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sábado, 10 de diciembre de 2016

Doce videos sin piedad (Fray Gerundio)


El Verbo encarnado

Uno de mis novicios ha venido a mi celda esta semana. Quería pedirme consejo sobre un trabajo que debe hacer durante las próximas vacaciones navideñas. Había propuesto al profesor revisar en un breve estudio lo que dijeron los Santos Padres acerca del Verbo Encarnado. Pero el teólogo que los instruye, se lo ha prohibido tajantemente. Ya se sabe que ahora los estudios teológicos no son en absoluto acerca de doctrinas periclitadas y culturalmente superadas, ni sobre las dos naturalezas de Jesucristo y tonterías semejantes. Ahora más que estudiar, se trata de investigar, desarrollar y explanar temas actuales periféricos. Casualmente, los temas periféricos siempre se centran en Francisco, con lo cual la periferia se va a freír espárragos. Cuando no tienen que presentar un ensayo sobre la Amoris Laetitia, deben hacer un breve resumen sobre la Laetitia del Pontificado; cuando no es una redacción sobre el Papa de los Pobres, es un montaje sobre el Efecto Francisco o un vocabulario sobre las homilías en Santa Marta, que eso sí es teología de la buena.

Al final, viendo el profesor que mi novicio no se decidía por nada en concreto, le ha obligado a hacerle un trabajo audio-visual sobre los videos del Papa. Esa iniciativa, impulsada por el Espíritu Santo en diciembre de 2015, consistente en mostrar al mundo las intenciones del Papa (por las que hay que rezar siempre, según se nos enseñaba en la antigüedad), en forma de video-mensaje. Una corta grabación destinada a establecer química con el espectador y que transmitiera la necesidad de la oración por los temas que preocupan al sucesor de Pedro.

Mi pobre novicio, que acaba de leerse -por recomendación mía-, el Tratado de Santo Tomás sobre el Verbo Encarnado -para compensar el colesterol malo que le inoculan en las clases modernistas-, no sabe cómo empezar su trabajo. Y teme por su mal aprovechamiento del periodo navideño, si no termina los deberes cuanto antes. La verdad es que una Navidad estudiando estos videos, puede acabar en tragedia. Al menos yo, daría remate a mi vida monástica colgado de la cogulla, antes de llegar al final del primer video.

Lo primero que se me ha ocurrido aconsejar es el título. Dicen que eso es lo último que hay que hacer cuando se escribe algo. Pero en este caso me ha venido la inspiración a la inversa. Porque una vez meditado el título, viene a colación -como si fuera una demostración matemática-, todo lo demás. Me he acordado de una película que pude ver allá por mi juventud, antes de entrar al monasterio, titulada Doce hombres sin piedad. No es que tenga que ver mucho una cosa con la otra. Pero ciertamente, lo primero que se me viene a las mientes es que estos videos del papa son doce videos sin piedad. Son doce videos humanos, excesivamente humanos. Exponiendo problemas puramente humanitarios, poco católicos en su planteamiento y de un sesgo nuevo-orden-mundialista que tira de espaldas.

Si convenimos con toda la doctrina vigente -por el momento-, la piedad es un don del Espíritu Santo. De esos dones de verdad. No de los que ahora aparecen como de saldo, de rebajas o de pacotilla. Es un don que se infunde en el alma con el Sacramento de la Confirmación y no en una reunión de neocatecúmenos, en la que alguno suelta algunas frases inconexas e incoherentes. El don de piedad católico (para concretar), nos lleva a rendir homenaje a Dios como a nuestro padre y -por extensión-, a todo lo que es suyo. Ya nos enseñaban en mis tiempos de noviciado que, según San Agustín, consistía también en no contradecir la Sagrada Escritura. No creo que entrara en el elenco de objetos propios de esta virtud cristiana, el cuidado por cuestiones expresadas en plan populista, tan amadas por la progresía. No me imagino a San Agustín proponiendo a sus fieles en Hipona que acogieran a los bárbaros sin papeles, o que dieran más oportunidades a las bárbaras para que pudieran trabajar fuera de casa.

Mi novicio ha hecho una lista de los temas tratados en los doce videos de marras. Hay que reconocer que no presentan el más mínimo resquicio de piedad. En boca de Bergoglio, suenan todavía más a mensajes de la onu o de la unesco, organizaciones bien conocidas por su catolicismo integral. Estos son los temas teológicos tratados en cada uno de los meses de este bendito año de 2016.
  1. Diálogo interreligioso.
  2. Respeto a la Creación.
  3. Niños y familias en dificultad.
  4. Pequeños agricultores.
  5. Mujeres en la sociedad.
  6. Solidaridad en las ciudades.
  7. Respeto a los pueblos indígenas.
  8. Deporte para la cultura del encuentro.
  9. Para una sociedad más humana.
  10. Labor de los periodistas.
  11. Países acogiendo a refugiados.
  12. Niños soldados.

No se puede pedir más creatividad destructiva a lo largo de todo un año. No sé si continuarán con el desfalco durante el 2017, aunque yo creo que no han tenido el exitazo esperado. Llevamos tres largos años con este sonsonete y con la misma cantinela. Ellos son del mundo, por eso hablan de las cosas del mundo y el mundo los oye… dijo una vez el Espíritu Santo, en la primera carta de San Juan. Claro que San Juan nunca vio estos apasionantes videos en los que claramente se esconde la cruz de Cristo.

Al final, he aconsejado a mi aturullado novicio que se niegue a hacer el dichoso trabajo. Porque tendría que concluir que en la película citada, los hombres sin piedad llegan a la Verdad gracias al empeño y la honestidad del actor principal. Por el contrario, en los doce videos de Francisco, el actor principal enreda a todos los oyentes en la ambigüedad y el desconcierto. En la superficialidad y el naturalismo. Por eso dice Fray Malaquías que a él le aprovecha mucho conocer las intenciones del Papa: para no pedir por ellas. Y yo estoy de acuerdo con él.
Fray Gerundio

viernes, 9 de diciembre de 2016

Un sueño cumplido ... ¡en parte! (por José Martí)



En una entrada de este blog, publicada el 12 de septiembre de este año de 2016, de título "anoche tuve un sueño" (5) , situado en el sueño, hablaba de la situación de gravísima crisis en la que se encontraba la Iglesia católica. Dentro del sueño aparecieron un pequeño grupo de cardenales, del colegio cardenalicio, que se reunieron en secreto en una fecha que yo situaba entre el 13 de septiembre y el 31 de octubre, y que acordaron hacerle frente a Francisco, a causa -sobre todo- de la correcta interpretación de la Amoris Laetitia, que tantos fieles le habían pedido al Papa, pero éste, sin embargo, ni siquiera se dio por enterado.

Esto escribía entonces (insisto en que este contexto está situado en el sueño):

En dicho acuerdo [el del grupo de cardenales] se llegó a la conclusión de que si Francisco seguía adelante con sus "propias" ideas, contrarias al Mensaje Evangélico, le rogarían que dimitiese como Papa, dada su condición de hereje (sea formal o material, eso es lo de menos cuando está en juego el porvenir de la Iglesia)Un Papa hereje es una contradicción. Y como tal se ha estado manifestando (con mayor o menor ambigüedad) a lo largo de los tres años y medio que lleva de Pontificado, siendo aplaudido por todo el sector anticatólico. La Amoris Laetitia fue la gota que colmó el vaso, máxime cuando ya no había, en realidad, otras interpretaciones que las que allí venían indicadas.

