BIENVENIDO A ESTE BLOG, QUIENQUIERA QUE SEAS



sábado, 24 de septiembre de 2022

El evolucionismo es indemostrable. (por Javier Navascués)


El evolucionismo es una hipótesis científica que no se ha podido demostrar nunca, aunque como tampoco se ha podido demostrar lo contrario, se quiere presentar como un dogma que nadie debiera poder en duda, cuando en realidad es algo totalmente inconsistente.

Juan Carlos Monedero

Juan Carlos Monedero, licenciado en Filosofía por la Universidad del norte Santo Tomás de Aquino, aborda el tema con la máxima seriedad y rigor posible.

Hablando de teorías científicas y del evolucionismo, ¿existe una única postura sobre qué sería la ciencia y, por tanto, sobre las características del conocimiento científico?

En realidad, no. Son temas que se discuten en el marco de la Filosofía de la Ciencia y la Epistemología. Las propiedades que debe tener un conocimiento para ser tenido por “científico” se discuten. Para los positivistas o neopositivistas, un enunciado es científico si es analizable empíricamente. Para otros (Popper), un enunciado es científico cuando es posible imaginar algún hecho real que pueda refutarlo. Por eso Popper habla de la falsación: un hecho es científico si puede ser falsado, si se lo puede desmentir con alguna prueba. Para la tradición clásica (Aristóteles-Santo Tomás), toda vez que hay conocimiento por las causas, hay ciencia. Conocemos por las causas cuando conocemos por qué algo es como es, y por qué no puede ser de otra manera. Finalmente, para otros la condición de la ciencia es otorgar una explicación naturalista (sin Dios). La Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos sostuvo, en su momento, que la característica más básica de la ciencia es la “dependencia de explicaciones naturalistas”, en oposición a “medios sobrenaturales inaccesibles al entendimiento humano”1.

De entrada esto plantea inconvenientes. Porque los conceptos sobre qué es la ciencia van a influir de manera directa en cómo se juzgue la teoría evolucionista, de manera tal que ésta será o no ciencia según el parámetro que se tome. Súmale a esto que, a partir de los años 30’ del siglo XX, en el mundo académico actual viene ganando terreno la postura según la cual todo paradigma científico es provisional dado que el conocimiento científico está sujeto a permanente revisión. En efecto, se está abandonando la calificación de “verdadera” para las afirmaciones y se la sustituye por términos tales como: probable, confirmada, corroborada, verosímil, etc.

Ahora bien, dada la naturaleza diacrónica de la ciencia, lo que hoy se “desconfirma” mañana podría –ante nuevos datos– confirmarse y viceversa. Y esto se admite en todas las cátedras de Historia de la Ciencia, Epistemología: hubo teorías que alguna vez fueron consideradas verdaderas, pero que hoy se sabe que son falsas. Sin embargo, esta prudencia encuentra una excepción. ¡Y el evolucionismo es una de ellas!

La explicación que Darwin propuso como teoría científica posteriormente fue utilizado como bandera por las ideologías materialistas. ¿Cuál es la corriente dominante en el tema?

Darwin no usó la palabra “evolución” sino “transformación” (de ahí que su teoría fue llamada “transformismo”). Lamarck, medio siglo antes de la publicación de El origen de las Especies, había sostenido una hipótesis semejante. Luego la posteridad aplica el término Evolución y ahí quedó.

Si bien es cierto, como dices, que la explicación que Darwin propuso fue utilizada como bandera por el materialismo, no es ocioso aclarar que la teoría darwinista originaria (siglo XIX) no es idéntica a la que se propone actualmente. Hoy en día, la corriente predominante es el neodarwinismo (también llamada Síntesis Moderna) y toma muchos elementos de la teoría de Darwin y le agrega otros. El neodarwinismo es un tipo particular dentro de las varias teorías de la evolución existentes.

Descontando a Lamarck, podemos distinguir dentro de “las” teorías de la evolución (así, en plural) varias ideas: darwinista (la primera), neo-darwinista o teoría sintética de la Evolución (formulación actual de la teoría) y las escuelas no darwinistas (equilibrio puntuado, neutralismo, estructuralismo, simbiotismo, auto organización).

En el seno del establishment científico, estas corrientes protagonizan feroces luchas intestinas. Todas aspiran a quedarse con el trofeo: constituirse en el mecanismo de la evolución. Pero ninguna puede asegurar cómo ocurrió la evolución.

El neodarwinismo entrelaza hipótesis científicas, observaciones y filosofía. En conjunto, es ateo hasta los huesos. Y es la explicación dominante en los institutos: la evolución es un proceso que comienza con el Big Bang, así surge el universo, luego surge la Tierra, luego la vida y finalmente la vida humana. Dios no existe o, si existe, no interviene. El azar es el motor de la evolución. El mundo no viene del Logos sino del Caos.

Esto es lo que se enseña en innumerables colegios e instituciones educativas, y con todo el prestigio de la ciencia. Así, la teoría de la evolución se presenta como absolutamente corroborada, y nos venden el buzón de que “sólo falta explicar detalles” (detalles como el mecanismo, nada menos). Se forma en ateísmo bajo pretexto científico. Y todo es muy confuso porque hay algunas afirmaciones de los evolucionistas que son verdaderas o que, al menos, son legítimas como hipótesis científicas. Pero, junto con eso, te meten el ateísmo cientificista.

Necesitas de un buen bisturí para escarbar y de buena cabeza para discriminar. Los cambios de especie, sea por selección artificial o “natural”, están ampliamente acreditados. Ya sabemos –y hace tiempo– que, cuando el hollín industrial oscureció los árboles que las protegían de las aves depredadoras, las polillas británicas que se ennegrecieron para confundirse con el medio. Sí, cambiaron. Ya sabemos que los picos de los pinzones aumentaron de tamaño para proveer una mejor alimentación (la famosa observación de Darwin). Es sabido que ciertos virus, como el que causa el VIH, alteran su capa externa a fin de eludir el sistema inmunológico del hombre. Los criadores de ganado cruzan las crías de ciertos animales para obtener distintas variedades de plantas y diferentes razas (por ejemplo, perros y vacas). Es ampliamente conocido que las moscas de la fruta pueden ser alteradas en un laboratorio bajo la dirección de la mente humana. Nada de esto es controversial. Nadie discute eso. Ahora, que la acumulación de millones de esos cambios produzca un GRAN cambio… eso es otra cosa. Pero eso se impone a los niños, adolescentes y adultos como dogma, a pesar de que nadie jamás ha visto cambiar una especie. Se los condiciona para que no puedan aceptar otra opinión. Hay una estafa al público lego.

A este fraude de la opinión pública se prestan, gustosos, los MMCC. Desde las páginas web, diarios, etc., se difunden noticias de supuestas confirmaciones de la teoría de la evolución, cuando (en muchos casos) no son más que ejemplos de microevolución: cambios dentro de la misma especie. Son los ejemplos mencionados. Pero esto sería “evolución” con minúscula. En realidad, el término ‘evolución’ es engañoso. La Evolución (con mayúscula) o macroevolución debería corresponderse con una variación ascendente, caracterizada por una mayor información genética, un cambio de una especie en otra distinta. Es esta última la que pretende sostener la teoría, pero hasta hoy no ha sido confirmada ni en la naturaleza ni en el laboratorio. Por otro lado, la microevolución (que es evidente) tiene lugar dentro de los organismos. Supone las especies ya existentes, no las origina. Pero el libro de Darwin se tituló “El origen de las especies” y pretendía explicar justamente eso. ¿Me hago entender?

¿Por qué cree que este tema interesa a los cristianos en general y a los católicos en particular?

Porque –como bien ha dicho el sacerdote católico oriental Carlos Baliña, argentino– el evolucionismo pone en cuestión la Quinta Vía para conocer a Dios. Los evolucionistas han conseguido que discutamos su teoría, y así queda oscurecido el acceso a las verdades implícitas que se siguen de una correcta reflexión de la estructura y el diseño de los seres biológicos. El evolucionismo nos distrae de lo importante: Romanos 1, 20. Allí leemos que los “atributos invisibles” de Dios –su “poder eterno y su divinidad”– “se hacen visibles a los ojos de la inteligencia, desde la creación del mundo, por medio de sus obras”. Pero en las academias no estudiamos las estructuras de los órganos de los seres vivos con afán de llegar a su Causa. Dilucidamos mecanismos y somos programados en el funcionalismo. Sin embargo, es apasionante estudiar la célula que, como han demostrado Küppers y Maynard-Smith, es un sistema informático pleno. Nos queda mucho por aprender y, desde la teoría de la información, esto es posible. Porque el universo es logos, verbo. Cada vez más dejo de tener fe en Jn. 1,1. Y esto no lo digo por incredulidad sino porque –cada vez más– veo (permítame subrayar este vocablo con toda la fuerza de que soy capaz) que el mundo sólo puede ser palabra porque, antes de él, Dios es Palabra.

La evolución, tal como se enseña, es una poderosa arma de secularización, de forma tal que sus consecuencias provocan el ateísmo o al menos el deísmo. Pero sería grandioso poder enfocarnos en la belleza de las estructuras de la naturaleza, y descubrir que ese diseño abrumador nos remite a pensar en un Diseñador Inteligente y Creativo. “El Poeta”, como lo llamó Gerardo Diego.

¿Cuál es el argumento contra el evolucionismo que le parece más interesante?

Uno de los que más me gustan trata sobre “los mecanismos de complejidad irreductible”. Para entenderlo, déjame refrescar algunas ideas. El evolucionismo plantea que las distintas especies que vemos en la actualidad están, en realidad, todas conectadas por innumerables eslabones intermedios.

Por tanto, existirían numerosísimas formas intermedias (hipotéticas) de transición de multitud de órganos de seres vivos, con sus especies.

Pero no sólo ocurre que esos eslabones intermedios no aparecen (como mínimo, el Archaeopteryx, tenido en su momento por “una contundente prueba de la evolución”, no puede ser definitivamente tomado como ancestro directo de las aves2). Hay otros problemas. Cuando nos preguntamos cómo pudieron estos seres vivir, cómo pudieron funcionar sus órganos, también encontramos dificultades. Por ejemplo, si el reptil es el antecesor del ave, deberían existir miles, quizás millones, de fósiles de reptiles semi aves, aves semi reptiles, etc. Ahora bien, ¿de qué sirve la pata del reptil cuando se está transformando, camino a ser el ala de un ave? Ya no es plenamente una pata y no sirve para reptar. Pero tampoco es todavía plenamente un ala, y por tanto no sirve para volar. Salvo que introduzcamos alguna explicación no confirmada, es innegable que los órganos de aquellos seres vivos serían inviables. Por tanto, en la cruel lucha por la supervivencia darwinista, su probabilidad de sobrevivir y dejar descendencia sería mucho menor.

