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jueves, 18 de octubre de 2018

Consejos vendo que para mí no tengo (José Martí) Unidad de la Iglesia (7): ¿Acaso hay dos magisterios?



UNO (1) : Importancia de la razón

http://www.blogcatolico.com/2018/09/consejos- vendo-que-para-mi-no-tengo.html

DOS (2) El discernimiento como amor a la verdad

http://www.blogcatolico.com/2018/09/consejos- vendo-que-para-mi-no-tengo_13.html

TRES (3)El Nuevo Orden Mundial y el verdadero Progreso

http://www.blogcatolico.com/2018/09/consejos- vendo-que-para-mi-no-tengo_16.html

CUATRO (4) Misión de los sacerdotes y de la Jerarquía: anunciar a Jesucristo. Sólo en Él es posible el reconocimiento de la dignidad de las personas

http://www.blogcatolico.com/2018/09/consejos- vendo-que-para-mi-no-tengo_19.html

CINCO (5) Católicos perseguidos y «católicos» bien considerados

http://www.blogcatolico.com/2018/09/consejos- vendo-que-para-mi-no-tengo_27.html

SEIS (6) Naturaleza y gracia

http://www.blogcatolico.com/2018/10/consejos- vendo-que-para-mi-no-tengo.html

SIETE (7)Unidad de la Iglesia : ¿Acaso hay dos magisterios?

http://www.blogcatolico.com/2018/10/consejos- vendo-que-para-mi-no-tengo_18.html

OCHO (8) Incoherencias a la hora de insultar a otros.

http://www.blogcatolico.com/2018/11/consejos- vendo-que-para-mi-no-tengo-8_6.html

NUEVE (9)Del dicho al hecho: Concilio Vaticano II

http://www.blogcatolico.com/2018/11/consejos- vendo-que-para-mi-no-tengo-9.html

DIEZ (10) (José Martí) Anomalías en la Iglesia

http://www.blogcatolico.com/2018/11/consejos- vendo-que-para-mi-no-tengo-10_16.html

ONCE (11) "Podéis criticarme. No es pecado" -dice Francisco- ... Muy bien: pues atreveos a criticarlo ... y veréis lo que ocurre.

http://www.blogcatolico.com/2018/12/consejos- vendo-que-para-mi-no-tengo-11.html

DOCE (12) - Un alto en el camino para reflexionar

http://www.blogcatolico.com/2018/12/consejos- vendo-que-para-mi-no-tengo-12.html 


- Decíamos en el post anterior que la incoherencia (además de la que se da, normalmente, en la propia vida) puede ser también entre lo que dice antes la Doctrina y lo que dice después, si es que tiene algún sentido hablar de cambio cuando nos referimos a la Doctrina Perenne de la Iglesia.

Lo cierto y verdad es que desde que Francisco está en el Pontificado, ha habido una incoherencia, casi constante, entre lo que el Magisterio ha dicho antes (se sobreentiende antes del Concilio Vaticano II) y lo que ha sido dicho después (no sólo por él sino también por los demás Papas: Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI, aunque -eso sí- Francisco está actuando de ejecutor rápido. Lo último ha sido la promulgación de la Constitución Episcopalis Communio, del 15 de septiembre de 2018, según la cual (art. 18) los resultados de los Sínodos se consideran como Magisterio ordinario, siempre que sean firmados por el Papa.  Y, sin embargo -y lo veremos pronto, cuando finalice este Sínodo de los «jóvenes» que está teniendo lugar en Roma (se prevé que esto ocurra el 28 de octubre)-  en el hipotético caso de que tales conclusiones del Sínodo contradijesen el Magisterio ordinario anterior, el católico no tiene obligación de seguirlas. Es más: no debe de seguirlas. Es imposible que haya dos Magisterios en el seno de una misma Iglesia. Sólo si tales conclusiones coinciden en lo esencial con lo que siempre se ha dicho en la Iglesia, durante casi dos mil años, y no hay contradicción con el Magisterio de dos mil años de Historia de la Iglesia, sólo entonces -digo- tendrían que ser obedecidas.

No es posible que se consideren como Magisterio, aunque se trate de magisterio ordinario, las conclusiones obtenidas en un sínodo, aunque las firme el Papa ... si lo que se dijera estuviese en contradicción con aquello que la Iglesia ha considerado Magisterio durante dos mil años. El Magisterio de la Iglesia no puede cambiar: las verdades que nos han sido transmitidas de generación en generación, desde la fundación de la Iglesia, por Jesucristo, son siempre las mismas: el depósito de la fe no puede ser alterado un ápice, so pena de caer en herejía ... ¡y eso es precisamente lo que está ocurriendo hoy ... ante el silencio de los pastores! 

Nadie pone en duda que la Iglesia es una realidad viva: es el Cuerpo Místico de Cristo, que se va desarrollando hasta alcanzar la madurez. No es lo mismo cambio, sin más, que desarrollo. Para que lo entendamos: una persona va cambiando con el tiempo, pero en su desarrollo nunca se produce una alteración sustancial: feto, niño, adolescente, joven, mayor, viejo, anciano ... son etapas de la vida de una persona. En todas ellas es persona, aun cuando cambie su aspecto físico; y sus capacidades, al ejecutarlas, producen un perfeccionamiento de la persona, en cuanto tal. Hay un cambio, un cambio a mejor, pero hay algo que permaneces siempre ... y es la conciencia del propio yo. Cada uno es consciente de ser él mismo quien ha progresado y no otro. Cada cual - y eso hace de la memoria una facultad importantísima- se recuerda a sí mismo siendo niño, joven, etc ... Ciertamente, se han producido cambios, tanto en lo físico como en lo psíquico y en lo espiritual.  Sin embargo, hay algo que no ha cambiado, en ningún momento: nunca nadie ha dejado de ser él mismo por el mero hecho de haberse desarrollado. Una persona es tal desde que comienza a existir como zigoto (y Dios le infunde un alma) y esto en las diversas fases de su crecimiento. Sigue siéndolo cuando es feto y cuando es niño, adolescente, joven, etc. no importando que no ejercite su capacidad de razonar en las primeras etapas de su vida. Eso no le quita su «ser persona», lo mismo que una persona mayor, sigue siendo persona cuando duerme y no ejercita, entonces, su capacidad de razonamiento. Esto es obvio.