[En su viaje de Lesbos a Roma dijo que la interpretación correcta es la que daría el cardenal Schönborncomo si fuera la suya propia, una interpretación que ya conocemos y que se ha comentado extensamente en este blog. Pero por si cabía todavía alguna duda, el 5 de septiembre de 2016 escribió a Monseñor Sergio Alfredo Fenoy, delegado de la Región pastoral de Buenos Aires, una carta en respuesta a un escrito de éste titulado "Criterios básicos para la aplicación del capítulo VIII de Amoris Laetitia", dirigido a los sacerdotes de su Diócesis. Por cierto, el mismo día que apareció dicho escrito, apareció también la carta del Papa, diciendo: "El escrito es muy bueno y explicita cabalmente el sentido del capítulo ViII de Amoris Laetitia. No hay otras interpretaciones. Y estoy seguro de que hará mucho bien"En tal escrito se deja abierta la posibilidad, en algunos casos, de comulgar en estado de pecado mortal, a aquellos que, viviendo en situación de adulterio, siguen haciéndolo y no se arrepienten. Roberto de Mattei lo explica muy bien en un artículo que he colocado en este blog]

Tal enfrentamiento entre el Papa y los cardenales tuvo lugar de hecho[En el sueño, claro está]. No recuerdo el día exacto, pero sé que fue entre el 13 de septiembre y el 31 de octubre de 2016; y si no me falla mucho la memoria me viene a la mente que fue el mismo mes de septiembre, dado que  el 20 de ese mismo mes estaba ya previsto un viaje del Papa a Asís, de carácter interreligioso, con lo que eso supone. Por otra parte, estaba en estudio algo impensable en la Iglesia, como es el diaconado femenino; y, además, eran muchos -comenzando por los más altos Jerarcas de la Iglesia- los que consideraban que el celibato sacerdotal debería de ser voluntario, propuesta que se llevó también a estudio, así como la supresión de la guerra justa ... por decir tan solo alguno de los puntos que recuerdo. En los sueños se difumina la memoria. Pero sigamos.


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Escogí en mi sueño el 13 de septiembre de 2016 porque justo ese día se cumplían tres años y medio (cuarenta y dos meses) de la elección de Bergoglio como Papa (la cual ocurrió el 13 de marzo de 2013). Y me vinieron a la mente (aunque no sé exactamente por qué) unas palabras que había leído en el Apocalipsis, en donde se hablaba del poder que el Dragón (el Diablo) había concedido a la primera de las dos Bestias, aquella con diez cuernos y siete cabezas, sobre las cuales había nombres de blasfemia. Una de esas cabezas estaba herida de muerte, pero su llaga mortal se curó. Copio textualmente de la Biblia:

"Y corrió admirada la tierra entera tras la Bestia, y adoraron al dragón porque dio el poderío a la Bestia; y se postraron ante la Bestia, diciendo: '¿Quién hay semejante a la Bestia y quién puede luchar contra ella'?. Le fue dada una boca que profería palabras arrogantes y blasfemias; y se le dio poder para hacerlo durante cuarenta y dos meses" (Ap 13, 3-5).

Reconozco que (ya en la realidad y no en el sueño) cuando llegó  el 13 de Septiembre y, aparentemente, no había ocurrido nada, pensé aquello de que "los sueños sueños son, aunque me di de plazo hasta el 31 de octubre. Tampoco durante ese tiempo salió nada a la luz. Bueno, me dije, "Dios proveerá" ... aunque me rebelaba internamente: ¡Tiene que aparece ese grupo de cardenales ... y hablar, porque es cierto que Dios actúa, pero también lo es que se sirve de nosotros, la mayoría de las veces, para hacerlo! Por eso cuando salió a relucir la noticia de las "Dubia" de los cuatro cardenales al Papa Francisco, me dio un vuelco de alegría en el corazón: ¡Por fin!

Tal evento ocurrió el día 16 de noviembre de 2016 (cuatro días antes del día 20 de noviembre, festividad de Cristo Rey, que ponía fin al año de la "misericordia". Pude leer la noticia en Adelante la Fe (Rorate Caeli) y la inserté en este blog (aquí y aquí) incluyendo también las declaraciones del Cardenal Burke en una entrevista que le concedió a Edward Pentin, vaticanista del NCR, en donde el Burke advierte que si el Papa no aclara la confusión, "harán un acto formal de corrección de un error grave".

Lo que me ha llamado la atención es que dicha petición de aclaración de corrección de errores por parte de los cardenales, en realidad, había tenido lugar ya, en privado, el 19 de septiembre de 2016, fecha importante, que se sitúa tan solo seis días después de los 42 meses de pontificado de FranciscoEs curioso que, además, Francisco estuviese en Asís ese día, celebrando el 30 aniversario del encuentro interreligioso, comenzado por Juan Pablo II en 1986. Sabía, pues, ya lo de las Dubia pero, por lo visto, eso no parecía preocuparle demasiado.


El motivo del título de este post:  "Un sueño cumplido ... ¡en parte!se debe a lo siguiente:

"Sueño cumplido", en tanto en cuanto ha habido, de hecho (no sólo en mi sueño) un grupo de cardenales que se ha enfrentado al Papa, pidiéndole de modo formal que se defina acerca de la Amoris Laetitia.

¡Eran ya muchas las peticiones por parte de los laicos y de grandes personalidades ... ¡pero faltaban los cardenales! ... ¡Era necesario que éstos aparecieran y dieran la cara ... aunque yo esperaba un mayor número de ellos!  No obstante, estoy convencido de que hay muchos más cardenales, que no se han definido públicamente todavía y que están de acuerdo con la postura de estos cuatro valientes ...

Téngase en cuenta que Francisco, en muy poco tiempo, se ha encargado de nombrar ya 44 nuevos cardenales de pensamiento "progre" (llamémosle así) parecido al suyo, con el fin, en mi opinión, de mantener esta "nueva Iglesia" cuando él falte. De modo que el transcurso del tiempo es de vital importancia, por el inmenso número de reformas que se están llevando a cabo, de manera acelerada.

[En mi sueño, se mantiene como Papa durante cinco años exactamente, hasta el 13 de marzo de 2018, en que pasa a la condición de papa emérito, con 81 años, uniéndose a Benedicto XVI, de 90 años en ese momento, que aún seguirá viviendo para entonces: habría dos papas eméritos, vestidos ambos de blanco ... Pero, bueno, esto no deja de ser un "sueño" La verdad es que Francisco va a cumplir ya 80 años, el 17 de diciembre, y que se mantiene con bastante energía todavía. Veo muy difícil que vaya a renunciar]

El grave problema con el que nos encontramos es que el Papa sigue sin darse por enterado. Y son otros los cardenales que están hablando en su nombre, algunos incluso echando pestes de estos cuatro cardenales, tildándolos de herejes y de muchas otras cosas más, no precisamente agradables. Bien es cierto que también han salido otros cardenales y obispos en defensa de los cuatro cardenales. Hay infinidad de escritos en los blogs, en este sentido, algunos realmente muy buenos y objetivos.

