BIENVENIDO A ESTE BLOG, QUIENQUIERA QUE SEAS



lunes, 7 de diciembre de 2020

Anticipo. Los diarios de la prisión del cardenal Pell

 IL SETTIMO CIELO




*

Puesto en libertad el 7 de abril por la Suprema Corte australiana que por unanimidad reconoció la inconsistencia de las acusaciones, el cardenal George Pell, de 79 años, entregó sus diarios de la prisión a Ignatius Press, la editorial estadounidense fundada y dirigida por el jesuita Joseph Fessio, discípulo de antigua data de Joseph Ratzinger y miembro de su “Schulerkreis”, para que sean publicados.

Y aquí está. El primer volumen del “Prison Journal” [Diario de la Prisión] de George Pell saldrá a la venta el 15 de diciembre y Settimo Cielo anticipa aquí algunos pasajes, con la autorización del editor.

El libro, de 350 páginas, cubre los primeros cinco meses de los 404 días transcurridos por el cardenal en una celda de aislamiento, en la Prisión de Evaluación de Melbourne.

Cada tarde Pell escribía el diario de la jornada, dos o tres páginas que casi siempre comenzaban con sus reflexiones sobre las dos lecturas matutinas del Breviario, una extraída de la Biblia y otra de los Padres de la Iglesia, y terminaban con una oración.

La Biblia y el Breviario – con las Laudes, las Vísperas y el Oficio de Lecturas – eran dos de sus seis libros, no más, que le fueron permitidos tener consigo en prisión, a su elección. Otro era “Guerra y Paz”, de León Tolstoi.

La celda era larga, entre 7 y 8 metros, ancha un poco más de 2 metros, con la cama, la silla, la mesita, el lavabo, el agua, la ducha y el televisor. La ventana, con sus barras y el vidrio oscurecido, permanecía siempre cerrada. En las celdas de la misma ala había asesinos y terroristas, algunos de ellos musulmanes, y Pell escuchaba tanto las oraciones como los gritos. Dos veces al día se le permitía salir por media hora en un pequeño patio rodeado por altos muros, también allí solo, y este era también el único momento en el que podía telefonear. Un par de veces a la semana recibía visitas y de tanto en tanto una religiosa le llevaba la comunión eucarística.

No se le permitía celebrar Misa, la dominical la veía en televisión. Recibía muchas cartas, también de algún vecino de celda, y los familiares y los amigos le procuraban diarios, recortes, diarios de páginas web, incluidas las de Settimo Cielo. Vestía el mismo uniforme que los demás encarcelados, sin el cinturón por razones de seguridad, y era sometido, como los demás, a frecuentes controles antidroga e inspecciones corporales.

Pero sus diarios no tienen nada triste. Más bien son calmos y tranquilazadores, aquí y allá con un hilo de ironía. Los partidos de fútbol australiano y de rugby encuentran en él un comentarista partícipe. La escritura es simple y profunda a la vez. El lamento está ausente. Aunque afloran críticas a Francisco y a Benedicto XVI, ellas son mesuradas y ecuánimes, como se puede advertir en los pasajes más abajo informados.

Sobre el escándalo financiero en la curia, que también lo había atormentado en Roma, en el diario hay menos todavía de eso poquísimo que Pell dijo hace algunos días en la entrevista con Nicole Winfield para Associated Press, que efectivamente nunca había pensado “que habría de ser en Technicolor como hemos visto”, pero “puede ser que se trate de una incompetencia desconcertante”, lamentablemente con “tanta criminalidad involucrada”, y en cuanto a la posible contribución del Vaticano a la campaña contra él en Australia su esperanza es que no haya existido, pero “pienso que descubriremos si ha habido o no”, porque “ciertamente la fiesta no ha terminado”.

Pero dejemos la palabra al cardenal Pell, en esta pequeña antología de su “Diario de la Prisión”.

*

EL DOLOR DE JOB, EL MÍO Y EL DE MIS AMIGOS CHINOS

(Lunes 4 de marzo y sábado 15 de junio de 2019, pp. 26-27 y 283-284)

En el Breviario, los problemas de Job continuaron y empeoraron, porque se le permitió a Satanás infectarlo con úlceras malignas. Pero Job no condenó a Dios, aunque su esposa, amargada, lo exhortaba “a maldecir a Dios y morir”. Job no pronunció ninguna palabra pecaminosa. “Si aceptamos de Dios lo bueno, ¿por qué no deberíamos aceptar el mal?” (Job 2, 9-10).

En muchas ocasiones, cuando se me preguntó sobre el sufrimiento inmerecido, respondí que también “al Hijo de Dios, Jesús, no todo le salió bien”. Para los cristianos, esto los induce siempre a detenerse y reflexionar, y a veces les he pedido recordar también los momentos de bendición. [...]

Jamás me han gustado los escritores, ni los grandes escritores cristianos como san Juan de la Cruz, que enfatizan el rol esencial y necesario del sufrimiento, si queremos acercarnos a Dios. Jamás he leído gran parte de su obra, al encontrarla un poco aterradora, mientras que he llegado a leer “El castillo interior” [1588] de santa Teresa de Ávila, aunque seguía una similar y robusta teología española.

Mi enfoque es más similar al del abuelo de Jude Chen, […] quien invocaba a Dios a partir de los pequeños problemas, porque sin ellos habría sido orgulloso y gracias a ellos quería evitar problemas más grandes. […]

Mi tiempo en prisión no es un picnic, pero se convierte en un período de vacaciones si se lo compara con otras experiencias de prisiones. Mi buen amigo Jude Chen, originario de Shanghai y ahora residente en Canadá, me ha escrito sobre la prisión que padeció su familia bajo el régimen de los comunistas chinos.

En 1958 el hermano de Jude, Paul, un seminarista, y la hermana Sophie, estudiante de secundaria, fueron encarcelados por ser católicos y pasaron treinta años en dos prisiones diferentes, para Sophie en el frío de China septentrional. A la familia se le concedió una visita al mes de quince minutos, cuando estaban en una prisión de Shangahi, y una carta de cien palabras al mes en el lapso de tres décadas.

Al abuelo de Giuda, Simon, que era rico y había construido una iglesia parroquial dedicada a la Santísima Trinidad, le confiscaron todos sus bienes. Jude lo amaba y ambos vivieron en la misma casa durante nueve años hasta la muerte del anciano. Jude cuenta que cuando le preguntaban sobre su propiedad confiscada, él respondía: “Todo vino de Dios y será restituido a Dios”.

Después del comienzo de la Revolución Cultural en la primavera de 1966, los Guardias Rojos irrumpieron en su casa y se decepcionaron al descubrir que el abuelo Simon había muerto. En consecuencia, destruyeron su tumba, saquearon la casa y obligaron a la madre de Jude a quemar todos sus objetos religosos. El padre de Jude fue despedido como docente y rebajado a portero.

A los once años y en la escuela primaria, Jude fue obligado a confesar a sus cuarenta compañeros de clase que era un criminal de una familia criminal. Recuerda también a su maestro que decía a sus compañeros se mantuvieran lejos de él.

A los diecisiete años, el mismo Jude fue enviado durante ochos años a un campo de trabajo en un suburbio de Shanghai. Mientras estaba por partir, sus padres le dieron esta instrucción: “Jude, no conserves odio en tu corazón, sino solamente amor”. Este es el combustible sagrado que da fuerza a la Iglesia.

*

ESAS INTERPRETACIONES TAN PELIGROSAS DE “AMORIS LAETITIA”

(3 de marzo, Miércoles de Cenizas, y sábado 23 de marzo 2019, pp. 25 e 75)

Estoy siguiendo también la lectura de la Carta a los Hebreos, un gran texto, que desarrolla el objetivo central de Pablo de explicar el rol de Jesús en el Antiguo Testamento o con categorías hebreas; que completa la obra y el mensaje de la primera Alianza. La fidelidad a Cristo y a su enseñanza permanece indispensable para algún catolicismo fructífero, para algún despertar religioso. Este es el motivo por el que las “aprobadas” interpretaciones argentina y maltesa de “Amoris laetitia” son tan peligrosas: van contra la enseñanza del Señor sobre el adulterio y la enseñanza de san Pablo sobre las disposiciones necesarias para recibir adecuadamente la Santa Comunión. […]

La primera lectura del Breviario es tomada siempre del Éxodo, capítulo 20, en el pasaje que se relata la promulgación por parte de Dios de cuanto hemos ordenado en los Diez Mandamientos. Como adulto, y también como niño, los he considerado siempre esenciales. Hace cincuenta años recuerdo haber leído que Bertrand Russell, un famoso filósofo ateo, afirmaba que los Diez Mandamientos eran como un examen final de diez preguntas, de las que era suficiente responder sólo a seis. Inteligente, pero demasiado cómodo […].

