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domingo, 19 de abril de 2020

LA CCE AL RESCATE DEL GOBIERNO (Capitán Ryder)



El coronavirus se ha extendido por todo el mundo pero no en todo el mundo está teniendo la misma incidencia, ni sanitaria ni económica.

Ahora mismo, España parece que va camino de triunfar negativamente en todas ellas, a la espera de que ese país disfuncional que es Bélgica nos pueda arrebatar el dudoso honor en alguna de ellas.

Cualquiera que esté atento a la realidad española conocerá las noticias de las últimas semanas.

Básicamente, el gobierno para no estropear sus aquelarres feministas retrasó la adopción de medidas sanitarias que ha tenido como resultado ahora mismo el mayor número de muertos por millón de habitantes en todo el mundo.

Su incapacidad ha hecho el resto; aún hoy día los sanitarios no tienen los equipos de protección adecuados, muchos de ellos adquiridos a proveedores de dudosa calidad. También estas acciones han tenido una consecuencia, todo lo tiene; y es que España sea el país con el mayor porcentaje de sanitarios contagiados. En países como Polonia y Eslovaquia hay máquinas expendedoras de mascarillas de la más alta calidad mientras que aquí, ayer, eran retiradas miles de mascarillas que han estado usando los sanitarios con defectos de calidad. Muchos de ellos ya han sido aislados por si se hubiesen contagiado.

El gobierno, lejos de pedir disculpas o buscar sinceramente enmendar sus acciones, se ha lanzado directamente a las persecución de aquellos ciudadanos que puedan poner en cuestión la versión oficial: amenazas de cárcel para quien «difunda bulos o noticias falsas», ruedas de prensa en las que las preguntas son seleccionadas por el gobierno, por lo que en muchas ocasiones se han leído directamente las respuestas, subvenciones a las 4 televisiones privadas para tapar la gestión del gobierno y la oferta de unos pactos políticos que no buscan que todo el país sea participe de un gran acuerdo sino que es presentado como un trágala total. El gobierno aprobó la investidura con el partido político del grupo terrorista ETA, independentistas y comunistas. Estos pactos seguirían en vigor y los partidos de oposición se deberían adherir, sin más crítica, a lo que entre ellos se acuerde.
Es una manera de hacer culpables a todos del desastre económico con el que nos encontraremos al salir de casa.
En estas circunstancias la Conferencia Episcopal Española ha salido al rescate del gobierno con unas manifestaciones y un comunicado realmente repugnantes. Confieso que incluso a mí, que presumo de la imposibilidad de sorpresa en estos temas, me ha dejado estupefacto. Bien harían nuestros pastores en todo lo que afecte al gobierno en comprarse unas rodilleras dado que esa parece ser la posición por la que han optado.

Infovaticana informaba el otro día de un comunicado en el que se daban las gracias a los medios de comunicación, por, textual:
En estos momentos difíciles, los medios de comunicación nos permiten conocer lo que está ocurriendo con todos sus matices y sus complejidades, ponen en contexto las informaciones y dan respuesta a nuestras preguntas. Además, difunden las indicaciones que señalan las autoridades competentes, que hemos de vivir en este momento como sociedad, y ayudan a desmentir las noticias falsas y los bulos que pueden angustiar o hacer caer en la desesperación o el desorden. Vuestro servicio es esencial para una sociedad que ama la libertad y la verdad. Queremos destacar el papel de las empresas de comunicación y la labor social que vosotros, periodistas, corresponsales y comunicadores, lleváis a cabo en esta epidemia: acortando las distancias geográficas y sociales, abrís una ventana a la esperanza y al futuro, dais a conocer iniciativas solidarias y ofrecéis a los que están confinados en casa múltiples posibilidades para estar conectados con el mundo y para desarrollar sus cualidades. Sin olvidar, la capacidad de entretener con programas de humor, con el cine o la música, que nos permite salir de una rutina diaria necesariamente estrecha, y nos puede vincular con lo mejor de la humanidad, el arte y la cultura. Sin esta labor de los medios de comunicación, este aislamiento sería muchísimo peor. Cuando mueren las esperanzas de los pueblos, desaparecen las culturas. Por ello, a vosotros hombres y mujeres de la comunicación en España os pedimos que no os canséis, en medio de este oscuro panorama. Sed portadores de la verdad y la esperanza en todo aquello que hacéis y comunicáis, para que vuestras noticias y programas alcancen el corazón de la ciudadanía dolorida. Sabed que estáis presente en nuestras oraciones para que el mal de este espantoso virus no os alcance y podías gozar siempre de la “salud del alma y del cuerpo”.
Unos comentarios sobre los resaltados, por mí, en negrita:

1er párrafo. En España en concreto los mayores difusores de noticias faltas han sido las 6 cadenas de televisión en comandita con el gobierno. Y, como nos han contado después, era porque así se lo decía el gobierno. A la pregunta de por qué no han acertado ni una en toda la crisis han señalado que se limitaban a decir lo que les transmitían del gobierno. Es decir, no han difundido las indicaciones del gobierno, sino el mensaje que el gobierno quería transmitir en cada momento. Así, en cada momento, gobierno y medios nos han dicho:
  • Las mascarillas no servían para nada, incluso era contraproducente llevarlas.
  • No había peligro, era más o menos una gripe. No había que tomar precauciones especiales.
  • Había que acudir a las manifestaciones feministas del 8 de marzo, el «machismo es más peligroso que el coronavirus».
  • Se podía hacer vida normal.
  • No había que limpiar zapatos y ropa al llegar a casa.
  • No había que cerrar fronteras, no servía para nada.
  • El que diga lo contrario es un alarmista que debe ser señalado y ridiculizado. Lo que afirma no tiene ninguna base científica.
Todas estas afirmaciones transmitidas por el gobierno y repetidas hasta la saciedad por los medios nos han llevado a un contagio masivo y el posterior colapso sanitario que se ha traducido en más de 20.000 muertos oficiales, alrededor de 40.000 reales si nos atenemos a la información de los registros civiles.

