Nota: esta entrada está relacionada con el famoso vídeo del papa Francisco, concerniente al diálogo interreligioso, un vídeo que salió a la luz el 7 de enero de este año de 2016.
Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que procede de Dios (1 Cor 2, 12), el Espíritu de su Hijo, que Dios envió a nuestros corazones (Gal 4,6). Y por eso predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los gentiles, pero para los llamados, tanto judíos como griegos, es Cristo fuerza de Dios y sabiduría de Dios (1 Cor 1,23-24). De modo que si alguien os anuncia un evangelio distinto del que recibisteis, ¡sea anatema! (Gal 1,9).
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domingo, 10 de enero de 2016
Todos los hombres son creados por Dios, mas no todos son hijos de Dios (Santiago Martín)
¿Es posible que tengamos un Papa hereje? (1 de 7) (Juan Andrés de Jorge)
Llevo algún tiempo planteándome que podría muy bien ocurrir que la actual sede de Pedro estuviese ocupada por un Papa hereje, dada la cantidad de afirmaciones que viene realizando, a lo largo de sus casi tres años de pontificado ... y esto ya desde el primer día, en su toma de posesión, cuando pidió la bendición del pueblo ... siendo la gota que ha colmado el vaso el último vídeo que ha publicado y que se ha difundido en la red como un virus.
Tratándose de un tema tan serio y tan grave tenía necesidad de estudiarlo bien antes de dar una opinión al respecto. Entre otras cosas, debía saber si tal idea de un Papa hereje era algo impensable o si, por el contrario, dicho evento estaba ya previsto y estudiado por el Magisterio Perenne de la Iglesia (incluyendo, además, las posibles soluciones para estos casos ... si llegaran a darse).
Esa preocupación es la que me ha llevado a documentarme lo mejor que sé y a expresar aquí los resultados de la investigación que he llevado a cabo. El estudio más serio y riguroso que he encontrado es el llevado a cabo por el reverendo padre Juan A. de Jorge, cuyo contenido completo se puede obtener pinchando aquí.
Puesto que dicho documento consta de 32 páginas, me he limitado tan solo a señalar lo más significativo con relación al tema que nos ocupa, a modo de resumen; y citándolo textualmente. Comienza el ensayo formulando una serie de interrogantes y ya, desde el principio, se avanzan las respuestas que, posteriormente, se explican con más detalle.
1. ¿Puede un Papa caer en herejía? Sí.
2. ¿Cae el Papa hereje en excomunión ipso iure (latae sententiae)? Sí, cuando se produce el delito de herejía, es decir, cuando es herejía formal, externa y contumaz.
3. ¿Pierde un Papa hereje la potestad de jurisdicción (misión divina) por el hecho de caer en la herejía? No, hasta que haya sido declarado formalmente por un órgano competente el hecho de su herejía.
4. ¿Puede un Papa ser depuesto por cualquier autoridad eclesiástica? No. Nadie en la Iglesia puede juzgar al Papa. La pérdida de su potestad primacial proviene directamente de Dios, que la retira cuando se ha producido el hecho de la herejía y la declaración formal de que ese hecho se ha producido (el acto de la autoridad eclesiástica no impone ninguna pena, sino se limita a constatar un hecho; no es sentencia constitutiva, sino puramente declarativa).
5. ¿Una vez perdida su potestad primacial, puede el Obispo de Roma ser juzgado como cualquier otro eclesiástico? Sí, porque ya no tiene la condición de Papa.
6. ¿Son válidos los actos realizados por el Papa desde que cayó de hecho en el delito de herejía hasta la declaración del hecho de la misma por el órgano competente? Hay que distinguir entre los actos de la potestad de orden que sí serían válidos de los propios de la potestad de jurisdicción, que se conserva hasta la declaración del hecho de la herejía.
---------------
La posibilidad
de la existencia
de un Papa hereje
y sus consecuencias fue estudiada con mucha profundidad y detenimiento a lo largo de
la Historia de la Teología, sobre todo desde el periodo medieval,
llegando hasta nuestros días. El Papa Pablo
IV,
el 16 de febrero de 1559, emitió la Bula
Cum
ex Apostolatus Officio. Decretó que si alguna vez pareciera que alguien que
fue elegido Romano Pontíce antes
se había desviado de la fe católica o había
caído en
alguna herejía, su elección, incluso con el acuerdo unánime y consentimiento de
todos los cardenales, sería nula, jurídicamente inválida. Todos los actos posteriores, las
leyes y las citas de este hombre
inválidamente elegido carecerían de fuerza, y de
firmeza y del poder legal
a cualquier persona que sea. "Ordeno,
por otra parte, que
todos los que fueran designados a cargos
eclesiásticos por un tal
Papa, por eso mismo y sin la necesidad de
hacer ninguna declaración, deben ser privados de
cualquier dignidad, posición, honor, título, autoridad, oficio y el poder".
Antes de continuar, es necesario tener en cuenta una serie de verdades, entre ellas las que vienen a continuación:
1. El dogma de la infalibilidad en el Magisterio del Papa, que solo se produce cuando habla ex cathedra con las condiciones exigidas en Derecho,(cfr. el Concilio Vaticano I, y el canon 749 del CIC). El magisterio sin esas condiciones no está protegido por la infalibilidad.
2. El dogma del Primado de Jurisdicción de Pedro y del Romano Pontífice y de su gobierno sobre toda la Iglesia universal, pastores y fieles.
4. El principio de la inmunidad judicial del Sumo Pontífice: Ninguna autoridad es superior al Papa, por lo que no puede ser depuesto por ninguna otra en la Iglesia. (CIC de 1917, canon 1556: "La Primera Sede por nadie puede ser juzgada". El Papa puede perder su oficio papal directamente por Dios, bien sea por renuncia libre conforme a Derecho, o por otras causas (demencia psíquica, herejía, cisma o apostasía).
5. Por eso, el conciliarismo es una herejía. El Concilio o el Colegio Episcopal no es nunca superior al Papa. El conciliarismo se impuso en el conciliabulo de Pavía Siena (1423- 1424), aunque no experimentó su desarrollo pleno hasta el concilio de Basilea (1431-1437).
