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viernes, 15 de enero de 2016

Tenemos que mantener la calma ... con la seguridad de que la victoria final es de Jesucristo (Cardenal Burke)


Es una larga entrevista, pero si se dispone de algún tiempo, merece la pena leerla porque refleja, con mucha fidelidad, la realidad por la que está atravesando el mundo y la Iglesia, en la actualidad. Está sacada de Adelante la Fe


Entrevista concedida por el cardinal Burke al sitio web Life Site News

LifeSiteNews: Después del sínodo extraordinario sobre la familia, hemos entrado en un período de incertidumbre y de confusión a propósito de varias cuestiones “sensibles”: la comunión para las parejas divorciadas y “vueltas a casar”, un cambio de actitud hacia las uniones homosexuales y una aparente relajación de actitudes hacia las parejas no casadas. ¿Considera, su Eminencia, que esta confusión ya está dejando sus efectos contrarios entre los católicos?

Cardenal Burke: Con toda seguridad, así es. Lo escucho yo mismo: lo escucho de los católicos, lo escucho de los obispos. La gente está reclamando ahora, por ejemplo, que la Iglesia ha cambiado su enseñanza con respecto a las relaciones sexuales fuera del matrimonio, o en cuanto a la maldad intrínseca de los actos homosexuales. O las personas que están dentro de las uniones matrimoniales irregulares exigen recibir la Sagrada Comunión, afirmando que ésta es la voluntad del Santo Padre. Y tenemos situaciones sorprendentes, como las declaraciones del obispo de Amberes con respecto a los actos homosexuales, que pasan sin ser castigadas, y así podemos ver que esta confusión se está extendiendo, en realidad, de una manera alarmante.

LSN: El Arzobispo Bonny ha declarado que la Humanae vitae ha sido cuestionada por muchos: y que ahora es el momento para cuestionar otras cosas. ¿No estamos en un período en que las enseñanzas de la Iglesia están siendo discutidas más que antes?

CB: Sí, creo que sí. Ahora, parece que las personas, que antes no contestaban la enseñanza de la Iglesia, porque estaba claro que la autoridad de la Iglesia prohibía ciertas discusiones, ahora se sienten muy libres para disputar incluso la ley moral natural, que incluye una enseñanza como la Humanae vitae, que ha sido la enseñanza constante de la Iglesia con respecto a la cuestión de la anticoncepción.

LSN: Se ha dicho, después de la publicación de la Relatio post disceptationem, que hubo una manipulación que consistía en introducir en las preguntas sinodales lo que en realidad no tiene nada que ver con la familia. ¿Aceptaría expresarse sobre cómo y por qué se produjo esta “manipulación”? ¿Quién se beneficia?

CB: Es claro que hubo una manipulación, porque las intervenciones reales de los miembros del sínodo no fueron publicadas, y sólo el informe de la mitad de la sesión, o la “Relatio post disceptationem”, fue dado a conocer, el cual no tenía nada que ver con lo que estaba ocurriendo en el sínodo. Y es claro que había individuos que, obviamente, tenían una influencia muy fuerte en el proceso sinodal, que estaban presionando con un programa que no tiene nada que ver con la verdad sobre el matrimonio, como Nuestro Señor mismo nos lo enseña, como nos es transmitida en la Iglesia. Ese programa se refería a tratar de justificar las relaciones sexuales fuera del matrimonio y los actos sexuales entre personas del mismo sexo y, en cierto manera, claramente relativizar -e incluso ocultar- la belleza de las enseñanzas de la Iglesia sobre el matrimonio como una unión fiel, indisoluble, procreadora entre un hombre y una mujer.

LSN: ¿Quién se está beneficiando? Como fieles católicos, estamos sorprendidos y preocupados por la aparición repentina de estos temas.

CB: Bueno, no puede ser un beneficio para nadie, porque no es cierto: no es la verdad. Y así sólo está haciendo daño a todos. Puede ser percibido como un beneficio, por ejemplo, para las personas que por alguna razón se encuentran atrapados en situaciones inmorales. Puede ser visto por algunos, en alguna manera, para justificarlos. Pero no pueden justificarlos, porque los propios actos no pueden ser justificados.

LSN: Usted ha hablado, en otra ocasión, sobre la firme resistencia puesta en estos puntos por muchos padres sinodales. ¿No es esto un gran signo de esperanza? ¿Esta resistencia le sorprende?

CB: No, no me sorprende, aunque yo estaba muy agradecido por ello, porque en cierto modo, cuando la Relatio post disceptationem fue publicada, por ejemplo, cuando se observaba la dirección que claramente se estaba dando al sínodo, se tenía miedo que, quizás, los padres sinodales no iban a hablar – pero lo hicieron. Y ellos hablaron con fuerza, un número de ellos, y gracias a Dios por eso. Confío que estos mismos padres sinodales – espero que muchos de ellos serán designados para la sesión de septiembre del 2015 – también hablarán con fuerza en esa ocasión.

LSN: En los tres artículos que no obtuvieron una mayoría absoluta de dos tercios permanece alguna confusión en el significado de los votos. Se han incluido en el informe final y en los Lineamenta. Ellos obtuvieron simples mayorías de más de la mitad, pero se me ocurre que la redacción de los párrafos es tal que realmente no se puede saber lo que significa el voto. ¿Es errónea mi idea?

CB: Es muy confuso. He participado, creo, en cinco sínodos, y en cada sínodo, excepto éste, en el cual participé, una propuesta – en este caso, un párrafo – que no recibió el voto de dos tercios necesario fue simplemente eliminado; no fue publicado, y no se convirtió en parte del documento del sínodo. En este caso se insistió en publicar el documento con todos los párrafos, simplemente indicando el número de votos. Y así, muchas personas toman esto como una indicación de que estos párrafos son, más o menos, tan aceptables como los otros. Pero, de hecho, ellos fueron excluidos por los miembros del sínodo. Tristemente, recibieron una mayoría simple de los votos, lo que es de gran preocupación para mí – que muchos padres sinodales hayan votado a favor de los textos que eran confusos, y algunos simplemente por error.

LSN: En repetidas ocasiones, todavía los padres sinodales que han promocionado los temas del “nuevo matrimonio” de los divorciados y de los homosexuales, o las uniones no matrimoniales, han repetido que la cuestión no es doctrinal, sino pastoral. ¿Cuál es su respuesta a esto?

CB: Eso es simplemente una falsa distinción. No puede haber nada que sea saludable propiamente en la pastoral que no sea saludable en lo doctrinal. En otras palabras: no se puede separar la verdad del amor. Todavía en otras palabras: no se puede amar no vivir la verdad (otra traducción: una vida fuera de la verdad no puede ser una vida de amor). Y así, decir que sólo estamos haciendo cambios pastorales que no tienen nada que ver con la doctrina es falso. Si se admiten a la Sagrada Comunión personas que se encuentran en uniones matrimoniales irregulares, entonces se está haciendo directamente una declaración sobre la indisolubilidad del matrimonio, porque Nuestro Señor dijo:“El que se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio”. Y la persona, en una unión matrimonial irregular, está viviendo en un estado de adulterio público. Si se le da la Sagrada Comunión a esa persona entonces, de alguna manera, se está diciendo que esto está bien doctrinalmente. Pero esto no puede ser.

LSN: Así que el simple hecho de poner esto en discusión es ya un error.

CB: Sí. De hecho, he pedido, más de una vez, que estos temas, los cuales no tienen nada que ver con la verdad sobre el matrimonio, sean sacados de los trabajos del sínodo. [Si la gente quiere discutir estas cuestiones, muy bien, pero no tienen nada que ver con la enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio]. Y lo mismo pasa con la cuestión de los actos sexuales entre personas del mismo sexo, y cosas así.

LSN: Como católicos, conocemos que el matrimonio es vincularse a una vida, y que el matrimonio es un “signo” de la unión de Cristo y de la Iglesia, y también conocemos de su profundo vínculo con la Eucaristía. La “Teología del cuerpo” del Papa Juan Pablo II trajo una especial luz en esto, pero su trabajo no ha sido citado en los sucesivos documentos sinodales. ¿Cuál es su opinión sobre esta omisión? ¿La extensión de este trabajo no sería proporcionar respuestas reales a los problemas de hoy en día?

CB: Por supuesto. La enseñanza de san Juan Pablo II es tan luminosa, y él se consagró con tal atención e intención a la cuestión de la verdad sobre la sexualidad humana y la verdad sobre el matrimonio, como dijimos un número de nosotros en los debates del Sínodo y en los pequeños grupos de discusión. Nosotros abogamos por un retorno a ese magisterio del Papa San Juan Pablo II, que es un reflejo de lo que la Iglesia siempre ha enseñado y practicado. Pero, de hecho, se ha dado la impresión de que la Iglesia no ha sentado cátedra en estas áreas.

LSN: Esto es lo más extraordinario…

CB: Es muy extraordinario. Es pasmoso. Lo encontré difícil de creer habiendo sido testigo de ello. De hecho, creo que algunas personas se niegan a creer esta realidad porque es absurdo.

