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miércoles, 25 de marzo de 2020

Operación Rositas: los falsos culpables a los que la izquierda cargará con el coronavirus (Elentir)



Si algo ha demostrado hasta ahora la izquierda española es su irresponsabilidad, una palabra que suele interpretarse en el sentido de torpeza, olvidando cuál es su significado más profundo.

¿El Gobierno español debe ser llevado ante la Justicia por negligencia grave?
El lío que montaron el PSOE, Podemos e IU en 2014 ante un solo contagio de ébola en España

La izquierda política y mediática se juega mucho con esta crisis

Cuando llamamos a alguien irresponsable, lo que en el fondo queremos decir es que actúa como si no le importasen las consecuencias. La izquierda española viene actuando como si todo lo malo que hace siempre fuese culpa de los demás, y no duda en buscas chivos expiatorios para colgarles a otros los muertos que va dejando por el camino. Hará lo mismo con la crisis sanitaria que estamos viviendo. Es más: lo hará de forma más organizada, descarada y desesperada, porque partidos como el PSOE, Podemos e Izquierda Unida se juegan su futuro político, y sus medios afines se juegan su futuro empresarial; algunos políticos incluso se juegan su futuro penal. Por eso van a ser implacables en el señalamiento de chivos expiatorios.

El frente mediático de la Operación Rositas ya ha comenzado

El primer paso de este proceso, que podríamos llamar “Operación Rositas” (porque lo que buscan en el fondo es irse de rositas y no pagar por sus actos) pasará por comprar el silencio de los grandes medios. No le costará demasiado. El descenso en los ingresos publicitarios a causa del estado de alarma ya ha llevado a grandes medios a pedir ayuda al Gobierno, y éste va a jugar esa carta para silenciar las críticas. Ayer mismo ya vimos el caso de la censura a Alfonso Ussía en La Razón, medio propiedad del Grupo Planeta, uno de los grandes accionistas de Atresmedia (grupo que engloba a Antena 3, La Sexta y Onda Cero).

Los falsos culpables a los que la izquierda cargará con el coronavirus

Lo siguiente será desplegar una campaña de ataques contra falsos culpables. Medios afines al Gobierno, dirigentes de partidos de izquierdas y sus internautas afines ya se han puesto a ello. En Twitter, Facebook y grupos de WhatsApp ya se está desplegando la campaña para lavarle la cara al Gobierno y cargarle los muertos a otros. Éstos serán los elegidos:
  • El capitalismo. Algunos medios de extrema izquierda ya empezaron a señalar ese blanco hace semanas. La gran ventaja que tiene el capitalismo como hombre de paja es que le puedes atribuir toda clase de males porque, como un concepto difuso, no tiene personalidad y no va a defenderse. Además, la izquierda ya tiene una larga experiencia en atribuir todos los males al capitalismo, incluso a costa de ocultar los crímenes del comunismo. Poco importa que en este caso, de hecho, estemos ante una pandemia surgida de una dictadura comunista que se dedicó a ocultar la verdad durante semanas.
  • Los recortes. Es uno de los grandes mantras de la izquierda para culpar al PP. Lo que no suelen recordar políticos, periodistas e internautas de izquierdas es que Zapatero dejó un agujero de 16.000 millones en la sanidad en 2011, motivo por el que el gobierno de Rajoy se vio obligado a hacer recortes en ese ámbito. Tampoco recuerdan que el verano pasado, Pedro Sánchez exigió por carta recortes en gasto sanitario a 11 gobiernos autonómicos.
  • La Iglesia Católica. El visceral anticatolicismo de la izquierda española ya la está llevando a colgarle el muerto a la Iglesia. Podemos ya empezó con ello en Cádiz, usando el IBI como excusa: el mismo IBI del que están exentos los partidos políticos, la SGAE, el Ritz y el Palace, instituciones de las que la izquierda rara vez se acuerda al hablar de ese impuesto.
  • Vox. Alguien podrá pensar que sería mucho cinismo culpar a un partido de la oposición de una pandemia que ha alcanzado unos niveles terribles gobernando tres partidos de izquierda. Quien piense así no conoce bien hasta qué extremos puede llegar el cinismo de la izquierda… De hecho, tuiteros de izquierdas llevan semanas culpando a Vox del coronavirus por su acto de Vistalegre. Lo de menos es que el acto pudiese celebrarse porque el Gobierno no dictó ninguna prohibición al respecto, y que reuniese a mucha menos gentes que las manifestaciones del 8M. Poco importa también el hecho de que Vox ya pidió medidas contra el coronavirus desde el mes de febrero, una petición que fue ignorada por el Gobierno de Sánchez. Lo único que les importa a nuestros progres es tener una excusa.
  • Amancio Ortega. El dueño de Inditex es el blanco del odio de la izquierda porque tiene la costumbre de hacer donaciones a instituciones públicas. Según la izquierda, lo que tendría que hacerse es que el Estado le quitase vía impuestos lo que él libremente exige donar. Y es que la izquierda es incapaz de aceptar que haya algún mérito en las donaciones de Ortega, tal vez porque no es un millonario de izquierdas como Jaume Roures, que no ha anunciado ninguna donación por el coronavirus, pero al que ningún izquierdista le pide cuentas porque es amiguete.
Son muchos los españoles que van a colaborar en esa Operación Rositas sin darse cuenta. Entre ellos, muchos espectadores de La Sexta, oyentes de la Cadena SER y de Onda Cero, y lectores de diarios como El País, Público, Eldiario.es y El Plural. Les están manipulando de tal forma que todos aquellos que no sean un poco críticos se convertirán en fieles transmisores de las consignas. Lo que muchos serán incapaces ya no sólo de aceptar, sino de planteárselo siquiera, es que el Gobierno del PSOE, de Podemos y de IU tenga alguna culpa en esta crisis, a pesar de que ellos mismos culparon al PP de un solo contagio de ébola en 2014.
ELENTIR

Cardenal europeo: “El latín es indispensable como lenguaje litúrgico”



El futuro pertenece a la religión ortodoxa, dijo el 24 de marzo el cardenal Willem Jacobus Eijk en el sitio web Paix-Liturgique.com.