En los dos Sínodos sobre la Familia, algunos voces proclamaron en voz alta que la Iglesia era un hospital de campaña o un puerto de refugio. Pero ésta es solamente una imagen de la Iglesia y está muy lejos de ser la más adecuada o relevante, porque ante todo la Iglesia debe mostrar cómo no enfermarse y como escapar a los naufragios, y aquí los mandamientos son esenciales. Jesús mismo enseñó: “Si ustedes cumplen mis mandamientos permanecerán en mi amor” (Jn 15, 10).

(En una nota editorial a pie de página, respecto a las interpretaciones de “Amoris laetitia”, se explica que “líneamientos pastorales” que “permitían recibir la Comunión en ciertas circunstancias a los católicos divorciados que se habían vuelto a casar” fueron publicadas en Argentina y en Malta, y “el papa Francisco aprobó los lineamientos de Buenos Aires en una carta a los obispos de la región en setiembre de 2016”, mientras que “la publicación de los lineamientos malteses en ‘L’Osservatore Romano’, el diario de la Santa Sede, en enero de 2017 fue vista también por algunos como una aprobación oficial de esos lineamientos”).

*

“¿PAPA EMÉRITO”? UN ROL A DEFINIR

(Sábado 29 de junio de 2019, fiesta de los santos Pedro y Pablo, p. 319)

Soy favorable a la tradición milenaria que los Papas no renuncian, que continúan hasta la muerte, porque esto ayuda a mantener la unidad de la Iglesia. Los progresos en la medicina moderna han complicado la situación, al permitir que los Papas de hoy y de mañana puedan vivir probablemente mucho más que sus predecesores, aun cuando su salud se debilite mucho. […].

Pero es necesario que se clarifiquen los protocolos sobre el rol de un Papa que haya renunciado, para reforzar las fuerzas de la unidad. Si bien el Papa jubilado puede mantener el título de “Papa emérito”, se debería reinsertar en el colegio cardenalicio y pasar a ser conocido como “cardenal X, Papa emérito”, no debería vestir la sotana papal blanca y no debería enseñar públicamente. A causa de la reverencia y del amor por el Papa, muchos se sentirían reacios a imponer tales restricciones a alguien que en un tiempo se sentaba en la cátedra de Pedro. Probablemente esas medidas serían introducidas mejor por un Papa que no tenga ningún predecesor todavía viviendo.

*

UNA TARJETA AUTÓGRAFA DE MCCARRICK, “ALGUNA VEZ CARDENAL”

(Martes 4 de junio de 2019, p. 254)

Ayer recibí, reenviada por mi secretario en Roma, el padre Anthony Robbie, una pequeña tarjeta recubierta por minúsculas letras ilegibles de Ted McCarrick. A pesar de los reiterados esfuerzos, no logré leer el 80 o el 90 por ciento, por eso no pude ni siquiera entender su mensaje principal para mí. Tiene ochenta y nueve años y firmó “Ted McCarrick, Catholicus, olim cardinalis”, que en latín significa “Católico, alguna vez cardenal”.

Siempre fue cortés conmigo y fue un hábil “recaudador de fondos” y tejedor de contactos, bien conectado en todos los niveles y especialmente con los Demócratas [estadounidenses]. Desafortunadamente, causó mucho daño en más de un sentido. [...] Aunque rezo explícitamente todos los días por las víctimas, nunca he mantenido una categoría en mi lista de oración por los sacerdotes abusadores y por los obispos delincuentes. Debería remediar esto y recé por Ted McCarrick, "olim cardinalis".

*

LA MUSULMANA QUE SE CONVIRTIÓ A JESÚS, “A CUALQUIER COSTO”

(Lunes 1 de julio de 2019, p. 323)

Un sacerdote australiano me informó que muy poco antes había recibido a seis musulmanas en la Iglesia Católica, bautizándolas y confirmándolas, y que dos de ellas habían sido enviadas al ostracismo por sus familias. Él preguntó a una de ellas por qué estaba decidida a dar este paso, y ella respondió simplemente que “quería amar a Jesús, a cualquier costo”. El mismo sacerdote comentó después: “Supongo que para todos nosotros esto debería ser nuestro único motivo y objetivo". Ellas forman parte de un constante flujo subterráneo de musulmanes convertidos.

*

EL CASO DEL RUGBIER FOLAU, CUANDO TAMBIÉN DIOS SE PIERDE EN LA NIEBLA

(Lunes 6 de mayo y miércoles 26 de junio de 2019, pp. 181 y 309-311)

Israel Folau es un brillante jugador de rugby, originario de Tonga y hombre piadoso, de fe cristiana simple, un protestante de vieja estampa, que no tiene tiempo para las fiestas católicas de Navidad y de Pascua, mucho menos para la devoción a la Virgen.

Ha parafraseado y modificado la lista de san Pablo de los que no “heredarán el Reino de Dios”, publicando su advertencia en Instagram: “Borrachos, homosexuales, adúlteros, mentirosos, fornicadores, ladrones, ateos, idólatras. El infierno les espera. Arrepiéntanse”. Ahora bien, los funcionarios del sindicato de rugby lo despidieron por incitación al odio. [...]

Este caso creará precedentes importantes en la lucha por la libertad religiosa, y el Lobby Cristiano Australiano mostró sentido común al apoyar a Folau. Aun cuando no estoy a favor de condenar a las personas al infierno, porque esto es asunto de Dios, Folau está reafirmando simplemente las enseñanzas del Nuevo Testamento, cuando detalla las actividades no compatibles con la pertenencia al Reino de los Cielos. Lo que es extraño es que no hayan surgido quejas por parte de idólatras, adúlteros, mentirosos, ladrones, fornicadores, etc., pidiendo su expulsión y despido. Me pregunto cuántos de los que han sido hostiles con Folau son cristianos y cómo pueden creer en el paraíso y en el infierno. Quien está seguro de sus propias convicciones no se preocupa demasiado por la expresión de puntos de vista diferentes y opuestos, especialmente si los considera desprovistas de sentido. Por el contrario, las fuerzas cada vez más groseras de lo políticamente correcto no aceptan que todas las personas sean tratadas con respeto y amor, sino que exigen, en nombre de la tolerancia, no sólo que la actividad homosexual sea legal tal como los matrimonios del mismo sexo, sino que todos deben aprobar esas actividades, al menos públicamente; y que se le impida a todos predicar enseñanzas cristianas sobre el matrimonio y sobre la sexualidad en cualquier espacio público. Esto sería precisamente el final de la libertad religiosa. [...]

Estamos entrando en un nuevo mundo de ideas, con el colapso del monoteismo. […] La civilización occidental nos ha convertido en lo que somos y una de las razones de su éxito es la tensión creativa entre Atenas y Jerusalén. Ambas ciudades están bajo ataque. Jerusalén y Roma, su aliada, soportan el mayor peso de este ataque, los ataques frontales, pero la debilidad de ambas hace difícil defender a Atenas. Cuando se pierde de vista a Dios en medio de la niebla, sea ésta la niebla de la lujuria, de la posesión o del poder, se violan las defensas de la razón y de la verdad.

Sandro Magister

“Un cuento de Navidad para Le Barroux”. De Natalia Sanmartín Fenollera

 QUE NO TE LA CUENTEN


Gracias a la generosidad de la Señorita Prim, perdón… de Natalia Sanmartín, hemos recibido ayer el libro “Un cuento de Navidad para Le Barroux”.

Le Barroux es un lugar en Francia donde existe una abadía tradicional francesa con monjes benedictinos. Y la Navidad, es el recuerdo del Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo (por las dudas, ¿vio?).

¿De qué trata este cuento breve de apenas 72 páginas y excelentes ilustraciones de Michaela Harrison (otra aficionada a los signos benedictinos)?


Pues no se lo vamos a contar aquí…; sólo podemos decirles que, en menos de una hora, se lee; porque es un cuento, un cuento brevísimo para niños y grandes que sólo los primeros entenderán (los adultos diremos que lo entendimos, pero será mentira).

Un niño, sin padre, pierde a su madre; no a una madre común, sino a esas que sólo tienen tiempo para lo importante y no para lo urgente. Una madre que es capaz, de contar cuentos, cazar mariposas y desgranar rosarios…

Y ese pequeño, amante de las arañas, de los libros de ciencias y de los héroes bíblicos, luego de verse huérfano de lo que más ama un niño en esta tierra –fuera de las arañas, de los cuentos y de los héroes bíblicos, claro– comienza a preguntarse si todo eso que oía de los labios de su madre, era verdad.

Porque las madres no mienten, exageran…, como exagera siempre el amor.

Es el caer en la adultez, ese tiempo de ensueño que, muchas veces, nos impide gozar de la vida verdadera, que es la vida de arriba, que “no se goza estando viva hasta que esta vida muera”, como decía la santa de Ávila.

– “¿Y si no es cierto esto o lo otro? ¿y si todo es un “cuento narrado por un idiota”?¿y si después de esta vida, nada…?”.