Con toda España encerrada en sus casas y cientos de miles de españoles estrenando su nueva situación de desempleados el gobierno aprobaba una subvención para los medios de 15 millones de euros y un aumento de la publicidad institucional de más de 30. Las televisiones españolas sumaron el año pasado más de 300 millones de beneficio.

Pues sí, aquellas televisiones y medios que nos han mentido sobre las medidas a tomar, sobre los muertos, que han aceptado las ruedas de prensa con filtrado de preguntas y que no quieren saber donde se compra el material sanitario defectuoso que llega a España son «los que nos permiten conocer lo que está ocurriendo, con todos los matices y complejidades» y quiénes «luchas contra los bulos y noticias falsas».

No sólo eso, además han sido cómplices de la campaña del gobierno para amenazar a a los pocos medios discrepantes y a todos aquellos ciudadanos anónimos que a través de twitter van desmontando una por una las mentiras gubernamentales apoyadas por estos mismos medios. Abiertamente se habla, con una normalidad escalofriante, de imponer 5 años de condenas a quien difunda lo que el gobierno establezca como bulo. Ni una verdad en este párrafo.

2do párrafo. Hace tiempo que uno se pregunta qué concepto de esperanza tienen nuestros obispos y cardenales. Al principio de la crisis el Cardenal Omella hablaba de que las iglesias permaneciesen abiertas porque daban «una cierta esperanza«. Da la casualidad de que la Iglesia siempre ha predicado como certeza que la Fe en Jesucristo lo que da es una ESPERANZA CIERTA. El orden de los factores aquí si altera, y mucho, el significado de la ecuación.

Lo mismo en este caso, donde los medios, especialmente las televisiones, continúan abriendo una ventana al estercolero más hediondo.

Televisión española ha entendido lo del entretenimiento estrenando un programa «de humor» sobre las historias de los españoles en la reclusión de su hogar. Una serie de scketch, supuestamente humorísticos. Por supuesto, con los actores más próximos al gobierno. El programa se estrenó cuando ya llevábamos más de 10.000 muertos. ¡Ay qué risa!

3er párrafo. Por mí pueden cansarse desde ya. Si mañana, mejor hoy, cerrasen todas las televisiones España sería un país mucho mejor y el odio cainita que esparcen cesase, sobre todo por parte del periodista de cabecera del Papa en España y su cadena, la mejora sería evidente.
 
La otra gran aportación ha llegado de ese pan sin sal que es el Cardenal Blázquez.

Para dar un respaldo a esos nuevos pactos que quiere perpetrar el gobierno ha manifestado «necesitamos renovar el espíritu de la Transición, porque sólo unidos venceremos esta pandemia».

Dejando a un lado que hay ya 40.000 personas que no van a vencer nada, no al menos en esta vida, agradecería que nuestros obispos nos hablasen algo más de la Biblia y dejasen de tocar las narices con la Constitución y sus derivados. Ahora mismo, el partido de la banda terrorista ETA gobierna con el PSOE en España y en Navarra.

Háganse, hágannos, un favor nuestros obispos y no se hagan más daño a ellos, a nosotros y a la Iglesia. Si no tienen nada mejor que decir, por favor, ¡cállense!

Capitán Ryder

Bonus Track: En las distintas páginas web del Gobierno de España sólo he encontrado un pésame en toda esta crisis. Más de 40.000 personas han muerto pero sólo uno ha merecido este detalle. Sí, ha sido Riay Tatary, presidente de la Comisión islámica de España. 

En el twitter de la CEE, revisado desde el 5 de abril hasta este viernes se daba la misma curiosa coincidencia. En el caso de la CEE no había un único tweed sino dos. A día de hoy les falta por dar entre 20 y 40 mil condolencias. Esperamos: tic, tac, tic, tac, ...

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NOTA: Ver la noticia del 15 de abril, de Carlos Esteban, hablando precisamente sobre este problema de la CEE

jueves, 16 de abril de 2020

Noticias varias 16 de abril de 2020


GERMINANS GERMINABIT

 
La selección generacional (Custodio Ballester Bielsa, Pbro). 


Coronavirus, el Tsunami Demográfico 
 
GLORIA TV

Arzobispo desafía el régimen del coronavirus

ADELANTE LA FE

El miedo y rechazo al regreso de Cristo

Cómo encontré la verdadera contrición en mis pecados

 
INFOVATICANA


Benedicto XVI cumple 93 años: ¡Felicidades Santidad!, la task force del Vaticano, el ocaso del Papa Francisco, Pell siempre Pell


Selección por José Martí

Pell, siempre Pell



En la larga entrevista al recién liberado cardenal Pell, «se respaldan los rumores de que lo que sucedió puede estar relacionado con sus reformas financieras»

En Australia, mientras tanto, siguen las amenazas de muerte contra él y tenemos nuevas acusaciones: la persecución continúa. No guarda rencor contra su acusador, a quien preguntó «si no lo habrán utilizado». 

Es muy claro respecto a las molestias que ocasiona el cristianismo: «a muchas personas no le gustan los cristianos que enseñan lo que dice el cristianismo, especialmente sobre la vida, la familia y cuestiones similares»; «hay un intento sistemático de eliminar las raíces legales judeocristianas, con ejemplos de matrimonio, vida, género y sexo opuestos a ellos; desafortunadamente hay poca discusión racional y un papel excesivo para el hombre»

Pasa de refilón el papelón del Papa Francisco en todo el proceso y se siente «absolutamente» apoyado, pero entra de lleno en lo que interesa ahora mucho más al cardenal, dejando atrás las imposibles reformas financieras: «sus opiniones teológicas no se alinean exactamente con las de Francisco». «Creo que aprecia mi honestidad y quizás el hecho de que le cuente cosas que otras personas no tienen el coraje de decírselo; creo que me respeta por eso»

Las televisiones australianas han transmitido imágenes de la llegada de la policía cerca del seminario que actualmente lo alberga. Según lo informado a New Compass, la policía habría llegado al edificio de Homebush tras la llamada del rector, preocupado por la multiplicación de amenazas de muerte dirigidas al cardenal. 

