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martes, 10 de mayo de 2016

El papa Francisco y Marco Pannella (Vídeo)


Tomado de Gloria.TV Noticias del 6 de mayo. Difícil de entender, pero cierto.

Duración 32 segundos

Coloco por escrito la noticia, tanto en inglés como la traducción en español

The Devil: Pope Francis has sent gifts to the Italian politician Marco Pannella on the occasion of his 86th birthday. For decades Pannella has been the voice of Satan in Italy

He is an anti-Church, pro-divorce, pro-death, pro-drugs and pro-homosex militant, and atheist and the leader of the infamous Radical Party. In 2014 Pannella received a phone-call from Pope Francis.


El Diablo: Francisco ha enviado regalos al político italiano Marco Pannella con motivo de su 86 cumpleaños. Durante décadas Pannella ha sido la voz de Satanás en Italia

Él es un anti-Iglesia, pro-divorcio, promotor de la muerte, promotor de la drogadicción y un militante pro-homosexual, un ateo y líder del infame Partido Radical. En 2014 Pannella recibió una llamada telefónica de Francisco.

lunes, 9 de mayo de 2016

Ser madre es un plus (Vídeo)




Duración 3:49 minutos


Un vídeo muy especial sobre la valentía de aquellas mujeres (auténticas) que aprecian su función propia de ser madres en la sociedad actual, por muy difícil que ésta se lo ponga: ¡Olé!

José Martí

Profunda crisis en la Iglesia Católica (Vídeo padre Santiago Martín)


Padre Santiago Martín

La Iglesia católica está atravesando, posiblemente, la mayor crisis de su Historia ... y son muchos los católicos que aún no se han enterado.


Duración 14:25 minutos


El vídeo completo puede verse pinchando aquí. En todo caso lo coloco también en este blog:

Duración 55:23 minutos




viernes, 6 de mayo de 2016

Mentalidad de Francisco, según el arzobispo Bruno Forte


Arzobispo Bruno Forte, Secretario del Sínodo de la Familia

Con relación al "Discurso de clausura del segundo Sínodo de la familia", que tuvo lugar el 25 de octubre de 2015, yo realicé, en su momento, un análisis crítico personal en trece entradas desde el 9 de noviembre de 2015 hasta el 29 de diciembre de 2015

Catholicvs hace también un análisis muy interesante y mucho más breve de este discurso que puso fin a más de dos años de discusiones y de encuestas sobre el tema de la familia … y cuyo resultado final ha sido, como sabemos, la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, que salió al público el 8 de abril de 2016 (aunque estaba fechada el 19 de marzo).

Hemos hablado ya ampliamente sobre la Amoris Laetitia, además de todos los artículos que pueden encontrarse si se pincha en el lateral donde dice: “INFINIDAD DE ARTÍCULOS SOBRE LA AMORIS LAETITIA” (en permanente actualización).

Pues bien, no he acabado aún de asimilar este Documento tan extenso de la Amoris Laetitia, con la suficiente profundidad, cuando he aquí que me encuentro con una información tomada de SECRETUM MIHI MEUM con fecha de hoy mismo, viernes, 6 de mayo, que hace referencia a los 43 primeros segundos de un vídeo de Gloria.TV

Cuando vean y escuchen el vídeo entenderán el porqué de mi asombro, del que todavía no he salido. Las fuentes de información son fidedignas. Otro asunto es si lo que se supone que ha dicho el arzobispo Bruno Forte es o no es cierto ... aunque ¿por qué tendría que mentir y decir algo que no es verdad? La heterodoxia del arzobispo Bruno Forte es de todos conocida. Véase, por ejemplo, aquí.  Pero esto es algo más que heterodoxia.

Coloco a continuación el original inglés, parte del cual puede leerse directamente en el vídeo, a partir del segundo 25. En cualquier caso, debajo se encuentra la  traducción completa de todo lo que dice la presentadora.


Deceit: Talking about Amoris Laetitia, Italian archbishop Bruno Forte, one of the leading anti-Catholic voices at the last Synod of Bishops has given insights into the pope’s mind. According to Forte Francis said during the Synod: “If we speak explicitly about Communion for the divorced and remarried nobody knows what kind of riot they will organize. Therefore we will not speak about it in a direct way but in a way that we lay out the premises. Then, I will draw the conclusions.”

