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viernes, 6 de abril de 2018

Noticias varias 4 al 6 de abril de 2018 (Preservativos, comunión a protestantes, Ecumenismo, Jim Caviezel católico, Infierno, Iglesia en China, Gaudete et exsultate, Opus Dei, cuidado con los sacerdotes, ...)



ACTUALL


EL ORIENTE EN LLAMAS

¿ Cómo se pasa de “de qué le sirve al hombre ganar todo el mundo si pierde su alma” a “en tiempos de Jesús no había grabadoras” ?

¿ Cómo se pasa de la encíclica Mortalium animus al ecumenismo de estos últimos años?

IL SETTIMO CIELO

Francisco "asesor político" de sí mismo. Los últimos de sus negocios (Sandro Magister) (También en Gloria TV)

GLORIA TV

Hermana Pelloni: el Papa propone preservativo y diafragma

Cardenal Brandmüller: la cantidad de obispos que votan por la Comunión a los protestantes es escandalosamente alto

LIFE SITE NEWS

Cardenal Burke: El Papa Francisco está "aumentando la confusión" (ENTREVISTA COMPLETA)

El Papa y Scalfari: ¿En qué se supone que debemos creer? (Sandro Magister)

El infierno "no existe" ... las almas pecaminosas "desaparecen", supuestamente el Papa Francisco le dice al entrevistador favorito (Diane Montagna)

'Catastrófico para la Iglesia Católica': los medios de comunicación mundiales reaccionan ante la negación del infierno por parte del Papa Francisco (Dorothy Cummings McLean)

Jim Caviezel: actúo en películas que pueden "devolver la mayor cantidad de almas" a Dios

CATHOLIC HERALD

Cardenal Burke: la entrevista de Scalfari en el infierno fue un "escándalo profundo"

RORATE CAELI

Un extraño momento de claridad del Cardenal Lehmann

INFOCATÓLICA

Cardenal Burke: lo de la entrevista de Scalfari «fue más allá de lo tolerable»

China quiere un acuerdo con el Vaticano sin permitir que el Papa nombre obispos

INFOVATICANA

La Conferencia Episcopal Alemana, dividida entre la fidelidad a la doctrina y la ruptura (Carlos Esteban)

PANORAMA CATÓLICO INTERNACIONAL

Me Gustaría que el Papa Francisco fuera católico

SECRETUM MEUM MIHI

Francisco confirma en su cargo al cardenal Wilfrid Napier

La exhortación apostólica sobre la santidad se llamará Gaudete et exsultate y se publicará el próximo lunes, 9 de abril

CORRESPONDENCIA ROMANA

Cardenal Burke: “La situación es intolerable. No sólo es posible, sino necesario criticar al Papa”

ONE PETER FIVE

¿Somos los "Hijos e Hijas" de Dios?

Querido Santo Padre: Una consulta católica sobre la anticoncepción

¿El cuestionamiento de Amoris Laetitia te convierte en protestante?

CRUX

Vicario del Opus Dei: estamos totalmente unidos con el Papa

FIRST THINGS

Infierno sí

CHIESA E POST CONCILIO

Europa entre la pérdida de raíces y el miedo al futuro

THE VORTEX

El padre Martín es un enemigo del Papa. Y no está solo (Vídeo aquí)


LA FEDE QUOTIDIANA

"Gaudete et Exsultate" es el título de la nueva Exhortación Apostólica del Papa Francisco

CHRISTOPHER A. FERRARA

Cuidado con los sacerdotes en camisas de colores pastel

Selección por José Martí

La Conferencia Episcopal Alemana, dividida entre la fidelidad a la doctrina y la ruptura (Carlos Esteban)



El Cardenal Rainer Woelki, Arzobispo de Colonia, y otros seis obispos alemanes han escrito una apelación urgente al Santo Padre pidiéndole que bloquee la propuesta de su conferencia episcopal de permitir la comunión de protestantes, informa el diario local Kölner Stadt-Anzeiger.

El pasado mes de febrero, como informó InfoVaticana, la Conferencia Episcopal Alemana dejó en libertad a sus sacerdotes para que, discerniendo caso por caso, permitieran la comunión del cónyuge luterano de un fiel católico.

