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sábado, 3 de febrero de 2018

Noticias varias 3 de febrero de 2018

La dislocación de la función magisterial después del Vaticano II (Romano Amerio) (Adelante la Fe)
El obispo de Ratisbona: "Solo aquellos que no conocen su fe pueden pensar en una integración del Islam" (Il Foglio)

Operación Tormenta Cielo. Cien mil "Guerreros del Rosario" rezaron con el Cardenal Burke (La Fede Quotidiana)


El culto a la sobrina de Mohammed  (Is sismografo)


Los supuestos brotes verdes de la vida religiosa en España (Padre Jorge, en Infocatólica)


Francisco: “La pena de muerte es contraria al Evangelio” (Sí, si; no, no)

El pelagianismo y el semipelagianismo como una de las causas del rechazo de la Cruz y del martirio (El Oriente en llamas)

La película Roe v Wade agrega a Stacey Dash para el reparto (Life Site News)


BASTA DE COMUNIÓN EN LA MANO. Ponte de rodillas y recibe a tu Rey (Dominus est)


La confusión creada en los fieles, termina por deformar la conciencia  (Dominus est)


Cómo la sociedad destruye a las mujeres (Catholic Family News)


Reducir la religión a la política (Crisis Magazine)


LA GUERRA CONTRA EL JURAMENTO HIPOCRÁTICO (First Things)


Le Saint-Esprit dans ma vie : relier les dons du Saint-Esprit et les béatitudes (L'homme nouveau)


Comment et pourquoi participer aux états généraux de la bioéthique?  (L'homme nouveau)


Chaput laments “unhinged” sexual culture, calls for “new men” (Crux)


Mitos de las Cruzadas  (Biblia y Tradición)



Selección José Martí

‘La Casa del Uno’: un templo donde adorar al Dios de cristianos, judíos y musulmanes (Carlos Esteban)


Una iglesia, una mezquita y una sinagoga en el mismo edificio, un lugar donde puedan rendir culto a Dios las tres grandes religiones monoteístas: eso es ‘House of One’, la Casa del Uno, un proyecto del que habla, deshaciéndose en elogios, un artículo aparecido en el órgano oficial del Vaticano, ‘L’Osservatore Romano’.


“La sede elegida es la de la Petriplatz, antiguo asentamiento medieval de Berlín, ciudad que lleva en la historia reciente la marca de la división y que hoy se ha convertido casi en el símbolo europeo del multiculturalismo, con la presencia entre sus límites de casi 250 comunidades religiosas distintas”.

Uno no sabe muy bien con qué quedarse de los dones de la modernidad que alaba el artículo, si con la diversidad que de que se hace gala en ese admirativo “casi 250 comunidades religiosas distintas” o en la llamada a congregar (¿fundir?) las tres religiones monoteístas en el sobreentendido de que adorar un mismo Dios.

No compartimos el entusiasmo del redactor por esta iniciativa ultraecuménica de un tipo que, casualmente, siempre conlleva la cesión de los cristianos en su propio espacio, nunca en tierra musulmana o hebrea. Entendemos que no es el propósito, pero sumado a otras incesantes señales que llegan de muchos frentes eclesiales, la idea de dedicar un mismo templo a adorar a lo que, conceptualmente, serían tres dioses distintos suena más bien a ese viejo sueño ilustrado de sincretismo religioso.

Si la Iglesia Católica es la Iglesia de Cristo, el ecunemismo solo puede ser un intento por atraer a otras confesiones hacia ella, en ningún caso confundirlas o aguar la doctrina para que quepan todas en una misma amalgama amorfa y blanda.

Porque para lograr ese sincretismo que queda a un solo paso del ideal de la canción ‘Imagine’, es imposible mantener los dogmas. Ningún judío, ningún musulmán pueden aceptar la Trinidad, o la Divinidad de Cristo. Habrá que prescindir de la doctrina o admitir que una iniciativa así es solo un gesto vacío que parece designado para aumentar una confusión ya preocupante.

Carlos Esteban

Ratzinger interpelado por el Magisterio y las Escrituras (Flavio Infante)



Con el antecedente próximo de L’étrange théologie de Benoît XVI, de monseñor Tissier de Mallerais, obra en la que éste precisa la raigambre fideísta del pensamiento de Ratzinger, colindante y aun coincidente con varios de los principales errores aviesamente difundidos cien años ha por la avanzada modernista (la Revelación como delimitada por el sujeto que la recibe; la fe entendida como una imprecisa y vaga «experiencia religiosa» antes que como virtud teologal que mueve el asentimiento de la inteligencia, etc.), sale ahora a la luz un volumen de Enrico Maria Radaelli en el que el autor, luego de revisar algunas de las tesis más cuestionables del propio Ratzinger tal como éste las expuso en su célebre Introducción al cristianismo (1ª ed. 1968), solicita al otrora Papa su pública retractación de los errores que infestan este libro  que gozó de numerosas ediciones y reediciones en varios idiomas, «antes de que –para él, se entiende- sea demasiado tarde».



Con Al cuore di Ratzinger, al cuore del mondo (edición pro manuscripto, Aurea Domus, Milán, noviembre de 2017, pp. 370) el autor intenta «demostrar al mayor número de lectores posible» la falsedad de las doctrinas allí enseñadas, tomadas individualmente o en su conjunto, y «abastecer al Santo Padre con argumentos los más potentes para que –deber específico del Vicario de Cristo-pueda servirse cuanto antes del munus docendi a los fines de expulsar de la Iglesia las doctrinas nocivas que la infestan, a cuya pésima propalación el libro del antiguo Profesor bávaro contribuyó, por desgracia, como pocos otros. 

De modo de esclarecer ex cathedra, in primis, las enseñanzas que él mismo propone -éstas también aquí críticamente analizadas- sobre la base de aquellas divulgadas por el tan imitado pero tan poco estudiado Profesor de Tübingen».

Nos debemos aún la lectura del volumen, que hemos apenas solicitado y tardará en llegar a nuestras manos el tiempo que disponga la burrocracia postal –que en nuestras latitudes no merece, como Aquiles, el mote de «celerípede». 