LSN: En realidad, san Juan Pablo II respondió a la ideología de género antes que llegara a ser bien conocida.

CB: Absolutamente. Él estaba tratando todas estas cuestiones en un nivel más profundo, y tratando con ellas estrictamente en términos de la ley moral natural, qué razón nos enseña, y qué la fe nos enseña, obviamente, en la unión con la razón, pero elevando e iluminando lo que la razón nos enseña sobre la sexualidad humana y sobre el matrimonio.

LSN: Entre los puntos de vista del cardenal Kasper y, más recientemente, del arzobispo Bonny de Amberes, y de otros, fue la consideración de que los “fieles” homosexuales, los divorciados “vueltos a casar” y las parejas no casadas, muestran cualidades de abnegación, generosidad y dedicación que no pueden ser ignoradas. Pero a causa de su elección de forma de vida, permanecen, en lo que exteriormente se juzga, como en un estado objetivo de pecado mortal: un estado de pecado mortal elegido y prolongado. ¿Podría recordarnos la enseñanza de la Iglesia sobre el valor y el mérito de la oración y las buenas obras en este estado?

CB: Si se está viviendo públicamente en un estado de pecado mortal no hay ninguna buena obra que pueda ser hecha que justifique esta situación: la persona permanece en pecado grave. Creemos que Dios ha creado a cada uno bueno, y que Dios quiere la salvación de todos los hombres, pero que sólo puede lograrse mediante la conversión de la vida. Y así, tenemos que llamar a las personas, que viven en estas situaciones gravemente pecaminosas, a la conversión. Y dar la impresión que, de alguna manera, hay algo bueno en una vida en estado de pecado grave, es simplemente contrario a lo que la Iglesia ha enseñado siempre y en todas partes.

LSN: Así que cuando el hombre de la calle dice, sí, es verdad que estas personas son amables, se dedican una a la otra, son generosos, ¿eso no es suficiente?

CB: Por supuesto que no lo es. Es como la persona que asesina a alguien y todavía es amable con otras personas…

LSN: ¿Qué auténtica pastoral recomienda para las personas en esas situaciones, y qué pueden obtener de la práctica de su fe, en la medida en que es posible, cuando no pueden obtener la absolución o recibir la Sagrada Comunión?

CB: En mi propia experiencia pastoral he trabajado con personas que se encuentran en estas situaciones, y he tratado de ayudarlos, con el tiempo, con respecto también a las obligaciones, que en justicia tienen que cumplir, para cambiar sus vidas. Por ejemplo, en el caso de los que están en uniones matrimoniales no válidas, tratar de ayudarlos, ya sea que se separen si eso es posible, o que vivan como hermano y hermana en una relación casta, si hay niños y están obligados a criar a los niños.

LSN: En el caso de las parejas vueltas a casar que tienen sus propios hijos e hijos de un matrimonio anterior, ¿no crea esto situaciones muy difíciles?

CB: Evidentemente. De hecho, estoy profundamente preocupado por el debate acerca del proceso de nulidad matrimonial: se da la impresión de que hay sólo una parte involucrada, es decir, la persona que está solicitando la declaración de nulidad. El hecho es que hay dos partes involucradas, hay niños involucrados, y hay todo tipo de relaciones implícitas en cualquier matrimonio. Y así, el asunto es extremadamente complejo, nunca se es capaz de dar cualquier solución fácil.

LSN: Se ha planteado la cuestión de la comunión espiritual para estas personas que viven en matrimonios inválidos o uniones imposibles. No entiendo muy bien cómo se puede tener una comunión espiritual en esta especie de estado.

CB: Este término fue utilizado de una manera imprecisa. Para hacer una comunión espiritual hay que tener todas las disposiciones necesarias para recibir, en la práctica, la Sagrada Comunión. La persona, que hace una comunión espiritual, está simplemente en una situación en la que -él o ella- no tiene acceso al Sacramento, pero se halla totalmente dispuesta a recibirlo, y así hace un acto de comunión espiritual. Creo que algunas personas que utilizaron este término, estaban hablando sobre el deseo de la persona, que se encuentra a sí misma en una situación de pecado, de ser liberada de esa situación, y así ruegan y piden la ayuda de Dios para voltear sus vidas, cambiar sus vidas, para encontrar una nueva forma de vivir, y así puedan estar en estado de gracia. Podemos llamar a esto el deseo de la Sagrada Comunión, pero no es la comunión espiritual. No puede ser. La naturaleza de la comunión espiritual, por cierto, fue definida en el Concilio de Trento: se dejó muy claro que se requiere de todas las disposiciones, y así tiene sentido.

LSN: ¿Cómo puede ayudar la Iglesia realmente a todos los implicados en estas situaciones: cónyuges abandonados, hijos de matrimonios legítimos que han sido heridos por el divorcio de sus padres, personas que están luchando con tendencias homosexuales o que permanecen en alguna manera “atrapados” en una unión ilegítima? ¿Y cuál debe ser nuestra actitud: la actitud de los fieles?

CB: Lo que la Iglesia puede hacer, y que es el mayor acto de amor por parte de la Iglesia, es presentar la enseñanza sobre el matrimonio, la enseñanza que viene de las palabras mismas de Cristo, la enseñanza que ha sido una constante en la tradición, a cada uno, como un signo de esperanza para ellos. Y también ayudar a reconocer la pecaminosidad de la situación en la que se encuentran; y al mismo tiempo llamar a abandonar esa situación pecaminosa, y encontrar una forma de vivir de acuerdo con la verdad. Y esta es la única manera que la Iglesia puede ayudar. Esta fue mi gran esperanza para el Sínodo: que el Sínodo levantara ante el mundo la gran belleza del matrimonio, y la belleza del matrimonio es la verdad sobre el matrimonio. Siempre le digo a las personas: la indisolubilidad no es una maldición, es la gran belleza de la relación matrimonial. Esto es lo que da belleza a la relación entre un hombre y una mujer, que la unión es indisoluble, que es fiel, que es procreativa. Pero, ahora casi se comienza a tener la impresión que, de alguna manera, la Iglesia se avergüenza del tesoro tan hermoso que tenemos en el matrimonio, como Dios hizo al hombre y la mujer desde el principio.

LSN: Algunos pastores, algunas veces, dan la impresión que se avergüenzan de hablar sobre el pecado, o de hablar sobre la castidad.

CB: Esto también fue planteado en el sínodo. Uno de los padres sinodales, dijo: “¿Acaso no existe más el pecado?” Uno tiene esa impresión. Y, lamentablemente, desde la caída de nuestros primeros padres, siempre existe la tentación de pecar, y existe el pecado en el mundo, y tenemos que reconocerlo y llamarlo por su nombre, y tratar de superarlo.

LSN: ¿No están llamados de una manera especial los católicos y los padres cristianos para educar a sus hijos en la modestia y en la decencia? Esto ha desaparecido completamente en muchos lugares.

CB: Sí, esto es tan cierto. Una parte del Evangelio de la Vida ordena enseñar a los niños, en el hogar y en las escuelas, las virtudes fundamentales que muestran el respeto por nuestra propia vida y por la vida de los demás, así como para nuestros propios cuerpos; a saber, la modestia, y la pureza, y la castidad. Formar en esta manera, desde sus primeros años a los niños pequeños. Pero esto también está en gran peligro, simplemente porque la catequesis en la Iglesia ha sido tan débil, y en algunos casos confusa y errónea, y ha habido una tal fractura en la vida familiar, que los niños han sido sometidos a una educación que les deja indefensos para vivir la verdad sobre el matrimonio, y vivir la verdad sobre su propio cuerpo, su propia vida humana.

LSN: ¿Qué es lo más urgente que deberíamos hacer para evitar el desorden del divorcio y de todas las uniones inaceptables?

CB: Yo, realmente, creo que comienza en la familia. Necesitamos fortalecer las familias, formar primero al esposo y a la esposa para que vivan la verdad del matrimonio en su propia casa, que se convierte, entonces, no sólo en la fuente de salvación para ellos, sino también en una luz en el mundo. Un matrimonio que viva en la verdad es tan atractivo y tan hermoso, que lleva a la conversión de otras almas. Necesitamos formar, de esta manera, a los niños y, sobre todo, hoy día, los niños tienen que ser criados de tal manera que sean capaces de vivir contra la cultura. No pueden, por ejemplo, aceptar esta teoría del género que está infectando a nuestra sociedad; tienen que ser criados para que rechacen estas falsedades y vivir la verdad.

LSN: Existe un vínculo entre la anticoncepción y el divorcio: del 30 al 50 por ciento de las parejas casadas, que usan la anticoncepción, llegan al divorcio; mientras que menos del 5 por ciento de las personas, que no usan la anticoncepción, ya sean cristianos o no, o que usan la planificación familiar natural, se divorcian. ¿Está de acuerdo que un lenguaje claro y una mayor participación pastoral de la Iglesia para promover la Humanae vitae son esenciales para obtener uniones más estables?

