarlo ante Dios, acaba
necesariamente postrándose ante el Diablo. Como puede verse probado en el
quehacer diario de la vida humana, en la que los hombres que renegaron de Dios
terminaron siempre adorando a otros dioses baales. Incluso dentro de la misma
Iglesia puede observarse el fenómeno: la Iglesia del culto al hombre, que es la
que ha suplantado a la Iglesia del culto a Dios, después de haber perdido la fe
en la Presencia real eucarística se
niega a arrodillarse ante la Eucaristía en las funciones del culto, como
puede comprobarse tanto en las actitudes de las Altas Jerarquías como en las de
los mismos fieles en la Misa. Lo que viene a ser en último término, se diga o
no se diga, una postura de postración ante el Diablo.
El triunfalismo del Orgullo Gay tropieza sin embargo todavía con otros importantes
problemas. Las personas homosexuales tienen derecho a sentirse orgullosas, tanto de sus sentimientos
como de su comportamiento. Aunque conviene tener en cuenta, sin embargo, que el
orgullo —entendido el término en su mejor acepción— significa en todo caso la
legítima satisfacción por actos que se consideran meritorios, laudables dignos
de elogio, de aprobación y de aplauso, que son cualidades que los homosexuales
no dudan en otorgar a su conducta. Y desde un punto de vista pagano no pueden
ponerse objeciones a tal argumentación. Sin embargo, aun manteniéndose dentro
de ese campo de pensamiento, es necesario reconocer que a tales cualidades aún
les falta otra a la que es imposible dar de lado: la ausencia de connotaciones negativas; como sucede en el deporte, en
el que todos los méritos son anulados cuando se demuestra la existencia del
dopaje. Y es en este sentido en el que la homosexualidad tiene todavía la
necesidad de desterrar de sus actos un sentimiento
anejo bastante difícil de borrar: el ridículo. El cual es casi imposible de
evitar ante la contemplación —o la simple imaginación— de dos hombres besándose
o practicando el coito anal. Cualquiera que se vea ante la imagen de dos
hombres practicando la sodomía —uno en actitud activa y, lo que es todavía
peor, otro en actitud pasiva—, puede sentirse inclinado a ser víctima de la
risa provocada por la contemplación de lo que puede parecer ridículo (el mismo
sentimiento que se produce al contemplar las evoluciones de los payasos en el
circo).
El Orgullo
Gay defiende legítimamente su postura y apela a las leyes de libertad de
pensamiento y de expresión. Claro está que por la misma razón, y en atención a
las mismas leyes, está obligado a respetar a quienes piensan que la
homosexualidad les suscita los mismos sentimientos que producen el ridículo o
la risa, cuando no además el de la compasión. Y con esto hemos llegado al punto
álgido de las objeciones que pueden ser esgrimidas contra el Orgullo y que
están todavía por resolver.
Todo el mundo conoce el tremendo poder de presión
desplegado por el Lobby Gay contra
quienes son contrarios a sus ideas. El cual es ejercido de muchos modos y desde
todos los ámbitos de Poder, pero que incluso se convierte a menudo en verdadera persecución contra todos los que
el Lobby considera que no comparten sus doctrinas.
Pero ha de tenerse en cuenta, sin embargo, que
desde hace mucho tiempo se ha venido acusando a la Iglesia, incluso sin vacilar
en aportar falsedades históricas de todo tipo, de actuaciones de ese orden por
parte de la llamada Inquisición. Por
más que nadie las haya demostrado con suficiencia y seriedad histórica hasta
ahora, y puesto que los procedimientos de la Inquisición, a poco que se examine
la Historia sin apasionamiento, se convierten en nimiedades comparados con los
del Lobby. El cual goza de unos poderes de difusión y de coacción
ante la Sociedad —amparado como está por todos los Poderes Públicos, por todas
las Instituciones (incluida la Iglesia) y por todos los llamados mass media— tal como jamás hubieran
podido soñar los frailes inquisidores españoles de los siglos XVI y XVII —aun
en el caso inimaginable de que hubieran querido utilizarlos—. Con lo cual el Lobby
Gay, tal vez sin pretenderlo, lleva
a cabo un increíble alarde y una patente demostración de ser enemigo de la
Libertad. La misma que predica a los cuatro vientos pero que él tiene buen
cuidado de no practicar. Como decía el coronel Wainwright Purdy III de La Casa
de Te de la Luna de Agosto cuando clamaba: ¡El Ejército Americano ha venido a
Okinawa a implantar la democracia, no a practicarla![3]
(Continúa)
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