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lunes, 2 de mayo de 2016

”Amoris Laetitia”: Aclaración para evitar una confusión general (Mons. Schneider) (1 de 3)

El documento que se publica a continuación, acerca de la Exhortación Apostólica post-sinodal del papa Francisco "Amoris Laetitia", se debe a S.E. monseñor Athanasius Schneider, Obispo Auxiliar de la Archidiócesis de María Santísima de Astana, en Kazajistán.

Curiosamente, el santoral de hoy celebra a San Atanasio, un gran santo que envió el Señor en una de las épocas más difíciles por las que atravesó la Iglesia, liberándola así, a través de él, de la herejía del arrianismo.


La información está tomada de Adelante la Fe (el original en italiano es del 24 de abril). Divido el documento en tres entradas, debido a su extensión, para facilitar la lectura.


Monseñor Athanasius Schneider


LA PARADOJA DE LAS INTERPRETACIONES CONTRADICTORIAS DE ”AMORIS LAETITIA”

La exhortación apostólica ”Amoris Laetitia” (AL) publicada recientemente, contiene una gran riqueza espiritual y pastoral para la vida en el matrimonio y en la familia cristiana de nuestra época pero, por desgracia, en poco tiempo ha provocado interpretaciones contradictorias incluso en el ambiente del Episcopado.
Hay obispos y sacerdotes que han declarado pública y abiertamente que AL ha proporcionado una apertura evidente a la comunión para los divorciados vueltos a casar, sin preguntarse si viven en una continencia. Este aspecto de la práctica sacramental que, según ellos, ha cambiado ahora significativamente, sería de un carácter verdaderamente revolucionario. 

Interpretando AL, en referencia a las uniones irregulares, un presidente de una Conferencia Episcopal ha declarado en un texto publicado en el sitio web de la misma Conferencia: "Se trata de una medida de misericordia, de una apertura del corazón, razón y espíritu, para la cual no es necesaria ninguna ley, ni tampoco necesita esperar ninguna directiva o indicación. Se puede y se debe ponerla en práctica inmediatamente".
Tal aviso ha sido confirmado anteriormente en las recientes declaraciones del padre Antonio Spadaro S.J. que, después del Sínodo de Obispos de 2015, había escrito que el Sínodo había puesto "fundamentos" para el acceso a la comunión de los divorciados vueltos a casar, "abriendo una puerta", todavía cerrada en el Sínodo precedente de 2014. Ahora, dice el padre Spadaro en su comentario sobre AL, su predicción ha sido confirmada. Se dice que el mismo padre Spadaro habría sido parte del grupo de redacción de AL.
El camino para la interpretación abusiva parece haber sido indicado por el cardenal Christoph Schönborn [aquel a quien se refirió Francisco cuando le preguntaron sobre el significado de la AL] el cual, durante la presentación oficial de AL en Roma, había dicho a propósito de las uniones irregulares: "La gran alegría que me da este documento reside en el hecho de que eso supera, en un modo coherente, la división ideada que distingue entre ‘regular’ e ‘irregular’". Tal afirmación sugería la idea de que no hay ninguna diferencia clara entre un matrimonio válido y sacramental y una unión irregular, entre pecado venial y pecado mortal.
Por otra parte, hay obispos que han afirmado que AL debe ser leída a la luz del Magisterio Perenne de la Iglesia y que AL no autoriza la comunión a los divorciados vueltos a casar, ni en casos excepcionalesEn principio, tal afirmación es correcta y deseable. De hecho, todo texto del Magisterio debe ser, en regla general, coherente en su contenido con el Magisterio precedente, sin ninguna ruptura.
No es ningún secreto que en diversos lugares las personas divorciadas y vueltas a casar son admitidas a la santa comunión, sin que vivan en continencia. Algunas afirmaciones de AL pueden ser realmente usadas para legitimar un abuso ya practicado desde hace cierto tiempo en varios lugares de la vida  de la Iglesia.
ALGUNAS AFIRMACIONES DE AL SON OBJETO DE INTERPRETACIONES EQUÍVOCAS

El santo padre Francisco nos ha invitado a todos a ofrecer nuestra propia contribución con la reflexión y con el diálogo sobre las delicadas cuestiones concernientes al matrimonio y la familia: "La reflexión de los pastores y teólogos, si es fiel a la Iglesia, honesta, realista y creativa, nos ayudará a encontrar mayor claridad” (AL, 2).
Analizando con honesta intelectualidad algunas afirmaciones de AL, vistas en su contexto, consta una dificultad para interpretarla según la doctrina tradicional de la Iglesia. Este hecho se explica por la ausencia de afirmaciones concretas y explícitas de la Doctrina y de la Práctica constante de la Iglesia, basada en la Palabra de Dios y reiterada por el papa Juan Pablo II que dice: 

