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jueves, 21 de enero de 2016

¿Es posible que tengamos un Papa hereje? (6 de 7)(Juan Andrés de Jorge)




Por lo que parece, y hasta el momento presente, no se puede hablar de herejías formales, propiamente dichas, en el caso del papa Francisco. Y, sin embargo, aunque aún no ha cumplido los tres años en su Pontificado son ya tantísimas las expresiones papales, bien sea en entrevistas, homilías, exhortaciones apostólicas, etc, ..., que tenemos suficiente material como para formarnos una opinión, bastante objetiva, a mi entender, acerca de la ortodoxia del santo Padre.


Los artículos de las dos anteriores entradas titulados Dos Iglesias, un Papa (de un colaborador de Adelante la Fe) y  Francisco I, el insuperable  del Denzinger-Bergoglio, son lo bastante objetivos como para darnos cuenta de la grave situación en la que se encuentra actualmente la Iglesia.


Lo que queda absolutamente claro, entre otras muchas más cosas,  es que a nuestro Papa no le gusta ni la Tradición ni los tradicionalistas, a quienes llama, además, fundamentalistas ... cuyo único pecado ha consistido en intentar vivir conforme al sentir y al pensar de la Iglesia de siempre, de esa Iglesia que fue fundada por Jesucristo, la única Iglesia verdadera, aquella que no cambia y fuera de la cual no hay salvación ... ¡increíble, pero cierto!


El Denzinger-Bergoglio está realizando un estudio a fondo de los diferentes dichos del Papa Francisco, contrastándolos con el Magisterio de la Iglesia de siempre. Dicho sea de paso, se trata de una labor ingente y meritoria y, sobre todo, necesaria, en estos tiempos de confusión. De dicha página web entresacaré algunas frases del Papá y haré un breve comentario a cada una. Son  tan solo un botón de muestra para indicarnos por dónde van los tiros; y a qué debemos atenernos, si queremos mantenernos en el seno de la verdadera Iglesia.


Francisco: Si uno no peca, no es hombre ... Sin embargo, Jesucristo, que es perfecto hombre, uno de nosotros, no conoció el pecado: "¿Quién de vosotros puede acusarme de pecado?" (Jn 8, 46). El pecado no es "lo propio" del hombre, sino algo postizo, un añadido, consecuencia del mal uso de su libertad (CIC 396). Dios no creo al hombre en estado de pecado. Y, sin haber pecado, era hombre. Todos los males que padecemos son consecuencia de ese primer pecado original. El hombre, al pecar, no dejó de ser hombre. Pero el pecado no lo constituía como hombre, sino que lo disminuyó en su humanidad. Por eso los mejores representantes de la raza humana, "los más hombres", son los santos. El pecado no es necesario para ser hombre. 

Francisco: El verdadero Islam y una adecuada interpretacióndel Corán se oponen a toda violenciaEl Corán es un libro profético de paz. Sin embargo, según Santo Tomás de Aquino, exigir la concordia por coacción, bajo el temor, no entraña la paz. La actual persecución de los cristianos en países musulmanes es buena prueba de ello. Y el propio Corán dice en la Sura 2, 191   hablando de los infieles, es decir, de los que no creen en Allah: "Matadles dondequiera que los encontréis y expulsadles de donde os hubieran expulsado"

Francisco: "Los que son cristianos, con la Biblia, y los que son musulmanes con el Corán, con la fe que recibisteis de vuestros padres, que siempre os ayudará a seguir adelante. Compartir incluso la propia fe, pues Dios es uno solo: el mismo".  Y, sin embargo, "Hay un sólo Dios verdadero: el Dios Uno y Trino" (Concilio de Florencia; XVII Ecuménico). "El único Dios verdadero es Trinidad" (San Agustín de Hipona). El Dios de los cristianos, revelado en Jesucristo, tiene muy poco que ver con el Dios de los musulmanes.


Francisco: "La tendencia que subraya el ascetismo, el silencio y la penitencia es una desviación que se ha difundido, incluso, en la Compañía de Jesús" . Sin embargo, Jesús, con frecuencia, se retiraba solo a rezar: "Una vez despedida la gente, subió al monte para orar a solas. Al anochecer estaba Él solo allí" (Mt 14, 23). Y según Pío XI en su encíclica Divini Redemptoris "para vencer el mal que hoy atormenta al mundo, se necesita una cruzada de oración y penitencia" 

Francisco: "¿Por qué sufren los niños? ... No tengáis miedo de desafiar al Señor: ¿Por qué?". Y, sin embargo, hay una respuesta cristiana a esta pregunta: el pecado es la causa de la muerte y de todos los males de la naturaleza humana (Tomás de Aquino). Además, con su Pasión y Muerte, Jesús da un nuevo sentido al sufrimiento, el cual, unido al de Cristo, puede convertirse en medio de purificación y salvación, para nosotros y para los demás (CIC, 314). Y del mayor mal moral, la muerte de su Hijo, Dios ha sacado el mayor de los bienes, la glorificación de Cristo y nuestra Redención (CIC, 57-58)

Francisco: El proselitismo es una solemne tontería y, sin embargo, el apóstol Pablo habla de que la evangelización es una necesidad imperiosa: "¡Ay de mí si no predicara el Evangelio" (1 Cor 9, 16). Según el Papa Gregorio XVI "la mera rectitud, apartada de la Iglesia, no basta para alcanzar la salvación"

Francisco: [Cuando vio la hoz y el martillo con el Cristo encima que le regaló el Presidente Evo Morales]  (…) se puede catalogar como del género de arte protesta (…) Para mí no ha sido una ofensa. (...) Ese objeto ahora lo traigo conmigo, viene conmigo ... Y, sin embargo, el comunismo es completamente incompatible con los dogmas de la Iglesia, es intrínsecamente malo (Pío XI) y los socialistas tergiversan el Evangelio para engañar (Leon XIII). Nada de esto dice Su Santidad.

Francisco: "Cuando vosotros enseñáis a vuestros hijos quién es Jesús, para qué vino Jesús, qué hizo por nosotros Jesús, hacéis lo mismo, tanto en lengua luterana como en lengua católica, pero es lo mismo". (Visita a la Iglesia luterana de Roma) ... Y, sin embargo, según Santo Tomás de Aquino, en su infidelidad, los herejes, que profesan la fe del Evangelio y la rechazan corrompiéndola, pecan más gravemente que los judíos que nunca la recibieron (Sum Th, II-II, q.10, a.6) ... Luego no es lo mismo ser católico que ser protestante. Hay diferencias esenciales entre ellos, que el Papa debería conocer y dar a conocer -dar doctrina- sin hacer uso de un lenguaje ambiguo. El padre Lucas Prados nos señala muy bien la diferencia entre un sacerdote católico y un pastor protestante: ¡No es lo mismo! ... aunque lo diga el Papa. Ha aparecido libro de oración común católico-protestante ensalzando a Lutero y la Reforma aprobado por un dicasterio curial encabezado por el cardenal Kurt Koch, Presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos. Y el no va más es la siguiente noticia dada por el vaticanista Sandro Magister: Luteranos reciben la comunión durante una misa en el Vaticano, que es ciertamente escandalosa. Según Monseñor Brunero Gherardini tal intercomunión entre católicos y protestantes es imposible: "Es su rechazo a los sacramentos y a la teología de la transubstanciación y de la presencia sustancial, lo que vuelve ilícito e insensato toda communicatio in sacris con los Católicos" ... ¡Y es que no es lo mismo creer que Jesucristo está real y verdaderamente presente en la Eucaristía que no creerlo! Esto es de sentido común ... Además, la presencia real de Cristo en la Eucaristía es un dogma de fe ... y no puede someterse a discusión.

Francisco: "Un cristiano restauracionista, legalista, que lo quiere todo claro y seguro, no va a encontrar nada. La tradición y la memoria del pasado tienen que ayudarnos a reunir el valor necesario para abrir espacios nuevos a Dios. Aquel que hoy buscase siempre soluciones disciplinares, el que tienda a la “seguridad” doctrinal de modo exagerado, el que busca obstinadamente recuperar el pasado perdido, posee una visión estática e involutiva. Y así la fe se convierte en una ideología entre tantas otras". (Entrevista com Antonio Spadaro s.j., 19 de agosto de 2013). Ahora bien: Según el autor de la carta a los hebreos  "la fe es seguridad  de las cosas que se esperan" (Heb 11,1). Sin esa seguridad, ¿cómo sería posible el martirio de aquellos cristianos que mueren antes de renegar de su fe?