Pensemos en el corazón: cualquier pequeña falla causaría la muerte de la criatura. ¿Cómo va a haber evolucionado eso? ¿qué valor tiene un órgano de esta complejidad cuando está a medio construir o al 20%? Los órganos incompletos o no funcionales son un lastre para su portador. Los intermedios no sirven para nada.

Cuidado: no estoy diciendo que un órgano tiene que ser inviable “porque no conocemos cómo funciona”. Dado que tenemos que inferir el pasado por medio del presente, y puesto que en el presente una pata, un ala y un corazón son estructuras compuestas de muchas partes, son los evolucionistas quienes deben explicar cómo surgieron de una manera distinta a como se ve hoy. No nosotros. La carga de la prueba la tienen ellos. Se ha subvertido tanto el pensamiento, que ahora es uno el que debe explicar esto. Ellos nunca tienen que dar explicaciones.

Otro argumento que me encanta, por su contundencia, es el matemático. Hasta el mismo Richard Dawkins ha debido reconocer la enorme improbabilidad de que el ADN se forme por casualidad. Haciendo uso de las estadísticas, es posible demoler una teoría que declara al azar cósmico como el origen de lo complejo.

El evolucionismo nunca ha sido demostrado empíricamente, pero ha podido subsistir al no poder ser demostrado lo contrario…

Stephen William Hawking

Es que, como enseñó el fallecido Raúl Leguizamón (Dios lo tenga en su gloria por todo el bien que hizo), el evolucionismo fue –a lo sumo– una hipótesis científica “a confirmar”. Nos gustara o no, no era algo evidente porque nadie podía ver mutar una especie. Hoy sin embargo se impone como evidente. ¿Cómo es posible? Porque es evidente la microevolución, o sea, el cambio de especie (y si eso es evidente, entonces –nos dicen– el evolucionismo es válido).

Richard Dawkins ha dicho que quien no crea en la evolución es un ignorante, un estúpido, está loco (o es malvado. ¡Que cada quien se coloque donde su autoestima se lo indique! Pero más allá de esto, es evidente que buena parte de la propaganda pro evolucionista apela al sentido del honor de las personas, llevándolas a que se dobleguen ante una teoría por las consecuencias sociales que importa negarla y no por el peso propio de la evidencia.

Por eso, siempre hay que aclarar. Se ha demostrado que las especies cambian. Pero que una especie inferior sea el antecesor de una especie posterior, y que millones de cambios a lo largo de millones de cambios se acumulen y produzcan “un gran cambio” por la sola fuerza del azar… eso es Evolucionismo y eso no está demostrado. Más aún, casi casi te diría que está refutado.

Es fundamental diferenciar los hechos observables de las interpretaciones sobre hechos. Aquí, al contrario, se entrelaza un hecho con una interpretación. Y se los identifica de tal manera que al observador le es psicológicamente imposible distinguir el uno del otro. Hay muchas víctimas aquí. Por eso, la mayoría son incapaces de formular otras explicaciones alternativas a la evolucionista. La semejanza entre las especies sólo pueden verla como “prueba” de un ancestro común y no se les ocurre que podría ser indicio de un diseño común. No lo ven.

En efecto, el evolucionista no puede salir de esta idea: Sabemos que organismos cercanos comparten características similares, por esto podemos establecer relaciones genealógicas entre los humanos y por eso existen las pruebas de paternidad”. Para ellos, características similares –entendidas como aquellas que se heredan y son homólogas– evidencian parentesco entre los seres vivos.

No advierten una cosa: que haya organismos que compartan características similares no quiere decir que sean organismos cercanos. La semejanza establece, a lo sumo, la condición de posibilidad del parentesco. Pero no se puede inferir de manera necesaria el parentesco a partir de la semejanza (sería una falacia del consecuente).

De hecho, por ejemplo, pensemos en los marsupiales australianos: muchos de ellos son semejantes a los mamíferos europeos pero –según la misma teoría evolutiva– no son organismos cercanos3. Otro ejemplo típico es el ojo del pulpo, similar estructuralmente al ojo humano. ¿Quiere decir eso que somos organismos cercanos?

Los estudiantes deben distinguir –y los profesores deben enseñarles– entre una teoría científica y un hecho observable.

Los evolucionistas llaman “homología” a estas semejanzas, si entienden que ellas son indicativas de un parentesco. Pero lo cierto es que lo que para un evolucionista es una homología, para otro no. Cuando hay similitudes y les interesa decir que los animales están emparentados, la denominan “homología”. Cuando hay similitudes pero no les interesa decir que tales animales están emparentados, la etiquetan como “homoplasia”.

Las homologías supuestamente probaban que las ballenas habían evolucionado desde los mesoniquios4. Pero ahora ya no creen eso. Ahora dicen que, por supuestos parecidos filogenéticos entre estos seres vivos, las ballenas vienen de los artiodáctilos. Lo que antes se llamaba “homología” hoy es una “homoplasia”. ¿Qué tal, eh? ¿De qué sirve el estudio de las homologías con las supuestamente se pretende demostrar la evolución? Pues no sirve de nada.

Fíjate: el ojo del pulpo, al igual que el ojo humano, tiene lente, retina, iris, nervio óptico y músculos para rotar el ojo y controlar el iris. Pero como la relación entre ellos y nosotros “es muy lejana”, los evolucionistas le llaman homoplasia (y no homología)Esto lo aprendí de un colaborador anónimo (Zyn) que si mal no recuerdo vive en España, espero que le llegue esta entrevista y mi reconocimiento.

Otro ejemplo: la ecolocación. Se sabe que los murciélagos y los delfines usan este sistema. Los evolucionistas dirán que no es una “homología” sino una “homoplasia” dado que, morfológicamente, estos animales son muy distintos. En base a la morfología, son organismos lejanos. Sin embargo, en base a los estudios genéticos, son organismos cercanos5. ¿Qué son? ¿Cercanos o lejanos? Si entramos en la noticia, leemos:

Un nuevo análisis sugiere que muchos genes evolucionaron en paralelo en murciélagos y delfines, ya que cada uno desarrolló la notable capacidad de ecolocalización.

(…)

Estos resultados implican que la evolución molecular convergente está mucho más extendida de lo que se creía anteriormente’, dice el filogenético molecular Frédéric Delsuc del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) de la Universidad de Montpellier en Francia, que no participó en el estudio”.

O sea, a veces se ordenan las especies según su forma externa. Y otras veces según la genética. Cuando el criterio genético se ajusta a los modelos, se aplica. Cuando no se ajusta, se aplica otro criterio. ¿Esto es ecuánime, es científico? Y no se quiere sacar las conclusiones al respecto.

Hay estudios que expresan que, a nivel del ojo, compartimos casi el 70% de genes con los pulpos. Leemos: “In spite of the evolutionary divergence between octopuses and humans, 69.3% of the genes examined (729 of the 1052 genes) were commonly expressed in the camera eyes of human and octopus. Moreover, comparison of octopus-eye ESTs with genes in the human connective tissue indicates that the similarity of gene expression between human and octopus eyes should be remarkable”6. Traducción: “A pesar de la divergencia evolutiva entre pulpos y humanos, el 69,3% de los genes examinados (729 de los 1052 genes) se expresaron comúnmente en los ojos de cámara de humanos y pulpos. Además, la comparación de tecnologías ecológicamente racionales de ojo de pulpo con genes en el tejido conectivo humano indica que la similitud de la expresión génica entre ojos humanos y de pulpo debería ser notable”.

Razonemos: ¿Cuándo existió ese supuesto antecesor común entre los humanos y los pulpos? Debió existir hace mucho. Por lo menos, según la propia teoría, hace más de 500 millones de años. Ahora bien, pasó tanto tiempo (realmente mucho, ¿no es así?) y sin embargo… seguimos compartiendo un 69,3% de genes con los ojos de los pulpos. ¿Cómo es posible que continuemos compartiendo un 69,3% de los genes del ojo? ¿No se suponía que las mutaciones estaban ocurriendo siempre? ¿O es que, en este caso, han dejado de ocurrir y los genes se han conservado?

En definitiva, para los evolucionistas la evidencia da igual. Cuando no se hacían análisis genéticos, las semejanzas (homologías) servían para “probar” la evolución. Ya hace años se hacen estos análisis y, cuando aparecen datos difíciles de encajar en la teoría, se elige otro tipo de análisis o se reformula la teoría para acomodarla a la evidencia. Voluntarismo ideológico: la evolución es un punto de llegada, no un punto de partida.

De hecho el evolucionismo cuando se ve acorralado, se escurre de una manera muy sutil para no ser desenmascarado…

Sí. Esto es lo que intenté mostrar en “Neodarwinismo y Evolucionismo Cristiano. Fisuras e incongruencias”. La teoría se reformula para poder escapar a la evidencia hostil. Primero dijeron que la vida surgía de lo no-vivo. Cuando ya no podían sostenerlo más, zas, reformulan la teoría y ahora nos dicen que explica el cambio de la vida pero una vez que ya existe. Y entonces, la vida queda como un dato que está ahí. Pero antes habían dicho otra cosa y no se hacen cargo de que dijeron por todas partes, en todos los idiomas, y de manera propagandística lo contrario. Total, ¿la gente qué sabe?

Te doy más ejemplos. Primero dijeron que los cambios eran lentos y graduales (gradualismo). Cuando se les complicó sostener eso (el registro fósil no exhibía las formas intermedias, tenía agujeros, no había evidencia de desarrollo gradual, los seres vivos no registraban antecedentes), zas, aparece entonces una nueva reformulación de la teoría –que no obstante conserva el mismo nombre, porque con el nombre se lucra– y ahora nos venden que los cambios también pueden ocurrir de manera más rápida (saltacionismo).

Van acomodando las cosas para nunca reconocer que la teoría está refutada. Los ajustes de la teoría no son meras hipótesis ad-hoc, cuidado. Las ad-hoc son legítimas a condición de que pueda presentarse evidencia empírica capaz de corroborarlas, mediata o inmediatamente. En la historia de la ciencia, algunas hipótesis ad-hoc luego fueron confirmadas. La paralaje estelar es un caso típico.