"La Iglesia, no obstante, fundándose en la Sagrada Escritura, reafirma su praxis de no admitir a la comunión eucarística a los divorciados que se casan otra vez. Son ellos los que no pueden ser admitidos, dado que su estado y situación de vida contradicen objetivamente la unión de amor entre Cristo y la Iglesia, significada y actualizada en la Eucaristía. Hay además otro motivo pastoral: si se admitiera a estas personas a la Eucaristía, los fieles serían inducidos a error y confusión acerca de la Doctrina de la Iglesia sobre la indisolubilidad del matrimonio. La reconciliación en el sacramento de la penitencia —que les abriría el camino al sacramento eucarístico— puede darse únicamente a los que, arrepentidos de haber violado el signo de la Alianza y de la fidelidad a Cristo, están sinceramente dispuestos a una forma de vida que no contradiga la indisolubilidad del matrimonio. Esto lleva consigo concretamente que cuando el hombre y la mujer, por motivos serios, —como, por ejemplo, la educación de los hijos— no pueden cumplir la obligación de la separación, «asumen el compromiso de vivir en plena continencia, o sea, de abstenerse de los actos propios de los esposos»” (Familiaris Consortio, 84)
El papa Francisco no ha establecido "una nueva normativa general de tipo canónico, aplicable a todos los casos" (AL, nº 300). Pero en la nota 336, declara: "Tampoco en lo referente a la disciplina sacramental, puesto que el discernimiento puede reconocer que en una situación particular no hay culpa grave". Refiriéndose evidentemente a los divorciados vueltos a casar el Papa afirma en AL, en el número 305: "A causa de los condicionamientos o factores atenuantes, es posible que, en medio de una situación objetiva de pecado —que no sea subjetivamente culpable o que no lo sea de modo pleno— se pueda vivir en gracia de Dios, se pueda amar, y también se pueda crecer en la vida de la gracia y la caridad, recibiendo para ello la ayuda de la Iglesia”. En la nota 351 el Papa aclara la propia afirmación diciendo que: "En ciertos casos, podría ser también la ayuda de los sacramentos".
En el mismo capítulo VIII de AL, en el punto 298, el Papa habla de "los divorciados en nueva unión (…) con nuevos hijos, con probada fidelidad, entrega generosa, compromiso cristiano, conocimiento de la irregularidad de su situación y gran dificultad para volver atrás sin sentir en conciencia que se cae en nuevas culpas. La Iglesia reconoce situaciones en las que «cuando el hombre y la mujer, por motivos serios, —como, por ejemplo, la educación de los hijos— no pueden cumplir la obligación de la separación». En la nota 329 el Papa cita el documento Gaudium et Spes en un modo que, por desgracia, no es el correcto, porque el Concilio, en este caso, se refería al matrimonio cristiano válidoLa aplicación de esta afirmación puede causar a los divorciados la impresión  de que el matrimonio válido venga asimilado, no en teoría, pero sí en la práctica, a una unión de divorciados.
LA ADMISIÓN DE LOS DIVORCIADOS VUELTOS A CASAR A LA SANTA COMUNIÓN Y SUS CONSECUENCIAS 

AL está, sobre todo, falta de citaciones verbales de los principios de la Doctrina moral de la Iglesia en la forma en la cual son enunciados el número 84 de la Exhortación Apostólica Familiaris Consortio y en la encíclica Veritatis Splendor del papa Juan Pablo II, en particular sobre los siguientes temas de una gran importancia: "La opción fundamental" (Veritatis Splendor n. 67-68), "pecado mortal y pecado venial" (ibid., n. 69-70), "proporcionalismo, consecuencialismo" (ibid., n. 75), "el matrimonio y las normas morales universales e inmutables” (ibid., n. 91ss). Una referencia verbal de Familiaris Consorcio n. 84 y determinadas reivindicaciones sobresalientes de Veritatis Splendor hacen a AL inatacable de parte de interpretaciones heterodoxas.  Pero las alusiones genéricas sobre los principios morales y la Doctrina de la Iglesia son ciertamente insuficientes en una materia de controversia que es de delicada y de capital importancia.
Algunos representantes del clero y también del episcopado han afirmado ya que, según el espíritu del capítulo VIII de AL, no se excluye que, en algunos casos excepcionales, los divorciados vueltos a casar puedan ser admitidos a la santa comunión sin que estén obligados a vivir en una perfecta continencia.
Admitiendo una parecida interpretación de la carta y del espíritu de AL, se debería aceptar, con honestidad intelectual y en base al principio de no-contradicción, la siguiente conclusión lógica:
El sexto mandamiento divino que prohíbe todo acto sexual fuera del matrimonio válido, ya no sería universalmente válido si se permitieran excepciones. En nuestro caso: los divorciados podrían practicar el acto sexual y también se les anima a perseverar en la "fidelidad" mutua, cfr. AL. 298. Podría por lo tanto darse una "fidelidad", en un estilo de vida directamente contrario a la voluntad expresa de Dios. Fomentar y legitimar actos que son en sí contrarios a la voluntad de Dios contradice la Revelación divina.
La palabra divina de Cristo: "Que el hombre no separe los que Dios ha unido" (Mt 19, 6) no sería válida siempre y para todos los cónyuges, sin excepción. Sería posible, en un caso particular, recibir el sacramento de la penitencia y la santa comunión con la intención de continuar violando directamente los mandamientos divinos: "No cometerás adulterio" (Éxodo 20, 14) y "Que el hombre no separe lo que Dios ha unido" (Mt 19,6; Gen 2, 24).
La observancia de este mandamiento y de la Palabra de Dios se haría en estos casos solo en teoría y no en la práctica, induciendo así a que los divorciados vueltos a casar ”se engañasen a sí mismos” (Santiago 1, 22). Se podría tener perfectamente la fe en el carácter divino del sexto mandamiento y de la indisolubilidad del matrimonio pero sin las acciones correspondientes.
La palabra divina de Cristo: «El que se separa de su esposa y se casa con otra mujer, comete adulterio contra su esposa; y si la esposa abandona a su marido para casarse con otro hombre, también ésta comete adulterio» (Mc 10, 12) no tendría ya validez universal pues admitiría excepciones.
La violación permanente, consciente y libre del sexto mandamiento de Dios y de la sacralidad e indisolubilidad del propio matrimonio válido (en el caso de los divorciados vueltos a casar) no sería más un pecado grave, pero sí que sería una oposición directa a la voluntad de Dios.
Puede haber casos de violación grave, permanente, consciente y libre de los otros mandamientos de Dios (por ejemplo en el caso de un estilo de vida de corrupción financiera), en los cuales podría ser concedido a una determinada persona, a causa de una circunstancia atenuante, el acceso a los sacramentos sin exigir una sincera resolución de evitar, en adelante, los actos de pecado o de escándalo.
La perenne e infalible enseñanza de la Iglesia no sería ya universalmente válida, especialmente la enseñanza confirmada por el papa Juan Pablo II en Familiaris Consortio, n. 84, y el papa Benedicto XVI en Sacramentum Caritatis, n. 29, según el cual la condición de los divorciados para recibir los sacramentos sería la continencia perfecta. La observancia del sexto mandamiento de Dios y de la indisolubilidad del matrimonio sería un ideal no realizable por parte de todos, sino que sólo lo sería por una élite.
Las palabras intransigentes de Cristo que advierten a los hombres a guardar los mandamientos de Dios siempre y en toda circunstancia, incluso aceptando el sufrimiento considerable para este propósito, o aceptando la cruz, no serían ya válidas en su verdad: ”si tu mano derecha te lleva al pecado, córtala y aléjala de ti; porque es mejor que pierdas una parte de tu cuerpo y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno” (Mt 5, 30).
Admitir las parejas en "unión irregular" a la santa comunión, permitiéndoles practicar los actos reservados a los cónyuges del matrimonio válido, equivaldría a la usurpación de un poder, pero que no es competente a ninguna autoridad humana, porque se trataría de una reclamación para corregir la misma palabra de Dios.
(Continúa)

¿Cómo recibir a Jesucristo realmente presente en cada hostia? Entrevista a Mons. Athanasius Schneider


Sobre Monseñor Schneider

Anton Schneider nació en Tokmok, (Kirghiz, Antigua Unión Soviética). En 1973, poco después de recibir su primera comunión de la mano del Beato Oleksa Zaryckyj, presbítero y mártir, marchó con su familia a Alemania. 

