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jueves, 8 de febrero de 2018

Consideraciones personales sobre la "democracia" (José Martí)


Después de leer el artículo de Elentir en el que habla de los coeducadores de género, me quedé de una pieza. 

TODOS los partidos políticos (¡TODOS!) que se las dan de demócratas, han sido absorbidos por la mentira. En eso coinciden y no hay diferencias esenciales entre ellos. Casi se podría hablar de un único partido, liderado por "una serie de personas desconocidas", escondidas en el más absoluto anonimato, pero que son las que, en realidad, mueven los hilos ... siendo los políticos, simplemente, actores y marionetas, que intentan representar su papel lo mejor posible, para tener contentos a sus "jefes, sean éstos quienes fueren ... muy probablemente masones" ... aunque quien los dirige a todos -lo sepan o no- es el Padre de la mentira y de todos los mentirosos, que es el Diablo ... Jefe de todos los "jefes" ... quien juega, además, con la ventaja de que nadie cree en su existencia, de modo que puede actuar a sus anchas.

En "teoría", todos dicen querer el "bien" de sus gobernados, a quienes se supone que representan. Pero, "en la práctica", que es la que cuenta, hacen lo que les viene en gana: no cumplen sus promesas electorales y nos engañan impunemente. No representan el sentir de la mayoría de los españoles, puesto que no cumplen lo que prometieron en su programa electoral cuando se les votó

Es más: nos encontramos con que las decisiones de mayor impacto que toma el Gobierno -y que afectan al conjunto de todos los españoles- requieren, para hacerse efectivas, de una minoría ...¡y es esta minoría (y no la mayoría) la que, en realidad, gobierna, imponiendo "sus" condiciones que son siempre "interesadas" ... ¡y no precisamente por el bien común!  Sería necesario modificar las atribuciones del Presidente del Gobierno, y darle un mayor poder a la hora de la toma de decisiones: no tiene mucho sentido que quien preside -por haber obtenido la mayoría- tenga que estar supeditado a lo que una minoría decida. El bien general tiene que estar por encima de los "bienes" particulares. Pues son estos pocos los que, en realidad, están rigiendo el devenir de la nación española ... la cual se está descomponiendo, lenta, pero de modo irreversible ... al menos eso es lo que salta a la vista.

Queda así claro que hablar de "democracia" es una superchería y un fraude electoral: se dice que "el pueblo es soberano". Sólo los muy ingenuos pueden creer tal engaño ... porque "los realmente soberanos" son los que, una vez llegados al poder (mediante argucias electorales y populismos) hacen luego de su capa un sayo y piensan que son dueños de las personas y que pueden decidir, incluso, sobre el bien y el mal ..., convirtiéndose, de hecho, en estados totalitarios, en los que la libertad desaparece. Tal ocurrió -y sigue ocurriendo- con el régimen comunista.

Mientras tanto, la nación se va desmoronando, en todos los sentidos, no sólo desde un punto de vista económico, sino también (y sobre todo) moral, siendo éste el punto clave en el que hacen más énfasis los "políticos" ... ¡siendo así que la moral no es competencia del Estado ni de los políticos de turno! Es un ámbito que está relacionado, básicamente, con la Religión, a la que pretenden sustituir (en particular, a la Religión católica contra la cual luchan denodadamente).

Es "curioso" que se hable tanto de "consenso" y de "diálogo" ... cuando ni hay diálogo, ni hay consenso ... ¡todo es mentira! ... Y es que a los distintos partidos (y esto es aplicable a todos) lo que les interesa -por desgracia- es medrar y alcanzar un poder cada vez mayor ... cayendo en el olvido de que el puesto que ocupan, por definición, tiene como objetivo el servicio al bien común de todos los españoles ... de todos ... no sólo de aquéllos que sean de su partido (o que piensen según su "ideario").

Repito que no entiendo por qué es necesario que quienes estén en el Gobierno deban de tener mayoría absoluta para poder tomar decisiones que afectan al bien de toda la nación: cuando este bien está en juego, no debería de ser exigible la mayoría absoluta. Una mayoría simple tendría que bastar ... pues, aunque no sea absoluta, sigue siendo mayoría. 


Esto no es así ... y, en consecuencia, estamos observando estos días, atónitos y sin acabar de salir de nuestro asombro, cómo tan solo unos pocos están decidiendo sobre el futuro de Cataluña (y también el de España) ... y, sin embargo, la inmensa mayoría de los españoles no les ha votado a ellos: ¡El caso de Cataluña es el ejemplo más claro! ... y de tener lugar la escisión, eso sería tan solo el anticipo de nuevas escisiones: el país vasco, Navarra, Galicia, Valencia, etc... ¡Unos nuevos "reinos de Taifas" ... ¡con todo lo que eso conllevaría!


De manera que ... si esto es la democracia ... ¡yo soy antidemócrata!. 

Lo que realmente importa -y esto la gente no suele tenerlo claro- no es el sistema de gobierno (llámese democracia, monarquía, república o cualquier otro nombre). Eso es, en realidad, secundario. Lo esencial es el concepto antropológico de lo que se entiende por persona y por bien común. ¡Y esto falla ... y falla de un modo estrepitoso! 

Como consecuencia lógica, la justicia se resiente. La autoridad brilla por su ausencia y es sustituida por el "poder", al servicio de unos cuantos. Y todo ello sucede ante el silencio "cómplice" de aquéllos que, debiendo hablar, porque es su obligación, sin embargo, callan ... 

Pongamos ahora el caso de los jerarcas de la Iglesia católica: todos, sin excepción, deberían pronunciarse pública y claramente, condenando (de modo rotundo y sin complejos) todo lo que se opone al verdadero bien de las personas ... y las destruye. Ésa es responsabilidad suya ... y de cómo procedan tendrán que responder ante Dios.

