BIENVENIDO A ESTE BLOG, QUIENQUIERA QUE SEAS



viernes, 22 de julio de 2016

EXCLUSIVA: Rorate Caeli entrevista a Mons. Schneider (FSSPX, lavado de pies a mujeres, consagración de Rusia, obispos antipastorales y mucho más)


ORIGINAL  AQUÍ

PUBLICADO POR RORATE COELI EL 3 DE FEBRERO DE 2016

DE LECTURA OBLIGADA PARA TENER IDEAS CLARAS ACERCA DE LA CRISIS ACTUAL DE LA IGLESIA Y OTROS TEMAS DE INTERÉS  PARA  TODO CATÓLICO.
[Nota: Hay otra entrevista a Monseñor Schneider que se encuentra en un vídeo de este blog, del 6 de junio de este año. La exhortación apostólica Amoris Laetitia , conclusión de los dos sínodos sobre la familia, ya era bien conocida cuando se realizó esta nueva entrevista]

La semana pasada Rorate Caeli entrevistó sobre varios temas a uno de los prelados con más perfil en la restauración de la misa latina tradicional y de la fe, Su Excelencia el obispo Athanasius Schneider. 
En el curso del amplio espectro de esta entrevista Su Excelencia se explayó cuidadosamente acerca de asuntos cruciales para la Iglesia en este importante momento de crisis. Es imprescindible leer la entrevista en su totalidad para no perderse los comentarios de Su Excelencia acerca de la condición actual de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X (FSSPX), la participación de la mujer en la misa y el lavado de pies, si fue realmente Rusia consagrada al Inmaculado Corazón de María, el Summorum Pontificum y los obispos antipastorales y mucho, mucho más. 
Se puede reproducir libremente este texto haciendo siempre mención a Rorate Caeli.
*NB: el texto en negrita es énfasis añadido por Rorate Caeli



LA IGLESIA POSTSINODAL Y LOS NO CREYENTES DENTRO DE LA JERARQUÍA
Rorate Caeli: Acerca del sínodo próximo pasado, no sabremos cuál será el impacto legal que tendrá en la Iglesia por algún tiempo ya que es el Papa quien debe tomar el siguiente paso; más allá del resultado, y a todos los efectos, ¿no existe ya un cisma en la Iglesia? De ser así, ¿qué significa en sentido practico? ¿En qué manera se manifestará ante el católico típico de a pie?
S.E. Schneider: El cisma significa, según la definición que le da el Código de derecho canónico, Can. 751, «cisma, el rechazo de la sujeción al Sumo Pontífice o de la comunión con los miembros de la Iglesia a él sometidos». Es necesario distinguir entre el defecto en una creencia, o herejía, con el cisma. El defecto en una creencia, o herejía, es ciertamente un pecado mayor que el cisma, como lo afirma Santo Tomas de Aquino: «es evidente que la infidelidad es pecado contra Dios mismo, en cuanto que es en sí mismo la verdad primera en que se apoya la fe. El cisma, en cambio, se opone a la unidad de la Iglesia, que es un bien participado, menor que Dios mismo. Resulta, pues, evidente que el pecado de infidelidad, por su naturaleza, es más grave que el de cisma» (II-II, p. 39, r. 2 c). 

La crisis de la Iglesia en nuestros días consiste en 
un creciente fenómeno, el de individuos que no creen plenamente, o profesan íntegramente la fe católica, y que con frecuencia ocupan puestos estratégicos para la vida de la Iglesia, como profesores de teología, maestros en seminarios, superiores religiosos, párrocos y hasta obispos y cardenales. Estos individuos, con una fe defectuosa, declaran estar sometidos a la autoridad del Papa. 

El colmo de la confusión y el absurdo se manifiesta cuando esos clérigos semiherejes afirman que aquellos que defienden la pureza y la integridad de la fe católica se oponen al Papa —son cismáticos, según esa opinión. Para el católico promedio, desde las bancas, una situación de confusión como esta es un verdadero reto a su fe en una Iglesia indestructible. Deben, sin embargo, continuar aferrándose a la integridad de su fe según las verdades católicas inmutables que hemos recibido de nuestros antepasados, las mismas que encontramos plasmadas en el catecismo tradicional y en las obras de los padres y doctores de la Iglesia.   
Rorate Caeli: Ya que hablamos del católico típico, ¿con qué tendrá que lidiar el típico párroco postsinodal que no tuvo necesidad de encarar antes? ¿Qué nuevas presiones, tal como el lavado de pies a mujeres el Jueves Santo, según el ejemplo de Francisco, agobiarán a los párrocos aún más al sumarse a las ya existentes?

S.E. Schneider: 
El párroco católico típico debe conocer bien el significado inmutable de la fe católica, así como el significado perenne de las normas de la liturgia católica y, consciente de todo esto, fundar ahí su certeza y su entereza interior. Debe recordar siempre los principios católicos del discernimiento: «Quod semper, quod ubique, quod ab omnibus”», i.e., lo que se ha sostenido y practicado siempre, por todos y por doquier. 

Las categorías «siempre, por doquier y por todos» no se deben considerar en un sentido aritmético, sino en un sentido moral. Un criterio concreto para el discernimiento es el siguiente: ¿Constituye el cambio en una afirmación doctrinal, en una práctica pastoral o doctrinal, una ruptura con el pasado centenario o quizá milenario? ¿Causa realmente esta innovación que la fe luzca más diáfana y brillante? ¿Nos acerca más esta innovación a la santidad de Dios, o manifiesta de manera más profunda los misterios divinos? ¿Esta innovación en la disciplina incrementa realmente en mayor medida nuestro celo por la santidad de la vida? 


En lo que se refiere específicamente a la innovación de lavar los pies de una mujer durante la Santa Misa de la Última Cena el Jueves Santo, en esta Santa Misa celebramos la conmemoración de la institución de la eucaristía y el sacerdocio. 
Por lo tanto, lavar los pies de hombres y mujeres constituye no solo una distracción del enfoque central en la Eucaristía y el sacerdocio, sino que genera también confusión en torno al simbolismo histórico de «los doce» y del sexo masculino de los apóstoles. Universalmente, la tradición de la Iglesia jamás ha permitido el lavado de pies durante la misa, únicamente fuera de ella, en una ceremonia especial. 

Por cierto, el hecho de que un hombre lave en público los pies de una mujer y los bese —y en nuestro caso se trata de un sacerdote o un obispo— se considera, por cualquier persona con sentido común en cualquier cultura, como un acto indebido y hasta indecente. Demos gracias a Dios que ningún sacerdote u obispo está obligado a lavar en público los pies de una mujer el Jueves Santo, ya que no existe una norma vinculante y el lavado es, en si mismo, tan solo facultativo.    
LA FRATERNIDAD SACERDOTAL SAN PÍO X (FSSPX)
Rorate Caeli: Una situación atípica en la Iglesia es la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X (FSSPX). ¿A que se debe, Su Excelencia, que tantos católicos se sienten atemorizados por la FSSPX, o sienten ansiedad ante cualquier asociación con esta? Según lo que Su Excelencia ha podido observar ¿que dones considera que la FSSPX podría introducir en la vertiente central del catolicismo?
S.E. SchneiderCuando algo o alguien es insignificante o débil a nadie le causa temor. Aquellos que están atemorizados de la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X están, en resumidas cuentas, atemorizados de las verdades católicas perennes y de sus precisiones en el ámbito moral y litúrgico. 

Cuando la FSSPX cree, adora y vive moralmente de la misma manera que nuestros antepasados, de la misma manera que lo hicieron los santos mejor conocidos durante un periodo milenario, 
no nos queda más que considerar la obra de estos sacerdotes católicos y fieles de la FSSPX como un don a la Iglesia en nuestros días —quizá incluso como uno de los instrumentos de los que se vale la Divina Providencia para remediar la enorme crisis actual de la fe, de la moral y de la liturgia dentro de la Iglesia. 