“Las religiones que se adaptan a la cultura y a la época se pierden, y después pierden a sus seguidores”. Es lo que aprendió Eijk por experiencia.

“Las parroquias que tienen una identidad fuerte y un liturgia dominical solemne tienen la mayor aceptación. Allí vemos familias y gente joven”.

Eijk admite que la Misa Tradicional en latín atrae a fieles jóvenes.

Él cree que "la Liturgia Antigua tendrá un rol en el futuro de la Iglesia".

“El latín es indispensable como lenguaje litúrgico, incluso en la forma ordinaria de la liturgia”.

NOTICIAS 25 de marzo de 2020



THE WANDERER


La peste: un sano ejercicio de la memoria

ADELANTE LA FE 


LA PESTE (Así de simple) Dardo Juan Calderón


GLORIA TV NEWS 


Presidente della República: "No cerramos las iglesias" (Video)

 
Obispo italiano derrotado: Basílica será reconstruida 

EL ORIENTE EN LLAMAS

Coronavirus y neomodernismo 

  
INFOVATICANA

Cardenal Eijk: “las religiones que se adaptan a los tiempos pierden a sus fieles” 
Selección por José Martí

El Papa Francisco y la rabieta de la pachamama, ¿cuatro casos de coronavirus en el Vaticano?, una ficción demasiado real.




Solemnidad de la Anunciación del Señor. 
 
Día soleado después de una fría noche Roma. Siguen los contagiados y los fallecidos de la peste que empieza a hacerse muy presente en la ciudad y sus alrededores. Hoy empezamos a tener algún obispo que se desmelena y nos empieza a decir que con todo lo que estamos viviendo Dios no solo está hablando, está gritando. Para otros Dios no tiene nada que ver con todo esto y es simplemente un grito de la naturaleza para que los malvados humanos la cuidemos mejor. El Papa Francisco nos ilustra sobre este hecho con afirmaciones inequívocas: «Hay un dicho, que ustedes han escuchado: ‘Dios siempre perdona’. A veces perdonamos. La naturaleza nunca perdona», «Incendios, terremotos… la naturaleza hace una rabieta para que la cuidemos». Si creemos estas tonterías podemos acabar pensado que la erupción de un volcán es por falta de caricias. Estamos volviendo al paganismo naturalista que ofrecía sacrificios para aplacar la ira de la naturaleza desatada. Es evidente que la naturaleza tiene sus leyes, esas que ahora negamos y que los clásicos llamaban la ley natural. Los seres humanos la vamos descubriendo y la utilizamos en nuestro beneficio y para nuestra utilidad. Las tormentas existen y pensar que son provocadas por una perversa nube a la que hemos maltratado y se ha enfadado con nosotros no deja de ser una imbecilidad o, lo que es peor, una monumental falta de fe y una apostasía sin precedentes.
 
En los tiempos idolátricos interpretaban que las catástrofes tenían que tener un motivo y tendían a sacrificar a los dirigentes a sus dioses culpándolos, por su actuación, de tanta desgracia. Podían ignorar muchas cosas que ahora pensamos que hemos descubierto pero tontos no lo eran y razón no les faltaba.

La oficina de prensa del Vaticano nos informa de cuatro casos confirmados de infección por coronavirus en el pequeño estado papal y, como siempre, tarde y mal. El primer caso nos dijeron que era una visita de un sacerdote que estaba haciendo las pruebas previas a su contrato. El segundo, lo adelantamos los medios, es un trabajador del negocio instalado en la estación de ferrocarril, los otros dos nos confirman que son empleados de los Museos Vaticanos.
 
El Vaticano no cuenta con una estructura sanitaria y esto hace que todos los casos se traten en hospitales fuera de su territorio. Es un juego peligroso porque se tiende a jugar con los datos y a no ser claros respecto a los verdaderos contagios. No podemos seguir más tiempo martirizando a los pocos trabajadores que siguen en sus puestos, sobre todo en la Secretaría de Estado, y que ven cómo colegas suyos desaparecen con extrañas dolencias. La decisión que se ha tomado es cerrar, de hecho, todos los dicasterios y organismos -quedan los porteros en sus puestos- y proteger la Secretaría de Estado. Se reconocen casos en la periferia que tanto gusta, pero se niegan cuando afectan al corazón.  
 
Tenemos información fiable de que el virus ha entrado en Santa Marta y que toca a persona que está al frente de una importante sección de la Secretaría de Estado. De esto ni palabra aunque todo el mundo lo comenta. El secretismo se convierte en complicidad que puede afectar muy seriamente a la salud de las personas, nunca tiene justificación, y es un crimen. Todo apunta a que el Papa Francisco está conviviendo con el virus en la misma casa. Es muy complicado controlar una residencia colectiva como Santa Marta en la que, se quiera o no, requiere para su funcionamiento la presencia de decenas de personas que se turnan en sus oficios y conviven fuera del Vaticano con sus familias. Esperemos lo mejor, pero mucho nos tememos que los contagios no son cuatro y no afectan sólo a la periferia. El miedo se palpa y no nos parece que sea sin fundamento.