Pero hemos accedido, con la rapidez proverbial de la informática, a alguna que otra recensión más una acrecida polémica que se encendió en la Bota mediterránea en torno al libro. Remitimos a una breve síntesis que de su trabajo hace el propio Radaelli, titulada Donde Jesús dice blanco, Ratzinger dice negro, en que el profesor italiano propone «cinco de los numerosos ejemplos del carácter totalmente inconciliable entre, por un lado, las enseñanzas de las Sagradas Escrituras y los dogmas de la Iglesia y, por el otro, las enseñanzas expuestas por el profesor Ratzinger» en aquel su citado libro
«verdadero y único paradigma de su pensamiento […] jamás desmentido y aun confirmado en el año 2000 por un nuevo Ensayo introductorio escrito por el propio autor, entonces Prefecto de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe y, en su línea dorsal, refrendado una vez más en una entrevista publicada en L’Osservatore Romano el 17-3-16, es decir, hace apenas dos años»
En resumido compendio, citemos los cinco ejemplos propuestos por Radaelli en contraste con la enseñanza perenne:

I. En 2005, recientemente elevado al papado bajo el nombre de Benedicto XVI, el que había sido el profesor Joseph Ratzinger enseñó que la de Dios «sigue siendo la mejor hipótesis, aunque sea una hipótesis» (Joseph Ratzinger, L’Europa di Benedetto nella crisi delle culture, Cantagalli, Siena 2005, 123).

Pero decir que Dios es «la mejor hipótesis» significa, con todo, basar la fe en Dios -credere Deum- en una hipótesis, aunque sea la mejor -es decir, en un hecho dudoso, lo que significa esencialmente fundarla en un hecho humano: es el hombre quien hipotetiza la existencia de Dios, es el hombre quien, por lo mismo, en su mente “produce a Dios”, lo que es todo lo contrario de la certeza requerida por la fe: la certeza de un conocimiento dado por el testimonio -¡otra que hipótesis!-, siendo el testimonio el de Cristo, que dice: «a Dios nadie lo ha visto jamás; el Unigénito, que está en el seno del Padre, Él lo ha revelado» (Jn 1, 18).

En las primeras setenta y tres páginas de su libro, el profesor Ratzinger, treinta y dos años antes, ya había expuesto el concepto fundacional de su fe «hipotética» y lo había expuesto con muchas y siempre muy dramáticas expresiones, de las cuales solo se informarán aquí las tres más ejemplares y desoladoras: 


«… el creyente puede vivir su fe solamente y siempre revoloteando sobre el océano de la nada, de la tentación y la duda, encontrándose asignado al mar de la incertidumbre como al único lugar posible de su fe… » (Introducción al cristianismo, p.37);

«Es la estructura fundamental del destino humano el poder encontrar la dimensión definitiva de la existencia sólo en esta interminable rivalidad entre la duda y la fe, entre la tentación y la certeza» (Introducción al cristianismo, página 39);

«El creyente siempre experimentará la oscura tiniebla en la que lo envuelve la contradicción de la incredulidad, encadenándolo como en una prisión tenebrosa de la que no es posible escaparse… » (Introducción al cristianismo, página 73).

Pero el Señor, con respecto a la certeza y la solidez de la fe, nos dice: «Yo soy el camino, la verdad y la vida» (Jn 14, 6); y San Pablo recuerda que «puesto que lo que es dable conocer de Dios está manifiesto en ellos, ya que Dios se lo manifestó. Porque lo invisible de Él, su eterno poder y su divinidad, se hacen notorios desde la creación del mundo, siendo percibidos por sus obras, de manera que no tienen excusa por cuanto conocieron a Dios y no lo glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su insensato corazón fue oscurecido» (Rom 1, 19-22). 


Conclusión: «sin la fe es imposible agradar a Dios» (Heb 11, 6). Sobre estas inerrantes bases escriturísticas, la Iglesia dogmatiza (con una proposición a la que se le debe obediencia de fide): «Dios, principio y fin de todas las cosas, puede ser conocido con certeza mediante la luz natural de la razón humana a partir de las cosas creadas» (Const. Dogmática Dei Filius, capítulo 2, Denz 3004).

II. En una entrevista de 2016 con el jesuita Jacques Servais publicada en L’Osservatore Romano, el augusto teólogo, antes Papa y vuelto a ser cardenal, aunque rechazando tal calificación, reafirmaba la línea dorsal del libro reiterando su convicción personal de que la redención como ‘reparación de la «ofensa infinita hecha a Dios»’ es sólo una doctrina que, a causa de la «lógica de hierro» debida con exclusividad, según él, al obispo san Anselmo de Aosta, resulta «difícilmente aceptable para el hombre moderno», manteniendo así intacto el pensamiento formulado cincuenta años antes en su Introducción al cristianismo, para el cual ésta «nos parece como un mecanismo cruel que se hace cada vez más inaceptable para nosotros» (Introducción al cristianismo, página 221). 


Pero el mismo Jesús habla de la “ira de Dios”: «El que se rehúsa a creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios pende sobre él» (Jn 3, 36). ¿Cuál ira?; ¿por qué ira? La ira del Creador por el pecado de su criatura; y san Pablo aclara:«cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por medio de la muerte de su Hijo» (Rom 5, 10): enemigos por el pecado del hombre, redimido por el sangriento Holocausto de Cristo; de hecho: «también todos nosotros … fuimos por naturaleza hijos de ira» (Ef 2, 3) […]

Sobre estas inerrantes bases escriturísticas, el dogma ordena (Concilio de Trento, Denz 1743 y 1753) que la Iglesia profese la doctrina de la Redención como Holocausto de Cristo al Padre, exigiéndose que sea obedecido, aceptado y creído, justamente aquello que el profesor Ratzinger rechaza.

III. El profesor Ratzinger afirma


«Dios es y será siempre para el hombre lo esencialmente invisible … Dios es esencialmente invisible» (Introducción al cristianismo, página 42); 

Y aún más: «en el Antiguo Testamento esta afirmación –la de que “Dios no aparece ni se le aparecerá nunca al hombre”- asume valor de principio: Dios no es sólo Aquel que está ahora fuera de nuestro campo visual…; no, Él es, en cambio, el que está afuera por esencia [subrayado del autor], independientemente de todas las posibles y pensables ampliaciones de nuestro campo visual» (Introducción al cristianismo, pp. 42-3).

