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domingo, 18 de junio de 2017

Homilía del Papa Francisco la Víspera de Pentecostés para celebrar la "corriente de gracia" de la Renovación Carismática Católica (comentada por José Martí) Parte 2 de 3

PARTE PRIMERA; PARTE SEGUNDA; PARTE TERCERA

EL PAPA:

La venida del Espíritu Santo convierte a hombres encerrados por miedo, en ‎testigos valientes de Jesús. Pedro, que había negado a Jesús tres veces, lleno del poder del ‎Espíritu Santo, proclama: «Todo Israel esté cierto de que, al mismo Jesús, a quien vosotros crucificasteis, Dios lo ha constituido Señor y Mesías». (Hch 2,36). Y ésta es la ‎profesión de fe de todo cristiano. Dios ha constituido Señor y Cristo a aquel Jesús que vosotros habéis o que ha sido crucificado. ¿Estáis de acuerdo con esta profesión de fe? [responden: «¡Sí!»]. Es nuestra profesión, de todos, todos, la misma. (¿CREE USTED, DE VERDAD, ANTE DIOS, QUE ESO ES ASÍ?)La Palabra sigue diciendo: «Los creyentes vivían todos unidos y lo tenían todo en común; vendían posesiones y bienes y lo repartían entre todos, según la necesidad de cada uno». Vendían: ayudaban a los pobres. Había algunos astutos, pensemos en Ananías y Safira, siempre los hay, pero todos los creyentes, la mayoría, se ayudaban. «A diario acudían al templo todos unidos, celebraban la fracción del pan en las casas y comían juntos alabando a Dios con alegría y de todo corazón; eran bien vistos de todo el pueblo y día tras día el Señor iba agregando al grupo los que se iban salvando» (2, 44-47). La comunidad crecía, y el Espíritu inspiraba. Me gusta mucho recordar a Felipe, cuando el ángel le dice«Ve al camino de Gaza y encuentra a un prosélito, ministro de la economía de la reina de Etiopía, Candaces». Era un prosélito y leía a Isaías. Y Felipe le explicó la Palabra, proclamó a Jesús, y aquél se convirtió. Y a un cierto punto, dice: «Aquí hay agua: quiero ser bautizado». Fue el Espíritu el que empujó a Felipe a ir allí, y desde el comienzo ha sido el Espíritu el que ha empujado a todos los creyentes a proclamar al Señor. Hoy hemos elegido reunirnos aquí, en este lugar —lo ha dicho el pastor [ENTIÉNDASE PASTOR PROTESTANTE] Traettino—, porque aquí, durante las persecuciones, fueron martirizados algunos ‎cristianos, para entretenimiento de los que miraban. ‎ Hoy hay más mártires que ayer. Hoy hay más mártires, cristianosLos que matan a los cristianos, antes de matarlos no les preguntan: «¿Eres ortodoxo?, ¿eres católico?, ¿eres evangélico?, ¿eres luterano?, ¿eres calvinista?». No. «¿Eres cristiano?»  «Sí»: degollado, inmediatamente. 

COMENTARIO

Podría ocurrir que contestaran: ¡no, yo no soy cristiano: yo soy protestante o anglicano o calvinista! ... Y, tal vez, entonces, no serían degollados. No, no es tan simple. Y no es ahora momento para casuísticas. Lo cierto y seguro es que sólo Dios es el Único que conoce todos los detalles y el corazón de las personas, de cada persona. ¡Sólo Él sabe quién es mártir y quién no lo es!  Aunque eso sí: es conveniente y necesario tener en cuenta que es la causa la que hace al mártir. El que muere por el mero hecho de ser cristiano -o católico, que es lo mismo- muere "mártir". Al que muere, sin más, porque lo matan, sin ninguna causa, no se le puede considerar mártir. [Aquí no se dice para nada si se salva o no. Eso sólo Dios lo sabe].

EL PAPA:

Hoy hay más mártires que en los primeros tiempos. Y éste es el ecumenismo de la sangre: nos une el testimonio de nuestros mártires actuales. En diversos lugares del mundo la sangre cristiana es ‎derramada. Hoy es más urgente que nunca la unidad de los cristianos, unidos por el poder del Espíritu ‎Santo, en la oración y la ‎acción por los más débiles‎. Caminar juntos, trabajar juntos. Amarnos. Amarnos. Y juntos intentar explicar las diferencias, ponernos de acuerdo, pero caminando. Si nos quedamos quietos, sin caminar, nunca, nunca nos pondremos de acuerdo. Es así, porque el Espíritu nos quiere en camino. 50 años de la Renovación Carismática Católica. Corriente de gracia del Espíritu. Y, ¿por qué ‎corriente de gracia? Porque no tiene ni fundador, ni estatutos ni órganos de ‎gobierno. Claro que en esta corriente han nacido múltiples expresiones que, ciertamente, ‎son obra humana inspirada por el Espíritu, con carismas distintos y todas al ‎servicio de la Iglesia. Pero a la corriente no se le pueden poner diques, ni se puede encerrar al ‎Espíritu Santo en una jaula.