Existen, sin embargo, en algunos sectores de la FSSPX, 
como ocurre en toda sociedad humana, personalidades excéntricas; estas tienen un método y una mentalidad con cierta escasez de justicia y caridad y como consecuencia ese sentire cum ecclesia, y hay peligro de una doctrina autocéfala y de considerarse como la última instancia judicial de la Iglesia. Sin embargo, a mi saber y entender, la parte saludable corresponde con la mayoría de la FSSPX, y yo considero a su superior general, Su Excelencia monseñor Bernard Fellay, como un obispo católico verdaderamente ejemplar. Hay esperanzas de un reconocimiento canónico de la FSSPX.   
EL SÍNODO Y LA PAPOLATRÍA
Rorate Caeli: Volviendo al Sínodo, mientras que se centra en la tradición, ¿cree Su Excelencia que los cambios en la liturgia Romana después de Vaticano II han contribuido a la actual crisis en la Iglesia, en el matrimonio, en la familia y en la moral de la sociedad en general?
S. E. Schneider: Yo no afirmaría eso de tal manera. De hecho, el origen de la actual crisis en la Iglesia, en la crisis del matrimonio, en la de la familia y en la de la moral en general no es la reforma litúrgica, sino los defectos en la fe con la doctrina del relativismo, de la que brota la moral y la litúrgica relativista. Ya que si yo tengo fe de forma defectuosa, viviré con una moral defectuosa en la vida y adoraré defectuosamente, de manera indiferente. Primero es necesario restaurar la claridad y la firmeza de la doctrina, de la fe y de la moral en todos los niveles, para desde allí, empezar a mejorar la liturgia. La integridad y la belleza en la fe exigen la integridad y la belleza de la vida moral, y esto exige a su vez la integridad y la belleza de la adoración pública.
Rorate Caeli: Siguiendo con el Sínodo, está claro para aquellos que tienen ojos para ver como el Papa Francisco ha causado gran confusión en lugar de claridad durante el proceso Sinodal, y como este alentó un giro hacia la ruptura al elevar el papel de los Cardenales Kasper y Danneels, del Arzobispo Cupich, etc. ¿Cuál sería la actitud correcta que un católico debería tomar en relación al papa en estos tiempos difíciles? ¿Estarían los católicos obligados a dar a conocer sus opiniones y a “resistir” tal y como el Cardenal Burke dijo en una entrevista el año pasado con nosotros, incluso cuando sus opiniones son críticas con el Papa?
S. E. Schneider: Durante muchas generaciones, hasta nuestros días, reinó en la vida de la Iglesia una especie de “papa-centrismo” o una especie de “papolatría“, que era sin duda alguna, algo excesivo en comparación con la visión moderada y sobrenatural de la persona del Papa y la debida veneración que le era debida en tiempos más antiguos. Una actitud tan exagerada hacia la persona del Papa genera en la práctica un sentido teológico excesivo y equivocado sobre el dogma de la infalibilidad Papal.
Si el Papa fuese a decirle a toda la iglesia que hiciese algo que pudiese dañar directamente a una verdad inmutable Divina o a un mandamiento Divino, todos los católicos tendrían el derecho a corregirlo en la debida forma, respetuosamente y movidos de reverencia y amor por el oficio sagrado y la persona del Papa. La Iglesia no es la propiedad privada de la Papa. El Papa no puede decir “yo soy la Iglesia”, como hizo el rey Luis XIV de Francia, quien dijo: “L’État c’est moi.” El Papa es sólo el Vicario, no el sucesor de Cristo.
Las preocupaciones acerca de la pureza de la fe, es en última instancia una cuestión de todos los miembros de la Iglesia que son uno, y un cuerpo único vivo. En los tiempos antiguos, antes de confiarle a alguien en el cargo sacerdotal u obispal, se les preguntaba a los fieles si podían garantizar que el candidato tenía una fe adecuada y una elevada conducta moral. El viejo Pontificale Romanum dice: “El capitán de un barco y sus pasajeros tienen las mismas razones para sentirse seguros o en peligro durante un viaje, por lo tanto, deben ser una sola mente en sus intereses comunes.” Fue precisamente el Concilio Vaticano II, quien alentó a los fieles, para contribuir al auténtico bien de la Iglesia, con el fortalecimiento de la fe.
Creo que, en un momento en el que una gran parte de los titulares de la oficina del Magisterio son negligentes en su deber sagrado, el Espíritu Santo llama a día de hoy a los fieles, para que llenen ese vacío y para que con un auténtico “sentire cum ecclesia“, defiendan con valentía la fe Católica.
TRADICIÓN Y SUS ENEMIGOS DE DENTRO
Rorate Caeli: ¿Es el papa la medida de la Tradición, o está él medido por la tradición? Y ¿deberían de rezar los fieles católicos para que llegase pronto un papa tradicional?
S. E. Schneider: El Papa no es ciertamente la medida de la tradición, sino todo lo contrario. Siempre debemos tener en mente la siguientes enseñanza dogmática del Concilio Vaticano I: La función de los sucesores de Pedro no consiste en dar a conocer una nueva doctrina, sino en vigilar y exponer fielmente el depósito de la fe transmitida por los apóstoles (cf. Constitutio Dogmatica Pastor Aeternus, cap. 4).
En el cumplimiento de una de sus tareas más importantes, el Papa ha de esforzarse para que “A fin de que, apartado todo el rebaño de Cristo del pasto venenoso del error, sea alimentado con el manjar saludable de la doctrina celestial” (Concilio Vaticano I, ibíd.). La siguiente expresión, que estaba en uso desde los primeros siglos de la Iglesia, es uno de las definiciones más notables del oficio Papal, y tiene que ser en cierto sentido como una segunda naturaleza de cada Papa: Y así Nos, adhiriéndonos fielmente á la tradición de la fé cristiana entendida desde su origen (Concilio Vaticano I, ibíd.).
Siempre debemos orar para que Dios dé a Su Iglesia Papas con mentalidad tradicional. Sin embargo, tenemos que creer en estas palabras: “A vosotros no os toca conocer el tiempo y el momento que ha fijado el Padre con su autoridad” (Hechos 1: 7).
Rorate CaeliSabemos que hay muchos obispos y cardenales – posiblemente la mayoría – que quieren cambiar el lenguaje doctrinal de la Iglesia y la antigua disciplina, bajo las excusas del “desarrollo de la doctrina” y de la “pastoral de la compasión.” ¿Qué está mal con su argumento?
S. E. Schneider: Expresiones tales como “desarrollo de la doctrina” y “pastoral de misericordia” son de hecho, generalmente un pretexto para cambiar la enseñanza de Cristo, y en contra de su sentido e integridad perennes, tal y como los Apóstoles la habían transmitido a toda la Iglesia, y que fue preservada fielmente a través de los Padres de la Iglesia, de las enseñanzas dogmáticas de los Concilios Ecuménicos y de los Papas.
En definitiva, esos clérigos quieren otra Iglesia, y aun otra religión: Una religión naturalista, que se adapte al espíritu de la época. Tales clérigos son realmente lobos vestidos de oveja, a menudo, coqueteando con el mundo. No son pastores valientes pastores–, sino más bien conejos cobardes.
EL PAPEL DE LA MUJER EN LA IGLESIA
Rorate CaeliEscuchamos mucho sobre el papel de la mujer en la Iglesia de hoy – el llamado “genio femenino”. Las mujeres, obviamente, han jugado un papel fundamental en la Iglesia desde el principio, empezando con la Santísima Virgen María. Pero litúrgicamente, Cristo nos mostró Su posición tan claro como el agua, tal y como lo hicieron los papas preconciliares. ¿Cree Su Excelencia que la implicación de las mujeres en la liturgia, tanto si se trata de mujeres que toman parte en el Novus Ordo de la Misa como de niñas monaguillos, ha jugado un papel positivo o negativo en la Iglesia de las últimas cuatro décadas?
S. E. Schneider: No Hay ninguna duda sobre el hecho de que la implicación de las mujeres en los servicios litúrgicos en el altar (tanto como lectores, o sirviendo en el altar o distribuyendo la Sagrada Comunión) representa una ruptura radical con toda la tradición universal de la Iglesia. Por lo tanto, es una práctica que está en contra de la tradición Apostólica.
Esta práctica dio a la liturgia de la Santa Misa, una clara forma protestante y caracterizándola como si fuese una reunión informal de oración o un evento de catequesis. Esta práctica va sin duda contra las intenciones de los Padres del Concilio Vaticano II y no hay en ellos una indicación de esto en la Constitución sobre la Sagrada Liturgia.
LA SANTA MISA TRADICIONAL 
Rorate Caeli: Su Excelencia es bien conocido por la celebrar la Santa Misa Tradicional en muchos lugares alrededor del mundo. ¿Cuál es lección más profunda que Vuestra Excelencia ha aprendido al decir la Misa en latín, tanto como sacerdote y como obispo, para que otros sacerdotes y obispos pueden tener la esperanza de ganar la misma experiencia al decir la Misa Tradicional?
S. E. Schneider: La más profunda de las lecciones que he aprendido de la celebración de la tradicional forma de decir la Misa es esto: Yo solo soy sólo un pobre instrumento de lo sobrenatural, y de una elevada acción sagrada, cuyo celebrante principal es Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote. Siento que durante la celebración de la Misa, pierdo, en cierto sentido, mi libertad individual, por las palabras y los gestos que son prescritos incluso en sus detalles más pequeños, y no soy capaz de deshacerme de ellos. En mi corazón siento profundamente que sólo soy un siervo y un ministro, que aunque con libre albedrío en la fe y en el amor, no se cumple mi voluntad, sino la voluntad de Otro.
El más que milenario y tradicional antiguo rito de la Santa Misa, que ni siquiera el Concilio de Trento cambió, porque el Ordo Missae antes y después de este Concilio era casi idéntico, proclama con fuerza evangelizadora la Encarnación y la Epifanía de la inefable santidad e inmensidad de Dios, que en la liturgia como “Dios con nosotros”, o como “Emmanuel,” se hace tan pequeño y tan cerca de nosotros. El rito tradicional de la Santa Misa está muy elaborado y, al mismo tiempo, es una poderosa proclamación del Evangelio, al realizar la obra de nuestra salvación.
Rorate Caeli: Si el Papa Benedicto está en lo correcto al decir que el Rito Romano en la actualidad (aunque parezca extraño) existe en dos formas, en lugar de uno, ¿por qué no ha sucedido todavía el que todos los seminaristas estén obligados a estudiar y aprender la Santa Misa Tradicional en latín, como parte de su formación en el seminario? ¿Cómo puede ser que un sacerdote diocesano de la Iglesia Romana no conozca las dos formas del rito de su Iglesia? Y ¿cómo pueden denegar a tantos católicos los sacramentos y la Santa Misa por el Rito Tradicional si es igual a la otra forma?
S. E. Schneider: De acuerdo con las intenciones del Papa Benedicto XVI, y de las normas claras en la Instrucción “Universae Ecclesiae”, todos los seminaristas católicos tienen que saber la forma tradicional de la Santa Misa y saber celebrarla. El mismo documento dice que esta forma de Misa es un tesoro para toda la Iglesia – esto es para todos los fieles.
El Papa Juan Pablo II hizo un llamamiento urgente a todos los obispos para acomodar generosamente el deseo de los fieles con respecto a la celebración de la tradicional forma de la Santa Misa. Cuando los clérigos y obispos obstruyen o restringen la celebración de la Misa Tradicional, no obedecen lo que dice el Espíritu Santo a la Iglesia, y actúan de una manera muy anti-pastoral. Se comportan como si fuesen los poseedores del tesoro litúrgico, que no les pertenece, ya que son únicamente sus administradores.
Al negar la celebración de la Misa Tradicional o su obstrucción y discriminación en contra de ella, se comportan como un administrador infiel y caprichoso que – contrario a las instrucciones del padre de la casa – mantiene la despensa bajo llave como una malvada madrastra que da a los niños una comida magra. Tal vez estos clérigos tienen miedo del gran poder de la verdad que irradia la celebración de la Misa Tradicional. Uno podría comparar a la Misa Tradicional con un león: al dejarlo libre, se defenderá a sí mismo.
RUSIA AÚN NO ESTA CONSAGRADA EXPLÍCITAMENTE
Rorate Caeli: Hay muchos rusos ortodoxos donde vive Su Excelencia. ¿Le han preguntado a Su Excelencia personas en el Patriarcado de Moscú o el mismo Alexander de Astana sobre el reciente Sínodo o acerca de lo que está sucediendo a la Iglesia bajo el pontificado de Francisco? ¿O han llegado ya al punto de que no les importe esta situación?
S. E. Schneider: Los Prelados Ortodoxos con los que tengo contacto, generalmente no están bien informados sobre la actualidad interna o los conflictos de la Iglesia Católica. Al menos nunca han hablado conmigo acerca de tales cuestiones. A pesar de que no reconocen la jurisdicción de la primacía del Papa, sin embargo ven al papado como el puesto principal dentro del rango jerárquico de la Iglesia, desde un punto de vista de orden de protocolario.
Rorate Caeli: Estamos a sólo un año del centenario de Fátima. Discutiblemente Rusia no fue consagrada al Inmaculado Corazón de María y ciertamente no ha sido convertida. La Iglesia, aunque siempre está inmaculada, se encuentra en un completo desorden – tal vez incluso peor que durante la herejía arriana. ¿Irán las cosas de mal a peor antes de que puedan mejorar? Y ¿cómo deberían de prepararse los fieles católicos para lo que viene?
S. E. Schneider: Tenemos que creer firmemente: La Iglesia no es nuestra, ni del Papa. La Iglesia es de Cristo y sólo Él la posee y la conduce indefectiblemente, incluso a través de los periodos más oscuros de crisis, tal y como de hecho es la presente situación actual.
Esta es una demostración del carácter Divino de la Iglesia. La Iglesia es esencialmente un misterio, un misterio sobrenatural, y no podemos acercarnos a ella, del mismo modo al que nos acercaríamos a un partido político o a una sociedad meramente humana. Al mismo tiempo, la Iglesia es humana y en su nivel humano, tiene hoy en día que soportar una dolorosa pasión, que es a su vez una participación en la Pasión de Cristo.
Uno puede pensar que la Iglesia de nuestros días está siendo flagelada como lo fue nuestro Señor; que está siendo despojada, tal y como lo fue Nuestro Señor, en la décima estación de la Cruz. La Iglesia, nuestra Madre, está siendo obligada contra las cuerdas no sólo por los enemigos de Cristo, sino también por algunos de sus colaboradores en el rango del clero, e incluso a veces del alto clero.
Todos los que somos buenos hijos de la Madre Iglesia, como valientes soldados, tenemos que intentar liberar a nuestra Madre – con las armas espirituales para defender y proclamar la verdad, la promoción de la Liturgia Tradicional, la adoración Eucarística, la cruzada del Santo Rosario, la batalla contra el pecado en la vida privada y la búsqueda de la santidad.
Tenemos que orar para que el Papa pueda pronto consagrar explícitamente a Rusia al Inmaculado Corazón de María, y entonces Ella ganará, tal y como la Iglesia oró desde los tiempos antiguos: “Alégrate, Virgen María, tú sola has destruido todas las herejías del mundo entero.” (Gaude, Maria Virgo, cunctas haereses sola interemisti in universo mundo).
[Traducción por Enrique Treviño y Miguel Tenreiro. Artículo original]