Pero Cristo dice de sí mismo: «El que me ve a mí, ve al que me envió» (Jn 12, 45); «El que me ve, ve al Padre» (Jn 14, 9); y el discípulo amado afirma (es decir, afirma Dios en él): «[A Dios] lo veremos tal cual es» (I Jn 3, 2); y san Pablo declara: «Él es la imagen del Dios invisible» (2 Cor 4,4  y también Col 1, 15) y nuevamente: «Él [Cristo] es el espejo de la gloria de Dios y la impronta de su sustancia» (Heb 1, 3), lo que significa que Dios Padre es perfectamente visible en el Hijo, y esto es suficiente para que la Iglesia afirme -contrariamente a lo que supone, además del profesor Ratzinger, la concepción mahometana- la perfecta visibilidad de Dios a los bienaventurados, así llamados precisamente por el hecho de que disfrutan de la visión divina.

IV. El profesor Ratzinger sostiene que: 


El hombre, en la beatitud del Paraíso, «vivirá en la memoria de Dios» (Introducción al cristianismo, p 343), 

y especifica que: 

«Pablo enseña –repitámoslo otra vez- no la resurrección de los cuerpos (Körper), sino de las personas, y esto no en el retorno de los “cuerpos de carne”, o sea de las estructuras biológicas, lo que él explícitamente señala como imposible» (Introducción al cristianismo, página 347).

Pero los Evangelios, hablando del encuentro entre Jesús resucitado y los Apóstoles, señalan en cambio que


«como les resultaba difícil de creer y estaban llenos de asombro, [Jesús] les preguntó: “¿no tenéis nada para comer?”. Le dieron un trozo de pecado asado y un panal de miel. Y después de haber comido delante de ellos, tomó las sobras y se las dio» (Lc 24, 41-3); 

por no mencionar el famoso episodio de Jn 20, 27: 

«¡Pon tu dedo aquí y mírame las manos! ¡Acerca tu mano y ponla en mi costado!»

De lo cual se deduce que un cuerpo glorioso no es de ninguna manera menos carnal que un cuerpo mortaly san Pablo, partiendo de aquí, enseña: 

«Si el Espíritu de Aquél que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el mismo que resucitó a Cristo de entre los muertos también dará vida a vuestros cuerpos mortales por medio de su Espíritu que mora en vosotros» (Rom 8, 10-1).

Aquí también, sobre la base de estos resultados claros e inequívocos establecidos por las Sagradas Escrituras, la Iglesia dogmatiza así: 


«Todos resucitarán con los cuerpos de los que están ahora revestidos» (Concilio Letrán II, 1215, Definición contra los albigenses y los cátaros, Denz 801).

V. El profesor Ratzinger argumenta que: 


«La doctrina de la divinidad de Jesús no se vería afectada si Jesús hubiese nacido de un matrimonio humano» (Introducción al cristianismo, página 265). 

De hecho, en su opinión

La filiación divina de Jesús «no es un proceso ocurrido en el tiempo, sino en la eternidad de Dios» (Introducción al cristianismo, pp. 265-6).

Pero el evangelista (Mt 1, 18-26) escribe


«Así es como sucedió el nacimiento de Jesucristo: su madre María, estando comprometida con José «-dice “comprometida”, no “esposa”: “esposa” es la que, con el matrimonio, ha perdido su virginidad; “comprometida”, en cambio, es la mujer que, unida en matrimonio, aún no ha completado el matrimonio; «antes de que fuesen a vivir juntos» –el evangelista señala que lo que está a punto de narrar precede al momento en que la Virgen María se va a establecer con José; «se encontró encinta por obra del Espíritu Santo», como lo relata San Lucas en su Evangelio (1,26-38) […] 

«Todo esto sucedió para que se cumpliera lo dicho por el Señor a través del Profeta: “he aquí que la Virgen concebirá y dará a luz un hijo”»

Nótese que San Mateo reconoce en la profecía la causa remota, pero no por esto menos eficaz, de aquello que estaba santamente cumpliéndose, reconociendo así a Dios Su poder: lo que sucede ahora se debe a la Palabra de Dios pronunciada en aquel entonces

En segundo lugar, recordando la profecía, subraya el concepto base: la concepción del Hijo de Dios se debe, por parte de la madre, a la formación milagrosa de un embrión en una mujer virgen que permanece virgen, por lo cual el Profeta la llama “Virgen” en cuanto lo es por antonomasia -es “Virgen” ontológicamente- y, por parte de padre, se debe al Espíritu Santo, por la razón anteriormente expuesta; luego 

« … José hizo lo que el ángel del Señor le había ordenado y se llevó consigo a su desposada, quien, sin que él la conociera, dio a luz a un hijo al que llamó Jesús».

Pero todo esto es impugnado por el profesor Ratzinger, que cree en cambio que: 


Primero, «la doctrina de la divinidad de Jesús no se vería afectada si Jesús hubiese nacido de un matrimonio humano»; segundo, que a propósito del Evangelio ahora revisado y el de san Lucas reportado en el texto, «la fórmula de la filiación divina ‘física’ de Jesús» es, cuando menos, infeliz y ambigua» […]

Será cuestión de abordar la lectura de un libro que entrega más pormenorizadas muestras de la atmósfera intelectual en que se desenvuelve la obra de Ratzinger, pero cuya impronta resulta más que patente al husmear tan pertinentes lonjas de texto, trozos escogidos. 


El “dudismo”, la vacilación refleja, todo aquello que desde Nicolás de Cusa constituye el neblinoso patrimonio de la «teología negativa» tan grata al paladar hiperbóreo y que acaba por hacer del propio sujeto el asiento de la única verdad cognoscible, toda aquella corriente que desde Kant converge con anchura en el modernismo y que –hablando no más del sujeto- socava con eficacia impar las disposiciones básicas que se requieren para el acto de fe


Esta marea, decimos, que disipa y disgrega y disuelve, privando al Espíritu de su nota primaria de unidad, ha venido a aposentarse en la Cátedra de Pedro, haciendo de ésta -como consta hasta la náusea- la defensa de las herejías mejor matizadas en el más académico de los empaques.