Concretando con algunos ejemplos: Todos deberían condenar, sin ambigüedades, el aborto (que es un asesinato y, sin embargo, está reconocido legalmente como un derecho de la mujer), la ideología de género (que se está imponiendo de modo obligatorio y totalitario en la educación, pervirtiendo a los niños desde su más tierna infancia) ... y un sinfín de cosas más, del mismo tipo, que son aberraciones morales ( y que no son competencia de los políticos, aunque ellos se las hayan atribuido) ... 

Es responsabilidad específica de los Jerarcas de la Iglesia la de velar por el bien de todos (no sólo de los católicos) pues la Ley natural, que se identifica con los mandamientos de la Ley de Dios (no matarás, no robarás, no cometerás actos impuros, ...) y que está inserta en nuestra naturaleza, es para todos, sin excepción. Y su cumplimiento redunda siempre a favor del bien común de toda la sociedad, comenzando por la propia Región y el propio País.

Conclusión:

- Si la democracia considera que existen realidades intocables por la ley positiva, como el derecho a la vida (que supone la condena total del aborto como un crimen) el matrimonio, entendido como la unión de un hombre y una mujer (con vistas a la formación de una familia), el respeto a la libertad (siempre que ésta no suponga violencia ni odio contra los que piensen de modo diferente), etc ... entonces:

"Vive la démocratie!" (¡Viva la democracia!) 

- Pero si la democracia es una mera palabra que se utiliza para engañar a la gente y para medrar y subir al poder ... haciendo luego  lo que les venga en gana y eternizándose en el poder, a base de leyes que ellos mismos van fabricando para que eso ocurra (sin consultar con el pueblo al que dicen representar) ... entonces -lo digo sin ambages-:

"Dehors la démocratie!" (¡Fuera la democracia!) 
José Martí

Addressing Mass Rumors



“And you shall hear of wars and rumors of wars. See that ye be not troubled. For these things must come to pass, but the end is not yet.” Matthew 24:6

For several months now, rumors have been circulating about Pope Francis and his intentions for the traditional Roman Mass. Though originating in July 2017, nevertheless these supposedly credible “insider-reports” continue to be repeated—and often as fact—thus the importance to address them even now.

The rumors have been of two kinds:

(1) Pope Francis intends to rescind Summorum Pontificum and allow only the Society of St. Pius X to offer the traditional Mass, but only a) after an agreement had been made between the SSPX and Rome, or b) after Benedict XVI has passed away.

(2) Pope Francis is creating a revised or hybrid missal for the traditional Mass that will include elements from the Novus Ordo Missae. The SSPX will not initially be required to use this problematic missal edition, but it will be imposed on the priestly society after it has been regularized.

The sources of these contradicting reports have also been of two kinds:

(1) From an anonymous and well-informed Vaticanist (supposedly a priest, but as far we actually know, possibly the Papal Gardener).

(2) From an overheard conversation in a Vatican corridor between liberal prelates who are known to hate the Immemorial Mass—while this news itself was related by a journalist who also dislikes the traditional Roman Liturgy.

Of course, when these rumors were publicized, panic and dread ensued among a good portion of traditionally and conservative-minded Catholics, which has yet to subside.

But let’s take a step back for a moment and examine what is being rumored about and if such assertions are logical, let alone practical. A fortiori, let us also consider why we should simply ignore such rumormongering.

To set the background, readers might remember when in late 2012 it was “authoritatively” reported the Vatican was working on a “hybrid missal” for the traditional Mass which was due to appear by mid-2013—and yet, we’re still waiting for it five years later! So what can we say of the present-day circulating rumors?

Firstly, it is important to note that the rumors are contradictory and cannot be traced to a verifiable source. Furthermore, the supposed informants are themselves antagonistic to the traditional Mass—so can we really trust what they are saying as Gospel truth?

Secondly, in each scenario that Pope Francis is supposedly cooking up, it is stated that the SSPX will be initially exempted from his Mass plans, but after signing a regularization agreement with Rome this priestly society will be expected to comply!

Can anyone who is even remotely familiar with the Society of St. Pius X seriously entertain the idea that their priests (and adhering faithful) would agree—let alone desire—such a “pre-nuptial agreement” with the Vatican? It’s positively unthinkable. Furthermore, another rumored scenario has Pope Francis forbidding the traditional Mass to everyone but the priests of the SSPX—again, does such a situation even seem plausible?

And what would become of the priests of the Ecclesia Dei Commission groups or even diocesan priests who are genuinely dedicated to the traditional Mass, often for the same theological reasons famously represented by Archbishop Marcel Lefebvre? Isn’t it more probable that they would either (a) simply ignore this unlawful papal command, or (b) “jump ship” either to function as “independent priests” or even into the arms of the SSPX! Pope Francis is certainly smart enough to consider these outcomes, thus would he actually risk them?

As for the supposed forthcoming “hybrid missal”, examination of this point will have to be delayed until my next piece on this topic. But suffice it to say for the moment (and with the authority of experience in liturgical printing), that such a project is rather impractical, not only from a manufacturing standpoint, but even a financial one, let alone in enforcing its acceptance.

Another important facet to these “Mass rumors” needs to be mentioned before concluding this segment: the ongoing disinformation campaign being waged against the Traditional Movement. For over a decade I have observed how the radicals (whether inside or outside the Vatican) have cleverly spun the rumor mill and craftily-planted stories in the news that cast Tradition in a negative light. Upon closer examination, the methods being employed are strangely reminiscent of Cold War intelligence tactics of sowing fear, doubts, and internal division within the Traditionalist Movement.

Thus, when hearing of such “Mass rumors” we should avoid becoming Chicken Littles who panic that “the end is near” (again). Rather, we should continue to place our hope and confidence in Almighty God“Qui fecit caelum et terram”Who has upheld and protected the traditional Roman Mass during the last 50 years of the liturgical crisis.