COMENTARIO

Nota: habría que recordarle al Santo Padre que esta corriente de gracia, que es el Espíritu Santo, tampoco está enjaulada en el grupo de los carismáticos. Es preciso tener esto muy en cuenta y no olvidarlo.

EL PAPA:

Han pasado 50 años. Cuando llegamos a esa edad las fuerzas comienzan a decaer. Es la mitad de la vida —en mi tierra decimos «el cinquentazo»—, ‎las arrugas se hacen más profundas a no ser que tú te maquilles, pero las rugas están, las canas se multiplican y también empezamos a ‎olvidarnos de algunas cosas ...‎ 50 años es un momento de la vida para detenerse y hacer una reflexión. Es el momento de la reflexión: la mitad de la vida. Y yo os diría: es el momento de ‎seguir adelante con más fuerza, dejando atrás el polvo del tiempo que hemos ‎dejado acumular, agradeciendo lo recibido y enfrentando lo nuevo con confianza en la ‎acción del Espíritu Santo. Pentecostés da nacimiento a la Iglesia. El Espíritu Santo, la promesa del ‎Padre anunciada por Jesucristo, es quien hace la Iglesia: la esposa del Apocalipsis, una sola ‎esposaLo ha dicho el pastor Traettino: el Señor tiene una esposa. ‎


COMENTARIO

Una sola esposa, que es la Iglesia Católica, a la que todos están llamados a formar parte de ella. Y esto es así, no porque lo diga Traettino, sino porque viene en las Sagradas Escrituras. El problema es que Traettino entiende la Iglesia de un modo que no tiene nada que ver con la verdadera y única Iglesia que es la Única que Él fundó y que es la Iglesia católica. Él no fundó muchas Iglesias, sino una sola. Y los católicos que pertenecemos a ella tenemos que estar sumamente agradecidos, porque es un puro don de Dios inmerecido por nuestra parte.

PASTOR PROTESTANTE GIOVANNI TRAETTINO

EL PAPA:

El don más precioso que todos hemos recibido es el Bautismo. Y ahora el Espíritu nos conduce por el camino de conversión que atraviesa todo el mundo cristiano y que es una razón ‎más para que la Renovación Carismática Católica sea un lugar privilegiado para ‎transitar el camino hacia la unidad. ‎ Esta corriente de gracia es para toda la Iglesia, no solo para algunos y ninguno de nosotros es el «patrón» y todos los demás, siervos. No. Todos somos siervos de esta corriente de gracia.

COMENTARIO

O sea: que la corriente de gracia no proviene de la Iglesia Católica, que tiene 2000 años de existencia y que se ha mantenido fiel a las palabras de su Fundador, sino que esa corriente es de la Renovación Carismática Católica, que cuenta sólo con 50 años: ¡válgame Dios, qué disparate! Tal como está expresado, desde luego, esa corriente de gracia es la corriente de los carismáticos, que no tiene nada que ver con la verdadera corriente de gracia, que es la que está asociada a la Iglesia Católica, y que es el Espíritu Santo. Usando la misma palabra se están diciendo cosas diferentes, lo que provoca confusión en los espíritus poco formados.

EL PAPA:

Junto con esta experiencia, recordáis continuamente a la Iglesia el poder de la ‎oración de alabanza. Alabanza que es la oración de reconocimiento y acción de gracias por ‎el amor gratuito de Dios. Puede que este modo de orar no guste a algunos, pero también es cierto que se inserta plenamente en la tradición bíblica. Los Salmos, por ‎ejemplo: David que bailaba delante del Arca de la Alianza, lleno de júbilo...‎ Y por favor, no caigamos en la actitud de cristianos con el «complejo de Micol», que se avergonzaba de cómo David alababa a Dios [danzando delante del Arca]. Júbilo, alegría, gozo, fruto de una misma acción del Espíritu Santo. El ‎cristiano o vive el gozo en su corazón o hay algo que no funciona. ‎ El gozo del anuncio de la Buena Nueva del Evangelio. Jesús en la Sinagoga de Nazaret lee el pasaje de Isaías. Leo: «Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista. Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor» (Lc 4,18-19; cf. Is 61,1-2). La buena noticia: no olvidéis esto. La buena noticia: el anuncio cristiano es siempre alegre. ‎