Es la mismísima doctrina sobre la Revelación la que resulta vulnerada en su misma raíz, aquélla que tiene por objeto a la fides quae tanto como a la fides qua


y que los pasajes de Ratzinger arriba citados contribuyen a desmontar. 

A este respecto, la institución, a todas luces inválida, del “papado emérito”, más que una salida enmascarada a la presente crisis, es un as en la manga del pontífice -presuntamente obligado a renunciar- podría significar –se nos permita una hipótesis sopesadamente pesimista- el tránsito pergeñado en las mientes de un ideólogo genial hacia el conciliarismo y el parlamentarismo, asaz aviados en el nuevo concepto de «colegialidad» difundido por y desde el Vaticano II. 

Es decir, la disolución de la Iglesia en un cuerpo informe y descabezado, la fuga de la unidad a la promiscuidad de la doctrina y del gobierno comenzando por el jánico desdoblamiento del munus petrino. 


Pues todavía quedaría por demostrar, en la novela de intrigas creada por la mafia progre para elevar a una definitiva ruptura el gobierno de la Iglesia, cómo haría para resistir ajedrecísticamente la mala deriva de los hechos un Papa que conservara su ministerio, pese a todas las apariencias, cuando en su bagaje cuenta con numerosos desfallecimientos doctrinales como los cinco elencados más arriba, capaces de comprometer su entera concepción religiosa

Sólo la retractación pública de sus errores -difundidos al menos desde su Introducción al cristianismo- podría servir para disipar estos dubia propuestos ahora al cardenal Ratzinger, uno de los padres de aquella teratológica criatura qui sibi nomen imposuit Franciscum.

Flavio Infante

P.S. La numeración de las páginas de la obra corresponde a la edición consultada por el autor. La reproducimos con carácter orientativo.

N.de la R. Sobre este tema puede encontrarse en nuestra sección de descargas la obra "Faith imperiled by reason".

GUERRA EN MUCHOS FRENTES: Y tú tienes que luchar en todos (Michael Voris)


Duración: 7 minutos

TRANSCRIPT ENGLISH
(Al final se encuentra el video subtitulado en español)

Authentic Catholicism is under attack from all sides, and we do mean all sides from within the Church. Military historians and strategists will tell you a two-front war is extremely difficult to win. Well, the authentic faith is actually engaged in a multi-front war and that doesn't count the war with the culture.

Consider the assaults the Faith has to endure from, first of all, the modernist crowd with their non-stop Church of Nice blather, where liturgy is all about them and the teachings of the Church are always open to "deeper interpretation" which is shorthand for being changed. Then after the modernist crowd, the authentic faith has to endure the indifferent crowd, those fallen-away Catholics who comprise the overwhelming majority of Catholics these days.

The fallen-away crowd is, now, either pagan or some flavor of Protestant which in either case leaves them woefully unprepared to stand before God when they die. Then we have the cool-Catholic crowd where celebrity priests and big events matter. This crowd is generally good-hearted but is ridiculously poorly catechized so when Father or Bishop-whoever says whatever, they swoon and say, "Our God is an awesome God." They are being fooled into believing that God and faith are emotion based and as such, they morph into a kind of Protestant-Catholic — emphasis on Protestant. They like laser show Masses and a splashy faith — signs and wonders, miracles everywhere.

They are closely related to the apparition crowd, those Catholics who will chase after any reports of an unapproved apparition with a slavish devotion, while virtually ignoring apparitions that are actually approved like Fatima, Lourdes or Guadalupe because visitations from the Blessed Mother don't ring the emotion bell.

The bottom line on all of this is there are actually very few Catholics who believe and live the authentic faith, who don't distort it in some way to satisfy their personal tastes, whether those tastes run to the moral, psychological, emotional or doctrinal preferences. This results in a shattering of unity — approaches and understandings of the faith, that a great splintering has taken place.

Parishes these days are now centered around the personality of the priest or the menopausal women who run the parish with him. If they like a particular song or altar girls or an army of so-called eucharistic ministers or any given, flawed approach to religious education — you name it — that's what you get.

It was not all that long ago when this scene was unimaginable. Mass looked the same wherever in the world you traveled. There was no need for a Spanish Mass or a Gaelic Mass or a Gospel music Mass because the Mass was the Mass — a single unified expression of what authentic Catholics believed and professed with worship being an expression of that worship. But then the competing "flavors" began to assert themselves and the hegemony of the Faith as practiced and lived began to crumble until you have what we have today — 80 percent of Catholics no longer practicing and many of the remaining and shrinking 20 percent nearly clueless about authentic Catholicism. And somehow this corrosive "diversity" is celebrated as something wonderful and to be advanced. In reality, you can go from one Catholic parish to another and barely recognize that they profess the same Creed, and in some parishes, they have actually changed the words of the Creed. At least they're honest.

So given these conditions, questions need to be asked. For example, exactly what flavor of Catholicism are people being evangelized into through all these "New Evangelization" — modernist Catholicism, cool-kid Catholicism, "signs and wonders" Catholicism, Protestant Catholicism? Because if those are the "camps" being recruited for, there are serious problems with the new evangelization.

Authentic Catholicism is not being offered, but substitutes that look and smell like it in many varying degrees. Like any knock-offs, they bear some resemblance to the original but always come up short in one or more ways. And all of these flavors are all relatively new, really unheard of in the Church prior to the past 50 years or so. And that should be the giveaway to the more discerning soul that none of this is really authentic.

The Church has always preached a sexual morality, insisted on a specific worship that derived from the Church Herself, not various groups that liked this song or that style. The Church has always viewed this life in terms of death and preparing for it, not concerning itself so overtly about sea levels, carbon footprints and the lifespan of the spotted owl. We say all of this not purely to disturb, although we hope it does disturb you because it should. We say it to help you, first of all, realize the pathetic situation in which the Church finds Herself and most importantly to spur you to action — to help you realize that Our Lord created you to be in this time and place so that you could work out your salvation, fighting the good fight for authentic Catholicism even in the face of traitorous or ignorant fellow Catholics. They need to be converted, and you need to do it by prayer and confrontation — faith and works.