Son tiempos apocalípticos en los que se han introducido en nuestras vidas las plagas bíblicas y las peores pesadillas
 
Gotti Tedeschi nos ofrece una reflexión en la que vuelve su mirada sobre el mensaje de Fátima para interpretar lo que estamos viviendo. Es evidente que Dios no es ajeno a nada de lo que sucede, ni en la gran historia de la humanidad, ni en la pequeña historia de cada ser humano creado para la eternidad con un alma inmortal. Los hechos que estamos viviendo se pueden interpretar muy acertadamente como un enorme grito de Dios. Sin ir más lejos, del evangelio de ayer tomamos la frase del final de nuestra presentación: «Mira, has quedado sano; no peques más, no sea que te ocurra algo peor». 
 
La salud del alma y del cuerpo están muy unidas, no somos máquinas, ni somos espíritus puros y es evidente que el pecado nos puede traer cosas peores, personalmente y a toda la humanidad. Vivimos en tiempos que las legislaciones de nuestros países, en una espiral sin fin de imbecilidad y locura, han convertido pecados gravísimos en derechos y pensado que son los reyes de la ley natural que pueden manipular a su antojo. Pensar que esto no tiene consecuencias y que Dios es una especie de bobalicón al que nada le importa, es absurdo. Dios quiere a sus hijos y porque los quiere los ha creado para la santidad, no hay otro destino posible para el ser humano y, como buen padre, hará lo posible y lo imposible para empujarnos en la justa dirección.
«En Londres, el editor Juan Diego Vargas está examinando un gran archivo del FBI sobre un complot en el Vaticano. El hombre acusa a Michael Wilson, un periodista independiente, de investigar. Al irse a Italia, el joven reportero comienza una investigación que destacará los eventos delicados y de alto secreto. ¿Quién impidió la elección de Gregorio XVII? Y por que ¿Quién estaba en el sótano de una sinagoga en Estrasburgo en el invierno de 1962? ¿Qué enormes trastornos causaron las altas jerarquías católicas? Pero, sobre todo, ¿qué sucedió realmente la noche del 28 al 29 de junio de 1963 en la Capilla Paulina y al mismo tiempo en un pequeño pueblo de Carolina del Sur? En la primavera de 1999, durante una cena privada en un prestigioso restaurante de Manhattan, el jesuita Malachi Martin, exorcista, teólogo y profesor del Pontificio Instituto Bíblico en Roma, contó algunos detalles impactantes sobre lo que sucedió esa noche.»
Esto es sólo la presentación de la novela que acaba de publicar Philip Evans, «Satanás en el Vaticano». Otra novela de ficción demasiado real en tiempos de una realidad que parece de ficción.

«Mi Padre sigue actuando, y yo también actúo».

Buena lectura. 
Specola 
 

GOTTI TEDESCHI: RIPENSIAMO AL MESSAGGIO DI FATIMA, IN QUESTI GIORNI.

“Ex malo bonum”. Ma il male occorre prima riconoscerlo

Vescovo rompe il silenzio: «Dio non sta parlando, sta urlando»

satana-in-vaticano-un-altro-romanzo-infernale

Il Vaticano non chiude gli uffici «allo scopo di evitare il contagio»: la gaffe nel comunicato, 4 i positivi

Madonna dell’Arco, sesto decesso nella residenza anziani. Due positivi. Tampone anche al priore

Coronavirus, nel Lazio boom di morti e guariti. Corrono i contagi: 188 i nuovi

VATICANO, I DICASTERI LAVORANO A RANGHI RIDOTTI E DA REMOTO

Coronavirus: Vaticano ‘non sospendiamo attivita’ dicasteri ed enti’

Giornata vocazioni, il Papa: «Coraggio, anche quando il mare è in tempesta»

Papa Francesco: «Medici, preti e infermieri morti sono esempi di eroicità»

Ciudad del Vaticano tiene 4 casos de coronavirus

APPELLO AI VESCOVI PER LA SANTA MESSA. GRIDATELO DAI TETTI!

Jn 13, 12-16



Así como Jesús lavó los pies a sus apóstoles, hemos de lavar los pies a los demás… Y para aquel acto de tanta humildad de lavarles los pies, primero Jesús se quitó el manto. Es curioso cómo el evangelio nos explica tanto que se lo quitó como que se lo volvió a poner. El quitarse el manto era quitar aquello que le vestía, quedar a la vista de todos, y con el aspecto de sirviente, ceñido con una toalla. Para rebajarse a ese nivel, es necesario quitarse el manto de todo aquello que me viste, y si dejamos de lado el manto físico, hay un manto que consiste en esa idea que tengo de mí mismo en donde confluyen mi orgullo, mi vanidad y esa idea tan grandiosa que tengo de mí mismo. Para rebajarme a hacerme el último de entre todos los demás, tengo que despojarme de ese manto. Tragarme mi orgullo, olvidarme de mi vanidad, apagar esa estima tan alta en que me tengo. Total, nunca será tanto lo que me tengo que rebajar como el Hijo de Dios que se hizo hombre, y luego que se hizo sirviente. Y la gran diferencia es que Su dignidad era real, se despojó de un rango y una altura que le correspondía. Mi “rango” y mi “altura”, por lo general, lo fabrica mi propia vanidad y se basa en lo que yo creo que los demás deben pensar de mi y cómo me han de estimar.

Ese manto no se cae con tanta facilidad. Pero una vez que logramos quitárnoslo, entonces lavar los pies a los demás ya no cuesta tanto. Y no solo vemos que ése es nuestro sitio, el de sirviente, sino que podemos llegar a entender que sí somos capaces de amar a aquellos a quienes tanto nos cuesta.