6. Los límites obvios a la autoridad plena del Romano Pontífice.
La potestad plena del Papa que abarca a la potestad de orden como de jurisdicción, se extiende a toda la sacra potestas (munus sancti candi, docendi et regendi) y a toda la potestad de gobierno (legistativa, ejecutiva y judicial). Sin embargo no es una potestad sin límites: puesto que tiene que ejercerse dentro de los fines de la Iglesia: El Romano Pontífice, como todos los fieles, está subordinado a la Palabra de Dios, a la fe católica, y es garante de la obediencia de la Iglesia y, en este sentido, 'servus servorum'. No decide según su arbitrio, sino que es portavoz de la voluntad del Señor, que habla al hombre en la Escritura vivida e interpretada por la Tradición.
7. Distinción entre el poder de jurisdicción y el de orden: el primero es el poder de gobernar (potestas regendi) a los fieles mediante las leyes, juicios y penas; el segundo es el poder de santificarlos por el culto y la confección o aplicación pública de los sacramentos o sacramentales.
8. El principio de la obediencia a la auténtica jerarquía de la Iglesia, aunque ésta pueda ser corrupta: nihil sine Papa ... nihil sine Episcopo.
9. El principio de extra Ecclesia nulla salus y la necesidad de pertenecer a la Iglesia para que la salvación sea posible.
10. La declaración de herejía es automática (latae sententiae), pero para llevarse a cabo es necesaria la declaración de la autoridad competente. En efecto, el canon 1364 del CIC dice: El apóstata de la fe, el hereje o el cismático incurren en excomunión latae sententiae. El problema que existe para aplicar la excomunión latae sententiae y la remoción del oficio al que cae en la herejía, es determinar cuándo existe ésta, así como su naturaleza y su gravedad.
1. El dogma de la infalibilidad en el Magisterio del Papa, que solo se produce cuando habla ex cathedra con las condiciones exigidas en Derecho,(cfr. el Concilio Vaticano I, y el canon 749 del CIC). El magisterio sin esas condiciones no está protegido por la infalibilidad.

3. El origen de la potestad primacial del Romano Pontífice que le es otorgada directamente de Dios, mediante la elección legítima aceptada por él juntamente con la consagración episcopal (canon 332, 1). El título de Vicario de Cristo implica que su autoridad proviene directamente del Señor y se ejerce en su nombre.

5. Por eso, el conciliarismo es una herejía. El Concilio o el Colegio Episcopal no es nunca superior al Papa. El conciliarismo se impuso en el conciliabulo de Pavía Siena (1423- 1424), aunque no experimentó su desarrollo pleno hasta el concilio de Basilea (1431-1437).
6. Los límites obvios a la autoridad plena del Romano Pontífice.

7. Distinción entre el poder de jurisdicción y el de orden: el primero es el poder de gobernar (potestas regendi) a los fieles mediante las leyes, juicios y penas; el segundo es el poder de santificarlos por el culto y la confección o aplicación pública de los sacramentos o sacramentales.
8. El principio de la obediencia a la auténtica jerarquía de la Iglesia, aunque ésta pueda ser corrupta: nihil sine Papa ... nihil sine Episcopo.
9. El principio de extra Ecclesia nulla salus y la necesidad de pertenecer a la Iglesia para que la salvación sea posible.
10. La declaración de herejía es automática (latae sententiae), pero para llevarse a cabo es necesaria la declaración de la autoridad competente. En efecto, el canon 1364 del CIC dice: El apóstata de la fe, el hereje o el cismático incurren en excomunión latae sententiae. El problema que existe para aplicar la excomunión latae sententiae y la remoción del oficio al que cae en la herejía, es determinar cuándo existe ésta, así como su naturaleza y su gravedad.
(Continuará)
sábado, 9 de enero de 2016
Las malas intenciones (Fray Gerundio)
Un corto video clip de acción viral (ver al final del artículo)
Con motivo del comienzo de este nuevo año, el Presidente de la Empresa de Automóviles más prestigiosa del Mundo, la Automobili Lamborghini Corporation, se ha dirigido a sus trabajadores, clientes y accionistas por medio de un video clip de poco más de un minuto de duración (1′ 20”), para expresarles sus propósitos y planes para el presente 2016. Ha causado furor en la red este comunicado, que -como dicen mis novicios modernistas-, se ha hecho viral. Es impresionante la capacidad de convicción y de fuerza argumentativa, el buen hacer y el buen discurrir de este hombre que lleva sobre sus hombros el peso de una Corporación Automovilística, reconocida hasta ahora como la que tiene mayor consideración, crédito y buena fama entre todas las fábricas de automóviles de lujo del mundo.
En un derroche de imaginación y buen hacer, el Presidente se dirige a sus video-videntes con estas bellas y expresivas palabras:
La mayor parte de los habitantes del planeta se declaran necesitados de un automóvil. Esto debería provocar un diálogo entre las diversas corporaciones automovilísticas. No debemos dejar de dialogar y colaborar con quienes piensan distinto.A continuación, y en una secuencia muy bien elaborada, aparecen cuatro conductores que van diciendo uno detrás de otro:
– Confío en la marca MercedesY continúa hablando el Presidente:
– Creo en la marca Audi
– Creo en la marca Lamborghini
– Creo en la marca Ferrari
Muchos piensan distinto, sienten distinto, buscan un automóvil o encuentran un automóvil de diversa manera. En esta multitud, en este abanico de marcas de automóviles, una sola certeza que tenemos para todo es que todos somos automovilistas.De nuevo, los cuatro conductores van repitiendo en el mismo orden que anteriormente:
– Creo en el automóvilY por último, en un espléndido final, acaba diciendo el Presidente:
– Creo en el automóvil
– Creo en el automóvil
– Creo en el automóvil
Confío en tí para difundir mi deseo para este nuevo año: que el diálogo sincero entre hombres y mujeres de diversas empresas automovilísticas conlleve frutos de paz y justicia.Ha sido genial. Este mismo día, todas las empresas automovilísticas del mundo se han felicitado, y han felicitado al Presidente por este mensaje tan ilustrativo y luminoso.
Al mismo tiempo, las acciones de Lamborghini en las Bolsas Mundiales se han venido abajo. Parece ser que muchos accionistas están que trinan con este mensaje, y van reduciendo o anulando sus inversiones en la Empresa. Hasta el punto de que exigen una reunión de urgencia del Consejo de Administración de Lamborghini, con la esperanza de poder encontrar el modo -siguiendo los Estatutos, claro- de destituir al Presidente por sus intenciones. Parece que la caída en picado de la Corporación para 2016 es inevitable. Quien tenga fuerzas, puede ver el mensaje aquí.