Traducción:

El engaño: Hablando de Amoris Laetitia, el arzobispo italiano Bruno Forte, una de las principales voces anticatólicas en el último Sínodo de los Obispos, ha dado una visión de la mentalidad del Papa. Según Forte, Francisco dijo en el Sínodo: "Si hablamos explícitamente de la comunión a divorciados vueltos a casar, nadie sabe qué clase de disturbio se organizaría. Por lo tanto, no vamos a hablar de ello de una manera directa, pero sí de un modo en que dejemos fuera las Instituciones. Entonces yo sacaré las conclusiones ".

Recorte que he realizado del vídeo de 43 seg. de duración


Personalmente, me resulta difícil creerlo ... no tanto el que Francisco haya dicho lo que "se supone" que ha dicho, sino que dichas palabras, que serían pronunciadas -en caso de ser ciertas- en el más absoluto secreto, hayan salido a la luz y, precisamente, debido a uno de sus más íntimos amigos, según me parece. 

Algo falla, desde luego; porque, de ser cierta esta noticia, entonces todo el Sínodo (ambos) no sería sino una tremenda farsa, en la que se ha gastado mucho tiempo y mucho dinero ... Eso sí, con apariencia de sinodalidad, cuando el resultado ya estaba escrito desde el principio por el propio Francisco. Esto me parece muy grave. Esperemos a nuevas noticias, por si hay algún desmentido

José Martí

NOTA: Parece ser que es correcta la noticia, como he podido comprobar al visualizar un vídeo del padre Santiago Martín, de 9:54 minutos de duración. La información correspondiente se encuentra en el intervalo 4:35 min a 6:14 min de dicho vídeo

Otro comentario sobre el vídeo del Papa del mes de mayo (Denzinger-Bergoglio)

El original puede leerse pinchando aquí
Por otro lado, aparece el llamado “video del Papa”, para el mes de mayo. Su título: Las mujeres en la sociedad. Un video que es presentado como medio para divulgar las intenciones del “Apostolado de la Oración”. Si hay una cosa de que no habla Francisco es de oración; menos todavía de Dios, de salvación eterna, de gracia y de pecado… y ni se diga de los mandamientos o algo que se le parezca.

Las frases, no muy coherentes entre sí, parecen más propias de una arenga sindicalista; buscan lo que los franceses llaman sensiblerie, y nosotros llamamos sin tapujos “sensiblería idiota”. Veamos algunas: “Hemos hecho muy poco por las mujeres que se encuentran en situaciones muy duras, despreciadas, marginadas, e incluso  reducidas a esclavitud”. ¿Ese “hemos hecho” se refiere a él, en concreto, Jorge Bergoglio, o a algún público en particular? ¿Se olvida que la Iglesia, por medio de muchas congregaciones de religiosos, masculinas o femeninas, se ha dedicado y se dedica a salvar las mujeres de todas estas situaciones? ¿Quiénes “hemos hecho” muy poco? ¿Los católicos de a pie que practican los Mandamientos, van a Misa, se confiesan, rezan el rosario?
Otro slogan: “Debemos condenar la violencia sexual que sufren las mujeres y eliminar los obstáculos que impiden su plena inserción en la vida social, política y económica”. Perfecto discurso de un candidato a la presidencia del gobierno, de la ONU, de cualquier ONG. Lo políticamente correcto. Un socialista podría decir lo mismo perfectamente. ¿Es lo que podían esperar millones de católicos del Obispo de Roma? ¿Nada más?
“Si pensás (sic) que esto es justo manifestá (sic) esta petición conmigo”. Dejando de lado el lenguaje porteño, legítimo, pero no universalmente conocido en el universo del habla hispana, la frase no tiene mucho nexo. Y menos con la siguiente “intención de oración”: “para que en todos los países del mundo las mujeres sean honradas y respetadas y sea valorizado su imprescindible aporte social”
Eso ¿qué quiere decir? ¿aporte social? Cuando oímos ese discurso en boca de cualquier político ya sabemos lo que significa: feminismo, aborto, igualdad de género, etc. ¿Qué entenderá Francisco por “aporte social”? La frase de San Pablo a los Gálatas: “todos los bautizados en Cristo os habéis revestido de Cristo: ya no hay judío ni griego; ni esclavo ni libre; ni hombre ni mujer, ya que todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Gal 3, 27-28) se refiere a la acción de la gracia en las almas; pero la acción del Espíritu Santo no anula las diferencias entre griegos y judíos, entre alemanes y turcos, entre mujeres y hombres. 
Por otro lado, queremos preguntar a Francisco si piensa hablar de este asunto con los inmigrantes musulmanes que está queriendo traer a Europa, pues este asunto de las mujeres es principalmente un problema del mundo árabe. ¿O no es políticamente correcto levantar el asunto con ellos? Que los problemas a que se refiere el Obispo de Roma existen en nuestro siglo XXI (violencia sexual, dificultades para la inserción social, personas – hombres y mujeres – despreciados, marginados o reducidos a esclavitud) es real. Pero nos recuerda al pastor que, en lugar de proteger sus ovejas contra los lobos, se dedica a espantar las moscas que las molestan.
Estas son las “intenciones de oración” de Bergoglio, mientras los lobos del adulterio generalizado (para solo hablar de los problemas de la mujer) del aborto, de la contracepción promovida, de la inmoralidad galopante, del fin del recato, devastan el rebaño; los lobos de la falta de fe, ausencia de bautismo y de otros sacramentos, relativismo en las confesiones, carencia de catequesis, de la cual se huye más que de la lepra, etc., corrompen el pueblo santo de Dios, redimido por el sangriento sacrificio del Calvario.
Y éste es el video que Francisco nos regala a los católicos en mayo, el mes de María… Exacto. Mayo, María, mujer. Qué mejor que usar el mes de María para incentivar “los derechos de la mujer”, pensará Francisco. Ya sabemos que estas intenciones mensuales son “universales”, para todos los hombres. En realidad, más que “intenciones” son “programas” de conducta, líneas éticas que valen para cualquier religión o “dios” como ya analizamos en los videos anteriores (ver aquí y aquí).
Denzinger-Bergoglio