El escándalo de los necios: el aborto como solución (Jordi Gutiérrez Bassa)

Artículo original aquí

Delante del sufrimiento no nos quedamos impasibles: nos afecta, y muchas veces nos provoca reacciones que no son propias de un cristiano. Las noticias, como es natural por su propio interés, nos hablan continuamente de situaciones dolorosas. Muchas personas, cristianos de nuestras parroquias, lamentablemente dedican mucho tiempo a mirar la televisión cada día y con ello miran las noticias incluso tres veces al día. Las imágenes nos llegan más que las palabras. Ver a una persona sufrir por enfermedad, pobreza, injusticias humanas, etc,… nos llega más que sólo escuchar la noticia. También tenemos en cuenta que la manera en que se cuenta la noticia tiene su importancia. Por lo general se presentan las noticias de tal manera que todo lo que nos dicen nos parezca bueno, por aberrante que sea, y nos las traguemos como cosas necesarias, actuales, adaptaciones a los nuevos tiempos, etc… 


Una de las doctrinas que nos están colando, es la referente al lobby gay que se va haciendo presente cada vez más en todos los ámbitos y estamentos. De ahí que algunos cristianos, debido a este lavado de cerebro, van aceptando las relaciones homosexuales como algo bueno por sí mismo, cuando la Palabra de Dios dice claramente que no heredarán el Reino de los Cielos aquellos que practican estas relaciones:¿No sabéis acaso que los injustos no heredarán el Reino de Dios? ¡No os engañéis! Ni los impuros, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales,.ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los ultrajadores, ni los rapaces heredarán el Reino de Dios..Y tales fuisteis algunos de vosotros. Pero habéis sido lavados, habéis sido santificados, habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios. (1 Co 6, 9b-11). Ciertamente está este pecado numerado junto con otros; pero no por eso dejará de serlo.

Dicho esto como ejemplo, es otro el motivo de este artículo. Hay otro pecado, más grave si cabe, que es el aborto. En este caso quisiera tratar esta reflexión desde la certeza de que se está metiendo en la conciencia de nuestros cristianos que el aborto es, muchas veces, una solución inevitable al sufrimiento. Ciertamente se realiza o se empuja a que chicas aborten muchísimas veces so capa de caridad. Quisiera sacar a la luz algunos de los motivos por los cuales personas incluso cristianas de las que van a Misa los domingos, aceptan que en determinadas circunstancias es lícito que se mate a la persona que se está gestando en el vientre de su madre. Los argumentos son los de siempre: si se ve una posible malformación del feto, si la madre es muy joven, si no tienen una economía suficientemente segura para afrontar el hijo que viene, o que sencillamente no quiere afrontar la responsabilidad de criar otro hijo. Todos los motivos son porque no queremos sufrir, lo cual es bien natural en el hombre. A nadie le gusta sufrir.


Muchas de las mujeres que abortan se ven empujadas por unos terceros que no sólo no quieren sufrir sino que se escandalizan del sufrimiento del otro y quieren evitárselo a toda costa. La solución para que no sufra ni la madre ni nadie es matar al niño que está por nacer. Esta reflexión muestra de manera clara lo aberrante de este raciocinio. El cual es motivado, a su vez, por los medios de comunicación que se someten a los intereses millonarios que proporcionan los abortos. En el fondo es un interés económico, se corrobora una vez más la palabra de San Pablo: Porque la raíz de todos los males es el afán de dinero, y algunos, por dejarse llevar de él, se extraviaron en la fe y se atormentaron con muchos sufrimientos (1 Tm 6,10)

Nos damos cuenta de las graves consecuencias que provoca el escándalo del sufrimiento del otro: la consecuencia es la muerte del ser más inocente de la tierra, el “nasciturus” el niño que está por nacer. Con apariencias de buenas personas y de hacer el bien se sigue aconsejando y consintiendo el aborto como si fuera un mal necesario o el mal menor. Lo más aberrante es que personas religiosas, incluso sacerdotes y monjas, que están en contacto asiduamente con la pobreza, han facilitado que mujeres aborten, han sido cómplices del tal asesinato. Más aún, en charlas que dan lo defienden descaradamente argumentando que pobre chica, mejor que vaya a abortar a un sitio adecuado, que no que lo haga arriesgando aún su vida. Y así van desgranando sus argumentos.