Cuando se unió a los Canónigos Regulares de la Santa Cruz de Coimbra, una orden religiosa católica, adoptó el nombre de Athanasius (Atanasio). Fue ordenado sacerdote el 25 de marzo de 1990. A partir de 1999, enseñó Patrología en el seminario María, Madre de la Iglesia en Karaganda.

El 2 de junio de 2006 fue consagrado obispo en el Altar de la Cátedra de San Pedro en el Vaticano por el Cardenal Angelo Sodano. En 2011 fue destinado como obispo auxiliar de la Archidiócesis de María Santísima en Astana (Kazajistán), que cuenta con cerca de cien mil católicos de una población total de cuatro millones de habitantes. 

Mons. Athanasius Schneider es el actual Secretario General de la Conferencia Episcopal de Kazajistán.

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Esta entrevista a Monseñor Schneider tuvo lugar el 25 de enero de 2016. Coloco aquí el vídeo, que se escucha y está subtitulado en francés. Debajo del vídeo se encuentra la traducción al español por el equipo de Adelante la Fe, así como un resumen de dicha entrevista.
14:27 minutos

Rep: Buenos días, Monseñor.
Mons. Schneider: Buenos días.
Rep: Gracias por recibirnos con motivo de esta gran peregrinación para responder a nuestras preguntas. Vamos a hablar hoy de la comunión en la mano. Para comenzar, ¿por qué considera usted, la manera en que se recibe la comunión, como muy importante?
Mons Schneider: Hoy, a menudo parece que la manera de distribuir la comunión se considera como algo secundario, pero, en su defecto no es [algo] secundario esta manera porque, si no tenemos la fe puesta en la realidad de la Santa Comunión, que es la presencia real, substancial, de nuestro Salvador Jesucristo, con el Cuerpo, la Sangre, y toda la divinidad de esta pequeña hostia, debemos tener la preocupación de tratar esta presencia real de una manera… la más sacra, la más respetuosa; es en consecuencia lógica de nuestra fe; entonces Dios se ha encarnado; la Eucaristía, es la expresión más grande de la encarnación de Dios, nuestro Dios está con nosotros…
Rep: Está realmente presente…
Mons. Schneider: Realmente presente, así que debemos tomarnos muy en serio, pero muy en serio, la presencia de nuestro Dios encarnado en el misterio eucarístico. Debo tratar a nuestro Dios encarnado de una manera que sea digna de la divinidad de Dios.
Rep: Usted ha escrito un libro, que lleva el nombre de Corpus Christi, en este libro usted expone principalmente 4 razones a favor del retorno de la comunión en los labios, ¿podría decirnos algo más?
Mons. Schneider: La primera razón, como ya lo he dicho, es una exigencia de nuestra Fe Católica, la fe integral de este misterio, es para nosotros una exigencia de tratar esta presencia real en congruencia con nuestra Fe Católica, la manera de tratar a Nuestro Señor, a la Santa Comunión, tiene una influencia muy fuerte en mi fe. Entonces, si yo trato a la Santa Hostia como una galleta, como un dulce, entonces, con el tiempo, mi fe cambia, y mi psicología (manera de pensar) también cambia junto con mi fe, es una ley psicológica.
Es por esta razón que debemos tener una manera exterior muy respetuosa, muy sacra, que es diferente, claramente diferente, de la manera de tomar los alimentos comunes.
La otra razón es que durante la distribución de la comunión de esta manera en la mano, directamente de la mano, hay una pérdida muy grande de partículas eucarísticas, se caen hasta el suelo, son aplastadas bajo los pies, yo considero a este aspecto, como el aspecto más grave y es sobre este aspecto que no tomamos en serio a nuestro Dios que está aquí presente.
Y luego el otro aspecto, es el robo de hostias consagradas, existe hoy en día en esta manera que es casi un negocio de robo de hostias sagradas, y esta manera de recibirla en la mano facilita este robo de hostias sagradas, todos los demás protegen bien sus tesoros, su casa, su dinero y todo; pero Nuestro Señor tiene más valor que los tesoros más grandes de esta vida, debemos proteger al máximo este momento de la Santa Comunión; que Nuestro Señor no esté en la Hostia sagrada que ha sido robada y después desacralizada, para sacrilegios, actos satánicos, etc.
Rep: Algunas personas hoy, explican como justificación de la comunión en la mano, diciendo que la comunión en la mano existía en los primeros tiempos de la Iglesia…
Mons. Schneider: En la Iglesia antigua, en los primeros siglos, la Santa Comunión era recibida sobre la mano pero de una manera diferente. No estaba permitido tocar con los dedos la Santa Comunión. Estaba solamente sobre la palma de la mano derecha, y después el fiel debía hacer una inclinación profunda y tomar directamente con la boca la santa comunión, y enseguida purificar la palma con la lengua para evitar la pérdida de partículas eucarísticas; ese era el rito en los primeros siglos. Así que no se tenía este gesto como con los alimentos ordinarios, que tomo con mis dos dedos, como un dulce, o una galleta, y que yo mismo me lo meto en mi boca. Este gesto no es apropiado para tomar los alimentos ordinarios. Nadie come (inclinándose) de esta manera; [se trata de] es un gesto muy reverente, muy respetuoso, e incluso también si la palma de la mano estuviera purificada, antes de tomarla, si la mano estuviera lavada, purificada, no podríamos tomar a Nuestro Señor con manos sin lavar; y luego, las damas, que hubieran recibido la Santa Comunión, no directamente sobre la mano, sino que tenían una especie de lienzo o paño blanco, que se llamaba domenicale, un corporal, y así de esta manera, las damas habían recibido con una inclinación, con la boca, la Santa Comunión; y después el lienzo o paño, era purificado para evitar la pérdida de partículas.
Y en otro aspecto, que en estos primeros siglos, los fieles recibieron la Santa Comunión en raras ocasiones, y cuando yo hago un rito de forma muy ocasional, psicológicamente lo hago con más reverencia, con respeto, ¿no?  Pero todos los días, todo el mundo recibe la comunión, o cada domingo, eso es bueno, pero a menudo sin la preparación necesaria, espiritual y luego tampoco psicológica, exterior, y esta manera de la comunión en la mano facilita esta negligencia.
Después la Iglesia comenzó a dar la Santa Comunión directamente en la boca, porque había reconocido que esta manera es la más segura para evitar la pérdida de partículas. Entonces, la comunión en la boca directamente, que había comenzado en todas las iglesias alrededor de los siglos VI o VII, tal vez, fue una transición muy natural, una exigencia de la fe, yo diría, un fluir de la fe y, algunos siglos después, en la edad media, la Iglesia había animado a recibir la santa comunión incluso de rodillas, así que podemos observar que se trataba de una evolución muy orgánica guiada por el Espíritu Santo. Entonces, cuando la comunión en la mano fue introducida hace 40 años, aproximadamente, no se tuvo, como antes, un periodo de varios siglos de crecimiento de la fe, de la piedad, del respeto, al contrario, en cambio ahora podemos observar las consecuencias de la comunión en la mano que ya he mencionado, esta disminución del respeto exterior, la pérdida al mismo tiempo de la fe católica integral en la presencia real, y también en la transubstanciación, porque el dogma de la transubstanciación, dice que no hay más pan, solamente la especie exterior, pero la realidad es que la substancia, es el cuerpo de Cristo, el cuerpo y la sangre de Cristo. Entonces se ha dado un milagro, la Transubstanciación.
Esta manera moderna, que jamás ha existido en la historia de la iglesia, como ya lo he dicho, de tomarla de la mano izquierda, y tomarla con los propios dedos, y metérsela en la boca uno mismo, es una especie de autocomunión que jamás ha existido, esta moda fue inventada y practicada por las comunidades calvinistas, y esta moda que se ha introducido, declarando que esta manera es de la iglesia antigua, lo cual no es correcto, es definitivamente un error.
Rep: Se explica el por qué, usted iba justamente a decir que, este cambio en la manera de recibir la comunión, está en el origen de la crisis de la iglesia.
Mons. Schneider: ¡Exactamente! Ya que la Santa Eucaristía es el corazón de la Iglesia, y la Iglesia es edificada continuamente a partir de la Eucaristía, la situación de la santidad espiritual de la Iglesia hoy en día es muy grave, es muy débil, a causa de que el corazón de la Iglesia, que es la Eucaristía, es tratado de una manera horrible, indigna. Y estoy convencido de que a menos que regresemos a venerar, a respetar a Nuestro Señor  de una manera más sacra, [esto] sería un proceso, un movimiento de verdadera renovación de la iglesia, y debemos rezar por esta intención, que el Espíritu Santo ilumine al Papa para que nos dé una medida, un decreto muy claro, para proteger a Nuestro Señor. Debemos tener fe, un espíritu sobrenatural, la paciencia de orar, y de hacer todo lo que podamos, todo lo que para nosotros sea posible, para esta renovación de la iglesia.
Si nosotros nos tomamos en serio a Nuestro Señor encarnado, a Nuestro Señor en la Eucaristía, entonces se dará la verdadera renovación, el verdadero Pentecostés, un pentecostés de la Iglesia hoy, con nuevos frutos del Espíritu Santo.
Rep: Muchas gracias, Monseñor, muchas gracias por esta entrevista.