La propuesta salió adelante por una abrumadora mayoría de los votos y en ella se especificaba que la comunión podría recibirse tras un “serio examen” de la conciencia del comulgante potencial por parte del sacerdote, cuando el cónyuge luterano “afirme la fe de la Iglesia Católica” (?) y “anhele satisfacer un hambre de Eucaristía”.

No se aclara cómo un luterano puede “afirmar la fe de la Iglesia Católica” y seguir siendo luterano en ningún sentido coherente.

Marx aseguró en su día que la medida no pretende introducir “cambio en la doctrina” alguno.

En la carta citada, enviada el pasado mes a la Congregación para la Doctrina de la Fe y al Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, los siete obispos firmantes aseguran que la propuesta se opone frontalmente a la doctrina católica, mina la unidad de la Iglesia y excede a las competencias atribuida a la conferencia episcopal.

Por su parte, el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, el Cardenal Reinhard Marx, Arzobispo de Munich, envió una carta a todos los obispos del país nada más conocerse el envío de la de los siete obispos ‘disidentes’ para defender la decisión de la conferencia, asegurando que era consistente con los textos teológicos y ecuménicos y con el derecho canónico. Más aún: que era consecuencia de las palabras del Papa Francisco “animándonos a avanzar en el ecumenismo”.

Es llamativo no solo que una medida tan evidentemente chocante obtuviera el asentimiento de la abrumadora mayoría de los obispos católicos del país, sino que la protesta, reducida solo a siete prelados, haya tardado tanto en producirse.

Desde el momento en que apareciera la noticia, ningún obispo se había opuesto abiertamente a la misma, ni siquiera al ser consultados por periodistas de la prensa católica, como el americano National Catholic Register, que preguntó por escrito a todos ellos y solo recibió cuatro respuestas, tres de obispos eméritos.

Carlos Esteban

Cardenal Brandmüller: la cantidad de obispos que votan por la Comunión a los protestantes es escandalosamente alto. Otras noticias de Gloria TV



Salida del túnel (Fray Gerundio)



Es difícil y costoso entrar en el túnel de la enfermedad (a mis años). Todos te miran dándote por acabado. Las recomendaciones médicas, los consejos amistosos y las prudentes prevenciones de uno mismo, se viven con la intensidad propia del que se despide de una etapa de la vida, para entrar en otra. Luego viene el túnel, sobre el cual tanto se ha escrito. Parece que uno entra en una espera interminable, a veces consciente y en ocasiones no tanto.

Pero la salida del túnel es mucho peor. Uno sale con la fuerza, la ilusión y el optimismo de encontrarse de nuevo con el mundo que se dejó antes de la enfermedad. Y no sólo se encuentra a los mismos personajes y sandeces, sino que lamentablemente se las tiene que ver con la mayor-profundidad de la anterior-superficialidad, más herejía en la ya bastante herética situación que se dejó, y más descaro en el ya antes descarado panorama eclesial.

Así las cosas, con las recomendaciones de los galenos de que no tome disgustos, me encuentro con más Rajoy, más Cataluña, más Pedro Sánchez más Iglesias y  -¡ay!- más Bergoglio (o sea, menos Iglesia).

Lo que alguien llamó hace tiempo bergoglemas, son ahora una suerte de dardos envenenados que salen de la boca del Dragón para abundar en lo mismo, pero con lo peor de lo mismo e hiper de lo mismo, en una herejía cíclica que -a modo de eterno retorno-, se va renovando por vía de entrevistas, libros, audiencias y telefonazos (todo ello con carácter magisterial, no faltaba más). Casi todo ello llamado a formar parte de las Actas Apostolicae Sedis (otrora publicación de prestigio y autoridad, convertida ahora en Comic Magisterial, con la carta a los Obispos argentinos incluida). Al fin y al cabo las herejías -y las garrapatas que la circundan-, son chupasangres de la Cristiandad, que no cesan hasta acabar con el huésped enfermo.