Al cardenal Pell le gustaría regresar a Roma, una vez que termine la emergencia del Coronavirus. 

El cardenal Pell está adquiriendo un protagonismo importante en este momento de agonía del pontificado.

Specola

miércoles, 15 de abril de 2020

Celibato, Amazonia, Alemania. Vuelve al campo de juego el cardenal Sarah



 

> Todos los artículos de Settimo Cielo en español

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En la mañana del domingo de Pascua y en la mañana del lunes de Gloria la revista francesa “Valeurs actuelles” puso en red, en dos entregas, una entrevista ribereña al cardenal Robert Sarah, reunida por Charlotte d’Ornellas:

> “Là où règne la confusion, Dieu ne peut habiter!”: le cardinal Sarah appelle à l’unité de l’Eglise

> Cardinal Sarah: “Cette épidémie disperse la fumée de l’illusion”

En la primera entrega de la entrevista, Sarah se remite al libro escrito por él y publicado junto al papa emérito Benedicto XVI, con el título “Desde lo profundo de nuestro corazón”, en inclaudicable defensa del celibato sacerdotal.

El cardenal denuncia la instrumentalidad de las invectivas contra el libro y sus dos autores. Reafirma que su publicación, en el pasado mes de enero, ha sido hecha “con un espíritu de profunda obediencia filial al Santo Padre”. Y anhela que finalmente se lo discuta por lo que dice realmente y que el mismo papa Francisco ha mostrado que comparte, cuando dijo – repitiendo a Pablo VI – que “prefiero dar la vida antes de cambiar la ley sobre el celibato”.

Pero en la entrevista el cardenal Sarah habla también de otras cosas: del sínodo sobre la Amazonia, del sínodo de Alemania, de los enfrentamientos dentro de la Iglesia, de los abusos sexuales, además de la “crisis de la civilización” planteada por la pandemia del coronavirus.

A continuación presentamos un breve extracto de su entrevista, sobre los puntos más relevantes para la vida de la Iglesia.

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EL LIBRO SOBRE EL CELIBATO

Con Benedicto XVI hemos querido abrir un debate de fondo, una reflexión serena, objetiva y teológica sobre el sacerdocio y el celibato, apoyándonos en la Revelación y en los datos históricos. […] He leído muchas invectivas e injurias, pero muy poca reflexión teológica y pastoral, y sobre todo he visto muy pocos comportamientos cristianos.

Ahora bien, con Benedicto XVI hicimos propuestas audaces de reforma del modo de vida de los sacerdotes. Nadie ha recogido ni comentado las que creo que son las páginas más importantes de nuestra reflexión, las que se refieren a la necesaria renuncia a los bienes materiales por parte de los sacerdotes, las que apelan a una reforma fundamentada en la búsqueda de la santidad y en la vida de oración, las que invitan “a presentarse ante Ti y a servirte”. […] A todo esto se agrega la necesidad de servir a Dios y a los hombres. Nuestro libro quería ser espiritual, teológico y pastoral, mientras que los medios de comunicación y algunos expertos autodenominados tales han hecho una lectura política y dialéctica. Ahora que se han diluido las polémicas estériles, ¿quizás se lo podrá finalmente leer verdaderamente? ¿Quizás se lo podrá discutir pacíficamente?

EL SÍNODO SOBRE LA AMAZONÍA

Al día siguiente de la publicación de la exhortación apostólica “Querida Amazonía” del papa Francisco, algunos prelados han manifestado decepción y consternación. No estaban inquietos por los pueblos de la Amazonía, sino desilusionados, porque la Iglesia, según ellos, habría debido aprovechar esa ocasión para ponerse en sintonía con el mundo moderno. Se ha visto claramente en esta oleada que la cuestión amazónica había sido instrumentalizada. Se había utilizado la miseria de los pobres para promover proyectos ideológicos.

Debo confesar que tal cinismo me entristece profundamente, ya que en vez de trabajar para hacer descubrir a los pueblos de la Amazonía la profundidad y las riquezas únicas de la persona de Jesucristo y de su mensaje de salvación, se quiso “amazonizar” a Jesucristo y adosarle las creencias y las prácticas de los indígenas amazónicos, proponiéndoles un sacerdocio a medida humana, adaptado a su situación. Los pueblos de la Amazonía, al igual que los de África, tienen necesidad de Cristo crucificado, escándalo para los judíos, locura para los paganos, verdadero Dios y verdadero hombre, quien ha venido para salvar a los hombres manchados por el pecado, para regalarles la vida y reconciliarlos con Dios, haciendo la paz con la sangre de su cruz.

LOS CONTRASTES EN LA IGLESIA

La unidad de los católicos no es un simple afecto sentimental, sino que se fundamenta sobre lo que tenemos en común: la Revelación que Cristo nos ha dejado. Si cada uno defiende su propia opinión, su propia novedad, entonces la división se difundirá por todas partes. La fuente de nuestra unidad nos precede: la fe es una, es ella la que nos une. La herejía es la verdadera enemiga de la unidad. Me impresiona constatar cómo el subjetivismo torna histéricas las discusiones. Si se cree en la verdad se puede buscarla juntos, también se puede tener confrontaciones francas entre los teólogos, pero los corazones permanecen en paz, porque se sabe bien que al final la verdad aparecerá. Al contrario, cuando se cuestiona la objetividad intangible de la fe, entonces todo se transforma en rivalidad entre las personas, en lucha por el poder. La dictadura del relativismo, en tanto destruye la confianza pacífica en la verdad revelada, impide que haya un clima de serena caridad entre los hombres. […]

La unidad de la fe presupone la unidad del magisterio en el espacio y en el tiempo. Cuando se nos brinda una enseñanza nueva, siempre se la debe interpretar en coherencia con la enseñanza que precede. Si introducimos rupturas y revoluciones, destruiremos la unidad que gobierna a la santa Iglesia a través de los siglos, lo que no significa que estemos condenados al fijismo. Pero toda evolución debe ser una comprensión mejor y una profundización del pasado. La hermenéutica de la reforma en la continuidad que Benedicto ha enseñado tan claramente es una condición sine qua non de la unidad.