One is useless without the other. It's the only way to win the spiritual war, however many fronts you have to fight at the same time.

Michael Voris

NOTA: Se trata del mismo vídeo de arriba pero está subtitulado en español


Duración 6:52 minutos

Noticias varias 2 de febrero de 2018


EL NATURALISMO DE BERGOGLIO DEMOSTRADO AL HABLAR SOBRE LA MUERTE (Amor a la Verdad).

Nota: aunque Amor a la Verdad sea un blog sedevacantista, es preciso reconocer que -a excepción de ese punto- da en el clavo en todo lo que dice (para desgracia nuestra).

Comisarios de género en las escuelas: el PP traiciona otra vez a sus votantes (ContandoEstrelas)

La farsa "democrática" domina prácticamente a todos, también -especialmente- en política.

"Algunas aclaraciones en referencia a la 'nota breve' sobre la Veritatis Gaudium" por Fra Cristoforo (Anonimi della Croce)

Viene a decir Fra Cristóforo que ser fiel al Magisterio se ha transformado en ser fiel a Bergoglio y a Amoris Laetitia. Este artículo contiene enlaces importantes. 

"Transubstanciación. El último hallazgo de los demócratas teólogos de la Eucaristía: ¡La situación es muy grave! "Por Fra Cristoforo (Anonimi della Croce)

Los heréticos tienen el campo abierto en todas partes, incluidos seminarios, parroquias, etc ... Sólo aquellos que son fieles a la Verdad son obstaculizados y perseguidos por la neo - Iglesia. Preparémonos para las catacumbas

Obispo Suizo firma ‘Profesión de Fe sobre el Sacramento del Matrimonio’ de los Obispos kazajos (Dominus est)


Ya son nueve el número de firmantes de esa Profesión de Fe de las verdades inmutables sobre el matrimonio
Bueno, poco a poco.

Tomash Peta, Arcivescovo Metropolita dell’Arcidiocesi di Maria Santissima in Astana:
Jan Pawel Lenga, Arcivescovo -Vescovo emerito di Karaganda;
Athanasius Schneider, Vescovo Ausiliare dell’Arcidiocesi di Maria Santissima in Astana
Cardinale Janis Pujats (Arcivescovo emerito di Riga),
Arcivescovo Carlo Maria Viganò (Nunzio Apostolico emerito negli USA),
Arcivescovo Luigi Negri (Arcivescovo emerito di Ferrara),
Vescovo Rene Gracida (Vescovo emerito di Corpus Christi, USA),
Vescovo Andreas Laun (Vescovo Ausiliare emerito di Salzburg) e
Vescovo Marian Eleganti (Vescovo Ausiliare di Chur/Coira).


Gloria TV


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Selección por José Martí

viernes, 2 de febrero de 2018

"Humanae vitae" bajo asedio. Pero se deberá pasar sobre los cuerpos de Wojtyla y Caffarra (Sandro Magister)



> Todos los artículos de Settimo Cielo en español
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A cincuenta años de su publicación, la encíclica de Pablo VI "Humanae vitae" contra la anticoncepción artificial esta ahora en plena cantera de refacción, como Settimo Cielo documentó en la publicación anterior.

Y es evidente la intención del papa Francisco de efectuar el viraje – es decir, legitimar en la práctica los anticonceptivos – en las modalidades más tranquilizantes, como si se tratara de una evolución natural y necesaria, libre de rupturas, en perfecta continuidad con el anterior Magisterio de la Iglesia y con la misma dinámica "verdadera" y profunda de la encíclica.

Pero apenas se mira un poco más atrás, este artificio no parece nada fácil de realizar. Hay palabras de los predecesores de Francisco que se elevan como montañas contra un cambio de la doctrina de "Humanae vitae". Son palabras que los partidarios del cambio se cuidan de citar, pero están allí, son imposibles de eliminar.

Hay en particular un discurso de Juan Pablo II, del 12 de noviembre de 1988, que bastaría por sí solo para cerrar el camino.

Habían pasado veinte años de la publicación de "Humanae vitae" y el papa Karol Wojtyla aprovechó la ocasión para defenderla lo más que se puede, esculpiendo en roca palabras como las siguientes:
"No se trata de una doctrina inventada por el hombre: ha sido inscrita por la mano creadora de Dios en la misma naturaleza de la persona humana y ha sido confirmada por Él en la Revelación. Ponerla en discusión, por tanto, equivale a refutar a Dios mismo la obediencia de nuestra inteligencia. Equivale a preferir el resplandor de nuestra razón a la luz de la Sabiduría Divina, cayendo, así, en la oscuridad del error y acabando por hacer mella en otros puntos fundamentales de la doctrina cristiana".
Frente a él había obispos y teólogos de todo el mundo, congregados en Roma para un gran congreso, precisamente sobre "Humanae vitae".

Y Juan Pablo II quiso justamente identificar y refutar las razones que habían llevado a muchos teólogos y pastores a rechazar todo lo enseñado por Pablo VI en esa encíclica.