Fray Gerundio
viernes, 8 de enero de 2016
¿La apostasía? (The Wanderer)
Para leer este post en su versión original pinchar aquí
Se trata de un video oficial de la Santa Sede. Ya no hay espacio para pensar en maldades de los periodistas o en interpretaciones equivocadas de la prensa.
La toma final del video en la que aparecen, en igualdad de posiciones, una imagen de Nuestro Señor junto a la de un ídolo -Buda- y a los símbolos de otras religiones no cristianas, es signo suficiente de apostasía: El Santo Padre no creería -al menos eso es lo que demuestra- en la Redención única y universal de Jesucristo, el Hijo de Dios, y en la necesidad del bautismo y de la conversión para la salvación. La nueva religión que él proclama es la religión universal del amor. Y lo dice con todas las letras. Y, sin darse cuenta, confirma todas las profecías e interpretaciones, desde Malaquías a Castellani, pasando por Benson y Malachi Martin.
Con este vídeo, de un modo definitivo e irrefutable, tira por tierra dos mil años de historia: ¿qué sentido pueden tener ahora las discusiones que nuestros padres en la fe mantuvieron con los paganos y las enseñanzas de los Concilios Ecuménicos y de los Papas?
Más aún, ¿qué sentido tiene la sangre de innumerables mártires derramada justamente por sostener la divinidad de Nuestro Señor y la falsedad de los ídolos y de las otras religiones?
Como acota Ludovicus, hay una declaración implícita de apostasía cuando dice que entre el conglomerado de religiones hay una sola certeza. Y una mentira: que esa certeza es que para todos somos hijos de Dios: ni un budista, ni un musulmán dirían eso; más aún, les resultaría absurda la idea. Y un sofisma: que porque la mayoría de los habitantes del planeta se reconocen creyentes, hay que dialogar entre las religiones.
Cuando Bergoglio fue elegido Papa advertimos con alarma, tristeza e inquietud, desde este sitio, lo que esto significaría para la Iglesia y la posibilidad de que las fuerzas más oscuras hubiesen sido desatadas.
Pareciera, en efecto, que las puertas de Mordor están abiertas y que un Falso Profeta está sembrando la mentira y la confusión entre los débiles y entre los fuertes.
No queda mucho tiempo para que algún signo se manifieste.
The Wanderer
jueves, 7 de enero de 2016
El video del Papa-1 (Enero 2016) - Diálogo interreligioso ... ¡por si quedaba todavía alguna duda! [José Martí]
Este corto vídeo de minuto y medio de
duración ha supuesto un auténtico bombazo para la Iglesia Católica y para el
catolicismo, en general. Transcribo aquí literalmente (excepción hecha de lo escrito entre
corchetes) las palabras
del papa Francisco, sacadas de dicho vídeo, en el cual expresa sus
intenciones de oración para este mes de enero del año 2016.
------------------------------
La mayor parte de los habitantes del
planeta se declaran creyentes. Esto debería provocar un diálogo entre las
religiones. No debemos dejar de orar por él [por el diálogo] y colaborar con quienes piensan
distinto.
[Luego aparecen en el vídeo cuatro
personas: una budista, un rabino, un sacerdote y un mahometano. Y conforme le
va llegando a cada una su turno, dicen, respectivamente:]
- Confío en Buda
- Creo en Dios
- Creo en Jesucristo
- Creo en Dios (Alah)
[Y sigue hablando el santo Padre:]
Muchos piensan distinto, sienten
distinto, buscan a Dios o encuentran a Dios de diversa manera. En esta
multitud, en este abanico de religiones, una
sola certeza que tenemos para
todo es que todos somos hijos
de Dios.
[Luego cada una de esas cuatro personas
va diciendo la misma expresión, a medida que le llega su turno:]
- Creo en el amor
- Creo en el amor
- Creo en el amor
- Creo en el amor
[Y acaba el papa Francisco diciendo, en
una frase que va dirigida a cada uno:]
Confío en tí para difundir mi petición
de este mes: que el diálogo sincero entre hombres y mujeres de diversas
religiones conlleve frutos de paz y justicia. Confío en tu oración.
------------------------
Las anteriores palabras del Papa indican su modo "sui
generis" de pensar en lo que se refiere al "diálogo" entre
religiones (entre las que incluye el
budismo, una religión que es
puro ateísmo, puesto que en ella no se adora a ningún dios). Mucho
se podría decir acerca del contenido de este vídeo.
Sin embargo, en este post me voy a limitar a recoger alguna de las expresiones que pueden leerse en el Nuevo Testamento con relación al tan manido tema de la diversidad de religiones; aunque haré también algún comentario ...
Las citas que siguen a continuación no son opiniones de personas concretas (como en el caso del papa Francisco) sino que son la misma Palabra de Dios. Su autor es el Espíritu Santo. Y son, por lo tanto, verdades absolutas, que no admiten discusión.
Oigamos, por ejemplo, lo que dice el apóstol san Juan sobre las cautelas que debemos de tomar los cristianos ante el error. [Constato, a modo de curiosidad, aunque podría ser también Providencial, que la primera cita que coloco está tomada de la lectura de la Misa de hoy mismo, 7 de enero. Y en dicha lectura se da una respuesta (clara e inequívoca) a estas opiniones del Papa que hemos podido leer -o escuchar- al comienzo de esta entrada. Y digo "opiniones" porque lo que dice aquí el santo Padre, con todos mis respetos a su persona y a lo que representa, no se parece en nada a la Verdad reflejada en las Sagradas Escrituras]:
"Carísimos, no creáis a cualquier espíritu, antes bien examinad si los espíritus son de Dios, porque se han presentado en el mundo muchos falsos profetas. En esto conoceréis el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa que Jesucristo vino en carne, es de Dios; pero el espíritu que no confiese a Jesús, no es de Dios; ése es el Anticristo, el cual oísteis que viene, y ahora ya está en el mundo" (1 Jn 4, 1-3).