EL SÍNODO DE ALEMANIA

Lo que acontece en Alemania es terrible. Se tiene la impresión de que las verdades de fe y los mandamientos del Evangelio se ponen a votación. ¿Con qué derecho podemos decidir renunciar a una parte de la enseñanza de Cristo? Sé que numerosos católicos alemanes sufren por esta situación. Como ha dicho muchas veces Benedicto XVI, la Iglesia de Alemania es demasiado rica. Con el dinero se ha intentado hacer de todo: cambiar la Revelación, crear otro magisterio, una Iglesia no más una, santa, católica y apostólica, sino alemana. El riesgo para una Iglesia similar es pensarse como una de las instituciones mundiales. ¿Pero cómo entonces no terminaría pensándose como lo hace el mundo?

LOS ABUSOS SEXUALES

Esta crisis es ante todo una crisis de fe y una crisis profunda del sacerdocio. El descubrimiento de los crímenes abominables por parte de sacerdotes es el síntoma más aterrador. Cuando Dios no está en el centro, cuando la fe no determina más la acción, cuando ella no orienta más y no impregna más la vida de los hombres, entonces también esos delitos se tornan posibles. Es necesario que comencemos de nuevo, ha dicho Benedicto XVI, a vivir a partir de Dios y ante la mirada de Dios. Ante todo, los sacerdotes deben aprender a reconocer a Dios como el fundamento de su vida y no dejarlo aparte como si se tratara de una fórmula sin contenido real. Cuando una vida sacerdotal no tiene su centro en Dios, corre el riesgo de dejarse llevar por una forma de intoxicación del poder. Como decía también Benedicto XVI: “¿Por qué la pedofilia ha alcanzado proporciones similares? En último análisis, la razón de ello es la ausencia de Dios”.
 
Sandro Magister

NOTICIAS VARIAS 14 de abril de 2020



Pell: "Mis posiciones teológicas no son las de Francisco"

 
 
Hoy se ha emitido la entrevista ( aquí ) que el cardenal George Pell ha concedido a la agencia de noticias SkyNews. En el reportaje televisado con el presentador Andrew Bolt, el purpurado ha revelado, entre otras cosas, que está avergonzado por la forma en que la Iglesia ha tratado con el "cáncer" de los abusos sexuales de niños, por parte del clero. El cardenal impresionaba hablar con franqueza acerca del flagelo del abuso infantil dentro de la propia Iglesia, y de cómo esas muchas fallas del accionar intraeclesial aún persisten.

Tras asegurar que muchos en Roma, con altos cargos en la Curia Vaticana que simpatizan con las reformas financieras, relacionaron su proceso judicial en Australia precisamente con su intento de reformas, el cardenal sin embargo dijo que "ni siquiera mis oponentes teológicos en Roma creían las historias" de abuso sexual. Pero afirmó que no tiene prueba alguna de esa supuesta relación entre su actividad al frente de las finanzas vaticanas y lo que le ha ocurrido en Australia, aunque sí cree que algunos se aprovecharon del hombre que le acusó de haber abusado de él.

También recordó que el Papa, que le nombró Prefecto de la Secretaría de Economía, le mostró siempre su "apoyo absoluto" a pesar de que "mis posiciones teológicas no están precisamente alineadas con las de Francisco". Como se esperaba, nada dijo acerca del abandono jurídico con que el Vaticano lo dejó, sometido a la justicia secular.

Consultado acerca de cuál ha sido su peor momento en todos estos años, el cardenal respondió que eso sucedió cuando el Tribunal de Apelación de Victoria no revocó la sentencia condenatoria: "Nunca pensé que había la más remota posibilidad de que dos jueces no apoyaran mi apelación". La sentencia unánime de la Corte Suprema de Australia muestra que era lógico que el cardenal pensara así, ya que a lo largo de todo el proceso no se respetó nunca su presunción de inocencia. 

Retomando el tema de los abusos sexuales del clero, dijo: "Era como un cáncer... había que cortarlo". "Condeno totalmente este tipo de acciones y el daño que ha causado a tantas personas -continuó- Una de las cosas que me molesta es la sugerencia de que soy anti-víctimas, o que no simpatizo lo suficiente con ellos. Dediqué mucho tiempo y energía para tratar de ayudarlos, hacerles justicia, obtener ayuda y obtener una compensación". 

Buena parte de la entrevista el cardenal la dedicó también a describir los 405 días que pasó encerrado acusado de siete delitos sexuales contra niños, acusaciones que finalmente fueron anuladas por el Tribunal Superior de Australia. Se hizo amigo de varios reclusos, incluido un asesino convicto, y fue testigo de la devastación que la drogadicción tenía sobre quienes lo rodeaban. El cardenal Pell explicó que se sintió aliviado tras su liberación, pero que no siente "ira u hostilidad" hacia su acusador. Manifestando excelente humor, afirmó risueñamente que espera hacer la transición a una vida tranquila dedicándose "a la jardinería donde pueda concentrarse en cultivar rosas y repollos". 

Toda la entrevista, escuchar las palabras y el tono con el que habla el cardenal George Pell, y mirar su rostro sereno, es emotivo y reconfortante. Al fin de cuentas, tenemos que tomar conciencia que, de hecho, él es una víctima de la justicia. Con lo paradójico que esa expresión suena. Porque a decir verdad, deberíamos pensar que el sistema jurídico, y el poder policial, deberían ser actividades dedicadas a defender al inocente. Y sin embargo, la realidad a veces supera la más insospechada fantasía.