Francisco:  "Por su “aventura”, probablemente también Jesús tuvo que pedir disculpas a sus padres. El Evangelio no lo dice, pero creo que lo podemos suponer". (refriéndose a los tres días que se quedó perdido en el Templo). Pero "en Él no hay pecado" (1 Jn 3, 5). Pedir disculpas supone reconocer que algo se ha hecho mal. Pero Jesús era Dios y nada malo podía hacer. No se disculpa sino que les dice: "Por qué me buscábais? ¿No sabíais que debo ocuparme de las cosas de mi Padre?" (Lc 2, 49) 


Francisco: "Todos nosotros nos encontraremos allá arriba, todos. Es hermoso, da fuerza al alma". Y, sin embargo, dice Jesús: "Si quieres entrar en la Vida eterna, cumple los Mandamientos" (Mt 19,17). Pues aunque "todos fueron redimidos, no todos acceden a la redención"


Francisco: "Las almas aniquiladas no serán parte de este banquete; con la muerte del cuerpo su viaje se acaba y esta es la motivación de la Iglesia misionaria: salvar a las almas perdidas". Y, sin embargo, "el alma es inmortal y afirmar lo contrario es arruinar la fe" (V Concilio de Letrán). "El alma espiritual e inmortal es directamente creada por Dios. Los cuerpos se unirán al alma inmortal" (Catecismo de la Iglesia Católica). "El castigo eterno espera al pecador y a los que tienen fe, la luz de Cristo" (Congregación para la Doctrina de la Fe)


Francisco: Muchas veces pienso en la Virgen, cuando le dieron el cuerpo muerto de su Hijo, tan destrozado, escupido, ensangrentado, sucio. ¿Qué hizo la Virgen? ¿Lleváoslo? No, lo abrazó, lo acarició. Tampoco la Virgen lo entendía. Porque, en aquel momento, se acordaría de lo que el Ángel le había dicho: Será Rey, será grande, será profeta, y dentro de sí, con aquel cuerpo −tan herido, que había sufrido tanto antes de morir− en sus brazos, por dentro seguramente tendría ganas de decir al Ángel: ¡Mentiroso! ¡Me has engañado! (Encuentro con niños gravemente enfermos, 30 de mayo de 2015). 


Sin embargo no es eso lo que se desprende de la lectura atenta y meditada del Evangelio, cuando María se entrega completamente a la voluntad de Dios, después del saludo del Arcángel Gabriel anunciándole que iba a ser la Madre del Mesías esperado. Su respuesta fue inmediata: "He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí según tu palabra" (Lc 1, 38). Y cuando algo no entendía "lo guardaba en su corazón" (Lc 2, 19) como, por ejemplo, cuando el anciano Simeón le anunció que su Hijo sería "signo de contradicción" (Lc 2, 34) y que a ella "una espada le atravesaría el alma" (Lc 2, 35). En ningún momento, la llena de gracia se rebeló contra Dios (¡no hubiera sido la llena de gracia!), ni se sintió defraudada porque conocía muy bien el Antiguo Testamento y sabía que "los pensamientos de Dios no son como los de los hombres" (Is 55,8).  En este punto, el santo Padre se acerca muy peligrosamente a la herejía, pues afirma, aunque no con estas palabras exactamente, que María cometió pecado, al rebelarse contra Dios (digo que se acerca porque no está hablando "ex cathedra", sino que -y por eso dice "seguramente"- eso ha sido lo que a él le ha parecido). En mi opinión, y en el mejor de los casos, denota una grave imprudencia.


Francisco:Dispongo por lo tanto que se modifique la rúbrica en la que las personas elegidas para el lavatorio de los pies deban ser hombres o muchachos, de manera que, a partir de ahora, los Pastores de la Iglesia puedan elegir a los participantes en el rito entre todos los miembros del Pueblo de Dios.” Bueno, Jesús elegió a doce apóstoles, varones. Y a ellos les lavó los pies en la noche de la última cena. No se los lavó a la Magdalena ni a las santas mujeres. Por algo sería. Desde el primer Papa hasta el día de hoy, para conmemorar aquel día, el lavatorio de los pies ha sido siempre a hombres. ¿Y acaso discriminaba Jesús a las mujeres? No deja de ser algo rara esta disposición. Y, desde luego, consigue llamar la atención, si es eso lo que se propone. Puede leerse el comentario del Denzinger-Bergoglio para más detalles.


FranciscoJamás he sido de derechas. Fue mi forma autoritaria de tomar decisiones la que me creó problemas. (Entrevista con Antonio Spadaro s.j., 19 de agosto de 2013). ¿Ha sido de izquierdas, entonces ... al igual que socialistas y comunistas? No, eso él no lo ha dicho. ¿Qué entiende el Papa por ser de derechas? Y nos quedamos sumidos en la incertidumbre ... aunque su forma autoritaria de tomar decisiones, como él mismo ha dicho, la sigue manteniendo, como hemos podido ver en los caso de los Franciscanos de la Inmaculada y de Monseñor Liviéres, por poner algún ejemplo.


En fin, no acabaríamos nunca. Lo que sí queda claro es que estamos atravesando una grave crisis en el seno de la Iglesia y que no vislumbramos todavía sus dimensiones: sólo vemos la punta del icerberg. Yo he señalado sólo algunas de las expresiones papales que me han llamado la atención. El Denzinger-Bergoglio responde con detalle y de un modo más exhaustivo a una lista de inquietudes mucho mayor de la que yo he escrito aquí, a modo de ejemplo ... ¡Mirénlas! ... ¡Y eso que no están todas!


En la siguiente entrada procuraré dar una explicación acerca de la conclusión a la que he llegado, después del estudio llevado a cabo. No se trata de un estudio exhaustivo, ciertamente, pero -a mi parecer- es suficiente como para hacerse cargo de que no estamos, precisamente, en una primavera eclesial, sino más bien en un "invierno eclesial" (título de un libro del padre Alfonso Gálvez que puede descargarse aquí). 

(Continuará)

La herejía no es lo único que ofende a la fe católica (Roberto de Mattei)

Siguiendo con el hilo argumental de esta serie de entradas, que es el relativo a las posibles herejías del papa Francisco, copio a renglón seguido parte de un artículo de Roberto de Mattei, titulado "La herejía no es lo único que ofende a la fe católica"


En una larga entrevista publicada el 30 de diciembre pasado en el semanario alemán Die Zeit, el cardenal Gerhard Ludwig Müller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, plantea una cuestión de palpitante actualidad. Cuando la entrevistadora pregunta al Prefecto qué piensa de los católicos que atacan al Papa calificándolo de hereje, responde: «Tengo que disentir, y no sólo por mi cargo, sino por convicción personal. Según la definición teológica, hereje es el católico que niega obstinadamente una verdad revelada que, como tal, la Iglesia exige creer. Otra cosa muy diferente es que quienes están oficialmente encargados de enseñar la fe se expliquen a veces de un modo desafortunado, capcioso o vago. El magisterio del Papa y de los obispos no es superior a la Palabra de Dios, sino que está a su servicio. (…) Por otra parte, los pronunciamientos pontificios tienen un carácter vinculante que puede ser muy variado, desde una decisión definitiva pronunciada ex cathedra hasta una homilía que sirve por el contrario para la profundización espiritual».

Hoy en día se tiende a caer en una simplista dicotomía entre herejía y ortodoxia. Las palabras de monseñor Müller nos recuerdan que entre el blanco (la plena ortodoxia) y el negro (una herejía declarada) hay una zona gris que los teólogos han explorado con precisión.

Hay proposiciones doctrinales que, sin llegar a ser explícitamente heréticas, están condenadas por la Iglesia con una calificación teológica proporcional a la gravedad y a la medida en que se aleje de la doctrina católica.(...) Las censuras teológicas (no confundir con las censuras o penas eclesiásticas) expresan el juicio negativo de la Iglesia sobre una expresión, una opinión o una doctrina teológica en su totalidad. (...)

El diccionario de teología dogmática del cardenal Pietro Parente y monseñor Antonio Piolanti resume la doctrina con estas palabras: «Las fórmulas de censura pueden ser muy variadas dentro de una gradación que va de un mínimo a un máximo. Se pueden clasificar en tres categorías.

Primera categoría: con respecto al contenido doctrinal, una proposición se puede clasificar de:

(a) Herética, si se opone abiertamente a una verdad de fe definida como tal por la Iglesia; dependiendo de su mayor o menor oposición puede clasificarse como próxima a la herejía, que sabe a herejía.
(b) Errónea según la fe, si se opone a una conclusión teológica grave, que deriva de una verdad revelada y de un principio de razón; si se opone a una simple sentencia común entre los teólogos, la proposición se censura como temeraria.