Pues bien: Jesucristo, en cuanto hombre, también se desarrolló, como viene expresado en el Evangelio: «Jesús crecía en edad, en sabiduría y en gracia, delante de Dios y de los hombres» (Lc 2, 52). Y lo mismo sucede con la Iglesia, la cual se va desarrollando con el tiempo y se va adaptando a los distintos ambientes, pero hay algo en ella, en la Iglesia, que le es esencial y que permanece, en todo lugar y en todo momento histórico; y es que siempre es ella misma, la única Iglesia, la Iglesia fundada por Jesucristo. Su desarrollo no conlleva un cambio sustancial, pues éste - de darse- le haría perder su propia identidad ... y lo que saldría sería «otra cosa» ... desde luego no sería la verdadera Iglesia, aquella que Cristo fundó hace ya casi dos mil años, con una misión que cumplir: «Id por todo el mundo -dijo Jesús- y predicad el Evangelio a toda criatura. Quien crea y sea bautizado, se salvará; pero quien no crea, se condenará» (Mc 16, 15-16). 

Es ésta una misión que la Iglesia de hoy no está cumpliendo, desde el momento en que la llamada «Nueva Evangelización» no es tal Evangelización, sino un invento de determinados jerarcas de la Iglesia que se han rendido ante el mundo y ante la herejía modernista. No se predica a Jesucristo. Y las exigencias del Evangelio han sido sustituidas por palabras meramente humanas, que recuerdan mucho a las que usan los políticos: consenso, diálogo, democracia, solidaridad, respeto hacia las demás religiones, todos se salvan en la religión en la que hayan nacido, no hay que tratar de convencer a nadie, aunque esté en un error, cada uno tiene su propia verdad, que es la que le dicta su «conciencia», etc. El sentido de las palabras se ha tergiversado hasta el punto de llamar verdad a la mentira ... y viceversa.  

No, la Iglesia no tiene que cambiar, en el sentido en el que hoy se entiende el cambio, pues dejaría de ser la Iglesia. Eso sí: tiene que desarrollarse, pero no de cualquier modo, sino conforme al plan de Dios, sin cambiar un ápice de lo que le ha sido transmitido por Jesucristo y por los Apóstoles, y que se encuentra en el Nuevo Testamento. Tiene la obligación de cumplir el mandato que ha recibido de Jesucristo, de manera que a todo el mundo le llegue esa Buena Noticia del Evangelio, la cual no es invento de hombre, sino Palabra de Dios, hecho hombre en la Persona de su Hijo, por amor a nosotros: sólo en Jesucristo es posible la salvación. Y, en ese sentido, decimos que no cambia, no puede cambiar ... o dejaría de ser la verdadera Iglesia, la única Iglesia, que es la Iglesia católica. No hay otra.

Para alejar de nosotros la confusión, que hoy es tan frecuente entre los cristianos que quieren permanecer fieles, necesitamos una referencia. ¿En quién debemos fijarnos?  La respuesta es muy sencilla, en realidad: EN LOS SANTOS, en aquellos cristianos, hermanos nuestros, que se han caracterizado por hacer realidad en su vida la Vida de Jesucristo ... y de un modo especial, en San José y en la Virgen María ... porque en ellos LA IGLESIA SE HA DESARROLLADO EN SU PLENITUD. Ésa es la Iglesia a la que alude San Pablo cuando dice que es «Santa e Inmaculada, sin mancha ni arruga o cosa semejante» (Ef 5, 27). 

Es en los santos (sobre todo en los santos anteriores al Concilio Vaticano II, de cuya santidad no cabe ninguna duda) en quienes debe fijarse un cristiano. Lo que da sentido a la vida de un cristiano, la meta que debe alcanzar es la santidad. A eso estamos todos llamados, entendiendo la santidad -claro está- como identificación con Jesucristo, la cual sólo es posible en el seno de la Iglesia: «Fuera de la Iglesia no hay salvación». «Extra Ecclesia nula salus». Y esto es un dogma de fe.

Cierto que todos somos pecadores, pero por la gracia de Dios (que no por nuestros méritos) a través del bautismo, Dios nos ha liberado del pecado original y nos ha incorporado a Él, en la Persona de su Hijo. Se trata de una «nueva creación», por la cual pasamos a ser, realmente, hijos adoptivos De Dios y miembros del Cuerpo Místico de Cristo, que es la Iglesia. (Encíclica de Pío XII «Mystici Corporis Chisti» 29 de junio de 1943)

Por el bautismo «hemos recibido el Espíritu de hijos adoptivos, con el cual clamamos: '¡Abba, Padre!'» (Rom 8,15). «Y si somos hijos, también herederos, herederos de Dios y coherederos de Cristo; con tal de que padezcamos  con Él, para ser también con Él glorificados» (Rom 8, 17). «Ved qué amor nos ha mostrado el Padre: que seamos llamados hijos de Dios, y que lo seamos» (1 Jn 3,1). Hijos adoptivos, pero verdaderos hijos. Unidos a Jesucristo, por su Espíritu, participamos de la naturaleza divina. Esto es pura gracia y manifestación de hasta qué extremo nos ha querido Dios y nos quiere: gran misterio es éste, como también lo es el misterio de iniquidad, que es el pecado.

A lo largo del tiempo, durante casi dos mil años, siempre se ha predicado la Buena Nueva. Los buenos Pastores han predicado a Jesucristo y la Iglesia, santa en su Cabeza y pecadora en sus miembros, se ha considerado -como así es- el único camino de salvación posible. Hablando de Jesucristo, en los Hechos de los Apóstoles, dice san Lucas que «en ningún otro hay salvación, pues ningún otro Nombre hay bajo el cielo, dado a los hombres, por el que podamos salvarnos» (Hech 4,12). Y esta unión con Jesucristo, que es el Único que nos puede salvar, sólo es posible en el seno de la Iglesia

La Roca es Cristo, pero Él concedió su poder a Pedro: «Yo te digo que tú eres Pedro y, sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y las puertas del Infierno no prevalecerán contra ella» (Mt 16, 18). Así ocurrió cuando Jesús, ya resucitado, preguntándole primero a Pedro si lo amaba, y esto tres veces, cada vez que Pedro le respondía: «Tú sabes que te quiero», Jesús le contestaba: «Apacienta mis ovejas» (Jn 21, 15-17). Pedro es el Pastor y rector supremo del rebaño de Cristo (Constitución dogmática Pastor Aeternus del Concilio Vaticano I, el 18 de julio de 1870, por el papa Pío IX). Por eso se habla siempre del Primado de Pedro o, si se quiere, del Papado.