Catholic Family News

La larga marcha vaticana hacia la rendición en China (Riccardo Cascioli)



Es cierta la noticia según la cual la delegación vaticana le ha pedido a dos obispos legítimos que renuncien para dar lugar a dos obispos de la Asociación Patriótica. Y el papa Francisco sabe y comparte todos los movimientos de sus diplomáticos en China. Es cuanto se deduce del seco uno-dos de la Santa Sede en respuesta al obispo emérito de Hong Kong, el cardenal Jose Zen Ze-kiun: primero con el comunicado de la sala de prensa, fechado el 30 de enero, y después con la larga entrevista en Vatican Insider realizada al secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin.

La clamorosa noticia de la remoción solicitada de los dos obispos legítimos fue dada por la agencia Asia News y luego fue confirmada por el cardenal Zen, quien, primero en la Nuova BQ y después en su blog, dio cuenta también de su viaje a Roma para entregar al papa Francisco la dolorosa carta de uno de los dos obispos, monseñor Zhuang Jianjian, de Shantou (Guangdong). Del encuentro con el Papa, el cardenal Zen había llegado a la convicción de que el Pontífice no tenía ninguna intención de proceder en la dirección de una rendición total al régimen comunista chino, como por el contrario hacía suponer lo obrado por la delegación vaticana.

Y entonces aparece, puntual, el comunicado de prensa que detalla que “el Papa está en constante contacto con sus colaboradores, en particular de la Secretaría de Estado, sobre las cuestiones chinas, y es informado por ellos de manera fiel y detallada sobre la situación de la Iglesia Católica en China y sobre los pasos del diálogo en curso entre la Santa Sede y la República Popular de China, que El acompaña con especial preocupación”. Comunicado que no oculta el enojo contra el cardenal Zen a quien se le dedica el ácido cierre: “despierta sorpresa y pesar, por lo tanto, que se afirme lo contrario por parte de personas de la Iglesia y se alimenten así confusión y polémicas”.

Ninguna alusión a la historia de los dos obispos, lo cual constituye una confirmación indirecta de la veracidad de los hechos, reforzada por la entrevista del cardenal Parolin quien, detrás de tantas palabras de comprensión y aprecio por los sufrimientos sufridos por la llamada Iglesia clandestina, confirma que será ésta la que deberá pagar el precio de la normalización de las relaciones diplomáticas con el régimen chino.


Se podría objetar ya el lenguaje excesivamente diplomático del secretario de Estado que habla con el idioma de Pekín («Nueva China» es la definición de la China comunista) y, dejando fuera las decenas de miles de católicos (entre obispos, sacerdotes y laicos) asesinados o encerrados y torturados en el Laogai (el Gulag chino), liquida con “graves contrastes y agudos sufrimientos” la grieta de la Iglesia debido a la iniciativa del régimen chino de crear una Iglesia nacionalista, desligada del Papa, con la formación de la Asociación Patriótica de los católicos chinos.

Parolin se la toma con aquéllos que usan palabras como rendición, traición, compromiso, las cuales tienen un sabor político, mientras que la Iglesia, dice él, se mueve solamente por razones pastorales. Por eso deberíamos utilizar otro vocabulario: servicio, diálogo, misericordia, perdón, reconciliación, etcétera.

Nadie quiere negar las buenas intenciones de la Secretaría de Estado, pero el cardenal Parolin también debe darse cuenta de que, aunque las motivaciones de la Santa Sede sean pastorales, lo que la Santa Sede está llevando a cabo es una negociación político-diplomática

Y el término “rendición” es más que apropiado para lo que se está presenciando, porque la Santa Sede está concediendo al régimen comunista chino el poder sobre el nombramiento de los obispos católicos (hecho que ya es grave en sí mismo) sin tener nada a cambio, visto que el gobierno en los últimos meses ha intensificado su represión de las comunidades católicas y a partir de hoy, 1 de febrero, también entra en vigor un nuevo Reglamento sobre las actividades religiosas que llevará a una posterior represión.

El caso de los dos obispos a remover es aún más grave porque los sustitutos deseados por el gobierno chino y avalados por la Santa Sede hasta ahora "no están reconciliados" con Roma. Ni siquiera están entre los que, a pesar de haberse adherido a la Asociación Patriótica, han pedido en los últimos años ser acogidos en la comunión con la Iglesia universal. Un golpe total contra los católicos que durante décadas han padecido grandes sufrimientos por su fidelidad al Papa, y fuente de seria confusión. 

Porque es legítimo, entonces, preguntarse si, para la Santa Sede, los que se han equivocado han sido los obispos, los sacerdotes y los laicos que aceptaron también el martirio para permanecer fieles a la Iglesia.

Tanto más que el mismo cardenal Parolin reconoce que en las relaciones con Beijing "la elección de los obispos es crucial", como siempre lo ha sido: de hecho, es el corazón mismo de la división entre la Asociación Patriótica, controlada por el Partido Comunista, y la Iglesia clandestina. 

Aunque desde los años '90 la Santa Sede ha tenido una actitud muy dispuesta y dialogante respecto a Beijing (en contraposición a lo que el cardenal Parolin sostiene), hoy se advierte un punto de inflexión radical. 

Hasta ahora, de hecho, se considera como obstáculos a la Asociación Patriótica y la pretensión del régimen comunista para nombrar a los obispos, pero hoy se entiende que para la Santa Sede el obstáculo esta tristemente representado por la Iglesia clandestina.

El cardenal Parolin cita la famosa carta de Benedicto XVI a los católicos chinos (27 de mayo de 2007) para reclamar la continuidad de la línea actual con la de los pontificados anteriores. Es cierto que tanto Juan Pablo II como Benedicto XVI expresaron claramente la necesidad de un camino de reconciliación entre los católicos y el deseo de normalizar las relaciones con China; habían asegurado claramente que la Iglesia no está interesada en el conflicto político y que se puede y se debe ser católico romano y buenos ciudadanos chinos, pero dentro de una clara referencia a principios que no se pueden menospreciar y en la valorización del sufrimiento de la Iglesia perseguida.