Segunda categoría: con respecto a algún vicio de forma, por lo cual la proposición se juzga equívoca, dudosa, capciosa, sospechosa, malsonante, etc., aunque no contradiga verdad de fe alguna desde el punto de vista doctrinal.

Tercera categoría: con respecto a los efectos que puede tener según las circunstancias particulares de tiempo y de lugar, aunque no sea errónea ni en el contenido ni en la forma. En tal caso, la proposición es censurada como perversa, viciosa, escandalosa, peligrosa, que puede engañar a los sencillos»

En todos estos casos, la verdad católica carece de integridad doctrinal o se expresa de modo imperfecto e impropio. Esta precisión para calificar los errores se desarrolló ante todo entre los siglos XVII y XVIII, cuando la Iglesia tuvo que afrontar la primera herejía que se esforzó por mantenerse interna: el Jansenismo. La estrategia de los jansenistas, como también más tarde la de los modernistas, consistía en proclamar constantemente su plena ortodoxia a pesar de las reiteradas condenas. A fin de evitar la acusación de herejía, se las ingeniaron para encontrar fórmulas de fe y de moral ambiguas y equívocas que se opusieran de frente a la fe católica y le permitieran permanecer en la Iglesia (...)

El papa Clemente XI, en la bula Unigenitus Dei Filius del 8 de septiembre de 1713, censuró 101 proposiciones del libro Reflexiones morales del teólogo jansenista Pascasio Quesnel, entre otras con las calificaciones de «falsas, capciosas, malsonantes, ofensivas a los piadosos oídos, escandalosas, perniciosas, temerarias, injuriosas a la Iglesia y a su práctica, y que saben a herejía misma, que además favorecen a los herejes y a las herejías y también al cisma, erróneas y próximas a la herejía» (Denz.- 1451).

(...) Un análisis de la Relatio final del Sínodo de los Obispos de 2015 realizado según los principios de la teología y la moral católicas, no puede menos que encontrar graves lagunas en el mencionado documento. A muchas de sus proposiciones se les podría dar la calificación de malsonantes, erróneas y otras por el estilo, pero de ninguna se podría decir que es formalmente herética.

En fecha más reciente, el 6 de enero de este año, se ha difundido en todas las redes sociales del mundo un videomensaje del papa Francisco (véase aquí) dedicado al dialogo interreligioso, en el que católicos, budistas, judíos y musulmanes parecen estar situados en un mismo plano, como «hijos de (un mismo) Dios» que cada uno encuentra en su propia religión, en nombre de una común profesión de fe en el amor. Las palabras de Francisco, combinadas con las de los otros protagonistas del video y sobre todo con las imágenes, transmiten un mensaje sincretista que contradice, al menos de forma indirecta, la doctrina de la unicidad e universalidad salvífica de Jesucristo y de la Iglesia, reiteradas en la encíclica Mortalium animos de Pío XI (1928) y en la declaración Dominus Jesu, del entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fede Joseph Ratzinger (6 de agosto de 2000).

Si queremos aplicar, como simples católicos bautizados, las censuras teológicas de la Iglesia a ese video, habremos de definirlo de la siguiente manera:

Inductivo a la herejía en razón del contenido.
Equívoco y capcioso por lo que respecta a la forma.
Escandaloso por lo que respecta a sus efectos en las almas.

El juicio público y oficial compete a las autoridades eclesiásticas, y nadie mejor que el actual prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe tiene atribuciones para expresarse en este sentido. Muchos católicos desconcertados lo piden a voces.

Roberto de Mattei

Dos Iglesias, un Papa (Adelante la Fe)


Otro artículo de especial interés, tambíén relacionado con lo que yo estoy escribiendo acerca de si es posible que estemos ante un Papa hereje. Se me están adelantando en las ideas que pensaba exponer y quiero seguir haciéndolo, pero es que estamos asistiendo a la lógica consecuencia de un proceso de desmoronamiento de la Iglesia que comenzó con el Concilio Vaticano II. El original de este artículo puede leerse pinchando aquí.



Luego de haber visto el escandaloso video del Sumo Pontífice, y junto con el video innumerables actitudes suyas que más que confirmar en la fe hacen dudar a los católicos, no puedo dejar de pensar en este famoso texto del sacerdote argentino p. Meinvielle:

«Como se hayan de cumplir, en esta edad cabalística, las promesas de asistencia del Divino Espíritu a la Iglesia y cómo se haya de verificar el portae inferi non prevalebunt, las puertas del infierno no han de prevalecer, no cabe en la mente humana. Pero así como la Iglesia comenzó siendo una semilla pequeñísima (Mt 13, 32) y se hizo árbol y árbol frondoso, así puede reducirse en su frondosidad y tener una realidad mucho más modesta. Sabemos que el mysterium iniquitatis ya está obrando (2 Tes 2, 7); pero no sabemos los límites de su poder. Sin embargo, no hay dificultad en admitir que la Iglesia de la publicidad pueda ser ganada por el enemigo y convertirse de Iglesia Católica en Iglesia gnóstica. Puede haber dos Iglesias, con obispos, sacerdotes y teólogos publicitados, y aun con un Pontífice de actitudes ambiguas; y otra, Iglesia del silencio, con un Papa fiel a Jesucristo en su enseñanza y con algunos sacerdotes, obispos y fieles que le sean adictos, esparcidos como “pusillus grex” por toda la tierra. Esta segunda sería la Iglesia de las promesas, y no aquella primera, que pudiera defeccionar. Un mismo Papa presidiría ambas Iglesias, que aparente y exteriormente no sería sino una. El Papa, con sus actitudes ambiguas, daría pie para mantener el equívoco. Porque, por una parte, profesando una doctrina intachable sería cabeza de la Iglesia de las Promesas. Por otra parte, produciendo hechos equívocos y aun reprobables, aparecería como alentando la subversión y manteniendo la Iglesia gnóstica de la Publicidad.»

Meinvielle, De la cábala al progresismo, Editorial Calchaquí, 1970, Salta, p. 461 – 462.

Aunque algunos tildaron esta afirmación de falsa eclesiología y de incluso de “síntoma de arrogancia”, la verdad es que estas palabras, escritas en 1970, fueron proféticas.


Lo primero que debe observarse es que esta actitud de confusión no ha comenzado con Francisco, sino que viene desde hace muchos años. Este video no lo podría haber realizado el Sumo Pontífice reinante si no hubiese existido el Asís I y el II bajo el pontificado de Juan Pablo II y el Asís III bajo Benedicto XVI, donde ya se había colocado a la religión verdadera al lado de cualquier esperpento, bajo la capa de “pluralismo religioso”.

Tampoco este video podría haberse realizado si la Iglesia hubiese actuado con rapidez frente a los errores, por ejemplo, de Karl Rahner, en donde desalentaba la predicación misionera como consecuencia de aplicar su famoso “cristianismo anónimo”, por querer conciliar la doctrina tradicional con la filosofía contemporánea (Kant – Hegel – Heidegger). Y Rahner no está condenado, ni por Juan XXIII, ni por el Pablo VI, ni por Juan Pablo II, ni por Benedicto XVI. No sólo no está condenado, sino que sus discípulos fueron promovidos por los supuestos Papas santos anteriormente nombrados a las principales cátedras universitarias y a las principales sedes episcopales del mundo.

Por lo tanto, el Papa Francisco es el último colofón de un estado de descomposición de la Iglesia jerárquica que no ha comenzado hoy, sino que ahora se nota más palmariamente.

A pesar de todo, el Papa no puede defeccionar en la doctrina, esto es, en el anuncio de la verdad católica en los documentos magisteriales (por ejemplo, la encíclica Lumen Fidei, no la exhortación apostólica Evangelii Gaudium, que es un discurso parenético, y que no creo que se lo pueda considerar parte del Magisterio). 