La no confirmación de predicciones de una teoría no indica, necesariamente, la falsedad de la teoría. De ahí que, cuando los hechos no respaldan las teorías, los científicos no siempre abandonan la hipótesis (aunque a veces sí). En ocasiones, suelen añadir argumentos adicionales con el fin de salvar su programa de investigación.

Ahora bien, una hipótesis ad-hoc tiene que ser corroborada independientemente del caso puntual que la generó. Hay que testearla más allá del caso del evolucionismo. Eso sería lo lógico.

Por otro lado, una teoría puede tener mucha evidencia a favor y (si me permites la informalidad) alguna que otra hipótesis ad-hoc. Ahora bien, cuando tú te armas una teoría que tiene demasiadas ad-hoc… y encima, todas o casi todas imposibles de confirmar… Eso no huele a ciencia. Huele a que quieres mantener la afirmación evolucionista para no quedar mal, porque se te caería la cara de vergüenza si admitieras que hace más de un siglo vienes afirmando algo sin pruebas. Por eso, si bien la introducción de una hipótesis ad-hoc puede mejorar la teoría y volverla más compleja, mucho cuidado, también puede disfrazar una falsedad y retardar su abandono.

Los evolucionistas también acomodan las cosas en la presentación de las ideas. Por ejemplo, cuando dibujan sus cladogramas –“árboles evolutivos”–, los animales se ordenan por parecido morfológico. No se ordenan por tiempo de aparición o por lugar geográfico, porque ahí eso no interesa. Sin embargo, a la hora de otros argumentos, sí utilizan el criterio de orden cronológico o geográfico.

Otra forma de escabullirse es afirmar –dogmáticamente– la realidad de la evolución pero conceder que se desconoce los mecanismos. Lo cierto es que nadie puede asegurar cómo ocurrió la evolución… ¡Pero todos saben que tuvo lugar! Muy extraño. ¿Es posible –respecto de hechos que, si ocurrieron, no son evidentes– asegurar el qué si desconocen el cómo? Lo lógico sería que los evolucionistas indicasen, describan y testeen el mecanismo que habría usado la ciega naturaleza para producir los vivientes y su asombrosa arquitectura. Pero no hay consenso pacífico sobre cuál fue ese mecanismo. Hay una batalla campal entre entre neodarwinistas, neutralistas, estructuralistas, simbiotistas, etc.

Como ha dicho alguno7, el evolucionismo es más bien un anticonocimiento: se ignoran los mecanismos de transformación de las especies pero, sin embargo, se afirma categóricamente que la evolución ha tenido lugar. O sea, estamos ante una concepción pseudocientífica vacía pero que muchos sostienen… por fe. De ahí que graciosamente algún crítico haya hablado alguna vez de Fevolucionismo.

Una de las manifestaciones actuales es el llamado darwinismo social, tan relacionado con el capitalismo liberal…

La explicación de que “las especies luchan por la supervivencia, el más fuerte permanece ye estos son los que dejan descendencia” alivia la conciencia del capitalista. Al fin y al cabo, si una empresa lícita quiebra, si 2000 personas quedan en la calle, si se resienten esas miles de familias, si la educación y la salud de esos hijos se va al diablo… ¡bueno! No importa. Los más fuertes sobreviven. Así fue siempre… así surgieron las especies. ¿Por qué no va a ser así ahora en la faz actual de la sociedad?

Sin embargo el marxismo, basado en el materialismo dialéctico, también lo toma por bandera…

Sí, en los manuales de Biología de la URSS enseñaban el evolucionismo. Muchos ateos y materialistas del siglo XIX vieron la publicación de la obra de Charles Darwin como confirmación de su filosofía. Los fundadores del marxismo vieron con buenos ojos dichas publicaciones evolucionistas.

Esta teoría, nunca demostrada, donde sólo sobrevive el más fuerte y el débil desaparece da argumentos al liberalismo económico, una jungla en donde prevalece la ley del mercado y del más fuerte, sin una moral que la rija.

Por eso es tan letal. La gente cree que las ideas son simples palabras. No. Las ideas tienen consecuencias. Y la lógica tiene una fuerza demoledora.

¿Cómo se puede combatir hoy en día el evolucionismo tan opuesto a la idea de Dios y creación?

Difundiendo los argumentos contra el ateísmo cientificista. Fomentar la lectura de estos libros. Fomentar la difusión en las redes sociales. Financiando los libros y las conferencias de los que trabajan en el tema Hay que convertirse en agentes multiplicadores de la verdad. Permíteme citar al prologuista de mi libro, el Dr. Juan Manuel Torres. Mencioné antes a Raúl Leguizamón. También está el aporte del brillante abogado estadounidense cristiano, Phillip E. Johnson. No quiero omitir a otros compatriotas como Horacio Boló. También a extranjeros notables como Michael Behe, William Demsbki, Giusseppe Sermonti y Roberto Fondi. Hasta existen científicos que adhieren a alguna forma de la evolución pero cuestionan la idea de un origen gradual de los seres vivos. Por ejemplo, el español Máximo Sandín. Difundir sus críticas ayuda a dar a conocer la verdad.

¿Es peligroso defender un cierto tipo de evolucionismo desde la fe, en el sentido de que sea Dios el que haya guiado la evolución?

En “Neodarwinismo y Evolucionismo Cristiano” se plantea una conclusión que, a la luz de la evidencia disponible, entiendo que está justificada: no hay ninguna necesidad de plantear una conciliación con una teoría floja de papeles.

A veces, teólogos de formación modernista o progresista abandonan la interpretación literal del Génesis y se suben al tren del Evolucionismo. Pero también hay autores de profunda formación tomista que lo hacen. No sólo en el campo católico. En el campo protestante y/o evangélico, también existen diversos intentos de conciliación entre evolución y teísmo. Lo tienes ahí al genetista americano Francis Collins, quien fue director durante 9 años del Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano de Estados Unidos.

Creo que hay una cuestión fundamental previa: la teoría evolucionista está atravesada de problemas. Si es así, y atento a que el conocimiento científico se revisita permanentemente, ¿por qué plantear una compatibilidad? Atentos a ello, el problema de si la doctrina católica se concilia con la Evolución no se resuelve. Se disuelve.

En otro orden de cosas, me produce particular irritación los que buscan la paja en el ojo de los creacionistas fundamentalistas mientras guardan un cómodo silencio ante el ateísmo cientificista evolucionista. Se meten con el chiquito y al grandote no lo combaten. Algunos le rinden pleitesía. O ceden ante las presiones de la Fundación Templeton y suspenden actividades académicas críticas del evolucionismo. Yo creo que lo más honorable es arremangarse y pelear.

La pregunta del millón: ¿es o no es falsa la conciliación?

Es una excelente pregunta. Mira: yo no afirmo la falsedad del evolucionismo cristiano y mucho menos la verdad del mismo. Te diré por qué. El planteo de compatibilidad entre evolución y creación (o teísmo) está atravesado por numerosas dificultades y debe ser descartado “por falta de mérito”, para usar un lenguaje judicial. El evolucionismo es una suerte de “anti conocimiento”, una antiteoría, un vacío que, aunque tienen la función de conocimiento, en realidad no comunica ninguno.

Si es verdad que cada vez que la teoría está a punto de colisionar con la evidencia, es reformulada para evitar su refutación, entonces estamos ante un fantasma. Reformulo tu pregunta: ¿es o no es falsa la conciliación con un fantasma? La teoría de la evolución no tiene una materia inteligible definida, por lo tanto no puede saberse con precisión lo que es. Y, por tanto, en estas circunstancias, ¿cómo determinar si es conciliable o no con otra doctrina?

¿Es o no es falsa la conciliación? Para responder Sí/No, la idea que se pretende conciliar debería tener consistencia. Y no la tiene. Por eso, mi tesis no es la “falsedad” de la compatibilidad. Yo digo otra cosa, y hasta peor. La conciliación es dialéctica, es humo, son juegos de palabras, es malabarismo verbal. Por eso, no tiene sentido procurar las causas o los mecanismos de algo que ni siquiera se sabe si ocurrió.

¿Podríamos decir que el transhumanismo es la última fase (al menos que conozcamos) de este evolucionismo radical, donde el hombre juega a ser Dios?

Caído de Dios, el hombre cae de sí mismo, enseña San Agustín. Y agrega Dostoievski: Si Dios no existe, todo está permitido. Una vez que el ser humano incorpora la visión evolucionista atea cientificista, desaparecen los límites morales en la ciencia. Queda desacralizado el cuerpo humano y entonces todo lo científicamente posible es moralmente lícito. Más aún: desaparece el concepto de licitud e ilicitud y prima la fuerza o la rentabilidad económica.

En ese sentido, el evolucionismo –con todo su potencial antiteísta– ha preparado el camino para el desencantamiento del mundo. En un mundo desencantado y despoetizado, el transhumanismo puede campear a sus anchas. Y, como cree que no hay Dios, el ser humano juega a ser dios “haciéndose a sí mismo” de nuevo: se mutila, se extirpa partes del cuerpo, se construye artificialmente como una máquina. Por eso no hay restauración posible si no hay un regreso a los orígenes, al Fundamento del Mundo. Las batallas culturales también son espirituales.

1Cfr. http://www.sedin.org/ID/Proceso_a_Darwin_02.html

2Cfr. https://www.infocatolica.com/blog/razones.php/1111261146-darwin-a-juicio-8-la-secuenci

3Cfr. https://www.youtube.com/watch?v=7BBtxlCRgTg&t=2220s

4Cfr. https://youtu.be/7BBtxlCRgTg?t=2496

5Cfr. https://www.nature.com/articles/nature.2013.13679

6Cfr. https://genome.cshlp.org/content/14/8/1555.full.pdf. Ver página 4: Similarity in Gene Expression of Human and Octopus Eyes

7Cfr. http://www.sedin.org/propesp/X0067_04.htm

viernes, 23 de septiembre de 2022

Homilía │San Pío de Pietrelcina, presbítero│ 23.09.2022 │P. Santiago Martín FM│Magnificat.tv



Duración 8:43 minutos


Sobre la importancia fundamental de la confesión

Entrevista al cardenal Müller en InfoVaticana: «El papa no tiene autoridad para cambiar la enseñanza de la Iglesia»



El cardenal alemán Gerhard Ludwig Müller, ex prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, ha concedido una entrevista a InfoVaticana.