CB: Absolutamente. Y el Beato Papa Pablo VI lo dejó claro en la Carta EncíclicaHumanae vitae: que la práctica de la anticoncepción llevaría a la desintegración de la vida familiar, a la pérdida del respeto por la mujer. Simplemente, necesitamos reflexionar sobre el hecho que una pareja, que usa la anticoncepción, ya no se entrega totalmente el uno al otro. Que introduce ya un elemento de ruptura en el matrimonio; y si esto no se corrige y se remedia, fácilmente puede conducir al divorcio.

LSN: Sobre la cuestión del número de la familia y la libertad de los padres, ¿es materia de especial preocupación para usted el movimiento mundial “ecológico” y la promoción internacional de la planificación familiar y del control de la población?

CB: Sí, estoy muy preocupado sobre esto, porque las personas están siendo conducidas falsamente a pensar, que deberían usar alguna forma de control de la natalidad con el fin de ser administradores responsables de la tierra. En realidad, la tasa de natalidad, en la mayoría de los países, es muy inferior a lo que debería ser para reemplazar la actual población. Dejando de lado todo esto, la verdad es que si Dios ha llamado a una pareja al matrimonio, entonces Él los está llamando también a ser generosos para recibir el don de una nueva vida humana. Y así, hoy necesitamos muchas familias numerosas, y gracias a Dios veo hoy, entre algunas parejas jóvenes, una generosidad notable con respecto a los niños. La otra cosa que escucho que rara vez se menciona hoy, pero que siempre se enfatizó cuando yo estaba creciendo, y también en la tradición de la Iglesia, es que los padres deberían ser generosos en tener hijos para que algunos de sus hijos pudieran recibir la llamada al sacerdocio o a la vida consagrada, y al servicio de la Iglesia. Y que la generosidad de los padres, sin duda, inspirará, en el niño que tiene una vocación, una generosa respuesta a la misma.

LSN: El matrimonio monógamo de por vida es muy bien conocido para los católicos, muchos dirán, pero la “dureza de corazón” de los no católicos debiera permitir el divorcio y el nuevo matrimonio en las legislaciones civiles. Por otro lado, las naciones cristianas han hecho mucho para llevar la estabilidad social y la dignidad del matrimonio natural en muchos lugares del mundo. ¿La venida de Cristo cambia la situación de todos los hombres, y es correcto promover e incluso, tal vez, imponer esta visión del matrimonio natural, incluso en las sociedades no católicas?

CB: Creo que tiene que ser exactamente subrayado, que la enseñanza de Cristo sobre el matrimonio es una afirmación, una confirmación, de la verdad sobre el matrimonio desde el principio, para usar Sus palabras, o que la verdad sobre el matrimonio está escrita en cada corazón humano. Y así la Iglesia, cuando enseña sobre el matrimonio monógamo, fiel, de toda la vida, está enseñando la ley moral natural, y tiene razón en insistir en esto en la sociedad en general. El Concilio Ecuménico Vaticano II se refiere al divorcio como una plaga en nuestra sociedad, y lo es. La Iglesia tiene que ser cada vez más fuerte en la oposición a la práctica generalizada del divorcio.

LSN: ¿Cree que los estudios sobre la situación y mejores resultados de los niños en las familias estables monógamas deberían desempeñar un papel más importante, en los preparativos para el matrimonio?

CB: Creo que sí. Enfatizar la belleza del matrimonio como es vivida por muchas parejas hoy en día, de una manera fiel y generosa, y la vida familiar, como es experimentada por los niños que viven en una familia amorosa… lo cual no significa que no haya problemas. Esto no quiere decir que no haya tiempos difíciles en la familia y en el matrimonio, pero que con la ayuda de la gracia de Dios, la respuesta es siempre, en última instancia, una respuesta de amor, de sacrificio, de aceptación de cualquier sufrimiento que sea necesario para ser fieles en el amor.

LSN: Pero la sociedad moderna no acepta el sufrimiento, ya sea al final de la vida, o durante el embarazo, o en el matrimonio…

CB: Por supuesto, no lo hace porque no entiende el significado del amor. Cristo dijo: si alguno quiere venir en pos de mí tome la cruz y sígame, y así la esencia de nuestra vida es sufrir en el nombre del amor: el amor de Dios y del prójimo.

LSN: ¿Estaría de acuerdo, como dice algunas personas, que muchos matrimonios católicos hoy en día, a causa de una preparación insuficiente o por la ignorancia del significado de los votos matrimoniales, son a menudo inválidos? ¿Cuál es su específica experiencia en este punto como prefecto del supremo Tribunal de la Signatura Apostólica?

CB: Creo que es muy injustificado hacer declaraciones generales sobre el número de los matrimonios que son válidos o inválidos. Cada matrimonio debe ser examinado; y el hecho de que las personas puedan no haber tenido una buena catequesis, y así ciertamente puedan haber sido débiles (espiritualmente) para la vida matrimonial, no necesariamente es una indicación que lleve un consentimiento inválido del matrimonio, porque la naturaleza misma enseña sobre el matrimonio. Lo vimos en la Signatura Apostólica: sí, hubo más declaraciones de nulidad del matrimonio, pero examinando esos casos que se presentaron no se estableció la nulidad del matrimonio, no se demostró ser verdad.

LSN: Usted ha mostrado en el libro “Permanecer en la Verdad de Cristo” que la simplificación del procedimiento no es la respuesta.

CB: No, en absoluto. Porque se trata de situaciones muy complejas y requieren un proceso cuidadosamente articulado con el fin de llegar a la verdad. Si la verdad no nos importa más, entonces cualquier proceso será aceptable; pero si la verdad nos preocupa, entonces tendrá que haber un proceso como el que la Iglesia emplea actualmente.

LSN: Y la Iglesia ha hecho mucho por los procedimientos judiciales en el mundo civilizado…

CB: La Iglesia ha sido admirada durante años como un espejo de justicia; su manera de administrar justicia fue un modelo para otras jurisdicciones. Ya ha existido una experiencia en la Iglesia con un proceso modificado de nulidad matrimonial, que tuvo lugar en los Estados Unidos de 1971 a 1983. Tuvo efectos desastrosos y las personas comenzaron a hablar de “divorcio católico“, y no sin razón. Esto es un escándalo para aquellos que trabajan en el ámbito de la justicia o son ministros de justicia en el orden secular, porque cuando ven que la Iglesia no practica la justicia, la verdad no les importa más, entonces ¿qué pueden posiblemente significar la ley y la justicia?

LSN: Un exorcista italiano, el padre Sante Babolin, dijo recientemente que durante un exorcismo, el espíritu malo, que atormentaba a la esposa de uno de sus amigos, le dijo: “No puedo soportar que se amen” ¿No es esto un mensaje que las parejas casadas deberían meditar?

CB: Por supuesto. No hay mayor fuerza, en el mundo, contra el demonio que el amor entre un hombre y una mujer en el matrimonio. Después de la Santa Eucaristía, tiene un poder más allá de lo que podemos imaginar. Yo no sabía nada de esta historia, pero no me sorprende; y seguramente es cierto que cada vez que una pareja ha contraído matrimonio con toda su mente y su corazón, el diablo va a hacer el trabajo de tratar de destruir ese hogar, porque ese hogar es una cuna de gracia, donde la gracia se recibe, no sólo para la pareja, sino para los niños y para todos aquellos que están cerca de la familia.

LSN: ¿Cómo pueden las parejas casadas valorar mejor y proteger su amor conyugal?

CB: En primer lugar, con una vida diaria de oración fiel, y con la confesión frecuente, porque todos necesitamos esa ayuda con el fin de vencer el pecado en nuestras vidas, incluso pecados pequeños, pecados veniales, y también protegernos contra los pecados más graves. Y luego, por supuesto, la Eucaristía que es el centro de toda vida cristiana de una manera muy particular. Es el centro de la vida matrimonial porque es comunión con nuestro Señor Jesucristo, para vivir de ese amor que Él tiene por la Iglesia, donde el matrimonio es sacramento: es el signo de Su amor en el mundo, y así en la Eucaristía la pareja recibe la gracia, de la manera más abundante y más fuerte, que le permite vivir su alianza de amor.

LSN: ¿Cree usted que existe un vínculo entre el “culto a la muerte” – una liturgia antropocéntrica, sin adoración a Dios – y la cultura de la muerte?

CB: Estoy muy convencido que donde los abusos introducidos en la práctica de la liturgia en la Iglesia, abusos que reflejaban una dirección muy antropocéntrica, en otras palabras, donde el culto sagrado comenzó a ser presentado como la actividad del hombre en lugar de la acción de Dios entre nosotros, claramente ha conducido a las personas en una dirección equivocada, y que ha tenido un impacto muy negativo en la vida de cada individuo, y de un modo particular en la vida matrimonial. La belleza de la vida matrimonial es percibida y confirmada, en una manera muy particular, en el Sacrificio Eucarístico.