Y todo por una especie de buenismo que no acepta que el otro sufra. Nos dice el Señor:“Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con disfraces de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces” (Mt 6, 15). Estos falsos profetas se autoproclaman más buenos que Dios mismo; y disfrazados de ovejas inducen al asesinato del aborto y se hacen cómplices de él. Según el código canónico están excomunicados de la Iglesia.

Pero eso no ocurre sólo en el mundo de la marginación. En general se piensa que si el niño no va a tener posibilidades de llevar una vida digna, sea por posible enfermedad o por dificultades económicas, no se merece vivir: y se le mata. Estamos tristemente acostumbrados a oír hablar del aborto, incluso con las palabras embaucadoras que lo definen como interrupción voluntaria del embarazo.

Estas reacciones pro-abortistas a causa del escándalo del sufrimiento, de algunos de nuestros cristianos me refiero ahora, viene dado por una gran falta de fe. La Encarnación de Jesucristo nuestro Señor, Dios y hombre verdadero, que pasó por las tierras de Judea experimentando en su cuerpo santo el dolor y el sufrimiento y muriendo en la Cruz por nosotros, cargando con nuestros pecados y resucitando el tercer día; ha dado sentido al sufrimiento. De tal manera que a partir de ese momento, para los cristianos el sufrimiento ya no es algo que merezca ser considerado como fruto de la mala suerte o como una maldición. Para nosotros, a partir de Jesucristo, el sufrimiento entra en la dimensión del misterio.

Como dice San Pablo: “Por lo demás, sabemos que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman”. (Rm 8,28) Incluso en el sufrimiento causado por una enfermedad, una injusticia u otro motivo tenemos la esperanza de que Dios nos ayudará y que no nos abandonará nunca. Desde la fe vemos el sufrimiento como una oportunidad en la que uno se puede encontrar con Dios de una manera nueva. No vemos sólo el mal y el sufrimiento, sino el amor de Jesucristo que acompaña a aquel que sufre y da sentido a su sufrimiento. El cristiano no se escandaliza del sufrimiento del otro, sino que reza y le acompaña siempre dentro del marco de la Ley divina, humilde y obediente, nunca autoproclamándose salvador. Porque Salvador sólo hay uno, y éste es Jesucristo.

El motivo del título de este artículo: “El escándalo de los necios (el aborto como solución)”. Es porque como dice el salmo 14: “Dice el necio en su interior: ¡Dios no existe!” Y por su necedad y falta de fe en Dios se escandaliza del sufrimiento del otro; y como lobo rapaz, disfrazado de oveja, dice: “el aborto no es un mal”, y promueve la cultura de la muerte, lo cual es propio del necio. ¿Cuál es la barrera entre el enfermo -¡o el pobre!- no nacido y el que ya ha nacido? Los argumentos que se emplean hoy para matar al uno, servirán mañana para matar al otro. Como ocurrió ya ayer y anteayer. ¿No es tremenda necedad persistir en esa cultura de la muerte? Se empieza por los más débiles de todos; pero luego seguirán otros débiles. La película siempre es la misma: el abuso del fuerte contra el débil. 


Aprovecho para recordar la Marcha por la Vida que se realiza los días 25 de cada mes. En Barcelona nos encontramos como siempre al principio de la Avenida Gaudí tocando con una de las entradas del Hospital de Sant Pau a las 20:30h. Animaos a venir a rezar y a dar testimonio de que la vida del que ha de nacer es un don de Dios que no puede ser arrebatado por intereses de nadie y de que el sufrimiento ha sido iluminado por la Cruz de Cristo.

Mn. Jordi Gutiérrez Bassa

jueves, 21 de julio de 2016

Rumores acerca de lo que dirá Francisco sobre el cardenal Sarah (Gloria TV)

En el artículo anterior parecía quedar claro que el cardenal Sarah está siguiendo las instrucciones que le dio Francisco acerca de hacer una lectura del Concilio Vaticano II que esté en conformidad con el verdadero sentir de los padres del Concilio, debido a los graves desórdenes litúrgicos que se produjeron después del Concilio y por supuesto en la actualidad. 

Sin embargo, me he encontrado con esta noticia de Gloria TV del 20 de julio que te deja un poco con la mosca en la oreja. Se trata de un corto vídeo de 29 segundos de duración. Saquen ustedes sus conclusiones, si es que pueden hacerlo.


¿Hacha contra el cardenal Sarah?

miércoles, 20 de julio de 2016

Entrevista al coordinador internacional de Sacra Liturgia sobre la conferencia de Londres y las reacciones al discurso del Cardenal Robert Sarah (texto completo en español, por CATHOLICVS)


De la lectura del artículo que sigue se desprende, en principio, que el cardenal Sarah no ha sido desautorizado por el Papa quien le encargó precisamente que realizase esa "reforma de la reforma" litúrgica, que ha sido tan mal entendida después del Concilio Vaticano II. (¡yo tengo mis reservas acerca de lo que Francisco piensa, a pesar de haber leído dicho artículo!)

De manera que, si no hay otras noticias en contra, por ahora, que a mí me conste, el llamamiento a decir la misa "ad orientem" (hacia el Señor, en definitiva, y no hacia el pueblo) a partir del primer domingo de adviento, el 27 de Noviembre de este año, se sigue manteniendo vigente, no importando que haya voces discordantes en la Iglesia respecto a lo dicho por el cardenal Sarah quien, al fin y al cabo, es el responsable directo de estas decisiones, dado el cargo que le fue asignado por el propio Francisco. 

Y digo esto por algunas reacciones "extrañas" que no hacen sino confundir a los fieles. Es instructivo, a este respecto, la lectura de estos artículos, a título de ejemplo: El cardenal Nichols critica al cardenal Sarah y desaconseja misa ad orientem. Contra el cardenal Sarah: los frutos nocivos y amargos de una ideología. Pero también resultan reconfortantes otros artículos como el del padre Jorge titulado La semana del cardenal Sarah

Y, aunque relativo a otro tema, como es la implementación de AL, podemos ver que siguen habiendo todavía posturas ortodoxas, gracias a Dios. Así Mons. Chaput recuerda y reitera en su diócesis la necesidad de vivir la castidad a los divorciados que se acerquen a la Confesión y la EucaristíaEn igual sentido tenemos, en Costa Rica, al obispo de Cartago, Monseñor José Francisco Ulloa, quien afirma que "en el documento del Papa no se menciona la posibilidad de que las parejas divorciadas y vueltas a casar puedan recibir la comunión". De igual modo se manifiesta el obispo de Springfield (Illinois), Thomas Paprocki]


MI PREGUNTA ES: ¿QUÉ DIRÁ REALMENTE FRANCISCO con relación a la propuesta del cardenal Sarah? 

Tomado de Catholicvs: ORIGINAL AQUÍ


Ayer mismo, miércoles 13 de julio, The Catholic World Report publicó una entrevista exclusiva concedida por el coordinador internacional de Sacra Liturgia, Dom Alcuin Reidal, sobre la reciente Conferencia de Londres y las reacciones al discurso de apertura pronunciado por el Cardenal Robert Sarah, en el que pedía a todos los sacerdotes oficiar la Santa Misa "ad Orientem" (mirando hacia el Este o hacia el ábside), incluyendo el Comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede del que hablé en la anterior entrada del blog (ver aquí). Por su notable interés, he traducido al español la entrevista completa, que transcribo bajo estas líneas:
----
13 de julio de 2016

Entrevista con el coordinador internacional de Sacra Liturgia, Dom Alcuin Reid, sobre la reciente conferencia de Londres y las reacciones al discurso del cardenal Robert Sarah.

Redacción de CWR

Sacra Liturgia (sacraliturgia.org) celebró su tercera conferencia internacional en Londres, Inglaterra, entre el 5 y el 8 de julio. Su orador principal fue el cardenal Robert Sarah, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Su discurso, "Hacia una aplicación auténtica de la Sacrosanctum Concilium", ha dado lugar a extensos comentarios y debates.

Catholic World Report ha mantenido correspondencia con el coordinador internacional de Sacra Liturgia, Dom Alcuin Reid, sobre la conferencia de Londres y las reacciones al discurso del cardenal Sarah.

CWR: Dom Alcuino, ¿cómo ha ido esta tercera conferencia internacional Sacra Liturgia?

Dom Alcuin Reid: Muy bien, gracias. Gracias a los esfuerzos de los organizadores del Reino Unido y el apoyo de los benefactores hemos sido capaces de reunir a un excelente grupo de oradores que fueron muy apreciados por los más de 200 participantes que vinieron de casi veinte países diferentes. Y, como es nuestra costumbre, hemos podido celebrar bellas liturgias en los usos antiguo y moderno del rito romano en el Oratorio de Londres y, esta vez, también en el uso de los Ordinariatos para los anglicanos que han entrado en la plena comunión con la Iglesia Católica. Además, disfrutamos de un concierto de música sacra sublime gracias a Charles Cole y al Coro Escolar del Oratorio. Fueron cuatro días de profunda estimulación intelectual y oración.

Por supuesto, el discurso de apertura del cardenal Sarah fue lo más destacado. Su llamamiento personal a los sacerdotes a adoptar la práctica de celebrar la Liturgia de la Eucaristía ad Orientem (mirando hacia el Este) desde el primer domingo de Adviento fue un momento profundamente conmovedor -tal vez también histórico- al comienzo de la Conferencia.