El purpurado ha respondido a las preguntas de este medio sin escurrir el bulto y entrando de lleno en las cuestiones planteadas sobre el reciente consistorio de cardenales celebrado en Roma a finales de agosto o sobre la dramática situación que vive la Iglesia en Alemania.

El cardenal Müller, acaba de terminar de predicar unos ejercicios espirituales a más de 400 sacerdotes en Polonia. Müller visitará España el próximo mes de octubre. El día 25 participará en una conferencia en Madrid sobre «Juan Pablo II y la Nueva Evangelización. Fuente de renovación moral y espiritual».

Entrevista con el cardenal Gerhard Ludwig Müller

P-Hace unas semanas participó en el Consistorio de los Cardenales en Roma, ¿con qué sensaciones concluyó el trabajo en ese momento?

R-En primer lugar, agradecí al Santo Padre que volviera a convocar un consistorio después de una pausa de muchos años para que los cardenales pudieran discutir con él la situación de la Iglesia en el mundo actual. Pero el tema se limitó a la discusión del documento ya publicado Praedicate Evangelium sobre la reforma de la curia y sobre el Año Santo 2025.


P-Hay algunos cardenales que lamentan no haber podido hablar todo lo que les hubiera gustado. ¿Hubo oportunidad para que los cardenales le expresaran sus preocupaciones al papa?

R-No hubo oportunidad de debatir sobre las cuestiones candentes, por ejemplo, sobre el ataque frontal a la imagen cristiana del hombre por parte de las ideologías del posthumanismo y la locura de género o sobre la crisis de la Iglesia en Europa (ya no hay vocaciones sacerdotales, las iglesias están vacías los domingos, etc.). Las contribuciones críticas se referían a la teoría del papado como un poder ilimitado de derecho divino sobre toda la Iglesia, como si el papa fuera un Deus in terris. El recién nombrado cardenal Ghirlanda, SJ, como asesor más importante del papa en la reforma de la curia, sostiene la opinión de que todo lo que los papas han dicho o hecho en el curso de la historia de la Iglesia es un dogma o una ley de jure divino. Esto contradice toda la tradición católica, y en especial el Vaticano II, de que los obispos y los sacerdotes sólo tenían autoridad para realizar actos sacramentales, mientras que el papa estaba en posesión exclusiva de toda la jurisdicción, la cual podía delegar a su voluntad en clérigos o laicos. En realidad, en el sacramento del Orden, Cristo confiere al obispo (o al sacerdote) la autoridad para predicar, santificar y gobernar (incluso para administrar justicia). El papa no confiere jurisdicción a un obispo, sino que solo le asigna una diócesis específica a un obispo, que no es representante del papado, sino de Jesucristo (Lumen Gentium 27). En un concilio ecuménico, los obispos consagrados ejercen su parte en la jurisdicción del episcopado universal no como delegados del papa, sino en virtud de la autoridad que les ha sido conferida por Cristo. La teoría del papa como autócrata, traída de la teología jesuita del siglo XIX, no solo contradice el Concilio Vaticano II, sino que socava la credibilidad de la Iglesia con esta caricatura del ministerio petrino. La promesa de una mediación ecuménica de la doctrina católica del papa (cf. Encíclica de Juan Pablo II Ut unum sint, de 1995) como «principio perpetuo y visible de la unidad de la Iglesia en la verdad de Cristo» (cf. Lumen gentium 18; 23) se hace francamente ridícula.


P-¿Qué temas destacaría que son actualmente de mayor importancia en el Vaticano?

R-Por «Vaticano» entendemos las instituciones occidentales de la Santa Sede. Pero yo hablo aquí del ministerio de la Iglesia romana, es decir, del papa con el Colegio Cardenalicio (y las instituciones de la curia romana) a la comunión y unidad de todas las Iglesias locales en la verdad de la revelación divina y la misión sacramental de llevar a todos los hombres al conocimiento de Cristo, Hijo de Dios y único mediador de la salvación.


P-Una pregunta un tanto controvertida: ¿por qué se habla cada vez más en la Iglesia de temas como la ecología, el planeta u otros temas, y menos de Jesucristo y sus enseñanzas?

R-En un mundo en el que el sentido y la meta del ser humano se limitan materialmente a contenidos temporales y transitorios (como la adquisición de poder, prestigio, dinero, lujo, satisfacción placentera), es más fácil hacerse interesante como agente de este programa de un «Nuevo Orden Mundial sin Dios» (según las lecturas capitalistas o comunistas). «¿Pues de qué le servirá a un hombre ganar el mundo entero, si pierde su alma?» (Mt 16,26). Si queremos ser discípulos de Jesús, también debemos obedecer su palabra: «Buscad más bien su reino, y lo demás se os dará por añadidura» (Lc 12,31). No existe una oposición estricta entre los bienes eternos /espirituales y las necesidades temporales/ perecederas de la vida. Pero antes pedimos a Dios, nuestro Padre, que venga su Reino y que se haga su santa Voluntad en el cielo como en la tierra. Y también pedimos el pan de cada día, el perdón de nuestros pecados como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, y la salvación de todos los males derivados de nuestra separación pecaminosa de Dios, como origen y meta de todo ser humano. En su sucesión de San Pedro, el Papa une diariamente a toda la Iglesia en la confesión de Jesús: «Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo» (Mt 16,16). Y Cristo construye su Iglesia sobre Pedro, la roca, dándole a él y a los obispos la autoridad para proclamar el Evangelio del Reino de Dios, administrar los Sacramentos y, como buenos pastores, conducir el rebaño de Cristo al buen pasto de la Palabra y de la Gracia.


P-Toda la Iglesia sigue con atención y preocupación los pasos del Camino Sinodal alemán ¿Qué opina de las decisiones de la IV Asamblea del Camino Sinodal alemán?

R-En el lenguaje teatral, no se sabría exactamente si hablar de tragedia o de comedia con respecto a este acontecimiento. Todos los textos, muy abundantes pero no muy profundos, no tratan de la renovación de los católicos en Cristo, sino de una rendición ante un mundo sin Dios. El único tema entre todos los temas es la sexualidad. Sin embargo, no se entiende como el don de Dios concedido a los seres humanos como personas creadas (en nuestra naturaleza masculina y femenina), del que se deriva la responsabilidad de participar como padre y madre en la obra de la Creación de Dios y la voluntad universal de salvación para con la propia descendencia, sino como una especie de droga para adormecer el sentimiento básico nihilista con la máxima satisfacción de placer.


P-Tanto el cardenal Marx como Georg Bätzing apoyaron los textos que pedían al papa un cambio en la moral sexual, la ordenación de mujeres y la visión de la homosexualidad, ¿qué opina?

R-Hay dos errores en esto que solo los ignorantes teológicos pueden cometer: 1) el papa no tiene autoridad para cambiar la enseñanza de la Iglesia, que está afianzada en la revelación de Dios. Al hacerlo, se exaltaría como hombre por encima de Dios. 2) los apóstoles solo pueden enseñar y disponer lo que Jesús les mandó enseñar (Mt 28,19). Son precisamente los obispos, al igual que sus próximos sucesores, los que están llamados a la «enseñanza de los apóstoles» (Hechos 2,42) en la Sagrada Escritura, la Tradición Apostólica y las definiciones doctrinales certeras de anteriores decisiones catedralicias papales o concilios ecuménicos. «El Romano Pontífice y los Obispos […] no aceptan ninguna nueva revelación pública como perteneciente al divino depósito de la fe» (Lumen gentium 25; cf. Dei verbum 10).


P-¿Ha tenido la oportunidad de hablar con alguno de los obispos de Alemania que ocupan estos cargos?

R-Según la lógica del poder, que rehúye la verdad como el diablo el agua bendita, no tiene sentido que hable con el antiguo prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe. Pero incluso el cardenal Kasper, al que antes celebraban como aliado en la cuestión de la comunión de los divorciados casados de nuevo, es silenciado por ellos tras sus declaraciones críticas sobre el camino sinodal.


P-¿Cuál cree que es la razón para intentar reformar la Iglesia cambiando toda la moral, los principios, las enseñanzas y las tradiciones?

R-Muchos funcionarios bien pagados en el establecimiento de la empresa «Iglesia alemana» (como el mayor empleador de Alemania) sufren el hecho de que la enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio y los mandamientos 6º y 9º del Decálogo contradicen la corriente principal de la sociedad debido a la revolución sexual de 1968. No soportan la contradicción con la voluntad de Dios en su comportamiento personal y los comentarios burlones de sus contemporáneos sobre el «mundo católico de la fe y la moral rezagado en la Edad Media». Por eso también quieren proyectarse como modernos y seguir la vanguardia de la ciencia de la psicología y la sociología. Quieren estar allí y no ser considerados como forasteros (como el «hijo sórdido de la nación», como lamentaba el obispo de Aquisgrán).



P-¿Cree que la Iglesia en Alemania corre el riesgo de iniciar un cisma con Roma?

R-En su ciega arrogancia, no piensan en la división, sino en apoderarse de la Iglesia universal. Alemania es demasiado pequeña para que puedan ejercer su ideología de gobierno. Reclaman un papel principal en la Iglesia universal. Se trata nada menos que de contentar al mundo entero con su sabiduría y de liberar a los católicos atrasados e incultos y a sus obispos de los demás países, incluido el papa, de la carga de la revelación y los Mandamientos divinos. Su objetivo es la transformación de la Iglesia del Dios Trino en una organización de bienestar mundano (ONG). Entonces habríamos llegado finalmente a la «religión de la fraternidad universal», es decir, a una religión sin el Dios de la revelación en Cristo, sin una Verdad que llegue más allá de la razón finita, sin Dogmas y Sacramentos como medios de Gracia necesarios para la salvación, tal como lo describió el gran filósofo de la religión ruso Vladimir Soloviev en su escrito Breve historia del Anticristo (1899). El gobernante mundial de la filantropía universal sin Dios es contradicho aquí por el papa Pedro II, que lanza la siguiente confesión al Anticristo que se ha instalado en el trono de Dios: «Nuestro único Señor es Jesucristo, el Hijo del Dios vivo».


P-¿Qué cree que le deparará el futuro a la Iglesia Católica a nivel universal?