En tanto en cuanto los Papas, sucesores de Pedro en el Primado, han ido conociendo, cada vez más con mayor profundidad, el misterio de Cristo, mediante el estudio serio de las Sagradas Escrituras -algo en lo que han tenido una importancia capital los grandes santos y Padres de la Iglesia, como San Agustín y Santo Tomás de Aquino- se han ido definiendo diferentes dogmas fundamentales que han pasado a formar parte del Magisterio Único de la Iglesia; gracias a ellos se ha ido clarificando la Doctrina y se han podido detectar las herejías.  Veinte concilios han habido, desde el Concilio de Jerusalén (año 50) hasta el Concilio Vaticano I (año 1870), todos ellos dogmáticos. Nunca ha habido contradicción entre un Concilio y los anteriores, como corresponde al hecho de que la Iglesia es realmente Una, Santa, Católica y Apostólica. 

Bien, todo esto ha sido así ... hasta que llegó el Concilio Vaticano II (Del 11 de octubre de 1962 al 8 de diciembre de 1965)
Continuará

miércoles, 17 de octubre de 2018

Noticias varias 17 de octubre de 2018



IL SETTIMO CIELO


INFOCATÓLICA

En la raíz de la crisis actual de la Iglesia (Extraordinario)

La justicia da la razón al colegio Juan Pablo II y condena a la Comunidad de Madrid por su ley LGTBI

INFOVATICANA

Edgar Peña: La exclusiva que InfoVaticana se negó a publicar

EL ORIENTE EN LLAMAS

Oscurecimiento de la Verdad y Fragmentación de la fe (Muy buen artículo)

GLORIA TV

General de los Jesuitas: el Papa “no tiene jurisdicción” sobre la Iglesia universal (Breve y con enjundia)

IOTA UNUM

Christopher Robin (Capitán Ryder) Película de Disney muy interesante

Selección por José Martí

¿Qué es, exactamente, un “cristiano rígido”, Santo Padre? (Carlos Esteban) Comentado por José Martí


Lo que dijo el Papa sobre los cristianos rígidos puede leerse aquí. Parte de su homilía se encuentra en este vídeo de Rome Reports:

Duración 1:13 minutos

La obsesiva advertencia del Papa Francisco contra los cristianos “rígidos y excesivamente cumplidores de las normas” parece enfrentarse a un problema casi inexistente, cuando el peligro parece masivo en la dirección opuesta.

En la película de Paolo Sorrentino ‘La Gran Belleza’ -una aguda pero desesperanzada crítica a la modernidad-, hay una escena en la que el protagonista, Jep Gambardella, hace una entrevista a una ‘artista’ moderna cuya obra consiste en estamparse la cabeza contra un muro hasta sangrar. Un fraude, como tantos, que dice basar su ‘obra’ en las vibraciones: las vibraciones lo son todo, están en todas partes y ella las siente y las refleja en su ‘arte’. En ese momento, Gambardella la interrumpe, con el bloc en la mano, para espetarle una pregunta: “¿Qué son las vibraciones?”.

La artista balbucea, intenta zafarse, le pide que le pregunte por otros aspectos de su vida, pero el periodista insiste: “No, quiero saber qué demonios son las vibraciones”. La entrevista, naturalmente, acaba ahí, con la esperable irritación de la timadora artística, que se ve descubierta así en su vaciedad.

No se me entienda mal si digo que se me ha venido esa escena a la cabeza leyendo la última homilía del Santo Padre en la que, una vez más, nos advierte contra los “cristianos rígidos”.
“Tengan cuidado de los rígidos”, alerta Su Santidad. “Estén atentos ante los cristianos -ya sean laicos, sacerdotes, obispos- que se presentan tan ‘perfectos’, rígidos. Estén atentos. No está el espíritu de Dios allí”.
Sí, de acuerdo, lo entendemos. Hay que guardarse del fariseísmo, y el Evangelio del día no podía ser más oportuno en este sentido, con Jesús en casa del fariseo al que acusa de limpiar la copa por fuera y dejarla sucia por dentro.

Pero no se puede decir que el Papa innove mucho en este aspecto. La palabra ‘fariseísmo’ es invento nuestro, y desde que existe Iglesia se predica contra la hipocresía y un cumplimiento de la Ley, ayuno de caridad y sin una correspondencia interior.

Es sólo que en Francisco el mensaje es ya obsesivo, a todas horas se nos advierte contra ese católico ‘rígido’ y obsesionado con el cumplimiento de los preceptos, hasta el punto de que, como con tantas ‘palabras-fetiche’ del pontífice, sentimos la desesperación inquisitiva de Jep Gambardella: pero, Santo Padre, ¿qué es exactamente ‘rígido’? ¿A qué se refiere?

¿Cree de verdad el Santo Padre que el problema de la gente hoy es “un excesivo apego a las reglas”? ¿En serio? En estos momento se celebra aún en Roma un sínodo que tiene como objetivo, aunque a veces parezca coartada, a los ‘jóvenes’, la generación que, por ley de vida, nos sucederá y decidirá cómo va a ser la práctica católica de los próximos veinte, cuarenta, sesenta años. ¿Le parece que su mayor riesgo es el de un excesivo moralismo, un rígido cumplimiento de las reglas morales?

El otro día intervino la más joven de las participantes en una rueda de prensa del sínodo, la auditora chilena Silvia Teresa Retamales. En su intervención, como hemos contado, Retamales dijo de sus coetáneos ‘los jóvenes’ que “quieren que la Iglesia sea más abierta […] una Iglesia multicultural que esté abierta todos, que no juzgue, una comunidad que haga que todos se sientan en casa”.