Sólo con sus hechos, esto es, con sus videos, con su modo de gobierno (por ejemplo, al desdibujar la indisolubilidad del matrimonio con el Motu Proprio Mitis Iudex) e incluso con sus gestos y palabras equívocos puede alentar la subversión. Esto es lo que está definido en el Concilio Vaticano por inspiración divina, y no por falsa hidrocefalia. El mito a desmontar es la impecabilidad de los Sumos Pontífices, y su canonización inmediata. O darle a su palabra más autoridad de la que tiene, como el darle a su palabra sobre el cambio climático en la encíclica Laudato Sì la misma autoridad que al juicio moral sobre el aborto, o al parangonarla con la histórica encíclica Rerum Novarum, de León XIII… 

Aun así, los Papas nombrados no han errado en materia doctrinal, esto es, cuando han hablado como Sumo Pontífice, en materia de fe y moral, con intención de definir, y para toda la Iglesia. No han cometido herejía, que es lo que no pueden. Pero no sólo se ataca la fe cometiendo herejías.

Nosotros debemos seguir perteneciendo a la Iglesia de las promesas, las que realizó Jesucristo y los Apóstoles, y no Rahner, Francisco o los modernistas. Debemos seguir rezando y haciendo penitencia por la confusión que están generando los malos Pastores. Y debemos seguir gritando como en el desierto, como san Juan Bautista. ¡Es imposible permanecer callados! De otro modo, nuestro silencio ya se transformaría en complicidad.

Fr. Esteban Kriegerisch, op.

miércoles, 20 de enero de 2016

Francisco I, el insuperable (Denzinger-Bergoglio)


Coloco aquí este artículo porque está íntimamente relacionado con el conjunto de entradas de este blog de título genérico: ¿Es posible que tengamos un Papa hereje?
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Original aquí


Una reciente homilía de Francisco en Casa Santa Marta está dando mucho que hablar. En ella, por lo menos así suena, se hace una censura hacia aquellos que se obstinan en seguir las enseñanzas eternas de la Iglesia:

“Los cristianos obstinados en el ‘siempre se ha hecho así’, ‘éste es el camino’, ‘ésta es la senda’, pecan: pecan de adivinación. Es como si fueran a ver a una adivina: ‘Es más importante lo que se ha dicho y que no cambia; lo que siento yo – por mi parte y de mi corazón cerrado – que la Palabra del Señor’. También es un pecado de idolatría la obstinación: el cristiano que se obstina, ¡peca! Peca de idolatría. ‘¿Y cuál es el camino, Padre?’: abrir el corazón al Espíritu Santo, discernir cuál es la voluntad de Dios”. (Misa en Santa Marta, 18 de enero de 2016)

Podemos escucharlo en este corto vídeo de un minuto

Día a día Francisco no deja de sorprendernos. No es fácil saber si es que es mal asesorado o, quizá, él mismo está aquejado de la obstinación de la que acusa a otros con su deseo de transformar la Iglesia de Jesucristo en algo diferente. Es una verdadera pertinacia. Afirma él que no acompaña la situación del mundo a no ser por el periódico de su querido amigo ateo Eugenio Scalfari.

¿Pero es que ningún asesor le está informando de los revuelos que se cuecen en todo el mundo por cada palabra que sale de su boca? ¿O será que realmente, como buen jesuita, todas sus palabras son bien calculadas para hacer el lío que se propuso al asumir su cargo? Todo esto es un misterio y llama la atención que nadie se lo pregunte… aunque ya sabemos la respuesta: “yo soy como soy y no puedo cambiar”.

¿Y cómo es Francisco? Pues dada su formación populista le gusta “mandar por el bien común” — ¡dudoso bien común! — aunque los demás le digan que eso es más propio de dictador castro-chavista. No le importa. Como Maduro, Cristina o Raúl Castro, con una simple sonrisa o un gesto demagógico demuestra que el supuesto bien popular está por encima del bien privado. Y si es necesario expropiar todo un país para llevar adelante una revolución popular, pues Francisco no duda en hacer lo mismo a nivel eclesial, expropiando la ley de Dios a su antojo, ignorando de un plumazo dos milenios de historia, transformando los fundamentos de la Tradición, de la fe, del dogma y hasta las interpretaciones bíblicas según su peculiar punto de vista

Basta una mirada a nuestros 122 estudios para confirmar esto. Así llega a crear un Dios a su gusto, amigo de todos y cuyo fundamento primario, por encima de la Verdad y del Bien, sería algo que él llama de “misericordia”, muletilla que le vale para disculpar lo que antiguamente se llamaba “pecado”. Bueno, es que además el concepto de pecado parece ser trasladado a un nuevo ámbito. Pecados son sólo la corrupción política, la falta de su peculiar concepto de fraternidad, levantar muros o no cuidar con todo el celo la casa común. 

De esta manera, va gestándose para algunos la idea de que Francisco, cuál profeta mesiánico, descubre al mundo un nuevo Dios que hasta el momento estaba oculto. Para ellos, Francisco, después de dos mil años de tinieblas, representa el verdadero concepto de misericordia, de caridad, de amor. 

Pero no piense el lector que esto va dirigido apenas para los católicos, pobres ignorantes que han sido engañados por 265 papas. No. La misión profética de Francisco es global. Su deseo es liderar la paz mundial y ser aclamado como el hombre que consiguió abrir los ojos a todos los hombres de que, por detrás de todas las realidades religiosas, existe algo mayor: todos somos hermanos y todos somos “hijos de Dios”. Llámese Cristo, Buda o Alá, no importa. Lo fundamental es que todos comprendan que las diferencias son apenas de interpretación y que, sin saberlo, todos buscábamos lo mismo. Pero, ¿y los ateos? También para estos Francisco trae un mensaje: siga su conciencia, pues Dios está dentro de cada uno

En definitiva, para los que se creen esto, Francisco habrá conseguido realizar el sueño de tanta gente de buena voluntad: al final todo es lo mismo y todos se salvan. El Infierno, el pecado, la moral, el dogma, la ley, son cosas de “obstinados idólatras” que deben desaparecer

Y si para algunos el Concilio Vaticano II representó “el año 0” de la Iglesia Católica, ahora para otros Francisco sería el papa número 1 de una nueva Iglesia y sólo él, después de 265 papas, ha sido capaz de “abrir el corazón al Espíritu Santo y discernir cuál es la voluntad de Dios”.

Habíamos terminado estas consideraciones cuando en nuestra página llegamos a los 59 papas que contestan las doctrinas de Francisco. Como botón de muestra a estas consideraciones sobre la “obstinación idolátrica” citemos tres del postconcilio, a los que nada pueden objetar los seguidores del “año 0”:

Pablo VI
“Podemos entonces comprender por qué la Iglesia católica, ayer y hoy, da tanta importancia a la rigurosa conservaciónde la Revelación auténtica, y la considera como un tesoro inviolable, y tiene una conciencia tan severa de su deber fundamental de defender y de transmitir en términos inequívocos la doctrina de la fe; la ortodoxia es su primera preocupación; el magisterio pastoral su función primaria y providencial; la enseñanza apostólica fija de hecho los cánones de su predicación; y la consigna del Apóstol Pablo, Depositum custodi [Custodia el depósito] (1 Timoteo 6,20; 2 Timoteo 1,14), constituye para ella un compromiso tal, que sería una traición violar. La Iglesia maestra no inventa su doctrina; ella es testigo, es custodia, es intérprete, es medio; y, para cuanto se refiere a las verdades propias del mensaje cristiano, ella se puede decir conservadora, intransigente; y a quien le solicita que vuelva su fe más fácil, más relativa a los gustos de la cambiante mentalidad de los tiempos, responde con los Apóstoles: Non possumus, no podemos (Hechos de los Apóstoles 4,20)”. (Pablo VI, Audiencia General del 19 de enero de 1972)

Juan Pablo II
"El Romano Pontífice tiene la potestad sagrada de enseñar la verdad del Evangelio, administrar los sacramentos y gobernar pastoralmente la Iglesia en nombre y con la autoridad de Cristo, pero esa potestad no incluye en sí misma ningún poder sobre la ley divina, natural o positiva". (Juan Pablo II, discurso a los Prelados auditores de la Rota Romana, 21 de enero de 2000)