R-Cuando uno ve la megalomanía de nuestros políticos e ideólogos desde Pekín a Moscú y desde Bruselas a Washington, no se puede esperar mucho bien para el futuro de la humanidad. Un verdadero futuro para cada ser humano en la vida y en la muerte solo lo podemos esperar de Dios , que por Amor dio a su Hijo para la salvación del mundo (cf. Jn 3,16). En un mundo en el que los hombres presumen de ser Dios, de crearse y de redimirse (cf. el principal consejero del Nuevo Orden Mundial: Yuval Noah Harari, Homo Deus), a los cristianos sólo nos queda el testimonio de la Palabra y, si es necesario, de la sangre, de que solo el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo es nuestro Salvador, porque ha vencido al mundo, a su prepotencia y a su pecado y a la muerte como precio por el pecado.

Solo cuando no adoramos a «la bestia» del abismo (la impiedad), su estatua y su falso profeta, alcanzamos la vida y el dominio con Cristo, que abarca nuestro futuro temporal y eterno. Porque la muerte temporal y eterna ya no tiene poder sobre nosotros (cf. Ap 20,6). Tenemos la paz del corazón en el Hijo de Dios, que dice a sus discípulos: «En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo» (Jn 16,33).

La vergüenza del caso Reig Pla



Que pone absolutamente de relieve la República bananera en la que algunos parecen empeñados en convertir a la Iglesia católica en España. Y valiéndose de unas mañas tan arteras que no sólo dejan en pésimo lugar a los responsables sino que apuntan directamente a sus mismos progenitores. Tanta maldad debe tener alguna raíz genética.No pueden tener buenos padres y buenas madres y ser tan canallas.
Yo no elevo a Francisco la responsabilidad única de la decisión, aunque la firma decisoria es la suya y él tenga que responder de quién se asesora y de lo que firma.
Pero lo que estamos viviendo en la Iglesia católica hoy es tan sorprendente, tan entreguista y tan desesperanzador que hay que recurrir a todos los anclajes en la divina Providencia para no dar por irremisiblemente perdida la batalla

Las fuerzas del mal tienen poderosisimos aliados que marcan en el tablero de ajedrez eclesiástico los movimientos que ejecuta el Papa. Mayoritariamente en una misma dirección: Livieres, Cipriani, Aguer, Burke, Müller, Pell, Tobin, Farrell, Cupich, McElroy, Gómez, Rey, Marx, Castillo, Zen, el obispo de Arecibo… Y ahora Reig.

En España teníamos hasta ayer diez obispos que habían presentado su renuncia al Papa por haber cumplido 75 años. Y poco antes el inane Blázquez había cumplido los ochenta como arzobispo de Valladolid. Hoy, Osoro tiene 77 años y cuatro meses. Pues de los diez, al que se han apresurado a cepìllarse fue al más joven de todos- Que apenas rebasaba en dos meses los 75 años.

Y con especiales muestras de indignidad. Para acreditar que no había la menor urgencia en sustituir al obispo no se le nombra sucesor. Lo que corría prisa era echarle.

No sabemos, de momento, quiénes son los responsables de esta vergüenza eclesiástica pero saldrán sus nombres y los enciscaremos como se merecen.Hoy ya nada queda oculto. El único nombre aparecido hasta el momento es el de un obispo auxiliar de Madrid, a quien nadie da el menor protagonismo en esto ni en nada. Un simple mandado. A lo que haga falta. Por ruin que sea.

Y que nos vengan con sinodalidades, misericordias, puentes y demás zarandajas. ¿Las que han tenido con Reig?

Queda Reig. Aunque se vaya. Difícil de olvidar su paso por Alcalá. Brillantísimo, podía estar una hora sin consultar una nota y con el público enganchado en su palabra. Absolutamente eucarístico y martirial. Un referente de la doctrina de la Iglesia hoy tan olvidada e incluso tan prostituida.

Para que lo peor le odie.

Y nosotros veneraremos su recuerdo.

No hay que ser un genio para entenderlo (Bruno Moreno)



Hace mucho, mucho tiempo, en la época en que los dinosaurios dominaban la tierra, o casi, me tocó hacer el examen de acceso a la universidad (o selectividad, como se llamaba en aquellas edades prehistóricas). No sé si demostré muchos conocimientos, pero al menos aproveché para aprender algo importante sobre la naturaleza humana que nunca he olvidado.

Me examiné en la universidad pública a la que luego asistí como alumno y, debido a su caos organizativo endémico, no encontraron aulas suficientemente grandes para nosotros a pesar de tratarse de una universidad gigantesca. Como si no fueran capaces de encontrar hielo en pleno Polo Norte, vamos. La solución que encontraron fue hacinarnos como pulgas en perro flaco, colocándonos en sillas pegadas unas a otras, de manera que cada uno de nosotros tenía delante su examen y, a unos veinte centímetros de distancia, los exámenes de otros dos estudiantes, uno a cada lado.

Como imaginarán los lectores, aunque aquellos estudiantes eran la flor y nata de nuestra juventud española, en sus tiernos corazoncitos surgió una sibilina tentación: ¿y si copiara a troche y moche como si no hubiera mañana? A pesar de los profesores que había en el aula y de los ímprobos esfuerzos de multitud de ángeles de la guarda, en aquella mañana fatídica algunos estudiantes cayeron en la tentación y empezaron a copiar de sus compañeros.

¿Que cómo lo sé? En primer lugar porque, de forma ligeramente sospechosa, tanto mi compañero de la izquierda como el de la derecha iban escribiendo exactamente lo mismo que yo. Hasta las comas. En segundo lugar, porque, al cabo de unos cinco minutos, un profesor dijo en voz alta “¡no copiéis!”, señal inconfundible de que algunos, en efecto, copiaban. Cinco minutos más tarde, el mismo profesor repitió “¡que no copiéis!”, señal igualmente certera de que los muchachitos seguían copiando como bellacos. Finalmente, cuando apenas había pasado quince minutos desde el comienzo del examen, el profesor gritó, con impotencia, “¡os he dicho que no copiéis!”.

Supongo que no hace falta decir que, después de aquella tercera advertencia, casi la totalidad de los examinandos se pusieron a copiar alegremente a sus compañeros a dos manos y sin molestarse ya en disimularlo. Recuerdo la angustia en la cara del profesor y la resignación de sus compañeros, mientras que los sinvergüencillas de los estudiantes, en palabras del profeta, exultaban de gozo como se alegran durante la siega, como se alegran al reparto del botín.

Aquel examen me dejó una profunda impresión y me enseñó algo esencial sobre la autoridad: cuando el que manda tolera que se desobedezcan públicamente sus mandatos sin consecuencias, termina por perder de facto su autoridad. Si los alumnos ven que el profesor se limita a decir una y otra vez que no hay que copiar, pero no castiga a los que lo hacen, deducen sensatamente que no hay que por qué hacerle ningún caso. Cuando el gato es demasiado gordo, cobarde o inútil para perseguirlos, los ratones bailan y le tiran de los bigotes.

Años después aprendí que esta verdad esencial sobre la desistencia de la autoridad era incluso un principio jurídico en algunos ordenamientos desde tiempos de la antigua Roma, el de la desuetudo. De conformidad con ese principio, las leyes que la propia autoridad o los tribunales van olvidando y no hacen cumplir terminan por dejar de tener efecto y hacerse inaplicables. Los romanos, que eran eminentemente prácticos, reconocían así una realidad general sobre la naturaleza del gobierno: la autoridad que no se ejerce, se pierde. Al menos de facto, como decíamos.

Este largo rodeo me lleva a los obispos flamencos (es decir, belgas de habla rarita, también conocida como neerlandesa), que acaban de aprobar un formulario para bendecir a las parejas del mismo sexo en el que, con una encomiable brevedad de palabras, consiguen negar toda la doctrina moral de la Iglesia sobre ese tema. Sin que por ahora el Vaticano haya dicho ni mu. También podemos mencionar a los obispos alemanes, que en su sínodo nacionalsinodalítico alemán de preparación del sínodo supersinodal de la sinodalidad, se han permitido negar la moral sobre ese tema y muchos otros, además de la fe católica sobre el sacerdocio y diversas cuestiones. De nuevo, sin que el Vaticano haya tenido a bien señalarles nada al respecto, más que la conveniencia de tratar esas cuestiones en el sínodo internacional y no solo en el nacional, como si lo malo no fuera negar la fe, sino hacerlo en grupos pequeños.

Estos dos casos son los más conocidos, pero ni mucho menos los únicos. Durante los dos sínodos de las familias, multitud de obispos franceses, españoles y de otras nacionalidades negaron frontalmente la fe católica sobre el matrimonio y otros temas. Sin ninguna consecuencia ni exigencia de que se retractaran. De hecho, esta situación ya viene de bastante lejos, porque, después de la publicación de la encíclica Humanae Vitae de Pablo VI, las conferencias episcopales de Austria, Bélgica, Canadá y Francia, entre otras, se desmarcaron de la encíclica, dando a entender que no había que exagerar, que podía haber distintos casos, que si la conciencia por aquí y por allá, etcétera, etcétera. No solo sin consecuencias, sino que, en algunos casos como el de la diócesis de Washington, el propio Vaticano obligó a obispos a levantar las sanciones que habían aplicado contra los sacerdotes que negaban la doctrina sobre los anticonceptivos de la encíclica.

En fin, no son más que algunos ejemplos entre bastantes más. Y todo esto limitándonos a obispos. Si añadiéramos los casos de sacerdotes y religiosos de todo el mundo que han enseñado durante décadas y siguen enseñando impunemente todo tipo de herejías e inmoralidades en público y sin consecuencias, necesitaríamos el Internet entero y aún nos faltaría espacio.

Teniendo en cuenta esta desistencia de décadas y más décadas de la autoridad en la Iglesia. ¿Qué sentido tiene rasgarse las vestiduras durante un par de días cuando sale a la luz el último caso de obispos desnortados? ¿De qué sirve que la Congregación para la Doctrina de la Fe haya sacado un documento que declara ilícitas las bendiciones a parejas del mismo sexo, si los obispos saben que pueden bendecir públicamente a esas parejas sin consecuencias? Si no se corrige a los que rechazan la fe católica y a menudo se les premia, por ejemplo con un puestecito en la Pontificia Academia para la Vida, ¿no será que gran parte de la Iglesia, incluidos los pastores, han abandonado esa fe y la consideran, en el mejor de los casos, una opinión más entre tantas posibles? ¿A quién puede extrañarle que el propio Papa haya negado de forma solemne, aunque confusa, la doctrina de la Iglesia sobre los actos intrínsecamente malos, la suficiencia de la gracia o la indisolubilidad del matrimonio en una exhortación postsinodal sin que la Iglesia en pleno se haya levantado a corregirle, como sucedió en otras épocas?