Y nos vienen a la idea las apuestas pascalianas, de que es mejor vivir etsi Deus daretur a vivir como si Dios no existiese, es decir, como políticos…

Y el niño pide signos; signos de que todo lo que le narraban era verdad. Como Gedeón, como Moisés, y no los ve; o, mejor dicho, los ve, pero no los percibe; como se ven las especies eucarísticas sin que, muchas veces, percibamos la realidad.

Y pasan las navidades, con peticiones, recuerdos y anécdotas; y rostros que ya es difícil por haberlos soñado y pensado tantas veces; y sólo recién, al final, el niño, a punto de caer en la adultez, es decir, ese período que sucede a la enfermedad de la adolescencia, entiende que esas señales que pedía al Buen Dios, estaban allí, en una estrella, en una torre o en un arca, que escondían y velaban lo que existía pero, muchas veces, no se dejaban ver, como el Sol.

Y entonces, despierta. Como la Señorita Prim.

Que no te la cuenten…

P. Javier Olivera Ravasi, SE

domingo, 6 de diciembre de 2020

Vaticano admite ruptura con "lo que la Iglesia hizo alguna vez"



El Manual sobre Ecumenismo del Vaticano, presentado el 4 de diciembre, admite la ruptura con la tradición católica.

El número 17 afirma que los católicos “no sólo pueden ciertamente, sino que deben” buscar oportunidades para rezar con otros cristianos, pero deberían comprender que algunas comunidades cristianas no practican la oración en común, “tal como fue alguna vez el caso de la Iglesia Católica”. El Manual recomienda rezar juntos los Salmos y los Cánticos escriturísticos.

Es fácil mostrar que las exigencias contenidas en el Manual se oponen a la doctrina católica:

• Sínodo de Laodicea (363 d.C.): “Nadie debe rezar en común con herejes y cismáticos”.
• Concilio de Cartago (397 d.C.): “Nadie debe rezar o cantar salmos con herejes”.
• Derecho Canónico (1917 d.C.): “No es lícito para los católicos asistir o tomar parte en forma activa en ceremonias no católicas”.
• Congregation del Santo Oficio (1949 d.C.): “Se debe evitar cualquier comunicación en el culto”.

El Manual, n. 20, recomienda que los “ministros” católicos y otros “ministros” cristianos prediquen durante los servicios no eucarísticos de los demás.

El Manual, n. 36, afirma que la fe y una “disposición adecuada” son suficientes para que los no católicos reciban la Comunión. El Concilio de Trento condena esta postura y define que la fe sola NO es una base suficiente para recibir la Comunión, porque se necesita también la Confesión.

El Manual manipula el lenguaje, introduciendo palabras como “interconfesional” e “intereclesial”. Utiliza el término “Iglesias” para las comunidades no católicas sin distinción, con letras mayúsculas para las comunidades ortodoxas y en letras minúsculas para las sectas protestantes.

SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO: La oscuridad de la Fe y la verdadera Pobreza.




Homilía predicada el 17 de diciembre de 1995. 
Texto evangélico: Mt. 11: 2-11.

Duración: 40 minutos
Pinchar aquí


“Urge aprender a detectar trampas en el lenguaje, también en el cristiano”

 ACEPRENSA


Siete años después de publicar su novela El despertar de la señorita Prim, la periodista y escritora Natalia Sanmartin Fenollera vuelve a la escena literaria con Un cuento de Navidad para Le Barroux, una historia entrañable que no tiene miedo a medirse con el dolor de un niño. Hablamos con ella sobre la cultura contemporánea, la transmisión de la fe y la importancia de cuidar las palabras para hacerse entender.

Un niño de 8 años y sus hermanos, a los que el padre abandonó, pierden ahora a su madre a causa de una enfermedad. El chico pide una señal a Dios: quiere saber si “lo que mamá decía sobre Dios, la cueva y el cielo era verdad”. Aparentemente, Dios calla. Pero en la tercera Navidad, el niño aprende a leer el lenguaje de Dios.

“El cuento nació –me explica– a petición de los benedictinos de Le Barroux, en Francia, con los que tengo una relación muy especial. Me pidieron el cuento para leer en el refectorio, en la fiesta de Navidad. Michaela Harrison, la ilustradora, vive a los pies de otro monasterio benedictino con el que también mantengo una estrecha amistad, la abadía de Clear Creek, en Oklahoma. Así que tanto el texto como las ilustraciones han ‘salido’ de dos abadías de San Benito, una francesa y otra estadounidense, y en las dos se ha traducido el cuento para poder leerlo en voz alta”.


— El protagonista de su cuento supera una crisis de fe gracias a las señales que descubre en las realidades materiales. ¿Puede la belleza rescatar a quienes han dejado de creer en la Navidad?

— La belleza es uno de los atributos de Dios y ha sido siempre un camino clásico de conversión a la vida cristiana. Pero el cuento no habla tanto de la belleza como del misterio de la Navidad y también del enigma que encierra la visión sacramental del mundo, la idea de que tras la realidad material está siempre la espalda de Dios, por decirlo así, y de que Dios habla a través de las cosas. Simone Weil decía que la Creación está llena de símbolos y que solo hay que leerlos. El cuento habla de un niño que le pide a Dios una y otra vez una prueba de que la Navidad es real y de que el Cielo existe, pero también de cómo Dios, el mismo Dios que habló a Abraham en el desierto, escucha atentamente esa voz.

“Es difícil pensar en una tarea más grande en la vida cotidiana de una familia cristiana que mostrar a los niños el rostro de Dios”

— Al igual que El despertar de la señorita Prim, su nuevo libro es un relato sobre una comunidad contracultural; en este caso, un hogar cristiano donde se reza, se lee mucho, se mira a las estrellas, se anima a atesorar recuerdos… ¿Qué valores y actitudes le gustaría llevar a la cultura dominante? 

— En realidad no he pretendido mostrar una comunidad contracultural, sino un hogar cristiano en medio de un mundo que mayoritariamente ya no lo es o que al menos no vive como tal. Sé que hay una preocupación grande por llevar lo cristiano a la cultura dominante, y me parece muy lícito, pero en ese tema quizá soy menos optimista. A mí me parece que la tarea urgente no es tanto bautizar la cultura dominante como transmitir la fe cristiana y preservarla de adulteraciones, buscar la propia conversión y ayudar en lo posible a quien cada uno tiene cerca y conservar esa fe en un medio hostil antes de pensar en nada más.

Kierkegaard tiene una frase muy dura, pero muy certera, sobre el cristianismo en el mundo occidental. Él hablaba de la Dinamarca luterana de su tiempo, pero creo que se nos puede aplicar a nosotros también. Decía que el cristianismo se había convertido en algo tan desprovisto de carácter que realmente no quedaba nada por perseguir, y que el principal problema de los cristianos era que nadie quería perseguirlos ya. Creo que eso, perder de vista el tesoro en el campo o sustituirlo por una baratija, es más importante que evangelizar la cultura y los valores
dominantes.

Ilustración de “Un cuento de Navidad para Le Barroux”. © Michaela Harrison

— Coincido en que la conversión personal es la tarea urgente. Sin embargo, ¿no cree que esa conversión y la misma transmisión de la fe en el hogar se hacen dentro de un contexto cultural del que uno no puede desentenderse enteramente?

— Sí, estoy de acuerdo con que el contexto cultural es fundamental en la transmisión de la fe; cultura viene de cultivar, y la cultura, si es lo que debe ser, tiene que convertirse en el terreno que recibe la semilla y que la protege en su crecimiento. Pero también creo que se habla mucho de cristianizar la cultura, de participar en el debate público, de dar testimonio, de hacer apostolado, de estar en todas partes, y se presta menos atención a algo que me parece muy evidente, y es el hecho de que antes de nada la tarea empieza por la propia casa, por la propia evangelización, por analizar qué es lo que estoy recibiendo y qué estoy transmitiendo como fe cristiana, porque buena parte de la crisis actual no está fuera de la Iglesia, sino también dentro.

Antes de la dimensión social está la personal, antes de pensar en evangelizar el mundo es necesario pensar en fortalecer y purificar la propia fe. En la vida cristiana la contemplación siempre viene antes de la acción.

— La madre se preocupa de transmitir la fe a sus hijos y de formarles la sensibilidad estética. Para ella, las dos cosas van de la mano. ¿Cree que la educación católica debería insistir más en esta fórmula?

— Creo que la educación católica tiene que transmitirse en el hogar y que las madres son la pieza central de esa tarea en la infancia, por encima de las clases de religión, las catequesis, las convivencias y los grupos parroquiales. Pero también creo que para hacer eso hay que fortalecerse en la fe y dedicar tiempo a la contemplación porque nadie puede transmitir lo que no tiene.