De ahí el título de esta entrada: "Sueño cumplido ... "¡en parte!". ¿Por qué Francisco no contesta?

Me parece a mí  que:
  1. Si contesta dando la razón a estos cardenales se pone en contra de la propia Amoris Laetitia, que él mismo ha firmado (aunque en su mayor parte la haya escrito Tucho Fernández) la cual tiene, además muchos cardenales que la apoyan, a los cuales pondría en su contra. Porque, además, teniendo en cuenta todos sus comentarios y afirmaciones en diversos lugares, está muy claro que él piensa conforme a lo que está escrito en la Amoris Laetitia, que viene a ser lo mismo que lo que dice Schönborn, el intérprete que él nombró para ello. Y viene a ser lo mismo que lo que dijo el 6 de noviembre, respondiendo al escrito de los cardenales de Buenos Aires del 5 de noviembre: "El escrito es muy bueno y explicita cabalmente el sentido del capítulo VIII de Amoris Laetitia. No hay otras interpretaciones. Y estoy seguro de que hará mucho bien".
  2. Pero si contesta no dándoles la razón entonces se estaría poniendo "formalmente" y "explícitamente" en contra de las enseñanzas de Jesucristo, lo que conllevaría una herejía formal. Y entonces podría ser depuesto como Papa. De ahí su "rabia" y su enfado

Por eso ni les ha contestado ni piensa hacerlo. ... Y por eso no convocó a todos los cardenales a la hora de la elección de los neocardenales el 19 de noviembre, como siempre se ha hecho en esas ocasones: para no tener que enfrentarse con ellos directamente, dado que podría llevarse una sorpresa "desagradable", al encontrarse que los cardenales que piensan de igual modo, es decir, contrario al de Francisco, no son cuatro, sino unos cuantos más. Posiblemente trece (por decir un número).

De manera que "el cisma está servido". De hecho, en una entrevista reciente con la estación de televisión francesa por internet TV Libertes el pasado 4 de diciembre, al obispo Schnëider,  le preguntaron sobre qué podría pasar si la dubia presentada por los cuatro cardenales permanece sin respuesta, si hay riesgo de cisma en caso de continuar el silencio por parte del Papa. Y ésta fue su respuesta:

“No solo hay riesgo de cisma sino que ya existe un cierto tipo de cisma en la Iglesia. En griego, cisma significa separarse de la totalidad del Cuerpo. Jesucristo es la totalidad del Cuerpo de la Verdad Divina, y la unidad en Su cuerpo sobrenatural es también visible. Pero hoy estamos viendo una extraña forma de cisma. Externamente, numerosos eclesiásticos salvaguardan la unidad formal con el Papa, a veces por el bien de sus carreras o por una especie de papolatría. Y al mismo tiempo quebraron su unión con Jesucristo, la Verdad, y con Jesucristo la verdadera Cabeza de la Iglesia.

Por otro lado, hay eclesiásticos denunciados como cismáticos a pesar de que conservan la paz canónica con el Papa y siguen siendo fieles a Jesucristo, la Verdad, promoviendo Su Evangelio con diligencia.

Es evidente que los que de verdad son cismáticos interiormente, en relación a Jesucristo, utilizan la calumnia con el propósito de silenciar la voz de la verdad, proyectando absurdamente su propio estado de cisma interior en aquellos eclesiásticos que, indiferentes al halago o el vapuleo, defienden las verdades divinas.

De hecho, tal como dicen las escrituras, la palabra de la Verdad Divina no está encadenada. Incluso si un número de oficiales con altos cargos en la Iglesia de hoy oscurecen la verdad de la doctrina sobre el matrimonio y su disciplina inmutable, esta doctrina y disciplina se mantendrán siempre inalterables en la Iglesia dado que la Iglesia no es una fundación humana, sino divina.” [Palabras alentadoras]


Hay escritos muy buenos sobre este asunto. Dedicaré una entrada a realizar una selección de los que considero más valiosos.  Y continúo escribiendo:

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Es difícil de prever lo que va a ocurrir pero, desde luego, las consecuencias van a ser muy graves. Y, sin embargo, en mi opinión, es preferible que esto ocurra para que se pongan de manifiesto las verdaderas intenciones en los corazones de los hombres con relación a Dios, ante quien no tenemos más remedio que definirnos, necesariamente, bien en un sentido o bien en otro. Con Dios no valen las "medias tintas", o el "nadar y guardar la ropa".

En la respuesta que demos a Dios nos lo jugamos todo, tanto nuestra felicidad en esta vida como en la otra.  Dios quiere nuestra respuesta amorosa porque su amor por nosotros es verdadero. Y el amor siempre es recíproco. De ahí que esté tan interesado por nuestra respuesta, porque verdadero es el Amor que ha querido que se dé entre Él y cada uno de nosotros.

Para que nos vayamos definiendo y tomemos una opción con relación a Él, que tiene que ser libre, necesariamente (o no habría tal amor) tenemos toda nuestra vida por delante ... sin olvidar que, dado que no conocemos cuando nos llegará la hora, tenemos que estar continuamente vigilantes. Nuestra respuesta ha de ser para hoy: "Ojalá escuchéis hoy su voz. No endurezcáis vuestro corazón" (Salmo 95, 7-8)

Dios, manifestado en Jesucristo, nos da continuamente todas las gracias que necesitemos para permanecer fieles. Y esto independientemente de que seamos pecadores y de que tengamos muchos fallos, pues si los reconocemos como tales fallos y pecados estaremos en la verdad, estaremos en Él que dijo de Sí mismo: "Yo soy la Verdad" (Jn 14, 6) y "Todo el que es de la verdad escucha mi voz" (Jn 18, 37). Y no debemos olvidar también esto otro que dijo: "Si no hubiera venido y les hubiera hablado, no tendrían pecado. Pero ahora no tienen excusa de su pecado" (Jn 15, 22)

Para salir de nuestra situación de pecado no tenemos más que poner los medios que Él ha establecido para ello. Una vez bautizados y siendo, por lo tanto, miembros de la Iglesia, tenemos que hacer uso del sacramento de la confesión, con inmenso dolor por haberle ofendido y con el propósito firme de no volver a hacerlo. En la confesión recibimos la gracia suficiente para que esto sea posible. Y luego, estando ya en estado de gracia, podemos recibir la sagrada Comunión, esto es, a Él mismo, que es el autor de toda gracia. Sólo en Él podemos salvarnos.

Ésta es, pues, la confianza que tenemos, puesto que sin Él no podríamos salir de nuestra situación de pecado: "Sin Mí nada podéis hacer" (Jn 15, 5) En cambio, si Él está junto a nosotros y en nosotros, nada podrá separarnos de Él, absolutamente nada ni nadie y lo podremos todo, según el decir de san Pablo: "Todo lo puedo en Aquel que me conforta" (Fil 4, 13)

Así -y sólo así- estaremos actuando como nos conviene. No debemos albergar duda alguna sobre esto: Dios conoce nuestras verdaderas necesidades y sabe qué es lo mejor para nosotros mejor que nosotros mismos.  El someternos a su voluntad no nos esclaviza sino que es lo que nos hace auténticamente libres, dado que sólo "el que comete pecado es esclavo del pecado" (Jn 8, 34).