Ya en la boca de salida del túnel y antes de ver la luz del sol, casi me da otro infarto al ver las declaraciones del nonagenario Scalfari comentando lo que comentó, -pero no comentó-, con su amiguete y compadre que dijo -pero no dijo, aunque dijo-, que el infierno no existe. A Scalfari ya le da igual porque le queda poco para comprobarlo. A lo mejor, al llegar al Hades con el sello de amiguete del Pontífice le hacen alguna rebaja y le aplican la aniquilación-express, sin el clásico llanto y rechinar de dientes, que siempre es más doloroso, molesto y cutre.

Observo que muchos se han escandalizado de que Bergoglio haya dicho o no haya dicho esto.

–No puede ser que lo haya dicho, -comentan unos-, Scalfari es un mentiroso.

–Sí que lo ha dicho, -comentan otros- porque ya conocemos el paño, o sea, al entrevistado .

–No es cierto el entrecomillado, -comenta el sucesor de Lombardi-, y además no ha sido entrevista sino conversación.

–¡¡Uf menos mal!!, digo yo. Se comprende perfectamente.

[Nota Bene: Hay que reconocer que Lombardi, como era jesuíta, mentía mejor que este laico Burke, que viene reciclado de otra organización].

–Sí lo ha dicho, requetecomenta Scalfari-, y me apuesto mi salvación eterna si estoy mintiendo…

Total, que como no había grabadoras, como en los tiempos de Jesús, nos quedamos sin conocer las ipsissima verba del Pontífice, aunque nos las imaginamos. Encajan en lo que ahora llaman su perfil-de-cinco-años-de-twiter con olor a oveja.

Y esta es precisamente la cuestión. Nos lo imaginamos, porque el Implicado no dice ni pío, ni esta boca es mía. Les he dicho a mis hermanos frailes que no me pueden acusar de mal pensado, porque me lo están poniendo en bandeja. Ya decían los antiguos que qui tacet consentire videtur. A lo mejor llama un día de éstos a su antiguo zapatero de Buenos Aires y le dice que lo que ha dicho Scalfari es verdad. Aumentaría con ello el Magisterio Infalible Telefónico y nos quedaríamos bastante más tranquilos.

De repente aparece una monja –argentina, claro- que dice que el Papa le habló de tres cosas: preservativo, reversible y transitorio. Nadie lo desmiente. Y se queda tan Pancho. A no ser que la monja sea una nueva Scalfari que se inventa lo que Bergoglio quiso decir. Así que la Cristiandad ya puede tener claras las ideas. Al preservativo sin remordimientos de conciencia, y después a la aniquilación.

Supongo que Nuestro Señor acabará actuando. Mientras tanto, espero que al ver tantas cosas nuevas, no me dé otro arrechucho y me meta en el túnel definitivamente. Los novicios jóvenes ya no me hablan porque se lo han prohibido. Bergoglio sigue abundando en Lo Suyo. Y lo que es peor: los cardenales y obispos callan como tumbas. O sea, también consienten.

Se estaba mejor dentro del túnel.

Fray Gerundio

P.D. Echaba de menos a Fray Gerundio.
Para nosotros es mejor que haya salido del túnel. Su fina ironía, tan cargada de verdad, nos hace esbozar una sonrisa ... o incluso soltar una carcajada, en situaciones realmente difíciles.
Bienvenido de nuevo.

jueves, 5 de abril de 2018

Las frases más fuertes del Papa sobre el infierno y el demonio [Vídeo comentado por José Martí]


Duración 2:44 minutos

Sería bueno que el Papa Francisco clarificara, de un modo contundente, que el Infierno existe ... dado el revuelo que se ha producido a raíz de su quinta "conversación" con su gran amigo ateo Scalfari, fundador del periódico la Reppublica. 

Aunque hay un comunicado del Vaticano en el que se desmiente que el Papa dijera exactamente esas palabras, todo el mundo sabe que una idea puede expresarse de diferentes modos, siendo la misma idea. 