Retamales, Santo Padre, es representativa. Usa exactamente las mismas palabras que el pontífice: apertura, diálogo, escucha, acompañamiento, abstenerse de juicio. Palabras todas ellas muy hermosas, pero que designan, por así decir, un talante, no un contenido. Un diálogo tiene que partir de algún sitio y llegar a algún sitio para que tenga algún valor; un debe tener algo que decir para poder dialogar, y ese algo, el contenido, es lo que querríamos conocer.

Su invectiva continua contra los ‘cristianos rígidos, obsesionados con el cumplimiento’ roza la manía, más aún cuando en el soliloquio vuelve a hacer referencia a lo que sólo un ciego podría dejar de ver como una referencia a su situación personal, una defensa velada de su relativo silencio, como cuando en esa misma homilía dice: 
Jesús califica a esta gente con una palabra: 'hipócrita'. Gente con un alma codiciosa, capaz de matar. Y capaz de pagar para matar o calumniar, como se hace hoy. Incluso hoy se hace así: se paga para dar malas noticias, noticias que ensucien a los demás”.

Carlos Esteban
NOTA personal: No sé por qué, pero me da la impresión de que con eso de las calumnias el santo Padre parece referirse a Monseñor Viganò, aunque es preciso tener en cuenta que una calumnia es, por definición, una acusación falsa, hecha maliciosamente, con la intención de hacer daño ... Y que yo sepa nadie ha demostrado que sea falso lo que dice Monseñor Viganò quien, además, testimonia poniendo a Dios como testigo de que cuanto dice es verdad. No se ve ahí ninguna intención maliciosa de hacer daño. 
Si realmente Francisco está convencido de que Monseñor Viganò ha calumniado, nada tan sencillo como realizar esa investigación que él pide, de manera que brille la verdad. En cambio, calla o acusa, con ambigüedad. ¿No será, acaso, que es verdad -de verdad- todo cuanto afirma Viganò en su testimonio de 11 páginas y que lo que tiene Francisco es miedo a que la verdad salga a relucir, puesto que él mismo está implicado en dicho informe? 
Aunque una noticia sea mala -y desde luego, ésta lo sería- sin embargo, si se corresponde con la verdad, tal noticia no «ensucia a los demás» pues éstos ya están sucios. El culpable no es quien denuncia los hechos delictivos, sino quien los ha cometido. El culpable de un asesinato, por ejemplo, no es quien lo denuncia sino quien lo ha cometido ... Y esta suciedad, que hace referencia al lobby homosexual que domina el Vaticano, debe ser limpiada. Si se conoce de su existencia -y eso es lo que se deduce del testimonio de Viganò- la denuncia no sólo no es mala, sino que es un deber, es una obligación. Tal suciedad no hay que ocultarla, pues es entonces cuando se haría daño realmente ... ¡y muchísimo daño, pues lo que está en juego es nada menos que el porvenir de la Iglesia católica!  
Claro está, Francisco - aun cuando lo deja entrever- no alude, en ningún momento, a Monseñor Viganò, cuando habla de rigidez. No lo hace de un modo explícito, por supuesto. Nos quedamos, entonces, con la duda: ¿A qué y a quién o a quiénes se refiere Francisco, cuando habla de rigidez? No queda nada claro. Y es que, como bien dice Carlos Esteban en este artículo, desconocemos el contenido que Francisco quiere darle a esa palabra [«rígido»], una palabra que tantísimas veces ha repetido -por activa y por pasiva- a lo largo de su Pontificado. 
José Martí

martes, 16 de octubre de 2018

Noticias varias 16 de octubre de 2018 (Liturgia, Argentina, Novus Ordo)



THE WANDERER


Novusordoísmo

INFOCATÓLICA

Mons. Aguer: Teníamos una Ley de «Educación Sexual Integral» mala y «ahora han inventado una peor. Es totalitaria y destila odio»


Obispos italianos convierten a la liturgia en representación de alguna secta protestante

Selección por José Martí

Como todos los totalitarismos del siglo XX, el Vaticano II seguirá causando grandes estragos



El Concilio Vaticano II fue inaugurado en Roma hace exactamente 56 años, el 11 de octubre de 1962. Juan XXIII había escogido este día, la festividad de la maternidad divina de la Santísima Virgen, un recuerdo del Concilio de Éfeso, como el día de su inicio. Ironía de las ironías: el torbellino generado por el Concilio que casi extinguiría la liturgia tradicional de la iglesia romana incluía la abolición de la festividad de este día y la transformación del octavo día de Navidad en una solemnidad similar.
Hay varias maneras de entender el Vaticano II, pero una quizás se ha pasado por alto. Se dice a menudo que el Concilio fue una  “reacción ” de obispos europeos transformados,  “horrorizados” por la segunda guerra mundial. Y sin embargo… esos fueron los hombres del siglo XX, marcados por los grandes movimientos del siglo XX, los cuales –comunismo y fascismo/nacional-socialismo– se caracterizaron por un odio hacia el pasado y la tradición, y un amor por el nuevo hombre, la nueva sociedad, el nuevo mundo. Todas las cosas, todas las tradiciones, todas las familias, todas las instituciones, y todas las personas que eran obstáculos para la construcción del nuevo estado socialista, la nueva gente, el nuevo Pueblo debían ser abolidas para siempre.
La iglesia se había mantenido como una fortaleza contra ambas amenazas, pero, dentro de la iglesia, a pesar de los mejores esfuerzos de San Pío X, la levadura del modernismo nunca había sido limpiada. No es de extrañar que el imprudente llamamiento de Juan XXIII para el Concilio despertó a todos los hombres que estaban imbuidos del espíritu de la época, y este espíritu era el mismo de los totalitarismos: el odio a la tradición, el impulso de purgar el pasado, la necesidad de construir una nueva iglesia, en realidad un nuevo  “pueblo de Dios”: Das Volk Gottes.
Los católicos tradicionales y conservadores hemos pensado a menudo que el fin de la pesadilla que comenzó ese 11 de octubre, 56 años atrás, estaba a punto de llegar. Trataron de acabar con todo, incluso el legado más preciado de nuestros padres en la fe, la Misa tradicional en latin. Y casi lo logran, si no hubiera sido por un remanente fiel. Una y otra vez, las esperanzas de los fieles católicos se han desvanecido.
Y sólo ha empeorado: Francisco es prácticamente una caricatura de un liberal del Vaticano II. Al igual que todos los regímenes totalitarios, la “Iglesia conciliar” crea un vórtice destructivo, en el que todo el pueblo tiene que ser completamente aniquilado con el líder: en nuestro caso, el líder es una idea abstracta, el “espíritu del Vaticano II”.
Sin embargo, nuestra esperanza sigue siendo que esto también pasará: así como los pueblos no fueron destruidos después de que sus líderes totalitarios murieran, nuestra iglesia, más grande que cualquier pueblo nacional, seguirá en pie, con la Cruz de su novio, Salvador de la humanidad:
Dignus est Agnus, qui occisus est, accipere virtutem, et divinitatem, et sapientiam, et fortitudinem, et honorem, et gloriam, et benedictionem. Et omnem creaturam, quæ in cælo est, et super terram, et sub terra, et quæ sunt in mari, et quæ in eo : omnes audivi dicentes : Sedenti in throno, et Agno, benedictio et honor, et gloria, et potestas in sæcula sæculorum. Amen.
(Traducción: Rocío Salas. Artículo original)