Es la imitación de Cristo: “Pues si yo, que soy el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis lavaros os pies unos a otros”. Pero, como bien explica la biblia… primero hay que quitarse el manto. “Os he dado ejemplo para que como yo he hecho con vosotros, así lo hagáis vosotros.”

Y, por si acaso encontramos que tenemos demasiado pegado el manto, o si creemos que en nuestro caso sí está justificado que no nos lo quitemos por nuestra propia y tan gran dignidad, el Señor remata la enseñanza poniendo nuestros pies bien asentados en la tierra: “Os lo aseguro, no es el siervo más que su señor, ni el enviado más que el que lo envía.” Si lo hizo Él. Si Él se quitó un manto verdadero, y se rebajó de verdad… cuánto más ese manto ficticio que nosotros mismos fabricamos para nuestra supuesta gloria mundana ha de caerse al suelo. Qué gran gracia sería que ese manto se quedara desintegrado, de una vez por todas, en el suelo.

Suficiente por hoy. 
misatradicional

Otro Kolbe (Capitán Ryder)




Julio de 1941. Un prisionero ha escapado del campo de concentración de Auschwitz. Todos los prisioneros saben qué ocurrirá.

Al día siguiente forman en el patio largas horas hasta que al atardecer se selecciona a 10 de ellos para ser ejecutados. Es el precio a pagar por la fuga.

Cuando señalan a uno de ellos este grita «He perdido a mi mujer y ya no veré a mis hijos».

El padre Kolbe da un paso al frente y se ofrece en lugar de ese prisionero. El director del campo acepta.

Son confinados en un bunker subterráneo y privados del suficiente alimento y agua mueren antes de 2 semanas. Todos excepto el padre Kolbe que es sacado nuevamente y asesinado mediante inyección letal.

Dice Romanos 5:20 que donde abundó el pecado sobreabundó la gracia.

Y sí, esta crisis que ha sacado lo peor de muchos, empezando por nuestros gobernantes(1), también ha sacado lo mejor de otros.

El P Giuseppe Berardelli, sacerdote de 72 años de Casnigo (Bérgamo), renunció al respirador que necesitaba y que su comunidad parroquial había comprado solo para él. Y lo hizo para que el respirador pudiera ir a otra persona. Alguien más joven, pero enfermo como él. Alguien que no sabía del sacrificio del sacerdote.

DEP(2).

Capitán Ryder

 
(1) Hablo de los españoles que es a quienes he visto actuar, con una responsabilidad claramente criminal.

(2) A este sacerdote, a los más de 3.000 españoles y al resto de fallecidos «Dales Señor el descanso eterno y brille para ellos la Luz eterna»
 

martes, 24 de marzo de 2020

ENTRADAS VARIAS 24 de marzo de 2020



EL ORIENTE EN LLAMAS

Iglesias cerradas

INFOVATICANA

Un sacerdote muere por coronavirus al ceder su respirador a un joven

IL SETTIMO CIELO

Es más que el coronavirus, es un cambio en la historia. Que arrastra consigo a la Iglesia

Selección por José Martí

Evangelio según San Juan 13, 9-11



Simón Pedro le dice: “Señor, no sólo mis pies, sino hasta las manos y la cabeza”. Jesús le contesta: “Quien se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, pues todo él está limpio, y vosotros estáis limpios, aunque no todos”. Pues sabía quién era el que le iba a entregar; por eso dijo: “No todos estáis limpios”.

“No todos estáis limpios.” Y el Señor sabe que no todos están limpios. Tantos lugares se han quedado sin los sacramentos o con muy difícil acceso a ellos. Los fieles no pueden acceder a las Misas que dicen en las parroquias a puerta cerrada, y puede que no haya posibilidad de salir de casa siquiera, para acudir a la iglesia a buscar el consuelo y la limpieza de la confesión. Recordad, pues, lo que la Iglesia enseña acerca de la contrición perfecta.

Jesús, vestido de sirviente, toalla ceñida para limpiar los pies de sus apóstoles, nos ayuda entender el sentido de la contrición perfecta, y cómo opera en nosotros. La raíz de tal enseñanza radica en el hecho de que Dios sí toma el amor en serio. La contrición perfecta, tal dolor de los pecados sin mezcla de egoísmo por mi parte, se logra moviendo el corazón hacia ese dolor al darnos cuenta de Quién es Aquel a que hemos ofendido. 

Pero, al concebir a Dios como mi Rey y Señor, puede que el corazón tienda más bien a pensar en el castigo o la retribución que me espera al haberle ofendido. ¡Una ofensa al Rey de Reyes! Ahora bien, si le veo a Jesús como el que ama de tal manera que le lleva a lavar los pies de aquellos a quienes tanto quería, me será más fácil comprender el daño hecho al Amigo a quien he traicionado. Es más fácil ver a Jesús, pequeño, haciendo labores de sirviente, lavando los pies a los demás, para olvidarnos de nosotros mismos y comprender que a ese Amigo más vale morir que perpetrar un acto de traición, cualquier pecado.

Ese dolor — que ya no es por mí, ya no es por lo que me acarrea a mí el haber pecado contra Dios, sino tan solo es por haber traicionado al Amigo — es la contrición perfecta. Mis intereses ya no cuentan (evitar el Infierno y no perder el Cielo), sino tan sólo que he ofendido a Aquel al que he de amar con toda mi mente, mis fuerzas y mi corazón.

Y según la enseñanza perenne de la Iglesia, esta contrición perfecta conlleva el perdón de los pecados, incluso mortales, aun antes de recibir la confesión sacramental, porque es un acto de amor perfecto; completamente desinteresado. Como se puede comprender, lógicamente, es necesario que esta contrición perfecta vaya unida al deseo de recibir el sacramento de la confesión. Pero según enseña el Concilio de Trento, para que no haya dudas, la contrición perfecta confiere al que se encuentra en pecado mortal la gracia de la justificación aun antes de que éste reciba actualmente el sacramento de la penitencia.