Scalfari, por otra parte, aunque tiene ahora 93 años, no padece de demencia senil y tiene la suficiente memoria como para reproducir todo un diálogo con el Papa Francisco. Por ejemplo, el que publicó en la Reppublica el 1 de octubre de 2013, sobre una entrevista que mantuvo con el papa Francisco el 24 de septiembre de 2013. Dicha entrevista fue publicada el mismo 1 de octubre en la página web del Vaticano, en L'Osservatore Romano, lo que indica que era bastante fiel al contenido de lo que Scalfari habló con Francisco

No hubo ningún desmentido al respecto, durante mes y medio, hasta el 15 de noviembre en que la quitaron (Ver aquí). Pero luego volvieron a colocarla de nuevo (ver aquí

Por lo tanto, no tiene mucho sentido decir que Scalfari no recuerde  el contenido de la conversación que tuvo con Francisco, aunque lo haya expresado con otras palabras. ¿Qué más da? Y aún tiene menos sentido cuando se trata de un tema de trascendental importancia, cual es la existencia del infierno. ¿No va a recordar Scalfari algo tan simple como una afirmación o una negación acerca de lo que dijo el papa sobre la existencia del infierno? 

[Eso es muy difícil de creer. Además este asunto ya había sido tratado anteriormente, en octubre del pasado año 2017, aunque no de un modo tan especial como ahora. Léase el artículo de One Peter Five, titulado: ¿El papa Francisco y el arzobispo Paglia creen que el infierno no existe?]

Téngase en cuenta, además, que el periódico la Reppublica posee un gran reconocimiento. Y no le interesan las fake-news, contra las que el Papa habló no hace mucho. un prestigio tan grande ... y dado que no sólo no ha desmentido esta noticia, sino que Scalfari ha insistido en que él recuerda que eso fue lo que dijo el Papa ... una de dos: o el Papa miente o Scalfari miente. 

Scalfari niega explícitamente que haya mentido y se reafirma en lo dicho (no creo que se juegue su prestigio diciendo mentiras, aun cuando no haya usado grabadoras).  En cambio, en el Vaticano hay tan solo un desmentido, que no es tal, pues en él no se dice nada. Únicamente que "esas no fueron las palabras que Francisco utilizó". 

De manera que si el Vaticano no afirma expresamente la existencia del infierno ... y no responde a las nuevas y reiteradas afirmaciones de Scalfari,  ¿cómo se puede interpretar ese silencio del Papa y, además, en una cuestión tan importante? 

Conociendo a Francisco, y cómo nos tiene acostumbrados a no responder y a que sean otros los que se dediquen a interpretar lo que dijo o dejó de decir o quería decir en realidad, etc ... tal silencio no es de extrañar. Pero ... claro: ¡actuando así está dándole la razón a Scalfari! De paso, siembra la confusión entre los creyentes (y también entre los no creyentes). El refrán "el que calla, otorga" cobra aquí una especial relevancia. 

La confusión es aún mayor debido a que el Papa, en otras ocasiones, ha dicho que el infierno sí existe, como se oye y se ve en el vídeo de arriba, aunque, dicho sea de paso -y según dicho vídeo- al infierno sólo irían los corruptos que no se arrepientan ... como si la corrupción fuese el único pecado contra el Espíritu que no se perdona (cierto que es un pecado muy grave, pero hay muchísimos otros pecados, igualmente graves, que tampoco se perdonan si el sujeto en cuestión no se arrepiente de ellos). 

En definitiva, nos encontramos con que la misma persona que dice: El infierno sí existe (aunque sólo sea para los corruptos impenitentes) dice también (al no desmentirlo) que el infierno no existe. Imposible conciliar ambas afirmaciones, atribuidas al Papa Francisco.

Ahora bien: la existencia del infierno es un dogma de fe y, de negarla, el Papa cometería una herejía ... He ahí  la razón del "desmentido" del Vaticano, para curarse en salud. Pero en realidad de verdad no se desmiente nada en dicho comunicado, pues en él no se afirma con total claridad -como sería de esperar- que el infierno no exista ... sólo se dice que "esas palabras que aparecen en el periódico La Reppublica no coinciden con las que dijo el Papa". Sinceramente, yo sólo veo aquí una tomadura de pelo, por no hacer uso de palabras mayores. Porque resulta que ese "comunicado" nos deja igual ... o peor.  Igual de perplejos (a los que ya lo estén) ... y peor en lo que concierne a lo que el Papa realmente cree ... pues eso es lo que verdaderamente importa. Pero no: mutismo absoluto. 