Es difícil pensar en una tarea más grande en la vida cotidiana de una familia cristiana que descubrir las maravillas de la Creación a los niños, mostrarles el rostro de Dios en el Antiguo y el Nuevo Testamento, enseñarles a rezar, familiarizarlos con la liturgia, y también prepararlos para un mundo que les dirá que todo eso es pura falsedad. Al mismo tiempo me parece que tenemos que aprender a contarles las cosas mejor, mirar más y más hacia la Escritura.

En La Historia de Jesucristo, Bruckberger habla de la Encarnación, de la primera Navidad, y escribe como si tuviese delante la escena; cuenta que el pueblo esperaba, que Satanás también esperaba, que se intuía algo en el aire, un acontecimiento grande, un desembarco inminente y liberador.

“Creo que el pensamiento y la vida intelectual existen más allá del debate público, que solo muestra una parte”

— Hace unos días, dos columnistas de distintos medios –Diego S. Garrocho y Miguel Ángel Quintana Paz– abrieron un diálogo sobre la escasa influencia de los intelectuales cristianos en el debate cultural contemporáneo. No es que no existan esos pensadores, venían a decir: es que no se les ve. ¿Usted qué opina? 

— Creo que el pensamiento y la vida intelectual existen más allá del debate público, que solo muestra una parte, igual que la historia existe más allá de los libros de historia. Y personalmente no me parece decisivo que haya o no muchas referencias contemporáneas; me parece decisivo que haya referencias, y siempre las hay, hay siglos de pensamiento donde elegir, y no es una forma de hablar. Existe una gran cantidad de gente que leer y que estudiar; a mí me importa poco que hayan nacido hace 40 o 400 años.

— Una de las cosas que, en mi opinión, pone de relieve ese debate es el desinterés de algunos creyentes por la construcción de una nueva cultura. En general, se habla mucho de la responsabilidad política y social de los cristianos, pero se habla menos de la cultural. ¿Cómo fomentarla? 

— Sí, es verdad. Yo no creo que exista realmente una responsabilidad política, social o cultural de los cristianos como tal, pero en cualquier caso la cultura se transmite casi por contagio y hay algo muy misterioso en el hecho de que a veces esa transmisión funciona y otras veces no. Pero hay una tarea urgente que tiene que ver con aprender a detectar trampas en el lenguaje, también en el lenguaje cristiano. Cosas como llamar fe al sentimentalismo, puritanismo a la pureza, fortaleza al voluntarismo, obediencia o responsabilidad a la desacralización de lo santo o tolerancia a la indiferencia, y son solo algunos ejemplos.

viernes, 4 de diciembre de 2020

Meditación del arzobispo Viganò sobre la libertad humana en este momento de crisis

 CHIESA E POST CONCILIO

Traducido del italiano por el traductor de Google

Este artículo puede verse también en ADELANTE LA FE y en Stilum Curiae con el título Viganò: "La ciencia se ha prostituido a los intereses de la Élite mundial"


Oh Dios, eres temible desde tu santuario;
el Dios de Israel da fuerza y ​​poder a su pueblo.
Sal 68, 35

El 19 de noviembre de 2020, el fundador del Foro Económico Mundial , Klaus Schwab, declaró que "Covid es una oportunidad para un reinicio global". En realidad, Schwab repite servilmente lo que el 3 de mayo de 2009, en el semanario francés L'Express Jacques Attali dijo: 

«La historia nos enseña que la humanidad evoluciona significativamente sólo cuando tiene miedo: entonces inicialmente desarrolla mecanismos de defensa; a veces intolerable (de chivos expiatorios y totalitarismos); a veces inútil (de distracción); a veces eficaz (terapéutica, que si es necesario elimina todos los principios morales anteriores). Luego, una vez superada la crisis, el miedo transforma estos mecanismos para compatibilizarlos con la libertad individual e inscribirlos en una política de salud democrática ». 

En ese entonces era la peste porcina, que según los medios debería haber causado millones de víctimas y para la cual los estados compraron millones de dosis de vacunas de BigPharma que nunca se usaron, porque resultaron inútiles . Inútiles para todos.

Cabe preguntarse por qué un virus de la gripe que según datos recientes de la OMS tiene una mortalidad (0,13%) ligeramente superior a la de un síndrome de gripe estacional normal (0,10%) podría haber llevado a la declaración de la pandemia y a una serie de contramedidas prácticamente idénticas en casi todos los estados europeos y el continente americano. 

Uno también podría preguntarse por qué los tratamientos de Covid-19 generalmente se desacreditan, minimizan o prohíben, mientras que la vacuna se considera la solución más efectiva; y debe entenderse cómo es posible crear una vacuna, ya que - según las declaraciones de los CDC ( Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades) EE. UU. - el virus aún no se ha aislado: ¿qué antígeno se utiliza si el SARS-CoV-2 no se puede aislar y replicar? ¿Y qué fiabilidad pueden tener los hisopos, ya que están calibrados sólo en el Coronavirus genérico? Y si el 19 de octubre el Hospital Spallanzani de Roma anunció la experimentación de una prueba que distingue entre la gripe normal y la Covid-19, ¿hasta ahora qué han dado positivo los pacientes que se lo someten? Quizás por eso algunos miembros de las juntas directivas de Moderna y Pfizer han vendido parte de sus acciones. 

Así que volvamos a las preguntas que muchos se habían hecho meses atrás, y a mi denuncia contenida en las dos Cartas Abiertas al presidente Trump: aparece en su desconcertante realidad un plan mundial, cuyos artífices, creando una alarma social injustificada sobre una supuesta pandemia que hoy no vemos. 

Al ser más grave que un síndrome gripal normal, como lo confirman los datos oficiales de todo el mundo, se utiliza para crear una tremenda crisis social y económica mundial y legitimar la drástica reducción de los derechos básicos de la población. Es lo que sus autores llaman el Gran Reinicio, el reinicio global de la economía, de la sociedad, de las masas. 

En este proyecto, Covid juega un papel fundamental, como coartada que justifica - frente al tótem de una ciencia prostituida a los intereses de la élite tras haber abdicado de su misión de salvar vidas humanas - la privación de libertad, la injerencia de los gobiernos en la vida privada de los ciudadanos, el establecimiento de un régimen pseudo-sanitario en el que, contra toda evidencia científica objetiva, se decide desde arriba el número de comensales, la distancia entre las personas, la posibilidad de comprar, vender, respirar e incluso rezar.

Alguien, en el ensordecedor silencio de la Jerarquía, ha impuesto el cierre de iglesias o la limitación de las celebraciones religiosas, considerando la Casa de Dios como un cine o un museo, pero al mismo tiempo declarando las clínicas de aborto "servicios imprescindibles". 

Son las paradojas de un poder descarriado, dirigido por personas corruptas de alma y vendidas a Satanás que, tras repetir obsesivamente el mantra de la democracia y de que el poder le pertenece al pueblo, se ve ahora obligado a imponer una dictadura contra el mismo pueblo, para lograr objetivos encaminados a proteger los intereses políticos y financieros de la élite. Los ricos son cada vez más ricos, mientras que la clase media que constituye el tejido social y el alma misma de las naciones está siendo arrasada

La Revolución Francesa arrasó con la aristocracia occidental; la Revolución Industrial arrasó con los campesinos y extendió la proletarización que condujo al desastre del Socialismo y del Comunismo; la Revolución del 68 demolió la familia y la escuela. 

Este Gran Reinicio , buscado por la élite globalista, representa la última revolución con la que crear una masa informe y anónima de esclavos conectados a la red, confinados en casa, amenazados por una serie infinita de pandemias diseñadas por quienes ya tienen preparada la vacuna milagrosa

En estos días, con la sincronía de un plan orquestado en los más mínimos detalles bajo una única dirección, la imposición de la vacuna está siendo teorizada por muchas partes, de las que, además, se desconoce la efectividad real o las consecuencias que pueda tener. Esta obligación también debe ir acompañada de un pasaporte sanitario, para que quienes lo posean puedan moverse sin limitaciones, mientras que quienes lo rechacen no puedan utilizar los medios de transporte, asistir a restaurantes y lugares públicos, escuelas y oficinas. Que esto represente una violación intolerable de las libertades individuales no parece ser un problema para el Great Reset, avalado por instituciones internacionales como la Unión Europea y la ONU. 