Todo esto, desde luego, no podemos entenderlo si no es desde la fe. De ahí la necesidad de la fe; y de ahí también la necesidad de pedírsela al Señor sin cesar y sin cansarnos, con la seguridad absoluta de que nos la concederá: "Pedid y se os dará" (Mt 7, 7), nos ha dicho Jesús. Por lo tanto, lo hará. Cierto que lo hará cuando Él así lo disponga, pero lo hará, pues nos quiere demasiado como para no oír nuestro clamor y la necesidad que tenemos de Él y de su Presencia: "¿Es que puede una mujer olvidarse de su niño de pecho, no compadecerse del hijo de sus entrañas? ¡Pues aunque ellas se olvidaran, Yo no te olvidaré" (Is 49, 15).

Es Él mismo quien más interesado está en que lo queramos, por nuestro propio bien. De ahí que debamos de insistirle, una y otra vez, manifestándole así nuestra confianza y nuestro amor. Éstas son sus palabras: "Si vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más el padre del cielo dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan?" (Lc 11, 13)

Entre las muchas cosas que dijo Jesús, todas importantes, por supuesto, me vienen ahora a la mente las siguientes, dirigidas a sus discípulos: "Sea, pues, vuestra palabra: 'Sí, sí', 'No, no'. Lo que pasa de esto del Maligno procede" (Mt 5, 37).

Y también: "El que no está conmigo está contra mí; y el que no recoge conmigo desparrama" (Mt 12, 30). "Ningún criado puede servir a dos señores, porque o tendrá odio a uno y amor al otro, o prestará su atención al primero y menospreciará al segundo: no podéis servir a Dios y a las riquezas" (Lc 16, 13).

De manera que, aunque es cierto que hay cosas opinables, en las que no se puede ser tajante, y que pueden admitir matices ... también es verdad que hay cosas que o son blanco o son negro (y no hay otra opción posible) en contra de lo que afirma Francisco. Y una de estas cosas, muy clara y que no deja lugar a dudas, relacionada con el tema que nos ocupa, pronunciada por el mismo Jesucristo, es la siguiente: "El que repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio; y el que se casa con la repudiada por su marido, comete adulterio" (Lc 16, 18).

Es así de sencillo, como sencillo era el Señor. ¡Hay que ver cómo nos complicamos la existencia ... y nos hacemos así desgraciados, pudiendo ser felices! Esto es sólo una muestra de lo que ocurre cuando el hombre se separa de Dios, o expresándolo mejor, cuando se separa de Jesucristo.

José Martí
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sábado, 3 de diciembre de 2016

Este es el homosexualismo que Cifuentes enseña a nuestros hijos desde los cuatro años (Pablo Ferrer)

FUENTE: HISPANIDAD

Este es el homosexualismo que Cifuentes enseña a nuestros hijos desde los cuatro años

  • ¿Alguien ha visto “chicas con pene” y “chicos con vulva”? La presidenta de Madrid, sí.
  • Mensaje principal: las personas tenemos distintas orientaciones del deseo sexual, que nada tienen que ver con el sexo de cada uno.
  • Es decir, el nacimiento es un mero accidente y lo importante es el sentimiento de cada uno.
  • Y el que no esté de acuerdo será perseguido hasta que ceda o… hasta la cárcel.
  • Es donde Cifuentes quiere enviar al director del colegio Juan Pablo II.
  • Y varias asociaciones gays han demandado a Hazte Oir por difundir un libro en el que explican el adoctrinamiento sexual en los colegios.
Atención, pregunta: ¿Qué es Cristina Cifuentes, hombre o mujer? No se precipiten, que la pregunta tiene trampa y según lo que digan les pueden tachar de homófobos, intolerantes, intransigentes y un montón de cosas más. Incluso pueden acabar en la cárcel. Porque la única persona que puede responde a esa cuestión es la propia Cifuentes, que a estas alturas, imaginamos, ya habrá elegido qué quiere ser: si un chico con vulva o una chica con vulva. Eso siempre que no se opere y se dupliquen las posibilidades.
Todo esto, un auténtico disparate, es lo que la presidenta (o presidente, ya me entienden) de la Comunidad de Madrid, quiere enseñar a los niños de educación infantil, esto es, de tres y cuatro años. “Hay chicas con vulva… y chicas con pene” y “hay chicos con vulva… y chicos con pene”, se lee en una de las guías destinadas a los más pequeños.
Pero ojo, porque los alumnos de 10 y 11 años ya están sufriendo el adoctrinamiento homosexualista. Lo explica fenomenalmente bien Julián Lozano en su blog. Este sacerdote de Getafe asistió a una charla sobre “diversidad sexual y de género”, destinada a padres de alumnos de un colegio público de Madrid. No se lo pierdan. Merece la pena.
Lozano cuenta cómo esa misma mañana, los alumnos de quinto y sexto de primaria tuvieron una “dinámica” en la que les preguntaban si “lo normal es que a los chicos les guste las chicas y viceversa” y “si una chica lo es porque tiene cuerpo de chica”. Al final, los coordinadores les daban “la respuesta correcta”, según el guión. ¿Entienden ahora por qué les decía que no se precipitaran con Cifuentes?
El mensaje principal que se quiere implantar es tan claro como disparatado: las personas tenemos distintas orientaciones del deseo sexual, que nada tienen que ver con el sexo de cada uno. Es decir, el nacimiento es un mero accidente. El hecho de ser hombre, mujer, gay, lesbiana, todo a un tiempo o sólo los años bisiestos, depende únicamente de nuestro sentimiento interno.
Y el que no esté de acuerdo, a la cárcel. No es broma. Es lo que quiere hacer Cifuentes con el director del colegio Juan Pablo II. La persecución se ha disparado y varias asociaciones gays han demandado a la plataforma ciudadana Hazte Oir por difundir el libro ¿Sabes lo que quieren enseñarle a tu hijo en el colegio? (la imagen es del libro), en el que explican el adoctrinamiento sexual que sufren los más pequeños. Merece la pena leerlo.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com

Caza de brujas (Fray Gerundio)