*

La primera de estas razones – dijo – remite a una comprensión equivocada del rol de la conciencia:
"Durante estos años, como consecuencia de la contestación a la 'Humanae vitae', se ha puesto en discusión la misma doctrina cristiana de la conciencia moral, aceptando la idea de conciencia creadora de la norma moral. De esta forma se ha roto radicalmente el vínculo de obediencia a la santa voluntad del Creador, en la que se funda la misma dignidad del hombre. La conciencia es, efectivamente, el 'lugar' en el que el hombre es iluminado por una luz que no deriva de su razón creada y siempre falible, sino de la Sabiduría misma del Verbo, en la que todo ha sido creado. 'La conciencia —escribe admirablemente el Vaticano II— es el núcleo más secreto y el sagrario del hombre, en el que éste se siente a solas con Dios, cuya voz resuena en el recinto más íntimo de aquella' (Gaudium et Spes, 16)".
De esto - siguió – brota una mala comprensión del Magisterio de la Iglesia:
"Ya que el Magisterio de la Iglesia ha sido instituido por Cristo el Señor para iluminar la conciencia, […] por tanto no se puede decir que un fiel ha realizado una diligente búsqueda de la verdad, si no tiene en cuenta lo que el Magisterio enseña: si, equiparándolo a cualquier otra fuente de conocimiento, él se constituye en su juez: si, en la duda, sigue más bien su propia opinión o la de los teólogos, prefiriéndola a la enseñanza cierta del Magisterio".
Así también se corroe la fuerza vinculante de la norma moral:
"Pablo VI, calificando el hecho de la contracepción como intrínsecamente ilícito, ha querido enseñar que la norma moral no admite excepciones: nunca una circunstancia personal o social ha podido, ni puede, ni podrá, convertir un acto así en un acto ordenado de por sí. La existencia de normas particulares con relación al actuar intra-mundano del hombre, dotado de una fuerza tal que obligan a excluir, siempre y sea como fuere, la posibilidad de excepciones, es una enseñanza constante de la Tradición y del Magisterio de la Iglesia que el teólogo católico no puede poner en discusión".
El error es tan grave – prosiguió Juan Pablo II – que pone en duda la santidad de Dios:
"Aquí tocamos un punto central de la doctrina cristiana referente a Dios y el hombre. Mirándolo bien, lo que se pone en cuestión, al rechazar esta enseñanza, es la idea misma de la santidad de Dios. Él, al predestinarnos a ser santos e inmaculados ante Él, nos ha creado 'en Cristo Jesús, en orden a las buenas obras que de antemano dispuso Dios que practicáramos' (Ef 2, 10): estas normas morales son, simplemente, la exigencia, de la que ninguna circunstancia histórica puede dispensar, de la santidad de Dios en la que participa en concreto, no ya en abstracto, cada persona humana".
Anula la cruz de Cristo:
"Además, esta negación hace vana la cruz de Cristo (cf. 1 Cor 1, 17). El Verbo, al encarnarse ha entrado plenamente en nuestra existencia cotidiana, que se articula en actos humanos concretos, muriendo por nuestros pecados, nos ha re-creado en la santidad original, que debe expresarse en nuestra cotidiana actividad intra-mundana".
Y finalmente comporta la pérdida del hombre:
"Y aún más: esa negación implica, como consecuencia lógica, que no existe ninguna verdad del hombre que se sustraiga al flujo del devenir histórico. La desvirtualización del misterio de Dios, como siempre, acaba en la desvirtualización del misterio del hombre, y el no reconocer los derechos de Dios, como siempre, acaba en la negación de la dignidad del hombre".
*

En el cierre de este discurso, Juan Pablo II exhortó a los docentes de teología moral en los seminarios a transmitir con absoluta fidelidad el mensaje de "Humanae vitae". 

Y en especial confió esa tarea al Pontificio Instituto para los Estudios sobre el Matrimonio y la Familia, fundado por él en Roma pocos años antes y que, precisamente en ese año, 1988, había creado su primera sección externa, en Washington.

Director del Instituto era en ese momento un teólogo de nombre Carlo Caffarra, que era también consultor de la Congregación para la Doctrina de la Fe, presidida en esa época por Joseph Ratzinger, también uno de los más estrechos colaboradores del papa Wojtyla en las materias referidas a la vida y la familia.

Y el pensamiento y la pluma de Caffarra son bien reconocibles en el texto del discurso arriba citado.

Caffarra fue arzobispo de Boloña desde el 2003 al 2015 y fue uno de los cuatro cardenales que en el 2016 presentaron al papa Francisco cinco "dubia" sobre la recta interpretación de "Amoris laetitia", la exhortación postsinodal de la cual se querría hoy hacer descender un cambio de paradigma en la interpretación de "Humanae vitae":

> Rileggere "Humanae vitae" alla luce di "Amoris laetitia"
Francisco no respondió jamás a los "dubia" ni al pedido de dar una audiencia a los cardenales que los presentaron, pedido presentado a él por carta del mismo Caffarra en la primavera de 2017.

Caffarra falleció el 6 de setiembre y también desde entonces en adelante el Papa se ha abstenido de cualquier señal de comprensión y estima por él, ni siquiera el 1 de octubre cuando llegó de visita a Boloña.

En cuanto al Pontificio Instituto que todavía lleva el nombre de Juan Pablo II, el papa Francisco lo refundó el año pasado con un nombre nuevo
"Para las Ciencias del Matrimonio y de la Familia", y sobre todo con un nuevo gran canciller en la persona de monseñor Vincenzo Paglia, muy empeñado en "repensar" la encíclica "Humanae vitae" y, en consecuencia, en legitimar los anticonceptivos, porque – dice – "las normas son para hacer vivir a los seres humanos, , no para hacer funcionar a los robots".
*

(El discurso arriba citado no es en absoluto el único en el que Juan Pablo II volvió a proponer y defendió la enseñanza de "Humanae vitae". Se puede recordar otro del 5 de junio de 1987, dirigido a los participantes en un encuentro de estudio sobre la regulación natural de la fertilidad. Y todavía más importante son las notas en "Humanae vitae" incluidas por él en la exhortación "Familiaris consortio" de 1981 y en la encíclica "Veritatis splendor" de 1993).

Sandro Magister

Respuesta a la Cruz de Callosa de Segura: Donde quitéis una Cruz, pondremos otra.




1 FEBRERO, 2018

Hace escasos minutos, en Callosa de Segura, se ha repuesto la Cruz de los Caídos: la Cruz que recordaba a las decenas de víctimas civiles asesinadas por los rojos a sangre fría.

Desde el ayuntamiento han querido borrar está historia, para que no se conozca por las generaciones venideras, apoyándose en la mentira de la memoria histórica. 

Pero esta noche un pequeño grupo de patriotas católicos han hecho Justicia. Callosa vuelve a tener una Cruz que recuerda a las víctimas

Debían haberla repuesto desde operarios de la corporación municipal, pero no lo han hecho. El Juzgado que ordenó la paralización del desmontaje, cuando vio que ya la habían quitado debería haber ordenado su reposición, pero tampoco lo hicieron.

Han tenido que ser algunos patriotas indignados quienes han decidido que por cada Cruz que se quite, una nueva Cruz se recortará en el cielo y, tras decidirlo, han sido consecuentes ... y en la fría noche han realizado un pequeño acto de desagravio, procediendo a colocarla, a continuación, sobre su pedestal.