Ante un despliegue de fuerzas tan masivo y coordinado nos quedamos asombrados, desconcertados por el descaro de quienes nos están diciendo, en esencia, que debemos aceptar en silencio la dictadura de un grupo de poder sin rostro, porque así lo ha decidido. Estamos desconcertados por la esclavitud de la Izquierda mundial - y de los demócratas en Estados Unidos - a esta agenda, que no conoce límites, ninguna restricción a su ejecución; hasta el punto de organizar un golpe electoral de tal magnitud y gravedad que horroriza. Al fraude manual de boletos duplicados, votos de personas fallecidas, 

Descubrimos que las personas detrás de este fraude macroscópico son siempre las mismas, siempre del mismo partido político, siempre subordinadas a la misma ideología. Gente corrupta en intelecto y voluntad, porque se han hecho esclavos de un tirano despiadado, después de haberse negado a obedecer a un Señor bueno, justo y misericordioso. Así como éstos han aceptado la esclavitud del pecado y la rebelión contra Dios, hoy quisieran arrastrar a toda la humanidad a un abismo de muerte y desesperación: es la miserable venganza de Satanás quien, al no poder vencer a Aquel que lo arrojó al infierno, trata de arrastrar con él tantas almas como sea posible, en un intento de frustrar la obra de la Redención.

Nosotros, creyentes en Cristo, Nuestro Único Señor, no tenemos por qué temer, ni siquiera contra toda razón humana: sabemos que, renacidos en el Bautismo, ya no somos siervos sino hijos de Dios y que, conservando la amistad de nuestro Señor, con la Gracia, podemos confiar en Él, en Su ayuda providente, en Su poderosa protección. En definitiva, esta es la verdadera libertad: la libertad de los hijos de Dios, que obedecen su ley no por temor sino por amor, no por compulsión, sino porque adhiriéndose a la voluntad divina encontrarán su propia realización perfecta y su plenitud.  Porque cada alma ha sido creada para la mayor gloria de Dios, para la bienaventuranza eterna, como recompensa de la fidelidad al Salvador. 

¡No se turbe nuestro corazón! Las maniobras de quienes trabajan en la oscuridad van saliendo a la luz, mostrándose con todo su horror y revelando su matriz perversa e infernal. Mentiras, engaños, violencia, muerte: ésta es la cruda realidad del mal ante la cual la gente de buena voluntad sólo puede horrorizarse. Si Nuestro Señor se digna escuchar las oraciones de sus hijos, este castillo de mentiras y fraudes se derrumbará miserablemente, y sus arquitectos tendrán que volver a esconderse para escapar de los rigores de la justicia y la execración de los pueblos. 

Son horas decisivas: seguimos rezando, rezando el Santo Rosario, nutriéndonos de la Santísima Eucaristía, haciendo penitencia. La voz coral que se eleva al trono de la divina Majestad no quedará sin escuchar. No nos desanimemos, porque es en el momento de la prueba cuando el Señor nos da la posibilidad de mostrar nuestra confianza en Él y ver la grandeza de su misericordia. 

"Todo lo que pidáis en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo" (Jn 14, 13). Nuestro Señor nos dijo claramente: cualquier cosa. Por tanto, pidamos al Padre, en el nombre del Hijo, nuestro Señor y Redentor, por intercesión de Su Santísima Madre, nuestra poderosa Mediadora, que muestre Su gloria, que conceda la exaltación de la Santa Iglesia, la paz y la prosperidad a los pueblos cristianos, la conversión de los pecadores, la derrota de sus enemigos. 

"Que Dios se levante, y sus enemigos sean esparcidos, y los que le aborrecen huirán ante él" (Sal 68, 1). 

+ Carlo Maria Viganò, Arzobispo
25 de noviembre de 2020
S. Catharina, Virgo et Martyr

‘Prison Journal’ de Pell


El cardenal Pell, ya está presente con su «Prison Journal», en el que relata parte de los 404 días que pasó en prisión por falsas acusaciones de abuso: 
«Escribí este libro para ayudar a la gente a comprender un poco mejor el cristianismo. Además, deseo que lo que me pasó no vuelva a suceder en Australia, es decir, que un miembro de un grupo muy impopular que defiende ideas políticamente incorrectas sea aniquilado por una avalancha de opiniones hostiles”. «También soy consciente de que ésta ha sido una oportunidad para profundizar en mi fe cristiana». 
Se siente chivo expiatorio en el tema de los abusos: 
«Son un cáncer, pero creo que la Iglesia está afrontando bien el problema. He tomado medidas duras para frenar el fenómeno, pero las verdaderas víctimas no serán ayudadas por la condena de algunos inocentes. Creo en la justicia y creo firmemente que para condenar a alguien hay que demostrar que es culpable más allá de toda duda razonable».

Actualidad comentada: Un Adviento diferente. Padre Santiago Martin F.M.

 Homilías y Catequesis Católicas


Duración 7:47 minutos

miércoles, 2 de diciembre de 2020

Una orgía de maniqueísmo hipócrita recorre la izquierda (Carlos Esteban)



Un eurodiputado del partido del primer ministro húngaro Viktor Orbán ha sido cazado en una orgía saltándose todas las restricciones por la pandemia de la COVID-19 en Bruselas, y la izquierda ha reaccionado confirmando que es una reencarnación o pervivencia atea del calvinismo.

“Eurodiputado de la extrema derecha cazado en una orgía de 25 personas con drogas en pleno COVID”, se lee en un comentario aparecido en la cuenta de Podemos en la red social Twitter. “Dios, patria, familia… drogas y orgías, en ese orden. Los guardianes de la moral de occidente”.

Eurodiputado de la extrema derecha cazado en una orgía de 25 personas con drogas en pleno COVID.

Dios, patria, familia… drogas y orgías, en ese orden.

Los guardianes de la moral de occidente.

— PODEMOS (@PODEMOS) December 1, 2020


Sería demasiado fácil y, por tanto, sin interés, responder del modo más obvio, a saber, que si el comportamiento personal incoherente deslegitima el ideario de un grupo o partido, hace tiempo que el propio Podemos habría tenido que echar el cierre a su propio chiringuito, cuyos miembros colocados a la sombra del poder han reaccionado a su buena fortuna política con una voracidad tan desvergonzada y amante del capital que hubiera hecho enrojecer a Al Capone. Podría, cualquiera de mis lectores podría, calcar ese mismo tuit cambiando solo el ‘pecado’ concreto y los ideales podemitas, y multiplicarlo por más de una docena.

Pero me interesa más otro aspecto de la denuncia de este partido y otros egregios representantes de esa o parecida doctrina, un aspecto que, además de ser más significativo, es también más propio de una publicación de temática religiosa. Y ese aspecto es que la izquierda en particular y toda la progresía que constituye el pensamiento dominante de la modernidad tiene una raíz evidentemente religiosa y que toma de la Iglesia sus rasgos más cuestionables, convirtiéndolos en caricatura.

En concreto, el pensamiento progresista es heredero directo del calvinismo. Calvino postulaba que, siendo Dios omnipotente, no cabía la posibilidad de que el hombre pudiera oponerse a Su Voluntad, ni positiva ni permisiva. Así, la libertad del hombre es incompatible con la Soberanía de Dios, con lo que no puede existir y sería meramente ilusoria. Dios habría creado, pues, a los hombres predestinados al Cielo o al Infierno. Los primeros, los Elegidos, no podrían pecar por más que lo intentasen, y tampoco podrían hacer el bien los segundos, los Réprobos, fatalmente destinados al Mal.

En una entrevista concedida por el ahora ministro de Consumo, el comunista Alberto Garzón, a la periodista Ana Pastor, éste alegaba que una persona de izquierdas no puede delinquir. Con lo que si un miembro de un partido de izquierdas delinquía -era ‘malo’ en un sentido moral-, entonces no era realmente de izquierdas. No me crean, busquen la entrevista porque no tiene desperdicio.

Podemitas con más luces que el señor ministro no hacen tan evidente la naturaleza férreamente teológica de sus creencias, pero todo en su participación en el debate público lo refleja claramente para quien sepa interpretarlo. La misma doble vara de medir que emplean de continuo, por la que es intolerable en otros lo que en ellos es impecable -la propia tenencia del celebérrimo chalet del líder, por citar un ejemplo manido-, revela claramente que, en su sistema de creencias, “todo es puro para los puros” y, perteneciendo ellos al Ejército de la Luz, nada de lo que hagan puede considerarse realmente culpable, al contrario que sucede con sus enemigos, que incluso el bien aparente lo hacen por intereses inconfesables.

Lo curioso en este caso es que, supuestamente, no hay nada en sus principios expresos que condene la participación en una orgía, bien al contrario: en materia sexual, solo la continencia -la ‘represión’- es un pecado. Lo que reprochan al eurodiputado es su ‘hipocresía’, lo que en su caso tiene alguna gracia.

No tengo ni idea de si el húngaro del cuento es un hipócrita. Bien podría ser. También podría ser algo más común que todo eso: un pobre pecador. Pero eso es accidental y ni entra ni sale, porque no podemos pretender que un comunista entienda que el cristiano, a diferencia de lo que sucede en sus filas, no presume de santo, sino que se acusa de continuo de pecador.

Naturalmente, que las ideas de Dios, patria y familia sean tan defendibles si sus partidarios son coherentes con ellas como si no lo son, es algo que se escapa a quienes, como Iglesias, pretende que quien paga 600.000 euros por un chalet no puede ser ministro de Economía pero sí, oh milagro, vicepresidente del Gobierno.