El decano de la Rota Romana, Pío Vito Pinto
Como quien no quiere la cosa, y en medio de un clima de diálogo -tendiendo puentes y construyendo sínodos-, bajo el manto poliédrico del NO al descarte del más débil, con la cara bien sonriente, preocupación por los más desfavorecidos y el rechazo a los fariseísmos de turno, ha comenzado en el Vaticano la caza de brujas dirigida, estimulada y coordinada desde la sombra por el Gran Líder. Como un McCarthy de pacotilla, el Ojo-Que-Todo-Lo-Quiere-Ver va elaborando su peculiar lista de los que se oponen a su proyectos de destrucción. Como un Saruman de nuevo cuño, va creando cantidades de orcos que engrosen sus ejércitos, con el objetivo de reducir a cenizas toda la doctrina y fagocitar todo lo que suene a dogma.
Muy pocos se atreverán a plantarle cara. Inmediatamente serán avistados por al Gran Ojo. Pagarán cara su osadía. Serán descartados por el Preboste. Al mismo tiempo, todo el que colabore, simpatice o haga coro a los disidentes; todo el que sugiera, esboce o muestre alguna especie de apoyo a los enemigos del César, irá destinado al destierro más inmisericorde, acompañado del desprecio más inhumano. No se les aplicará la comprensión, no serán objeto de diálogo, no podrán defenderse. No tendrán derecho de réplica. Mientras tanto, se van afilando en Santa Marta las hojas de la guillotina como si se tratara de un guiso a fuego lento, llamado a embucharse a la disidencia.
La carta de los cuatro cardenales expresando sus dudas sobre la doctrina bergogliana, ha sentado mal. Ha emberrenchinado a Francisco. Tan acostumbrado a las loas de medios de comunicación y de eclesiásticos empesebrados, tan instalado en la auto-complacencia, y sin el menor deseo de dirigirse a sus hermanos cardenales (como gusta decir cuando se refiere a los otros), se nota que ha dado instrucciones precisas a sus corifeos para que le hagan el trabajo sucio. De esta forma, entre los pelotas naturales, los cobardes, los asustados y los caguetas se va organizando la procesión que lleva bajo palio a la Amoris Laetitia y la Laudato Si, y que expone en la Custodia un video de niños soldados y de okupas, que son el mejor exponente de Adoración actual, en la Iglesia que ha re-fundado Bergoglio.
El que apoye a uno de estos cuatro cardenales dubitantes, será incluido en la lista y su cabeza empezará a sentir el filo de la navaja. Como dicen ahora que ya no estamos en el Renacimiento o en la Edad Media, es de suponer que hablamos de guillotinas y navajas metafóricas, referidas a capelos, oficios, cargos y honores. Por el momento, Francisco no habla, no contesta, aunque algunos hablan y defienden su silencio. Que diga algo el Vito Pinto. Que se desdiga después. Que vuelva a decirlo a continuación. Que arme lío. Que amenace.
Que diga otro tanto el Papamanolis. Veamos las reacciones. Que susurre algún otro purpurado. Observemos las contrapropuestas. Comienza la caza de brujas. Que diga Müller que él no tiene nada que ver con esto. A ver si todos se asustan y se quedan solos estos cuatro pardillos. Y mientras tanto, sigamos destruyendo, que hay poco tiempo.
Me decía Fray Malaquías que en los tiempos próximos (que insiste en que serán muy breves), veremos con horror, pena y asombro la defección de muchos de los que en la primera hora eran más críticos con esta situación. Hemos leído algo esta semana, en dignas plumas otrora muy chillonas. Ya veremos si esto se va confirmando en los próximos meses. Pero desde luego, la confusión irá reinando y el miedo se apoderará de muchos. Que Dios nos asista.
Menos mal que mientras tanto, y lo digo para relajar la tragedia en que vivimos, el Cardenal de Nueva York ni apoya las dubbia de los cuatro, ni las rechaza; ni las comprende ni las discute. Él está en otra cosa. En lugar se pronunciarse sobre las dubbia, se pega un bailoteo con las rubbias.
Con este no habrá caza de brujas.
Fray Gerundio

El Papa Francisco no gana para disgustos: la máxima autoridad de la Iglesia en China, el Cardenal Zen, dice que Francisco "traicionaría a Cristo" si permite a la China comunista elegir obispos (CATHOLICVS)


El Papa Francisco no gana para disgustos: al máximo representante de la Iglesia Católica en China, S. E. R. Joseph S.R.E. Card. Zen Ze-kiun, S.D.B., Arzobispo emérito de Hong Kong (China), no parece hacerle mucha gracia la resurrección de la Ostpolitik vaticana, retomada en este pontificado después de cuatro décadas, y el posible acuerdo de la Santa Sede con el gobierno comunista chino. Hasta tal punto, que ha llegado a afirmar que el Papa Francisco -inclinado a siniestra, como es evidente a todo el mundo y él mismo deja patente, tanto en su actividad diaria, como en sus comentarios e intromisiones en el ámbito político-, si concede al gobierno del Partido Comunista Chino la facultad de elegir obispos, "traicionaría a Cristo". Así ha dado la noticia LifeSiteNews, que he traducido íntegramente al español:


HONG KONG 29 de noviembre de 2016 (LSN) - La más alta autoridad católica china ha declarado que si Francisco permite que la China comunista meta la mano en la selección de los obispos católicos de la nación sería "traicionar a Jesucristo".

"No puedes iniciar negociaciones con la mentalidad "queremos firmar un acuerdo a cualquier precio", entonces te estás rindiendo, te estás traicionando, traicionas a Jesucristo", dijo el Cardenal Joseph Zen a The Guardianesta semana.

El ex obispo de Hong Kong, de 84 años de edad, se ha opuesto firmemente a un posible acuerdo entre el Vaticano y el gobierno chino que daría legitimidad a la gubernamental Asociación Patriótica Católica China. Afirma que el movimiento alienaría a los auténticos católicos que asisten al culto en la "Iglesia clandestina", de la única Iglesia verdadera encabezada por Cristo y su representante, el Papa.

El Wall Street Journal informó a principios de este mes de que "en este caso, Roma se comprometería a reconocer como obispos sólo a aquellos clérigos que primero ganaron la candidatura de la Conferencia de Obispos de la Asociación Patriótica", permitiendo así al gobierno, no a la Iglesia, decidir quién es obispo.

El cardenal Zen dijo a principios de este mes que tal acuerdo simplemente conseguiría que el Vaticano diera credibilidad a "obispos falsos" que, como "títeres" completamente controlados por el gobierno, no buscarían el bien de la Iglesia sino su destrucción.

Según el Decreto sobre los Obispos del Concilio Vaticano II (1965), el derecho de nombrar y designar a los obispos pertenece "de manera adecuada, peculiar y per se exclusivamente a la autoridad eclesiástica competente".

"Por lo cual, para defender como conviene la libertad de la Iglesia y para promover mejor y más expeditamente el bien de los fieles, desea el sagrado Concilio que en lo sucesivo no se conceda más a las autoridades civiles ni derechos, ni privilegios de elección, nombramiento, presentación o designación para el ministerio episcopal", declaró el Concilio en ese momento.

El Código de Derecho Canónico (Canon 377 § 5) establece que "no se concederá a las autoridades civiles ningún derecho ni privilegio de elección, nombramiento, presentación y designación de Obispos".

El abogado canonista Edward Peters ha dicho que el Vaticano, al tratar con China, debería recordar la Historia y la lección de que "cuanto mayor es el papel desempeñado por el poder secular en asuntos eclesiásticos, mayores son las posibilidades de abuso".

"Tal concesión a China, si eso es lo que realmente se propone, seguramente sería exigida por otros estados totalitarios, recreando los desordenados enredos entre la Iglesia y el Estado que marcaron y en ocasiones afectaron a gran parte de la Historia de la Iglesia", escribió en su blog.

En la entrevista, Zen dijo a The Guardian que cualquier acuerdo propuesto crearía simplemente una "libertad falsa" para una institución falsa.

"Pero es sólo apariencia de libertad, no es libertad real, la gente tarde o temprano verá que los obispos son títeres del gobierno y no realmente pastores del rebaño", dijo.