¿Por qué no se puede confiar en los medios católicos oficiales? ... Los pagan los obispos (Michael Voris)


Duración 8:30 minutos

TRANSCRIPT

You've heard us say it a thousand times, official Catholic media cannot be trusted. And by official, we mean not independent — kind of just like official Catholic schools cannot necessarily be trusted to transmit the Faith to your children in spite of your financial sacrifices.

The media hacks are simply tied too closely to the Establishment they are reporting on and mustpaint officialdom in the best light possible. Case in point, last week, Catholic News Agency (CNA) published an analysis by JD Flynn about the current mess in the Church.

JD Flynn is a canonist, not a journalist, and has not a shred of actual paid professional secular reporting experience pounding the beat and investigating stories. Yet he is the head of CNA, a company man through and through.

And for the record, I've had a discussion about all this with JD in person a number of years ago in Denver. Since it was a private discussion, I will respect that and keep the details private.

But I will say, it was he who left that meeting wondering about the question of integrity.

In his recent post, he presents the notion that the whole "summer of Hell" is being used by orthodox Catholics who don't like Francis as a way to get at him because they don’t like his theology.

Well even if that is true — as if the raping of seminarians by formators and the covering up of it by bishops and payments of billions and the infestation of active homosexuals into the priesthood shouldn’t really register — even if all that is true, man, those vitriolic Catholic crazies running those alternative independent Catholic media websites like Church Militant, no one should really pay attention to them.

Sure, JD, no one should pay attention to us and others who unearth all these scandals that, like the one in Lincoln, Nebraska's seminary where you gave poor canonical counsel to Bp. Conley — yep.

Pay no attention to any of them — what do they know? For the record, we know a lot. And what's more, you know we know.

For example, if you read down into the wordy excuse-making article, which seems very calm and reasoned until you realize what is not being told you or reported — way down into it — is the poor recounting of the Fr. Kalchik case involving Cdl. Cupich.

The implication by Flynn is that the reports — which are exclusively Church Militant's — are flawed and the facts are in dispute, and the reason given is nothing more than, the Chicago archdiocese says so.

Without speaking to any single principle involved in the case, like Church Militant did, extensively — eyewitness, Fr. Kalchik himself, parishioners, staff and so forth — Flynn spoke to not one of them — yet he declares the facts are in dispute.

No, they aren't; that's just flat-out wrong.

If a proven murderer says he didn't do it but multiple people watched him, there's clear video, the DNA evidence is present and so forth, the facts aren't in dispute because the killer says so — that's stupid.


The facts are the facts. You would correctly conclude the killer is lying — just so with Cupich and the enforcement gang in the Chicago chancery.

But the main point here is this: Neither Flynn nor his employees at CNA did any checking with the relevant people involved — the main parties. And yet, they present something to you as credible based solely on the word of the chancery that has a dog in this fight.

That’s disingenuous and undermines their credibility. They work for the Establishment and will protect the Establishment at all costs, even if they have to, here or there, drop in an unpleasant fact, but only then because it's already widely known, and be sure they will do their best to make it as easy to swallow as possible.

Why doesn't CNA do any breaking stories, hard-hitting investigative stories on the gay seminarian hothouse for South Americans that Cupich had to close down it got so bad? It's called Casa Jesus and it was set up back in the 1980s by homosexualist Cdl. Joseph Bernardin.

Merely mentioning or chronicling these things isn't news. Where are the men who went through that gay bar disguised as a seminary? Are any of them priests now?

Why isn't that worth pursuing as a story? Certainly, with all your inside connections and friends, you've surely heard about it, JD. You're the consummate insider, the keeper of secrets and presenter of information in such a way as to put cover girl makeup on the ecclesiastical pig.

Won't Cupich let you go down that road of looking closely at Casa Jesus or the rampant homosexuality in the Chicago archdiocese, whose word you cast as the final and only believable word?

What's so maddening about all this is the absolute lack of integrity — as men — these Catholic Pravda types have.

They act as though the stories of life destruction that have occurred are maybe all sad and all that, but, golly gee, we can't talk about all this for too long because it will undermine the bishops and their legitimate offices.

No, JD, that's not the problem. The problem is the men in the office. They are undermining the offices just fine all by themselves thank you very much, and you and your kind are complicit in all this.

Most of you wouldn't know an authentic news story or how to go about chasing it down and reporting on it fairly if your professional Catholic lives depended on it.

Just come out and say it like it is, you are press release writers and readers and you work for the bishops in a kind of crisis management atmosphere disguised to look like news because here and there you actually touch on news — but nothing more.

At the end of the article, as part of the website boilerplate, there appears this laughable announcement: "In today's media world, the truth often gets compromised and is presented from someone's uninformed opinion, rather than facts. EWTN's Catholic News Agency is a remedy for this situation."

Well, ain't that that a real knee-slapper? Catholic Pravda accusing others of being uninformed and expressing opinion. The same crew who was completely uninformed in the recounting of the case they chose to recount, and at the end of the day having nothing but opinion to deceptively present as fact.