miércoles, 4 de mayo de 2016

El vídeo del Papa - 5 ( Mayo 2016) Las mujeres en la sociedad


Duración 1:17 minutos

Es innegable el aporte de la mujer en todas las áreas del quehacer humano ... empezando por la familia.


Pero, con solo reconocerlo, ¿es suficiente? ...


Hemos hecho muy poco por las mujeres que se encuentran en situaciones muy duras, despreciadas, marginadas e incluso reducidas a la esclavitud.


Debemos condenar la violencia sexual que sufren las mujeres y eliminar los obstáculos que impiden su plena inserción en la vida social, política y económica.


Si pensáis que esto es justo, manifestad esta petición conmigo ... para que en todos los países del mundo las mujeres sean honradas y respetadas y sea valorizado su imprescindible aporte social.



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Echo de menos la referencia a la Virgen María, aquella que se definió a sí misma como la "esclava del Señor" (Lc 1, 38). Ella es el prototipo de mujer, la Mujer por antonomasia. Jamás criatura humana ha llegado ni llegará jamás a alcanzar el grado de perfección de esta sencilla y, a la vez, extraordinaria mujer, el único modelo de mujer que se puede considerar, de verdad, como tal modelo. 

Este mes de mayo, dedicado a la Virgen, sería una ocasión propicia para haberse referido a ella, al menos con alguna breve alusión ... pero ni por esas.

Es sólo a partir de Jesucristo cuando las mujeres adquieren la dignidad que la sociedad antigua les negaba. No hay ninguna civilización, excepto la cristiana y, concretamente, la católica, en la que la mujer sea tratada como persona, y no como cosa u objeto de placer. Esto es un hecho histórico fácilmente constatable. 

Pero no hay que irse muy lejos en el tiempo. En la actualidad  sólo la Religión católica considera a la mujer como lo que es: una persona, con la misma dignidad del varón, aunque con diferentes funciones. Además, en esta sociedad "moderna" no se respeta a la mujer en lo más sagrado que ella -y sólo ella- tiene: su maternidad. También en esto tiene en la Virgen un modelo de Madre ejemplar.

Pensemos en cualquier tipo de religión: judía, musulmana, azteca, budista, anglicana, etc ... En ninguna de ellas la mujer es valorada por sí misma. En todas estas civilizaciones la mujer es vejada y oprimida. Esto, además, es algo inherente a esas religiones, en sí mismas. Pero nadie dice nada. En cambio, se ataca a la Religión católica.