Por otra parte, es claro que el cardenal no le va a contar todo precisamente a SkyNews. Para comenzar, hay que suponer que su condición de creyente le hace callar su aceptado martirio: sólo él sabe lo que ha sufrido durante el año y medio que estuvo preso. De hecho, a simple vista se le nota debilitado y envejecido. No ha sido un año y medio normal, pues sabemos que el tiempo pasa de modo subjetivo en nuestra conciencia, para cada uno de modos diferentes, y cada uno siente el tiempo distinto a los demás: las indagaciones policiales, las distintas alternativas del juicio, la condena, el rechazo a las apelaciones, etc., todo eso le ha debido parecer una eternidad. Sin contar con los consabidos sufrimientos espirituales: la tentación del odio que debe rechazarse a cada momento, la angustia en la soledad, que debe superarse haciendo continuos actos de confianza en el Señor. Probablemente el daño que todo esto le ha producido sea irreparable en términos humanos. Aunque no mirado sobrenaturalmente.

Como más de un observador se ha dado cuenta de la paradoja del caso: cuando la policía y la justicia le abandonaron, fueron los presos, sus nuevos amigos de la prisión, los que creyeron en su inocencia. Precisamente aquellos que se saben culpables pudieron, de un modo intuitivo, darse cuenta, sentir, que entre sus muros tenían un hombre inocente.
Fr Filemón de la Trinidad

martes, 14 de abril de 2020

La policía australiana vuelve a la carga con una nueva investigación contra Pell (Carlos Esteban)

 INFOVATICANA


La policía australiana acaba de anunciar que ha iniciado una nueva investigación de abusos sexuales a menores en torno al cardenal George Pell, recién liberado.

El Cardenal Pell ha sido hallado “no culpable” y liberado tras haber pasado trece meses y diez días en la cárcel, condenado en dos sentencias sucesivas por un delito especialmente repugnante de asalto sexual a dos menores cuando era Arzobispo de Melbourne. Tuvo, para comparecer ante los tribunales australianos, que interrumpir su tarea en Roma, donde ocupaba un puesto en el estratégico Consejo de Cardenales que asesora al Papa y, sobre todo, acababa de descubrir, como responsable de las finanzas vaticanas, un colosal agujero en las cuentas de la Santa Sede.

En estos momentos, George Pell es un hombre extraordinariamente peligroso, y sin duda odiado por muchos que verán con extrema preocupación su puesta en libertad.

En primer lugar, para las autoridades australianas. La Justicia australiana ha quedado a la altura del betún, sometiendo al cardenal a un juicio con las garantías y la imparcialidad de un tribunal soviético de la era de Stalin. Fue condenado por un hecho acaecido hace décadas, con la sola palabra del denunciante y contra el testimonio -rechazado por el tribunal- de más de una docena de personas. Incluso la reconstrucción de los hechos, teniendo en cuenta el escenario -la catedral de Melbourne- y el momento -al finalizar una celebración eucarística celebrada por él mismo- destruía la verosimilitud del delito, que hubiera sido casi milagroso de haberlo cometido efectivamente.

En un caso penal, se supone que el jurado debe quedar convencido de la culpabilidad del reo más allá de toda duda razonable, y lo que se hizo fue condenar más allá de toda duda razonable. No fue un error casual, ni Pell era un reo aleatorio: se trataba de una sentencia obtenida bajo una intensísima presión de determinados medios de comunicación australianos en plena psicosis del escándalo mundial de la pederastia clerical. Ha sido, en definitiva, un chivo expiatorio, al que solo el cúmulo de absurdos procesales ha conseguido salvar in extremis. Pero la imagen del imperio de la ley, del Estado de Derecho en Australia ha quedado irreparablemente dañada.

Si la acusación y el devenir del juicio tienen o no que ver con su actuación como responsable de las turbias finanzas vaticanas -como cree nuestro Specola- es algo que, en este momento, ignoramos en absoluto, aunque la frialdad de algunas ‘felicitaciones’ -o silencios- curiales no reflejan precisamente entusiasmo. En cualquier caso, Pell anunció un multimillonario agujero contable que tendrá sus responsables y que tendrá que aclararse en algún momento.

Vivo y en libertad, Pell es un peligro para muchos. Pell puede, con toda probabilidad, dar nombres o, en el mejor de los casos, reavivar la investigación que tuvo que dejar a medias. Basta que un periodista vuelva a preguntarle por lo que encontró en las cuentas de la Santa Sede para que fuerce la reapertura de un proceso que, estamos seguros, algunos querrán enterrado y olvidado.
 
Carlos Esteban

El curioso caso del cardenal Pell: “Se ha reclutado el poder del Estado para destruir a Pell”




Por el P. Glen Tattersall
Melbourne, Victoria

Especial para Rorate Cæli

“Se ha reclutado el poder del Estado para destruir a Pell. Esta situación no se puede esconder bajo la alfombra”. Esto ha escrito Paul Kelly, un prominente comentarista político de Australia, en el periódico The Australian el miércoles santo. Un día antes, la totalidad de los magistrados de la Corte Suprema del país, por un margen de siete a cero, anuló cinco condenas de abusos infantiles por las que el cardenal George Pell pasó trece meses y diez días en una cárcel de Melbourne, casi todo el tiempo en un confinamiento en solitario. Así, se le negó la oportunidad de celebrar misa y no tuvo acceso a los sacramentos en todo ese tiempo.

En el último momento, el más alto tribunal de la nación redimió parte de la credibilidad que el sistema de justicia australiano había perdido, al recordar a la nación y al mundo que el imperio de la ley aún no ha muerto. Tal afirmación, sin embargo, sigue dudosa en Victoria (el segundo estado más grande de Australia en cuanto a población). Ahí la conducción del caso Pell violó de forma rutinaria principios de justicia reconocidos como sacrosantos en cualquier sociedad civilizada.

La condena de su eminencia, basada en el testimonio infundado de un solo acusador, sin ninguna prueba forense o documental y sin ningún otro testigo, tuvo más bien reminiscencias de los procesos judiciales de los estados totalitarios, en los que el juicio resulta normalmente acorde con las costumbres políticas y culturales del estado y con las expectativas de la élite que gobierna.