El cardenal Parolin cita justamente el pasaje de la carta de Benedicto XVI, cuando dice que "no puede buscarse la solución de los problemas existentes a través de un conflicto permanente con las Autoridades civiles legítimas", pero olvida mencionar la segunda parte de la frase: “al mismo tiempo, sin embargo, no es aceptable una docilidad a las mismas cuando interfieran indebidamente en materias que conciernen a la fe y la disciplina de la Iglesia” (n. 4). 
Y más adelante dice también, refiriéndose a la Asociación Patriótica: “la finalidad declarada de los mencionados organismos de poner en práctica ‘los principios de independencia y autonomía, autogestión y administración democrática de la Iglesia, es también inconciliable con la doctrina católica que. desde los antiguos Símbolos de fe, profesa que la Iglesia es ‘una, santa, católica y apostólica’” (n. 7). Y si aún no fuera claro: "la comunión y la unidad — me sea permitido repetirlo (cf. n. 5) — son elementos esenciales e integrales de la Iglesia Católica: por lo tanto, el proyecto de una Iglesia ‘independiente’ de la Santa Sede, en ámbito religioso, es incompatible con la doctrina católica”.

Pretender superar el escándalo de una Iglesia «independiente», reconociéndola legítima tout court, no es misericordia, es rendición incondicional, es traición.


Riccardo Cascioli

Publicado originalmente en italiano en www.lanuovabq.it/it/la-lunga-marcia…

Traducción al español por: José Arturo Quarracino

miércoles, 7 de febrero de 2018

¿Miente Collins, mintió O’Malley o miente el Papa? (Carlos Esteban)



Hay crisis y crisis de comunicación en la Santa Sede. Hasta ahora, las iniciativas, declaraciones, comentarios, escritos, omisiones y silencios del Santo Padre, cuando han causado estupor lo han hecho invariablemente en un sector, y han ido en una dirección concreta.

Para no andarnos por las ramas, la ‘progresía mundial’, la opinión dominante, no ha tenido apenas motivos para apenarse por lo que este Papa pueda aportar de distinto a los anteriores. Pueden, naturalmente, lamentar la posición intransigentemente provida del Pontífice o sus (escasas) declaraciones contra la teoría de género. Pero en eso no ha aportado nada nuevo, y si acaso ha rebajado considerablemente el tono con respecto a pontificados anteriores.
Por eso es verdadera noticia de primera el hecho de que el romance de Francisco con el sector progresista y mundano haya hecho aguas con motivo de los abusos sexuales en Chile.
Ya informamos en su momento que, en su visita a Chile, el Papa provocó las protestas de las presuntas víctimas del Padre Karadima al apoyar resueltamente a uno de sus supuestos principales protectores y cómplices, Juan Barros, al que hizo obispo y ha confirmado en su puesto, en lo que a muchos sonó como una desviación de su expresa política de ‘tolerancia cero’ en esta cuestión. Terminó complicando las cosas al llamar ‘difamadores’ a quienes acusaban al obispo en cuestión.

Abundando sobre el asunto, Su Santidad declaró que, pese a las protestas, ninguna supuesta víctima se había dirigido a él nunca para denunciar los hechos. Y según recientes informaciones, hay razones para dudar de que eso sea cierto.

El pasado día 5 se supo que el Papa había recibido en 2015 una carta en la que “se detallaba gráficamente el abuso sexual a manos de un sacerdote y cómo taparon el asunto las autoridades eclesiásticas chilenas”. Pero Francisco insiste obstinadamente en negar que haya visto jamás esa carta.

Problema: fue el Cardenal Seán O’Malley, arzobispo de Boston y responsable de la Comisión Pontificia para la Defensa de los Menores quien, al parecer, se la entregó en mano.

Precisamente O’Malley fue la respuesta de Francisco a la crisis de los abusos sexuales por parte del clero, el encargado de que nunca se volviesen a ocultar casos de este tipo.

Según las fuentes, la carta llegó a la Comisión en abril de 2015, poco después de que el Papa promocionara a Barros contra la opinión de la mayoría de la Conferencia Episcopal Chilena, convencida de que ciertamente Barros había sido testigo de abusos de Karadima y los había ocultado.

En declaraciones a Associated Press, Marie Collins, de la Comisión, asegura: “Cuando le dimos [a O’Malley] la carta para el Papa nos garantizó que se la entregaría y que le haría partícipe de nuestras preocupaciones. Y en una fecha posterior nos aseguro que lo había hecho”.

¿Miente Collins? ¿Mintió O’Malley? ¿Miente el Papa?

La versión de Collins la confirma el propio autor de la carta, Juan Carlos Cruz: “El Cardenal O’Malley me llamó tras la visita del Papa aquí a Filadelfia y me dijo, entre otras cosas, que le había dado la carta al Papa, en mano”.

Ahora bien, los medios convencionales pueden aplaudir hasta pelarse las manos cualquier medida papal para acercarse a Lutero, promover la inmigración masiva, premiar a abortistas, comparar los chismorreos de monjas con los asesinatos terroristas, permitir la comunión a los divorciados vueltos a casar, pasar por alto que su fiel Cardenal Marx permita ‘bendiciones’ clericales de parejas homosexuales o proclamar “perverso” el cuestionar el Cambio Climático, pero esto no. Esto, de ninguna manera.

Valga de sismógrafo de la opinión pública la cuenta en Twitter del jesuita Padre James Martin, el mediático autodenominado ‘apóstol de los LGTBI’, privilegiado por los nuevos tiempos y declarado fan del nuevo estilo introducido por Francisco. “Muy malas noticias”, escribe en un tuit. “Solo puedo preguntarme si la leyó y quizá olvidó haberla leído. Pero, ¿cómo olvida uno algo así?”.