A este respecto se podrían poner infinidad de citas del Evangelio
y del Nuevo Testamento. Hablando de Jesucristo, se lee, por ejemplo, en los
Hechos de los Apóstoles: "En ningún otro hay salvación, pues ningún otro nombre hay bajo el
cielo dado a los hombres por el que podamos salvarnos" (Hech 4, 12). Y san Pablo dice con una
claridad tal que es imposible que dé lugar a malos entendidos (y lo repite dos
veces) lo siguiente: "Aunque nosotros mismos, o un
ángel del cielo, os anunciara un evangelio distinto del que os hemos anunciado,
¡sea anatema! Como hemos
dicho y ahora vuelvo a decirlo: si alguien os anuncia un evangelio distinto del
que recibistéis, ¡sea anatema!" (Gal 1, 8-9)
[Anatema significa "maldito"; expresión aplicada a los
herejes, quienes quedan separados del seno de la Iglesia; son miembros
amputados del cuerpo místico de Cristo].
La misión de los Papas es la de transmitir el depósito revelado con fidelidad, sin añadir ni quitar nada y sin invenciones personales, máxime si éstas contradicen el sentir de la Iglesia de siempre, que es justo lo que ha ocurrido con estas declaraciones del papa Francisco.
Se podría decir -en cierto modo, y por desgracia- que estamos ante un Papa
hereje; por si había alguna duda, con estas declaraciones suyas de hoy tal
duda se ha despejado pues, además, lo que ha dicho ha sido de una manera
formal, pública y contumaz, que son las condiciones necesarias que se requieren
para que pueda hablarse de herejía en el caso de un Papa. Al tratarse de un tema muy delicado, dedicaré más adelante algunas otras entradas relativas a la posibilidad de un Papa hereje y a las implicaciones que tal evento supondría.
El hecho histórico de la venida de Jesucristo al mundo supuso una
transformación radical de la sociedad, cambiando el corazón de las personas y
dándoles un sentido a sus vidas. Ningún Papa, por muy Papa que sea, puede
alterar ni modificar el depósito de la fe que ha recibido, sino que tiene que
propagarlo en toda su integridad. Y sigue siendo cierto aquello de que "fuera de la Iglesia no hay salvación": no la hay, por lo tanto, en otras religiones.
Esto admite matices a nivel particular de algunas personas concretas, pero
sigue siendo cierto, en términos generales: sólo en la unión con Jesucristo, en
el seno de la Iglesia, es posible la salvación.
Como bien sabemos, nada de lo que el santo Padre ha dicho, en los
casi tres años de Pontificado que lleva, tiene carácter dogmático ... Nunca ha
hecho uso de la facultad de la infalibilidad pontificia. Por lo tanto, dado que
"su mensaje" es confuso -e incluso contradictorio, en algunas
ocasiones-, al fiel cristiano no le queda otro camino que el de mantenerse en el seno de la
verdadera Iglesia, que es aquélla que nos ha transmitido, en plenitud, el
Mensaje de Jesucristo. El cuerpo de Doctrina de la Iglesia puede conocerse, sin
error, en todos los documentos anteriores a la celebración del Concilio
Vaticano II, pues todos ellos tienen carácter dogmático reconocido;
no así los del Concilio Vaticano II, cuya celebración fue de carácter meramente
pastoral: así lo hizo saber el papa Juan XXIII, cuando lo convocó.
El diálogo interreligioso, tal como el actual papa lo entiende,
según el vídeo y según todo lo que ha ido diciendo a lo largo de su
Pontificado, es -sencillamente- un sincretismo religioso y éste está condenado
por la Iglesia como herejía.
Tal "diálogo" (realmente inexistente) sitúa al
catolicismo al mismo nivel que el resto de religiones y en él sólo prima -como
si eso fuese lo que realmente importa- aquello que cada cual sienta y lo que
cada cual entienda por "amor". El relativismo doctrinal entraría así
de lleno en la Iglesia y esto supondría su aniquilación como tal Iglesia ... lo
que no puede ocurrir de ninguna de las maneras.
Hay un artículo de Luis Segura (bastante bueno a mi entender) que coloqué en este mismo blog, sobre el diálogo interreligioso, en el que afirma, entre otras cosas:
Dialogar con el otro “en términos de igualdad” puede dar la impresión a éste de que efectivamente quien está en posesión de la verdad [¿o no es Cristo la Verdad?] no posee tal verdad. Pensemos en alguien que afirma la Trinidad, y en otro que la niega: ¿Deberían aceptar ambos que la divinidad la forman dos personas, y no una ni tres, para lograr el anhelado acuerdo? ¿No es esta forma de diálogo entre religiones, además, una forma de decir que no se está dispuesto a sumar ni un solo fiel más al bando de la Verdad; que si éste ha de venir que lo haga por aquellos caminos inescrutables que sólo Dios conoce, porque es preferible respetar a los no creyentes que anunciarles la superioridad del Dios revelado por el Hijo? Si no es así, lo parece.
Hay un artículo de Luis Segura (bastante bueno a mi entender) que coloqué en este mismo blog, sobre el diálogo interreligioso, en el que afirma, entre otras cosas:
Dialogar con el otro “en términos de igualdad” puede dar la impresión a éste de que efectivamente quien está en posesión de la verdad [¿o no es Cristo la Verdad?] no posee tal verdad. Pensemos en alguien que afirma la Trinidad, y en otro que la niega: ¿Deberían aceptar ambos que la divinidad la forman dos personas, y no una ni tres, para lograr el anhelado acuerdo? ¿No es esta forma de diálogo entre religiones, además, una forma de decir que no se está dispuesto a sumar ni un solo fiel más al bando de la Verdad; que si éste ha de venir que lo haga por aquellos caminos inescrutables que sólo Dios conoce, porque es preferible respetar a los no creyentes que anunciarles la superioridad del Dios revelado por el Hijo? Si no es así, lo parece.
Según el propio Papa vive y deja vivir es el primer paso de la paz y de la
felicidad ... Bueno: todo esto podría ser inteligible desde una perspectiva
meramente "humanística"; e incluso así sería también discutible. Pero
de lo que no cabe la menor duda es de que tal afirmación no tiene nada que ver
con la esencia de la Doctrina Católica ... ¡ pequeño inconveniente, al que no
se puede dar de lado!
Jesús lo dijo y lo dejó bien claro: "Si no hubiera venido ni les hubiera
hablado, no tendrían pecado; pero ahora no tienen excusa de su
pecado" (Jn 15, 22). "Quien me odia a Mí, odia también a
mi Padre" (Jn 15, 23)
Así que, por más vueltas que le demos, no se puede reconciliar lo
que es, en sí mismo, irreconciliable: ¿qué sentido tiene decir que todos somos
hijos de Dios, si al pronunciar la palabra Dios cada uno piensa en algo
completamente diferente? Eso es algo carente de sentido, contradictorio y, por
lo tanto, imposible; y esto desde un punto de vista meramente natural de la
pura razón: es, sencillamente, irracional.