COMENTARIO

Bueno, esto es verdad … pero ¿a qué alegría nos estamos refiriendo? La única alegría que entiende un cristiano es la que procede de Jesucristo, quien dijo: "De nuevo os veré y se alegrará vuestro corazón y nadie os podrá quitar vuestra alegría"(Jn 16,22)]. Y esta alegría va unida a la conversión. El que está unido a Jesús vive esa alegría. Pero tal unión conlleva que nuestra vida se parezca a la suya, aunque eso conlleve cruz y sacrificio, tal y como Él nos lo anunció. De no ser así se trataría de una alegría mundana que no tiene absolutamente nada que ver con la alegría cristiana.

Continúa

Homilía del Papa Francisco la Víspera de Pentecostés para celebrar la "corriente de gracia" de la Renovación Carismática Católica (comentada por José Martí) Parte 1 de 3


NOTA INICIAL: LA ENTRADA DE ESTE BLOG TITULADA La intervención papal en la víspera de Pentecostés de los carismáticos fue excesivamente larga, razón por la cual pido disculpas. De manera que, dada la importancia que tiene este asunto de los carismáticos, según el Papa,  la he dividido, con algunos ligeros cambios, en tres entradas, colocando los links correspondientes en cada una para que sea más sencillo y rápido el paso de una a otra. 

FUENTE: WEB DEL VATICANO

VIGILIA DE PENTECOSTÉS

PALABRAS DEL SANTO PADRE FRANCISCO

(NOTA: Las palabras de Francisco, que pueden escucharse en el vídeo de unos 25 minutos, están escritas en letra cursiva y el tipo de letra es Times. Este tipo de color azul hace referencia a las citas evangélicas. El rojo oscuro a los puntos oscuros (posiblemente heterodoxos). El rojo claro a lo que pretendo destacar de un modo especial. Mis comentarios van en este tipo de letra)

24:49 minutos

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PARTE PRIMERA; PARTE SEGUNDA; PARTE TERCERA

Circo Máximo, Roma
Sábado 3 de junio de 2017

EL PAPA:

Queridos hermanos y hermanas: Gracias por el testimonio que hoy dan aquí. Nos hace bien a todos. Me hace bien a mí también.

En el primer capítulo del libro de los Hechos de los Apóstoles leemos: "Cuando estaba a la mesa con ellos, Jesús les ordenó que no se ausentaran de Jerusalén, sino que aguardaran la promesa del Padre: 'La que oísteis de mí, porque Juan bautizó con agua, pero vosotros, dentro de pocos días, seréis bautizados en el Espíritu Santo" (Hech 1, 4-5). "Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. Y sucedió que, de repente, sobrevino del cielo un ruido, como de viento huracanado, que invadió toda la casa en la que estaban.  Entonces se les aparecieron lenguas como de fuego que se distribuían y se posaban sobre cada uno de ellos. Y todos se llenaron del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu Santo les impulsaba a expresarse" (Hech 2, 1-4).

Éste es el pasaje del libro de los Hechos. Hoy estamos aquí hoy como en un Cenáculo a cielo abierto, porque no tenemos miedo. A cielo abierto y también con el corazón abierto a la promesa del Padre. Estamos reunidos aquí todos los creyentes, todos los que profesamos que "Jesús es el Señor". ¡Jesús es el Señor! Muchos han venido de distintas partes del mundo, y el Espíritu Santo nos ha reunido para establecer lazos de amistad fraterna que nos alienten en el camino hacia la unidad para la misión: no para estar detenidos sino para la misión, para proclamar que Jesús es el Señor - " Jesús es el Señor " - para anunciar a todos el amor del Padre por todos sus hijos! ¡Para anunciar la Buena Nueva a todos los pueblos! Para demostrar que la paz es posible. ¡No es tan fácil demostrar a este mundo de hoy que la paz es posible, pero en el nombre de Jesús podemos demostrar, con nuestro testimonio, que la paz es posible!

COMENTARIO

[Parece ser que La Paz a la que se refiere el Papa está relacionada con la unidad. Pero ... ¿a qué paz se refiere? ¿Y a qué tipo de unidad? 