Y es precisamente la Religión católica la única que exalta a la mujer, como ninguna otra, hasta el punto de que Jesucristo compara la unión entre un hombre y una mujer unidos en matrimonio con la unión que Él mismo tiene con su Iglesia: "Maridos, amad a vuestras esposas como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a Sí mismo por ella" (Ef 5, 25) . "Así deben también los maridos amar a sus esposas, como a su propio cuerpo. Quien ama a su esposa, a sí mismo se ama; pues nadie aborrece nunca su propia carne, sino que la alimenta y la cuida, como Cristo a la Iglesia, porque somos miembros de su Cuerpo" (Ef 5, 28-30)

Ese es el secreto de la dignidad humana, tanto del hombre como de la mujer: el Amor de Jesucristo. Si Jesús me ama es que soy importante ... pero en el caso de las mujeres aún más, si cabe. No hay persona más importante en el Cielo y en todo el Universo que la Virgen María, una mujer, que no sólo fue virgen sino también Madre ... ¡y qué madre! ¿Cuál no sería su responsabilidad y su sufrimiento al saber que Jesús, en cuanto hombre, "crecía y se fortalecía" (Lc 2, 40) ... "crecía en sabiduría, en edad y en gracia, delante de Dios y de los hombres" (Lc 2, 52). Y ella tenía que encargarse de su educación, junto con san José. ¿Cuántas cosas no entenderían? ... pero ahí estaban ambos, al pie del cañón ... porque ésa era la voluntad de Dios.

La Virgen María, ante conductas o expresiones de Jesús que no entendía ... porque no podía entenderlas, sin embargo, no se rebelaba sino que "conservaba todas esas cosas en su corazón" (Lc 2, 51). 

La expresión "sexo débil", refiriéndose a la mujer, es una verdadera falacia. Todos los discípulos, a excepción de Juan, abandonaron a Jesús y huyeron. En cambio, "estaban en pie junto a la cruz de Jesús su madre y la hermana de su madre, María de Celofán, y María Magdalena" (Jn 19, 25). La fortaleza de una mujer (no me refiero a la fortaleza física) suele ser, casi siempre, mayor que la de los hombres. Son más valientes y más sufridas.

Ante la ternura que proporciona a sus hijos el amor de una madre hay que descubrirse. El varón aporta otras cosas, también muy importantes (Hablamos en términos generales). Ambos son necesarios para el buen crecimiento del hijo, que es el ser más desprotegido.

De ahí que Dios haya previsto, en su infinita sabiduría, que el matrimonio lo sea siempre entre un hombre y una mujer, que "serán dos en una sola carne" (Mt 19, 5) ... y de manera tal que "lo que Dios ha unido no pueda separarlo el hombre"(Mt 19, 6). La indisolubilidad del matrimonio es indiscutible. No existen casos, por dolorosos que sean, en los que tal unión pueda romperse. Esto no porque yo lo diga, sino porque es Palabra de Dios. Y Dios no puede equivocarse ni contradecirse ... somos nosotros los que nos equivocamos al olvidarnos de Dios y de sus preceptos ... y esto puede ocurrir también incluso cuando los que hablan representan a Jesús aquí en la Tierra. Es el caso de los sacerdotes, obispos, cardenales, etc ... No es lo deseable pero, por desgracia, es bastante frecuente.

Ese es el secreto de la felicidad; una felicidad que comienza ya en esta vida: la unión de nuestra voluntad con la voluntad de Dios, tal y como hizo nuestra Madre, la Virgen María. Sólo la vuelta a Dios nos puede liberar porque, en palabras de Jesucristo: "Todo el que comete pecado es esclavo del  pecado" (Jn 8, 34)

¿Que las mujeres sean honradas y respetadas y sea valorado su imprescindible aporte social, como dice Francisco...? Por supuesto que sí (¿quién puede ponerlo en duda?), aunque limitarse a decir esto es muy poco decir, además de ser muy genérico. Esas palabras pueden salir igualmente de la boca de cualquier político ... y ya sabemos cómo son, en general, los políticos: unos embusteros. 

Pero el Papa se dirige a los cristianos y, por lo tanto, debe de saber muy  bien que esto que dice sólo se podrá hacer realidad cuando el mundo se vuelva de nuevo a Dios, encarnado en la persona de su Hijo. Esa referencia a lo sobrenatural brilla por su ausencia en este vídeo al igual que ocurrió con los otros cuatro vídeos papales anteriores.