CWR: ¿Por qué el cardenal Sarah eligió centrarse en la cuestión de la orientación?

Dom Alcuin Reid: El cardenal ha enfatizado la importancia de mirar hacia el Este con anterioridad -en el diario del Vaticano (12 de junio de 2005) y en la revista francesa Familia Cristiana en mayo pasado-. Por tanto, era de esperar que hablaría de ello de nuevo. Tal vez, sin embargo, su llamamiento a los sacerdotes para que adopten esta hermosa práctica "con prudencia y con la catequesis necesaria, sin duda, pero también con la seguridad de de pastor de que esto es algo bueno para la Iglesia, algo bueno para nuestro pueblo" desde el primer domingo de Adviento de este año, le imprimió una urgencia que sus alusiones previas a ésta no tenían. Me imagino que quería no sólo hablar de ésto, sino animar a los sacerdotes a comenzar la necesaria tarea formativa para implementarlo.

Pero el discurso del cardenal también tocó muchos, muchos otros temas importantes. Uno fue su revelación de que el Santo Padre, el Papa Francisco, le había pedido comenzar a estudiar las posibilidades de enriquecimiento mutuo entre los ritos antiguo y nuevo (lo que algunas personas denominan el asunto de "la reforma de la reforma"). Ciertamente fue alentador enterarse de que el Santo Padre esté abierto a considerar esto y que, de hecho, el cardenal Sarah haya emprendido esta labor.

En el discurso del cardenal hay muchísimas otras cosas importantes. No debemos olvidar que, como su título indica, ha estado buscando la manera en que podamos ser más fieles a la Sagrada Liturgia deseada por el Concilio Vaticano II. La gente debe leer detenidamente el texto oficial completo que fue publicado el lunes en inglés y francés en ese enlace. Es una mina de ideas profundas y reflexiones prácticas sobre cómo implentar el Concilio con mayor fidelidad actualmente.

CWR: ¿Cuál fue la respuesta al discurso en la conferencia?

Dom Alcuin Reid: Después de hacer su llamamiento, Su Eminencia recibió un prolongado aplauso de los presentes durante varios minutos, y también fue aplaudido bastante al final de su discurso. Todos los presentes se emocionaron mucho por la humildad del cardenal: estaba claro que trata de guiar a la gente a una comprensión y práctica del culto más fiel según el pensamiento de la Iglesia tal como ha expresado el Magisterio de los Papas modernos y el Concilio Vaticano II en continuidad con la Tradición litúrgica de la Iglesia. Nos sentamos a los pies de un verdadero "escriba que ha sido instruido para el reino de los cielos", "un propietario dueño de la casa que saca de su tesoro lo nuevo y lo viejo" (Mt 13:52).

CWR: ¿Le ha sorprendido la reacción fuera de la conferencia y la "aclaración" del Vaticano?

Dom Alcuin Reid: Debe decirse que algunas reacciones de sitios de Internet e incluso de revistas prominentes han sido asombrosas. Acusar al Cardenal Sarah de mentir con respecto a lo que Francisco le ha dicho acerca de continuar con la labor del Papa emérito o de estudiar una posible reforma de la reforma, o decir que el Santo Padre "ha bajado los humos" al cardenal, es evidentemente absurdo y totalmente incierto. Nadie que tenga el honor de conocerle, o que simplemente haya leído su reciente libro "Dios o nada", podría creer que sea un mentiroso. ¡Sería difícil encontrar un sacerdote y obispo más humilde y honesto! Y no hay evidencia en el comunicado del Vaticano ni en ninguna otra parte, de que el Santo Padre esté enfadado con él o le haya reprendido. Es bastante normal aclarar noticias falsas: eso es lo que se ha hecho (¡aunque la propia aclaración quizás podría hacerlo con alguna aclaración!).

El cardenal Sarah sigue en su puesto y su discurso no ha sido retirado. De hecho, hay que señalar que nos pidió publicarlo después de su encuentro con el Santo Padre, y no ha eliminado nada de lo que dijo en Londres.

Está claro, no obstante, que su discurso ha tocado la fibra sensible de aquellos que han convertido determinadas prácticas litúrgicas modernas, como la celebración de la misa de cara al pueblo -o incluso toda la liturgia moderna-, en un ídolo. Y es bien sabido que los funcionarios de la Curia detestan cualquier uso del término "reforma de la reforma" desde hace muchos años por temor a que su ídolo sea cuestionado de alguna manera. El cardenal Sarah se ha atrevido a desafiar tales prejuicios y, al parecer, quienes murmuran en las sombras han estado ocupados provocando una tormenta con el fin de distraer la atención de lo que el cardenal, de hecho, dijo. Ellos no han refutado ni sus argumentos, ni sus propuestas, con contraargumentos. En lugar de eso, han creado hombres de paja y gritado histéricamente ante sus propias invenciones mentales.

Una vez más, diría, y enfáticamente: lean el texto completo del cardenal. Atiendan a lo que dice. Reflexionen sobre el hecho de que esto no es una salve puntuable en las supuestas guerras litúrgicas, sino las profundas reflexiones personales de un sacerdote, obispo y cardenal que fue elegido -al parecer contra su voluntad- por el Papa Francisco para ser Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos. Bien puede haber otros enfoques, pero los que propone merecen, al menos, una respetuosa y seria atención.

CWR: ¿De qué trataron el resto de las charlas?

Dom Alcuin Reid: Sus lectores pueden encontrar todos los detalles y temas de los ponentes en la página web Sacra Liturgia UK. En la página de Facebook de Sacra Liturgia se publican resúmenes y fragmentos de todas las ponencias.

Me gustaría destacar dos presentaciones en particular. La ponencia del P. Michael Cullinan "El carácter ético de los misterios: observaciones de un teólogo moral", que subraya el hecho de que lo que experimentamos en la Misa tiene una repercusión directa en nuestra vida moral, pidiéndonos volver a una mayor fidelidad litúrgica (y de las prácticas relacionadas como el ayuno) para que estemos más capacitados para vivir la vida moral cristiana. Luego, el profesor de Notre Dame, David Fagerberg, subrayó también la importancia de la liturgia para la acción social cristiana en el mundo, insistiendo en que si estamos formados litúrgicamente tendremos necesariamente un interés innato por la creación. Recordó a los participantes que la liturgia debe traspasar el santuario para confortar a los pobres y para honrar a la creación.

Estas ponencias sirven para ilustrar que el objetivo de Sacra Liturgia es destacar la importancia de una sólida formación litúrgica y de una auténtica celebración litúrgica en la vida y misión de la Iglesia, reflejando la enseñanza del punto 10 de "Sacrosanctum Concilium": "la Liturgia es la cumbre a la cual tiende la actividad de la Iglesia y al mismo tiempo la fuente de donde mana toda su fuerza".

CWR: Hablando de Sacrosanctum Concilium, ¿puede citar algunos puntos clave de su discurso sobre el "Debate del esquema sobre la Sagrada Liturgia en el Concilio"?

Dom Alcuin Reid: Una vez más, están disponibles en nuestra página de Facebook, pero brevemente, examino lo que los Padres conciliares dijeron e hicieron en el Concilio al considerar la reforma de la Ordinario de la Misa pedida en el punto 50 de la Constitución. Puede sorprender que en el propio sitio del Concilio, antes de aprobar este artículo, los Padres aseguraron de forma verbal y por escrito que "El Ordo Missae vigente, que se ha formado a lo largo de los siglos, decididamente va a mantenerse". Sostengo que no hay evidencia de que los Padres estuvieran aprobando cambios radicales en la liturgia, sino simplemente reformas moderadas: una evolución, no una revolución.


Todas las ponencias serán publicadas en un libro tan pronto como sea posible, como lo fueron las de Roma de 2013 y las de Nueva York de 2015 .

CWR: ¿Qué será lo siguiente para Sacra Liturgia?

Dom Alcuin Reid: Nuestra Escuela de Verano anual tendrá lugar en el sur de Francia el próximo mes (del 5 al 17 de agosto). Y luego, como se anunció al final de la Conferencia de Londres, con la bendición de Su Eminencia, el cardenal Scola, nos reuniremos de nuevo en Milán, Italia, del 6 al 9 de junio de 2017 para una conferencia académica completa con la traducción de todas las presentaciones en italiano e inglés. Se darán a conocer más detalles en nuestras páginas después de verano.

Entrevista original - [Traducción al español: CATHOLICVS]

El Papa Francisco pone a un protestante al frente de la nueva edición argentina de L'Osservatore Romano, que también contará con las "aportaciones" de Mons. Víctor Manuel «Tucho» Fernández (CATHOLICVS)


El Papa Francisco ha ordenado la creación de una edición propia de L'Osservatore Romano para Argentina, al frente de la cual ha decidido poner a un protestante: el "evangélico" Marcelo Figueroa (junto al Papa en la foto que acompaña esta entrada). Esta nueva edición contará también con los "aportes" de Mons. Víctor Manuel «Tucho» Fernández, uno de sus "teólogos" de cabecera, desgraciadamente popular por sus "aportaciones" en el pasado Sínodo Extraordinario de la Familia y en la redacción de la Exhortación Apostólica "Amoris laetitia". La intención es, sin duda, influir más directamente en los asuntos locales de Argentina, pues no es muy creíble que los argentinos no entiendan el idioma de la edición que ya existe en español. Así dio la noticia la semana pasada el diario La Nación:




Por orden del papa Francisco, L'Osservatore Romano tendrá una edición argentina

La versión local se editará en el país y será la primera en el mundo con contenidos propios

Martes 12 de julio de 2016

El diario oficial del Vaticano L'Osservatore Romano tendrá una versión argentina, que agregará contenido propio a la edición semanal en español y se imprimirá en el país, para que la voz del papa Francisco llegue "completa".