Afirmar que todas las religiones son iguales y que da lo mismo una
u otra -pues eso es lo que se está diciendo, sin palabras, al realizar tal
equiparación entre ellas- decir que el proselitismo es una grandísima
tontería; y que todas llevan a Dios [¡no está claro a qué "dios" se
refiere! ... y, en cuanto a que sea el mismo, como afirma el Papa al decir que
todos somos hijos de Dios, es una contradicción manifiesta -y, por lo tanto,
una falsedad-, como hemos podido ver] ... todo esto, en último término,
equivale a decir (¡no nos engañemos!) que Dios -entendiendo por tal el
verdadero Dios- no existe: cada cual se fabrica su propio Dios. Dios es un mero
invento del hombre. El que tenga buena voluntad y actúa conforme a
"su" religión se salvará (¡me pregunto en qué consistirá esa
salvación, si aquello en lo que cree se lo ha inventado!). El ser ha sido aniquilado
por el sentimiento: ya no
importa lo que las cosas son, ya no importa la verdad; no existe tal verdad;
sólo vale y sólo importa lo que cada uno siente. Si aún puede hablarse de
"verdad" ésa sería la verdad: el sentir ... una conclusión que es
consecuencia lógica del olvido
del ser, que ha sido sustituído por el sentir.
Es increíble el grado de locura al que puede llegar un hombre cuando se aparta de Dios; y no hablo aquí de un "dios" cualquiera, sino del único Dios verdadero, que se ha manifestado en Jesucristo: no hay otro dios que éste ... porque, en contra de lo que dijo el papa Francisco, Dios sí es católico. Recordemos sus palabras:
“Yo creo en Dios. No en un Dios católico, no existe un Dios católico, existe Dios. Y creo en Jesucristo, su encarnación. Jesús es mi maestro y mi pastor, pero Dios, el Padre, Abba, es la luz y el Creador. Este es mi Ser. ¿Le parece que estamos muy distantes?” (Entrevista con Scalfari 1 de octubre de 2013)
Esta idea de que sí existe un dios católico que, además, es el único y verdadero Dios, ha sido comentada ya en este blog, en un estupendo artículo de Fray Gerundio. Se puede leer de nuevo haciendo clic aquí.
Han aparecido una serie de artículos, muy interesantes,
relacionados con este vídeo, como no podía ser de otra manera. Cito a
continuación algunos que he encontrado (actuales) e incluyo también otros en los que ya se habló previamente de este importante tema. Entre estos últimos cabe citar:
El diálogo, ¿puede sustituir a la misión? (Cardenal Ratzinger o papa "emérito")
El mensaje de Benedicto XVI a los estudiantes de la Pontificia Universidad Urbaniana: (Cardenal Ratzinger o papa "emérito")
El diálogo, ¿puede sustituir a la misión? (Cardenal Ratzinger o papa "emérito")
El mensaje de Benedicto XVI a los estudiantes de la Pontificia Universidad Urbaniana: (Cardenal Ratzinger o papa "emérito")
No existe un Dios católico:
Denzinger-Bergoglio
Entre los recientes y que han salido a la luz después de visionar este vídeo, cabe destacar:
Entre los recientes y que han salido a la luz después de visionar este vídeo, cabe destacar:
El roscón interreligioso: Denzinger-Bergoglio
¿Todos, ateos o
de cualquier religión, son hijos de Dios? : Denzinger-Bergoglio
"Escandaloso vídeo del papa Francisco: el niño Jesús y su Iglesia, humillados". Miguel Ángel Yáñez (de Adelante la Fe)
"Escandaloso vídeo del papa Francisco: el niño Jesús y su Iglesia, humillados". Miguel Ángel Yáñez (de Adelante la Fe)
Ad cautelam : Don Terzio
Vídeo del Papa: Rafaela, descolocada : De profesión, cura (Jorge González
Guadalix) en Infocatólica.
Hay tres de ellos que transcribiré en próximas entradas:
¿La apostasía?: The
Wanderer
Las malas intenciones: Fray Gerundio
El don de ser hijos de Dios: Santiago Martín, sacerdote (vídeo)
Las malas intenciones: Fray Gerundio
El don de ser hijos de Dios: Santiago Martín, sacerdote (vídeo)
lunes, 4 de enero de 2016
La Nueva Evangelización (y 7): Sólo tenemos una única Iglesia
No existe cambio o evolución en los Dogmas. Se puede -y se debe- profundizar en el conocimiento de Dios, manifestado en Jesucristo: esa es la misión de la Teología, que es la ciencia de Dios ... pero, en todos los casos, debe de partirse, como verdad cierta, del Dato Revelado: éste nunca puede ser alterado ni modificado ni puesto en duda. Lo escrito en los Evangelios no es leyenda sino verdades históricas, con infinidad de testigos que han dado fe de ello ... y una infinidad aún mayor de mártires que han dado la vida como testimonio de la veracidad de los Evangelios: "Lo que hemos visto y oído, os lo anunciamos también a vosotros" (1 Jn 1, 3).
Si nos ceñimos al Apocalipsis allí puede leerse: "Si alguien añade algo a esto, Dios enviará sobre él las plagas descritas en este libro; y si alguien sustrae alguna palabra a la profecía de este libro, Dios le quitará su parte del árbol de la vida y de la ciudad santa que se describen en este libro" (Ap 22, 18-19). Pero lo mismo cabe decir del resto de la Sagrada Escritura, como hemos visto que dice el apóstol san Juan.
Si alguno modifica un ápice del contenido de la Sagrada Biblia, y en particular del Nuevo Testamento, lo que transmitiese ya no sería la recta doctrina, sino invención humana. La fidelidad a lo que se ha recibido es fundamental.
Como sabemos las palabras de la Sagrada Escritura fueron inspiradas por el Espíritu Santo: su autor verdadero es Dios mismo. Esto es sumamente importante. La trascendencia de esta realidad queda perfectamente reflejada en la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas: "Aunque nosotros, o un ángel del cielo, os anunciara un evangelio distinto del que os hemos anunciado, ¡sea anatema! Como hemos dicho, y ahora vuelvo a decirlo: si alguien os anuncia un evangelio distinto del que recibisteis, ¡sea anatema!" (Gal 1, 8-9).