EL PAPA:

Pero es posible si tenemos paz entre nosotros. Pero si acentuamos las diferencias y estamos en guerra entre nosotros, entonces no es posible, no podemos anunciar la paz. La paz es posible desde nuestra confesión de que Jesús es el Señor y desde nuestra evangelización en este camino. Es posible a pesar de que mostramos que tenemos diferencias. Esto es obvio: que tenemos diferencias. Pero deseamos ser una diversidad reconciliada. No se olviden de esta palabra y decirlo a todos: diversidad reconciliada. Y esta palabra no es mía, no es mía. Es de un hermano luterano: diversidad reconciliada.

COMENTARIO

¿Diversidad reconciliada? ¡esto es extraño! Lo de la diversidad es evidente. Pero ¿a qué tipo de reconciliación se quiere referir el papa ... O mejor ... su hermano luterano, ya que no son palabras suyas?

Sabemos todos muy bien que el Espíritu Santo es Uno. Es verdad que este Espíritu se manifiesta de diversas maneras (en Él unidad y diversidad se dan la mano) ... Pero con la particularidad de que, en todos los casos, es siempre el mismo y único Espíritu.  Es decir: estamos hablando del Espíritu de Jesucristo: Espíritu del Hijo que es también Espíritu del Padre, pues procede de ambos. Es el Amor recíproco y total que Padre e Hijo se profesan en el seno de la Santísima Trinidad, misterio éste del Dios Uno y Trino, que Cristo nos reveló y que es fundamental en el Cristianismo. "Hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo" (1 Cor 12, 4).

Y ciertamente, el Espíritu Santo, que nos es dado gratuitamente, obra en nosotros, si le dejamos actuar, para la edificación y unión verdadera de todos los miembros del Cuerpo Místico de Cristo, que es la Iglesia. "A cada uno se le da la manifestación del Espíritu para común utilidad" (1 Cor 12, 7). Dice san Pablo: "Un solo cuerpo [que es la Iglesia que Cristo fundó, Cuerpo Místico de Cristo, del cual participamos todos los católicos, a quienes, por el bautismo, se nos ha dado la gracia de ser realmente hijos de Dios, sin merecimiento alguno por nuestra parte] y un solo Espíritu, como una es la esperanza a la que habéis sido llamados, la de vuestra vocación. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo" (Ef 4, 4-5).
Y dice Jesús: "Cuando venga Aquél, el Espíritu de Verdad, Él os guiará hacia la Verdad completa, pues no hablará de Sí mismo, sino que hablará de lo que oiga y os anunciará lo que ha de venir. Él me glorificará porque recibirá de lo Mío y os lo dará a conocer. Todo lo que el Padre tiene es Mío. Por eso dije que recibirá de lo Mío y os lo anunciará" (Jn 16, 13-15)

Hablar del Espíritu Santo es algo muy serio. No se puede hablar de Él de cualquier manera. Y esto es así hasta el punto de que fue el mismo Jesús, nuestro Señor, que es pura misericordia, quien pronunció estas tremendas palabras, de difícil comprensión, pero ciertas: "Todo pecado y blasfemia se perdonará a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu Santo no será perdonada. Y al que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero al que hable contra el Espíritu Santo no se le perdonará ni en este mundo ni en el venidero" (Mt 12, 31-32). Y de modo análogo dice san Pablo: "No contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el que fuisteis sellados para el día de la Redención" (Ef 4, 19). 

Teniendo en cuenta que "ninguno puede poner otro fundamento fuera del que ya está puesto, que es Jesucristo (1 Cor 3, 11) resulta que, si no tenemos a Jesucristo, quien dijo de Sí mismo que es la Verdad, tampoco podemos tener su Espíritu, que es Espíritu de Verdad, un Espíritu que mora en nosotros si estamos en gracia: ¿No sabéis que sois templos de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? Si alguien destruye el templo de Dios, Dios le destruirá a él; pues el templo de Dios, que sois vosotros, es santo. (1 Cor 3, 16-17). Éste es el fundamento de la dignidad especial que tiene un cristiano, pues es -nada menos que- templo del Espíritu Santo [entendemos por cristiano a aquél que sigue a Cristo, en el seno de la iglesia que Él fundó, que es la Iglesia Católica. Sólo éste tiene -o puede tener- el Espíritu Santo, si está en gracia de Dios]. 