Carlos Esteban

lunes, 30 de noviembre de 2020

Un nuevo libro de Natalia Sanmartín Fenollera

 THE WANDERER



Planeta ha publicado el nuevo libro de Natalia Sanmartín Fenollera, la autora de El despertar de la señorita Prim, que tanto éxito tuvo en el mundo entero, tanto dio que hablar a los círculos católicos y tanto nos consoló a nosotros, los más pequeños e insignificantes de todos. Se trata de Un cuento de Navidad para Le Barroux.

Aceprensa le hizo la semana pasada una entrevista que aquí reproduzco. No solamente vale como una buena introducción al nuevo libro sino, y sobre todo, por los conceptos que la autora vierte, y que dan mucho que pensar.

-------

Un niño de 8 años y sus hermanos, a los que el padre abandonó, pierden ahora a su madre a causa de una enfermedad. El chico pide una señal a Dios: quiere saber si “lo que mamá decía sobre Dios, la cueva y el cielo era verdad”. Aparentemente, Dios calla. Pero en la tercera Navidad, el niño aprende a leer el lenguaje de Dios.

“El cuento nació –me explica– a petición de los benedictinos de Le Barroux, en Francia, con los que tengo una relación muy especial. Me pidieron el cuento para leer en el refectorio, en la fiesta de Navidad. Michaela Harrison, la ilustradora, vive a los pies de otro monasterio benedictino con el que también mantengo una estrecha amistad, la abadía de Clear Creek, en Oklahoma. Así que tanto el texto como las ilustraciones han ‘salido’ de dos abadías de San Benito, una francesa y otra estadounidense, y en las dos se ha traducido el cuento para poder leerlo en voz alta”. 


- El protagonista de su cuento supera una crisis de fe gracias a las señales que descubre en las realidades materiales. ¿Puede la belleza rescatar a quienes han dejado de creer en la Navidad?

— La belleza es uno de los atributos de Dios y ha sido siempre un camino clásico de conversión a la vida cristiana. Pero el cuento no habla tanto de la belleza como del misterio de la Navidad y también del enigma que encierra la visión sacramental del mundo, la idea de que tras la realidad material está siempre la espalda de Dios, por decirlo así, y de que Dios habla a través de las cosas. Simone Weil decía que la Creación está llena de símbolos y que solo hay que leerlos. El cuento habla de un niño que le pide a Dios una y otra vez una prueba de que la Navidad es real y de que el Cielo existe, pero también de cómo Dios, el mismo Dios que habló a Abraham en el desierto, escucha atentamente esa 

— Al igual que El despertar de la señorita Prim, su nuevo libro es un relato sobre una comunidad contracultural; en este caso, un hogar cristiano donde se reza, se lee mucho, se mira a las estrellas, se anima a atesorar recuerdos… ¿Qué valores y actitudes le gustaría llevar a la cultura dominante? 

— En realidad no he pretendido mostrar una comunidad contracultural, sino un hogar cristiano en medio de un mundo que mayoritariamente ya no lo es o que al menos no vive como tal. Sé que hay una preocupación grande por llevar lo cristiano a la cultura dominante, y me parece muy lícito, pero en ese tema quizá soy menos optimista. A mí me parece que la tarea urgente no es tanto bautizar la cultura dominante como transmitir la fe cristiana y preservarla de adulteraciones, buscar la propia conversión y ayudar en lo posible a quien cada uno tiene cerca y conservar esa fe en un medio hostil antes de pensar en nada más. Kierkegaard tiene una frase muy dura, pero muy certera, sobre el cristianismo en el mundo occidental. Él hablaba de la Dinamarca luterana de su tiempo, pero creo que se nos puede aplicar a nosotros también. Decía que el cristianismo se había convertido en algo tan desprovisto de carácter que realmente no quedaba nada por perseguir, y que el principal problema de los cristianos era que nadie quería perseguirlos ya. Creo que eso, perder de vista el tesoro en el campo o sustituirlo por una baratija, es más importante que evangelizar la cultura y los valores dominantes.

— Coincido en que la conversión personal es la tarea urgente. Sin embargo, ¿no cree que esa conversión y la misma transmisión de la fe en el hogar se hacen dentro de un contexto cultural del que uno no puede desentenderse enteramente?

— Sí, estoy de acuerdo con que el contexto cultural es fundamental en la transmisión de la fe; cultura viene de cultivar, y la cultura, si es lo que debe ser, tiene que convertirse en el terreno que recibe la semilla y que la protege en su crecimiento. Pero también creo que se habla mucho de cristianizar la cultura, de participar en el debate público, de dar testimonio, de hacer apostolado, de estar en todas partes, y se presta menos atención a algo que me parece muy evidente, y es el hecho de que antes de nada la tarea empieza por la propia casa, por la propia evangelización, por analizar qué es lo que estoy recibiendo y qué estoy transmitiendo como fe cristiana, porque buena parte de la crisis actual no está fuera de la Iglesia, sino también dentro. Antes de la dimensión social está la personal, antes de pensar en evangelizar el mundo es necesario pensar en fortalecer y purificar la propia fe. En la vida cristiana la contemplación siempre viene antes de la acción.

— La madre se preocupa de transmitir la fe a sus hijos y de formarles la sensibilidad estética. Para ella, las dos cosas van de la mano. ¿Cree que la educación católica debería insistir más en esta fórmula?

— Creo que la educación católica tiene que transmitirse en el hogar y que las madres son la pieza central de esa tarea en la infancia, por encima de las clases de religión, las catequesis, las convivencias y los grupos parroquiales. Pero también creo que para hacer eso hay que fortalecerse en la fe y dedicar tiempo a la contemplación porque nadie puede transmitir lo que no tiene. Es difícil pensar en una tarea más grande en la vida cotidiana de una familia cristiana que descubrir las maravillas de la Creación a los niños, mostrarles el rostro de Dios en el Antiguo y el Nuevo Testamento, enseñarles a rezar, familiarizarlos con la liturgia, y también prepararlos para un mundo que les dirá que todo eso es pura falsedad. Al mismo tiempo me parece que tenemos que aprender a contarles las cosas mejor, mirar más y más hacia la Escritura. En La Historia de Jesucristo, Bruckberger habla de la Encarnación, de la primera Navidad, y escribe como si tuviese delante la escena; cuenta que el pueblo esperaba, que Satanás también esperaba, que se intuía algo en el aire, un acontecimiento grande, un desembarco inminente y liberador.

— Hace unos días, dos columnistas de distintos medios –Diego S. Garrocho y Miguel Ángel Quintana Paz– plantearon un debate sobre la escasa influencia de los intelectuales cristianos en el debate cultural contemporáneo. No es que no existan esos pensadores, venían a decir: es que no se les ve. ¿Usted qué opina? 

— Creo que el pensamiento y la vida intelectual existen más allá del debate público, que solo muestra una parte, igual que la historia existe más allá de los libros de historia. Y personalmente no me parece decisivo que haya o no muchas referencias contemporáneas; me parece decisivo que haya referencias, y siempre las hay, hay siglos de pensamiento donde elegir, y no es una forma de hablar. Existe una gran cantidad de gente que leer y que estudiar; a mí me importa poco que hayan nacido hace 40 o 400 años.

— Una de las cosas que, en mi opinión, pone de relieve ese debate es el desinterés de algunos creyentes por la construcción de una nueva cultura. En general, se habla mucho de la responsabilidad política y social de los cristianos, pero se habla menos de la cultural. ¿Cómo fomentarla? 

— Sí, es verdad. Yo no creo que exista realmente una responsabilidad política, social o cultural de los cristianos como tal, pero en cualquier caso la cultura se transmite casi por contagio y hay algo muy misterioso en el hecho de que a veces esa transmisión funciona y otras veces no. Pero hay una tarea urgente que tiene que ver con aprender a detectar trampas en el lenguaje, también en el lenguaje cristiano. Cosas como llamar fe al sentimentalismo, puritanismo a la pureza, fortaleza al voluntarismo, obediencia o responsabilidad a la desacralización de lo santo o tolerancia a la indiferencia, y son solo algunos ejemplos.

The Wanderer

Javier Ortega Smith (de VOX) argumenta lógicamente contra la izquierda totalitaria de este Gobierno social-comunista

CONTANDO ESTRELAS

Duración 3:05 minutos

En el nombramiento de los nuevos obispos chinos, Pekín barre a Roma. El caso de Fujan

 IL SETTIMO CIELO


Los “pobres uigures” a los que el papa Francisco por primera vez ha considerado perseguidos –en un capítulo de su último libro, que saldrá a la venta el 1 de diciembre en varios idiomas–, han sido el centro, en los últimos días, de las noticias sobre las relaciones entre el Vaticano y China.