LSN: Como católicos estamos obligados a actuar en la sociedad y también a actuar políticamente, teniendo un compromiso político. Pero en Francia no existe un único partido representado que defienda el matrimonio por completo y que defienda la vida completamente. ¿Qué deberían hacer los católicos: comprometerse en un movimiento incluso cuando saben que este movimiento está en contra de los principios no negociables, o deberían tratar de construir otra cosa?

CB: Lo ideal es que deberían tratar de construir una fuerza política en la sociedad que se mantenga totalmente en la verdad, en los bienes no negociables con respecto a la vida humana y a la familia. Y ellos deberían manifestar con claridad su propia posición, e insistir en esto con los partidos políticos existentes, para ser una fuerza que reforme esos partidos políticos. Es evidente que no se puede tomar partido en ningún tipo de movimiento que sea contrario a la ley moral. Por otro lado, si en ese partido o movimiento político hay signos de una reforma, de una adhesión a la ley moral, entonces deberíamos apoyarlo y alentarlo.

LSN: ¿Qué santos deberíamos invocar hoy día para la familia?

CB: En primer lugar, la Sagrada Familia de Nazaret: la Virgen María, San José y Nuestra Señor Jesús. Y luego, hay grandes santos casados. Pienso, por ejemplo, en los padres de la pequeña Teresa, el Beato Luis y Celia Martin; pienso también en un gran santo como San Gianna Molla, aquí en Italia; en un gran santo que murió mártir por la familia, Santo Tomás Moro, que era un hombre casado y comprendió plenamente la vocación matrimonial. También la pareja Luigi y Maria Beltrame Quattrocchi, beatificados aquí en Italia. Pienso mucho de Santa Rita de Cascia, que era una madre muy fiel: rezó mucho por la conversión de su esposo, y también por la conversión de sus dos hijos… Estos serían sólo algunos ejemplos… hay tantos otros.

LSN: ¿Cómo podemos permanecer fieles a la Iglesia y al Papa en estos tiempos difíciles?

CB: Hay que adherirse claramente a lo que la Iglesia siempre ha enseñado y practicado; esta es nuestra ancla. Nuestra fe no está en las personas individuales, nuestra fe está en Jesucristo. Sólo Él es nuestra salvación, y Él está vivo para nosotros en la Iglesia a través de su enseñanza, a través de sus sacramentos, y a través de su disciplina. Digo a las personas – porque muchas personas hoy día están en comunicación conmigo, las cuales se encuentran bastante confusas, preocupadas y molestas – no, tenemos que mantener la calma, y ​​debemos permanecer llenos de esperanza para llegar a una apreciación cada vez más profunda de la verdad de nuestra fe, y adhiriéndose a esto. Esto es inmutable, y nos dará la victoria al final. Cristo dijo a San Pedro cuando hizo su confesión de fe: "Las puertas del infierno no prevalecerán contra la Iglesia". Sabemos que esto es verdad, y tenemos que sufrir, mientras tanto, por la verdad; pero tenemos que estar seguros de que el Señor va a ganar la victoria al final.

Operación "Tormenta del cielo". Campaña del Rosario por la Iglesia (Cardenal Raymond L. Burke)


3:06 minutos
Cardenal Raymond L. Burke

jueves, 14 de enero de 2016

La España pagana y triste (Eulogio López)



Catequesis sobre el bautismo (Padre Santiago Martín; vídeo)


Una excelente homilía del padre Santiago Martín sobre el bautismo, en la que ahonda sobre el hecho de que sólo los cristianos son hijos adoptivos de Dios.

14:52 minutos

Sacerdotes casados. Proyecto Amazonas (Sandro Magister)


Original aquí
(Sobre este artículo hay comentario de Rorate Caeli, en Adelante la fe)

ROMA, 12 de enero de 2016 – Un intercambio de cartas, una entrevista y una innovación ya convertida en ley confirman la voluntad del papa Francisco de extender en la Iglesia Católica la presencia de un clero casado, como ya se anticipó en este servicio de www.chiesa: El próximo sínodo ya está en construcción. Sobre los sacerdotes casados (9.12.2015)


El intercambio de cartas se produjo por iniciativa de un destacado teólogo alemán, Wunibald Müller, de 65 años de edad, quien en diciembre del 2013 escribió una carta abierta al Papa, ampliamente publicitada por el sitio web oficial de la Conferencia Episcopal de Alemania, bajo el título de “Papa Francisco, abra la puerta”, para pedirle que anule el vínculo del celibato para los sacerdotes.


Müller no es un cualquiera. Es psicólogo y escritor prolífico. Ha fundado y dirige la “Recollectio-Haus”, en la abadía benedictina de Münsterschwarzach, en la diócesis de Würzburg, para la atención de sacerdotes y religiosos que atraviesan una crisis existencial, financiada por otras siete diócesis (Augusta, Friburgo, Limburg, Maguncia, Münich-Freising, Paderborn, Rottenburg-Sttutgart) y con un asistente espiritual, el benedictino más leído no solo en Alemania sino en el mundo, Anselm Grün.

La orientación de Müller está bien representada por los títulos de sus tesis para la licenciatura y el doctorado: “El sacerdote como guía espiritual de personas homosexuales” y “Homosexualidad, un desafío para la teología y la atención de las almas”.

Al no haber recibido respuesta de su primera misiva, en abril del 2014 Müller volvió a la carga con una segunda carta a Jorge Mario Bergoglio. Y casi veinte meses después finalmente el Papa le respondió. El 25 de noviembre pasado la “Katholische Nachrichten-Agentur”, la agencia de prensa de los obispos alemanes, dio a conocer la correspondencia y las señales de “apertura” provenientes del Papa. Y el 4 de enero el “Süddeutsche Zeitung” entrevistó a Müller pidiéndole noticias más detalladas:

P. – Usted le escribió una carta al papa Francisco.

R. – He pedido un aflojamiento del celibato. Debería haber sacerdotes casados así como sacerdotes célibes, sacerdotes homosexuales así como heterosexuales.

P. – ¿Y la respuesta cuál fue?

R. – Francisco me agradeció por mis reflexiones, lo que me alegra mucho. Dice que mis propuestas no pueden ser realizadas por la Iglesia universal, pero pienso que no excluye soluciones a nivel regional. Francisco ya le ha pedido al obispo brasileño que compruebe si en su diócesis hay hombres casados, de probada experiencia, que puedan ser ordenados sacerdotes. El Papa busca los espacios donde poder cambiar algo que podrá desarrollar después su propia dinámica.

Erwin Kräutler, obispo renunciado, por razones de edad, de la inmensa prelatura amazónica de Xingu, pero hasta ahora muy activo como secretario de la comisión episcopal para el Amazonas, es precisamente el obispo brasileño que pocos días antes de Navidad tuvo con el papa Francisco su enésima entrevista, respecto justamente al eventual recurso a un clero casado en territorios dramáticamente desprovistos de clero célibe. De la entrevista entre él y el Papa informó la Radio Vaticana, con una entrevista efectuada a Kräutler el 22 de diciembre:

P. – ¿Qué le ha dicho el Papa respecto a las comunidades privadas de un sacerdote que celebre la Eucaristía?

R. – Me ha dicho que debemos hacer propuestas concretas. Incluso propuestas temerarias y audaces. Me ha dicho que debemos tener la valentía de hablar. Él no tomará una iniciativa por sí solo, sino escuchando a las personas. Quiere que se cree un consenso y que se comience en algunas regiones con intentos destinados a que la gente pueda celebrar la Eucaristía. Si se lee la exhortación de Juan Pablo II “Dies Domini”, ésta dice muy claramente que no hay comunidad cristiana si no se reúne en torno al altar. Por voluntad de Dios debemos entonces abrir caminos para que eso suceda. Sobre cómo serán estos caminos, en Brasil ya trabaja una comisión.

P. ¿Entonces qué debemos esperar en este punto del pontificado de Francisco?

R. – Un giro. Más bien ya estamos en un giro. Creo que ya hemos llegado a un punto de no retorno. Tampoco el próximo Papa o el que venga después de él podrá retroceder respecto a lo que hoy está haciendo Francisco.

En una entrevista anterior, del 12 de julio de 2015 en la revista italiana “Credere”, Kräutler había confirmado que “el Papa ha pedido a la comisión para el Amazonas una propuesta concreta desde el pasado mes de abril” y desde entonces “estamos especulando algunos caminos a fin que todas las comunidades tengan la posibilidad de participar en la Eucaristía más de tres veces al año”. Entre estos “caminos” está precisamente la ordenación de hombres casados, para superar el hecho – dijo también Kräutler – que “para 800 comunidades tenemos sólo 30 sacerdotes, y la región es verdaderamente muy extensa”.