EL PAPA:

¡Y ahora estamos aquí y somos muchos! Nos hemos reunido para orar juntos, para pedir la venida del Espíritu Santo sobre cada uno de nosotros, para salir por las calles de la ciudad y al mundo para proclamar el señorío de Jesucristo. El libro de los Hechos afirma: "Entre nosotros hay partos, medos, elamitas, habitantes de Mesopotamia, Judea y Capadocia, el Ponto y el Asia, Frigia y Panfilia, Egipto y las regiones de Libia, fronteriza con Cirene; y los romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos, cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras propias lenguas las grandes maravillas de Dios"(2,9 a 11). Hablar en la misma lengua, escuchar, entender ... Hay diferencias, pero el Espíritu nos hace entender el mensaje de la Resurrección de Jesús, en nuestra propia lengua.

COMENTARIO

¡Atención! Decir que el Espíritu nos hace entender el mensaje de Jesús en nuestra propia lengua no significa que nos diga cosas diferentes o incluso contradictorias. Esto es muy importante. Por ejemplo:

- El Espíritu no nos puede decir que Jesucristo está real, sustancial y verdaderamente presente en la Eucaristía, con su cuerpo, sangre, alma y divinidad (lo que, como sabemos, es un dogma de fe para un católico) ... Y, ese mismo Espíritu, decirnos - al mismo tiempo- que la presencia de Cristo en la Eucaristía es un mero recuerdo (como dicen los protestantes). Hay una incompatibilidad absoluta. Por eso, una celebración conjunta entre católicos y protestantes es un imposible. Caso de darse, sería una farsa y una blasfemia.

- El Espíritu no nos puede decir [como, en realidad, dice ... pues lo que sigue es palabra de Dios; palabra, por lo tanto, del Espíritu Santo, a saber]:  "Todo el que repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio; y quien se casa con la repudiada de su marido, comete adulterio (Lc 16,18) y también: "No os engañéis: (...) Los adúlteros no poseerán el Reino de Dios" (1 Cor 6, 9-10). Y el mismo Espíritu decirnos -al mismo tiempo- y hablando del mismo tema: "Ya no es posible decir que todos los que se encuentran en alguna situación así llamada «irregular» [entiéndase por tal el adulterio] viven en una situación de pecado mortal, privados de la gracia santificante" [Amoris Laetitia, núm. 301]

Pues bien: Puestos a elegir entre lo que dijo Jesús, con toda claridad, y lo que se afirma en Amoris Laetitia, yo elijo lo que dijo Jesús. Lo que se afirma en Amoris Laetitia no proviene del Espíritu. Lo que se lee en Amoris Laetitia no sólo no lo dijo Jesús, sino que es contrario a lo que Jesús dijo. Es pura palabra humana y, lo peor de todo, contraria a la verdad. ¡De modo que la Amoris Laetitia no sólo no es Magisterio, como algunos cardenales, próximos al papa, pretenden ... sino que está abiertamente contra el Magisterio de la Iglesia de siempre y contra el mandamiento y las palabras de Jesucristo!

Se pueden poner infinidad de ejemplos. Pero en todos ellos queda muy claro -o debería de quedar- que el Espíritu Santo [el auténtico, el único, el verdadero], aun cuando se desenvuelva en el misterio, nunca actúa contra la razón humana, nunca es contradictorio. El principio de no-contradicción, según el cual una cosa no puede ser y no ser al mismo tiempo y en el mismo sentidovale también para Dios, pues lo sobrenatural nunca se opone a lo natural, sino que lo eleva y lo perfecciona.

EL PAPA:

Estamos reunidos aquí creyentes de 120 países del mundo, celebrando la ‎obra soberana del Espíritu Santo en la Iglesia (¿...?), que comenzó hace 50 años ‎y dio comienzo… ¿a una institución? No. ¿A una organización? No. A una corriente de gracia, a la corriente de gracia de la Renovación Carismática Católica. Obra ‎que nació… ¿católica? No. Nació ecuménica. Nació ecuménica porque el Espíritu Santo es el que crea la unidad, y es el mismo Espíritu Santo el que inspiró ‎que fuera así. ‎Es importante leer las obras del cardenal Suenens sobre esto: es muy importante.

COMENTARIO

Éste es el quid de la cuestión: según el papa, y como efectivamente así es, "la Renovación Carismática Católica" no nació católica ... sino ecuménica. O sea, que el Ecumenismo está por encima del Catolicismo. Recordemos que, según Francisco, Dios no es católico.  ¡¡¡el ecumenismo!!! ... Siempre - y machaconamente- estamos con el mismo tema, como si no hubiera nada más importante en la iglesia (pinchar aquí). Además, este “ecumenismo” es entendido como signo de unidad (¿qué tipo de unidad?). Y, para más INRI, resulta que, según Francisco, "es el mismo Espíritu Santo el que inspiró que fuera así". Ésas son sus palabras.