¿Quién podrá contra el brillo y poder de la Cruz?

Sacerdote chino clandestino en Europa: Todavía hay sacerdotes encarcelados en China


Duración 3:05 minutos

Este sacerdote, cuyo rostro no se puede mostrar, por razones obvias, piensa que las relaciones entre China y el Vaticano mejoren la situación de persecución religiosa en la que se encuentran allí, en China. No se ha enterado de las últimas noticias que ya se conocen, en este sentido: el Papa quitará la excomunión a siete "obispos" chinos, nombrados por el Gobierno. El asunto es más grave de lo que parece.

Noticias varias 1 de febrero de 2018


Secuela de ‘La Pasión de Cristo’ será ‘la película más grande de la historia’: Jim Caviezel

No hay en este momento fenómeno informativo en la Iglesia más grave que el que afecta a la Iglesia en China (Gabriel Ariza)

FUENTE: INFOVATICANA 


Lo que están sufriendo los católicos en China no se puede explicar en pocas palabras. Unas pinceladas:

Cuando llegaron los comunistas al poder hicieron lo que la Revolución Francesa: Prohibieron la Iglesia Católica y se inventaron un sucedáneo de Iglesia, copiando los ritos y símbolos del cristianismo pero con sacerdotes y obispos elegidos, formados y patrocinados por el régimen marxista.

Así, durante décadas han coexistido católicos -laicos, sacerdotes y obispos- fieles al Papa, en la clandestinidad, junto con la iglesia patriótica china, fiel al régimen maoísta.

El Cardenal Zen, el obispo emérito de Hong Kong, es un icono de resistencia de la Iglesia frente a la tiranía comunista que oprime a la nación más poblada de la tierra.

Hace unos días denunciaba que la Santa Sede está obligando a los obispos católicos a apartarse de algunas diócesis para que su sede sea ocupada por obispos de la iglesia patriótica china, algo que el Cardenal Zen explica de manera muy gráfica: "El Vaticano está vendiendo a la Iglesia católica en China".

Un obispo de la Iglesia Patriótica, entiéndase, es tan legítimo como un tipo disfrazado de obispo en Carnaval, porque obviamente el Partido Comunista tiene tantas facultades para ordenar obispos como el Real Madrid o Walt Disney.

El cardenal viajó desde China hasta la Plaza de San Pedro para encontrarse con el Papa Francisco en la Audiencia General y entregarle una carta explicándole la gravedad del asunto.

Francisco le recibió en privado tras leer la carta y le aseguró que había dado órdenes a sus colaboradores de evitar ese tipo de actuaciones.

Inmediatamente salió el portavoz de la Sala Stampa, Greg Burke, a atacar al Cardenal Zen, acusándole de sembrar "confusión y polémica", pero sin desmentir ni un ápice de lo que había relatado el anciano purpurado.

Sin embargo, el punto más doloroso de todo este asunto tuvo lugar ayer. El secretario de estado del Vaticano, Pietro Parolin, en una entrevista para un medio italiano, confirmaba los peores temores de los católicos chinos.

He aquí algunos extractos de esa entrevista:
Claro, todavía hay muchas heridas abiertas. Para curarlas se necesita el bálsamo de la misericordia. Y si a alguien se le pide un sacrificio, pequeño o grande, debe quedarle claro a todos que éste no es el precio de un intercambio político, sino que forma parte de la perspectiva evangélica de un bien mayor, el bien de la Iglesia de Cristo.
Lo que se espera es llegar, cuando Dios quiera, a ya no tener que hablar de obispos “legítimos” e “ilegítimos”, “clandestinos” y “oficiales” en la Iglesia china, sino a encontrarse entre hermanos, aprendiendo nuevamente el lenguaje de la colaboración y de la comunicación.
Si no estamos listos para perdonar, significa, desgraciadamente, que hay otros intereses que defender: pero esta no es una perspectiva evangélica. 
Expresiones como “poder”, “traición”, “resistencia”, “rendición”, “enfrentamiento”, “ceder”, “compromiso” deberían dejar sitio a otras, como “servicio”, “diálogo”, “misericordia”, “perdón”, “reconciliación”, “colaboración”, “comunión”.
Creo que ha quedado clara la perspectiva de los diplomáticos italianos en sus oficinas decoradas con frescos de Rafael y con vistas a la Plaza de san Pedro.

Intentemos ahora verlo desde la perspectiva de la perseguida Iglesia católica china. Llevan en perpetua persecución, con sus momentos peores y mejores, desde la revolución que llevó a Mao al poder.

Y ahora los fieles chinos, que tanto han sufrido y a tanto han renunciado por mantenerse fieles a Roma, ven como sus obispos legítimos tienen que abdicar y los cismáticos sucederles “por el bien de la Iglesia de Cristo”.

Me surgen algunas preguntas:

¿Cómo se favorece el bien de la Iglesia de Cristo permitiendo que ‘obispos’ designados por el Partido Comunista y controlados por el sucedan a los buenos pastores que han cuidado de Su rebaño chino contra viento y marea?

¿De qué modo puede hacer bien a la Iglesia universal, y más especialmente a la Iglesia china, este decirle que toda su lealtad ha sido inútil e innecesaria, que se podían haber ahorrado una vida de sobresaltos y humillaciones, y que un prelado designado por un oficina de un gobierno oficialmente ateo vale lo mismo que uno ordenado por Roma?

¿Puede alguien creer que unos obispos nombrados por el Partido Comunista van a servir a Cristo antes que a Pekín?

¿Cuál espera el Vaticano que sea el futuro del catolicismo en China bajo la guía de esos pastores?

Gabriel Ariza

Sucio acuerdo China-Vaticano listo para ser firmado



ENGLISH

An accord between the Vatican and China on the appointment of bishops is ready and could be signed in a few months, a Vatican source told Reuters (February 1).

According to the deal, the Vatican will "have a say in negotiations for the appointment of future bishops". The Vatican source admitted that “suffering will continue” (but not for those in the Vatican), adding that after the agreement “we will still be like a bird in a cage but the cage will be bigger.”