Suficiente por hoy. Vuelve a leerlo. Medítalo. Grábalo en el corazón.
misatradicionalmurcia

lunes, 23 de marzo de 2020

Como si la muerte no existiera (Bruno Moreno)


 
Desde el deísmo de los viejos enciclopedistas de la Ilustración, se puso de moda vivir etsi Deus non daretur, como si Dios no existiera o no fuera evidente. Cualquier niño que hubiera estudiado el catecismo podría haber predicho que las consecuencias no serían buenas. Dejando a un lado guillotinas y revoluciones, uno de los efectos más curiosos fue que, una vez que la gente se acostumbró a vivir como si Dios no existiera, sin darse cuenta terminó viviendo también etsi mors non daretur, como si la muerte no existiera.

En las sociedades antiguas, la muerte siempre estaba presente. El arte, el pensamiento, la religión y la vida cotidiana ofrecían un constante memento mori, a veces sombrío, en ocasiones macabro y, en el mejor de los casos, esperanzado, pero siempre presente. Desde hace algo menos de un siglo, sin embargo, la muerte prácticamente ha desaparecido de la vida social y del pensamiento. Al desaparecer Dios de la escena, dejó de haber respuesta para el gran enigma de la muerte y no hay nada que resulte más incómodo y embarazoso que un enigma sin respuesta. 

Si el enigma no tiene respuesta, la única solución es esquivar la pregunta. Así, se nos promete de diversas maneras que los avances de la técnica curarán tantas enfermedades, aliviarán tantos sufrimientos y retrasarán tanto la muerte que ya no tendremos que preocuparnos de todo eso durante muchos años. Promesa incumplida, por supuesto. 

En realidad, en lo que más ha tenido éxito la técnica es en esconder la muerte y el sufrimiento. La gente ya no muere en sus casas, sino en habitaciones aisladas de blancas paredes, de forma aséptica y donde no molesten mucho. Además, podemos imaginarnos que no sufren, porque si hace falta se les seda o se les eutanasia como si fueran animales. Finalmente, en vez de enterrarse, se incineran higiénicamente y sus cenizas se esparcen y olvidan, de modo que nadie tenga que sufrir molestos recuerdos de su propia mortalidad. Si Dios no existe, el hombre es dios, pero, para que el hombre sea dios, la muerte no puede existir o, al menos, no puede ser muy visible.

En ese mundo, la epidemia de coronavirus ha irrumpido con la fuerza de un elefante aficionado a las cacharrerías. No se trata simplemente del número total de muertos, que es grande, pero inferior en uno o dos órdenes de magnitud al de otras causas de muertes cotidianas, como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares. La epidemia, sin embargo, ha sido inesperada, rápida y brutal, literalmente está amontonando los muertos en los hospitales y ha forzado a gran parte del mundo a encerrarse, contemplarla por televisión y hablar de ella. Ese es el problema: no se puede ignorar y exige nuestra atención.

Quizá al cabo de unos meses nos olvidemos del paso del coronavirus entre nosotros, como se han olvidado otras epidemias anteriores, pero al menos por ahora nos obliga a recordar la propia muerte y la muerte de los que están a nuestro alrededor. Las ilusiones se derrumban y, con temblor, sospechamos que quizá pueda ser que a lo mejor posiblemente algún día no muy lejano también nosotros nos muramos. Quizá, solo quizá, pero un quizá basta para echar por tierra todo el mundo que nos hemos construido sin Dios, en cumplimiento de la vieja tentación: seréis como dioses. Si nos morimos, es que no somos dioses. Paradójicamente, las máscaras que obliga a ponerse el coronavirus han tenido esta consecuencia: la máscara que llevábamos ha caído y nos encontramos frente a frente con nuestra propia mortalidad y finitud.

Algunos clérigos desorientados se preguntan si la epidemia del coronavirus es un castigo, una pregunta que habría asombrado a cualquier predicador de los primeros dieciocho siglos de la Iglesia, por lo menos. ¡Claro que es un castigo! Como enseña la doctrina cristiana más básica, todo el mal que sufrimos es consecuencia y castigo del pecado original y de los pecados posteriores. El Señor castiga a los que ama, como el padre a su hijo preferido. Por otra parte, llevamos décadas y décadas incumpliendo pública, legal y orgullosamente todos los preceptos de la ley divina. Cincuenta millones de abortos cada año (una cifra que desafía a la imaginación), el asesinato “médico” de ancianos, la conversión de la avaricia y la acumulación en las bases de nuestro sistema económico, la destrucción del matrimonio y la familia, el desprecio de las virtudes más básicas, la exaltación del vicio, la negación de la verdad más evidente cuando no coincide con extrañas modas e ideologías políticas, la apostasía masiva entre los cristianos y la tibieza entre los que aún no hemos apostatado… ¿De verdad creíamos que iba a salirnos gratis esta vida vivida como si Dios no existiese y como si el hombre fuera Dios?

La buena noticia, sin embargo, es que los castigos de Dios en esta vida siempre son saludables. Dios los permite y los inflige como medio de arrepentimiento y salvación. Si sufrís, es para vuestra corrección. Dios os trata como a hijos, porque ¿qué hijo hay a quien su padre no castigue? No sufrimos porque sí, sufrimos para nuestra corrección, para que nos volvamos a Dios de nuevo y elevemos la vista al cielo. La epidemia no es un sinsentido, una broma cruel del azar, sino parte de la providencia de Dios, que es más sabia que los hombres. La epidemia es una llamada a la conversión.