Benedicto XVI
El poder conferido por Cristo a Pedro y a sus sucesores es, en sentido absoluto, un mandato para servir. La potestad de enseñar, en la Iglesia, implica un compromiso al servicio de la obediencia a la fe. El Papa no es un soberano absoluto, cuyo pensamiento y voluntad son ley. Al contrario: el ministerio del Papa es garantía de la obediencia a Cristo y a su Palabra. No debe proclamar sus propias ideas, sino vincularse constantemente a sí mismo y la Iglesia a la obediencia a la Palabra de Dios, frente a todos los intentos de adaptación y alteración, así como frente a todo oportunismo. Así lo hizo el Papa Juan Pablo II, cuando, ante todos los intentos, aparentemente benévolos con respecto al hombre, frente a las interpretaciones erróneas de la libertad, destacó de modo inequívoco la inviolabilidad del ser humano, la inviolabilidad de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural. La libertad de matar no es una verdadera libertad, sino una tiranía que reduce al ser humano a la esclavitud. El Papa es consciente de que, en sus grandes decisiones, está unido a la gran comunidad de la fe de todos los tiempos, a las interpretaciones vinculantes surgidas a lo largo del camino de peregrinación de la Iglesia. Así, su poder no está por encima, sino al servicio de la palabra de Dios, y tiene la responsabilidad de hacer que esta Palabransiga estando presente en su grandeza y resonando en su pureza, de modo que no la alteren los continuos cambios de las modas. (Benedicto XVI, Homilía en San Juan de Letrán, 7 de mayo de 2005)

Para ver todos los demás papas, entra en la foto abajo:


Nunca la Iglesia estuvo en una situación semejante. Quizá es que alguien debe explicar a Francisco sus atribuciones si es que no era su deber como miembro del Sacro Colegio conocerlas antes. Ya no es aquel arzobispo de Buenos Aires, lugar donde hacía y deshacía como quería sin afectar a la catolicidad de la Iglesia. Ahora no puede actuar como si fuese el dueño del Cuerpo Místico de Cristo, tal como un líder sectario bolivariano que va expropiando a su antojo, dictando leyes sin sentido y dejándose idolatrar por el inconsciente colectivo que bailotea a su alrededor.

Dijo entonces Pedro: Señor, ¿a quién diriges esta parábola a nosotros o a todos?  El Señor contestó: Quién es, pues, el administrador fiel y sensato, a quien el Señor pondría al frente de sus criados, para darles la ración de trigo a su debido tiempo? Dichoso aquel criado a quien su señor, al volver, lo encuentra haciéndolo así. De verdad os digo: lo pondrá al frente de todos sus bienes. Pero si aquel criado dijera para sí: Mi señor está tardando en llegar, y se pusiera a pegar a los criados y a las criadas, a comer y a beber y a embriagarse, llegará el señor de ese criado el día que menos lo espera y a la hora en que menos lo piensa, lo partirá en dos y le asignará la misma suerte que a los desleales. (Lc. 12, 41-46)

Todos los partidos que nos pueden representar tienen algo en común: son cristófobos (Eulogio López)


PSOE-PODEMOS. ¿PROGRESISTAS O COMUNISTAS?

1:37 minutos

Interesante también la entrada de Eulogio López, relacionada con este mismo tema que se puede encontrar pinchando aquí

martes, 19 de enero de 2016

¿Es posible que tengamos un Papa hereje? (5 de 7)(Juan Andrés de Jorge)



Hay otro asunto relacionado con este tema del sincretismo religioso, que no podemos pasar por alto. Es el que se refiere a la relación entre judíos y cristianos. El 10 de Diciembre de 2015, en el 50 aniversario de la Declaración  Nostra Aetate de Pablo VI, la Comisión para las relaciones religiosas con el Judaísmo escribió un artículo en la página web del Vaticano, titulado "Los dones y la llamada de Dios son irrevocables" (Rom 11, 29) en relación con el artículo 4 de esta Declaración. Dicho escrito lo firmaron el Cardenal Kurt Koch (Presidente), Mons. Brian Farrell (Vicepresidente) y el Padre Norbert J. Hofmann (Secretario).

Cierto que se indica claramente en dicho escrito que no se trata de ningún documento magisterial. No obstante, ni siquiera habría tenido por qué aparecer en la página web del Vaticano pues, además de que es contradictorio, afirmando cosas diferentes en diferentes párrafos, es también causa de confusión en muchos fieles católicos. Y aunque no viene firmado por el papa Francisco, no cabe duda de que ha sido escrito con su aquiescencia. De lo contrario, no se habría publicado.

Para quien esté interesado en este tema concreto he seleccionado algunos artículos que me han parecido bastante rigurosos y que considero de particular interés. Entre ellos el del padre Iraburu, "Judaísmo y Cristianismo" , quien cita a su vez el de Jorge Soley de título "El polémico documento sobre el diálogo entre judíos y cristianos" . De este último señalo tres comentarios, que me han parecido oportunos, uno del propio Iraburu, otro de Luis Fernado Pérez Bustamante, director de Infocatólica y un tercero de Daniel Iglesias, colaborador de Infocatólica. Son éstos:

1. José María Iraburu

Yo creo, Jorge, que cuando das de comer a tus seis hijos no les das comida sana, pero que contiene elementos venenosos, aunque les avises: "cuidado con estos puntitos rojos y apartadlos: son veneno". Papá y mamá dais de comer a vuestros hijos sólo, única y exclusivamente alimentos sanos.


Los diversos organismos de la Iglesia, en este caso una Comisión presidida por el Card. Koch, difunden oficialmente un documento en el que hay grandes verdades de la fe, pero también enormes errores contra ella; aunque en otros puntos sean contradichos. Este proceder me parece reprobable y, desde luego, ajeno a la Tradición de la Iglesia, que siempre ha procurado en los documentos que difunde decir solamente verdades católicas, sin mezcla de herejías. O si menciona éstas, únicamente es para rechazarlas.


De otro modo es previsible que, aunque no sea ésa la intención, [¿o tal vez sí? Este comentario es mío] "de hecho" se difunde no poca confusión entre los fieles y se confirma a los católicos que están en ciertos errores.


2. Luis Fernando

En mi opinión el texto no solo no es magisterial, cosa evidente. Además es herético. Pero solo es mi opinión, ¿ok? Total, como vale todo, pues opino lo que me parece oportuno.


3. Daniel Iglesias

Este documento es muy malo porque contradice o pone en duda, en no pocos puntos, la doctrina católica; y porque, además, se contradice a sí mismo de un modo evidente. Es penoso que de la Santa Sede haya salido un documento así, aunque no tenga valor magisterial.

De Cristóbal Orrego, autor del blog "el Santo Oficio" podemos citar estas dos entradas:

- El dilema de un Santo Oficio particular (frente al escándalo que ya se ha producido, la clara afirmación de su antídoto es el Magisterio de la Iglesia)

- Declaración del "Santo Oficio" [Blog] acerca de un escrito sobre los judíos  Según este bloguero, que se apellida "el Santo Oficio", deberían de quemarse todas las copias de dicho documento, retirarlo del sitio web del Vaticano e inscribirlo en el Índice de Libros Prohibidos (aunque escrito en forma irónica está diciendo una verdad como un templo)



Como sabemos, puesto que ha salido en todos los medios de comunicación, el Papa Francisco visitó este domingo pasado, 17 de enero, la sinagoga de Roma. Escribo sólo un párrafo del ABC :

Francisco tenía pendiente desde hace más de un año esta invitación para visitar la sinagoga de Roma. En su discurso, ha repasado lo sucedido entre judíos y cristianos en los últimos 50 años, -desde la declaración Nostra Aetate-, en los que «entre nosotros ha crecido y se ha hecho más profunda la comprensión recíproca, la confianza mutua y la amistad». Como ha repetido el Papa, «de enemigos y extraños hemos pasado a ser amigos y hermanos. Los cristianos, para comprenderse a sí mismos, no pueden no hacer referencia a las raíces judías. Y la Iglesia, al profesar la salvación a través de la fe en Cristo, reconoce la irrevocabilidad de la Antigua Alianza y el amor constante y fiel de Dios por Israel». Esta frase ha arrancado los aplausos de centenares de personas que han participado en el encuentro.

Todo esto, en principio, está muy bien. El problema reside en que se hace sólo hincapié en las raíces judías del cristianismo, pero no se alude al hecho de que en Cristo se han hecho realidad todas las profecías que en el Antiguo Testamento hablan del Mesías. Si un cristiano se quedara sólo en la Antigua Alianza, entonces, sencillamente, no sería cristiano. Una vez que vino Jesucristo, que era judío, y manifestó en su propia Persona que Él era el Mesías esperado, es preciso que la Antigua Alianza ceda lugar a la Nueva Alianza: "Lo antiguo pasó; todo se ha hecho nuevo" (2 Cor 5, 17). Lo dijo el mismo Jesucristo: "No penséis que he venido a abolir la Ley o los Profetas; no he venido a abolirla, sino a darle su cumplimiento" (Mt 5, 17). En Tesalónica, Pablo "discutió con los judíos sobre las Escrituras, mostrando y probando que Cristo debía padecer y resucitar de entre los muertos; y decía: "Éste es el Cristo, Jesús, a quien yo os anuncio" (Hech 17, 3). Muchos de ellos creyeron y se convirtieron (Hech 17, 4.12), pero otros alborotaron a la gente y los persiguieron.