The Vaticanista Francis Rocca reported (February 1) that Pope Francis decided to accept seven regime bishops appointed by the Chinese Communists. Francis will lift their excommunications and recognize them as leaders of their dioceses.


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ESPAÑOL

Un acuerdo entre el Vaticano y China sobre el nombramiento de obispos está listo y podría firmarse dentro de unos meses, dijo a Reuters una fuente del Vaticano (1 de febrero).

Según el acuerdo, el Vaticano "tendrá voz en las negociaciones para el nombramiento de futuros obispos". La fuente del Vaticano admitió que "el sufrimiento continuará" (pero no para los que están en el Vaticano) y agregó que después del acuerdo "seguiremos siendo como un pájaro en una jaula, pero la jaula será más grande".

El Vaticanista Francisco Rocca informó (1 de febrero) que el Papa Francisco decidió aceptar siete obispos del régimen nombrados por los comunistas chinos. Francisco levantará sus excomuniones y los reconocerá como líderes de sus diócesis.

FAKE CHURCH NEWS: More fake than you know (Michael Voris)

FUENTE: THE VORTEX

Duración 8:22 minutos


TRANSCRIPT ENGLISH

The media types in the Catholic world are busily forming a whole new conglomerate, married to the idea of being the propaganda arm for a new understanding of the Church — a new interpretation of what it means to be Catholic. This new conglomerate is doing its work with the quiet backing of certain bishops who have come to understand that in order to effect change, you must control the message the people are hearing and that means controlling the media. It's all very disturbing, especially in the era of fake news, and recall a week or so ago, even the pope talked about fake news.

What is fake news anyway? Well, it's shorthand for a message being pushed, disguised as news and information but with an agenda which deliberately slants a story or information, which may or may not be factual, to get readers, listeners or viewers to think like the news outfit wants them to think. It's disingenuous because it doesn't tell you about its agenda, and that's a very important point.

For example, we, here, at Church Militant are very open and transparent about our agenda. We think the Faith is being betrayed by many leaders of the Church who wish to substitute authentic Catholicism for a new trendy "everyone goes to Heaven, all religions are essentially equal" idiocy that waters down the Truth.

Some of these leaders do this deliberately because they are gay or unfaithful or political liberals who see the Church as a force to be weaponized in their struggle for a New World Order. Other leaders are merely buffoons and useful idiots who participate in all this without having the brains to realize they are being used, so they prattle on about immigration and climate change and so forth like their wicked counterparts without realizing the destruction to the Faith they are contributing to. But whichever camp, deliberate or ignorant, they are both striving for the same goal — the end of any meaningful tradition in the Church.

They think the Church needs to "get with it" and adapt to the times — very pagan, hyper-sexualized times by the way. So, they alter the theology, radicalize the liturgy, reinterpret the catechism and create a whole "new" evangelization quite apart from anything that had preceded it. And in order to ensure their brave new church comes into existence with as little opposition as possible, they have seized control of the various media arms. Like Relevant Radio which recently gobbled up Immaculate Heart Radio and kicked Mother Miriam off the air in a heartbeat followed quickly by the Terry and Jesse Show. Also getting the axe from Relevant radio was Catholic Answers Live, now cut off from its West Coast base and threatening to become extinct.

Over at the other big media operation EWTN, a consolidation has been ongoing for a couple of years as Abp. Charles Chaput, who is on the board of directors, has been quietly creating a media empire, adding Catholic News Agency, Sophia Press and National Catholic Register to his stable for promoting his view of the Church.

The major knock on all this isn't the theology so much anyway, it's that by gobbling up every outlet they can get their hands on, they are limiting the ability for the truth to come out about the dreadful state of affairs in which the Church finds herself and most especially the role of the bishops in being responsible for it. It's very, very dangerous when people who have skin in the game get control of the messaging and spin that message to prevent you from knowing the full truth. That's been going on for a while now, but recently, with these newest acquisitions and control of the message in the hands of so few, the potential for mischief and even malice is greatly increased.

The Church Establishment in the United States has proven time and time again that it has no taste for transparency unless forced into it by lawsuits or public shaming. A lack of transparency and control of the message is a very potent and dangerous cocktail and must be talked about. Make no mistake, many U.S. bishops are poorly formed, have an entirely different view of the Church and her tradition and are last-legging it an attempt to refashion the Church and shore up flagging numbers that show absolutely no sign of reversing. The emphasis in this "new" church is on a decidedly liberal political agenda and any talk shining the light on all this will be squashed or at least attempted to be.

But the bishops, themselves, are beholden to the prevailing winds blowing from Rome these days, and even if they personally disagree with some of the more confusing opinions flowing down the Tiber, they are not going to say anything out of fear of damage to their careers, and, accordingly, it will be unlikely you hear much about the madness going on in the Church. So don't, for example, look to these sources for complete coverage of the homosexual crisis in the clergy and the hierarchy. They are not going to allow that kind of reporting because they know the gay-friendly Vatican would end their careers.

This is why you are hearing so little about Fr. James Martin, the poster child for homosexualist clergy and major cheerleader for changing the Church's teaching on sodomy. After Church Militant supporters were able to get yet another one of his talks canceled a week or so ago in New Jersey — shout out to the CM Resistance gang in Metuchen — the furious Martin took to Twitter and Facebook. In a series of tweets naming Church Militant, he said at the end, "It's time for bishops, priests and lay leaders, finally, to stand up to the hate-mongering of online groups with no standing whatsoever in the Church, who seek to substitute their spurious authority for legitimate church authority and who seek to run the Church by fear and hatred." Pretty strong language from a homosexualist priest who says gays don't have to obey the Church's teaching on sexual morality. But you aren't going to hear very much about all this in the Catholic media monopoly because it wouldn't be good for their careers — the reporters or the bishops behind the scenes.

This emerging Catholic media monopoly is not being completely honest with you and has every reason to keep you partially in the blind. So beware of so-called reporting that has an agenda they won't fully reveal to you. Bottom line — if they aren't completely transparent, and these folks are not, then question the motive for what they tell you but most importantly what they don't tell you.

Imagine how in the dark you would be if it weren't for the internet.

Michael Voris