Hay una solución muy sencilla a este dilema ... y es que el Papa hable ... y se defina con toda claridad, sin subterfugios. Si no lo hace -y debería de haberlo hecho ya- si permanece en silencio no está haciendo otra cosa que dar la razón a lo que Scalfari ha afirmado en su periódico que ha dicho Francisco. ESO NO ES, NI MÁS NI MENOS, QUE UNA PROCLAMACIÓN DE HEREJÍA ... solapada, subrepticia, informal, ... ¡Llámese como se quiera! ... El cambio de palabras no afecta a la realidad. 

Evidentemente, se trata de una situación muy grave, dado que de ser así -como parece- tendríamos ahora mismo como Papa a un hereje, dado que niega (de un modo u otro) algunos de los dogmas que la Iglesia ha establecido desde siempre. De persistir en su herejía (y, en mi opinión, el callar es un modo de hacerlo) dejaría automáticamente de ser Papa, dado que estaría negando las afirmaciones del fundador de la Iglesia, que es Jesucristo.  

La existencia del infierno -la entendamos mejor o peor- no puede ser puesta en duda por un católico, puesto que dejaría de serlo. Sobre dicha existencia del infierno hay infinidad de citas bíblicas, de las que tomaré sólo dos, como muestra: una es de San Mateo, quien dice que al fin del mundo ... "el Hijo del hombre enviará a sus ángeles, que apartarán de su reino todos los escándalos y a quienes obran la maldad, y los arrojarán al horno de fuego: allí habrá llanto y rechinar de dientes" (Mt 13, 41-42)

Y la segunda cita es del Apocalipsis: "Esto dijo el que estaba sentado sobre el trono: ... los cobardes, los incrédulos, los abominables, los homicidas, los fornicarios, los hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda" (Ap 21, 8). 

La Biblia es Palabra de Dios ... y, como tal, nadie (y menos aún el Papa, que tiene la obligación de confirmar en la fe a sus hermanos) puede cambiarla. Así dice Jesús en el Apocalipsis: "Yo aseguro a todo el que oiga las palabras de la profecía de este libro: si alguien añade algo a esto, Dios enviará sobre él las plagas descritas en este libro; y si alguien sustrae alguna palabra a la profecía de este libro, Dios le quitará su parte del árbol de la vida y de la ciudad santa, que se describen en este libro" (Ap 22, 18-19)

Concluyendo: dada la trascendencia de este tema, sobre la pretendida (o real) afirmación papal en relación a la existencia del infierno ... sería realmente necesaria (y no sólo conveniente) una declaración clara, inequívoca y directa del Papa a este respecto. 
Tal declaración tendría que salir a relucir en todos los medios que sacaron a la luz la conocida noticia. A consecuencia de ello, Scalfari tendría que desmentir sus palabras acerca de lo que el Papa dijo. Y deberían emprenderse acciones legales contra él por calumnia y difamación.
Si eso no ocurre (y es lo más probable que no ocurra, dada la trayectoria de Francisco durante estos cinco años de Pontificado), entonces  el Cisma formal [pues el cisma real ya existe] es cuestión ya de poco tiempo.  

Y Francisco habría sido profético cuando dijo: ‘No descartaría que pase a la historia como el Papa que dividió a la Iglesia Católica'

¡Ojalá que Dios iluminara al Papa, en este sentido (si él se deja, claro está) y desapareciera ya -de una vez- la confusión y la conmoción que se ha producido, en todo el mundo, a raíz de esa "conversación" entre Francisco y Scalfari que, para más INRI, se produjo el 29 de marzo, día de Jueves Santo, uno de los días más importantes del año litúrgico en donde se conmemora la Institución de la Eucaristía y del Sacerdocio, que son los pilares fundamentales de nuestra Fe, junto al amor fraterno. 

Pero, en fin: Dios proveerá. ¡De eso podemos estar seguros!

José Martí

Cardenal Burke: “La situación es intolerable. No sólo es posible, sino necesario criticar al papa”




«Lo sucedido con la última entrevista concedida a Eugenio Scalfari durante la Semana Santa supera todo lo tolerable», ha declarado el cardenal Raymond Leo Burke en una entrevista a Ricardo Cascioli aparecida en La nuova bussola quotidiana el pasado 4 de abril.