La unión a Dios, en Jesucristo, es la única que nos hace ver la realidad tal y como es y la que nos llevaría, ciertamente, a valorar, a honrar, a respetar y amar a todos los seres humanos, como criaturas de Dios y, de un modo especial, a las mujeres, por el papel tan importante que tienen en la sociedad, siendo el más importante y el que más las dignifica, el de la maternidad, un papel que sólo ellas pueden desempeñar, sin quitar importancia a otras funciones que también puede desempeñar, al igual que el hombre. Como se dice: "Lo cortés no quita lo valiente". 

Y lo peor de todo es que ese tesoro, que son los hijos, también se lo quieren quitar, a base de políticas  y de campañas abortivas, desprestigiando la maternidad y privándolas de las ayudas, también económicas, que necesitan. Hoy se quiere imponer "por la fuerza" el pensamiento único y destructivo de la "ideología de género" que supone, entre otras cosas, la destrucción de la familia y de la sociedad, en última instancia. 

A la vista de lo cual se me viene a la mente aquella expresión de que "el que siembra vientos, recoge tempestades"; pero hay una expresión mucho más clara, segura e inequívoca pues es la misma palabra de Dios. Y es que "lo que el hombre siembre, eso mismo cosechará" (Gal 6, 7). Pudiera parecer y eso es lo que ocurre a una mirada superficial que el Diablo está ganando la batalla. Y que Jesús está perdiendo y está siendo reducido a la nada, como Él mismo dijo cuando se dejó prender en el huerto de los olivos: "Ésta es la hora y el poder de las tinieblas" (Lc 22, 53). 

Pero esta victoria es pasajera. Atendamos a las palabras del Señor: "He aquí que vengo pronto, y conmigo mi recompensa, para dar a cada uno según sus obras" (Ap 22, 12). La victoria final, que no nos quepa duda, es de Jesucristo, pues esto dice de Sí mismo, y nos lo demostró resucitando de entre los muertos: "Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Último, el Principio y el Fin" (Ap 22, 13).  

Y sus palabras son consoladoras: "Sé fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida" (Ap 2, 10). "Yo soy el que escudriña las entrañas y los corazones y os daré a cada uno según vuestras obras" (Ap 2, 23). "Conservad con firmeza lo que tenéis hasta que Yo venga" (Ap 2, 25).  "Quien venza no será dañado por la muerte segunda" (Ap 2, 11). "Ésta es la muerte segunda, el estanque de fuego" (Ap 20, 14). 

"El que venza será revestido con vestiduras blancas y no borraré su nombre del libro de la vida; confesaré su nombre en la presencia de mi Padre y delante de sus ángeles. El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias" (Ap 3, 5-6).

Ciertamente, merece la pena jugarse la vida por el Señor y fiarse de sus Palabras, pues Él es la Verdad. No quedaremos nunca defraudados. El camino es difícil, pero estando a su lado, si Él está con nosotros, y lo sabemos, con certeza, por la fe, todas las dificultades palidecen y se esfuman, se quedan en nada. 

Acabo esta entrada con estas palabras de nuestro Maestro y Señor: "No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed, ante todo, al que puede hacer perder alma y cuerpo en el infierno" (Mt 10, 28). Si actuásemos así, conforme al Mensaje contenido en el Evangelio, "otro gallo nos cantaría", infinidad de problemas serían resueltos, no sólo el de la mujer, lo que queda claro, sino otros muchos más; porque no olvidemos que, si nos vamos a la raíz y a la causa de todos los males ésta no es otra que el pecado. Y éste sólo puede ser vencido si estamos unidos a Jesucristo y procuramos vivir su Vida en nosotros, haciendo uso de todos los medios que Él ha puesto a nuestro alcance para que esto sea posible: "Todo lo puedo en Aquél que me conforta" (Fil 4, 13)

José Martí

martes, 3 de mayo de 2016

La Doctrina anulada por la praxis (Padre Alfonso Gálvez)



Cuando la práctica se separa de la Doctrina se acaba perdiendo la fe. El aforismo Lex orandi = Lex credendi ha tenido y sigue teniendo actualidad. Es una falacia y un engaño  separar la praxis de la Doctrina.