La respuesta de la Iglesia a todas las epidemias, guerras, calamidades y sufrimientos de la historia ha sido siempre la misma, porque no puede hacer más que repetir lo que dijo su Maestro: si no os arrepentís, pereceréis igualmente y no vuelvas a pecar, no sea que te ocurra algo peor. Son frases de Cristo, el Hijo de Dios que es la misericordia misma, pero también la verdad misma. Si los hombres están enfermos de un mal mucho peor que el coronavirus, pero no quieren reconocerlo, la misericordia consiste en decirles la verdad de su pecado, aunque se ofendan, giman, griten y pataleen.

Y cuando las palabras no se escuchan o ya no hay quien las pronuncie porque los mismos cristianos se han hecho adoradores del mundo, Dios nos manda acontecimientos terribles que nos obliguen a abrir el oído de una vez, para que al menos algunos se conviertan y sean perdonados. Yo reprendo y disciplino a todos los que amo; sé, pues, celoso y arrepiéntete.

Ese es el significado del coronavirus. Los antiguos sabían, igual que nosotros, que las enfermedades son fenómenos naturales. Ellos, sin embargo, recordaban algo que nosotros hemos olvidado: que la naturaleza está en manos de Dios y de su Providencia. El coronavirus, como todas las criaturas, cumple las órdenes de Dios y ha sido enviado para decirnos a todos: ¡convertíos, sed santos, volved a Dios!

Convirtámonos, no sea que también muramos como tantos están muriendo: solos, asqueados, sin sentido, sin Dios y sin esperanza. Convirtámonos, para que podamos elevar los ojos al cielo, más allá de la muerte y el sufrimiento. Convirtámonos y así recordaremos que hasta los cabellos de nuestra cabeza están contados y que nuestro guardián no duerme, no duerme ni reposa el guardián de Israel. La muerte existe, pero nosotros sabemos que no hay que tenerle miedo, porque la muerte ya ha sido vencida. ¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?

Bruno Moreno

NOTICIAS VARIAS 23 de marzo de 2020


INFOCATÓLICA

La Casa general de las Hijas de San Camilo en Roma es puesta en cuarentena con decenas de religiosas infectadas de coronavirus 

IL SETTIMO CIELO

Coronavirus. La Iglesia también sufre el contagio de una retórica vacía

ASIA NEWS

Coronavirus: los contagiados en India podrían llegar hasta 300 millones

ADELANTE LA FE

¿Podría el coronavirus aumentar la asistencia a la Misa Tradicional? (Peter Kwasniewski)

INFOVATICANA

El cardenal Burke apuesta por la celebración de misas públicas a pesar del coronavirus

SPECOLA

Las entrevistas al Papa Francisco, inapropiado en tiempos de peste, Urbi et orbi desde el Vaticano vacío, el cura en el tejado.

THE WANDERER


Insensatez


GLORIA TV NEWS

Un obispo rompe el silencio: “Dios no está hablando, está gritando”

Selección por José Martí

Segundo contagio de Covid-19 en el Vaticano (Carlos Esteban)



Que sepamos, naturalmente, porque las fuentes de la Santa Sede no son exactamente transparentes. Pero parece que se ha producido un segundo caso de contagio en el diminuto Estado Vaticano, donde Su Santidad sigue recibiendo y estrechando manos.

Se trataría de un empleado del Gobernotato del Estado de la Ciudad del Vaticano, concretamente de la oficina tránsito de mercancías, la aduana ubicada dentro de la estructura del edificio ferroviario, actualmente cerrada al público pero con empleados que aún operan dentro. El empleado, que se presentó a trabajar hasta el 4 de marzo, dio positivo mientras estaba fuera del estado y está hospitalizado en el Hospital Spallanzani en Roma que se encuentra en territorio italiano donde las noticias no pueden ser encubiertas.

Estaba en Italia y se sometió a exámenes médicos. Por lo tanto, la parte interesada habrá presentado el certificado médico a los superiores y permanecerá en su hogar en cuarentena, informa nuestro Specola.

El Vaticano es potencialmente un polvorín vírico. Aunque la actividad se ha reducido considerablemente y las visitas turísticas han desaparecido por completo, vemos a Su Santidad reuniéndose con prelados y embajadores, sin que se vean guantes ni mascarillas. Y estamos hablando, por lo demás, de un ‘Estado’ de gran densidad de población con una población de absoluto riesgo, ya que la edad media de los monseñores es muy elevada.

Carlos Esteban

Evangelio según S. Juan 13, 5-9



“Después echó agua en una jofaina y comenzó a lavar los pies de sus discípulos y a secárselos con la toalla que se había ceñido.”Jn. 13, 5

Entender que Dios nos ama desde su trono celestial es reconfortante. Es decir, tener el favor del Rey, siempre nos viene bien e incluso nos podemos sentir protegidos.

Comprender que Dios no sólo se hizo uno de nosotros, sino que quiso hacerse el más pequeño, eso ya nos suele costar un poco más. Ver en el lavatorio de los pies un amor verdadero de un amigo, y ver un amigo tal que está dispuesto incluso a limpiar la suciedad acumulada en la planta del pie, que hasta allí llega el detalle de su amor, eso ya no es tan fácil. En muchos casos, ni nosotros iríamos tan lejos para aquellos a los que se supone que amamos. Ni nos consideramos tan indignos de una tarea tan baja, ni consideramos que nuestros queridos son tan dignos de que nosotros les lavemos los pies.