El Papa Francisco siempre ha tenido comiendo de su mano a los que importan en el mundo, a la opinión publicada, y en ese sentido sí se podía y se puede presentar a la legión de perplejos con su pontificado como una exigua minoría. Pero la inmensa mayoría de esa mayoría está fuera de la Iglesia, y su apoyo al Papa es meramente táctico, mientras que muchos de quienes, como Martin, le han apoyado hasta ahora, le abandonarán en lo que se tarda en decir una jaculatoria si se confirma esta noticia.

Carlos Esteban

Noticias varias 7 de febrero de 2018


¿Un punto de ruptura en el papado? (One Peter Five)

El cardenal Zen reprende al secretario de Estado del Vaticano por China: es un "hombre de poca fe" (Life Site News)


El arzobispo del Vaticano elogia a China comunista como 'el mejor' para implementar la doctrina social de la Iglesia(Life Site News)


Zen: ‘Quien necesita consuelo es el portavoz del Vaticano’ (Infovaticana)


Abortar la Humanae Vitae: ¿Puede la Iglesia lidiar con el salto cuántico bergogliano? (Christopher A. Ferrara)


Catecismo sobre la crisis en la Iglesia: ¿Hay crisis? (I) (Adelante la Fe)


Cinco años después, su renuncia sigue siendo impactante (Catholic Herald)


Décimo obispo en firmar ‘Profesión de Verdades Inmutables’ en defensa del Matrimonio (Dominus est)



SECRETUM MEUM MIHI


Pablo VI es santo. Los cardenales aprueban el milagro


El papa Francisco es como todos los demás: sobreviviente de abuso eclesiástico en Chile


¿Cómo informa un progresista sobre el cierre de la única abadía trapense alemana que implementó Summorum Pontificum? Como era de esperar: ¡con saña!


"Estoy en peregrinación hacia casa", escribe Benedicto XVI a Corriere Della Sera


Marie Collins, sorprendida por respuesta de Francisco a carta de víctima chilena de abuso


Ya que sobreponderan todo lo que dice y hace Francisco, háganle caso: "¡La homilía debe de estar bien preparada, debe de ser breve, breve!"


GLORIA TV


Francisco hizo “concesiones sustanciales” al régimen comunista

Obispo vaticano cree que China es el “mejor implementador” de la doctrina social católica

Cardenal de Lisboa permite la Comunión a los adúlteros
Benedicto XVI revela sus sentimientos a diario anti-Iglesia
Cardenal Zen llama al cardenal Parolin un “hombre de poca fe”


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La lucha entre el Carnaval y la Cuaresma por Pieter Bruegel  (Corrispondeza Romana)


Iglesia, el problema no es la pedofilia sino la homosexualidad (La Nuova Bussola Quotidiana)

HOMBRES SIN CONVICCIÓN, IGLESIAS SIN PERSONAS (First Things)



Despiden a una profesora de instituto de Nueva Jersey por criticar en su Facebook una campaña LGTBQIA+ (Infocatólica)

La dictadura comunista china envía a más de cien cristianos a campamentos de «reeducación» (Infocatólica)


Entrevista: Obispo Marian Eleganti sobre Amoris Laetitia y los Pequeños (One Peter Five)

Cardenal Cordes: La idea del cardenal Marx de bendecir a las parejas homosexuales es "sacrílega" (One Peter Five)

Katholisches

El Papa exige un cambio de curso de Amoris laetitia en toda la iglesia

¿Será Pablo VI canonizado y eliminado de Humanae vitae?

"Espero que muchos sean liberados de la falsa papolatría por mi "caso"


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La transición se avecina en la potencia católica africana mientras la leyenda se prepara para ir (Crux)

Disculpe, monseñor Sorondo, ¿de qué está hablando la doctrina social de la Iglesia? (Chiesa e post Concilio)

Prato 16 de febrero. En memoria de Mons. Brunero Gherardini ((Chiesa e post Concilio)
Selección por José Martí

¿El Vaticano vende la Iglesia Católica china entregándola al régimen comunista? (Roberto de Mattei)



El vídeo correspondiente puede visualizarse haciendo clic aquí (italiano)

Queridos amigos, quisiera llamarles la atención hacia un suceso que nos ayuda a entender la gravedad de la situación que enfrentamos.

Un cardenal chino conocido por su fidelidad a Roma ha acusado al Vaticano de vender la Iglesia Católica china al régimen comunista de Pekín. El cardenal es el arzobispo emérito de Hong Kong Joseph Zen Ze-kiun. Para entender la situación, hay que retroceder un poco. Hay que remontarse a cuando Mao Tse Tung se hizo con el poder en los años cincuenta e inició una brutal represión de los católicos. El Papa, a la sazón Pío XII, protestó enérgicamente contra la persecución, y animó a los fieles a dar testimonio de su fe. La resistencia católica obligó al régimen chino a cambiar de estrategia.

Así pues, en 1957 creó una asociación patriótica con miras a atraer a los católicos con lisonjas para que se adhirieran al régimen. Y a los que seguían fieles al Papa los esperaban la cárcel y los trabajos forzados. De ese modo surgieron dos iglesias, cada una con sus propios obispos y sacerdotes. Por un lado, la patriótica, controlada por el gobierno comunista, que empezó a consagrar obispos, excomulgados por Roma. Por otro, los sacerdotes y laicos fieles a Roma, considerados subversivos por las autoridades.

Y todavía hoy la ley sigue prohibiendo en China toda actividad religiosa ajena a las asociaciones patrióticas por subversiva contra el poder del Estado. Los católicos no cismáticos, fieles a Roma, incurren por su oposición en graves sanciones penales.