 NOTAS DESTACADAS A LO LARGO DEL VIDEO.
  1. La manera de distribuir la comunión no es algo secundario.
  2. Tener fe en la Santa Comunión, que es la presencia real y sustancial de nuestro Salvador Jesucristo, y en toda la divinidad de esta pequeña hostia.
  3. 1ª. Razón: es una exigencia de nuestra fe católica: tratar a Nuestro Señor, Su presencia real, en congruencia con nuestra fe católica.
  4. 2ª. Razón: debemos de mostrar un comportamiento muy respetuoso, muy sacro, claramente diferente de aquel que se tiene para tomar los alimentos ordinarios.
  5. 3ª Razón: con la comunión en la mano, hay una pérdida de partículas eucarísticas.
  6. 4ª Razón: tomar la comunión en la mano facilita el robo de hostias consagradas para cometer actos de blasfemia, actos satánicos.
  7. En la Iglesia antigua, no estaba permitido tocar con los dedos la Santa Comunión.
  8. El fiel debía hacer una inclinación profunda y tomar directamente con la boca la Santa Comunión.
  9. En los primeros siglos, los fieles recibían la comunión una o dos veces por año.
  10. Actualmente, todo el mundo recibe la comunión cada domingo, es bueno, pero a menudo sin la preparación necesaria, espiritual y psicológica.
  11. La Iglesia antigua comenzó a dar la comunión directamente en la boca en los siglos VI o VII.
  12. En la Edad Media, la Iglesia animó a recibir la Santa Comunión de rodillas.
  13. La comunión en la mano se introdujo hace 40 años.
  14. Ahora podemos observar las consecuencias:
Disminución del respeto exterior,
Pérdida al mismo tiempo de la fe integral católica, en la presencia real y también en la transubstanciación.
  1. La Santa Eucaristía es el corazón de la Iglesia. Y ésta es tratada de una manera terriblemente indigna.
  2. Solamente cuando comencemos a respetar a Nuestro Señor de la manera más sacra, entonces se dará un movimiento de verdadera renovación de la Iglesia.

sábado, 30 de abril de 2016

El fraude de Francisco sobre la Iglesia rica y la “Exhortación” (John Vennari)



Publicado el 9 de abril de este año, hoy, día 30, sale un artículo de John Vennari, editor de Catholic Family News, traducido al español, en la página web de Adelante la Fe, con motivo también de la famosa Exhortación AL