La edición sobre la que se hará la versión argentina depende en el organigrama vaticano del nuevo dicasterio de comunicación creado por Francisco en julio de 2015 con el italiano monseñor Dario Vigano como número uno. Sale los viernes por la tarde en forma digital y los sábados por la mañana en versión impresa.

La versión argentina, que comenzará a publicarse en septiembre, incluirá entre 4 y 8 páginas de contenido especial para el país, con firmas elegidas y autorizadas por el pontífice. La edición será supervisada por la Conferencia Episcopal Argentina y la comisión editorial tendrá el aporte del rector de la Universidad Católica Argentina (UCA), monseñor Víctor Manuel Fernández.

El proyecto editorial, en tanto, será coordinado por el biblista y teólogo protestante Marcelo Figueroa, en una "ratificación del carácter ecuménico" que Francisco imprime a su pontificado como un eje central, agregaron las fuentes.

Además, habrá un resumen radial los domingos realizado por Santiago Pont Lezica, director de FM Milenium.

Figueroa y Pont Lezica se reunieron con el papa Francisco en la residencia de Santa Marta en junio pasado y realizaron una entrevista al vocero papal Federico Lombardi en la que ratificó la necesidad de "ir a la fuente, a las palabras mismas del Papa y no generar polémicas" sobre lo que dice el Sumo Pontífice.

Una vez que se concrete la edición, la Argentina será el primer país del mundo que agregará contenidos propios al diario cuyo primer número se editó el 1 de julio de 1861 y en el que la periodista argentina Silvina Pérez dirige la edición semanal en español. El prestigioso periodista italiano Giovanni Maria Vian es el director general de todas las ediciones desde 2007.

Además de L'Osservatore Romano, dentro del nuevo dicasterio quedan integrados el Pontificio Consejo de las Comunicaciones Sociales, la Sala de Prensa, el Servicio Internet Vaticano, Radio Vaticana, el Centro Televisivo Vaticano, la Tipografía Vaticana, el Servicio Fotográfico y la Librería Editorial Vaticana. También forman parte del nuevo dicasterio el sitio institucional de la Santa Sede www.vatican.va, así como el servicio en Twitter del papa @pontifex y su cuenta en la red de fotos Instagram.

Ayer, el Papa Francisco aceptó la renuncia de Lombardi, sacerdote jesuita de 73 años, y designó como su nuevo vocero a partir del 1° de agosto al periodista estadounidense del Opus Dei Gregory Burke, quien estará al frente de la Sala de Prensa del Vaticano.

Burke, vicedirector de la Sala de Prensa desde febrero de 2016, fue corresponsal en Roma de la revista Time y de Fox News, y entre 2012 y comienzos de este año, fue consultor de la Secretaría de Estado. Además, el Pontífice nominó a la periodista española y ex corresponsal en Roma y Vaticano de radio Cope Paloma García Ovejero como vicedirectora de la Sala de Prensa y primera mujer en llegar a la cúspide de la comunicación de la Santa Sede.

Agencia Télam


Puede verse esta noticia en el artículo de CATAPULTA titulado L'OSSERVATORE ... LUTERANO 

RELACIONADO CON EL MISMO TEMA ES DE GRAN INTERÉS LA LECTURA DEL ARTÍCULO DEL DENZINGER-BERGOGLIO. Pinchar aquí

martes, 19 de julio de 2016

Alicia en el país de Amoris Laetitia (Anna M. Silvas) (3 de 3)

Para leer la parte 1 pinchar aquí
Para leer la parte 2 pinchar aquí



Las implicaciones que emanan  de "Amoris laetitia"

Las serias dificultades que preveo, sobre todo para los sacerdotes, surgen del enfrentamiento entre las distintas interpretaciones sobre las escapatorias discretamente abiertas en toda la exhortación "Amoris laetitia".

¿Qué hará un joven sacerdote apenas ordenado que, bien informado, desea mantener que los divorciados que se han vuelto a casar no pueden recibir la comunión, mientras que su párroco tiene una política de "acompañamiento" que, al contrario, prevé que pueden recibirla? 
¿Qué hará un sacerdote con un sentido de la fidelidad similar si su obispo y su diócesis deciden una política más progresista? 
¿Qué hará una región de obispos respecto a otra región de obispos cuando cada grupo de obispos decida cómo cortar y dividir los "matices" de esta nueva doctrina por lo que en el peor de los casos lo que se considera pecado mortal en un lado del confín es "acompañado" y permitido en el otro? 

Sabemos que ya está ocurriendo, oficialmente, en ciertas diócesis alemanas y, no oficialmente, en Argentina e incluso aquí, en Australia, desde hace años, como puedo verificar en mi propia familia.

Un resultado como este es tan desconcertante que podría marcar, como ha sugerido otro amigo mío, también casado, el hundimiento de la narración cristiana católica

Pero desde luego hay otros aspectos del deterioro eclesial y social que nos han llevado a este punto

- el estrago de la falsa renovación en la Iglesia de los últimas décadas; 
- la increíblemente estúpida política de inculturación aplicada a una desarraigada cultura occidental invadida por un secularismo militante;
- la inexorable y progresiva erosión del matrimonio y la familia en la sociedad; 
- el ataque a la Iglesia, más potente desde el interior que desde el exterior, como denunciaba el Papa Benedicto; 
- la prolongada defección de algunos teólogos y laicos en materia de anticoncepción; 
- los espantosos escándalos sexuales; 
- los innumerables sacrilegios; 
- la pérdida del espíritu de la liturgia; 
- los cismas internos "de facto" sobre toda una serie de cuestiones y enfoques graves, sutilmente disfrazados bajo una apariencia de unidad "de iure" de la Iglesia; 
- los modelos de profunda disonancia espiritual y moral que bullen  actualmente bajo el andrajoso título de "católico". 

¿Y nos sorprendemos de que la Iglesia esté en un estado de debilitamiento y esté desapareciendo?

Podríamos incluso rastrear los largos antecedentes temporales de "Amoris laetitia". Como tengo un espíritu algo anticuado, veo este documento como el mal fruto de ciertos desarrollos del segundo milenio en la Iglesia occidental. Indico brevemente dos en concretoLa forma rígidamente racionalista y dualista del tomismo promovida por los jesuitas en el siglo XVI y, en ese contexto, su elaboración de la comprensión casuística del pecado mortal en el siglo XVII. 

El arte de la casuística ha sido aplicado a una nueva categoría de ciencia sacra llamada "teología moral" en la que, me parece, la regla de cálculo es sabiamente empleada para estimar técnicamente, caso por caso, la culpabilidad mínima necesaria para evitar la imputación de pecado mortal. ¡Qué meta espiritual! ¡Qué visión espiritual! Hoy la casuística vuelve a levantar su fea cabeza bajo la nueva forma de LA ÉTICA DE LA SITUACIÓN y "Amoris laetitia", francamente, está llena de ella, ¡aunque fue expresamente condenada por San Juan Pablo II en la encíclica "Veritatis Splendor"!

 Peroración

¿Puedo exhortarles de alguna manera que pueda ser de ayuda? San Basilio pronunció una gran homilía sobre el texto: "Pero ten cuidado y guárdate bien" (Deut 4, 9). Ante todo debemos ocuparnos primero de nuestras disposiciones. En los Padres del desierto encontramos varias historias en las que un joven monje persigue su salvación eterna mediante la heroica mansedumbre de su obediencia a un abad con serias imperfecciones. Y al final obtiene también el arrepentimiento y la salvación de su abad. No debemos dejarnos tentar por reacciones de hostilidad hacia el Papa Francisco, pues corremos el riesgo de caer en el juego del diablo. Debemos honrar y sostener en la caridad también a este profundamente imperfecto Santo Padre, y rezar por él. Con Dios nada es imposible. Quién sabe, a lo mejor Dios ha puesto a Jorge Mario Bergoglio en esta posición para encontrar un número suficiente de personas que recen eficazmente por la salvación de su alma.

He observado que los cardenales Sarah y Pell callan. Puede que sea sabio hacerlo, al menos por ahora. Mientras tanto ustedes, los que tienen responsabilidades en el gobierno de la Iglesia, tendrán que dar disposiciones prácticas en lo que concierne a las cuestiones controvertidas de "Amoris laetitia". Ante todo, en nuestras mentes no debemos tener alguna duda sobre cuál es y será siempre la enseñanza real del Evangelio. Obviamente, debe intentarse cualquier estrategia de presión para una clarificación oficial de la futura práctica. Insto en particular a los obispos a hacer esto. 