En el caso Pell, todo giraba en torno a la credibilidad del querellante, cuyo nombre sigue estando reservado en Australia. Tampoco se le requirió que apareciera en persona, ni siquiera en una sala cerrada. En el primer juicio, dio sus pruebas a través de una conexión por video desde un lugar remoto, confortado por ¡un perro de apoyo emocional! En el segundo juicio, que tuvo lugar después de que el jurado del primero no lograra alcanzar un veredicto, se hizo ver de nuevo el interrogatorio del querellante a un jurado nuevo. En ambos juicios, al equipo de defensores del cardenal (y, por lo tanto, al jurado) se le negó el acceso a pruebas vitales: en concreto, que el querellante tenía una historia de serios problemas psicológicos que habían requerido tratamiento.

Fueron múltiples las deficiencias en el modo en que se condujeron ambos juicios, incluido el error de no llevar al jurado a la catedral de St. Patrick una mañana ajetreada de domingo para que viera la atmósfera en que supuestamente ocurrieron los delitos. La vergonzosa decisión del tribunal de apelación de Victoria, con un margen de dos a uno, de rechazar la apelación del cardenal en agosto de 2019, agravó la injusticia. Los jueces en su mayoría basaron su decisión en la credibilidad del querellante. Sólo el juez disidente, Mark Weinberg, uno de los juristas australianos más experimentados en asuntos criminales, se mostró “bastante poco convencido” por las pruebas del acusador. En un dictamen de 204 páginas, argumentaba que la condena de Pell “no se sostiene” porque existía una posibilidad muy significativa de que el cardenal fuera inocente.

En el veredicto pronunciado en la Semana Santa de 2020, la Corte Suprema ha estado de acuerdo con él.

No así el premier de Victoria, Daniel Andrews, el líder político del estado. Ha publicado una breve declaración después de la decisión de la Corte Suprema: “Tengo un mensaje para cada una de las víctimas y supervivientes de los abusos sexuales a niños: os veo, os oigo, os creo”.

Con tal afirmación extraordinaria y peligrosa, en efecto ha declarado una “presunción de culpabilidad” sobre cualquier acusado de abusos sexuales a niños. Los que importan más, ha dicho Andrews, son “las víctimas”.

Pero esto es cambiar la cuestión. No había tal “víctima” en el caso de Pell, sólo un acusador cuya querella estaba mal. En este caso, la única víctima ha sido el cardenal Pell, que fue injustamente condenado y encarcelado.

La Victoria de Andrews encabeza a la nación en fomentar la llamada “fluidez de género” entre los niños y adolescentes, hace alarde de las peores leyes del aborto de Australia (que han copiado otros estados) y aprobó leyes de eutanasia izquierdistas el año pasado, que causaron la muerte de 52 personas en los primeros seis meses. El premier también es responsable de leyes de declaración obligatoria, que exigen a los sacerdotes violar el secreto de confesión. De manera increíble, Andrews, un católico que se ha opuesto a las enseñanzas y a la disciplina católicas en cada ocasión, y cuyos hijos van a un colegio católico, nunca ha sido reprendido (y mucho menos se le ha impuesto una pena canónica) por parte del obispo de la diócesis de Victoria. Andrews también secundó la iniciativa Belt and Roan del Partido Comunista Chino. El virus de Wuhan no parece haber levantado ningún recelo en cuanto a esta política.

Lejos de repudiar la reacción de Andrews ante la decisión de la Corte Suprema sobre Pell, algunos de nuestros obispos han cometido el error de adoptar el mismo lenguaje y acercamiento, aunque un poco aguado. Hay un tiempo y un lugar para reconocer el daño que han hecho a menores los pecadores que han cometido abusos sexuales. Esta no era la ocasión. En este grueso error de la justicia no había “víctima” alguna de abusos sexuales, sólo un querellante.

El arzobispo de Brisbane, Mark Coleridge, el presidente de la Conferencia Episcopal Australiana, hizo una declaración que levantaba una valla:

“El resultado de hoy será bienvenido para muchos, incluidos los que han creído en la inocencia del cardenal a lo largo de este duradero proceso”, ha dicho. “También reconocemos que la decisión de la Corte Suprema puede ser desoladora para otros. Mucha gente ha sufrido mucho durante el proceso que ahora ha llegado a su conclusión”.

Curiosamente, Coleridge, que normalmente es un tuitero muy parlanchín, ignoró el asunto en su cuenta de Twitter, a pesar de su significación para la Iglesia y de que el caso sea uno de los más controvertidos asuntos criminales en la historia del país. Tal omisión parece incomprensible por parte del presidente de la Conferencia Episcopal Australiana que, al dar la bienvenida este año al Año de la Rata, tuiteó que se sentía “optimista, lleno de energía, listo y adaptable”,

El arzobispo de Hobart, Julian Porteous, ha sido más valiente al alabar la “revisión legal, profesional y precisa de las condenas” por parte del Alto Tribunal. Y el sucesor del cardenal, el arzobispo de Sydney, Anthony Fisher, abogado cualificado, ha señalado cuestiones obvias que pasaron por alto la mayoría de sus colegas. Las deliberaciones de la Corte Suprema les llevaron a creer que “se había condenado a un inocente”. El caso, ha dicho el arzobispo Fisher, “no ha sido sólo un juicio al cardenal Pell, sino también a nuestro sistema legal y a nuestra cultura”.

El arzobispo de Melbourne, Peter Comensoli, ha afirmado que “el cardenal Pell fue condenado y encarcelado erróneamente”. El cardenal Pell, ha dicho, mantuvo categóricamente su inocencia “y ahora es libre para vivir su vida pacíficamente en la comunidad”.

El padre Frank Brennan S.J., prominente activista por la justicia social y también abogado, se ha fijado en el detalle legal.

Según ha escrito en The Australian, el padre Brennan señala que, en el primer juicio, la fiscalía llamó a 23 testigos “que participaban en la celebración de la misa solemne de la catedral o que eran miembros del coro en 1996 y/o 1997”.

“Muchos de estos testigos eran también plenamente creíbles, aunque su fiabilidad vacilaba a veces, dado que intentaban recordar lo que pudieron haber estado haciendo después de la misa en la catedral de St. Patrick, un domingo en particular de 22 años atrás. La sinceridad de estos testigos no fue cuestionada por la fiscalía”, escribió.