El mandato de Jesús: "Id y enseñad a todas las gentes (...) enseñándoles a guardar todo lo que Yo os he mandado" (t 28, 19-20) , este mandato -digo- vale también para los judíos. Y, sin embargo, en el documento que salió el 10 de diciembre en la página web del vaticano dice, en el punto 40:

La Iglesia se ve así obligada a considerar la evangelización en relación a los Judíos, que creen en un sólo Dios, con unos parámetros diferentes a los que adopta para el trato con las gentes de otras religiones y concepciones del mundo. En la práctica esto significa que la Iglesia Católica no actúa ni sostiene ninguna misión institucional específica dirigida a los Judíos. Pero, aunque se rechace en principio una misión institucional hacia los Judíos, los Cristianos están llamados a dar testimonio de su fe en Jesucristo también a los Judíos, aunque deben hacerlo de un modo humilde y cuidadoso, reconociendo que los Judíos son también portadores de la Palabra de Dios.


El texto es ambiguo y contradictorio. Cuando acaba uno de leerlo se queda con la impresión de que ya no sabe si deben de ser o no deben de ser evangelizados los judíos, puesto que si un cristiano está llamado a dar testimonio de su fe en Jesucristo también a los judíos, ¿qué es eso sino evangelizar? ... cuando anteriormente se habla de que no hay una misión institucional específica dirigida a los judíos. No queda muy claro todo esto. Como digo, el que esté muy interesado en este tema tiene en este post algunos enlaces bastante buenos para introducirse en dicho estudio. Por supuesto, y en todos los casos, además de los ya indicados, está el Denzinger-Bergoglio. No insistiré más en este punto.


Pero no quiero finalizar esta entrada sin hacer referencia a un artículo de Secretum meum mihi, del 15 de enero de 2016, titulado "Judíos pedirán el domingo a Francisco que los católicos abandonen la oración por su conversión". Éste es el texto al que nos referimos:



Según leemos en Il Messaggero, Ene-16-2016, pág 14, el rabino jefe de Roma, Riccardo Di Segni, pedirá el Domingo [día17] a Francisco, con ocasión de la programada visita de este último a la sinagoga de Roma [que ya ha tenido lugar], que definitivamente se abandone la oración por la conversión de los Judíos del Viernes Santo. Para combatir un cierto sentimiento antijudío que, presuntamente, todavía subsiste en la Iglesia, no solamente entre los tradicionalistas y lefebrianos, y animado por la reciente publicación del documento de la Comisión para las Relaciones Religiosas con el Judaísmo, "Los dones y la Llamada de Dios son Irrevocables", di Segni señala: "Eso que está sucediendo sobre todo demuestra que los documentos, el último de los cuales publicado el año pasado, no han sido todavía recibidos en modo uniforme. Tal vez se trata de divulgarlos en el modo mejor, para hacerlos llegar también a las zonas periféricas". La oración a la que se refiere di Segni es aquella compuesta por Benedicto XVI en 2008 y que sólo se utiliza en la la Liturgia del Viernes Santo según la Forma Extraordinaria del rito latino, y que dice: "Que el Señor, Dios nuestro, ilumine sus corazones para que reconozcan a Jesucristo, Salvador de todos los hombres". 

No quieren que los cristianos pidamos por su conversión. Y, sin embargo, según se lee en los Hechos de los Apóstoles, Pedro y Juan respondieron a los miembros del Sanedrín, cuando éstos les conminaron para que no hablaran a nadie más en el Nombre de Jesús: "Juzgad vosotros si es justo, delante de Dios, obedeceros a vosotros más que a Dios. Pues nosotros no podemos dejar de anunciar lo que hemos visto y oído" (Hech 4, 20). ¿A quién le hacemos caso?

(Continuará)

lunes, 18 de enero de 2016

¿Es posible que tengamos un Papa hereje? (4 de 7)(Juan Andrés de Jorge)



Una vez que se ha explicado en las entradas anteriores que sí es posible que pueda haber un Papa hereje, así como los remedios que, para esta situación, están ya previstos en la Iglesia, pasamos a considerar el caso concreto del Papa actual: el papa Francisco.

¿Acaso el papa Francisco ha dicho algo que esté en contra de alguna de las definiciones dogmáticas de la Iglesia de siempre? ¿Ha negado explícitamente algún dogma? La respuesta es negativa. Entonces, ¿por qué tanto revuelo?

Bueno, el planteamiento de la pregunta tiene algún sentido si nos paramos a pensar lo que está ocurriendo en la Iglesia -y en el mundo- desde que Francisco tomó posesión de su Pontificado.

Jesús dijo que a las personas se las conoce por los frutos que producen. Es en los frutos que se observan, es ahí donde debemos fijarnos. ¿Qué tipo de frutos? Aquéllos de los que hablabla Jesús cuando decía: "Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en Mí" (Jn 15, 4). "El que permanece en Mí y Yo en él, ése da mucho fruto, porque sin Mí no podéis hacer nada" (Jn 15, 5). Y en esto Jesús era intransigente: "Quien no está conmigo está contra Mí; y quien no recoge conmigo, desparrama" (Mt 12, 30). El único modo en el que su Padre es glorificado [ese "dios común" del que habla el Papa] es "en que déis mucho fruto y seáis mis discípulos" (Jn 15, 8).

Pero, ¿es esto lo que se aprecia desde que el papa Francisco fue elegido Pontífice? ¿Es eso lo que se refleja en todos sus viajes apostólicos, homilías diarias en santa Marta, entrevistas, reuniones, etc...? Lamentablemente no ... no porque lo diga yo, lo que no tendría ningún valor, objetivament hablando. Son hechos. Los puntos a tener en cuenta son demasiados como para poder desgranarlos, uno por uno, en unas cuantas entradas ... máxime teniendo en cuenta que yo no soy ningún experto en teología; sólo un cristiano católico (por la gracia de Dios) y seglar, casado y con hijos, pero sufro al ver los derroteros que está tomando la Iglesia. Y por eso escribo en este blog, que no otra es la razón de ser de su existencia. Me preocupa que la gente se aparte de Jesucristo a quien, por otra parte, no conocen, porque -entre otras cosas- son pocos los sacerdotes que les predican la recta doctrina; y es también cada vez menor el número de sacerdotes.

En el Denzinger-Bergoglio, cuyo enlace se encuentra en la parte superior derecha de este blog, se hace un estudio bastante completo de las "doctrinas" de Francisco, contrastadas con el Magisterio de la Iglesia (ya van 122 hasta el momento de este escrito); de manera que el que esté interesado en el tema ahí tiene un buen repertorio tanto de las frases del papa Francisco sobre cuestiones de actualidad como las respuestas (que ya existen) a esas cuestiones y que vienen reflejadar en el Magisterio Perenne de la Iglesia, un Magisterio siempre actual y válido para todos los tiempos y culturas.

De modo que enfocaré mi atención en un solo punto: el que concierne al diálogo interreligioso, que es el que viene reflejado en el último vídeo del Papa, un vídeo de carácter viral, que ha llegado, según Juan Della Torre, director de La Machi, la agencia de comunicación encargada de producir dichos videos, a unos cuatrocientos millones de personas de todo el mundo.

[Por cierto, el tema del siguiente spot será el de la ecología, un tema harto problemático, relacionado con la encíclica Laudato Si, que se publicará en febrero ... Tendremos uno cada mes,  hasta el mes de noviembre, puesto que el 20 de Noviembre de 2016 acaba el Año del Jubileo de la Misericordia. Pienso que nos servirán, al menos, para purgar por nuestros pecados]

No deja de ser curioso que, en este año de la Misericordia, no se haga hincapié precisamente en lo más obvio, a saber, en las propias obras de misericordia: eso sería lo propio y lo normal: Enseñar al que no sabe, Dar buen consejo a quien lo necesita, Corregir al que yerra, etc... Y, sin embargo, parece que lo único importante es el "diálogo";  un diálogo que no es tal diálogo, pues lo es a la manera del mundo, en donde no importa la verdad sino el "consenso". El conocimiento de la verdad y el llevar a los hombres a Dios es el mejor modo de practicar la misericordia ... sin avergonzarse de Jesucristo.

