Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que procede de Dios (1 Cor 2, 12), el Espíritu de su Hijo, que Dios envió a nuestros corazones (Gal 4,6). Y por eso predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los gentiles, pero para los llamados, tanto judíos como griegos, es Cristo fuerza de Dios y sabiduría de Dios (1 Cor 1,23-24). De modo que si alguien os anuncia un evangelio distinto del que recibisteis, ¡sea anatema! (Gal 1,9).
Tras las manifestaciones de la alcaldesa socialista de Getafe con relación al perfil del homófono como "varón blanco, delgado y católico", se esconde, por parte de todos (no sólo de ella) el miedo y la cobardía a enfrentarse con la verdad. Tan es así que tal perfil ha sido aprobado por el pleno de Getafe, con los votos a favor de PSOE, Podemos e Izquierda Unida, la abstención del PP y sólo el voto en contra de Ciudadanos. El padre Alfonso realiza una breve reflexión sobre tal afirmación en el siguiente vídeo
Nos encontramos en la Iglesia con varios grupos de católicos que, básicamente, son tres: los modernistas, los neocatólicosy los rebeldes (o sea, sedevacantistas o que van por libre). Luego queda un resto que se mantienen fieles.
En el primer vídeo el padre Alfonso se refiere a los tres primeros, haciendo una alusión breve al resto, indicando que habría que matizar algo en este resto, pues no todos son iguales. Si se quiere completar ese matiz con un ejemplo, aunque podrían ponerse muchos ejemplos, el padre Alfonso habla sobre lo que muchos de este resto piensan sobre el cardenal Ratzinger, el anterior Papa Benedicto XVI, a quien consideran como el verdadero Papa. Véase el vídeo correspondiente).
Duración 6:32 minutos
El segundo vídeo de esta homilía se refiere al otro resto, puesto que nunca puede dejar de haber un resto. Si así fuese entonces la Iglesia desaparecería, lo que en absoluto ocurrirá, pues ahí están las palabras del Señor que lo impiden: "Las puertas del infierno no prevalecerán contra ella" [es decir, contra la Iglesia que Él fundó] (Mt 16, 18)