Algunos de ustedes pueden encontrarse en situaciones muy difíciles respecto a sus iguales, casi exigiendo las virtudes de un confesor de la fe. ¿Están preparados para los latigazos, metafóricamente hablando, que pueden recibir? Desde luego pueden elegir la ilusoria seguridad de la vacuidad convencional y la simpatía superficial, una gran tentación para eclesiásticos como también para hombres de negocios. No lo aconsejo. Los tiempos son críticos, tal vez mucho más de lo que sospechamos. Estamos siendo puestos a prueba. "El Señor está aquí. Él te llama".

Sobre la disposición eucarística apropiada para los divorciados que se han vuelto a casar

Recientemente un amigo me ha enviado por e-mail algunos puntos sobre las disposiciones eucarísticas justas para los que están en "situaciones irregulares". En mi respuesta he expresado lo que pensaba sobre lo que creo deba ser la conducta espiritual y sacramentalmente aconsejable para un católico que se encuentra en una "situación irregular".

Hay una encantadora señora que viene habitualmente a misa a nuestra catedral y que se sienta atrás de todo. Tuve una conversación con ella y supe que se encuentra en una de estas "situaciones irregulares", pero es muy diligente en venir a misa aunque sin acceder a la santa comunión. No despotrica contra la Iglesia, ni dice "Es culpa de la Iglesia" o "¡Qué injusta es la Iglesia!", sentimiento que en cambio he oído de otros a los que he corregido con amabilidad. Encuentro que, en sus circunstancias, el comportamiento de esta señora es admirable.

La mejor actitud que pueden tener en la oración quienes están en estas situaciones y aún no han llegado a la medida de arrepentimiento requerido (y por lo tanto a la confesión), pero no quieren dejar de mirar hacia Dios, es presentarse ante el Señor en la misa en su estado de privación y necesidad, no corriendo hacia adelante para "arrebatar"  la eucaristía, sino intentando abrirse a la acción de la gracia y a un cambio de las circunstancias, si y cuando sea posible. Mi pensamiento sobre su situación es que es mejor que esperen honesta, aunque dolorosamente, en la tensión de su situación ante Dios, sin subterfugios. Creo que ésta es la mejor posición para el triunfo de la gracia. 

[A este respecto pienso que sería interesante para todos aquellos que estén atravesando momentos difíciles en su matrimonio la lectura del libro "Un juego de amor", de José María Zavala y de su esposa Paloma que estuvieron muchos años sin comulgar, conscientes de que se encontraban en una situación de pecado mortal (ahora se llama "irregular"), hasta que se produjo su conversión]

¿Quién de nosotros no se siente identificado con esta situación desigual causada por la lucha espiritual de la propia vida, como por ejemplo, el duro combate que hay que sostener ante una pasión aparentemente insuperable y de la que a duras penas se encuentra la vía de salida? ¿O el que sostenemos cuando nos sentimos atrapados durante mucho tiempo en un pecado antes de que nuestra vida moral pueda emerger en un lugar de mayor libertad? 

Recordemos la célebre oración de San Agustín a Dios la vigilia de su conversión definitiva: "Domine, da mihi castitatem, sed noli modo": "Señor, concédeme la castidad, pero no enseguida". Pienso que cuando estas personas asisten a misa y se abstienen de tomar la comunión, el suyo puede ser un gran testimonio para todos nosotros. Sí, es un grito que nos llama a considerar nuestra propia disposición al presentarnos a participar en los santísimos y deificantes Cuerpo y Sangre de nuestro Señor.

A propósito de lo cual, me viene a la cabeza una frase del actor Richard Harris, un aguafiestas católico no practicante durante muchos años: "Me he divorciado dos veces, pero prefiero morir como un mal católico que hacer que la Iglesia cambie para que se adapte a mí".

Encuentro que hay más honradez en esto que en… bueno, mejor que no lo diga.


Anna M. Silvas

Mártires, Lapsi y Traditores (Padre Santiago Martín)


Duración 7:35 minutos


"Hay épocas en las que un hombre honrado sólo puede estar en la cárcel" (Aleksandr Solzhenitsyn)

AL ISLAM LE FALTAN DOS COSAS׃ FILIACIÓN DIVINA Y LIBERTAD (Eulogio López, director de Hispanidad)


Duración 1:50 minutos

Europa, si no es cristiana, será musulmana (Padre Santiago Martín)


Duración 4:52 minutos

lunes, 18 de julio de 2016

Cardenal Sarah׃ «La ideología de género es destructiva» [Incluye conferencia dada en Ávila]

Duración 2:27 minutos

En este corto vídeo se hace referencia a la Conferencia que tuvo lugar en la Universidad Católica de Ávila, UCAV, el 24 de mayo de este año y que lleva por título : Teoría de género: sus repercusiones.

En ella el cardenal Sarah ha señalado a la ONU (a través de la OMS) y a la UE como promotores de la Ideología de género para implantarla en la Sociedad Mundial por medio de la legislación. Los países que se niegan a adherirse a esta ideología son castigados y penalizados en ayudas al desarrollo.

Hay que luchar contra estas leyes que van en contra de la naturaleza y de la enseñanza de Dios: todos, no solo los cristianos. El cardenal Sarah está convencido de la existencia de un plan para acabar con el matrimonio y la familia y, por consiguiente, con la humanidad.

El futuro de la sociedad humana está basado en el concepto tradicional de la familia, donde la mujer y el hombre se complementan mutuamente.

[El que disponga de tiempo suficiente, aunque lo haga en varias sentadas, puede ver y escuchar dicha conferencia o bien directamente en el blog o bien haciendo clic aquí.]

DURACIÓN 1:40:22

Súplica al Papa (versión corta en español)

Coloco aquí el vídeo, en su versión corta, traducido al español, que se corresponde con la entrada del 15 de Julio, en la que líderes internacionales de la familia y de la vida suplican al papa que termine con la confusión que existe actualmente en la Iglesia con relación a la tan difundida exhortación apostólica Amoris Laetitia.

Duración 4:50 minutos


Puede verse también aquí:

Duración 3:40 minutos

Alicia en el país de Amoris Laetitia (Anna M. Silvas) (1 de 3)


Para leer la parte 2 pinchar aquí 

Artículo tomado de Sandro Magister que reproduzco aquí también, aun cuando ya se encuentra dentro del conjunto de artículos sobre Amoris Laetitia que se encuentra a la derecha del blog. Esto lo hago debido a su especial interés. 

Lacerante crítica - según Sandro Magister- de la exhortación post-sinodal por parte de una estudiosa australiana. "Hemos perdido -dice- todo punto de apoyo y hemos caído, como Alicia, en un universo paralelo, en el que nada es lo que parece ser" 

ROMA, 7 de  junio de 2016 – Ojo a la autora del volumen cuya imagen reproducimos más arriba, primera edición crítica de una obra maestra de San Basilio el Grande, cuyo original en griego se perdió pero que llegó a nosotros gracias a una antigua versión en siríaco confirmada en cinco manuscritos, publicada hace dos años por la histórica editorial Brill, activa en Holanda desde finales del siglo XVII.

La autora es Anna M. Silvas, una de las estudiosas de los Padres de la Iglesia, sobre todo orientales, más celebres del mundo. Pertenece a la Iglesia greco-católica de Rumania y vive en Australia, en Armidale, Nueva Gales del Sur.

Enseña en la Universidad de Nueva Inglaterra y en la Universidad Católica Australiana. Sus principales campos de estudio son los Padres de la Capadocia: Basilio, Gregorio Nacianceno, Gregorio de Nisa, el desarrollo del monaquismo, el ascetismo femenino en el primer cristianismo y en la Edad Media.

También imparte cursos sobre el matrimonio, la familia y la sexualidad en la tradición católica en el Instituto Pontificio Juan Pablo II para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia de Melbourne.

Lo que sigue es su comentario a la exhortación apostólica post-sinodal "Amoris laetitia", pronunciado ante un gran público, con obispos y sacerdotes, y publicado posteriormente en el sitio internet de la parroquia del Beato John Henry Newman de Caulfield North, cerca de Melbourne:  Some Concerns about "Amoris Laetitia"

El texto original  está enriquecido por algunas notas a pie de página y un epílogo con un pasaje de San Basilio, aquí omitidos.

Pero no digamos nada más. El comentario de Anna M. Silvas es de obligada lectura. Brillante, agudo, competente, franco. Un ejemplo luminoso de esa "parresia" que es un deber de todo bautizado.

__________


Algunas cuestiones sobre "Amoris laetitia"

por Anna M. Silvas

En esta presentación me gustaría subrayar algunas de las cuestiones que más me preocupan acerca de "Amoris laetitia". Estas reflexiones están divididas en tres secciones. La primera parte explicará a grandes rasgos las preocupaciones generales; la segunda se centrará en el ya tristemente famoso capítulo ocho; la tercera tratará sobre algunas de las implicaciones que "Amoris laetitia" tiene para los sacerdotes y el catolicismo.