Las "sorpresas del Espíritu", a las que alude Francisco con tanta frecuencia, son realmente sorprendentes: son las sorpresas de Francisco, quien se ha convertido en el intérprete fiel y único del Espíritu Santo. Ciertamente Éste sopla donde quiere ... pero da la impresión -¡y es mucho más que una impresión!- de que dicho Espíritu habla sólo por boca de Francisco, un papa a quien el Denzinger-Bergoglio bautizó como "Francisco i, el insuperable". (insuperable por la cantidad de disparates que dice, claro está). En ese artículo podemos leer lo siguiente (nótese la ironía) : "Y si para algunos el Concilio Vaticano II representó “el año 0” de la Iglesia Católica, ahora para otros Francisco sería el papa número 1 de una nueva iglesia y sólo él, después de 265 papas, ha sido capaz de “abrir el corazón al Espíritu Santo y discernir cuál es la voluntad de Dios”.

Continúa

viernes, 16 de junio de 2017

El plan de reinterpretación de la Humanae Vitae (Roberto de Mattei)



Monseñor Gilfredo Marengo, profesor del Pontificio Instituto Juan Pablo II, será el coordinador de la comisión nombrada por el papa Francisco para «reinterpretar», a la luz de Amoris laetitia, la encíclica Humanae Vitae de Pablo VI, con motivo del cincuentenario de su promulgación, que se conmemorará el año entrante.

Las primeras indiscreciones sobre la existencia de esta comisión, aún secreta, reveladas por el vaticanista Marco Tosatti, procedían de buena fuente. Podemos confirmar que existe una comisión, integrada por monseñor Pierangelo Sequeri, presidente del Pontificio Instituto Juan Pablo II, el profesor Philippe Chenaux, catedrático de Historia de la Iglesia en la Pontificia Universidad Lateranense y monseñor Angelo Maffeis, presidente del Instituto Pablo VI de Brescia. El coordinador es monseñor Gilfredo Marengo, profesor de Antropología teológica del Pontificio Instituto Juan Pablo II y miembro del Comité Directivo de la revista CVII-Centro Vaticano II Studi e ricerche.

La comisión nombrada por el papa Francisco tiene por cometido recabar en los archivos vaticanos la documentación relativa a los trabajos preparatorios de la Humanae Vitae, que se llevaron a cabo a lo largo de tres años, durante el Concilio Vaticano II y después de éste. El primer grupo de estudio sobre el problema de la regulación de nacimientos lo organizó Juan XXIII en marzo de 1963, y Pablo VI lo amplió hasta alcanzar 75 miembros. En 1966 los “expertos” presentaron sus conclusiones al papa Montini, proponiéndole que abriera las puertas a la contracepción artificial. En abril de 1967, el documento reservado de la comisión –que habría de ser el punto de partida para la revisión de la encíclica– apareció simultáneamente en Francia en Le Monde, en Gran Bretaña en The Tablet y en los Estados Unidos en el National Catholic Reporter.

Pablo VI, sin embargo, tras dos años de vacilaciones, publicó el 25 de julio de 1968 la encíclica Humanae Vitae, en la que confirmó la postura tradicional de la Iglesia, que siempre ha prohibido la limitación artificial de nacimientos. Según el filósofo Romano Amerio, se trató del acto más importante de su pontificado.

Humanae Vitae fue objeto de unas protestas sin precedentes, no sólo por parte de teólogos y sacerdotes, sino también de algunas conferencias episcopales, empezando por la belga, cuyo cardenal primado era Leo Suenens, que había exclamado con vehemencia en el Concilio: «Acompañemos el progreso de la ciencia. Os lo ruego, hermanos: Evitemos un nuevo proceso a Galileo. La Iglesia ya tiene suficiente con uno». El cardenal Michele Pellegrino, arzobispo de Turín, calificó a la encíclica como «una de las tragedias de la historia pontificia».