Es decir ... si alguien -no importa quien sea- nos explicara algo diferente a lo que está escrito y nos ha sido revelado en las Sagradas Escrituras y en la Tradición de la Iglesia (que son las dos únicas fuentes de la Revelación) los cristianos no sólo no deben de seguirlo, sino que, caso de hacerlo, se estarían buscando su propia condenación, ya que "es preciso obedecer a Dios antes que a los hombres" (Hech 5, 29).
Es preciso recobrar la cordura, si es que la hemos perdido; y dejar de ser ingenuos, de una vez por todas, aprendiendo a discernir entre lo que es verdad y lo que es mentira. No es ésta una cuestión baladí ... pues es nada menos que nuestra salvación eterna la que está en juego. Y al decir esto estoy pensando no sólo en los sacerdotes, en los obispos y cardenales o incluso el mismo Papa, sino también en los simples fieles. Nadie, por ejemplo, para tranquilizar su conciencia, puede admitir como excusa de su conducta o de sus creencias, el siguiente pensamiento: "Es que los pastores son los pastores ... y si ellos lo han dicho sus razones tendrán". El que así razone está olvidando algo que es de vital importancia y contra lo que Jesús nos previno durante su estancia en esta tierra ... Y es la existencia de los malos pastores ... Existen los malos pastores, aquellos a quienes no les importan las ovejas. Y esto es así no porque yo lo diga, pues mi palabra sería, sin más, una mera opinión. No. Esto ya lo dijo Jesucristo con toda claridad. Nos convendría darnos por enterados, pues éstas fueron sus Palabras: "Mirad que nadie os engañe. Muchos vendrán en mi Nombre, diciendo: 'Yo soy' y seducirán a muchos" (Mc 13, 5). "Surgirán falsos cristos y falsos profetas, y harán grandes signos y prodigios para engañar, si fuera posible, incluso a los mismos elegidos. Mirad que os lo he avisado" (Mt 24, 24-25)
Sólo Jesús es el buen Pastor, Él "conoce a las suyas y las suyas le conocen a Él" (Jn 10, 14), "va delante de ellas" (Jn 10, 4) y "da la vida por sus ovejas" (Jn 10, 11), como efectivamente ocurrió. Esta misión de pastorear a las ovejas se la encomienda Jesús a Pedro cuando le dice, por tres veces, después de resucitar: "Apacienta mis ovejas" (Jn 21, 17) confirmándole así en la labor que ya antes le había prometido, cuando le dijo: "Yo te daré las llaves del reino de los cielos, y cuanto ates en la tierra será atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos" (Mt 16, 19)
Jesús conoce perfectamente que Pedro es incapaz de llevar a cabo esta tarea por sus propias fuerzas. Por eso le va adviertiendo, poco a poco: "Simón, Simón, mira que Satanás os busca para cribaros como el trigo, pero Yo he rogado por tí para que no desfallezca tu fe. Y tú, cuando te hayas convertido, confirma a tus hermanos" (Lc 22, 31-32). Y por eso les envió su Espíritu, a él y a los demás discípulos que estaban reunidos con él en el Cenáculo, por miedo a los judíos. Esto ocurrió diez días después de su ascensión, en cuerpo y alma, a los cielos (Hech 1, 9).
Así quedaron patentes las palabras de Jesús cuando les dijo a sus discípulos: "Sin Mí nada podéis hacer" (Jn 15, 5) y aquellas otras: "Sabed que Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo" (Mt 28, 20b). De no ser así, el cristianismo ni siquiera hubiera tenido un comienzo. Y si lo tuvo y se sigue manteniendo es debido al hecho de que el Fundador de la Iglesia, Jesucristo, el hijo del Hombre, es realmente Dios, Aquel por quien todo fue creado (Jn 1, 3).
El discurso de Pedro (Hech 2, 14-47), por ejemplo, posterior a la venida del Espíritu Santo, produjo el arrepentimiento y la conversión de unas tres mil personas en un solo día, las cuales fueron bautizadas (Hech 2, 41), ... , "y el Señor aumentaba cada día el número de los que abrazaban el mismo género de vida para salvarse" (Hech 2, 47). Este fenómeno así como muchos otros hechos y la propia vida de la Iglesia, que se sigue manteniendo a pesar de que tiene casi todos los poderes del mundo en contra de ella, es una señal de que, ciertamente es el Espíritu de Cristo el que guía a su Iglesia. Fue el mismo Cristo quien dijo: "El cielo y la tierra pasarán, pero mis Palabras no pasarán" (Mt 24, 35). La realidad histórica muestra la veracidad de estas palabras. La Iglesia, en medio de grandes persecuciones, se sigue manteniendo ... ¡todo ello no hubiera sido posible si quien las pronunció no fuese el mismo Dios, como así lo creemos los cristianos, por la gracia que Él nos ha concedido, sin mérito alguno por nuestra parte!
De manera, pues, que es obligatorio para un cristiano el hacer un uso correcto de la razón en la búsqueda de la verdad ... lo que nos lleva a no poder admitir todo aquello que sea contradictorio en sí mismo. Los principios de la ciencia o primeros principios, verdades evidentes por sí mismas, que no necesitan demostración ... y que posee cualquier persona con sentido común, por el mero hecho de ser persona, no pueden ser negados jamás. No podemos hacer violencia a la razón, esa facultad tan maravillosa que hemos recibido de Dios y llamar negro a lo que vemos que es blanco y viceversa (por ejemplo) ... ¡Y esto se está haciendo!
Pongamos algún ejemplo concreto para entender mejor la razón de estas aseveraciones que caen por su propio peso. Analicemos esta frase del santo Padre, que fue pronunciada en su saludo a los refugiados en la parroquia romana del Sagrado Corazón de Jesús el 19 de enero de 2014: "Los que son cristianos, con la Biblia; y los que son musulmanes, con el Corán; (...) compartir, incluso, la propia fe, pues Dios es uno solo: el mismo". Bueno, es el santo Padre quien lo ha dicho; y como tal merece nuestro respeto; pero el amor a la verdad y el espíritu de discernimiento nos dicen enseguida que aquí falla algo. Abro el Nuevo Testamento y leo lo que se dice de Jesucristo: "En ningún otro hay salvación, pues ningún otro nombre hay bajo el cielo dado a los hombres por el que podamos salvarnos" (Hech 4, 12).