If you want to know the weather in Rome, or what the Pope's travel schedule is, or what bishop just got made cardinal, then Catholic Pravda's probably reliable. But if you want to know what's actuallygoing on behind the story, because every professional reporter knows that there's another story behind the story, then don't waste your time.

The story behind the story is what they're paid to make sure you don't find out.

The Catholic Church in America is on the brink of extinction, the bishops have lost all credibility, the Pope is involved in covering up and advancing homopredator cardinals, whistle-blower clergy are driven into hiding, laity are forced to take training as though they were the ones raping altar boys, former seminarians are pouring out of the woodwork telling of the evil they endured, homosexual clerics are allowed free reign in parish after parish, a gay South American pipeline is discovered — and in the face of all this, CNA says the independent Catholic media are making things up, not to be believed.

Yep, nothing to see here folks.

For the thousandth and first time, the official Catholic media cannot be trusted.


Michael Voris

Cadoré, superior de los dominicos: “El futuro de la Iglesia es la apertura al cambio” (Carlos Esteban)



“Cambio” es una de las palabras clave de este sínodo, como lo es de todo el pontificado de Francisco y lo fue de la intervención en la rueda de prensa de ayer del superior de los dominicosPADRE BRUNO CADORÉ.

El sínodo tiene cada día más pinta de ser un vacío ejercicio de Relaciones Públicas con un mensaje que relance la ‘primavera eclesial’ profetizada en el último concilio, con su adaptación al Mundo y sus consecuencias estadísticamente desastrosas. Mucho ruido pero, nos tememos -o esperamos-, pocas nueces.

Ayer fue el turno de palabra -digámoslo así- de los religiosos, e intervinieron Cadoré por los dominicos, Arturo Sosa por los jesuitas y Marco Tasca por los franciscanos, además de la auditora laica chilena Silvia Teresa Retamales.
“La gente cambia cuando se siente acogida, cuando encuentra apertura, así que tenemos que cambiar porque todo está cambiando, la cultura cambia, las tensiones históricas”, dijo Cadoré, el superior de unos dominicos que, no hay más que oírle, han cambiado lo suyo desde Santo Domingo de Guzmán.
Y ésta es, creo, la marca de la Iglesia, remachó Cadoré. “El futuro de la Iglesia es la apertura hacia el cambio, no sólo estar abierto ante algo nuevo por sí mismo, sino con el fin de provocar cambio, y esto es lo que veo que está sucediendo, ésta es mi esperanza.

Y nuestros temores, porque si la ‘roca’ se convierte en una cambiante magma, si la ‘marca’ de la Iglesia no es que sea una, santa, católica y apostólica, fundada por Cristo, cuyas palabras no pasarán ni cuando hayan pasado el cielo y la tierra, estamos ante una realidad que puede ser muy interesante, pero que no es católica.

Este cambio cambiante que, por lo visto, pretendía introducir el último concilio y que no acabó de producirse, fue también el eje de la intervención del jesuita SOSA, el hombre que nos recordó en su día que en tiempos de Jesús no había grabadoras y que, por tanto, no podemos estar seguros de que dijese lo que los Evangelios dicen que dijo.
“El Vaticano II introdujo un modelo eclesiológico que aún no se ha hecho realidad, un modelo de Iglesia propuesto por el Vaticano II con el pueblo de Dios en el centro, dijo. 
Cristo, desde luego, no parece estar en el centro del modelo de Sosa o Cadoré, a juzgar por su ausencia en las palabras de ambos superiores.
El modelo eclesiológico de Sosa es, ciertamente, distinto del tradicional
“No hay una jurisdicción para toda la Iglesia”, asegura. “Con mucha frecuencia olvidamos que el Papa no es el jefe de la Iglesia. Es el Obispo de Roma. Como Obispo de Roma tiene otro servicio para la Iglesia, que es tratar de lograr la comunión de toda la Iglesia de la mejor manera posible. Francisco siempre repite, si usted recuerda, que él es el Obispo de Roma –déjeme repetir eso– y él siente que los otros obispos son responsables de sus propias Iglesias con quienes pueden entrar en diálogo”.
Más perlas de Sosa: 
“La Iglesia debería mostrar el rostro multicultural del Dios que se reveló en Nazaret y promover una ciudadanía universal que reconozca la riqueza que aporta la diversidad cultural, construyendo por tanto un mundo multicultural”.
Sus palabras son tan misteriosas que uno está tentado de pensar que se ha limitado a acumular aleatoriamente palabras de moda. 

¿Qué puede significar, por ejemplo, que Jesús tenía un “rostro multicultural”? 
Que el Hijo de Dios hecho hombre redimiera a las personas de todo tiempo, raza y condición no significa que Él mismo no fuera alguien concreto, de una raza específica, en un momento de la Historia y con una cultura particular.

En cuanto a promover “la ciudadanía universal” -una obsesión que todos los clérigos en ascenso parecen compartir con Soros-, no nos parece demasiado compatible con esa multiculturalidad que alaba. En cuanto a que la Iglesia reconozca la diversidad cultural, debe de tratarse de una broma: la Iglesia no sólo reconoce ya esa diversidad, sino que fue la primera en hacerlo, como puede comprobar quien compare la imagen de la Virgen de Guadalupe con una madonna china.

En cuanto a SILVIA TERESA RETAMALES MORALES nos aleccionó de que 
muchos no católicos piden “una Iglesia más abierta”, concretamente, “una Iglesia multicultural abierta a todos, que no juzgue ni discrimine contra las minorías, o la gente con orientaciones sexuales diferentes, o los pobres.
Si la Iglesia ha discriminado alguna vez a los pobres, es la primera noticia que tengo

En cuanto a lo demás, me sorprende que una institución, la que sea, deba reaprender su propia doctrina de quienes no la comparten. Y si la Iglesia “no juzga”, tenemos un serio problema.

Es imposible hablar de moral sin juzgar, sin determinar que esto es bueno y esto otro es malo. Todos lo hacemos todo el rato, también el Mundo y también los amantes de los aires renovadores, aunque lo malo sea el plástico en los océanos.