Duración 7:31 minutos


Hola, soy John Vennari para Noticias de la Familia Católica, NFC, Medio de Comunicación. Éste es un vídeo espontáneo que estoy haciendo sobre la nueva Exhortación de Francisco, sobre la alegría del amor. Hay mucho que decir. 
Hay un punto que quiero hacer notar, sobre el que nadie ha llamado aún la atención. Y es el hecho de que la totalidad de esta exhortación apostólica viene después de dos años de sínodo. Esto es necesariamente un producto de una Iglesia rica, con hombres de la Iglesia gastando el dinero como si el mañana no fuera a existir. Digo esto porque cuando lees al Cardenal Kasper y lees al Papa Francisco y a otros, siempre están hablando sobre “una Iglesia pobre para los pobres”. Tenemos que tener una Iglesia pobre para los pobres. 
Pero este proceso sinodal, en su totalidad, es cualquier cosa menos una “Iglesia pobre para los pobres”. Sólo imaginen cuánto les costaría a ustedes si quisieran sostener dos sínodos internacionales con cientos de obispos. Tienen que traerlos por avión, así que esos son más de doscientos pasajes aéreos. Tienen que alimentarlos durante tres semanas. Tienen que alojarlos durante tres semanas.
Esto es sólo el primer sínodo. Luego está el segundo sínodo. Así es que están duplicando el precio de ése. Estamos hablando…. de millones de dólares aquí, y ni siquiera estoy hablando sobre el enorme aparato burocrático que tiene que producir el tonelaje de papel de estos sínodos. Tienen los documentos de trabajo anteriores al sínodo. Tienen todos los envíos por correo, supuestamente para recoger el sentir de lo que la gente está sintiendo y de lo que están pensando, incorporándolo todo. Así es que Humphrey de “Sí, señor Primer Ministro” llamaría a todo este desperdicio “meses de fructífero trabajo”.
Y esto es exactamente lo que es, pero es un desperdicio de dinero. Para producir esto…este documento que es… ¿saben cuántos árboles tuvieron que morir …para producir el papel que todas las personas van a estar imprimiendo? Realmente quiero enviarle al Vaticano una cuenta aquí [nota del traductor: muestra aquí en el video lo que ha imprimido] por el tóner de la impresora.
Pero el punto que quiero es … Antes, un papa simplemente escribía una encíclica bajo su propia autoridad. Es decir, era realmente mucho más eficiente en cuanto a costos … simplemente que el Papa supiera lo que estaba haciendo, que conociera su teología, que fuera un verdadero pastor y simplemente que enseñara. Las encíclicas son, en realidad, mucho más baratas que todo esto.
El punto es que no estamos hablando de una Iglesia pobre para los pobres. Estamos hablando de un fraude gigantesco. Dicen que quieren encargarse de los pobres, pero este proceso sinodal completo es diabólicamente caro. Millones y millones de dólares; pero tienen que entender que el punto real aquí, el aspecto más importante de todo esto, no es tanto la verdad;  no es tanto la enseñanza y el proteger a los fieles. El aspecto más importante es la preservación y el avance del proceso sinodal, el proceso sinodal que causa el escándalo público.
Si se acuerdan, en el 2014, de las cosas que se dijeron en este sínodo, en la pro-homosexual “relatio intermedia” que fue enviada a la prensa ... ese daño nunca ha sido reparado. ¿Por qué se permite? Porque el diálogo sinodal exige que se discuta sobre todos estos puntos, como dice el Cardenal Baldisseri: "No hay … no hay tabúes, nada está fuera de la discusión, fuera de la mesa".
Así es que el proceso sinodal que le causa tanto escándalo a los fieles es, en última instancia, más importante que el enseñar la verdad. Y vemos que en el último sínodo, en 2015, … yo estaba allí en ese sínodo, …, mi amigo Chris Ferrara y yo, estábamos los dos allí para eso. Y, ¿qué fue lo que vimos? ... vimos al Arzobispo Coleridge diciendo públicamente, en una conferencia de prensa del Vaticano, y nunca recibió corrección alguna por haberlo dicho, que él piensa que la Iglesia debería deshacerse de términos como “un acto intrínsecamente desordenado”, términos como “adulterio”, términos como … no me puedo acordar del tercero ahora. Eran ... acto intrínsecamente desordenado, adúltero ... ¡ah sí, e "indisolubilidad". Porque esto hace que todo sea demasiado blanco y negro, ok. Un escándalo detrás de otro: tienen al Padre Rosica diciendo que debería haber un lenguaje mucho más inclusivo con respecto a los homosexuales.
Verán: ninguno de los escándalos importa porque todo está justificado en la necesidad de un diálogo sinodal
Y, ¿qué es lo que esto nos da al final? ¿Qué tenemos al final? Bueno, cuando tienen a un Papa como Francisco que siempre ha estado al lado de los progresistas y que ha estado empujando este avance de la agenda del Vaticano II, tienen que terminar con esta cosa, que ha causado y que continuará causando escándalo sin fin ... hasta que venga algún Papa que diga la verdad sobre este documento, que es un fraude, que está lleno de puntos que ningún católico debería aceptar. Especialmente el punto obvio, de abrir la puerta, eso, o que católicos que están divorciados y vueltos a casar pueden, de alguna manera, recibir la Eucaristía, debido a su situación en particular, mientras continúan viviendo en  pecado.
Alguien dijo que yo pensaba que el Papa estaba caminando sobre territorio peligroso, terreno peligroso. Es peor que eso. En realidad Francisco ha sembrado minas en la Iglesia, a nivel mundial, que van a ser pisadas y detonadas por almas que serán destruidas en el proceso. Así es que ... hay mucho más que decir, pero mis dos puntos ,…, 
El número uno es: cuando escuchen que Francisco quiere una Iglesia pobre para los pobres, este proceso sinodal prueba que es mentira: se gastaron o se fueron millones, de millones, de millones para producir esto … esta cosa
Y segundo, recuerden: la verdad no es la cosa más importante. El proceso sinodal es lo más importante … supuestamente es el bien más importante ... y todo tipo de escándalos y todas las declaraciones contrarias a la Fe y que escandalizan a los fieles son permitidas en nombre del diálogo sinodal.
Así es que son dos puntos de fraude que están mezclados en la hechura de este documento horrendo.  Tendremos más que decir en cualquier otro momento. Soy John Vennari para Noticias de la Familia Católica.
John Vennari

viernes, 29 de abril de 2016

Pensando en voz alta acerca de la confusión reinante





La actitud de confusión que reina en la actualidad no ha comenzado con Francisco, sino que viene de más atrás, desde el Concilio Vaticano II (y podríamos remontarnos a la Ilustración e incluso a Kant que es, en cierto modo, el padre del Modernismo, esa herejía que está sacudiendo a la Iglesia durante tanto tiempo y, últimamente, de modo acelerado)