Casi le parece a uno escuchar los ecos de aquel profesor frustrado e impotente: ¡que no copiéis! ¡Os he dicho que no copiéis! Quizá la jerarquía en pleno tendría que hacer un examen de selectividad, a ver si aprendían algo. O quizá, solo quizá, sea más bien un problema de fe, porque en la Iglesia la autoridad sólo puede sustentarse en la fe y, cuando falta esta, inevitablemente la autoridad se derrumba.

Bruno Moreno

Cardenal Brandmüller: “Las decisiones del camino sinodal alemán son una apostasía masiva” (Carlos Esteban)



Walter Brandmüller, cardenal alemán y uno de los dos supervivientes de los firmantes de los Dubia nunca respondidos sobre Amoris laetitia, ha calificado las decisiones adoptadas por sus compatriotas en el episcopado de “apostasía en masa”.

En declaraciones públicas recogidas por LifeSiteNews, el anciano cardenal alerta sobre las decisiones que se han adoptado recientemente en la asamblea sinodal alemana, que ha aprobado la homosexualidad , la ordenación de mujeres y la fluidez de género, calificándolas directamente de apostasía.

En su declaración, Brandmüller señala que las decisiones de los obispos alemanes, la mayoría de los cuales apoyaban las declaraciones heréticas, “contradicen diametralmente las enseñanzas de las Sagradas Escrituras y la Tradición Apostólica”. Se pregunta si se han olvidado de los juramentos que hicieron en su ordenación sacerdotal y luego en su consagración episcopal. Las recientes decisiones de la asamblea alemana revelan para él “una concepción de la Iglesia, de la doctrina de la fe y la moral, que está a años luz de la auténtica proclamación de la fe de la Iglesia”.

El Camino Sinodal alemán parece pensar que puede adaptarse al zeitgeist de su tiempo, olvidando la revelación de Dios.

Al Cardenal Brandmüller, esta actitud le recuerda a “esa rebelión del hombre contra su Creador, como la toma fatal del fruto del Árbol Prohibido, que en el curso de la historia humana se ha repetido una y otra vez, y en formas siempre nuevas, y ha resultado en ríos de sangre y lágrimas.”

Como historiador de la iglesia, el prelado de 93 años también ve un paralelo con las luchas de los siglos IV y V d.C. , “cuando la mayoría de los obispos orientales de la herejía arriana negaban la divinidad de Jesús, mientras que San Atanasio , perseguido por ellos, fue expulsado varias veces de su sede episcopal o tuvo que huir”. Pero también advierte a los obispos alemanes y a los laicos de las consecuencias de la herejía cuando agrega: “Pronto, los ejércitos del profeta de La Meca cayeron sobre estas iglesias, dejándolas en humo y ruinas…”.

Carlos Esteban

jueves, 22 de septiembre de 2022

Vamos hacia el sistema del crédito social y del control total que tiene China: Gianfranco Amato



La escandalosa ocultación mediática de las palabras de Irene Montero sobre niños y sexo

CONTANDO ESTRELAS


A menudo es lamentable el papel de los grandes medios de comunicación a la hora de fiscalizar al gobierno en España, pero lo de hoy ya roza el escándalo.

Irene Montero dice que los niños pueden «tener relaciones sexuales con quien les dé la gana»

Simone de Beauvoir: la partidaria de la pedofilia que formuló las bases de la ideología de género

Esta mañana pudisteis ver en Contando Estrelas las polémicas declaraciones hechas ayer por Irene Montero en el Congreso, afirmando que “tienen derecho a saber que pueden amar o tener relaciones sexuales con quien les dé la gana. Basadas, eso sí, en el consentimiento”, a pesar de que la edad de consentimiento penal en España es de 16 años. Aquí el vídeo:

Lo que hizo la ministra contradice el Artículo 181 del Código Penal, que castiga con la pena de prisión de dos a seis años las relaciones sexuales con menores de 16 años, y además han recibido duras críticas de Vox (que ha adelantado que pedirá la reprobación parlamentaria de la ministra, ha anunciado “acciones legales” contra ella y ha pedido el cierre de su ministerio), y también críticas desde el Partido Popular y Ciudadanos. Así mismo, en las redes sociales esas declaraciones se han viralizado entre duros reproches a la ministra, contra la que muchos internautas están lanzando acusaciones de promover la pederastia.

Por el contrario, algunos destacados medios de comunicación han optado por ocultar las declaraciones de la ministra y las reacciones políticas que ha generado, a pesar de la gravedad de las citadas declaraciones y de las medidas que la oposición política han anunciado contra Montero. Entre las televisiones nacionales, Televisión Española, Antena 3 y La Sexta han ocultado las declaraciones de Montero y las críticas de la oposición. Es como si la polémica, para esos medios, hubiese ocurrido en Sri Lanka.

No han sido los únicos. La Cadena SER, la COPE y Onda Cero tampoco han dado noticia de esas declaraciones de la ministra. En las emisoras de PRISA y del Grupo Planeta ya no resulta extraño algo así, pero ¿la emisora católica no cree oportuno hablar de este tema, acaso? Entre los periódicos, El País y el panfleto ultraizquierdista Público han decidido ocultar el tema a sus lectores (son diarios afines al PSOE y a Podemos, ¿de qué extrañarse?). El Mundo ha escondido la noticia en la parte baja de su portada (debe ser que no consideran tan importante que una ministra diga algo así).

Hay un caso ciertamente divetido: el digital ultraizquierdista Eldiario.es acusa a la “ultraderecha” de “manipular” las palabras de la ministra. Lo justifica entrecomillando una cita que no es exactamente lo que dijo Montero (bonita forma de acusar a otros de manipular) y afirma que la ministra estaba hablando en realidad “sobre el derecho de las jóvenes de 16 y 17 años a interrumpir voluntariamente el embarazo sin la obligación de contar con un permiso parental previo”. El propio vídeo que publica ese digital desmiente su afirmación. Tronchante.

Hagamos ahora una breve reflexión. Si esos medios son capaces de ocultar algo así, ¿cuántas otras cosas importantes se “olvidarán” de contarnos? Luego no se quejen de que el periodismo está en crisis y de que la gente ya no se fía de lo que lee en ciertos medios. Algunos han tirado por la borda toda su credibilidad.


ELENTIR

miércoles, 21 de septiembre de 2022

YouTube cierra «el canal del P. Santiago Martín» ("Somos molestos porque seguimos a Cristo, pero llevamos dos mil años siendo perseguidos")



SE PODRÁ SEGUIR DISFRUTANDO DEL SERVICIO EN UN NUEVO CANAL: «MISA DE HOY»

Sin preaviso, YouTube ha cerrado el seguido canal MagnificatTV, popularmente conocido como el «YouTube del P. Santiago Martín». Se desconocen los motivos. Con más de ochocientos mil suscriptores el canal retransmitía la Santa Misa, prácticas de piedad como el Rosario o el Vía Crucis así como una sección de análisis de actualidad. «Somos molestos porque seguimos a Cristo» señala el P. Santiago Martin.

-------

Sin anestesia. Los miles de internautas que habitualmente acuden a los videos de MagnificatTV, de los Franciscanos de María en la plataforma YouTube (popularmente conocido como el «Youtube del P. Santiago Martín») solo pueden leer el mensaje
«El vídeo no está disponible. Este vídeo ya no está disponible porque se ha cancelado la cuenta de YouTube asociada a él».
Con 818 mil suscriptores y muchísimas más visualizaciones semanales, las retransmisiones de la Santa Misa y otras prácticas de piedad (Rosario, Coronilla de la Divina Misericordia, Vía Crucis,…) así como homilías o la sección de noticias y análisis de la actualidad de la Iglesia, eran seguidas en todo el mundo.

No se conoce todavía el motivo específico. Era un canal de comunicación que se caracterizaba por la propuesta íntegra y valiente del Magisterio de la Iglesia. Previo al cierre hubo un ataque al canal.

Con el tesón que les caracteriza han abierto otro canal en el que se podrán seguir los mismos contenidos, «Misa de Hoy», y como dice el P. Santiago Martín, fundador de los Franciscanos de María, sin victimismo y con el buen humor que le caracteriza: «si los siguen cerrando, seguiremos abriendo canales nuevos».

Hemos tenido la oportunidad de entrevistar al P. Santiago Martin para conocer la situación y el futuro próximo:

¿A qué se dedicaba el canal?

El canal está exclusivamente al servicio de la evangelización. Transmitíamos la Misa diaria, con una audiencia dominical de 150.000 conexiones de media, y una audiencia diaria de 60.000. También transmitíamos otros vídeos, como el Rosario, la Coronilla de la Misericordia, El Vía Crucis, homilías, conferencias, noticias de la Iglesia, la actualidad eclesial comentada y un gran número de vídeos de espiritualidad (charlas cuaresmales, meditaciones sobre la Virgen, etc).

¿Cuál es el motivo del cierre?

No lo sabemos. La política de Youtube establece que, antes de cerrar un canal, deben avisar, pero esta vez no lo han hecho. Hay que decir también que el día anterior al cierre, sufrimos un ataque cibernético que nos bloqueó el canal durante muchas horas. No sabemos si el cierre del canal se debe a que el ataque cibernético no logró sus objetivos y tuvieron que recurrir a cerrarlo.

¿Van a recurrir la decisión tomada por la plataforma?

Ya lo hemos hecho y hasta ahora no hemos tenido respuesta.

¿Qué van a hacer a partir de ahora?, ¿podremos seguir disfrutando del servicio que prestaban?

Hemos abierto otro canal, «Misa de Hoy», para seguir ofreciendo la transmisión de la Misa a los miles de espectadores que se beneficiaban de ella. Abriremos otro para el segmento de Noticias de la Iglesia. Si los siguen cerrando, seguiremos abriendo canales nuevos. Agradezco que se difunda el nuevo canal, para que pueda llegar a los muchos que nos seguían.

¿Qué consejos les daría a aquellos que pueden llegar a autocensurarse para no ser expulsados de la red?

No hay que rendirse. Somos molestos porque seguimos a Cristo, pero llevamos dos mil años siendo perseguidos. Es un gran honor compartir algo, aunque sea tan poco, de lo que sufrió Cristo y de lo que sufrieron los mártires.

¿Qué hacer con los obispos cuando no cumplen con su deber?



El día de su ordenación episcopal, Benedicto XVI escogió como lema “Cooperatores Veritatis”. El Pontífice alemán, tuvo claro desde el primer momento que su labor como obispo, debía estar enfocada a arrojar luz y defender la verdad.