Con lo que cuesta dejar que otro tenga la última palabra, o dejar que en un momento malo digan algo de más y no tenérselo en cuenta, o sufrir una injusticia, o no tener en cuenta un defecto de alguien con quien convivo… ¿lavarle los pies? Si me cuesta mirarle a los ojos… ¿cómo cogerle el pie, echarle agua, y secarlo con aquello que viste mi desnudez?

Y no es que esto tuviera algo de importancia para Jesús, sino que le pone a San Pedro entre la espada y la pared: O me dejas que te quiera como a un verdadero amigo, o no podrás tener parte conmigo. Tan solo si se admite que Jesús nos quiere como a verdaderos amigos suyos, podremos, entonces, entender el valor de su muerte en la Cruz. Si no creo que es capaz de lavarme los pies, ¿cómo comprenderé que es capaz de dar su vida por el amor que me tiene? Imposible. Y Jesús se lo deja ver con toda claridad. No es que sea importante, sino que ante SU humildad de lavarme los pies, me pide a mí la humildad de aceptar su cariño, su amor, su amistad verdadera. Es inequívoco el Señor con sus palabras a San Pedro.

Llegó a Simón Pedro, que le dice: “Señor, ¿me vas a lavar tú a mí los pies?” Jesús le respondió: “Lo que yo hago, tú ahora no lo entiendes, lo entenderás después”. Díjole Pedro: “No me lavaras los pies jamás”. Jesús le respondió: “Si no te lavo, no tendrás parte conmigo”.Jn. 13, 6-9

Suficiente por hoy.
misatradicionalmurcia

Francisco se hace tertuliano (capitán Ryder)





O, más propiamente, colaborador.

Ya casi forma parte del paisaje del programa de Jordi Évole.

Hay que reconocer que este Papa, incluso encerrado por la cuarentena, no deja de dar noticias, o como se dice hoy, «de crear contenidos». Otra cosa es la categoría del contenido.

Hace unos meses Francisco concedió una entrevista a este periodista, en principio, para hablar «de los migrantes».

Parece que este domingo vuelve al programa, vía skype, para hablar del coronavirus.

El periodista nos explicó ayer en TV las escasas dificultades que había tenido para conseguir esta segunda colaboración. Al parecer, la solicitó un día y al día siguiente recibió la confirmación.

Es bueno que en el Vaticano tenga claras las prioridades. Hace un par de años 4 Cardenales plantearon unas cuestiones que nos preocupan a muchos católicos y aún no han recibido respuesta. Dos ya han fallecido, los otros continúan esperando. Con ellos, algunos entre los que me cuento.

Volvamos a la relación Évole-Francisco que promete casi tan grandes momentos, no para la Iglesia, como la Scalfari-Francisco.

De esta segunda nos han llegado como perlas nunca suficientemente desmentidas:

– Que el Papa no cree en el infierno

o

– Que el Papa cree que Jesús no era verdadero Dios.

No está mal.

De la entrevista con Jordi Évole nos enteramos del concepto de honestidad que tiene Francisco.

En un vídeo desvelado después de la entrevista (no formaba parte de ésta), Jordi Évole le confiesa al Papa que esa entrevista es su último programa.

Francisco responde que lo importante es que haga lo que haga esto se realice con honestidad. Y remata, «nunca deje de ser honesto porque si yo te concedí la entrevista es porque te respeto, te lo dije». Es decir, de todos los periodistas que hay en España esta cualidad de Jordi Évole es la que llamó su atención, la de la honestidad.

Para cuando concedió esta entrevista Jordi Évole ya había dado muestras sobradas de «su honestidad».

Repasemos un par de episodios que pueden darnos una idea.

- El 19 de enero de 2015 escribía un artículo en El Periódico sobre el documental Ciutat Morta. En dicho artículo defendía al okupa Rodrigo Lanza, sobre el que había recaído una condena por lo sucedido en el desalojo de un inmueble en Barcelona. En dicho artículo Jordi Évole defendía totalmente al okupa poniendo en cuestión la versión policial. No fue el único «periodista honesto» que salió en su defensa. El crimen por el que había sido juzgado y condenado era dejar tetrapléjico a uno de los policías que participaron en el dispositivo, quien recibió una pedrada no teniendo casco protector. El citado policía era padre, creo, de 4 hijos.
 
- Por si había alguna duda sobre la catadura del okupa que mereció la defensa de este periodista «vaticano» diremos que dos años después asesinó por la espalda a Víctor Laínez. El crimen de Víctor Laínez, llevar unos tirantes con la bandera española.

- Otro episodio señalado fue la entrevista que realizó a Arnaldo Otegi, portavoz de la banda terrorista ETA, y condenado él mismo como secuestrador del empresario Luis Abaitua. El programa se destacó por el trato exquisito dispensado al terrorista y la foto posterior todos abrazados, miembros del programa, Évole incluido, con Otegi.

Cabe preguntarse a la luz de estos hechos:

¿Está Francisco tan informado como presume constantemente?

Si lo está en este caso, ¿conoce los hechos señalados en este artículo?

¿Hay alguien que le asesore sobre el periodista al que concede la entrevista?

¿Qué concepto se tiene en el Vaticano de la honestidad?

Si no es problema para la Iglesia que la amoralidad sea alabada por el mismo Pontífice públicamente ahora puede entenderse que la orquesta del Titanic continuase tocando mientras el barco se hundía. No otra cosa hacemos los católicos al guardar silencio sobre estos extremos.

Capitán Ryder

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Notas
 
- Hasta algunos Tradis empiezan a estar más que satisfechos con Francisco. En España, en concreto, Juan Manuel de Prada no cabe en sí de gozo, aunque esto formará parte de otra entrada.