En 1969, nueve obispos holandeses, entre ellos el cardenal Alfrink, votaron la llamada Declaración de independencia en la que invitaban a los fieles a rechazar las enseñanzas de la Humanae Vitae. En la misma ocasión, el Consejo Pastoral Holandés, con la abstención de los obispos, se declaró a favor del nuevo catecismo, rechazando las correcciones propuestas por Roma y pidiendo que la Iglesia se mantuviese abierta a «enfoques nuevos y radicales» en términos de moral, no citados en la moción final, sino que surgían de los trabajos del Consejo, como relaciones prematrimoniales, uniones homosexuales, aborto y eutanasia. «En 1968 –recuerda el cardenal Francis J. Stafford– sucedió algo terrible en la Iglesia. En medio del sacerdocio ministerial, entre amigos, se produjeron por todas partes fracturas que nunca se recompondrían, heridas que siguen aquejando a toda la Iglesia» (1968, l’anno de la prova, en L’Osservatore Romano, 25 de julio de 2008).

Pablo VI habló de la anticoncepción en Humanae Vitae de un modo que los teólogos consideran infalible y por tanto inmodificable, no porque el documento reúna en sí los requisitos de la infalibilidad, sino porque reafirma una doctrina propuesta desde siempre por el Magisterio perenne de la Iglesia. Los teólogos jesuitas Marcelino Zalba, John Ford y Gerald Kelly, los filósofos Arnaldo Xavier da Silveira y Germain Grisez y muchos otros autores explican que la doctrina de la Humanae Vitae debe considerarse infalible, no en virtud de su promulgación, sino porque confirma el magisterio ordinario universal de los pontífices y de los obispos del mundo.

Monseñor Gilfredo Marengo, a quien el papa Francisco ha encomendado releer la Humanae Vitae, pertenece por el contrario a la categoria de los obispos que están convencidos de que pueden conciliar lo irreconciliable. Desde septiembre de 2015, comentando en Vatican insider cómo se desarrollaba el Sínodo de la Familia, invitaba a «abandonar un concepto del patrimonio doctrinal de la Iglesia como un sistema cerrado, impermeable a las exigencias y provocaciones del momento en que vivimos, en el que la comunidad cristiana está llamada a dar razón de su fe, como anuncio y testimonio».

En un artículo más reciente de la misma publicación, con el significativo título de Humanae Vitae e Amoris laetitia: storie parallele (Vatican insider, 23 de marzo de 2017), monseñor Marengo se pregunta si «el polémico juego píldora sí, píldora no, al igual que el actual de comunión a los divorciados sí, comunión a los divorciados no, sea sino la apariencia de una molestia y un esfuerzo, mucho más decisiva en el tejido de la vida eclesial».

De hecho, «cada vez que la comunidad cristiana cae en el error de proponer modelos de vida derivados de ideales teológicos demasiado abstractos y artificiosamente construidos, concibe su acción pastoral como la aplicación esquemática de un paradigma doctrinal». «Un cierto modo de defender y acoger las enseñanzas de Pablo VI –añade– ha sido probablemente uno de los factores –y cita a este respecto el papa Francisco– por los que hemos presentado un ideal teológico del matrimonio demasiado abstracto, casi artificiosamente construido, lejano de la situación concreta y de las posibilidades efectivas de las familias tal como son. Esta idealización excesiva, sobre todo cuando no hemos hemos suscitado la confianza en la gracia, no ha hecho al matrimonio más deseable y atrayente, sino todo lo contrario» (Francisco).

Ahora bien, si la antítesis «píldora sí, píldora no», así como la actual «comunión a los divorciados sí, comunión a los divorciados no», è solo «un juego polémico», el mismo principio se podrá aplicar a todos los grandes temas de la fe y la moral: «aborto sí, aborto no», «resurrección sí, resurrección no», «pecado original sí, pecado original no», y así sucesivamente. La misma yuxtaposición entre verdad y error y entre bien y mal se convierte, en este punto, en «un juego polémico».

Hay que destacar que monseñor Marengo no propone leer Amoris laetitia en la línea de la hermenéutica de la continuidad. No niega la existencia de una contraposición entre ambos documentos: admite que Amoris laetitia autoriza lo que Humanae Vitae prohíbe. Pero sostiene que toda antítesis teológica y doctrinal vaqueda relativizada y superada en una síntesis que logra conciliar los contrarios.

La verdadera dicotomía es entre lo abstracto y lo concreto, entre verdad y vida. Para monseñor Marengo, lo que vale es sumergirse en la praxis pastoral sin someterse a «ideales teológicos demasiado abstractos y artificiosamente construidos». Será la praxis, no la doctrina, la que indique el camino a seguir. El comportamiento nace por tanto del comportamiento. Y ningún comportamiento puede supeditarse a valoraciones teológicas y morales. No hay modelos de vida; sólo existe el fluir de la vida, que todo lo acoge, todo lo justifica y todo lo santifica.