A Zen le gustaría ver que el Vaticano abandonara el acuerdo.

"Si no puede obtener un buen trato, un acuerdo aceptable, entonces el Vaticano debe abandonar y tal vez intentarlo más tarde. ¿Podía la Iglesia negociar con Hitler? ¿Podía negociar con Stalin? No", dijo.

Zen ha sugerido que el reconocimiento por parte del Vaticano de la iglesia gubernamental confirmando los nombramientos episcopales sólo "envenenaría" a la verdadera Iglesia Católica en China, donde se calcula que unos siete millones de personas asisten en secreto.

"La sangre de los mártires es semilla de los nuevos cristianos", dijo. "Si esa sangre está envenenada, ¿cuánto durarán esos nuevos cristianos?".

[TRADUCCIÓN: CATHOLICVS. Original en inglés aquí]

viernes, 2 de diciembre de 2016

En respuesta a las dudas de un amigo acerca de mi posición con respecto al papa Francisco (José Martí)


Hará mañana exactamente cinco meses un compañero de trabajo y amigo, me escribió por e-mail: "
Estoy siguiendo tus entradas sobre el papa Francisco y me tienes alucinado. Te veo en una posición irreconciliable con él. No sé si lo estoy entendiendo bien, pero si es así, alguien está cada vez más al margen de la Iglesia católica. Feliz verano. Y salud"



Me ha parecido que podría ser interesante reflejar en este blog la respuesta que le di pues pienso que puede valer también para cualquiera que me lea y que tenga dudas similares a las de mi amigo. Esto fue lo que respondí (puede variar alguna expresión o palabra, o incluso algún añadido, a efectos de que se entienda mejor el contenido, pero éste no ha cambiado. Al final he escrito un añadido que no forma parte de la carta)


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Hola, habrás observado que razono todo lo que escribo, con los links correspondientes. 

Yo soy fiel al Papado como Institución fundada por Jesucristo, quien fundó su Iglesia (católica) hace casi dos mil años. Luego está toda la Tradición de la Iglesia, los escritos de los santos Padres, así como las encíclicas de los Papas anteriores al Concilio Vaticano II. 

A lo largo de la historia de la Iglesia ha habido papas de todo tipo (tú mismo hablaste en una de tus entradas del papa nº 130, Juan XII, el papa fornicario). ¿Piensas que Dios quiere que sean así sus representantes en la Tierra? Está claro que lo permite, pero no puede quererlo ... y siempre lo permite con vistas a un bien mayor. 

En el caso de Francisco, el problema es, desde el primer día en que tomó el Poder Pontificio, el 13 de marzo de 2013, que casi todo lo que dice y hace está en disconformidad con la Doctrina multisecular

Lo que ocurre es que los cardenales están con miedo (es mi opinión), en particular aquellos que se siguen manteniendo fieles a la Tradición, que cada vez son menos, porque ya se está encargando Francisco de hacer una criba al objeto de que no haya "adversarios" y tenerlos a todos de su parte. 

Cada día, o con bastante regularidad, van apareciendo cardenales y obispos gays, partidarios de la homosexualidad, de considerar las uniones entre adúlteros como normales y no pecaminosas, etc (ver Amoris Laetitia).

Yo no tengo personalmente nada contra el Papa y, en cuanto Papa, le guardo respeto, pero no puedo estar de acuerdo con aquellas cosas que dice que son contrarias a la doctrina católica (la cual, por cierto, cada vez se conoce menos, porque no se enseña; los seminarios están vacíos; y el modernismo se ha infiltrado de lleno en la Iglesia, siendo como es la suma de todas las herejías, al decir del papa San Pío X).

Intentoademás, seguir el consejo de san Pablo cuando dijo: "Que obréis bien, aun cuando nosotros fuéramos dignos de reprobación. Pues no podemos nada contra la verdad, sino en favor de la verdad" (2 Cor 13, 7-9).

Lo que yo no puedo hacer es actuar en contra de mi inteligencia. Y llamar negro a lo que es blanco y blanco a lo que es negro ... porque lo ha dicho el Papa

La misión del Papa no es la de aportar ideas que contradigan la fe, sino la de confirmar en la fe a todos sus hermanos católicos, dando ejemplo con su vida y con sus palabras. El Papa tiene la obligación de transmitir íntegramente el depósito, revelado de una vez para siempre, sin alterar nada de él ... ¡Y no es eso lo que está haciendo! 

Ya van apareciendo algunas voces disonantes. En particular el obispo más valiente es Schnëider, quien se ha opuesto claramente a la Amoris Laetitia. Luego están los cardenales Burke, Sarah y alguno más, pero muy pocos. 

Los cardenales más conocidos y con más influencia son Marx, Schönborn, Müller, el arzobispo argentino Víctor Fernández (alias "Tucho") íntimo amigo del Papa (el verdadero autor de la AL) y otros por el estilo, que se declaran ellos mismos pro-divorcio y pro-homosexuales ... ¡Y no pasa nada! El Papa no los destituye.

Sí lo hace, en cambio, y actúa, cuando se encuentra con otros obispos y cardenales que se mantienen fieles a la Tradición. Como ejemplo te puedo citar el caso de Monseñor Livières, un hombre de auténtica fe y que tenía los seminarios llenos de aspirantes al sacerdocio, y sin ningún motivo de peso fue trasladado desde Ciudad del Este a un sitio desconocido (ya falleció). El caso del cardenal Burke, también destituido del puesto de alto rango que tenía, por el mero hecho de su fidelidad a la Tradición. Y el caso más flagrante de todo que es el de los Franciscanos y Franciscanas de la Inmaculada, una orden con vocaciones muy valiosas ... pero por ser tradicionalistas la ha hecho desaparecer, sembrando un gran desconcierto entre los fieles y los seminaristas. [De todo ello he hablado en mi blog].

Observa quiénes son sus amigos: masones, musulmanes, rabinos, Evo Morales, Chávez, Maduro, Fidel Castro, etc... Dicen que va a recibir a Pablo Iglesias, el de Podemos, el día 10 de septiembre (no sé si lo hará). Y, sin embargo, no ha recibido a otros líderes con pensamiento ortodoxo y fiel a la Tradición: ... una misericordia selectiva

Yo digo lo que veo. Y de lo que digo hay testimonios (por escrito y en vídeos) de que eso es así. Y mientras tanto, la sociedad está cada vez más corrompida, y las vocaciones sacerdotales brillan por su ausencia. 

Faltan santos en la Iglesia ... y aquéllos que destacan por su santidad y su fidelidad a la Tradición son perseguidos ... incluso por el mismo Papa: además de los ejemplos que he citado más arriba, recuerda -no sé si lo has visto- el caso del monaguillo al que pretende separarle las manos porque está en actitud de veneración hacia el Santísimo. Y hasta le reprende: ¡tienes las manos pegadas! , etc, etc.

[Añado aquí un enlace a esa entrada del monaguillo reprendido por el papa Francisco]

En fin, ¿para qué voy a seguir? No acabaría nunca. 