Duración 9:40 minutos

lunes, 2 de mayo de 2016

”Amoris Laetitia”: Aclaración para evitar una confusión general (Mons. Schneider) (3 de 3)



Monseñor Athanasius Schneider

NECESIDAD DE UNA ”VERITATIS LAETITIA”
AL contiene seguro, y por fortuna, afirmaciones teológicas e indicaciones espirituales y pastorales de gran valor. Sin embargo, es realmente insuficiente afirmar que AL debería ser interpretada según la Doctrina y la Práctica tradicional de la Iglesia. Cuando en un documento eclesiástico que, en nuestro caso, está desprovisto de carácter definitivo e infalible, encontramos elementos de interpretación y aplicación que podrían tener consecuencias espirituales peligrosas, todos los miembros de la Iglesia, en primer lugar los obispos, que son los colaboradores fraternos del Soberano Pontífice en la colegialidad efectiva, tienen el deber de señalar respetuosamente este hecho y de darle una interpretación auténtica. (Este párrafo ya se incluyó en una entrada anterior. Aquí estoy escribiendo el documento completo)


Cuando se trata de la fe divina, los mandamientos divinos y de la sacralidad e indisolubilidad del matrimonio, todos los miembros de la Iglesia, desde los simples fieles hasta los más altos representantes del magisterio deben hacer un esfuerzo común para conservar intacto el tesoro de la fe y su aplicación práctica. 

El Concilio Vaticano II de hecho ha enseñado: "La sagrada Tradición, pues, y la Sagrada Escritura constituyen un solo depósito sagrado de la palabra de Dios, confiado a la Iglesia; fiel a este depósito todo el pueblo santo, unido con sus pastores en la doctrina de los Apóstoles y en la comunión, persevera constantemente en la fracción del pan y en la oración (cf.  8,42), de suerte que prelados y fieles colaboran estrechamente en la conservación, en el ejercicio y en la profesión de la fe recibida. 

Pero el oficio de interpretar auténticamente la palabra de Dios escrita o transmitida ha sido confiado únicamente al Magisterio vivo de la Iglesia, cuya autoridad se ejerce en el nombre de Jesucristo. Este Magisterio, evidentemente, no está sobre la palabra de Dios, sino que la sirve, enseñando solamente lo que le ha sido confiado, por mandato divino y con la asistencia del Espíritu Santo la oye con piedad, la guarda con exactitud y la expone con fidelidad, y de este único depósito de la fe saca todo lo que propone como verdad revelada por Dios que se ha de creer. 

Es evidente, por tanto, que la sagrada Tradición, la Sagrada Escritura y el magisterio de la Iglesia, según el designio sapientísimo de Dios, están entrelazados y unidos de tal forma que no tienen consistencia el uno sin el otro y que, juntos, cada uno a su modo, bajo la acción del Espíritu Santo, contribuyen eficazmente a la salvación de las almas" (Concilio Vaticano II, Dei Verbum, 10).
Fue el propio Concilio Vaticano II el que fomentó a todos los fieles y, sobre todo, a los obispos a manifestar sin temor algunas de sus preocupaciones y observancias en vista del bien de toda la Iglesia. El famoso obispo y teólogo del Concilio de Trento, Melchor Cano, O.P., pronunció esta memorable frase: ”Pedro no se ha olvidado de nuestras mentiras y adulaciones. Aquellos que defienden ciegamente e indiscriminadamente todas las decisiones del Sumo Pontífice son los que mayormente comprometen la autoridad de la Santa Sede. Se deberían destruir los cimientos en vez de consolidarlos”.
Nuestro Señor nos ha enseñado, sin ambigüedad, explicando en qué consiste el verdadero amor y la verdadera alegría del amor: "El que guarda mis mandamientos después de recibirlos, ése es el que me ama” (Jn 14, 21). Dando a los hombres el sexto mandamiento y la observancia de la indisolubilidad del matrimonio, Dios se lo ha dado a todos sin excepción alguna y no solo a una élite

Ya en el Antiguo Testamento Dios declaró: "Este mandamiento que Yo te doy no es superior a tus fuerzas ni está fuera de tu alcance" (Dt 30, 11) y "Si tú quieres, puedes observar los mandamientos; está en tus manos el ser fiel" (Eclesiástico 15, 15). Y Jesús dice a todos [simbolizados en uno que le pregunta]: "¿Qué  debo hacer para conseguir la vida eterna?"  Jesús contestó: «¿Por qué me preguntas sobre lo que es bueno? Uno solo es Bueno. Pero si quieres entrar en la vida, cumple los mandamientos.» El joven dijo: «¿Cuáles?» Jesús respondió: No matar, no cometer adulterio, no hurtar, no levantar falso testimonio"… (Mt 19, 17-18). 