Soy consciente de que "Amoris laetitia", al ser una exhortación apostólica, no goza del rasgo de infalibilidad. Sin embargo, es un documento del magisterio ordinario pontificio y, por lo tanto, hace que la idea de criticarlo, sobre todo doctrinalmente, sea especialmente difícil. Creo que es una situación sin precedentes. Me gustaría que hubiera un gran santo, como San Pablo, San Atanasio, San Bernardo o Santa Catalina de Siena que tuviera la valentía y las credenciales espirituales, como por ejemplo, la capacidad de profetizar la verdad absoluta, para que le dijera la verdad al sucesor de Pedro y le llevara de vuelta a un marco conceptual mejor. En estos momentos parece que la jerarquía de la Iglesia haya entrado en una extraña parálisis. Tal vez esta sea la hora de los profetas, pero de los profetas verdaderos. ¿Dónde están los santos con “nooi", intelectos, purificados por el prolongado contacto con el Dios vivo en la oración y la ascesis, dotados de palabra inspirada, capaces de llevar a cabo una tarea como ésta? ¿Dónde están estas personas?

 PREOCUPACIONES GENERALES

 Grabadas en tablas de piedra por el dedo del Dios vivo (Ex 31,18; 32, 15), las diez "palabras" proclamadas a la humanidad para todas las épocas: "No cometerás adulterio" (Ex 20, 14), y "No codiciarás la mujer de tu prójimo" (Ex 20, 17).

Incluso Nuestro Señor declaró: "Quien repudie a su mujer y se case con otra, comete adulterio contra aquella" (Mc 10, 11).

Y el apóstol Pablo lo repitió: "Por eso, mientras vive el marido, será llamada adúltera si se une a otro hombre" (Rom 7, 3 ).

Como un silencio ensordecedor, el término "ADULTERIO" está totalmente ausente del léxico de "Amoris laetitia". En cambio encontramos algo llamado "uniones irregulares" o "situaciones irregulares", con "irregular" entre comillas como si el autor quisiera mantenerse a distancia.

"Si me amáis, guardaréis mis mandamientos" dice el Señor (Jn 14, 15). Y el Evangelio y las Cartas de Juan repiten esta advertencia del Señor de varias maneras. Esto no significa que nuestra conducta esté justificada por nuestros sentimientos subjetivos, sino que más bien nuestra disposición subjetiva se verifica en nuestra conducta, es decir, en nuestro acto de obediencia. Desgraciadamente, cuando leemos "Amoris laetitia" vemos que también los "MANDAMIENTOS" están del todo ausentes de su léxico, igual que la OBEDIENCIA. En su lugar encontramos algo llamado "ideales", que aparecen repetidamente en todo el documento.

Otra expresión clave que no encuentro en el lenguaje de este documento es "TEMOR DE DIOS". Es decir, ese asombro ante la realidad soberana de Dios que es el principio de la sabiduría, uno de los dones del Espíritu Santo en la Confirmación. Pero este santo temor hace tiempo que ha desaparecido de una amplia parte del discurso católico moderno. Se trata de una expresión semítica que se traduce como "eulabeia" y “eusebia" en griego, o como "pietas" y "religio" en latín, el corazón de una disposición hacia Dios, el espíritu auténtico de la religión.

Otro término del lenguaje que falta en "Amoris laetitia" es el de la SALVACIÓN ETERNA. ¡No hay almas inmortales que anhelan la salvación eterna en este documento! Ciertamente, encontramos "vida eterna" y "eternidad" nombradas en los números 166 y 168 como el aparentemente inevitable "cumplimiento" del destino de un niño, pero sin ninguna alusión a imperativos de gracia y de lucha, es decir, de salvación eterna, que forman parte de este camino. Es como si la propia cultura de fe estuviera formada por los ecos de las palabras que uno oye y cuya ausencia es un chirrido en mis oídos. 

Miremos ahora lo que encontramos en el propio documento.

¿Qué razón hay para un texto tan prolijo, de 260 páginas, más de tres veces la extensión de "Familiaris Consortio"? Esta es, sin duda, una gran descortesía pastoral. Y, sin embargo, el Papa Francisco quiere que se lea "pacientemente parte por parte" (n. 7). Pues bien, algunos de nosotros hemos tenido que hacerlo. Gran parte del texto es aburrido e insustancial. En general, encuentro el discurso del Papa Francisco, no sólo en este caso sino en general, plano y unidimensional. Podría definirlo "superficial" y también "simplista": ninguna hondura bajo palabras santas y verdaderas que nos inviten a lanzarnos a la profundidad.

Una de las características menos agradables de "Amoris laetitia" es la gran cantidad de comentarios bruscos e irritantes del Papa Francisco, frases polémicas que disminuyen mucho el tono del discurso. A veces uno se queda perplejo respecto al fundamento de estos comentarios. Por ejemplo, en la tristemente célebre nota 351, el Papa advierte a los sacerdotes que "el confesionario no debe ser una sala de torturas". ¿Una sala de torturas?

En otro pasaje, en el n. 36, dice: "Con frecuencia presentamos el matrimonio de tal manera que su fin unitivo, el llamado a crecer en el amor y el ideal de ayuda mutua, quedó opacado por un acento casi excluyente en el deber de la procreación”.

Cualquiera que tenga el más mínimo conocimiento del desarrollo de la doctrina sobre el matrimonio sabe que el bien unitivo ha recibido una gran y renovada atención al menos a partir de "Gaudium et Spes", n. 49, con una historia a las espaldas de algunas décadas.

Para mí, estas caricaturas impulsivas e infundadas son indignas de la dignidad y seriedad que debería de tener una Exhortación Apostólica.

En los números 121 y 122 tenemos un ejemplo perfecto de la calidad errática del discurso del Papa Francisco. Tras una descripción inicial del MATRIMONIO como "signo precioso" e "imagen del amor de Dios por nosotros", al cabo de unas líneas esta imagen de Cristo y de su Iglesia se convierte en un "tremendo peso" que es impuesto sobre los cónyuges. El Papa ya ha usado este término, "peso" en el n. 37. Pero, ¿quién espera que haya una inmediata perfección de los esposos? ¿Quién no ha concebido el matrimonio como un proyecto de toda una vida, de crecimiento en lo vivido del sacramento?

El lenguaje del Papa Francisco sobre la emoción y la pasión (números 125, 242, 143 y 145) no se basa en los Padres de la Iglesia o en los maestros de la vida espiritual de la gran Tradición, sino en la mentalidad de los medios de comunicación populares. Su simplista fusión entre eros y deseo sexual en el n. 151 sucumbe a la visión laicista e ignora la "Deus Caritas Est" del Papa Benedicto, inmersa en una exposición meditada del misterio de eros, de agapé y de la Cruz.

Incomoda el ambiguo lenguaje de los números 243 y 246, que hace pensar que el hecho de que sus miembros entren en una unión objetivamente adúltera y sean por lo tanto excluidos de la Santa Comunión sea de alguna manera culpa de la Iglesia, o que es algo de lo que la Iglesia debería pedir perdón. Esta es una idea que permea todo el documento.

Varias veces, durante la lectura de este documento, me he detenido y he pensado: "Hace muchas páginas que no oigo hablar de Cristo". Demasiado a menudo estamos sometidos a extensos pasajes con consejos paternales que podría dar también cualquier periodista laico sin fe, como los que se leen en las páginas del Reader’s Digest, o en uno de esos suplementos sobre estilos de vida que se incluyen en los periódicos del fin de semana.

Es cierto que algunas de las doctrinas de la Iglesia están sólidamente apoyadas, por ejemplo, contra la unión de parejas del mismo sexo (n. 52) y la poligamia (n. 53), la ideología de género (n. 56) y el aborto (n. 84). Hay afirmaciones acerca de la indisolubilidad del matrimonio (n. 63) y su fin procreativo y un apoyo de la "Humanae Vitae" (nn. 68, 83 ), del derecho soberano de los padres a la educación de los propios hijos (n. 84), del derecho de cada niño a una madre y un padre (nn. 172, 175), de la importancia de los padres (nn. 176, 177). De vez en cuando se encuentra un pensamiento poético, como por ejemplo sobre la "mirada" contemplativa de amor entre los esposos (nn. 127-8) o sobre la maduración del buen vino como imagen de la maduración de los cónyuges (n. 135 ).

Pero toda esta laudable doctrina está minada, en mi opinión, por la retórica de conjunto de la exhortación, y por la de todo el pontificado del Papa Francisco. Estas afirmaciones de la doctrina católica son bienvenidas, pero es necesario preguntar: ¿tienen de algún modo más peso que el entusiasmo pasajero y errático del actual titular de la Cátedra de San Pedro? Lo digo muy seriamente. Mi instinto me dice que el siguiente tema amenazado de desmoronamiento es el llamado "matrimonio" entre personas del mismo sexo.

Si es posible construir una justificación acerca de los estados objetivos de adulterio basándose en el reconocimiento de "los elementos constructivos en aquellas situaciones que todavía no corresponden o ya no corresponden a su enseñanza [de la Iglesia] sobre el matrimonio" (n. 292), "cuando la unión alcanza una estabilidad notable mediante un vínculo público, está connotada de afecto profundo, de responsabilidad por la prole" (n. 293) etc., ¿hasta cuándo se podrá aplazar la aplicación del mismo razonamiento a las parejas del mismo sexo? 

Y sí, los niños pueden ser parte de la cuestión, como bien sabemos por la agenda homosexual. El anterior editor del Catecismo católico [el cardenal Christoph Schönborn], a cuya hermenéutica de "Amoris laetitia" como "desarrollo de la doctrina" el Papa nos remite, parece estar "evolucionando" sobre la potencial "bondad" de las "uniones" del mismo sexo.

(Continúa)