Carlos Esteban

lunes, 15 de octubre de 2018

FSSPX: “nos negamos a aceptar el Concilio Vaticano Segundo”



La Fraternidad Sacerdotal de San Pío X se niega a aceptar el Concilio Vaticano Segundo como “simplemente otro concilio”, dijo el padre Davide Pagliarani, su nuevo superior general.

En una entrevista publicada el 12 de octubre en el sitio web Fsspx.news, Pagliarani cuestiona la autoridad dogmática de un Concilio que intentó explícitamente ser solamente “pastoral”.

Pagliarani critica que el último Concilio transmite una forma de pensar sobre la Iglesia que es un “obstáculo para la santificación de las almas”.

Agrega que “sus trágicos resultados están bien a la vista de todos los hombres intelectualmente honestos”.

Al compararse con su predecesor, monseñor Bernard Fellay, Pagliarani dijo “que detesto sin excepción y en forma irreparable  todos los medios de comunicación electrónicos y no pienso cambiar de opinión, mientras que monseñor Fellay es un experto en ese tema”.

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SSPX: “We Refuse to Accept Second Vatican Council”


The Society of Saint Pius X refuses to accept the Second Vatican Council as “just another council”, its new superior general, Father Davide Pagliarani, said.

In a Fsspx.news interview (October 12) Pagliarani questions the dogmatic authority of a Council that explicitly intended to be only "pastoral".

Pagliarani criticises that the last Council conveys a way of thinking about the Church which is an "obstacle to the sanctification of souls".

"Its tragic results are right before the eyes of all intellectually honest men", he adds.

Comparing himself to this predecessor, Bishop Bernard Fellay, Pagliarani said “that I irreparably detest all electronic media without exception and with no chance of changing my opinion, while Bishop Fellay is an expert on that subject.”


Noticias varias 12 al 15 de octubre de 2018 (masonería, secreto de confesión, sínodo, homosexualidad, virgen del Pilar, amigos De Francisco, Viganò, Pablo VI ¿santo?, Humanae Vitae, FSSPX, etc.)




IOTA UNUM

El Kit completo

CORRESPONDENCIA ROMANA


Marchando Religion entrevista el profesor Sandri

Sacerdotes australianos prefieren la cárcel antes que violar el secreto de confesión

Extraños movimientos de la masonería a nivel internacional

“Paraíso” escandinavo se transforma en un infierno igualitario

Blasfemia en la Catedral de Innsbruck con el beneplácito del Obispo Glettler

GLORIA TV

Obispo cambia – ahora llama a los homosexuales a la “conversión” y al “cambio de vida”

Un cierto “Angelo Becciu” niega en Twitter la fiesta homosexual de Coccopalmerio

Francisco estuvo contra la respuesta de Ouellet, prefería el «silencio"



Cardenal español de Bergoglio espera la creación de "nuevos tipos de familias"

Sínodo homosexual sobre la Juventud: "cambio" en aras de «cambiar"

Delegada juvenil: la Iglesia debería estar "abierta a todos" - ¿Es real esto?


IL SETTIMO CIELO

Las personas equivocadas de las que Francisco no se libera De interés

INFOVATICANA

“Convertíos y abandonad la corrupción”


Francisco: “Interrumpir el embarazo significa quitar la vida a uno, directamente”

ADELANTE LA FE (
Lectura recomendada)

En apoyo al Arzobispo Carlo Maria Viganò (de Rorate Caeli)

¿Religión revelada o “religión dialogada”? (Sí, sí; no, no)

Por qué no hay necesidad de llamar santo a Pablo VI (ni se debe hacerlo) (One Peter Five: Peter Kwasniewski)

CATHOLIC FAMILY NEWS

«Saint» Paul VI? More doubt and confusión


Synod 2018: Weekend Highlights. Viganó Developments


RORATE CAELI

REMINDER: The Case for Pacelli

NATIONAL CATHOLIC REGISTER (NCR)

Synod 2018: Weekend Highlights, Viganò DevelopYouth Synod’s Missing Element: Discussion of Humanae Vitae (Edward Pentin)

FSSPX NEWS

The SSPX Holds a Treasure in its Hands: Fr. Pagliarani Interview
"Saint" Paul VI? More Doubt and Confusion"Saint" Paul VI? More Doubt and Confusion
Selección por José Martí

El SILENCIO del VATICANO ante el Testimonio Viganò, según SPECOLA (11) Saltándose los procesos canónicos



15 de octubre

Las consecuencias del testimonio Viganò son tremendas.

Llama la atención el silencio y la desaparición de cardenales que antes del testimonio eran omnipresentes.

Hoy sabemos que el cardenal O’Malley , el que perdió la carta de McCarrick, ha extendido la investigación de abusos sexuales a todos los seminarios de Boston y no solo al diocesano.

Antes o después sabremos el porqué de esta grave decisión en una diócesis especialmente castigada por esta terrible lacra.

La decisión de reducción al estado laical de los dos obispos chilenos se ha hecho saltándose los procesos canónicos, sin posibilidad de defensa y con la inocencia civil de uno de los suspendidos. Al contar con firma directa del Papa Francisco es inapelable.

Specola

Pablo VI y la 'fábrica de santos' (Carlos Esteban)



Más críticas contra InfoVaticana, en esta ocasión por la traducción de un artículo aparecido originalmente en OnePeterFive y firmado por el teólogo Peter Kwasniewski cuestionando la canonización de Pablo VI, un artículo que, como advertimos en la introducción, no compartimos en su totalidad. La parresía, parece ser, va sólo en una dirección.

¿Compromete la Iglesia su infalibilidad al declarar santo o santa a determinada persona? Aunque no existe una declaración específica y tajante en la doctrina sobre este particular, la opinión mayoritaria de los doctores y teólogos se ha decantado tradicionalmente por el “sí”. La solemnidad de las propias palabras del ritual parecen, incluso, dejarlo claro.

Pero hay diversos puntos legítimamente cuestionables. El primero es si está ligada esa declaración en principio infalible al proceso que se ha seguido para determinar que la persona en cuestión ha vivido las virtudes en grado heroico y que su intercesión ha producido ese hecho inexplicable por la razón humana que llamamos milagro.