En efecto, la inmediata y polémica reacción del gobierno chino –que ha rechazado como "desprovista de pruebas en la realidad” la acusación del papa, dados “los plenos derechos de existencia, desarrollo y libertad de credo religioso de los que gozan todos los grupos étnicos” en China– ha descubierto las razones de la Realpolitik de un silencio tan duradero, tanto de Francisco como de las máximas jerarquías de la Iglesia, sobre una de las más macroscópicas y sistemáticas persecuciones actuales en China (en la foto un campo de “reeducación”); silencio roto solamente, hasta el momento, por las denuncias aisladas de los cardenales José Zen Zekiun, obispo emérito de Hong Kong, y Charles Maung Bo, arzobispo de Yangon.

Pero el ruido sobre la cuestión de los musulmanes uigures ha eclipsado otra noticia importante: el primer nombramiento de un obispo católico según la modalidad del acuerdo secreto firmado entre la Santa Sede y China el 22 de septiembre de 2018, y prolongado el mes pasado para otros dos años.

El nuevo obispo es Tomás Chen Tianhao, 58 años, y ha sido puesto a la cabeza de la diócesis de Qingdao, en la rica provincia de Shandong, en la costa.

La diócesis estaba vacante desde junio de 2018, después de la muerte a los 94 años del predecesor, José Li Mingshu, reconocido tanto por la Santa Sede como por las autoridades de Pekín, pero manifiestamente sometido a estas últimas y, de manera particular, a la Asociación patriótica de los católicos chinos, el instrumento de control agresivo de la Iglesia católica en China, cuyo jefe supremo ha sido durante décadas Antonio Liu Bainian, también él de Shandong.

La consagración del nuevo obispo tuvo lugar el 23 de noviembre en la catedral de Qingdao. La ceremonia la ha presidido el obispo de Linyi, Juan Fang Xingyao, que es también presidente de la Asociación patriótica y vicepresidente del Consejo de los obispos, un falso simulacro de conferencia episcopal que reúne solamente a los obispos reconocidos por el régimen, y a quien corresponde –según el acuerdo secreto, por lo que se puede intuir– la elección y la propuesta al papa de cada nuevo obispo, después de haber llevado a cabo una “selección” previa, controlada por el régimen, en la respectiva diócesis por parte de representantes del clero, las religiosas y los laicos integrados en el régimen.

Como confirmación de esto, la agencia Asia News, del Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras, ha dado a conocer que en la fórmula de consagración del nuevo obispo de Qingdao “se ha citado el mandato del Consejo de los obispos, pero no se ha dicho nada del papa y de la Santa Sede”. Su “elección” previa habría tenido lugar el 19 de noviembre de 2019.

Al igual, si no más que el predecesor, el nuevo obispo Chen también es un hombre del régimen, dirigente desde hace mucho tiempo, tanto a nivel local como nacional, de la Asociación patriótica, cuyos miembros más importantes han participado en la ordenación.

En la carta de 2007 de Benedicto XVI a la Iglesia de China –todavía válida como “su magna carta”– está escrito que “la finalidad declarada [de la Asociación patriótica] de actuar ‘los principios de independencia y autonomía, autogestión y administración democrática de la Iglesia’ es inconciliable con la doctrina católica”.

Pero las instrucciones prácticas que Roma ha dado al clero y a los obispos chinos el 28 de junio de 2019 han ampliado el espacio discrecional de las inscripciones a la Asociación patriótica, que el régimen pide insistentemente.

*

Volviendo al acuerdo de 2018 sobre el nombramiento de los obispos, hay que reconocerle el mérito de haber puesto fin al nombramiento unilateral que el gobierno chino hacía precedentemente, sin ningún consenso por parte de Roma, con la consiguiente excomunión de los nombrados.

Pero el número de diócesis vacantes sigue siendo alto. Las que están actualmente dirigidas por un obispo son 74, muchas menos, pues, de las 135 diócesis y prefecturas apostólicas de toda China, sin contar Hong Kong y Macao, y muchas menos también de las 104 diócesis que el gobierno ha reestructurado y unido unilateralmente sin la aprobación de Roma.

El 24 de noviembre, la sala de prensa vaticana anunció que “se prevén otras consagraciones episcopales, porque están en curso diferentes procesos de nuevos nombramientos episcopales”.

Pero proveer estos “vacíos” no será nada fácil, porque cada diócesis, en China, es un caso singular que exige soluciones específicas, como explica un interesante ensayo que el antropólogo y teólogo francés Michel Chambon ha publicado el 16 de noviembre en UCA News:


Un caso ejemplar de estudio para entender hasta qué punto son complicadas las cosas lo vemos en Fujan, la provincia de la costa situada frente a la isla de Taiwán.

Según la distribución vaticana, en Fujan hay cuatro diócesis y dos prefecturas apostólicas: a lo largo de la costa, partiendo del norte, la diócesis de Xiapu-Mindong, la arquidiócesis de Fuzhou y la diócesis de Xiamen, y en el interior la diócesis de Changting y las prefecturas de Jian’ou y de Shaowu.

Al contrario, según la distribución gubernativa, la diócesis de Changting está incluida en la de Xiamen, y las dos prefecturas apostólicas está unificadas en una nueva diócesis, la de Minbei.

Pues bien, ateniéndose a esta segunda distribución, a la que también el Vaticano se adecua en la práctica, esta es la situación.

En la diócesis de Xiapu-Mindong, antes del acuerdo de 2018, la mayor parte de los fieles y del clero eran subterráneos, es decir, sin reconocimiento gubernativo, dirigidos por un obispo también subterráneo, reconocido solamente por Roma, Vicente Guo Xiijin. Pero había también una pequeña minoría de católicos oficiales, dirigidos por un obispo unilateralmente nombrado por el gobierno chino y excomulgado, Vicente Zhan Silu.

Con el acuerdo, Roma levanta la excomunión y nombra a Zhan como titular de la diócesis, degradando a Guo como auxiliar suyo. Gao acepta, pero rechaza la adhesión, como pide el régimen, a esa “Iglesia independiente” que él y sus fieles continúan considerando “irreconciliable” con la fe católica. Sometido por esto a represalias crecientes, hasta la expulsión de su casa y la pérdida completa de la libertad, en un silencio total de la Santa Sede, termina por dimitir de todos sus cargos públicos, precisamente en la vigilia de la renovación del acuerdo. Es fácil entender que la oposición entre oficiales y subterráneos, en la diócesis de Xiapu-Mindong, continúa siendo muy conflictiva.

Por el contrario, en la diócesis de Fuzhou, una de las más pobladas de China con 300.000 fieles, 120 sacerdotes y 500 religiosas, la contraposición es entre los mismos subterráneos, y tiene una larga historia. Antes del acuerdo de 2018, una parte del clero y de los fieles era partidaria del obispo nombrado por Roma, Pedro Lin Jiashan, mientras que otra parte más grande y combativa desconfiaba de él, creyéndolo demasiado deseoso de someterse al régimen. Para sanar estas posturas opuestas, entre 2007 y 2016 Roma incluso suspendió a Lin, sustituyéndole con un administrador apostólico. Pero en vano.

En efecto, cuando el 9 de junio de 2020 Lin, de 86 años, obtuvo el deseado reconocimiento gubernativo y firmó la adhesión a la “Iglesia independiente”, en la diócesis muchos se sintieron traicionados, tanto por él como por el Vaticano. Y ahora la oposición es más profunda que nunca.

En comparación, la pequeña diócesis de Xiamen es un oasis de tranquilidad, gobernada por un obispo reconocido desde hace tiempo tanto por Roma como por Pekín, y pacíficamente aceptado por los fieles: José Cai Bingrui, de 54 años.

Al contrario, la diócesis de Minbei lleva décadas sin obispo y probablemente no lo tendrá durante mucho tiempo. Se encuentra en un territorio montañoso y rural, tan grande casi como la mitad de la provincia de Fujan. Las comunidades católicas son pequeñas y dispersas, sin clero propio, asistidas por sacerdotes llegados de fuera.

Uno de estos sacerdotes, el más activo desde hace muchos años, proviene de la diócesis limítrofe de Xiapu-Mindong, precisamente del círculo del activo obispo anteriormente excomulgado que ahora la dirige. De hecho, este sacerdote desempeña el cargo de administrador de la diócesis vacante de Minbei. Pero si llegase a ser su obispo, se prevé que encontrará una fuerte oposición por parte de los fieles, precisamente por su cercanía al obispo excomulgado, con una gran oposición en su diócesis de Xiapu-Mindong.

Además, los católicos de este territorio dan muestras de preferir estar sin obispo –y así menos institucionalizados–, a fin de estar menos vigilados por las autoridades chinas. Se aplican a sí mismos el dicho: “Se caza el pájaro que alza el vuelo”. Mejor mantener un perfil bajo, sin obispo, sobre todo si este es un hombre del régimen, que sufrir una represión más fuerte de la que ya existe.