Y sí, me preocupa la Iglesia. Si te fijas en mis escritos acerca de lo que hablo sobre Francisco podrás comprobar que, desde el principio en que comencé a hacerlo, siempre lo he hecho documentado y no le he hecho decir nada que no haya dicho

Si lo que dice está bien, bienvenido sea (hay muchas cosas buenas que dice) pero si lo que dice se opone a la verdad, es preciso hacerle frente, tal y como hizo san Pablo con san Pedro, reprendiéndole en público porque su modo de actuar no era el correcto. Y ahí tienes a Santa Catalina de Siena que fue a Avignon a decirle al Papa que tenía que volver a Roma.

El papa no es Dios. Y Dios cuenta ya con eso: cuenta con la infidelidad de muchos de sus sucesores: no porque ésa sea su voluntad, puesto que Él no puede querer lo malo, sino porque respeta nuestra libertad y por eso tolera el mal y lo permite ... Eso sí: sabemos con toda certeza, por la fe, que "todas las cosas cooperan para el bien de los que aman a Dios" (Rom 8, 28)


Por eso sabemos que la batalla final, que es la que cuenta, será ganada por Jesucristo y por todos aquellos que no se han avergonzado de Él: éstos son realmente quienes constituyen la verdadera Iglesia Católica.

[Aquí estoy hablando de la Iglesia militante; pero recuerda que está también la Iglesia triunfante y la Iglesia purgante. Todas ellas constituyen la única y sola Iglesia, dentro de la cual -y sólo dentro de ella- es posible la salvación. Algunos ya han llegado a la meta. Nosotros estamos aún en camino. Y esa esperanza es la que nos da alas para mantenernos firmes y vigilantes, luchando -con ilusión y confianza y en todo momento contra "el maligno". De Él recibiremos la corona de gloria que tiene reservada para los que perseveren hasta el fin]

"Estoy convencido -decía san Pablo- de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni las cosas presentes, ni las futuras, ni las potestades, ni la altura ni la profundidad, ni cualquier otra criatura podrá separarnos del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro" (Rom 8, 38-39)


Contestando, pues, a tu pregunta, y resumiendo, te digo lo siguiente: Yo quiero morir como católico, en el seno de la Iglesia, pues de lo contrario mi vida no tendría ningún sentido. Pero ya sabes: hablo de la iglesia de siempre, de la Institución Papal bimilenaria, fiel al Mensaje recibido de Jesucristo y transmitido a lo largo de los siglos ... y no de lo que diga tal o cual Papa, por muy Papa que sea, si sus palabras se oponen a ese Mensaje. 


En fin, lo dejo ya. No te doy más el tostón.  Me alegro de hablar contigo y te deseo también un feliz verano. Un abrazo. José Martí


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AÑADIDO POSTERIORMENTE

Por cierto, son los pobres a quienes Jesús promete la dicha y la felicidad, ya en este mundo: Bienaventurados los pobres de espíritu porque de ellos es el Reino de los Cielos (Mt 5, 3). La pobreza es una virtud. ¿Cómo se puede luchar contra la pobreza? Los pobres, según el Evangelio, son los humildes y los sencillos, los que hacen como Jesús quien vino "no a cumplir su voluntad sino la del Padre que lo había enviado". (Jn 6, 38)

Jesús se hizo pobre por Amor. Esa es la pobreza que debemos de vivir los cristianos, poniendo a Dios en el centro de nuestra vida, por encima de todas las cosas y por encima de todo. 

Se confunde, el 99% de los casos (debido a la influencia de los mass media) la pobreza con la miseria y con unas condiciones infrahumanas. Esto no lo quiere el Señor. Ésta no es la pobreza cristiana. Si fuéramos realmente pobres y pusiéramos a Dios, manifestado en Cristo, en el centro de nuestra vida, entonces, al cambiar nuestros corazones, al volvernos humildes, sencillos y amantes de la verdad ... entonces, y sólo entonces, el mundo podría ir saliendo de su miseria hasta erradicarla completamente

Pero la erradicación de la miseria es una consecuencia del Mensaje de Jesucristo: no es el Mensaje de Jesucristo, un Mensaje que muy pocos conocen. No es necesaria una "nueva Evangelización", como se dice: ya podemos percibir hoy los efectos de esa "nueva Evangelización", unos efectos que se han ido dejado sentir, principal y paulatinamente, desde el Concilio Vaticano II, hace cincuenta años, hasta que hemos desembocado en una "nueva Iglesia" que es distinta a la Iglesia de siempre. 

Sí es necesario, en cambio, una re-evangelización. O, si se quiere, una evangelización auténtica, siendo conscientes de que no es el Evangelio el que debe adaptarse a los tiempos, sino que son éstos los que tienen que adecuarse al Evangelio, dado que sólo en Jesucristo se encuentra la salvación y  "Jesucristo es el mismo ayer y hoy y lo será siempre" (Heb 13, 8)


José Martí

Así acabará el drama de las «dubia»


FUENTE: INFOCATÓLICA


El papa Francisco ha declinado contestar a cuatro cardenales dudas sobre su enseñanza sobre el matrimonio. La Iglesia está ahora en un territorio inexplorado.