La enseñanza de los apóstoles nos ha transmitido la misma doctrina: "Amar a Dios es guardar sus mandatos, y sus mandatos no son una carga" (1 Jn 5, 3). No hay una vida real, sobrenatural y eterna, sin observancia de los mandamientos de Dios: "Observa sus preceptos y sus mandamientos. He puesto delante de ti la vida y la muerte. ¡Elige la vida!" (Dt 30, 15-20).  Ninguna vida es verdaderamente vida y verdadera alegría del amor sin la verdad. "El amor consiste en vivir según sus mandamientos" (2 Jn 6). La alegría del amor consiste en la alegría de la verdad. La vida auténticamente cristiana consiste en la vida y en la alegría de la verdad: "Nada me causa mayor alegría que el saber que mis hijos viven en la verdad" (3 Jn 4).
San Agustín nos explica la íntima relación entre la alegría y la verdad: "Si les pregunto a todos si quieren más gozar de esta alegría que proviene de la verdad que de otra que provenga de la mentira, responderían todos que más quieren la alegría que nace de la verdad, y que desean ser felices y bienaventurados, porque la vida bienaventurada es alegría y gozo que nace de la verdad, que es lo mismo que decir, alegría que nace de Vos, que sois la verdad suma, mi luz, mi Dios, vida y salud de mi alma. Todos, pues, quieren esta vida bienaventurada; esta vida, digo, que únicamente es la bienaventurada, todos la quieren: todos, vuelvo a decir, quieren y desean el gozo y alegría de la verdad, pues aunque he tratado a muchos que quisieran engañar a otros, a ninguno he visto que deseara ser engañado” (Confesiones, X, 23)

EL TIEMPO DE CONFUSIÓN GENERAL POR CUANTO AGUARDA LA INDISOLUBILIDAD DEL MATRIMONIO

Desde hace tiempo, en la vida de la Iglesia, se constata de algunos lugares, un gran abuso en la admisión de los divorciados vueltos a casar a la santa comunión, sin pedirles que vivan en una perfecta continencia. Las afirmaciones poco claras del capítulo VIII de AL han dado un nuevo dinamismo a los propagadores declaradores de la admisión de los divorciados vueltos a casar a la santa comunión.

Podemos ahora constatar que el abuso ha empezado a difundirse mayoritariamente en la práctica sentenciosa en cualquier modo legítimo. También existe la confusión por cuanto resguarda las interpretaciones reportadas de las afirmaciones importantes en el capítulo VIII de AL. La confusión alcanza su ápice porque TODOS, sean los que están a favor de la admisión de los divorciados vueltos a casar a la comunión, sean sus opositores, SOSTIENEN QUE: "La doctrina de la Iglesia en esta materia no ha sido modificada".


Teniendo en cuenta las diferencias históricas y doctrinales, nuestra situación muestra algunas similitudes y analogías con la situación de confusión general de la crisis arriana del siglo IV. En aquella época, la fe apostólica tradicional en la verdadera divinidad del Hijo de Dios fue garantizada mediante términos "consustanciales" ("homoousios"), dogmáticamente proclamada por el Magisterio Universal del Concilio de Nicea I. 
La profunda crisis de la fe, con una confusión casi universal, fue causada principalmente por refutar o evitar utilizar y profesar la palabra "consustancial" (”homoousios”). En vez de utilizar esta expresión se decide entre el clero y sobre todo entre el episcopado utilizar una fórmula alternativa que era más ambigua e imprecisa como por ejemplo ”igual en la sustancia” (”homoiousios”) o simplemente ”igual” (”homoios”).

La fórmula ”homoousios” del Magisterio Universal de aquel tiempo experimentaba la divinidad plena y verdadera del VERBO en modo tan claro que no dejaba lugar a interpretaciones equívocas

En los años 357-360 casi todo el episcopado se convirtió en arriano o semi-arriano a causa del siguiente acontecimiento: en el año 357 el papa Liberio usó una de las fórmulas ambiguas de Sirmo, en la cual había sido eliminado el término ”homoousios”. El Papa excomulgó, también, de manera escandalosa, a san Atanasio. San Hilario de Poitiers fue el único obispo que lanzó improperios graves al papa Liberio por tales actos de ambigüedad.  