Pero se dice que la falta de vocaciones al sacerdocio en Brasil se puede deber también al pésimo ejemplo que da una parte del clero de ese país, si es verdad el retrato que ha proporcionado hace algún tiempo una revista católica influyente e insospechable como “Il Regno”:

“Los fieles están obligados a reunirse en la iglesia para celebrar una especie de Misa sin sacerdote, también en las ciudades donde no faltan sacerdotes. El domingo podrían distribuirse en las distintas iglesias, pero prefieren concelebrar entre ellos y dejar solos a los fieles a merced de fanáticos descontrolados, cuando fanáticos lo son los celebrantes mismos que, a veces, modifican los textos litúrgicos a su gusto, porque ni siquiera son capaces de comprenderlos, transforman el canto del Sanctus en un ritmo bailable, no hacen memoria del Papa, del obispo ni de los difuntos. Sacerdotes tan holgazanes que, habitualmente los lunes, al igual que los peluqueros en Italia, descansan y no celebran Misa ni siquiera en las catedrales. O bien no visitan a los enfermos, no llevan el viático, no celebran funerales. Y no siempre pueden aducir para justificarse su escaso número”.

Otro factor, pero no secundario, de la marcha de acercamiento a la ordenación de “viri probati” [varones probados] en la Iglesia latina es la autorización dada a los sacerdotes casados de las Iglesias orientales católicas para actuar también más allá de sus territorios tradicionales. Es decir, ya no sólo en Medio Oriente y en Europa del este, sino en todas partes. La autorización ha sido dada el 14 de junio de 2014 por el papa Francisco a través de la Congregación vaticana para las Iglesias Orientales, presidida por el cardenal argentino Leonardo Sandri. Y ha eliminado un siglo y medio de prohibiciones intransigentes. Sobre todo en América y en Europa occidental, en efecto, las jerarquías católicas latinas consideraban que la presencia en su territorio de sacerdotes casados de rito oriental, llegados allí a posteriori de las migraciones, causó un “gravissimum scandalum” a los fieles.

Por el contrario, el papa Francisco ha permitido esas presencias, en condiciones especiales. Ha citado en apoyo la constitución apostólica “Anglicanorum coetibus” del 2009, con la que Benedicto XVI admitió la presencia de sacerdotes casados ex anglicanos en las regiones donde todavía estaba vigente la prohibición para los sacerdotes casados de rito oriental.

Una última anotación. La ordenación al sacerdocio de hombres casados, “en casos particulares y por necesidad pastoral”, ya fue examinada por un sínodo, el de 1971, dedicado a “El sacerdocio ministerial y la justicia en el mundo”. La hipótesis fue sometida a votación en competencia con otra, que mantenía firme y sin excepción alguna el celibato para todo el clero latino. Venció esta segunda hipótesis, por 107 votos contra 87.

Desde entonces han pasado 45 años y evidentemente el papa Francisco considera que los tiempos están maduros para reexaminar la cuestión y abrir una brecha al clero casado, a partir de algunas áreas de América latina particularmente afectadas por la escasez de sacerdotes. Sin dramas. Porque ésta – dice – “es una cuestión de disciplina, no de fe”.

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El texto íntegro del documento que autoriza a los sacerdotes casados de rito oriental a actuar también en las diócesis de rito latino: Francesco dà il passaporto ai preti sposati orientali

La entrevista a Wunibald Müller publicada en el “Süddeutsche Zeitung” en la edición del 4 de enero: “Auch wer zölibatär lebt, braucht Intimität”

El artículo de la “Katholische Nachrichten-Agentur” sobre la correspondencia entre Müller y el Papa: Zölibat, ein ‘Päpstliches Nein’ und die Sache mit dem richtigen Dreh

La entrevista del 22 de diciembre en la Radio Vaticana de lengua alemana al obispo brasileño Erwin Kräutler: Bischof Kräutler: Franziskus ist “väterlich und brüderlich”

La anterior entrevista de Kräutler en “Credere”: Il vescovo ecologista consigliere del papa


El texto íntegro aparecido en “Il Regno”, en la edición del 15 de mayo de 2004, a propósito del clero de Brasil: Mitica Chiesa brasiliana. La descrizione di un disastro

La última encuesta del Pew Research Center sobre los católicos de América latina, de la que resulta que un poco menos de la mitad de los fieles están a favor del clero casado, exactamente el 48%: Religion in Latin America.

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Sandro Magister

Europa: ni Lampedusa ni Bruselas

En este video se reconocen explícitamente las raíces cristianas de Europa. Merece la pena verlo:

4:51 minutos


miércoles, 13 de enero de 2016

¿Es posible que tengamos un Papa hereje? (3 de 7)(Juan Andrés de Jorge)



Ahondando en lo ya dicho ... y a modo de resumen (seguimos haciendo uso del ensayo del padre Juan Andrés):
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En las dos entradas anteriores hemos hablado, primeramente, sobre la posibilidad de la existencia de un Papa hereje, una pregunta que ha tenido una respuesta afirmativa; y luego se ha indicado algo acerca de los medios de que dispone la Iglesia para deponer a un Papa hereje [entendiendo por herejía "la negación pertinaz, después de haber recibido el bautismo, de una verdad de fe que ha de creerse con fe divina y católica" (Canon 751 CIC). Y según santo Tomás de Aquino "el hereje es el que o provoca o sigue opiniones falsas o nuevas. Por lo tanto se opone a la verdad en la que se apoya la fe" (Sum Theol. II-IIae, q.11, a.1)]

Y hemos llegado a las siguientes conclusiones:

- Es necesario, en primer lugar, que el Papa haya incurrido en el delito de herejía. Esto supone que tal herejía sea formal (no sólo material), externa (no sólo interna) y contumaz (es decir, sin arrepentimiento). 

- Ahora bien: según CIC de 1917, canon 1556: "La Primera Sede (refiriéndose al Papa) por nadie puede ser juzgada". ¿Por qué?  Ello es debido a que, en su origen, la potestad del Romano Pontífice le es otorgada directamente por Dios, mediante la elección legítima aceptada por él. Dios le inviste directamente de su potestad papal a través de un organismo de la Iglesia: éste actúa de medio para esa investidura directa por parte de Dios. ¿Cómo es, entonces, posible, acusar al Papa de herejía?

- Dios cuenta con ello. Y junto a los obstáculos da las fuerzas y los medios necesarios para hecerles frente. Es preciso no olvidar que el Romano Pontífice, como todos los fieles, está subordinado a la Palabra de Dios, a la fe católica. No decide según su arbitrio, sino que es portavoz de la voluntad del Señor, que habla al hombre en la Escritura, vivida e interpretada por la Tradición. Así lo ha dicho, con gran claridad, el cardenal Ratzinger (mal llamado "Papa emérito Benedicto XVI", puesto que no es Papa y, por lo tanto, tampoco emérito): "El Papa no es un monarca absoluto cuya voluntad es ley; más bien es el custodio de la antigua Tradición. No puede hacer lo que quiere" (ver imagen)

- Pero ... ¿y si no ocurre así? ¿Y si el Sumo Pontífice se inventa, por así decirlo, una "nueva religión", con claro abuso de la autoridad que le confiere su cargo y es infiel al mandato recibido de Jesucristo? En otras palabras: ¿y si el Papa incurre en herejía?

[El canon 1364 del CIC dice: El apóstata de la fe, el hereje o el cismático incurren en excomunión "latae sententiae". Por otra parte el canon 194 establece que queda de propio derecho removido del oficio eclesiástico quien se ha apartado públicamente de la fe católica o de la comunión de la Iglesia ... pero también dice que esta remoción sólo puede urgirse si consta de ella por declaración de la autoridad competente]

Es decir: para aplicar la excomunión "latae sententiae" y la remoción del oficio al que cae en herejía, según los canonistas, se requiere algún grado de intervención de la autoridad eclesiástica, con un acto que sea declarativo para que pueda exigirse la remoción del hereje y pueda llevarse la colación del oficio a un nuevo titular. Tal acto de autoridad por parte de la Jerarquía eclesiástica (y esto es importante) lleva sólo a declarar que se ha producido el supuesto que lleva consigo el ipso iure de la remoción, pero no mira directamente a la remoción.

Reduciendo nuestra explicación al caso concreto del Papa hay que decir que lo mismo que ocurre con la concesión papal, que viene directamente de Dios y no de la Iglesia, también la pérdida de la potestad papal tiene que venir directamente de Dios, pues no hay autoridad en la Iglesia que sea superior a la del Papa. Es importante tener claros estos conceptos, pues de lo contrario se podría caer en la herejía del Conciliarismo. Es Dios quien elige directamente al Papa y es Dios también el único que puede deponerlo directamente. 

Pero Dios, aunque actúa directamente en ese proceso de concesión y de remoción de la autoridad papal, cuenta con la Iglesia. Dios se sirve de nosotros para alcanzar sus fines. 

Y así, de la misma manera que Dios deja a su Iglesia la determinación del candidato sobre el que Él mismo otorgará la potestad papal (que la recibe mediante su aceptación libre y su consagración episcopal), también puede decretar directamente su deposición, sirviéndose, lógicamente de la Jerarquía. ¿Cómo? Mediante un acto de una autoridad competente que formal y oficialmente declare la realidad de la herejía formal y externa del Papa

Es cierto, sin embargo, que ni tal autoridad ni el procedimiento a seguir están regulados en la actualidad, ni por el Derecho divino ni por el Eclesiástico. Tema complicado, pues; pero, llegado el caso, si es que acaso se produjera, habría que hacerle frente (como ocurrió con los intentos de solución del Cisma de Occidente, con la variedad de propuestas que se presentaron, donde no fue fácil encontrar una salida a tal crisis ... pero al final se encontró). 