Por desgracia, hoy en día vemos como cada vez más obispos se saltan a la torera este precepto, siendo ellos causantes y promotores de grandes inmoralidades y confusiones.

Mientras algunos se afanan por reformar la Iglesia desde dentro intentando colar doctrinas y enseñanzas nocivas, otros callan ante estos abusos.

Las herejías de alemanes y belgas

Hace escasos días, asistimos atónitos a cómo gran parte del episcopado alemán, con su presidente y el cardenal Marx a la cabeza, apoyaban reformas en moral sexual, uniones homosexuales y ordenación de mujeres.

Este pulso, no se mantiene desde el desconocimiento. Resulta inverosímil que haya obispos que desconozcan la nota que emitió la Congregación para la Doctrina de la Fe, donde afirmaba que no se podía bendecir el pecado, en referencia a las parejas homosexuales. Por otro lado, es difícil de creer que los obispos desconozcan la Ordinatio Sacerdotalis de san Juan Pablo II donde afirma que «la Iglesia no tiene en modo alguno la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, y que este dictamen debe ser considerado como definitivo por todos los fieles de la Iglesia».

Con todo esto, ¿cómo es posible que todavía queden obispos que planten cara de manera tan frontal y abierta contra el Magisterio de su propia Iglesia?

Cuando no se toman decisiones y se actúa de manera impune, es fácil que se produzca el «efecto llamada». En vistas que la inmensa mayoría del episcopado alemán se revuelve contra Roma y no pasa nada, ahora sus colegas belgas han decidido iniciar una nueva senda de ruptura con el Vaticano y la enseñanza católica.

En el día de ayer, publicamos como la Conferencia Episcopal de Bélgica, con el cardenal De Kesel a la cabeza, ha decidido abrazar y bendecir las uniones entre parejas homosexuales.

Lo que se esconde detrás de todas estas acciones, no es otra cosa que intentar «matar al pecado» y caer en que todo vale y que sólo hace falta ayudar a los pobres. En otras palabras, se trata de convertir la Iglesia católica, en una gran ONG.

Esta misma semana, hemos visto como algunos obispos han levantado la voz contra un error de Francisco en una de sus últimas cartas. Este tipo de actitudes no es lo habitual ya que siempre existe el temor a que pueda ocurrir como le pasó al obispo de Arecibo, monseñor Daniel Fernández, y ser destituido de un plumazo por parte del Papa.

Afortunadamente, aún algunos pocos obispos fieles a la verdad y que sin miedo ni complejos no dudan en levantar la voz cuantas veces sea necesario, tal y como han demostrado en numerosas ocasiones el obispo de Tyler, Joseph E. Strickland o Athanasius Schneider. También dentro del colegio cardenalicio los hay, como Müller o Sarah, que se han atrevido a corregir a sus colegas y alertar de estos peligros dentro de la Iglesia. Hay muchos otros, que públicamente prefieren guardar silencio.

El papel de los obispos y la doble vara de medir

Quizá haga falta recordar a este grupo de obispos progresistas colaboradores de doctrinas heréticas y confusas, que el Código de Derecho Canónico establece en el punto 386 que «el Obispo diocesano debe enseñar y explicar a los fieles las verdades de fe que han de creerse y vivirse, predicando personalmente con frecuencia; cuide también de que se cumplan diligentemente las prescripciones de los cánones sobre el ministerio de la palabra, principalmente sobre la homilía y la enseñanza del catecismo, de manera que a todos se enseñe la totalidad de la doctrina cristiana».

Cabe preguntarse, de manera legítima, el motivo por el cuál no «se actúa de oficio» en estos casos por parte de la Santa Sede y apartar cuanto antes a estos obispos que confunden al pueblo de Dios.

Es difícil de entender el empeño de Roma de poner su atención en restringir la Misa Tradicional por «falta de unidad» cuando resulta que hay un grupo de cardenales, obispos y sacerdotes que defienden públicamente doctrinas contrarias que menoscaban la unidad dentro de la Iglesia.

Resulta también sorprendente que se esté más preocupado en paralizar las ordenaciones en la diócesis de Frejús-Toulon, cuando es uno de los seminarios con más vocaciones de Francia o que se intervengan instituciones y movimientos de sana y buena doctrina que llenan las iglesias sin necesidad de inventarse cosas raras.

Redacción Infovaticana

martes, 20 de septiembre de 2022

Homilía de Hoy | Santos Andrés Kim, Pablo y compañeros mártires | 20-09-2022 | P. Santiago Martín FM



Duración 8:06 minutos

Cerrado canal de Youtube de Magnificat.TV



Duración 14:06 minutos

https://secretummeummihi.blogspot.com/2022/09/cerrado-canal-de-youtube-de-magnificat.html

No sabemos cuál exactamente será la causa por la que han cerrado el canal de Youtube de Magnificat.TV, cosa que lamentamos, pero si es por videos como el que hemos empotrado en esta entrada, pues saquen ustedes mismos conclusiones. El canal en inglés que también tienen en Youtube con algunos de los contenidos originales pero traducidos a ese idioma, sigue funcionando...por ahora.

La revolución que España necesita (José Javier Esparza)



Duración 4:26 minutos

lunes, 19 de septiembre de 2022

Cuatro obispos, sacerdotes y seglares señalan un error doctrinal contenido en «Desiderio desideravi» sobre la recepción de la Eucaristía




La doctrina católica de siempre, ratificada en el concilio de Trento y en el actual catecismo, indica que para poder comulgar hay que estar en estado de gracia y no en pecado mortal. Cuatro obispos, varios sacerdotes y numerosos miembros del mundo académico católico han publicado una carta señalando el error en la carta apostólica «Desiderio desideravi»


--------


El canon XI sobre la Eucaristía del concilio de Trento reza así:

Si alguno dijere, que sola la fe es preparación suficiente para recibir el sacramento de la santísima Eucaristía; sea excomulgado. Y para que no se reciba indignamente tan grande Sacramento, y por consecuencia cause muerte y condenación; establece y declara el mismo santo Concilio, que los que se sienten gravados con conciencia de pecado mortal, por contritos que se crean, deben para recibirlo, anticipar necesariamente la confesión sacramental, habiendo confesor. Y si alguno presumiere enseñar, predicar o afirmar con pertinacia lo contrario, o también defenderlo en disputas públicas, quede por el mismo caso excomulgado.

El Catecismo enseña:

1385. Para responder a esta invitación, debemos prepararnos para este momento tan grande y santo. San Pablo exhorta a un examen de conciencia: «Quien coma el pan o beba el cáliz del Señor indignamente, será reo del Cuerpo y de la Sangre del Señor. Examínese, pues, cada cual, y coma entonces del pan y beba del cáliz. Pues quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propio castigo» ( 1 Co 11,27-29). Quien tiene conciencia de estar en pecado grave debe recibir el sacramento de la Reconciliación antes de acercarse a comulgar.

De igual manera, el Código de derecho canónico decreta:

Can. 915: No deben ser admitidos a la sagrada comunión los excomulgados y los que están en entredicho después de la imposición o declaración de la pena, y los que obstinadamente persistan en un manifiesto pecado grave.

Can. 916: Quien tenga conciencia de hallarse en pecado grave, no celebre la Misa ni comulgue el Cuerpo del Señor sin acudir antes a la confesión sacramental, a no ser que concurra un motivo grave y no haya oportunidad de confesarse; y en este caso, tenga presente que está obligado a hacer un acto de contrición perfecta, que incluye el propósito de confesarse cuanto antes.

Can. 711. Quien sea consciente de pecado grave, absténgase de celebrar la divina liturgia y de recibir la Divina Eucaristía, a menos que exista seria razón y falte oportunidad de recibir el sacramento de la Penitencia. En tal caso debe realizar un acto de perfecta contrición, que incluye el propósito de acceder a este sacramento lo antes posible.

Can. 712. Ha de apartarse de la recepción de la Divina Eucaristía a los públicamente indignos.

--------

Sin embargo, el papa Francisco escribe en su carta apostólica Desiderio desideravi sobre la formación litúrgica del pueblo de Dios:
5. El mundo todavía no lo sabe, pero todos están invitados al banquete de bodas del Cordero (Ap 19,9). Lo único que se necesita para acceder es el vestido nupcial de la fe que viene por medio de la escucha de su Palabra (cfr. Rom 10,17).
Por ello un grupo de obispos, sacerdotes y seglares expertos en doctrina católica han hecho pública una declaración, «La enseñanza católica sobre la recepción de la Sagrada Eucaristía», en la que tras constatar que:

«El significado natural de estas palabras es que la única condición para que un católico reciba dignamente la Sagrada Eucaristía es la posesión de la virtud de la Fe, por la cual uno cree la doctrina cristiana como divinamente revelada. Además, en la Carta Apostólica como un todo se guarda completo silencio sobre este tema esencial del arrepentimiento del pecado para recibir dignamente la Sagrada Comunión.

Recuerdan que:

La Carta Apostólica Desiderio desideravi no constituye enseñanza infalible porque no satisface las condiciones requeridas para la infalibilidad. El canon del Concilio de Trento, en cambio, es un caso de ejercicio del poder infalible de enseñar de que goza la Iglesia. Luego, la contradicción entre Desiderio desideravi y la doctrina definida por el Concilio de Trento no derrota la doctrina de que la Iglesia está infaliblemente guiada por el Espíritu Santo cuando, haciendo uso de su oficio de enseñar, exige que todos los católicos crean una doctrina como divinamente revelada.

Y añaden:

Sobre la posibilidad de que un papa enseñe públicamente doctrinas erradas, véase la Correctio filialis dirigida al papa Francisco por un grupo de académicos católicos (http://www.correctiofilialis.org), y las discusiones contenidas en el libro Defending the Faith against Present Heresies (Arouca Press, 2021).

Y recalcan que:

Ningún católico puede creer o actuar basado en una declaración papal si ésta contradice la Fe Católica divinamente revelada.

Los firmantes de la carta lamentan que la política estadounidense Nancy Pelosi, pro abortista radical, comulgara públicamente en una Misa oficiada por el papa Francisco en la Basílica de San Pedro, a pesar de que su arzobispo, Mons. Cordileone, le advirtió públicamente que no podía comulgar precisamente por defender el crimen de matar a los no nacidos. Igualmente lamentan que el Papa no solo no apoyó al arzobispo de San Francisco sino que pareció reprocharle por querer ser fiel a la enseñanza de la Iglesia.