En el  año 359 los sínodos paralelos del episcopado occidental en Rímini y del oriental en Seuleukia habían aceptado las expresiones completamente arrianas, peores todavía que la ambigua fórmula firmada por el papa Liberio. Describiendo la situación de confusión de la época, san Jerónimo se expresó así: "el mundo se quejó y se dio cuenta con asombro que era arriano" (”Ingemuit totus orbis, et arianum se esse miratus est”: Adv. Lucif., 19).
Se puede afirmar que nuestra época está caracterizada por una gran confusión respecto a la disciplina sacramental para los divorciados vueltos a casar

Existe un tiempo real en el que esta confusión se expande a vasta escala, si evitamos proponer y proclamar la fórmula del magisterio universal e inefable: "La reconciliación en el sacramento de la penitencia -que abre el camino al sacramento eucarístico – puede ser concedida solo a aquellos que (…) asumen el empeño de vivir en plena continencia, los que se abstienen de los actos propios de los cónyuges" (Juan Pablo II, Familiaris Consortio, 84). Esta fórmula está incompresiblemente ausente en AL

AL contiene, en cambio, una manera inexplicable, en la segunda declaración: "Es en estas situaciones (de los divorciados vueltos a casar), muchos, conociendo y aceptando la posibilidad de convivir "como hermano y hermana" que la Iglesia les ofrece, señalando que faltan algunas expresiones de intimidad, "no es raro que la fidelidad se ponga en peligro y pueda venir un compromiso para el bien de los hijos" (AL, 298, 329). Tal afirmación deja pensar en una CONTRADICCIÓN  con la enseñanza perenne del magisterio de la Iglesia, como ha sido formulado en el texto citado de la Familiaris Consortio, 84.
ES URGENTE que la Santa Sede confirme y proclame nuevamente, eventualmente bajo la forma de la interpretación autentica de AL, la citada fórmula de la Familiaris Consortio, 84. Esta fórmula podría ser considerada, bajo ciertos aspectos, como el ”homoousios” de nuestros días. La falta de confirmar de manera oficial y explícita de la fórmula de Familiaris Consortio 84 por parte de la Sede Apostólica podría contribuir a una confusión cada vez mayor en la doctrinal. De esta manera, se crearía una tal situación a la cual se podría en un futuro aplicar la segunda constatación: "Todo el mundo se quejó y se dio cuenta con asombro de haber aceptado el divorcio en la praxis" (”Ingemuit totus orbis, et divortium in praxi se accepisse miratus est”).
Una confusión en la disciplina sacramental en contra de los divorciados vueltos a casar, con la consiguiente implicación doctrinal, contradeciría la naturaleza de la Iglesia católica, así como había sido descrita por san Ireneo en el siglo II: "La Iglesia, habiendo recibido esta predicación y esta fe, aunque la dispersa por el mundo entero, la conserva con cuidado como habitando una sola casa; y del mismo modo cree en esta verdad, como si hubiera una sola alma y un solo corazón; y lo proclama, enseña y transmite, con voz unánime, como si hubiera una sola boca” (Adversus haereses, I, 10, 2).
La Sede de Pedro, es decir, el Soberano Pontífice, es el que garantiza la unidad de la fe y de la disciplina sacramental apostólica. Considerando la confusión que ha sido creada entre los sacerdotes y los obispos en la práctica sacramental por cuanto aguarda a los divorciados vueltos a casar y la interpretación de AL, se puede considerar legítima una llamada a nuestro querido papa Francisco, el vicario de Cristo, y ”el dulce Cristo en la Tierra” (santa Catalina de Siena), para que ordene la publicación de una interpretación autentica de AL, que debería necesariamente contener una declaración explícita del principio disciplinario del magisterio universal e infalible en cuanto a la admisión a los sacramentos de los divorciados vueltos a casar, como es formulado en el número 84 de la Familiaris Consortio.
En la gran confusión arriana del siglo IV, san Basilio el Grande hizo un llamamiento urgente al Papa de Roma para que indicara con sus palabras una clara dirección para obtener finalmente la unidad de pensamiento en la fe y en la caridad (cf. Ep. 70).
Una interpretación autentica de AL de parte de la Santa Sede llevaría una alegría en la claridad (”claritatis laetitia”) para toda la Iglesia. Tal claridad garantizaría un amor en la alegría (”amoris laetitia”), un amor y una alegría que no serían según la mente de los hombres, sino según la mente de Dios (cf. Mt 16, 23). Y es esto lo que es contrario a la alegría, la vida y la salvación eterna de los divorciados vueltos a casar y de todos los hombres.

+ Athanasius Schneider, Obispo Auxiliar de la Archidiócesis de María Santísima en Astana, Kazajistán.