“La Corte Suprema se dio cuenta de que muchos de estos testigos habían dado pruebas consistentes que situaban a Pell en la escalinata de la catedral durante por lo menos 10 minutos después de las misas del 15 y del 22 de diciembre de 1996, las únicas fechas posibles en que los cuatro primeros delitos se podrían haber cometido. La fiscalía “concedió que los delitos alegados en el primer incidente podrían no haberse cometido si, después de la misa, (Pell) había estado en la escalinata de la catedral saludando a los congregados durante 10 minutos”. La Corte también halló que había pruebas incuestionables por parte de testigos sinceros que situaban a Pell en compañía de su maestro de ceremonias cuando regresó a la sacristía de los sacerdotes para quitarse las vestiduras. Más aún, hubo pruebas suficientes de “un tráfico continuo hacia y fuera de la sacristía de los sacerdotes durante 10 o 15 minutos” después de que los monaguillos regresaran a la sacristía al final de la procesión y la conclusión de la misa. No hubo ni un lapso de cinco a seis minutos para que ocurrieran los delitos con Pell, el querellante y su compañero solos en la sacristía, juntos y sin interrupción, directamente después de la misa.”

De forma increíble, ni uno de los obispos australianos (que yo sepa) ha requerido públicamente una investigación pública sobre la conducta de la policía de Victoria y el sistema de justicia del estado en el caso Pell.

La policía comenzó su caza de brujas contra Pell en 2013. Sin queja alguna ante ellos, lanzaron la estrambóticamente llamada “operación Tethering” [operación anclaje]. Era la “operación coger a Pell”, escuchada la primera vista. Poco antes de la Navidad de 2015, la policía se fue a una expedición de pesca. Como informó The Age: “La Iglesia Católica de Melbourne ha sido golpeada con abusos sexuales a niños sólo dos días antes de Navidad, al seguir la policía acusaciones que caen directamente bajo el liderazgo de George Pell. En una rara declaración pública, los detectives del grupo que investiga acusaciones pasadas de abusos han hecho un requerimiento de información sobre abusos sexuales en la catedral de St. Patrick entre 1996 y 2001” (el periodo de mandato de Pell como arzobispo de Melbourne). Sobre esto hay preguntas que deben contestarse. Una sociedad libre bajo el imperio de la ley investiga delitos, no personas.

El antiguo jefe ejecutivo del Consejo Eclesial de Verdad, Justicia y Curación, Francis Sullivan, ha reflejado el punto de vista de muchos del establishment modernista de la Iglesia cuando ha dicho que la decisión de la Corte Suprema dejará a muchos aliviados, a otros confundidos y a otros enojados. El cardenal Pell, ha asegurado, “ha sido una personalidad divisiva, no particularmente popular, un poco guerrero ideológico y un pararrayos del descontento durante mucho tiempo”.

Aunque desafortunados, los comentarios de Sullivan tienen un elemento de verdad. Su eminencia, aunque no sea personalmente un tradicionalista litúrgico, fue generoso con los tradicionalistas al ser una figura central en la reforma conservadora de la liturgia postconciliar (especialmente en su papel de presidente del comité Vox Clara). Como arzobispo de Melbourne y Sydney, fue valiente, claro y directo en la defensa de la enseñanza católica central sobre la fe y la moral, y un defensor robusto y visible de la Fe en las guerras culturales. Como tal, era demasiado conservador para la mayoría de los obispos australianos y miembros del establishment de la Iglesia, muchos de los cuales o simpatizaban con el enemigo o querían una vida tranquila. Esa es la razón principal por la que los obispos nunca eligieron a Pell como presidente de la Conferencia Episcopal Australiana.

La gente de los bancos discernía mejor. En Australia, como en el resto del mundo, han ayudado al cardenal Pell con oraciones, misas, novenas, vigilias y devociones a lo largo de su dura prueba. En la cárcel, con frecuencia recibía 50 cartas al día de los que le deseaban el bien. Les gustaba como arzobispo y recordaban su fuerte liderazgo. Saltan de gozo porque se ha enmendado una gran injusticia. Muchos australianos no católicos (no los miembros de la clase charlatana) comparten nuestro alivio y nuestra alegría.

Este doloroso fiasco, no obstante, ha expuesto el gran abismo que hay entre los tímidos líderes progresistas de la Iglesia y el sensus fidelium…

–El P. Glen Tattersall es párroco de St. John Henry Newman de Melbourne, Victoria, la parroquia de la misa tradicional de la ciudad—

Artículo original. Traducido por Natalia Martín

Cardenal Pell hablará públicamente – Impactantes revelaciones



El anfitrión de Sky News Australia, Andrew Bolt, un agnóstico que, al igual que Gloria.tv, siempre mantuvo la inocencia del cardenal Pell, hará el 14 de abril una entrevista en vivo al cardenal Pell.

En un comentario efectuado el 13 de abril, Bolt califica el rol de la policía de Victoria como “uno de los más grandes escándalos” en torno a la persecución contra Pell.

La policía acusó “26 veces” con delitos de abuso infantil después de haber promocionado a los acusadores: “En cada una de las ocasiones, la acusación fue tan estúpida, tan débil, tan mal investigada o todo ello junto que las acusaciones tuvieron que ser retiradas y ahora han sido desestimadas”.

Bolt formula la impactante revelación que “ellos están preparando todavía otro caso”.

Él critica ferozmente el rol de la emisora estatal australiana (ABC) que durante un año ha llevado a cabo una “caza de brujas” contra Pell:

“Ni una sola vez he escuchado a un presentador o a un reportero de ABC expresar dudas sobre esta bizarra historia de violación, en la que una de las presuntas víctimas dijo que no había sido violada en absoluto”.

Bolt anuncia que, en la entrevista, el cardenal Pell “se defenderá” y también hablará sobre “el rol de los corruptos funcionarios vaticanos”.

domingo, 12 de abril de 2020

NOTICIAS VARIAS 12 de abril de 2020




INFOVATICANA

El Governorato anuncia drásticos recortes para salvar las finanzas vaticanas (Carlos Esteban)

SPECOLA

¡Cristo ha resucitado!, Pell y los queridos italianos, el Papa Francisco y los negreros, una iglesia muere otra nace, quiebra del Vaticano. 