Así que en China hay dos jerarquías: la legítima, reconocida por Roma pero perseguida, obligada a operar en total clandestinidad, y otra cismática e ilegítima que no reconoce la autoridad del Papa y obedece al régimen comunista.

La postura de Benedicto XVI y su consejero el cardenal Zen consistió en apoyar a los católicos que no transigían con el régimen. Sin embargo, Francisco ha cambiado de estrategia. Ha adoptado una política de distensión hacia Pekín, análoga a la Ostpolitik de Pablo VI hacia los países del Este europeo, con la idea de llegar a un acuerdo, en este acuerdo la unificación de ambas iglesias.

Pero el cardenal Zen no está dispuesto a aceptarlo. Vino a Roma hace diez días y habló con el papa Francisco. Trascendieron algunas cosas que se dijeron en el encuentro pero con mucha transparencia el cardenal contó a la agencia Asia News el contenido de la conversación.

El Papa, tras escuchar las preocupaciones del purpurado le habría respondido: “Sí, sí, he pedido a mis colaboradores que eviten otro caso Mindszenty”. La alusión al cardenal József Mindszenty viene muy al pelo. Recordemos que Mindszenty era arzobispo de Budapest y primado de Hungría y pasó muchos años encarcelado por los comunistas. Durante la revolución y la insurrección de 1956 fue puesto en libertad, y antes de que el Ejército Rojo retomara el poder en Budapest se refugió en la embajada de EE.UU. Pero, presionada por las autoridades comunistas, la Santa Sede le ordenó abandonar Hungría y nombró un sucesor grato al régimen. Mindszenty nunca fue sacrificado en aras de una Ostpolitik que después fracasó estrepitosamente.

La suerte de Mindszenty y de otros prelados chinos legítimos corre el riesgo de parecerse mucho: obispos católicos fieles a Roma pero de los que Roma reniega. Reniega de ellos porque son fieles a Roma. Una Roma que prefiere tratar con obispos excomulgados. Es paradójico, pero desgraciadamente es la dramática realidad.

Quiero leerles las palabras textuales escritas por el cardenal Zen:
 «Hay quienes que todo esfuerzo por llegar a un acuerdo entre China y la Santa Sede tiene por objeto evitar un cisma en la Iglesia. Esto es ridículo. El cisma ya existe en la iglesia independiente. Los papas han evitado la palabra cisma porque sabían que muchos fieles de la iglesia oficial no estaban en ella por voluntad propia sino bajo una fuerte presión. La propuesta unificación obligará a cualquiera a entrar en esa comunidad. Así, el Vaticano bendeciría una nueva iglesia cismática más fuerte lavando la mala consciencia de los que ya son renegados voluntarios y de otros que están dispuestos a unírseles.»

Prosigue el cardenal Zen:

«¿Es que se puede tener algo en común con un régimen totalitario? O te rindes, o aceptas la persecución siendo fiel a tus convicciones. ¿Cabe imaginar un acuerdo entre San José y el rey Herodes?»

Y añade:

«¿Está vendiendo el Vaticano a la Iglesia Católica china? Sí. Sin ninguna duda, si avanzan en la dirección claramente indicada por todo lo que han hecho en los últimos meses y años. ¿Seré yo el mayor obstáculo al acuerdo entre el Vaticano y China? Si es un acuerdo malo, me alegro muchísimo de ser un obstáculo.»

Hasta aquí las palabras del cardenal Zen.

Otra voz valerosa se une a las que se alzan últimamente por todos lados para denunciar la situación actual de la Iglesia Católica, cada vez más confusa, contradictoria y plagada de cismas y herejías que alcanzan lo más alto de la jerarquía.

Aceptamos la invitación del cardenal Zen a rezar la oración tradicional que dice: Oremus pro pontifice nostro. Dominus conservet eum et vivificet eum et beatum faciat eum in terra et non tradat eum in animam inimicorum eius.

Roberto de Mattei
(Traducido por J.E.F)

OTRA VEZ EL PACTO DE METZ (VI) (Capitán Ryder)



La entrevista a Parolin no tiene desperdicio, sobre todo cuando se nos ha querido vender durante bastante tiempo que este Cardenal era el elemento moderado del equipo de Francisco.

Vamos con algunas preguntas y respuestas

Eminencia, ¿qué puede decirnos en relación con el diálogo entre la Santa Sede y la República Popular China?

El Papa Benedicto XVI representó muy bien el espíritu de este diálogo en la Carta a los católicos chinos de 2007: «La solución de los problemas existentes no puede ser perseguida mediante un permanente conflicto con las legítimas Autoridades» (n. 4). En el Pontificado del Papa Francisco, las negociaciones se mueven exactamente siguiendo esta línea: apertura constructiva al diálogo y fidelidad a la genuina tradición de la Iglesia.
Nota del Capitán: Ya he comentado en entradas anteriores que muchas de las barrabasadas de Francisco tienen antecedentes en pontificados anteriores. No es el caso que cita el Cardenal Parolin. A la cita sobre Benedicto XVI le “falta” esta parte que se “le olvidó” al pícaro Cardenal “al mismo tiempo, sin embargo, no es aceptable una docilidad a las mismas cuando interfieran indebidamente en materias que conciernen a la fe y la disciplina de la Iglesia. Las Autoridades civiles son muy conscientes de que la Iglesia, en su enseñanza, invita a los fieles a ser buenos ciudadanos, colaboradores respetuosos y activos del bien común en su País, pero también está claro que ella pide al Estado que garantice a los mismos ciudadanos católicos el pleno ejercicio de su fe…”. Es una constante en este pontificado embarrar a los Papas anteriores si la necesidad lo requiere.
¿Qué es lo que espera concretamente la Santa Sede de este diálogo?