En un entrada anterior de este blog en respuesta a un e-mail de un compañero de trabajo que es, además, amigo mío, y que estaba relacionada con el tema que nos ocupa, le di una contestación, cuyo contenido era -más o menos- el que sigue:

El problema [de este diálogo] -le dije- radica en la incompatibilidad entre contrarios. Si el que dice que Jesucristo es Dios está en la verdad, todo aquel que lo niega está en la mentira. Es así de sencillo. ¿Qué "diálogo" cabe entre dos posiciones contrarias? Si atendemos al sentido común ... tal diálogo es imposible. Si pensamos según lo políticamente correcto (tal como se entiende hoy el diálogo en el mundo de la política) podría hablarse de "diálogo" ... pero no hay tal en realidad, no existe verdadero diálogo; son sólo farsas y montajes ... y eso no tiene nada que ver con la Verdad: ésta se encuentra sólo en Jesucristo y en su verdadera Iglesia, que es la Católica.

Han aparecido nuevos artículos muy interesantes relacionados con el vídeo de marras. Coloco aquí los enlaces a algunos que considero de especial interés (y entresaco algunas frases de ellos)


¿Igualitarismo religioso? (Tomado de Adelante la Fe)

El reciente vídeo de Francisco en el que expone una intención de oración, ha causado perplejidad y confusión, ya que coloca a la Verdadera Religión en el mismo nivel de las falsas religiones.

Una imagen vale más que mil palabras. El vídeo hace pensar que todas las religiones son válidas, de donde se deduce que no habría por qué practicar ninguna en concreto (indiferentismo religioso). Incluso entre los obispos ha quedado totalmente confusa la diferencia entre ecumenismo, diálogo interreligioso y sincretismo, como lo propugna laideología pseudo espiritual del New Age, que «es francamente pagana e incluye las siguientes ideologías y filosofías: panteísmo, sincretismo, monismo, gnosticismo, teosofía, esoterismo, ocultismo, relativismo moral y práctico, subjetivismo, reencarnacionismo, idolatría, misticismo oriental, materialismo y hedonismo,igualación de las religiones»

En la encíclica «Quanta Cura» y en el «Syllabus», el Papa Pío IX condenó la libertad religiosa según el enfoque liberal y masónico de la Revolución Francesa, que conduce al indiferentismo, la igualdad de todas las religiones, y la igualdad moral del hombre para elegir la religión que quiera.

El sincretismo –como sabemos- es una ofensa a Dios, porque se pone al Dios verdadero a la altura de los ídolos, y la razón humana que busca la Verdad, sabe que no todas las religiones son iguales y que es injusto equiparar a la Verdad con el error.


¿Orando por el sincretismo religioso?  (Tomado del blog En Cristo y María, de Montse Sanmartí)

Siento gran tristeza, y creo que muchos católicos también, al ver las imágenes que se comparten en el vídeo, en las cuales, Jesús, es puesto a la misma altura que Buda o que Alá, como si la Iglesia Católica estuviera aceptando que lo mismo da una cosa que otra, que da igual que la festividad de la Epifanía, de la manifestación de Cristo a todos los pueblos, no tenga repercusión ni importancia alguna para nuestro tiempo ni para el hombre de hoy. Uno podría preguntarse si aquellos Reyes Magos de Oriente hicieron el “panolis” yendo a visitar a Jesús, si todos los hombres se salvan, con tal que crean, sea en lo que sea.


 "Descubierto lo más grave del vídeo del Papa" (Interesante artículo de Sonia Vázquez, de Adelante la Fe, quien afirma):

Esto sí que es una herejía, decir que todos encuentran a Dios en su religión, esta afirmación es la más grave que esconde el vídeo. En el segundo 27 pueden escucharlo Vds. mismos y reproducirlo las veces que consideren necesario, para observar la gravedad de dicha afirmación.

En un artículo de The Remnant se lee:


Como muchos observaron, en el vídeo de Francisco sobre las intenciones de oración del Papa de enero, no se incluyó un crucifijo, como el símbolo más sagrado del cristianismo. Pero es mucho peor un crucifijo que no se ve. El propio crucifijo del Papa es oscurecido y ocultado. Podemos ver la cadena alrededor de su cuello pero, sin embargo, el crucifijo es invisible en el vídeo. La Cruz del Papa, que él siempre lleva, es ocultada y oscurecida durante el minuto y medio de dicho vídeo.



... Y luego tenemos al padre Guillermo Marcó, el sacerdote que apareció en el vídeo. Según revela Sandro Magister, el P. Marcó era el portavoz del Cardenal Bergoglio en Buenos Aires cuando en 2006 hizo unas declaraciones a la revista Newsweek en español criticando duramente al Sumo Pontífice Benedicto XVI a raíz de su discurso en la Universidad de Ratisbona. “Esas palabras del Papa no me representan”, había dicho el sacerdote, además de expresar otras críticas que motivaron su cese como encargado de prensa por parte del hoy Papa Francisco. El diario Clarín señala alguno de los pasajes en los que el presbítero argentino cruzó la raya. “Si el Papa no sabe reconocer los valores que el Islam tiene y todo esto queda así, me parece que se habrá destruido en 20 segundos lo que se edificó en 20 años”, sostuvo Marcó en relación a la conferencia académica cuyo contenido ya ha sido reiteradamente esclarecido por la Santa Sede.

El ex encargado de prensa bonaerense también dijo: “Cuando el Papa se mete en el campo de la discusión sobre la verdad, o sobre lo que es verdad o no la declaración se hace infeliz”. Las palabras del Papa en Ratisbona, recordando que “Mahoma sólo ha traído cosas malas e inhumanas”, pueden leerse íntegras aquí: Discurso del Papa Benedicto XVI en RatisbonaDiez años después los miembros del Apostolado de la Oración, promotores de la iniciativa “Video del Papa”, eligen a Guillermo Marcó para figurar en el video del Papa. [No deja de ser curioso ... e inquietante]



Sobre el padre Guillermo Marcó, autor del herético artículo "El jubileo, un gran desafío"  coloco aquí enlaces a dos excelentes artículos:

Parió la abuela  de The Wanderer (bastante fuerte, pero veraz)

Consternados: un nuevo ataque al sacramento de la confesión y a la verdadera misericordia de Dios, de Montse Sanmartí, en el que comenta, paso a paso, el artículo del padre Marcó. 
(Continuará)

viernes, 15 de enero de 2016

La Nueva Evangelización (Michael Lofton)

Sobre la Nueva Evangelización yo escribí varios artículos en este blog. El último en este enlace.
Original aquí


Muchos son conscientes de que la ‘Comisión de la Santa Sede para las Relaciones Religiosas con los Judíos’ ha lanzado recientemente un documento titulado: Los Dones y el Llamamiento de Dios son Irrevocables. Este documento admite que no es parte del Magisterio, sin embargo, fue publicado por el Vaticano y se colocó en su página web, lo que causó un gran revuelo cuando se declaró: “La Iglesia católica no dirige ni apoya ningún trabajo misionero institucional específico dirigido hacia los judíos.”

Dejando a un lado la distinción entre evangelización institucional y evangelización informal, uno puede preguntarse ¿cómo es que la Iglesia católica pasó de evangelizar a los judíos durante casi 2.000 años a no sostener más “los trabajos de misión institucional dirigidos hacia los judíos”?. En pocas palabras, la respuesta es la “nueva evangelización”.


¿Qué es la Nueva Evangelización?


Los términos como “nueva evangelización” son difíciles de definir, ya que se refieren a enfoques en lugar de doctrinas. Sin duda, hay tantas definiciones de este término como número de católicos, pero una cosa es cierta: la nueva forma de evangelización no es como la forma pre-conciliar de evangelizar. De hecho, el cardenal Avery Dulles, mientras fue sólo el padre Dulles, admitió cuando escribía en el contexto de la nueva evangelización: “La Evangelización, sin embargo, puede y debe ser nueva en su ardor, en sus métodos, y sus expresiones”, [1] y afirmó claramente que se trata de un método diferente a la manera antigua de evangelizar.