Lo que debe quedar claro es que el Papa no puede perder su potestad automáticamente (ipso iure), sino tras mediar un acto declarativo de la autoridad competente ... teniendo en cuenta que, de ocurrir tal cosa, esto no supondría la quiebra del principio de que "el Papa no puede ser juzgado por autoridad alguna de la Iglesia": nadie estaría juzgando ni condenando al Papa: La AUTORIDAD COMPETENTE se limitaría a DECLARAR acerca de la existencia o no de UN HECHO: el hecho de si el Papa ha incurrido en herejía o no ha incurrido en herejía.

Si existiese tal declaración formal de herejía papal, por parte de la autoridad eclesiástica competente, se abriría entonces la posibilidad de arrepentimiento del Papa, hasta el punto de que, si tal arrepentimiento se produce, entonces el Papa no pierde su potestad primacial. 

Como ya se dijo en la primera entrada sólo en el caso de declaración formal de herejía y contumacia por parte del Papa, Dios es el que sustraería la potestad al Papa y éste volvería a ser un simple obispo, con pérdida de su oficio eclesiástico; y, una vez depuesto según Derecho, el Papa -que ya no lo sería -  podría ser juzgado y condenado como cualquier otro obispo que hubiese incurrido en esos mismos delitos.
(Continuará)

martes, 12 de enero de 2016

¿Es posible que tengamos un Papa hereje? (2 de 7) (Juan Andrés de Jorge)



Seguimos con el estudio del padre Juan Andrés de Jorge sobre la posibilidad de un Papa hereje.

Propuesta general al problema

En base a todo lo anterior, parece que la solución a la problemática propuesta debería de ir en la línea de los siguientes principios teológicos y canónicos:

1. El Papa puede caer en herejía, tanto interna como externa, material o formal, antecedente a su elección o consiguiente a la misma. Sólo es imposible que incurra en herejía cuando habla ex cathedra con las condiciones establecidas para la infalibilidad. La herejía puede presentarse de distintos modos, que se pueden clasificar de la siguiente manera:


(a) Herejía material: error involuntario o al menos sin conciencia clara de ello.

(b) Herejía formal: error voluntario y pertinaz. Se divide a su vez en: (1) Interna, permanece en la conciencia y no es manifestada de ninguna manera. (2) Externa, cuando es manifestada, que puede ser a su vez: (a') Oculta, cuando no está divulgada y puede pensarse prudentemente que no admitirá divulgación. (b')Pública, cuando está divulgada. 

2. El Papa hereje pierde su potestad papal, y con ello, su jurisdicción, pero no de modo automático. Un Romano Pontífice podría haber caído en herejía y conservar todavía su potestad de jurisdicción.

3. Para la pérdida del poder primacial del Papa es necesario que se incurra en el delito de herejía y, por lo tanto, que la herejía sea tanto formal (no solo material), como externa (no solo interna) y contumaz (no haya arrepentimiento).


4. La pérdida de la potestad papal proviene de Dios directamente, porque no hay autoridad en la Iglesia superior a la del Papa. Lo mismo ocurre con la concesión de la potestad papal, que viene directamente de Dios y no de la Iglesia. Esto nos evita caer en el conciliarismo.


5. El establecimiento de la existencia del delito de herejía supone un acto de eficacia declarativa necesario para el Derecho; y este principio ha de ser mantenido también para el caso del Papa.


6Dios cuenta con la Iglesia en el proceso de concesión y remoción de la autoridad papal: en el primer caso, dejando a la Iglesia la determinación del candidato sobre el que Dios otorgará la potestad papal (que la recibe mediante su aceptación libre y su consagración episcopal), lo que se ha realizado mediante procedimientos variados de elección de la persona del Papa a lo largo de la historia de la Iglesia; en el segundo, mediante un acto de una autoridad competente que formal y oficialmente declare la
realidad de la herejía formal y externa del Papa

7. Por lo tanto, el Papa no puede perder su potestad automáticamente (ipso iure ), sino tras mediar un acto declarativo de la autoridad competente. Esto no supondría la quiebra del principio de que el Papa no puede ser juzgado por autoridad alguna de la Iglesia ya que, en este momento, no se está condenando y aplicando penas al Papa, sino solo declarando la existencia de un hecho, a saber, si el Papa ha incurrido en herejía o no. 

8Una vez declarada la herejía del Papa conforme al procedimiento previsto, se abriría la posibilidad de su arrepentimiento, que en caso de que fuera tal, haría que no perdiera su potestad primacial.

9. Sólo en caso de declaración formal de herejía y contumacia por parte del Papa, Dios es el que sustraería la potestad al Papa condenado, con lo que volvería a ser un simple obispo, con pérdida de su oficio eclesiástico.

10. Una vez depuesto según Derecho, el Papa podría ser juzgado y condenado a las penas correspondientes a Derecho, pues ya no tiene la potestad primacial, y ahora sí puede ser juzgado como cualquier otro. 

El problema de la pérdida de la jurisdicción

Conviene insistir en un extremo de la problemática planteada, por su importancia práctica: ¿el Papa hereje pierde o no su potestad de jurisdicción? Hay varias respuestas posibles, aunque la que se indica a continuación, que es la que se defiende en este ensayo, es la más ajustada a Derecho y a la Teología.  Es, sustancialmente, la tesis defendida clásicamente por F. Suárez, San Alfonso María de Ligorio y San Cayetano: 

Hay pérdida de la jurisdicción cuando la situación de herejía formal, notoria y contumaz se ha producido de hecho, previa declaración de la existencia de ese hecho por la autoridad que corresponda. En este caso el Papa pierde su jurisdicción directamente por virtud del poder de Dios y no por el poder de ninguna institución eclesiástica alegadamente superior al Romano Pontífice que lo estuviera juzgando y deponiendo.  


Sin embargo, sería necesaria la previa declaración formal de la realidad de tal situación herética por la institución que corresponda, en mor de la seguridad jurídica, del bien de las almas y de la Iglesia y del carácter social que tiene la misma. Cabría pues la existencia de un periodo en el que el Papa excomulgado latae sententiae por el delito de herejía, sin embargo conservase su jurisdicción. 

Según F. Súarez, el único remedio que le queda a la Iglesia, en estos casos de manifiesta herejía formal, externa y contumaz por parte del sumo Pontífice, es que en concilio general sea declarado hereje jurídicamente, pues con solo eso pierde su dignidad, no tanto por poder humano como por poder divino ... En efecto, así como cuando es elegido no recibe el poder de manos de los electores sino de las de Cristo, así también en ese caso especial es depuesto por Cristo mismo después de la declaración jurídica ... al deponer a un Papa hereje la Iglesia no actuaría como superior del Papa sino que, jurídicamente y por el consentimiento de Cristo, lo declararía hereje y, por lo tanto, absolutamente indigno de los honores pontificios; él sería, en tal caso, depuesto ipso facto e inmediatamente por Cristo, y una vez depuesto se volvería inferior y podría ser castigado


El Papa hereje pierde su potestad sustraida directamente por Dios, pero es necesaria la declaración formal de un organismo eclesial adecuado para su determinación. Me parece que las posiciones de F. Suárez desde el punto de vista jurídico, y la de Juan De Santo Tomás, desde la perspectiva teológica, son mucho más prudentes y en concordancia con todo el dogma de la Iglesia. 

Imaginemos un obispo que haya incurrido en herejía formal externa y excomunión, y que luego, por sí mismo o por medio de la amonestación paternal del Papa, se retractase públicamente de su error ... No habría sido depuesto y gozaría de su jurisdicción. Mientras no ocurra la deposición, el hereje y excomulgado gozará de una jurisdicción válida, a título precario, bien que no pueda ejercerla lícitamente


Conclusión: aunque es muy difícil probar que el Romano Pontífice haya caído en herejía formal, externa y contumaz, sin embargo, si ocurriera, conservarían su jurisdicción (serían verdaderos Papas y no hay sede vacante) hasta que se declare el hecho de esa herejía, momento en que Jesucristo quitaría directamente la potestad primacial al Romano Pontífice y se declararía sede vacante.


(Continuará)

lunes, 11 de enero de 2016

CREDO MODERNISTA y un vídeo irónico (Pablo de María)


Traslado aquí un comentario que he leido en Facebook, de Pablo de Molina, escrito en tono irónico, pero que refleja, (quizás exagerando un poco, sobre todo para la gente sencilla) la situación en la que se encuentra (o va camino de encontrarse, por desgracia) el catolicismo. 

CREDO MODERNISTA: 


Creo en Dios; que puede ser el Alá de los musulmanes, o el Buda de los budistas, o el Gran Arquitecto del Universo de la baja masonería, o elBaphomet de la masonería esotérica, o el Cristos-Lucifer de la gnosis ... ¡pero en fin lo importante es creer!