Por poner un ejemplo, el famoso vídeo de enero de 2016 no lo podría haber realizado el Sumo Pontífice reinante, Francisco, si no hubiesen existido los encuentros de Asís (el I y el II bajo el pontificado de Juan Pablo II y el III bajo Benedicto XVI). En ellos ya se había colocado a la religión católica, que es la verdadera, al lado de cualquier otra, bajo la capa de “pluralismo religioso”:  el Papa Francisco es el último colofón de un estado de descomposición de la Iglesia Jerárquica que no ha comenzado hoy, aunque ahora es cuando más se nota

Como tantas veces hemos repetido, con el pretexto de que la Iglesia tiene que ponerse al día y tiene que "aggiornarse" la "pastoral" ha de ser diferente de la que había sido hasta ahora (lo que, bien interpretado, es cierto, puesto que es misión de la Iglesia que el Mensaje de Jesús llegue a todos los hombres; y hay que pensar en el modo más efectivo de conseguirlo).

Sin embargo, lo que no se puede hacer (¡y se está haciendo!) es adulterar el Mensaje evangélico y cambiar la Doctrina. Por todos los medios, y desde las más altas Jerarquías, se está intentando construir una nueva Iglesia, cambiar la Iglesia de siempre, la que fue fundada por Jesucristo, para transformarla en otra "iglesia", más en consonancia con el pensamiento mundano ... una Iglesia distinta ... que, desde luego, ya no sería la verdadera Iglesia.


Aun cuando los Papas sean legítimos pueden, sin embargo, ser corruptos y enseñar sus propias "ideas" que no reflejan el pensamiento de Jesucristo sino que se oponen a Él a quien, por otra parte, dicen servir. 

De ahí la necesidad, en la que tanto insisto en este blog, que tenemos los católicos, de conocer bien nuestra propia fe y de actuar en coherencia con ella, si no queremos que nos roben a Jesús, que sería la mayor desgracia que nos podría ocurrir. Recordémoslo de nuevo: "Es preciso servir a Dios antes que a los hombres" (Hech 5, 29).

Sin duda que habrá muchos que no estén de acuerdo con lo que digo, pero los hechos están ahí para que los vean aquellos que quieran verlos ...

¡Lo más pernicioso de lo que está ocurriendo es que este cambio en la Doctrina se está realizando  diciéndole a los católicos que no hay tal cambio y que la Doctrina no se ha tocado, lo cual es completamente falso, se mire por donde se mire! De ello tendrán que dar cuenta ante Dios, por el grave daño que están haciendo.

Y otra cosa: ¡si permanecemos callados!  estamos siendo cómplices -y, por lo tanto, responsables- con nuestro silencio, de todo el mal que está ocurriendo en la Iglesia. 


José Martí

Faltar a Misa un domingo es pecado mortal (y casi nadie lo recuerda) (Padre Santiago González)


Un artículo muy importante en el que el padre Santiago González nos recuerda (en un escrito suyo de noviembre de 2014) algo tan elemental como el hecho de que "faltar un domingo a misa es pecado mortal". Y nos lo recuerda porque son muchísimos los católicos que no conocen que esto es así ... y a una gran mayoría de ellos ni siquiera se lo enseñaron en la catequesis cuando hicieron la primera comunión, lo que reviste suma gravedad. Por su trascendencia lo reproduzco aquí. Original en Adelante la Fe.



La frase que intitula este artículo puede sonar a “sorpresa” para muchos bautizados ya que, en realidad, en muy pocos púlpitos y catequesis se recuerda. Pero es verdad que se comete un pecado mortal (no venial) si se falta a Misa un domingo o día de precepto siempre que no haya enfermedad, imposibilidad física real o cuidado de un enfermo, tal como enseña en el Catecismo de la Iglesia Católica, punto 2181


Pero ha de recordarse también, en estos tiempos de confusión y relativismo, que este punto de nuestro catecismo está avalado en la ley de la Iglesia Católica cuyo mandato primero dice “Oír Misa entera todos los domingos y fiestas de guardar” que a su vez se avala por la misma ley Divina ya que el tercer mandato de dicha ley es “Santificarás las fiestas”. Y, aún más, este precepto eclesial se justifica, sobre todo, en el primer mandamiento de la ley de Dios “Amarás a Dios sobre todas las cosas”, ya que quien sea capaz de faltar a Misa por no restar un poco de tiempo a su ocio o, sencillamente, por no contrariar a otras personas, demuestra, con creces, que está a años luz de amar a Dios sobre todas las cosas.

Pero en este artículo yo deseo tocar una cuestión muy concreta: el masivo abandono de la Misa dominical se debe, sobre todo, a que desde un principio (catequesis de primera comunión), la inmensa mayoría de los niños NO sabe que faltar a Misa en domingo es pecado mortal
De hecho la terrible realidad es más amplia: la mayoría de los niños no saben ni siquiera que es pecado

Luego, cuando son adolescentes y van a recibir la confirmación, la inmensa mayoría, tras recibirla, no vienen a Misa el domingo siguiente porque siguen sin saber que faltar a Misa es pecado mortal. Y hay efectos todavía peores: ya es muy extendida la costumbre sacrílega de faltar a Misa los domingos y luego, cuando hay ocasión extraordinaria de ir a Misa (en funeral, boda, primera comunión …) se asiste y se comulga, sin haberse confesado y sin propósito alguno de volver a la práctica dominical regular. Esto es así: un hecho indiscutible y, a la vez, tremendo.