En resumen, cuatro diócesis con cuatro situaciones muy diferentes entre ellas. Fujan es una fotografía perfecta de lo complicada que es la estructura de la Iglesia china.

Sandro Magister

El colapso de la cultura cristiana, el Papa Francisco abraza solo al islam, ¿fumata próxima?, el Vaticano y sus montajes

 SPECOLA


En esta deslumbrante mañana de cielos azules sobre la ciudad de Roma se empieza a colocar el enorme abeto en la vacía Plaza de San Pedro. Un toque humano y navideño que da un poco de vida y color al desierto colonato, diseñado para abrazar. En la actual sociedad de la tolerancia, que no tiene ideales fijos y, como resultado, tampoco una clara división entre el bien y el mal, existe una técnica que permite cambiar la actitud popular hacia conceptos considerados totalmente inaceptables. Esta técnica, llamada ‘la ventana Overton’ consiste en una secuencia concreta de acciones con el fin de conseguir el resultado deseado, y que puede ser más eficaz que una bomba nuclear para destruir comunidades humanas. Las etapas son bien conocidas pasando de lo impensable a lo radical, de lo radical a lo aceptable , de lo aceptable a lo sensato, de lo sensato a lo popular y de lo popular a lo político. Mucho no tememos que ya estamos en esta última fase, los grupos de presión se consolidan en el poder y publican encuestas que supuestamente confirman un alto porcentaje de partidarios de la legalización de lo impensable.

Valli nos ofrece un interesante artículo sobre como todo esto se está aplicando al cristianismo. El concepto de las ‘ventanas de posibilidades’, inicialmente descrito por Joseph Overton, puede extrapolarse también al hecho religioso y podemos pasar a nuevos dogmas prohibiendo los antiguos, entrando en un abismo demoniaco de autodestrucción. El camino está marcado: imposible, posible, aceptable, razonable, popular y finalmente legal. El juego he tenido éxito con divorcios, abortos, uniones homosexuales y con el género ya casi llegamos, actualmente está en la fase popular, a la espera de ser legal. Normalmente se necesitan unos diez años para obtener resultados, pero si las ventanas están vinculadas, el tiempo tiende a ser más corto, de hecho, la finalidad del encadenamiento de ventanas es cambiar y eliminar el propio concepto de familia. No se pretende solamente trastocar un comportamiento, sino incluso una fe, la cristiana, y por tanto, toda una civilización.

La nueva táctica: no más guerras, no más envidia; ahora todo se juega a nivel moral y sobre todo sexual. De ahí la revolución sexual de los años sesenta del siglo pasado, que por fin parece ser el arma adecuada en manos del Enemigo. El sexo, libre de responsabilidad, agrada a todos, es atractivo, no implica guerras. Del uso de la envidia pasamos al del egoísmo y por tanto al subjetivismo: cada uno es Dios para sí mismo y los imperativos morales son los que todos prefieren seguir. Y de hecho, el divorcio, el aborto, las uniones homosexuales y el género tienen como denominador común esta idea de la sexualidad que se puede resumir en la fórmula «Hago lo que más me gusta y nadie debe interferir». La Iglesia trató de oponerse a ella, Juan Pablo II y Benedicto XVI, con su predicación y su ejemplo, retrasaron la deriva subjetivista y relativista, hoy está barrera ya no existe. El pontificado actual, en lugar de dar señales claras, es extremadamente desorientador. La mayoría, que se ha convertido en minoría, primero es ridiculizada, luego silenciada, luego censurada y finalmente perseguida, y eso es exactamente lo que está pasando. Por el momento todavía estamos en la etapa de censura, pero llegando rápidamente a la persecución.

Bisignani es un personaje que sigue siendo influyente en el mundo romano, condenado por la justicia italiana por sus vínculos con el hampa romana, cliente preferente del banco Vaticano, ‘coordinador’ de intereses de logias, unido a todas las ‘Ps’ , la P1, P2… Su presencia en la prensa es escasa y con mensajes siempre subliminales, nunca indiferentes. El pontificado del Papa Francisco está al final, en sus horas más bajas y nos dice ‘desde la pequeña noticia que se filtra’ que, en función del curso de la pandemia, puede convocar un consistorio extraordinario, entre febrero y mayo. El objetivo puede ser la aprobación de la reforma de la curia, tan prometida y tan retrasada. El último rayo cayo sobre el cupulón el 11 de febrero, ¿podemos estar en vísperas de otro?

El abrazo del Papa al Islam es deseado y cuidado, no le interesan los cristianos perseguidos, pero parece preocupado por minorías alejadas de la fe católica. Los cristianos nunca han sido perseguidos como en este período histórico, según la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada, más de 300 millones de cristianos viven en tierra de persecución. Estos cristianos sufren humillaciones, hostigamientos, en muchos casos son acusados ​​injustamente del llamado crimen de blasfemia y encarcelados, sus hogares destruidos, se ven obligados a abandonar sus aldeas, niñas secuestradas, desaparecidas y obligadas a «convertirse» y casarse con su torturador. ¿por qué los uigures sí y la represión cristiana por parte de los chinos no?

El caso que supuso la dimisión del cardenal Becciu después de la investigación de L’Espresso sigue con más sombras que luces. Becciu demandó al semanario, se desconoce si la iniciativa judicial está fundada, pero es cierto que el director, Marco Damilano, ha contraatacado con todas las armas. El Espresso no niega que una copia del semanario «estaba en manos del Santo Padre», pero por otro lado afirma que durante la audiencia todavía estaba preparando las cosas para publicar. Seguimos con demasiadas preguntas sin respuesta: ¿quién la hizo tener?, ¿y por qué no creerlo, si el Espresso la cuenta? El trabajo de un pseudoperiodista como Coccia debe ser verificado meticulosamente para confirmar que lo que escribe es cierto. Los tribunales en Italia , aunque sean desesperadamente lentos, son los habituales de un estado de derecho y no están permitidos los juicios sumarios con corte de cabeza. En el vaticano no existe la presunción de inocencia. Becciu no está investigado, ni en Italia ni en el Estado de la Ciudad del Vaticano, ni acusado, solo tenemos supuestas acusaciones de los magistrados vaticanos por corrupción y además, Becciu sigue siendo cardenal. Estas son la formas de actuar del los tribunales pontificios, Becciu ya está decapitado y no sabemos bien el porqué. Lo repetimos una vez más, Becciu tiene todo el derecho a defenderse, pero estamos seguros de que no llegará, se prefiere cerrar el caso que escarbar en complicadas complicidades. El Papa Francisco puede pensar que así manda más y refuerza su poder ante posibles ‘revueltas’ pero es un signo mas del miedo a la verdad y de terrible debilidad. En el caso McCarrick estamos en las mismas y los macarristas en sus puestos.

«Jesús junto al lago de Galilea, vio a dos hermanos, a Simón, al que llaman Pedro, y a Andrés…»

Buena lectura.
Specola

sábado, 28 de noviembre de 2020

LA ESCANDALOSA ESTAFA QUE NOS ARRUINA

   EL TEATRO DE WILL

Duración 11:16 minutos

Twitter censura todo, excepto incendio de sacerdotes

GLORIA TV


El hashtag español #FuegoAlClero se convirtió en tendencia en Twitter.com, aunque el portal afirma que hace la guerra contra el “discurso de odio”.

Esto ocurrió el mismo día en el que Francisco aprobó la beatificación de 127 mártires españoles, sacerdotes, seminaristas, frailes, monjas y laicos, asesinados entre 1936-1939 por los comunistas españoles.

Pero ahora, en el 2020, vuelve el pasado. Se pueden ver tuits que alientan “quemar vivos a los sacerdotes” o que dicen “la única iglesia que ilumina es la que arde”.

Adviento: tiempo de espera, alegría y amor (Primer Domingo)



Duración 27:32 minutos



Homilía predicada el 2 de diciembre de 2007. Texto evangélico: Lc. 21: 25-33

NOTICIAS VARIAS 28 de noviembre de 2020

 


INFOVATICANA

Atención con idolatrar a Viganò

SPECOLA

El ‘dies irae’ del Papa Francisco, sobrevivir en la confusión del Vaticano, la barca de Pedro ‘un poco aquí un poco allá’.

QUE NO TE LA CUENTEN

Selección por José Martí

Homilía de hoy | Sábado, XXXIV semana del Tiempo Ordinario | 28.11.2020 | P. Santiago Martín FM

 Magnificat TV - Franciscanos de María

Duración 7:34 minutos



Última homilía del rito litúrgico ciclo A; en la que se habla de que debemos de estar muy atentos para que no se embote nuestra corazón con las preocupaciones de esta vida.

Mañana, domingo, 29 de noviembre de 2020, comienza el ciclo litúrgico B, con el primer domingo de Adviento.