INFOCATÓLICA

Publican guía con consejos para conservar la identidad católica en la educación a distancia
 

Selección por José Martí

Vivir en el presente, con esperanza (José Martí)


Cada día es único, es como un volver a nacer; y en cada instante nos lo jugamos todo, nuestra felicidad terrena y, sobre todo, la celestial. 

El siguiente soneto, que compuse hace un tiempo, si se lee con detenimiento y sintiendo cada palabra que está escrita, pienso que puede ayudarnos a vivir bien nuestra vida, tal y como Dios quiere que la vivamos y a ser, por lo tanto, muy felices. 

Y en este momento concreto de nuestra existencia, con esta pandemia del coronavirus, en la que está inmerso todo el mundo, es bueno que reflexionemos también sobre la muerte, para darle un sentido a nuestra vida, pues, en realidad,  la muerte no es el final sino el principio o, si se quiere, la continuación, de la vida que estamos ahora viviendo. Así lo veía Jesús:  "No lloréis: la niña no está muerta, sino que duerme" (Lc 8, 52). Dios quiere que seamos felices ya, en esta vida; porque, además, la alegría del cielo está reservada a los que han sabido ser felices en la tierra.

Por eso no debemos de tener miedo, ni inquietarnos, pensando en un futuro incierto. El Señor está con nosotros y es nuestro amigo, nuestro mejor amigo, nuestro amigo intimo; pero, además, es también Dios, el Creador de todo cuanto existe y el Único por el que podemos salvarnos. Y este Dios-Hombre, que es Jesucristo, nos quiere con locura. Somos importantes y únicos para Él; realidad que es motivo, más que suficiente, para no abandonarnos a la tristeza y para estar siempre alegres. Y esto siempre, aunque suframos ... pues el mismo sufrimiento, unido al de Jesús, con Él y en Él, tiene un gran valor y un poder salvador, primero para nosotros y luego para todo el mundo (Misterio del Cuerpo Místico de Cristo): "Por sus llagas hemos sido curados" (Is 53, 5).

 
HOY HE NACIDO

Miro a mi alrededor: hoy he nacido.
Hoy he visto la luz por vez primera
y el peso de mi vida se aligera
entendiendo que todo es recibido.

Pasado ya no es, pasado ha sido;
y el recuerdo del mismo no me altera,
porque en mí tengo ya la primavera
y lo no grato queda en el olvido.

Un nuevo renacer está aguardando
y el dolor anterior no está perdido
al estar por mi amado retomado.

Y vivo con paciencia y esperando
que Aquél que a este mundo me ha traído
con Él me llevará, ya renovado
.
 
La voluntad de Dios sobre cada uno es siempre para el momento presente: "A cada día le basta su propio afán" (Mt 6:34). "Buscad el Reino de Dios y esas otras cosas [por las que se afanan las gentes del mundo] se os darán por añadidura" (Lc 12:31).  El amor, cuando es verdadero, no entiende de demoras, porque "no busca lo suyo" (1 Cor 13:5); sólo estar con Aquel a quien ama, y por el que se sabe amado. 

Si cada día, cada instante, procuramos ser fieles al Señor, poniendo todos los medios a nuestro alcance - puesto que contamos con su gracia y con su ayuda- cuando Él venga, nos encontrará esperándole, y podremos entrar con Él al banquete nupcial, como le ocurrió a las vírgenes prudentes. El Señor nos lo recuerda repetidas veces, porque sabe lo importante que es para nosotros el vivir con esta esperanza vigilante, propia del verdadero amor: "Velad, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor" (Mt 26:42). "... estad preparados, porque a la hora que menos penséis vendrá el Hijo del Hombre" (Mt 26:44).

No debemos tener miedo ni entristecernos, porque el que llega -cuando llegue- es nuestro amigo: "Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que os mando" (Jn 15:14); y aunque es verdad que ahora no le vemos, confiamos en su Palabra; sabemos que le veremos cuando llegue nuestra hora, cuando llegue ese momento que Él ha pensado para nosotros … entonces no habrá ya más ausencias: "Os volveré a ver y se os alegrará el corazón, y nadie os quitará vuestra alegría" (Jn 16:22).

José Martí

Cardenal Pell: la persecución NO terminó



Su condena fue revocada, pero el cardenal mártir George Pell todavía enfrenta demandas civiles a partir de las falsas denuncias de abuso.

El padre de uno de los acusadores, ahora fallecido, afirma que los “abusos” de Pell, que nunca sucedieron, causaron la ruina de su hijo.

Una segunda demanda civil, basada en las mentiras descaradas, ya ha sido archivada.

Una tercera demanda se refiere a abusos cometidos por un ex Hermano Cristiano a quien Pell, como vicario episcopal en Ballarat, “ayudó” presuntamente a trasladarse de escuela en escuela. Esto también es mentira, dado que los Hermanos Cristianos no están bajo supervisión diocesana.

Después de la liberación de Pell, militantes del odio embadurnaron con grafitis la catedral de San Patricio, en Melbourne, y la puerta del monasterio donde Pell pasó la noche.

Al día siguiente Pell abandonó el lugar, pero los equipos de noticias anti-Iglesia lo persiguieron.

La cobarde Conferencia Episcopal Australiana no mostró apoyo para Pell, mientras que el arzobispo Nguyen Chi Linh, presidente de la Conferencia Episcopal Vietnamita, lo felicitó de todo corazón por su liberación, diciendo que la estaban esperando

Kathy Clubb reveló en el sitio web RemnantNewspaper.com que Pell escribió detrás de los barrotes de la cárcel un manuscrito de 300.000 palabras sobre su experiencia en los últimos años, el cual será publicado.

Ahora, la notoriamente corrupta jurisdicción vaticana comenzará a perseguir a Pell con un proceso canónico. Según fuentes eclesiásticas, se incluirán las mentiras de los falsos acusadores de Pell.