La veneración a los santos es muy anterior al rito de la canonización; de hecho, desde el principio de nuestra Iglesia. Moría alguien con fama de santidad y se formaba alrededor de su memoria un ‘cultus’, se pedía su intercesión, se le ponía como ejemplo, etcétera.

Precisamente para evitar obvios engaños y poder universalizar esa veneración local es por lo que se instituyó la Congregación para la Causa de los Santos y todo el exhaustivo proceso para comprobar la santidad del ‘aspirante’.

De lo minucioso de ese proceso da fe, por ejemplo, que santos en principio tan ‘evidentes’ como Santo Tomás Moro tardaran cuatrocientos años en ser canonizados.

Fue San Juan Pablo II quien ‘aligeró’ el proceso, creando lo que algunos han llamado ‘la fábrica de santos’, y lo que hace que sólo haya, por ejemplo, dos papas santos -de altar- en setecientos años y ahora, de los cuatro papas muertos que participaron en el Concilio Vaticano II o en el inmediato posconcilio, tres ya han sido canonizados. O tenemos una suerte insólita los que vivimos esa época con nuestros Papas o lo que se está intentando es canonizar el propio concilio.

¿Cómo se aligeró el proceso? Los detalles puede consultarlos cualquiera, me centraré sólo en dos puntos que me parecen cruciales: la reducción a dos de los cuatro milagros exigidos por el proceso -antes, dos para la beatificación y otros dos para la canonización- y, sobre todo, la desaparición (en la práctica) del Promotor Fidei, más popularmente conocido como ‘abogado del Diablo’.

La misión de esta figura esencial era poner todas las objeciones posibles a la santidad de la persona. A cada acto que se achacara a una virtud del santo debía oponer, si era verosímil, una motivación más mundana. Debía investigar todas las sombras y zonas oscuras de la vida del ‘canonizable’. Y, por supuesto, debía cuestionar todos los milagros que se le achacaran.

El milagro, por cierto, tenía que reunir condiciones igualmente estrictas: debía de ser cierto, relativo a una enfermedad grave, instantáneo, duradero, obtenido exclusivamente por intercesión del aspirante a los altares y carecer de explicación científica alternativa.

Hay que admitir que en esto también se han rebajado bastante los criterios, admitiendo como ‘milagro’ una curación improbable pero en absoluto insólita en los anales de la medicina moderna.

Cualquier jurista ducho en causas judiciales sabe que lo que garantiza la fiabilidad de un juicio es que existan dos partes, cada una interesada en el resultado contrario al que conviene a la otra. Un juicio en el que sólo pueda intervenir el fiscal o en el que sea el abogado defensor el único que pueda exponer su caso degenerará con mayor probabilidad en una injusticia.

La respuesta, en este caso, podría ser que da igual que el proceso sea ahora menos cuidadoso, porque lo que hace infalible el acto es la asistencia del Espíritu Santo. Pero si se tratara sólo de eso, si sólo eso bastase, ¿para qué molestarse con el proceso? El Papa sólo tendría que leer el nombre y el Espíritu Santo haría el resto.

Pero sabemos que no es así, sabemos que existe desde hace muchos siglos un proceso que, aunque aligerado, sigue vigente. Luego es de razón que deba existir alguna relación entre la investigación que se lleva a cabo durante años y el acto por el que se proclama santo a un individuo y se permite su veneración por parte de la Iglesia universal.

Incluso en la proclamación solemne de dogmas hay un proceso, consultas, investigación. Y precisamente es la comparación con el magisterio dogmático, con el que supuestamente comparte carácter infalible, la que nos invita -una vez más- a dudar. Porque un dogma no es una opinión novedosa referida a una realidad temporal, sino proclamar como cierto e indudable una verdad atemporal que ha sido creída sin interrupción en el seno de la Iglesia.

La canonización, en cambio, no se refiere a ninguna verdad universal, sino que es el juicio sobre la vida de un hombre y su destino eterno. Tal destino se deduce de su vida, y esa vida se conoce de modo más o menos completo gracias a la minuciosa investigación de un proceso. 

Si el proceso falla, si el proceso es incompleto, si sus responsables han sido negligentes o fraudulentos, ¿queda igualmente comprometida la infalibilidad de la Iglesia al declararle santo?

Quizá la respuesta sea “sí”. Pero no nos parece en absoluto que sea ocioso, y mucho menos irreverente, plantear la pregunta.

Carlos Esteban

Nuevos «santos» sin veneración popular


Duración 2:55 minutos

New "Saints" Without Popular Veneration

Pope Francis canonized seven candidates on Sunday. Among them were Oscar Romero and Paul VI. The sanctity of both of them is strongly disputed. Only about 60,000 faithful were present in St Peter's Square. As a comparison: For the canonization of John Paul II, 500,000 pilgrims travelled to Rome. Gloria.tv sources in Rome said that for Paul VI almost no pilgrims showed up although he was an Italian, his canonisation was strongly supported by the Italian oligarch media, and his canonisation took place in Rome.

Benedict Did Not Show Up

The former Benedict XVI declined Pope Francis's invitation to attend yesterday's canonizations. The official reason: He is not as agile as he used to be. Benedict XVI already skipped Paul VI’s beatification in 2014. But in the same year, he was present at the canonization of John Paul II.

A Saint of Decline

The new alleged saint and left-wing activist, Monsignor Oscar Romero, was an El Salvador archbishop in the middle of an unprecedented decline of his Church which he did not prevent or which he perhaps even co-managed. Ninety-nine percent of the population of El Salvador was Catholic in 1950. With the radical liturgical changes after Second Vatican Council, an unprecedented apostasy to Protestant sects started. Now, the amount of Catholics is below 50% of the population.

Pain and Attacks – Was It His Own Fault?

Cardinal Robert Sarah welcomed the controversial canonization of Paul VI. Sarah called on Twitter to pray with confidence and joy to the alleged new saint whom he called a pontiff of pain who suffered many attacks and criticisms. As a pope, Paul VI led the Church into total turmoil which is still ongoing.

Now All Council Popes Are [Alleged] Saints

Bishop Bernard Fellay of the Priestly Society of Saint Pius X explained in an interview with Michael Davis why Paul VI was canonized. Quote: "They're canonizing Paul VI because they want to canonize the Council.»