Es absolutamente imposible compaginar esta última frase, sacada del Nuevo Testamento y que es, por lo tanto, palabra de Dios, con la opinión del papa Francisco (en este caso concreto): el "dios" de los musulmanes no es el mismo dios que el de los cristianos. No puede serlo puesto que, para ellos, Jesucristo no es Dios. Y nosotros sabemos que "todo el que niega al Hijo tampoco posee al Padre" (1 Jn 2, 23).
Se pueden poner infinidad de ejemplos. Pongamos sólo uno más: Desde la Ciudad del Vaticano se dice que "los católicos no deberían intentar convertir a los judíos" . Bueno, esto no deja de ser una opinión. Lo que sí es cierto es que tal opinión, aunque haya salido del Vaticano, no se compagina con la verdad del Evangelio, pues en éste, que es palabra de Dios, se lee: "Id y enseñad a las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que Yo os he mandado" (Mt 28, 19-20). ¿Acaso los judíos no tienen necesidad de conversión?
En nuestras manos está la elección: ¿Nos quedamos con lo que se invente cualquiera, aunque sea sacerdote, obispo o el mismo Papa? ¿O nos quedamos con la Palabra de Dios, que nos ha sido transmitida fielmente por el Magisterio de la Iglesia, a partir de las Sagradas Escrituras y de la Tradición, que son las dos únicas fuentes de la Revelación? ¿Nos quedamos con lo que piensa el mundo o hacemos nuestro el pensamiento de Cristo?
Así, pues: por una parte, debe de quedar claro que estamos ante la legítima Iglesia, que es una sola. No hay en ella dos Magisterios diferentes: no puede haberlos, pues sería una contradicción. Ahora bien: debemos discernir entre los buenos y los malos pastores, entre aquellos que transmiten la palabra de Dios y los que la adulteran o la niegan. Para ello es preciso que conozcamos bien nuestra fe y que vivamos vigilantes y siempre con la esperanza completamente puesta en Dios. Si quienes están a cargo de la Iglesia transmiten fielmente la verdad que han recibido, pues ¡a obedecerlos toca ... y con gran alegría! Pero, si quienes tienen la obligación de transmitir dicho Mensaje con fidelidad no cumplen con su misión sino que nos transmiten sus propias ideas y éstas se contraponen al Magisterio fiel de la Iglesia, entonces es nuestro deber, como cristianos, desobecerlos. Y vuelvo a insistir: nos va en ello nuestra salvación eterna y no podemos tomárnoslo a la ligera ...
Y no nos debe de importar, en este sentido, el cargo de la persona que ha expuesto "sus" opiniones acerca de determinados temas. Al fin y al cabo, lo ha hecho a título personal; e incluso aun cuando se trate del mismo santo Padre, sus palabras no poseen el carisma de la infalibilidad, la cual sólo tiene lugar cuando el Papa habla "ex cathedra", lo cual no lo ha hecho hasta ahora. Y si lo hiciera en algún momento, aquello que dijese no podría nunca oponerse a la Tradición recibida y a la Sagrada Escritura, que son las únicas fuentes seguras de la Revelación.
Mientras nos atengamos a ellas, estaremos en la Verdad y en la verdadera y única Iglesia, aquella que es "Una, Santa, Católica y Apostólica", no importando demasiado que haya en ella algunos pastores que hayan perdido la fe ... porque, en definitiva, "Dios dará a cada uno según sus obras" (Rom 2, 6) y tengamos siempre presente, en nuestra mente y en nuestro corazón, las palabras de Jesús: "Mira que vengo pronto y conmigo mi recompensa, para dar a cada uno según haya sido su conducta. Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Último, el Principio y el Fin" (Ap 22, 12-13).
Me gustaría terminar estas siete entradas sobre la Nueva Evangelización con la exhortación del apóstol san Pedro a los cristianos de su época: "Queridísimos (...) estad alerta, no sea que -arrastrados por el error de esos disolutos- decaigáis de vuestra firmeza. Creced en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A Él la gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén." (2 Pet 3, 17-18)
domingo, 3 de enero de 2016
La Nueva Evangelización ( 6): ¿Nueva Iglesia o Iglesia "nueva" [4]?
- Antes los seminarios estaban a rebosar de vocaciones; hoy se encuentran desiertos, prácticamente. Lo mismo, o peor, ocurre en el caso de las Órdenes religiosas contemplativas, tanto si se trata de monjes como de monjas.
- Antes había verdaderas colas para poder confesarse. Hoy apenas si acude gente a los confesionarios. La razón de esto es que se ha perdido el sentido del pecado y ha quedado reducido a algo que "ya no se lleva" ... algo que pertenece al pasado ... y, además, a un pasado inculto: mentira radical, pero creída por gran número de personas.
- Antes se tenía fe. Hoy, debido a las influencias modernistas que se han infiltrado en la Iglesia, esta fe en lo sobrenatural se ha perdido prácticamente ... salvando algunos núcleos pequeños que la siguen manteniendo viva, gracias a Dios.
- Nunca jamás se puso en duda que Jesucristo existiera: hay abundantísimos documentos que lo avalan. Y, sin embargo, hoy nos encontramos con el hecho de que se cuestiona, incluso, la historicidad de los Evangelios ... en contra de todo lo razonable ... y la figura de Jesucristo, suponiendo que existiera, queda reducida a la de un mero hombre: esto es lo que proclaman, sin ningún rubor los enemigos de la Iglesia; pero lo peor es que hay muchos cristianos que no saben dar razón de su fe: grande ignorancia de la propia fe es lo que se da entre los cristianos ... algo que debería de ser muy tenido en cuenta en la pastoral católica ... lo que no suele ocurrir en infinidad de casos ... no en todos, afortunadamente.
- Antes, como digo, la gente conocía mucho mejor las verdades esenciales de su fe: la existencia del pecado original, la Creación directa por Dios de un hombre y de una mujer, como nuestros primeros padres (que ha sido sustituida por las llamadas teorías de la Evolución que se imponen a la fuerza, como si fueran ciencia, siendo así que no son sino meras hipótesis), la Encarnación del Hijo de Dios y la Redención del pecado, la Divinidad de Jesucristo y su Presencia Real en la Eucaristía; el Misterio de la Santísima Trinidad; la Resurrección de Jesús y su Ascensión en cuerpo y alma a los cielos, la realidad de María como Virgen y Madre y su Asunción en cuerpo y alma a los cielos; la Salvación que tiene lugar únicamente en el seno de la Iglesia, etc... Muy pocos son los cristianos que conocen su fe: ¿Y cómo puede querer a Jesucristo aquél que no lo conoce? ¿Y cómo lo conocerán si no se les predica? ¿Y quién les predicará si apenas hay vocaciones?