Y la causa, vuelvo a repetirlo, es que no se predica de forma concreta este aspecto. Sí, la doctrina está ahí, escrita, en el Catecismo (punto 2181) pero, ¿de que sirve que la doctrina no se toque si casi nadie la conoce porque casi nadie en la Iglesia la predica o enseña?


Y, lo que es aún peor: en realidad en muchas comunidades SÍ se predica sobre esto ... pero para decir lo contrario: que faltar a Misa en domingo NO es pecado mortal. Esta barbaridad se enseña en no pocos colegios “religiosos”, parroquias, facultades de Teología y lugares similares de “formación”. Y, mientras tanto, generaciones y más generaciones de bautizados crecen en la ignorancia y la indiferencia. 

Si algún lector cree que exagero ¿por qué no preguntan? … Sí, pregunten a niños de su barrio, de su colegio, de su parroquia …niños que ya han hecho la primera comunión y que, una vez celebrada la fiesta, sus padres ya no los traen más a Misa los domingos. Es una terrible realidad que abarca a las conciencias de una arrolladora mayoría.

Ante esto, los sacerdotes y catequistas que tocamos las conciencias de los fieles para recordarles que es pecado mortal faltar a Misa, ciertamente, nos sentimos muy poco apoyados por nuestros Superiores


¡Cuánto bien harían cartas pastorales CLARAS en este punto por parte de los Obispos, y hasta por parte del Papa! … nos servirían para no parecer “guerreros del antifaz” que luchamos contra todos los elementos contrarios (tanto externos como internos de la Iglesia). Desde estas líneas, si algún Obispo me leyera, hago un ruego muy especial en esta dirección: una carta, sólo una carta firmada por un Prelado donde se recuerde a los fieles que es pecado mortal faltar a Misa un domingo o día de precepto. Dicho con claridad, concreción y sin ambigüedades

Todos estamos acostumbrados, sí, a mensajes de este tipo:

– El domingo es el día del Señor

– La familia unida en oración en los domingos

– La necesidad de orar en tiempo de descanso

– El bien grande que recibimos al ir a Misa … etc

Se hace URGENTE leer, firmado por un Obispo


“Faltar a Misa es Pecado Mortal”. Y punto.


Padre Santiago González



NOTA: Monseñor Asenjo, Arzobispo de Sevilla, prohibió al padre Santiago González escribir e incluso publicar homilías, lo que el padre Santiago acató por obediencia (Desde el 1 de Enero de 2015). Para una mejor información pinchar aquí. Obsérvese que este escrito es de noviembre de 2014.

miércoles, 27 de abril de 2016

Una interpretación auténtica de Amoris Laetitia, petición de Mons. Schneider

Monseñor Athanasius Schneider
Mons. Athanasius Schneider, obispo auxiliar de la Iglesia Católica de Astaná (Kazajistán), indicó el 24 de abril que quiere una interpretación auténtica de Amoris Laetitia


Dijo así: 

Cuando en un documento eclesiástico que, en nuestro caso, está desprovisto de un carácter definitivo e infalible, se encuentran elementos de interpretaciones y aplicaciones que podrían tener consecuencias espirituales peligrosas, todos los miembros de la Iglesia y, en primer lugar, los obispos, como colaboradores fraternos del Soberano Pontífice en la colegialidad efectiva, tienen el deber de señalar respetuosamente este hecho y pedir una explicación auténtica.

En realidad la interpretación la dio ya el mismo papa Francisco en la rueda de prensa de vuelta a Roma desde la isla griega de Lesbos el 16 de abril. Esto viene recogido en la propia página web del Vaticano. Adjunto aquí la parte relacionada con el tema que nos ocupa:

(Francis Rocca, Wall Street Journal)


Gracias, Santo Padre (...) Si me permite, quisiera hacerle una pregunta sobre otro acontecimiento de los días pasados: su Exhortación Apostólica. Como usted bien sabe, después de su publicación, ha habido muchas discusiones sobre uno de los puntos y se han concentrado particularmente en éste. 
Algunos sostienen que no ha cambiado nada sobre la disciplina que regula el acceso a los sacramentos para los divorciados que se han vuelto a casar; que la ley y la praxis, y obviamente también la doctrina, no han sido tocadas. Otros, en cambio, sostienen que ha cambiado mucho y que hay muchas nuevas aperturas y posibilidades. Mi pregunta sería: para una persona, para un católico ¿hay nuevas posibilidades concretas que no existían antes de la publicación de la Exhortación o no?

(Papa Francisco)


Podría decir que sí, y punto. Pero sería una respuesta muy simplificada. 
Le recomiendo que lea la presentación del documento que hizo el cardenal Schönborn, que es un gran teólogo. Es miembro de la Congregación para la Doctrina de la Fe y conoce bien la doctrina de la Iglesia. Ahí encontrará usted la respuesta a su pregunta. Gracias.

Se puede leer aquí el comentario de In Expectacione acerca de esta respuesta del Santo Padre.

Pero por si hubiera alguna duda acerca del sentido de ese documento, en el Osservatore Romano del miércoles, 27 de abril, tenemos una contestación del cardenal Marx, en la página 7. La posición del cardenal Marx y de los obispos alemanes la conocemos muy bien (pinchar aquí). Dice así el cardenal Marx (traducción del italiano al español tomada de Secretum mihi meum):

La tríada "acompañar, discernir e integrar", descrita por el papa Francisco, se convertirá en el "cantus firmus" de la pastoral, si de verdad ella quiere llegar a alcanzar al hombre y abrir ese camino que Dios mismo recorre con estas personas. Esto no dejará de tener repercusiones en la formación y en el perfil de nuestros sacerdotes, así como también de nuestras colaboradoras y nuestros colaboradores en la pastoral. Vamos a tener que dedicar aún más atención al diálogo y al acompañamiento pastoral, pero ello hará bien en el perfil pastoral. Se trata, de hecho, de RENOVAR -justo en el ámbito del matrimonio y de la familia- una cura pastoral exigente que luego pueda llevar también a los sacramentos del matrimonio, de la reconciliación y de la Eucaristía, los cuales expresan, en manera particular, la communio con Cristo y la Iglesia.