Pronosticar es un pasatiempo peligroso para los comentaristas y en el papado del papa Francisco el negocio de hacer predicciones parece especialmente peligroso. El pasado abril, cuando Francisco promulgó un documento llamado Amoris Laetitia (La alegría de amar), advertí a los lectores que esperasen controversia continuada alrededor de una pregunta no contestada. Ahora se ve que no estaba equivocado.
La pregunta no contestada era la que se debatió acaloradamente en los dos sínodos de los obispos mantenidos en 2014 y 2015 – esto es, si los católicos divorciados vueltos a casar podrían ser admitidos a la Eucaristía en ciertas circunstancias. En los sínodos la propuesta, fomentada por prelados seleccionados cuidadosamente por Francisco, afrontó una fuerte oposición de muchos obispos y fracasó al no conseguir el consenso necesario. El documento producido por el encuentro de 2015 salió con una fórmula ambigua, esencialmente esquivando el asunto.
Después del sínodo todos los ojos estaban puestos en Francisco para ver si intervendría con una decisión clara. Los papas suelen publicar exhortaciones post-sinodiales después de estas reuniones. La mayoría son anodinas y se olvidan pronto, pero esta levantó esperanzas y ansiedades febriles en una Iglesia polarizada. Cuando llegó, los lectores hojearon con impaciencia las más de 300 páginas para encontrar la ansiosamente esperada respuesta. Esta respuesta, escondida en dos notas al pie, era de nuevo ambigua.
Los últimos seis meses a veces ha parecido una guerra de desgaste. La controversia se ha centrado principalmente en como han de ser interpretadas las palabras del Papa. Algunas conferencias episcopales nacionales – Alemania, por ejemplo – parecen más o menos unidas a favor de liberalizar la disciplina, mientras que otras – como Polonia – insisten en que nada ha cambiado. Los obispos de Buenos Aires presentaron un documento sugiriendo que ahora el camino para la Comunión para los divorciados vueltos a casar está abierto en algunos casos en que la culpa subjetiva podría haber disminuido. El Papa respondió con una carta privada recomendando esta interpretación como la buena. En lo que se ha convertido en un aspecto familiar de las disputas alrededor de las reales intenciones del papa, el intercambio supuestamente privado fue filtrado, un intento transparente de dar impulso al la tendencia liberalizadora.
La división no es solo entre grupos nacionales; también divide internamente a conferencias episcopales. El arzobispo Charles Chaput de Filadelfia publicó normas para su diócesis que dejaban claro que la disciplina quedaría sin cambios. Los que están en uniones irregulares podrían recibir la Comunión solo si viven en continencia. Su compatriota el cardenal Kevin Farrell, jefe del nuevo dicasterio del vaticano supervisor de los asuntos familiares, criticó a Chaput por adelantarse a los acontecimientos en lo que, según él, debería haber sido decidido colegiadamente por los obispos americanos. Farrell dejó claramente implícito que esa política sería más abierta a la favorecida «opción de misericordia» de Francisco. Dijo que la Amoris Laetitia es el Espíritu Santo hablando.
En medio de estas maniobras explotó una bomba. Se hizo pública una carta, dirigida al papa por cuatro cardenales conocidos por ser hostiles a cualquier cambio en la disciplina. Tomó la forma de dubia, 'dudas', tradicionalmente dirigida a la autoridad romana competente por aquellos que buscan aclaraciones sobre puntos de la enseñanza de la Iglesia o del canon de leyes considerados insuficientemente claros.
De los cardenales interesados, solo uno está actualmente en activo, aunque en un rol de poca importancia. Es el cardenal Raymond Burke, ya bien conocido como un 'pegador' conservador. Los otros cardenales están todos retirados: Walter Brandmüeller, un historiador académico altamente respetado; Carlo Caffara, azobispo emérito de Bologna y un distinguido teólogo moral; y Joachim Meisner, arzobispo de Colonia hasta 2014 y uno de los más firmes partidarios de los últimos dos papas entre los obispos de todo el mundo.
La dubia cubría cinco cuestiones, todas referidas a la enseñanza del magisterio de San Juan Pablo II, contenida notablemente en los textos de referencia Familiaris Consortio y Veritas Splendor. Es evidente que las cuestiones, todas presentadas respetuosamente y con argumentos detallados, no eran inocentes, ya que su propósito es sugerir que hay dificultades en reconciliar Amoris Laetitia, o al menos sus implicaciones, con la doctrina católica establecida. Pero no son cuestiones puramente retóricas: ellas presentan al Papa, o a los teólogos liberales que parece favorecer, una oportunidad para desarrollar, con un razonamiento concreto y preciso, su afirmación que lo que está en curso constituye un auténtico desarrollo de doctrina.
Que se sepa el Papa no entregará una respuesta a los cuatro cardenales. Fue su silencio determinado el que los empujó a hacer público el dubia. Para muchos, ha parecido un reto directo a Francisco. Para confirmarlo, el cardenal Burke ha ido tan lejos como declarar que él y los otros quizás hagan un «acto formal de corrección» si el Papa no clarifica su enseñanza. Esto implica claramente que el Santo Padre posiblemente está enseñando erróneamente.
¿Cual es el significado del silencio del papa Francisco? ¿Y cuanto de audaz es la iniciativa de los cardenales?
El Papa está en una posición difícil. Si declarara que los principios enseñados por San Juan Pablo II ya no forman parte de la enseñanza de la Iglesia, causaría un terremoto teológico. Nunca en los tiempos modernos un papa ha desautorizado a su predecesor. Hacerlo provocaría una revuelta entre los muchos que se adhieren tenazmente a la doctrina de los papas previos – no simplemente los dos últimos, sino toda la entera tradición católica tal como ha evolucionado por siglos. Incluso podría provocar un cisma formal.
Todavía más, relativizaría la propia autoridad de enseñanza del papa Francisco.  Después de todo, si sus predecesores se equivocaron, ¿por qué alguien puede pensar que sus declaraciones pueden tener algún valor más allá de su vida?
Por otra parte, si Francisco reafirma la enseñanza previa, entonces él debe abandonar sus intentos de reforma de la disciplina de los sacramentos o salir con argumentos que muestren que la contradicción es solo aparente. Los defensores del cambio, principal entre ellos el cardenal Christoph Schönborn de Viena, han dicho que el cambio por el que abogan no es revertir la enseñanza anterior sino un desarrollo de la doctrina. Hasta ahora no he visto nada que me convenza que esto no es más que una mera afirmación, sin apoyo de una demostración racional y convincente.
¿Está el Papa furioso con los cuatro autores de la dubia, como algunos sugieren? Lo dudo. Después de todo, llamó a la parresia, al debate valiente y franco. Los signos son que él cree en iniciar procesos, más que en dictar desenlaces. Él debe reconocer, entonces, que iniciativas que aspiran a equilibrar la discusión, incluso frenando evoluciones que muchos juzgan inoportunas, son parte normal de los procesos en una Iglesia que él ha invocado a ser más 'sinodial', o colegial.
Estoy menos convencido de la serena disposición de muchos de los que rodean a Francisco y quizás busquen usar su popularidad para avanzar en sus propias agendas. Ha habido reacciones intemperantes y airadas. El obispo Frangiskos Papamanolis, presidente de la conferencia de la minúscula iglesia católica de Grecia, acusó a los cuatro cardenales de cisma, herejía e incluso apostasía. Nadie que entienda correctamente la doctrina católica sobre el papado cree que retar los juicios prudentes de un papa hace que nadie reniegue de la fe católica. Estoy preocupado de que esta reacción ejemplifica algunos factores preocupantes en este debate, más allá de la ira y la retórica divisiva presente en ambos lados.
El primero es el anti-intelectualismo que parece presente en algunos barrios. El obispo Papamanolis reprochó a los cuatro cardenales hacer «argumentos sofisticados», como si fuera algo imperdonable. El papa Francisco ha sostenido que «las realidades son más grandes que las ideas». Pero reforzar esto para despreciar la racionalidad y el discurso lógico corre el riesgo de entregar la Iglesia al reino de lo emotivo y sentimental de manera que finalmente no pueda sostener sus esfuerzos para evangelizar.
En segundo lugar, está el riesgo de reemplazar entender correctamente la autoridad papal con una adhesión excesiva a un papa en particular rayando en el culto a la personalidad. Estoy preocupado cuando alguno de los que advertían de este peligro bajo San Juan Pablo II ahora parecen bastante contentos de tolerarlo bajo un papa que creen que favorece su agenda.
Los papas son seres humanos cuyo trabajo es enseñar la doctrina católica, y en casos de necesidad intervenir para restaurar la unidad en base a la verdad. Pueden cometer errores de juicio persiguiendo esta tarea, como los han tenido en el pasado y sin duda los tendrán en el futuro. Enseñan y gobiernan en unión con sus colaboradores – los obispos – quienes tiene el papel de aconsejarlos y, si es necesario, instarles a la prudencia.
El papa Franciso ha elegido abrir un debate, y creo que un día, en una Iglesia global que exige enseñanza consistente y disciplina globales, él o uno de sus sucesores será invocado a cerrarlo. La autoridad de los obispos de todo el mundo necesitará ser involucrada en la decisión, quizás en un futuro sínodo o incluso en un concilio ecuménico.

Fr. Mark Drew, sacerdote
Publicado originalmente en Catholic Herald
Traducido por José María Fontdecaba Climent, del equipo de traductores de InfoCatólica