El principio de inmanencia, condenado por san Pío X en la encíclica Pascendi (1907), es vuelto a proponer de manera ejemplar. ¿Habrá algún pastor o teólogo que ante este programa de reinterpretación de la Humanae Vitae tenga el valor de decir la palabra herejía?

Roberto de Mattei

Las líneas guía sobre “Amoris laetitia” de los obispos polacos (Andrea Tornielli) y caso de los Obispos de Sicilia (Secretum Meum Mihi)



Serán publicadas en octubre las líneas guía para la aplicación de la exhortación apostólica «Amoris laetitia» de la Conferencia Episcopal de Polonia, que acaba de celebrar su 376ª reunión plenaria.

El tercer párrafo del comunicado final explica: «Los obispos han tomado acto del proyecto “líneas guía” sobre la pastoral del matrimonio y de la familia preparado por el Consejo para la Familia de la Conferencia Episcopal polaca. Siguiendo la invitación del Papa Francisco expresada en la exhortación “Amoris laetitia”, se afrontaron los aspectos del acompañamiento, del discernimiento y de la integración de las personas que viven en situaciones de pareja no sacramentales. Se afirmó que en los seminarios, cuando no suceda ya, es necesario introducir materias para preparar a los alumnos a emprender los ministerios para los cónyuges y las familias. También en la formación permanente de los sacerdotes tiene una gran importancia la preparación para llevar a cabo la pastoral de las parejas de cónyuges y de las familias, y para el ministerio del sacramento de la Reconciliación. Se subrayó al mismo tiempo la necesidad de involucrar a los católicos laicos en la pastoral para las parejas de cónyuges y a los padres».

En relación con el acompañamiento «de las personas que viven en situaciones de parejas no sacramentales, se identificó la necesidad de guiar a una verdadera conversión y a una reconciliación con su cónyuge e hijos de esa unión. Sobre la cuestión de los santos sacramentos para las personas que viven en situaciones de parejas no sacramentales los obispos recuerdan las enseñanzas de San Juan Pablo II, cuyo sucesor es ahora el Papa Francisco. Después de la discusión, comenzó la redacción final del proyecto “Líneas guía”. Al mismo tiempo los obispos invitan a rezar por los cónyuges y las familias».

Lo que se comprende al leer el comunicado es que los obispos tomaron en serio el contenido de «Amoris laetitia» y pretenden poner en marcha procesos para ayudar y acompañar a las familias. Como se ve, el texto de la nota no se expresa explícitamente sobre la cuestión de la admisión a los sacramentos (para ello habrá que esperar la publicación de las líneas guía), pero la referencia al magisterio de Juan Pablo II da a entender bastante claramente que prevaleció, en relación con este punto, la interpretación menos abierta, [pero la correcta] que no tiene presente las aperturas contenidas en el documento sobre la posibilidad de una culpa disminuida debido a condiciones que limitan la responsabilidad de la persona. 


En el sentido de conceder la comunión, en algunos casos y solamente después de un proceso de discernimiento, así como se indica en una de las notas de la exhortación, se habían expresado los obispos argentinos, a los que llegó después una carta de apoyo del Pontífice. En esta misma dirección, moderadamente aperturista, se pronunciaron otros episcopados, y también es la postura que expresó durante la presentación del documento el cardenal Christoph Shönborn, a quien el mismo Francisco indicó como el mejor intérprete. No hay que olvidar el pequeño ensayo del cardenal Francesco Coccopalmerio, Presidente del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, también aperturista y divulgado en las columnas de «L’Osservatore Romano».

La posición que surge al leer el comunicado de los obispos polacos no es una sorpresa, si se recuerdan los comentarios y las entrevistas que concedieron algunos de los miembros de ese mismo episcopado durante los dos Sínodos dedicados a la familia, claramente en contra de cualquier cambio en la disciplina sacramental como fue fijada por el Papa Wojtyla. Se procede, pues, interpretando «Amoris laetitia» a la luz de la «Familiaris consortio» (que innovó, puesto que nunca antes de entonces se había dicho que una pareja de divorciados en segunda unión podía acceder a la comunión, con la condición de vivir como hermano y hermana, aunque siguiera conviviendo como una familia y ocupándose de los hijos). 


Andrea Tornielli 

Sin embargo, los obispos de Sicilia optan por la ruptura, como si hubiera dos Iglesias diferentes en el seno de una misma Iglesia, lo que es un absurdo que no puede acabar bien.