El texto concluye con la siguiente declaración:

Nosotros, los abajo firmantes, confesamos la Fe Católica en lo que concierne a la digna recepción de la Eucaristía, tal como ha sido definida en el Concilio de Trento. Es decir, la fe sola no es preparación suficiente para recibir dignamente el Sacramento de la Sagrada Eucaristía. Exhortamos a los obispos y clérigos de la Iglesia Católica a confesar públicamente la misma doctrina sobre la recepción digna de la Eucaristía, y a hacer cumplir los cánones pertinentes, para evitar grave y público escándalo.

Texto completo

Firmantes

Monseñor Joseph Strickland, Obispo de Tyler

Reverendísimo René Henry Gracida, obispo emérito de Corpus Christi

Mons. Robert Mutsaerts, Obispo Auxiliar de S'Hertogenbosch, Países Bajos

Mons. Athanasius Schneider, obispo auxiliar de Astana, Kazajistán

P. James Altman

Dr. Heinz-Lothar Barth, hasta 2016 profesor de latín y griego en la Universidad de Bonn

Donna F. Bethell, JD

James Bogle, Esq., MA TD VR, abogado y ex presidente de Una Voce International

Diácono Philip Clingerman OCDS BS, BA, MA [Teología]

Diácono Nick Donnelly, MA

Anthony Esolen, PhD

Diácono Keith Fournier, JD, MTS, MPhil

Matt Gaspers, Editor General, Catholic Family News

P. Stanislaw C. Gibziński, Reading, Reino Unido

Maria Guarini, STB, editora del sitio web Chiesa e postconcilio

Sarah Henderson, DCHS, MA (Educación Religiosa y Catequesis), BA

Dra. Maike Hickson, PhD, periodista

Dr. Robert Hickson, profesor jubilado de literatura y filosofía

Dr. Rudolf Hilfer, Stuttgart, Alemania

Dr. Rafael Huentelmann, redactor jefe de METAPHYSICA

Steve Jalsevac, cofundador y presidente de LifeSiteNews.com

Dr. Peter A. Kwasniewski, PhD

Dr. John Lamont, DPhil

P. Elias Leyds, CSJ, diócesis de Den Bosch, Países Bajos

P. John P. Lovell

Dr. César Félix Sánchez Martínez. Profesor de Filosofía de la Naturaleza en el Seminario Arquidiocesano San Jerónimo de Arequipa (Perú)

Diácono Eugene McGuirk

Martin Mosebach

Brian M. McCall, redactor jefe de Catholic Family News

Patricia McKeever, B.Ed. M.Th., Editora, Catholic Truth (Escocia)

Julia Meloni, licenciada en Yale, licenciada en Harvard, autora

P. Cor Mennen, licenciado en derecho canónico, ex-profesor de seminario

P. Michael Menner

Dr. Sebastian Morello, BA, MA, PhD, editor de ensayos para The European Conservative

P. Gerald E. Murray, J.C.D., párroco de la Iglesia de la Sagrada Familia, Nueva York, NY

George Neumayr, escritor católico

P. Guy Pagès

Paolo Pasqualucci, profesor retirado de filosofía, Universidad de Perugia, Italia

Dr. Claudio Pierantoni, Universidad de Chile, doctor en Historia del Cristianismo, doctor en Filosofía

Dr. Carlo Regazzoni, filósofo.

Dr. John Rist, profesor emérito de Clásicos y Filosofía, Universidad de Toronto, FRSC

Eric Sammons, editor de la revista Crisis

Edward Schaefer, presidente, The Collegium

Wolfram Schrems, Mag. theol., Mag. phil.

Paul A. Scott PhD, FRSA, FRHistS, FCIL, CL, profesor asociado de francés y profesor Cramer, profesor afiliado del Gunn Center for the Study of Science Fiction, profesor afiliado del Ad Astra Center for Science Fiction and Speculative Imagination, editor general de The Year's Work in Modern Language Studies (Brill) Departamento de Estudios Franceses, Francófonos e Italianos,

Universidad de Kansas, Estados Unidos

Anna Silvas, BA, MA, PhD, Investigadora Senior Adjunta, Universidad de Nueva Inglaterra, Australia

Dr. Michael Sirilla, PhD

Anthony P. Stine, PhD

Dr. Gerard J.M. van den Aardweg, Países Bajos

Dr. phil. habil. Berthold Wald, profesor jubilado, Facultad de Teología de Paderborn, Alemania

John-Henry Westen, cofundador y editor jefe de LifeSiteNews.com

Elizabeth Yore, abogada, fundadora de Yore Children

John Zmirak, Doctor en Filosofía
Firmantes adicionales

P. Edward B. Connolly

Christina Fox, BA BDiv., académica

Adrie A.M. van der Hoeven MSc, editor de jesusking.info

P. Tyler Johnson

Edgardo J. Cruz Ramos, presidente de Una Voce Puerto Rico

Luis Román, estudiante de MBA y MA de teología, anfitrión y productor del conocido programa en la comunidad hispana llamado Conoce, Ama y Vive Tu Fe

Prof. Leonard Wessell (retirado), Ph.D. (USA), Dr. Phil. (Alemania), Doctorado, (España)

domingo, 18 de septiembre de 2022

viernes, 16 de septiembre de 2022

Alguien tiene que decírselo (Bruno Moreno)



Algunas personas no tienen la capacidad de hablar bien en público de forma espontánea y sin haber preparado el discurso. Mejor dicho, la gran mayoría de las personas no tienen esa capacidad. A estas alturas no creo que sorprenda a nadie si señalo que el Papa Francisco forma parte de esa gran mayoría de la humanidad. Hablar en público no es uno de sus dones y sus colaboradores cercanos deberían decírselo. Entiendo que a nadie le gusta que le recuerden sus defectos. Y entiendo también que a nadie le gusta tener que ser el que recuerda esos defectos a su jefe. Pero a veces es necesario y un deber.

Ser Papa no conlleva tener todas las cualidades del mundo y es normal que no se le dé bien hablar en público. Como decíamos, eso le sucede a la mayoría de la gente, obispos incluidos. Lo que no es normal es que, aparentemente, no sea consciente de que no sabe hablar espontáneamente en público, se empeñe en hacerlo a tiempo y a destiempo con desastrosas consecuencias y ninguno de sus colaboradores tenga el valor de decírselo.

Los ejemplos son tan numerosos que, literalmente, darían para escribir un libro. En multitud de ocasiones ha hecho afirmaciones asombrosas, desde que nuestra Señora no había nacido santa a que la multiplicación de los panes y los peces no había sido un milagro, pasando por llamar “conejas” a las madres de familias numerosas o “la vieja” a Santa Teresa, afirmar que hablar mal de otros es “terrorismo”, decir que la mayoría de los matrimonios son nulos o el famoso “quién soy yo para juzgar”.

Las declaraciones inconvenientes son, a menudo, de carácter teológico, como, por ejemplo, cuando afirmó que santos son los “que viven su fe, sea la que sea, con coherencia” y los que “viven los valores humanos con coherencia”, que no hay que anunciar el Evangelio más que a los que “piden que hables”, que la pena de muerte “es inadmisible porque atenta contra la inviolabilidad y la dignidad de la persona”, que en las distintas religiones vemos “la riqueza de caminos distintos para llegar a Dios” y un larguísimo etcétera. Estas afirmaciones, por supuesto, tienen una gravedad especial porque su misión específica es confirmarnos a los demás en la fe y no sembrar la confusión, aunque sea de forma inconsciente.

Cuando habla de temas políticos le sucede lo mismo. Pontifica sobre temas que claramente no conoce, dice a menudo cosas inapropiadas por completo, hace simplificaciones terribles y ofende a multitud de personas sin ninguna necesidad. Quizá por el ambiente informal, las afirmaciones alcanzan cotas más altas de imprudencia cuando el Papa habla en el avión a los periodistas durante sus viajes. Ayer mismo, en el viaje de vuelta desde Kazajistán, el Papa habló, por ejemplo, de China, realizando afirmaciones asombrosas, en las que será mejor no detenerse. También habló sobre la guerra y el comercio de armas, diciendo exactamente lo contrario de lo que ha dicho otras veces acerca del tema, sin que esa contradicción parezca preocuparle. Todo ello aderezado con múltiples expresiones que simplemente no tienen sentido, de modo que, si uno hace un análisis frase por frase, se le cae el alma a los pies.

A todo esto se añade una personalidad visceral, que tiende a hablar durísimamente de los que considera sus enemigos personales (en ocasiones con fuertes insultos) y, a la vez, se deshace en elogios públicos de personalidades y regímenes diametralmente opuestos a la fe católica y a la moral cristiana. Aquí entramos en los defectos personales que todo el mundo tiene, pero es tremendamente desedificante ver a un Papa burlarse en público del cardenal Burke, por ejemplo, porque siendo “negacionista” se “contagió con el virus”.

Creo que no es necesario extendernos más, porque es algo obvio: por las razones que sea, el Papa Francisco tiende a hablar en público imprudentemente y eso es un gran problema. La prudencia es la principal virtud que deben ejercer quienes gobiernan y, debido a su papel de Vicario de Cristo, esas imprudencias públicas causan un alto grado de escándalo, confusión y descrédito para la Iglesia. El prestigio religioso y también humano que fueron acumulando los Papas durante al menos los tres últimos siglos se va gastando y derrochando sin necesidad.

La solución es sencilla: quien no tiene la capacidad de hablar espontáneamente en público sin crear confusión, no debe hacerlo. Si cuando uno no tiene tiempo para reflexionar, dice lo primero que se le pasa por la cabeza, entonces no debe hablar sin haber preparado antes lo que va a decir. Los colaboradores del Papa tienen el deber moral de hacérselo entender, aunque sea a riesgo de perder su cargo. Quizá no escuche, porque Dios sabe que todos tenemos bastante dificultad en escuchar cuando alguien nos dice que estamos actuando mal, pero es necesario intentarlo todas las veces que haga falta, por el bien de la Iglesia y por el bien de los fieles. El mismo Papa Francisco dijo que todos tenemos necesidad de un profeta que nos aparte de conductas inapropiadas que no somos capaces de reconocer: “que el Señor nos conceda la gracia de enviarnos siempre un profeta - puede ser el vecino, el hijo, la madre, el padre - que nos abofetee un poco cuando nos deslizamos en esta atmósfera donde todo parece ser legítimo”.

Y a los demás, por supuesto, nos toca rezar mucho por el Papa, que es nuestro Papa.

Bruno Moreno