Vea usted, en China no existen dos Iglesias, sino dos comunidades de fieles que están llamadas a cumplir un camino progresivo de reconciliación hacia la unidad. Por ello, no se trata de mantener un conflicto perenne entre principios y estructuras contrapuestas, sino de encontrar soluciones pastorales realistas que permitan a los católicos vivir su fe y proseguir juntos la obra de evangelización en el contexto chino específico.
Nota del Capitán: Pues sí, existen dos Iglesias, una fiel a Cristo y otra al Partido Comunista. Es decir, una Iglesia católica y otra que no lo es. No juzgo las debilidades de los “fieles” de la segunda Iglesia, nadie sabe cómo responderíamos nosotros ante esa prueba, pero comparar e igualar a quien ha aceptado el martirio con quien ha apostatado es algo contrario a la Fe Católica.
La comunión a la que se refiere tiene que ver con la delicada cuestión de los nombramientos de los obispos, que está suscitando tantas polémicas. ¿Un eventual acuerdo sobre este punto podría resolver correctamente los problemas de la Iglesia en China?

Es necesario tener tiempo y paciencia para que se puedan curar todas las heridas personales infligidas recíprocamente dentro de las comunidades.
Nota del Capitán: Más estiércol. El que acepta libremente el martirio para no apostatar de su Fe infringiendo heridas personales al verdugo que le martiriza. Diplomacia fina, fina.
Entonces, ¿cuál es la verdadera actitud de la Santa Sede hacia las Autoridades chinas?

Claro, todavía hay muchas heridas abiertas. Para curarlas se necesita el bálsamo de la misericordia. Y si a alguien se le pide un sacrificio, pequeño o grande, debe quedarle claro a todos que este no es el precio de un intercambio político, sino que forma parte de la perspectiva evangélica de un bien mayor, el bien de la Iglesia de Cristo. Lo que se espera es llegar, cuando Dios quiera, a ya no tener que hablar de obispos «legítimos» e «ilegítimos», «clandestinos» y «oficiales» en la Iglesia china, sino a encontrarse entre hermanos, aprendiendo nuevamente el lenguaje de la colaboración y de la comunicación. Sin esta experiencia vivida, ¿cómo podría la Iglesia en China volver a impulsar el camino de la evangelización y llevar a los demás a la consolación del Señor? Si no estamos listos para perdonar, significa, desgraciadamente, que hay otros intereses que defender: pero esta no es una perspectiva evangélica.
Nota del Capitán: No se detienen ante nada. En la primera parte manifiesta abiertamente que el fin justifica los medios. Esta idea sí que es ajena al Evangelio. En la segunda parte trata, indirectamente, de resentidos a los mártires chinos. No quieren perdonar, no son tan misericordiosos como Parolin y sus muchachos. No sólo eso, sino que desliza abiertamente que lo que les mueve son intereses políticos. ¡A quienes llevan padeciendo años de secuestros, torturas o asesinatos! Habría que ver cómo responden los Parolin de la vida a 3 meses de calabozo.
Si es esta la actitud, ¿no existe el peligro de borrar, de un solo golpe, los sufrimientos del pasado y también los del presente?

Volviendo a su pregunta, aquí no se trata de borrar de golpe que ignore o, casi como por arte de magia, anule el sufrido camino de muchos fieles y pastores, sino de invertir el capital humano y espiritual de muchas pruebas para construir un futuro más sereno y fraterno, con la ayuda de Dios. El Espíritu que ha custodiado hasta ahora la fe de los católicos chinos es el mismo que los sostiene hoy en el nuevo camino emprendido.
Nota del Capitán: No se ha enterado Parolin de que Cristo “no vino a traer la paz sino la espada” y de que “bienaventurados seremos cuando nos persigan, nos insulten por causa suya”Sólo los peces muertos van a favor de corriente, en una serenidad que encanta al CardenalCreo que la causa de tanta inquina sólo puede ser el recordatorio que esos mártires suponen. A Cardenales como Parolin les recuerdan que todavía hay católicos que están dispuestos a morir por la Fe, y eso tiene que ser insufrible para quien la perdió hace tiempo.
¿Tiene algún consejo, alguna petición particular que en este momento la Sede Apostólica podría dirigir a los fieles chinos? A los que están contentos ante los posibles nuevos escenarios, pero también a los que están confundidos o a los que tienen objeciones…

Por lo tanto, a los católicos chinos les digo, con gran fraternidad: estamos cerca de ustedes, no solo con la oración, sino también con el compromiso cotidiano de acompañarles y apoyarles en el camino hacia la plena comunión. Por ello les pedimos que ninguno se aferre al espíritu de contraposición para condenar al hermano o que use el pasado como un pretexto para fomentar nuevos resentimientos y cerrazones. Al contrario, esperamos que cada uno vea con confianza el futuro de la Iglesia, más allá de cualquier límite humano.
Nota del Capitán: Nuevamente la equidistancia, todos tienen que caminar hacia la plena comunión. Esta frase sólo puede ser calificada como una blasfemia. Por alguna razón que desconozco Parolin entiende que quien está dispuesto a aceptar el martirio y quien ha apostatado se tienen que mover hasta un punto de encuentro. No se ha enterado aún que la “sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos”.No entiende el martirio, es un tema que le supera, está claro.
¿El Papa está informado de lo que sus colaboradores hacen en las negociaciones con el gobierno chino?

Sí, el Santo Padre sigue personalmente las negociaciones actuales con las Autoridades de la República Popular China. Todos sus colaboradores actúan en sintonía con él. Nadie toma iniciativas privadas. Sinceramente, cualquier otro tipo de razonamiento me parecería fuera de lugar.

En los últimos tiempos han surgido expresiones críticas, incluso dentro de la Iglesia, ante el enfoque que ha adoptado la Santa Sede en el diálogo con las Autoridades chinas. Algunos incluso han llegado a afirmar que este diálogo es una verdadera «rendición» por razones políticas. ¿Qué opina?