-  ARTICULO DE JORDI EVOLE

http://www.guerrillerosglobales.com/politica/jordi-evoleciutat-morta-o-como-la-mierda-flota/

Según Jordi Evóle, Rodrigo Lanza fue “Juzgado por la estética”
Los autores del documental están agotados, pero satisfechos. Y no les debe faltar un puntito de rabia por todos aquellos, yo el primero, que hemos hablado tan tarde de los dramáticos, injustos y tristísimos hechos que narra. Ojalá hubiesen querido participar todos los implicados: los exalcaldes o los jefes y compañeros del policía que resultó gravemente herido, para contar con todos los puntos de vista. Pero no contestaron a la invitación.

Gracias Xavi y Xapo por mostrarnos otra versión de los hechos, la que se quiso silenciar, gracias por denunciar la tortura y por no estigmatizar a nadie por algo tan superficial como su estética.
https://okdiario.com/espana/evole-rufian-tambien-aplaudieron-asesino-rodrigo-lanza-admiracion-eterna-1601754

https://www.elespanol.com/opinion/tribunas/20171217/apoyo-rodrigo-lanza-periodistas-politicos-reflexiones/270092990_12.html

https://www.outono.net/elentir/2018/10/19/jordi-evole-que-trato-cordialmente-a-otegi-acribilla-a-insultos-al-partido-de-ortega-lara/

- Vídeo Francisco-Évole 
 
 

domingo, 22 de marzo de 2020

Evangelio de San Juan 13, 2


MISA TRADICIONAL MURCIA


Y durante la cena, cuando el diablo ya había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, el propósito de entregarlo, sabiendo que el Padre había puesto en sus manos todas las cosas y que había salido de Dios y a Dios volvía, se levantó de la cena, se quitó el manto, y tomando una toalla, se la ciñó.
Jn. 13, 2
“…cuando el diablo ya había puesto en el corazón de Judas Iscariote…Ya estaba cogido por el demonio, y sin embargo estaba a la mesa con Jesús. Tanto asombra que los demás no se daban cuenta, como que Jesús permitía que estuviera allí a la mesa con ellos. Jesús sabía quién era. Jesús le conocía, y permitía que siguiera con los demás. ¿Esperando que se arrepintiera? Era necesario que el Hijo del Hombre fuera entregado. Pero nunca vemos que Jesús huya de los pecadores. Vino a salvar lo que estaba perdido, a sanar al que estaba enfermo; y cuánto le dolería al Señor tenerle tan cerca, pero no poder convencerlo, ya que estaba cogido por el diablo. ¿Cómo estar tan cerca de uno que va a hacerle tanto daño y no mostrarle ningún odio, ni rencor, ni aversión, ni mandarle indirectas, ni críticas veladas? Al contrario, irá Jesús aún más lejos para mostrarle el amor que todavía le tenía.

sabiendo que el Padre había puesto en sus manos todas las cosas y que había salido de Dios y a Dios volvía… Jesucristo sabía quién era. Pero no es tan ridículo como nosotros cuando nos damos tanta importancia, “¿Acaso no sabes quién soy yo?”. Aunque no lo formulemos así, de alguna manera nos sentimos heridos cuando nos tratan de alguna manera por debajo de lo que consideramos nuestro merecido. Si tan solo supiéramos lo que es nuestro merecido. Este pasaje nos posiciona para comprender la grandeza de lo que está Jesús a punto de hacer. Aun sabiendo Jesús quién era: el Hijo de Dios sin equivocación… Peligrosos somos nosotros cuando estamos demasiado conscientes de quienes somos… o quienes nos creemos ser; porque de ahí establecemos el baremo de cómo pensamos que nos han de tratar. A no ser, claro está, que estemos conscientes de que somos hijos de Dios; así nos ponemos siempre en nuestro sitio correcto y nos hace conscientes de nuestra verdadera dignidad. Dignos de imitar al Hijo.

“…se levantó de la cena, se quitó el manto y tomando una toalla, se la ciñó.” No se muestra como siervo, sino que se hace siervo. Jesús no era un actor ni un farsante: quiso hacerse el siervo de aquello a los que amaba. Sabiendo quién era Él, no era obstáculo mostrar el amor con el que ardía su corazón. Al contrario, ese amor es lo que movió a servirles de esta manera. No se tuvo que obligar a hacerse el más pequeño o el más humilde o el que sirve. No se tuvo que violentar, sino que le salió del amor de su corazón. ¡Con cuánto gusto pudo Dios mismo, el Hijo del Altísimo, hacerse el más pequeño, el más humilde, el servidor de todos! No era un espectáculo, era un acto profundo de amor; era una expresión visible y tangible de cómo ama uno que está enamorado.

Suficiente por hoy.
misatradicionalmurcia

sábado, 21 de marzo de 2020

Obispo español se mantiene firme: “No es necesario dejar de celebrar Misa”



El obispo de Alcalá de Henares (España), monseñor Juan Antonio Reig Pla, de 72 años, NO suspendió las Misas públicas en su diócesis: “la Misa es el cielo en la tierra, sin ella el hombre pierde su alma”, dijo el 20 de marzo Reig en el sitio web LaNuovaBq.it:

“No hay necesidad de negar el Pan del Cielo a los que pueden asistir a Misa y desean el Consuelo de Dios”.

Reig no fue presionado por el gobierno para dejar de celebrar Misas publicas aunque España está sometida a restricciones. Se permiten las liturgias bajo medidas preventivas, como mantener distancias seguras y desinfectar pisos y bancos.

Para Reig, el coronavirus es un golpe al “orgullo del globalismo y a nuestra sociedad tecnocrática”.

La Iglesia debería ahora “volver a las cuestiones decisivas de la salvación humana”.