Creo en Jesucristo, que más que hijo de Dios fué un gran revolucionario que luchó por los intereses del pueblo, que nació de María... quien quizás pudo haber tenido más hijos, por obra y gracia del Espíritu Santo (aunque esto es un símbolo, como otros tantos en la Biblia) y después de haber puesto en marcha su revolución fué crucificado por los burócratas del Templo, muerto y sepultado; descendió a los infiernos simbólicamente, puesto que el Infierno no existe, y al tercero resucitó en el corazón de los Apóstoles, su alma subió al cielo y está sentado a la diestra de Dios (quien quiera que sea) y desde allí va a venir a perdonarnos y dejarnos entrar a todos al cielo, puesto que él es nuestro amigo y no nuestro juez, pero eso si... juzgará a todos los burócratas, los «tradis» y los fachas.

Creo en el Espíritu Santo, como un símbolo mas de la Biblia claro está, en la Iglesia Católica que es uno más de los medios para la salvación, puesto que todo el mundo puede salvarse; crea o no crea en Jesucristo se pueden salvar siempre y cuando sean tolerantes y ayuden a construir un mundo mejor; y no digo «Santa Iglesia Católica» para no ofender a mis «hermanos separados». Creo en la Comunión y Liberación, en el Camino Neocatecumenal, en la liberación del pueblo y en la vida eterna... pero no el Cielo como tú te lo imaginas, puesto que el Paraíso lo podemos hacer aquí en la tierra siempre y cuando respetemos la opinión de los demás y construyamos un mundo más justo y mejor... en fin. Amén, Shalom, Aloha o lo que sea ...  Facebook (Pablo de María)

Del mismo autor tomo un vídeo de RomanBerna, que Pablo de María sacó de Facebook, titulado "Erik, el vikingo. Esto no está ocurriendo" . Está fechado el 23 de diciembre de 2013. Y la mala uva aflora por todos los costados. Sin embargo, hay que reconocer que expresa bastante bien -por desgracia- la situación actual de hoy en día, tanto la que se observa en el mundo -particularmente en la política- como la que se observa también -para mayor desgracia- en el seno de la misma Iglesia. Se refleja perfectamente la actitud del avestruz que no quiere ver la realidad pensando que ése es el mejor modo para que las aguas revueltas vuelvan a su cauce ... lo que, lógicamente, no ocurre.


El escandaloso vídeo interreligioso de Francisco. ¿Predicó explícitamente la herejía? (Adelante la Fe)


Ya se ha hablado en este blog, varias veces, sobre el famoso vídeo del papa Francisco. Yo ya he dado mi propia opinión en la entrada del 7 de enero, en la que hacía referencia también a otros enlaces que hablaban sobre lo mismo. Luego he reproducido tres nuevas entradas: una de The Wanderer, otra de Fray Gerundio y una tercera del padre Santiago Martín.  

Dada la enorme gravedad de lo que se refleja en dicho video han surgido nuevas voces y nuevos comentarios. En esta entrada reproduzco uno de ellos cuyo original puede encontrarse pinchando aquí. Está sacado de "Adelante la Fe" (traducción de un artículo de Catholic Family News) y puede leerse lo que sigue:



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Católicos de todo el mundo están escandalizados por la reciente manifestación de aberracionismo post-conciliar: el vídeo publicado por el Papa Francisco para explicar sus intenciones de oración este mes de enero, y convertido en una celebración pan-religiosa, en el que Francisco exhorta a dialogar más y afirma que todos nosotros, seamos de la religión que seamos, somos “hijos de Dios” (Ver nota final).



Por supuesto que no hay llamada a la conversión de los no-católicos a la única Fe verdadera. El vídeo generó mucha discusión en las redes sociales católicas, denunciando la presentación como hereje y modernista. Sin embargo, un sacerdote -quizá bien intencionado- parecía confundido por todo este malestar: “Lo siento -dijo-. ¿Qué frase es, exactamente, la herética? Y no veo ninguna declaración que afirme que todas las religiones son iguales (pluralismo)”.

He aquí la clave para comprender qué está sucediendo realmente. El modernismo raramente opera con “declaraciones que sean exactamente heréticas”. Su método es una praxis que conlleva un nuevo enfoque de las acciones que entra en conflicto con el Magisterio eterno. Las actividades interreligiosas de hoy día dan la apariencia de que todas las religiones son lo suficientemente buenas para lograr la salvación, lo cual es, probablemente, el principal error religioso de nuestro tiempo. 

Personas de todo el mundo veían a Juan Pablo II y a Benedicto XVI, en aquellas reuniones de oración interreligiosa en Asís, puestos en pie al lado de budistas, hindúes, rabinos, musulmanes, protestantes e, incluso, de otras religiones que están, más o menos, en una posición aceptable ante Dios. Es la expresión visual del indiferentismo religioso que lleva a las almas a aceptar tácitamente la doctrina herética.

Sólo un ejemplo: el día de la muerte del Papa Juan Pablo II recibí una llamada de una joven de Nueva Zelanda, amiga de la familia. Trabajaba en unas circunstancias por las cuales trataba con musulmanes e hindúes. Cuando les dijo a estos no-católicos, con suavidad y caridad, que debían de convertirse a la Iglesia Católica - la única verdadera- para salvar sus almas, musulmanes e hindúes se rieron de ella. “Tu Papa no cree eso -le dijeron refiriéndose a Juan Pablo II-, tu Papa no enseña eso. Sus acciones interreligiosas no transmiten esto. Tu Papa reza con el Dalai-Lama y con los hindúes; visita mezquitas y besa el Corán. Si no estás en sincronía con tu propio papa, ¿por qué deberíamos escucharte?” Aquí vemos como una nueva hetero-praxis se eleva por encima de la Doctrina, lo que conduce a los individuos a pensar en la misma línea que la doctrina herética.

Ésta es la misma táctica que han empleado los progresistas en el reciente sínodo, abogando por cambiar el procedimiento sobre la comunión de los divorciados y vueltos a casar, y repitiendo algo que sólo los muy ingenuos aceptarían: “Pero no hemos cambiado la doctrina”. ¿No hemos aprendido nada en los últimos 50 años? La revolución del Vaticano II se basaba enteramente en la táctica de elevar “lo pastoral” por encima de “lo doctrinal”, sin cambiar la doctrina explícitamente, sino creando una revolución en las actitudes católicas.

Otra táctica del Modernismo y de la revolución Conciliar es el significativo silencio acerca de los puntos de la Doctrina que desafían a la nueva inclinación; en palabras del eminente padre Edward Hanahoe: “Los ecumenistas simulan que el Magisterio no ha hablado”. Nunca escucharán a los papas conciliares, desde Juan XXIII a Francisco, reiterar la clara condena al indiferentismo religioso que encontramos en la encíclica Mirari Vos del Papa Gregorio XVI:

“Ahora llegamos a otra causa muy fértil de los males que -sentimos decirlo- afligen a la Iglesia contemporánea. Ésta es el indiferentismo, o esa perversa opinión que ha crecido por todos lados por medio del engaño de hombres malvados. De acuerdo con esta opinión, la salvación eterna del alma puede obtenerse profesando cualquier tipo de fe, mientras que la moral del hombre esté de acuerdo al estándar de justicia y honestidad. Ustedes deben sacar de la mente de las personas confiadas a su cuidado este deplorable error en un tema tan obviamente importante y tan completamente claro. Ya que, dado que el Apóstol nos ha advertido que existe un Dios, una fe y un bautismo, aquellos que pretenden que el camino a la [beatitud] eterna se inicia desde cualquier religión, deberían temer y deberían reconsiderar el hecho de que, de acuerdo al testimonio del Propio Salvador, están contra Cristo porque no están con Cristo, y que se están dispersando miserablemente porque no se están juntando con El; y que, consecuentemente, lo más seguro es que van a perecer para siempre, a menos que sostengan la fe Católica y la mantengan integra e inviolada.”

Pretender que “el Magisterio no ha hablado” y la elevación de la hetero-praxis por encima de la Doctrina, son las dos tácticas básicas de los Modernistas de la revolución Conciliar.

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Nota final: No olvidemos que la actividad pan-religiosa fue alentada por todos los papas post-conciliares, incluyendo el predecesor inmediato del Papa Francisco. Para dar un solo ejemplo, la orientación interreligiosa estaba a la vista de todos durante el Pontificado, supuestamente conservador, del Papa Benedicto XVI. Vean mi reportaje sobre la reunión pan-religiosa celebrada en Asís en 2011 cuyo enlace es Asís III: Dioses paganos son invocados en una Basílica Católica durante el evento convocado por Benedicto XVI: 

Este tipo de actividad fue el que sentó las bases para el enfoque más atrevido del Papa Francisco. En el evento de Asís, el profesor nigeriano Wande Abimbola -representante de Yoruba, una religión africana-, subió al púlpito mientras los miembros de todas las religiones mundiales compartían la Basílica del Santuario de Santa María de los Ángeles con el Papa Benedicto. Abimbola cantó una oración y agitó un instrumento de percusión, mientras decía a los delegados que la paz sólo puede llegar con el respeto a las religiones indígenas. “Debemos recordar siempre que, nuestra propia religión, junto con las religiones practicadas por otras personas, son válidas y preciosas a los ojos del Todopoderoso, que nos creó a todos en pluralidad, diferentes modos de vida y sistemas de creencias”, dijo.
John Vennari

domingo, 10 de enero de 2016

Todos los hombres son creados por Dios, mas no todos son hijos de Dios (Santiago Martín)

Nota: esta entrada está relacionada con el famoso vídeo del papa Francisco, concerniente al diálogo interreligioso, un vídeo que salió a la luz el 7 de enero de este año de 2016.