El método pre-conciliar de la evangelización con rigor y sin compromiso llamó a todos los no católicos a ser convertidos a la Iglesia Católica, [2] mientras que el método post-conciliar de “nueva evangelización”, tiene un enfoque mucho más suave; rara vez, o nunca, se llama a nadie a convertirse a la Iglesia católica. [3] El primero está dirigido por la palabra y el ejemplo, mientras que el segundo, en el mejor de los casos predica sólo con el ejemplo. [4] Sobre la base de estos hechos, uno puede definir la nueva evangelización como una nueva manera de acercarse a la evangelización, lo que evita la llamada a convertirse a la Iglesia católica y en el mejor de los intentos llevar a la gente hacia la Iglesia a través de la atracción. [5]


Ahora que tenemos una definición operativa para la nueva evangelización, debemos preguntarnos por qué la Iglesia católica cambió este método, comenzando poco después del Concilio Vaticano II y que culminó con el lanzamiento del nuevo documento de Los Dones y el Llamamiento de Dios son Irrevocables. En pocas palabras, el cambio en la evangelización se debe a un cambio en el énfasis en lo que cree la Iglesia. Vamos a examinar lo que enseña la Iglesia y luego abordaremos por qué cambió su enfoque.


Dos Doctrinas


La Iglesia católica enseña que fuera de ella no hay salvación. Esta doctrina es tradicionalmente conocida por el término latino Extra Ecclesiam Nulla Salus (en adelante EENS). Es imprescindible tener en cuenta que esta enseñanza es un dogma [6] de la Iglesia católica y por esta razón no se puede rechazar.


La Iglesia católica mantiene simultáneamente la enseñanza de que si uno es ignorante de la necesidad de convertirse a la Iglesia Católica, por causas ajenas a uno mismo, entonces uno no se hace responsable por no unirse formalmente a la Iglesia católica. [7] En raras circunstancias, estas personas se pueden unir a la Iglesia católica y recibir la salvación de ella, sin pertenencia formal a la Iglesia católica y sin los medios ordinarios de salvación (es decir, los sacramentos), [8] aunque no sin la gracia de tales medios. Esta enseñanza se conoce como la doctrina de la ignorancia invencible y fue explicada por el papa Pío IX. [9]


Un cambio en el enfoque


Después de haber explicado estas dos doctrinas, ahora estamos listos para considerar por qué se produjo un cambio en el enfoque, lo que llevó a un cambio en la evangelización.


Por un lado, antes del Concilio Vaticano II el dogma EENS siempre estuvo a la vanguardia y llevó adelante la actividad misionera de la Iglesia. Después de todo, si no hay salvación fuera de la Iglesia, entonces se hace necesario contar con un programa riguroso de evangelización. Por otra parte, la doctrina de la ignorancia invencible era una rara excepción [10] y estaba en lo más profundo.


Sin embargo, con la llegada del Concilio Vaticano II, la Iglesia quiso suavizar su enfoque hacia el mundo, para bien o para mal, pensando que esto, de alguna manera, provocaría un “nuevo Pentecostés”, y uniría a todos los “hermanos separados”. Como resultado, la doctrina de la ignorancia invencible se destacó en el Concilio Vaticano II y uno puede decir que fue traída al primer plano. Mientras que la doctrina de EENS fue todavía afirmada por el Concilio Vaticano II [11], ésta se colocó en el fondo [12]. La nueva actitud se convirtió en: “seguramente la mayoría de las personas son ignorantes invencibles, así que no se tiene por qué evangelizar con urgencia y en la misma forma que antes”. [13] Esto es lo que llevó al cambio de la evangelización, un cambio de enfoque doctrinal que llevó a un cambio en la propuesta evangelizadora.


¿Fue el cambio bueno?


La pregunta ahora es, si fue o no una buena decisión un cambio en el enfoque (como nota al margen esta cuestión será debatida por Mark Shea y Christopher Ferrara el 12 de enero de 2016). Si vale la pena mencionarlo, no creo que este cambio en el enfoque haya sido útil ya que es, a la vez, poco caritativo y estéril. Es estéril como cualquier estadística que demostrara las conversiones antes y después del Concilio Vaticano II. No es caritativo por medio de la siguiente analogía:


Imagínese que usted es un bombero y hay un niño en un edificio en llamas enfrente de usted. ¿simplemente usted rezaría por el niño o trataría de salvarle y orar por su seguridad? La mayoría de las personas de fe dirán que uno debe orar y tratar de salvar al niño del fuego, ya que es muy poco probable que sobreviva. Por supuesto, es posible que Dios responda a la oración, y en una excepción extrema, conceda al niño la capacidad de encontrar algún tipo de refugio contra el calor y el aire suficiente para sobrevivir al fuego sin ayuda externa. Sin embargo, ¿quién en su sano juicio podría basar su decisión sobre si debe o no ayudar al niño basándose en una posibilidad extremadamente rara? ¿Sería realmente caritativo decir: “Voy a rezar para que Dios te salve, pero yo no voy a tratar de salvarte.” El que tiene corazón se da cuenta de que no puede hacer la excepción a la regla y actuar con base a una excepción de tal circunstancia. Así sucede a menudo con la nueva evangelización. Es como si la Iglesia estuviera mirando al mundo enterrarse en llamas y dijera: “bueno, ya que es posible que alguien pueda ser salvo por ignorancia invencible, no tenemos por qué evangelizar de la misma manera que lo hicimos antes, nos limitaremos a confiar a la gente a Dios y esperar que vengan a nosotros”.


Una llamada para retornar a la Vieja Evangelización


Como podemos ver, parece que el nuevo método de evangelización es poco caritativo e irracional, ya que no se puede hacer todo en el poder propio de uno mismo para salvar el alma del otro, se requiere que uno actúe como si la excepción fuera lo común. Esto puede ser comparado con el viejo método de evangelización, que era caritativo, razonable y eficaz. Por esta razón, ¿no sería prudente admitir que la nueva evangelización es un fracaso y es mejor retornar al viejo método? Pidamos para que la Iglesia retorne al viejo método al hacer de la norma, la norma y que la excepción, sea la excepción.



Autor: Michael Lofton

[1] Juan Pablo II y la Nueva Evangelización, p. 28. El énfasis es del autor.


[2] Véase el papa Pío XI, Mortalium animos.

[3] Es cierto que, a veces, la nueva evangelización llama a la gente a la salvación en Cristo, pero el énfasis de que esto se encuentra sólo en la Iglesia Católica, se excluye con frecuencia.

[4] Es cierto la “nueva evangelización”, en su mejor expresión, incluye un mensaje verbal, sin embargo, este método a menudo evita cualquier polémica que haría que los no católicos se sientan ofendidos.

[5] Una vez más, se trata de la nueva evangelización en su mejor forma. En su peor forma, la nueva evangelización es anti-evangelización – desalentar explícitamente la conversión a la Iglesia católica.

[6] Véase. Dr. Ludwig Ott: Fundamentos del Dogma Católico.

[7] Esto no quiere decir que la ignorancia invencible garantiza la salvación, sólo significa que la salvación no se excluye cuando uno es ignorante debido a causas ajenas a su propia cuenta.

[8] La Iglesia católica enseña que los sacramentos son los medios ordinarios de salvación, pero en raras circunstancias, un deseo implícito de los sacramentos será suficiente. Ver. Dr. Ludwig Ott, Fundamentos del Dogma Católico.

[9] Ver el documento del papa Pío IX De Promoción de doctrinas falsas (Quanto Conficiamur Moerore): "Todos sabemos que los que sufren de la ignorancia invencible respecto a nuestra santa religión, si siguen cuidadosamente los preceptos de la ley natural que han sido escritos por Dios en los corazones de todos los hombres, si están dispuestos a obedecer a Dios, y si llevan una vida virtuosa y obediente, pueden, por el poder de la luz y la gracia divina, alcanzar la vida eterna. Porque Dios, que conoce por completo las mentes y almas, los pensamientos y hábitos de todos los hombres, no permitirá, de acuerdo con su infinita bondad y misericordia, que cualquier persona que no es culpable de una falta voluntaria, sufra castigo eterno" (n. ° 7).

[10] Esto no quiere decir que la doctrina de EENS se suspende para aquellos que son ignorantes invencibles, pero que es posible que el ignorante invencible pueda unirse a la Iglesia de una manera extraordinaria que sólo Dios conoce.

[11] “Por lo tanto, aquellos no pueden ser salvados, porque sabiendo que la Iglesia católica fue fundada por Jesucristo, por Dios, como algo necesario, todavía se niegan a entrar o permanecer en ella” (Decreto sobre la Actividad Misionera de la Iglesia nº 7).

[12] Esto se puede demostrar mediante la lectura de la Lumen Gentium 14 a 16 y la observación de que la doctrina se enfatiza.

[13] No hay ninguna razón para asumir que la mayoría son ignorantes invencibles. Uno debe evangelizar de una manera tal que asuma que todos los no católicos están en peligro porque, hablando al menos objetivamente, están en peligro.