Se lo digo francamente: estoy convencido de que una parte de los sufrimientos que ha vivido la Iglesia en China no se debe tanto a la voluntad de cada una de las personas, sino a la complejidad objetiva de la situación.

Para descubrir juntos el plan de Dios para la Iglesia en China se necesitan más humildad y un mayor espíritu de fe, cautela y moderación por parte de todos, para no caer en polémicas estériles que dañen la comunión y que roben las esperanzas de un futuro mejor.
Nota del Capitán: Cómo en los Amores de Leticia, que se producen situaciones complejas sin quererlo, aquí también se le tortura a la gente porque la situación es muy compleja, no porque quiera el régimen chino.Que no falte otro garrotazo, los torturados necesitan más humildad.
¿A qué se refiere?

Me refiero a que todos estamos llamados a distinguir más adecuadamente la dimensión espiritual y pastoral de la dimensión política. Comencemos, por ejemplo, con las palabras que utilizamos todos los días. Expresiones como «poder», «traición», «resistencia», «rendición», «enfrentamiento», «ceder», «compromiso» deberían dejar sitio a otras, como «servicio», «diálogo», «misericordia», «perdón», «reconciliación», «colaboración», «comunión». Si no estamos dispuestos a cambiar este enfoque, surge un gran problema: pensar y actuar solamente en clave política. Al respecto, la Santa Sede espera para todos una sincera conversión pastoral inspirada en el Evangelio de la misericordia, para aprender a acogerse entre hermanos, así como tantas veces ha aconsejado el Papa Francisco.
Nota del Capitán: No se trata de cambiar el enfoque como dice el Cardenal, se trata de cambiar el lenguaje para que no se note la traición.
Capitán Ryder

martes, 6 de febrero de 2018

Noticias varias 6 de febrero de 2018



Resumen de noticias de hoy: Barros, China y Pablo VI (One Peter Five)

El lado oscuro de Maradiaga (SMM)

Diócesis francesa permite a FSSPX utilizar sus iglesias (Gloria TV)


Periódico chino dice que lazos diplomáticos con el Vaticano son inevitables (SMM)


Cardenal Zen: quieren obligar a los católicos chinos fieles a entrar en la jaula de los cismáticos (Infocatólica)

El Papa exige unidad de los obispos argentinos a Amoris laetitia  (Katholisches)

Vincenzo Paglia: Amoris Laetitia "le pide a toda la Iglesia un cambio de paso". Se necesita una revolución pastoral (SMM)


El Secretario de Estado se equivoca (SMM)

BENEDICTO EN SILENCIO (First Things)

El cardenal Zen acusa al Vaticano de "enjaular" a los fieles católicos en China (Crux)


Zen: ‘Quien necesita consuelo es el portavoz del Vaticano’ (Infovaticana)

Is Pope Francis Opening the Doors of the Church to “Queer Theology”?  (Corrispondenza Romana)

Zen: "El Secretario de Estado del Vaticano está equivocado" (Chiesa e post Concilio)


De mal en peor: el cardenal Reinhard Marx, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, aprueba la "bendición" de parejas homosexuales  (Catholicvs)


El Papa Francisco sabía sobre el caso Barros (Katholisches)

Zen: "The Vatican Secretary of State Is Wrong" (Sandro Magister)

Los católicos también se han dejado vencer por las ideas del progresismo. (El Oriente en llamas, tomado de Elentir)


Cardenales aprueban milagro atribuido a Pablo VI. Podría ser canonizado este año (Dominus est)


‘Quiero hablar, porque dentro de poco ya no podré hablar más’: Card. Zen (Dominus est)


Francisco hizo “concesiones sustanciales” al régimen comunista (Gloria TV)

Racionalizaciones legales para la matanza de Santos Inocentes (Crisis Magazine)

Selección por José Martí

Noticias varias 5 de febrero de 2018


La Nuova Bussola Quotidiana



La Fede Quotidiana

Los próximos ejercicios espirituales del Vaticano con un teólogo cerca de las posiciones de la monja pro homosexual

Don Paolo Romeo: "Votar a Salvini no es contra el Papa y la Iglesia"

Katholisches

Fuerte aumento en el número de peregrinos a Tierra Santa

PRC: ¿El Papa Francisco ha reconocido a cinco obispos ilegales?

Infovaticana

Sánchez Sorondo: ‘En este momento, los que mejor realizan la doctrina social de la Iglesia son los chinos’

Acuerdo entre China y el Vaticano sería “inminente”

‘Esperanza para el mundo’, el cardenal Burke llega a las librerías españolas

Infocatólica

La ministra de Infancia de Irlanda niega que los no nacidos sean seres humanos

SECRETUM MEUM MIHI

Francisco recibió en 2015 carta de ocho páginas de víctima del sacerdote chileno Karadima

Texto completo de la carta al papa Francisco en que la víctima Juan Carlos Cruz denunciaba al obispo Barros en 2015

El contraataque del cardenal Joseph Zen al Vaticano por haberlo señalado de causar "confusión y polémica"

Víctima de Karadima, Juan Carlos Cruz, afirma que Francisco conocía la carta revelada hoy, "pero su tozudez impidió que se  hiciese algo"

Chile: Víctimas dudan de compromiso del Papa contra abusos

One Peter Five

Es hora de dejar ir al Vaticano II

Carta de Víctima entregada al Comisionado de Abuso en 2015 arroja dudas sobre las negaciones papales de la evidencia de Barros (Steve Skojec)

Aprobación de bendiciones para parejas homosexuales equivalentes a la fundación de una nueva iglesia

First Things

LA ESPERANZA ESCATOLÓGICA DE TENER HIJOS

ANONIMI DELLA CROCE

"Carta a los Obispos sobre la Pastoral de las Personas Homosexuales (1986)" por el Cardenal Joseph Ratzinger

Corrispondenza Romana

El experto: "¿Clonar al hombre? Posible, pero contra la ética "

Selección por José Martí