Propiamente hablando, sólo el Verbo, que se hizo hombre, es decir, Jesucristo, es hijo de Dios; sólo Él posee la naturaleza divina y es consustancial al Padre. Esta filiación divina Él puede concederla a quien quiere. Y para ello instituyó el sacramento del bautismo: recibiéndolo nos hacemos hijos en el Hijo: verdaderos hijos de Dios y herederos de Dios somos hechos partícipes de la naturaleza divina; somos hechos realmente hijos de Dios, hijos adoptivos de Dios, pero verdaderos hijos y esto no por méritos personales, sino por pura gracia. El padre Santiago Martín habla sobre este tema. He tomado nota de un enlace al contenido de su charla (en letra) y asimismo adjunto el correspondiente vídeo que titula como "el don de ser hijos de Dios".



¿Es posible que tengamos un Papa hereje? (1 de 7) (Juan Andrés de Jorge)


Llevo algún tiempo planteándome que podría muy bien ocurrir que la actual sede de Pedro estuviese ocupada por un Papa hereje, dada la cantidad de afirmaciones que viene realizando, a lo largo de sus casi tres años de pontificado ... y esto ya desde el primer día, en su toma de posesión, cuando pidió la bendición del pueblo ... siendo la gota que ha colmado el vaso el último vídeo que ha publicado y que se ha difundido en la red como un virus. 

Tratándose de un tema tan serio y tan grave tenía necesidad de estudiarlo bien antes de dar una opinión al respecto. Entre otras cosas, debía saber si tal idea de un Papa hereje era algo impensable o si, por el contrario, dicho evento estaba ya previsto y estudiado por el Magisterio Perenne de la Iglesia (incluyendo, además, las posibles soluciones para estos casos ... si llegaran a darse).

Esa preocupación es la que me ha llevado a documentarme lo mejor que sé y a expresar aquí los resultados de la investigación que he llevado a cabo. El estudio más serio y riguroso que he encontrado es el llevado a cabo por el reverendo padre Juan A. de Jorge,  cuyo contenido completo se puede obtener pinchando aquí.

Puesto que dicho documento consta de 32 páginas, me he limitado tan solo a señalar lo más significativo con relación al tema que nos ocupa, a modo de resumen; y citándolo textualmente. Comienza el ensayo formulando una serie de interrogantes y ya, desde el principio, se avanzan las respuestas que, posteriormente, se explican con más detalle. 



1. ¿Puede un Papa caer en herejía? Sí.

2. ¿Cae el Papa hereje en excomunión ipso iure (latae sententiae)? Sí, cuando se produce el delito de herejía, es decir, cuando es herejía formal, externa y contumaz.

3. ¿Pierde un Papa hereje la potestad de jurisdicción (misión divina) por el hecho de caer en la herejía? No, hasta que haya sido declarado formalmente por un órgano competente el hecho de su herejía.

4. ¿Puede un Papa ser depuesto por cualquier autoridad eclesiástica? No. Nadie en la Iglesia puede juzgar al Papa. La pérdida de su potestad primacial proviene directamente de Dios, que la retira cuando se ha producido el hecho de la herejía y la declaración formal de que ese hecho se ha producido (el acto de la autoridad eclesiástica no impone ninguna pena, sino se limita a constatar un hecho; no es sentencia constitutiva, sino puramente declarativa).

5. ¿Una vez perdida su potestad primacial, puede el Obispo de Roma ser juzgado como cualquier otro eclesiástico? Sí, porque ya no tiene la condición de Papa.

6. ¿Son válidos los actos realizados por el Papa desde que cayó de hecho en el delito de herejía hasta la declaración del hecho de la misma por el órgano competente? Hay que distinguir entre los actos de la potestad de orden que sí serían válidos de los propios de la potestad de jurisdicción, que se conserva hasta la declaración del hecho de la herejía.

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La posibilidad  de la existencia  de un Papa  hereje y sus consecuencias fue estudiada con mucha profundidad y detenimiento a lo largo de la Historia  de la Teología, sobre todo desde el periodo medieval, llegando hasta  nuestros  díasEl Papa Pablo  IV,  el 16 de febrero  de 1559, emitió  la Bula  Cum  ex Apostolatus  Officio. Decretó  que si alguna  vez pareciera que alguien  que fue elegido Romano Pontíce antes  se había desviado de la fe católica  o había  caído en alguna herejía,  su elección, incluso  con el acuerdo  unánime y consentimiento de  todos los cardenales, sería  nula,  jurídicamente inválida. Todos  los actos posteriores, las leyes y las citas  de este hombre inválidamente elegido carecerían de fuerza,  y de  firmeza y del poder legal a cualquier persona  que sea.  "Ordeno, por otra parte, que todos  los que fueran  designados a cargos eclesiásticos  por un tal  Papa, por eso mismo y sin la necesidad de hacer  ninguna declaración, deben ser privados de cualquier dignidad, posición, honor,  título, autoridad, oficio  y el poder".

Antes de continuar, es necesario tener en cuenta una serie de verdades, entre ellas las que vienen a continuación:

1. El dogma de la infalibilidad en el Magisterio del Papa, que solo se produce cuando habla ex cathedra con las condiciones exigidas en Derecho,(cfr. el Concilio Vaticano I, y el canon 749 del CIC). El magisterio sin esas condiciones no está protegido por la infalibilidad.

2. El dogma del Primado de Jurisdicción de Pedro y del Romano Pontífice y de su gobierno sobre toda la Iglesia universal, pastores y fieles


 3. El origen de la potestad primacial del Romano Pontífice que le es otorgada directamente de Dios, mediante la elección legítima aceptada por él juntamente con la consagración episcopal (canon 332, 1). El título de Vicario de Cristo implica que su autoridad proviene directamente del Señor y se ejerce en su nombre.

4. El principio de la inmunidad judicial del Sumo Pontífice: Ninguna autoridad es superior al Papa, por lo que no puede ser depuesto por ninguna otra en la Iglesia. (CIC de 1917, canon 1556: "La Primera Sede por nadie puede ser juzgada".  El Papa puede perder su oficio papal directamente por Dios, bien sea por renuncia libre conforme a Derecho, o por otras causas (demencia psíquica, herejía, cisma o apostasía).

5. Por eso, el conciliarismo es una herejía. El Concilio o el Colegio Episcopal no es nunca superior al Papa. El conciliarismo se impuso en el conciliabulo de Pavía Siena (1423- 1424), aunque no experimentó su desarrollo pleno hasta el concilio de Basilea (1431-1437).

6. Los límites obvios a la autoridad plena del Romano PontíficeLa potestad plena del Papa que abarca a la potestad de orden como de jurisdicción, se extiende a toda la sacra potestas (munus sancti candi, docendi et regendi) y a toda la potestad de gobierno (legistativa, ejecutiva y judicial). Sin embargo no es una potestad sin límites: puesto que tiene que ejercerse dentro de los fines de la Iglesia: El Romano Pontífice, como todos los fieles, está subordinado a la Palabra de Dios, a la fe católica, y es garante de la obediencia de la Iglesia y, en este sentido, 'servus servorum'. No decide según su arbitrio, sino que es portavoz de la voluntad del Señor, que habla al hombre en la Escritura vivida e interpretada por la Tradición.

7. Distinción entre el poder de jurisdicción y el de orden: el primero es el poder de gobernar (potestas regendi) a los fieles mediante las leyes, juicios y penas; el segundo es el poder de santificarlos por el culto y la confección o aplicación pública de los sacramentos o sacramentales.

8. El principio de la obediencia a la auténtica jerarquía de la Iglesia, aunque ésta pueda ser corrupta: nihil sine Papa ... nihil sine Episcopo.

9. El principio de extra Ecclesia nulla salus y la necesidad de pertenecer a la Iglesia para que la salvación sea posible.

10. La declaración de herejía es automática (latae sententiae), pero para llevarse a cabo es necesaria la declaración de la autoridad competente. En efecto, el canon 1364 del CIC dice: El apóstata de la fe, el hereje o el cismático incurren en excomunión latae sententiaeEl problema que existe para aplicar la excomunión latae sententiae  y la remoción del oficio al que cae en la herejía, es determinar cuándo existe ésta, así como su naturaleza y su gravedad.
(Continuará)