-Antes había fallos, por supuesto ... pero, aun cuando la conducta de muchos sacerdotes o jerarcas de la Iglesia dejara bastante que desear, uno sabía a qué atenerse. Y se predicaba doctrina, esto es, la Palabra de Dios no adulterada. Hoy no ocurre siempre así, por desgracia. Y cada vez menos, pues los nuevos sacerdotes que se van incorporando (y que son, por otra parte, bastante escasos), en términos generales, no reciben una formación ortodoxa en los Seminarios, pues éstos se han impregnado también de las ideas modernistas.
A todo esto hay que añadir, por si alguno no lo sabe, que la nueva misa, la de Pablo VI, el novus ordo, que es la única que conocen la mayoría de los fieles cristianos católicos, la que se celebra en lengua vernácula, tiene unos orígenes de clara influencia protestante: en su confección hubo diez miembros, de los cuales siete eran protestantes; y de los tres católicos que había, parece ser, como se supo más tarde, aunque no está completamente demostrado, que el Secretario de dicha comisión, el padre Annibal Bugnini, era masón. El propio Bugnini aseguró que dicha misa (la nueva misa) era distinta de la misa tradicional.
De todos modos, como dice el padre Alfonso Gálvez, en la introducción de su libro El invierno eclesial:
Sea como fuere, debe quedar claro que todo católico debe de profesar obediencia y respeto hacia la legítima Jerarquía de la Iglesia, sin que nadie pueda creerse capacitado para establecer otra por su propia cuenta. Si los Pastores han sido legítimamente elegidos, aun en el caso de que sean acusados de corrupción o de no ejercer los deberes derivados del ministerior que les ha sido encomendado, han de ser considerados como los auténticos Pastores llamados a regir la Única y Verdadera Iglesia, fuera de la cual no hay salvación. Pues es cierto que puede suceder, con respecto a una Jerarquía legítima en un momento histórico determinado, que las enseñanzas doctrinales impartidas por ella a los fieles contradigan claramente al Magisterio tradicional de la Iglesia. No obstante lo cual, los fieles deben atenerse, en cuanto al juicio que les merece y el acatamiento que han de prestarle, a lo que se desprende de las orientaciones de ese mismo Magisterio.
Y continúa diciendo más adelante:
Queda claro, después de lo dicho, que si el Magisterio no se propone a sí mismo como infalible, ni compromete la Autoridad de la Iglesia, ni tampoco pretende ejercerla, los fieles quedan en libertad para atenerse a las enseñanzas doctrinales esta vez expuestas con autoridad y proclamadas por el Magisterio de siempre. Por lo demás, jamás permitirá el Espíritu Santo la coexistencia en la Iglesia de dos doctrinas contrarias que pretendan poseer, a la vez, el sello de autenticidad que otorga la Autoridad del Espíritu. De donde no se va a tratar de una elección entre dos Magisterios, puesto que solamente puede haber uno, y los fieles acatarán al único que se propone a sí mismo como verdadero y compromete su Autoridad. Al mismo tiempo, por supuesto, que continuarán respetando a la Jerarquía legítima, aun en el caso de la corrupción de alguno o algunos de sus miembros. En este sentido, ningún católico deberá sentirse confundido jamás, en cuanto que Dios no va a permitir que existan en la Iglesia dos Magisterios legítimos y, al mismo tiempo, distintos, con la pretensión de enseñar doctrinas contradictorias o diferentes, cada uno por su cuenta y exigiendo ambos entero asentimiento (...) No pueden los fieles, bajo ningún pretexto ni acogiéndose a cualesquiera enseñanza, poner en duda doctrinas como, por ejemplo, la Presencia Real de Jesucristo en la Eucaristía, la Suprema Autoridad del Papa como Cabeza visible de toda la Iglesia o la veracidad de las Escrituras y la realidad histórica de la Persona de Jesucristo (que son algunas de las verdades de Fe que niega expresamente el Modernismo hoy vigente dentro de la misma Iglesia).
Acaba el padre Alfonso la introducción a su libro con estas palabras:
No leería este libro con mentalidad cristiana quien recorriera sus páginas con el espíritu atormentado por el desaliento. Porque el discípulo de Jesucristo, como hemos recordado tantas veces, vive de la Esperanza, se conforta en la Alegría y cree firmemente en las promesas de su Señor. Al cristiano le corresponde vivir en la seguridad de la victoria, como único final posible de una existencia transcurrida en la fidelidad. Por más que, como decía san Agustín, así como no puede haber corona sin victoria, tampoco son posibles los laureles del triunfo si no ha existido la previa lucha o no han sido superadas las pruebas: Y el mundo es pasajero, y también sus concupiscencias; pero quien cumple la voluntad de Dios permanece para siempre (1 Jn 2, 17)
En la actualidad observamos una auténtica claudicación de la Iglesia frente al mundo, una especie de complejo de inferioridad ... complejo absurdo, por otra parte, pues no hay ninguna institución humana que haya aportado a la Humanidad lo que ha aportado la Iglesia. Los mejores logros de los seres humanos, en todas las ramas del saber y del obrar, han sido debidos a fieles cristianos comprometidos con su fe.
No todos los miembros de la Iglesia han sido fieles a las consignas de su Maestro y en ese sentido se puede hablar de errores en la Iglesia ... errores que, por cierto, han sido esporádicos y ocasionales y son, además, la excepción que confirma la regla ... sin olvidar -y esto es muy importante- que, propiamente hablando, no son errores de la Iglesia, en cuanto Institución fundada por Jesucristo, sino -insisto, errores de algunos de sus miembros que no se han comportando en conformidad con lo que la misma Iglesia les exigía. Insisto en esta idea, pues considero que es esencial tenerla en cuenta y no perderla de vista.
Acabo esta serie de entradas sobre la Nueva Evangelización mediante un enlace a un audio de una homilía del padre Alfonso en donde se habla, precisamente, de esta nueva Iglesia modernista. Su duración es de 14:53 minutos.
El truco del referendum revocatorio de Podemos (Yael Farache)
Un vídeo muy ilustrativo acerca de las verdaderas intenciones de Podemos
Duración 11:24 minutos
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