Y apostilla el autor de Secretum mihi meum: "Así que ya saben la intención de Amoris Laetitia y el sentido en el que va dirigida"

Son de encomiar los buenos deseos de Mons Schneider acerca de la interpretación auténtica de la Amoris Laetitia, pero mucho me temo que tal interpretación ya está suficientemente clara ... y no en el sentido en el que sería deseable, para desgracia del conjunto de los católicos que quieren mantenerse fieles al depósito recibido y a la Tradición de la Iglesia de siempre.

Yo me uno a lo que ya dijo Monseñor Schneider antes de que toda esta catastrófica amenaza se hiciera realidad ... y que viene recogido en este blog en la entrada del 26 de abril, al final del artículo. Dice así:

Yo no aceptaré un discurso ofuscado ni una puerta falsa, hábilmente ocultada para la profanación del sacramento del Matrimonio y de la Eucaristía. Del mismo modo, no voy a aceptar una burla al sexto mandamiento de la Ley de Dios. Prefiero ser ridiculizado y perseguido en lugar de aceptar textos ambiguos y métodos insinceros. Prefiero la cristalina “imagen de Cristo, la Verdad, en lugar de la imagen del zorro adornado con piedras preciosas” (San Ireneo), porque “sé en Quién he creído”, “Scio, Cui credidi!” (II Timoteo 1: 12 ).

José Martí

Dios no juega a los dados, pero juega con los hombres (Eulogio López)



Corto vídeo de Eulogio López, el director de Hispanidad., que pone un ejemplo concreto sobre el concepto de justicia y de misericordia en Dios

1.30 minutos 

martes, 26 de abril de 2016

Amoris Laetitia: Anatomía de una debacle pontificia (Christopher A. Ferrara)


Un extraordinario artículo de Christopher Ferrara, relativo a la Amoris Laetitia. Sólo coloco el final. Puede leerse completo pinchando aquí. Lo que hoy está ocurriendo es de una enorme gravedad, pues pretende acabar con la Doctrina de la Iglesia de 2000 años de antigüedad. Y todo ello ante el silencio de los Pastores de la Iglesia. Estamos completamente en manos de Dios. Es cierto que el cardenal Burke ha hablado de que la AL son opiniones personales  del Papa, pero se ha quedado corto.
Por lo tanto, acelere Cardenal Burke pues, a pesar de su carácter no vinculante, la promulgación de Amoris Laetitia confirma todas las expresiones de alarma de la solicitud de The Remnant de diciembre pasado que imploraba a Francisco que cambie de rumbo o considere renunciar al papado tal como prometió hacer en caso de estar incapacitado para el cargo:
Usted declara que esta “revolución de la ternura” tendrá lugar durante su Jubileo de la Misericordia… El motivo señalado para la “revolución de la ternura” es que, según usted, “la Iglesia misma a veces sigue una línea dura, cae en la tentación de seguir una línea dura, en la tentación de poner énfasis sólo las reglas morales, mucha gente es excluida”….

Los católicos saben que una verdadera revolución de ternura ocurre en cada alma que pasa por el Bautismo o que, correspondiendo a la gracia del arrepentimiento, entra al confesionario con el firme propósito de hacer enmienda y con un corazón contrito, se libra del peso del pecado, y recibe la absolución por un sacerdote ejerciendo in persona Christi …
La Iglesia Católica siempre ha sido una fuente inagotable de divina misericordia por medio de sus Sacramentos. ¿Qué es lo que su propuesta “revolución” le puede agregar a lo que Cristo ya ha provisto en Su Iglesia? ¿Puede usted declarar la amnistía al pecado mortal?
Ahora, en tanto que usted condena la “línea dura” de la Iglesia sobre las “reglas morales” y proclama una “revolución de ternura”, nos vemos encarados ante la inminente amenaza de inauditos “gestos” de “misericordia”… Entre estos gestos al parecer podría estar una exhortación apostólica post-sinodal autorizando la admisión a la Santa Comunión de los públicamente adúlteros, de acuerdo con el juicio individual de los obispos o conferencias episcopales … Se tiene la sensación de un giro casi apocalíptico de los acontecimientos en la historia de la Iglesia.
Todo católico que se precie tiene el deber de resistir este intento de derrocamiento del Magisterio inmutable por parte de un Papa descarriado que claramente no tiene respeto por la enseñanza de sus propios predecesores—habiendo tergiversado la enseñanza contraria y crucial de uno de ellos, junto con otras fuentes—y que se rebaja a la demagogia apelando a una “misericordia” que sería la peor clase de crueldad espiritual. Es impensable que los líderes de la Iglesia, nada menos que con un programa pastoral, pongan a las almas en riesgo de condenación al dejarlas permanecer en la condición que las amenaza, fomentando incluso que agraven su pecado con una participación sacrílega en la Sagrada Comunión mientras consideran si cesarán o continuarán en adulterio o fornicación.

Este es un desquicio nunca antes visto en la historia de la Iglesia. ¿Y dónde están los miembros de la Jerarquía para conducirnos en medio de esta locura? 


Tal como ocurría en el tiempo de la crisis Arriana, cuando San Atanasio estaba casi solo defendiendo públicamente la fe entre los jerarcas, así será hoy: los prelados que se mantengan firmes y se nieguen a despreciar la enseñanza de su propia Iglesia serán muy pocos en número, quizás tan pocos que puedan ser contados con los dedos de una mano. Es apropiado entonces, concluir este ensayo con las palabras de un prelado que puede llegar a estar entre esos pocos, el acertadamente nombrado Athanasius Schneider, quien dijo incluso antes que esta catastrófica amenaza se volviera realidad: 
“Non possumus!” Yo no aceptaré un discurso ofuscado ni una puerta falsa, hábilmente ocultada para la profanación del sacramento del Matrimonio y de la Eucaristía. Del mismo modo, no voy a aceptar una burla al sexto mandamiento de Dios. Prefiero ser ridiculizado y perseguido en lugar de aceptar textos ambiguos y métodos insinceros. Prefiero la cristalina “imagen de Cristo, la Verdad, en lugar de la imagen del zorro adornado con piedras preciosas” (San Ireneo), porque “yo sé a quién he creído”, “Scio, Cui credidi!” (II Timoteo 1: 12 ).
Christopher A. Ferrara