«Que un ateo pretenda anunciar una revolución en la enseñanza de la Iglesia Católica, afirme hablar en nombre del Papa, y niegue la inmortalidad del alma humana y la existencia del infierno ha suscitado un escándalo tremendo, no sólo para muchos católicos, sino también para numerosos laicos que respetan la Iglesia Católica y sus enseñanzas aunque no las compartan”, declaró el cardenal estadounidense, uno de los cuatros firmantes de los dubia en 2016. «Es más, la respuesta de la Santa Sede a la reacción de escándalo que se ha producido en todo el mundo ha sido en extremo insuficiente. En lugar de reafirmar claramente la verdad sobre la inmortalidad del alma humana y el infierno, el mentís se limita a decir que algunas de las palabras citadas no son del Papa. No dice que el Sumo Pontífice no esté de acuerdo con las ideas erróneas, e incluso heréticas, expresadas por dichas palabras, ni que las repudie por ser contrarias a la fe católica. Jugar de esta manera con la fe y la doctrina, al nivel más alto de la Iglesia, es con razón causa de escándalo entre los pastores y los fieles.»

A una pregunta de Cascioli sobre el silencio de sus pastores, el cardenal Burke responde: «La situación se ha visto agravada por el silencio de tantos obispos y cardenales que comparten con el Sumo Pontífice el deber de velar por la Iglesia universal. Algunos se han limitado a permanecer en silencio. Otros fingen que no reviste la menor gravedad. Y otros propagan fantasías sobre una nueva Iglesia, una Iglesia que emprende un rumbo totalmente novedoso, soñando, por ejemplo, con un nuevo paradigma para la Iglesia o una conversión radical de la praxis pastoral de la misma, haciéndola de nueva planta. También hay promotores entusiastas de la supuesta revolución en la Iglesia Católica. Los fieles que perciben la gravedad de la situación reaccionan con perplejidad ante la falta de dirección doctrinal y disciplinar por parte de sus pastores. Y para los que no entienden la gravedad de la situación, esa falta los deja confundidos y vulnerables a errores peligrosos para su alma. Muchos que han entrado en plena comunión con la Iglesia Católica tras haberse bautizado en una comunión eclesial protestante porque dichas comunidades abandonaron la fe apostólica sufren intensamente con esta situación: se dan cuenta de que la Iglesia Católica está siguiendo el mismo camino de abandono de la fe. Esta situación me lleva a reflexionar cada vez más sobre el mensaje de la Virgen de Fátima, que nos advierte del mal –peor aún que los gravísimos males originados por difusión del comunismo ateo– que supone la apostasía de la fe en el seno de la Iglesia. El número 675 del Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña que “Antes del advenimiento de Cristo, la Iglesia deberá pasar por una prueba final que sacudirá la fe de numerosos creyentes”, y que “La persecución que acompaña a su peregrinación sobre la tierra desvelará el misterio de iniquidad bajo la forma de una impostura religiosa que proporcionará a los hombres una solución aparente a sus problemas mediante el precio de la apostasía de la verdad.”»

El cardenal Burke señala posibles iniciativas: «Ante semejante situación los obispos y cardenales tienen el deber de anunciar la verdadera doctrina. Al mismo tiempo, deben orientar a los fieles para que ofrezcan reparaciones por las ofensas a Cristo y las heridas infligidas a su Cuerpo Místico, la Iglesia, cuando la fe y la disciplina no son debidamente salvarguadadas y promovidas por los pastores. El gran canonista del siglo XIII Enrico da Susa el Ostiense, ante la grave situación de cómo corregir a un romano pontífice que actúa de modo contrario a como le obliga su cargo, afirma que el colegio cardenalicio es de facto un mecanismo de control de los errores papales. Si el Papa no ejerce bien su oficio por el bien de las almas, no sólo es posible sino incluso necesario criticarlo. Esa crítica debe ajustarse a las enseñanzas de Cristo sobre la corrección fraterna (Mt.18, 15-18). Primero, el fiel o pastor debe expresar su crítica en privado para que el Pontífice pueda enmendarse. Si el Papa se niega a corregir su gravemente deficiente manera de enseñar o actuar, la crítica debe hacerse pública, porque de ella depende el bien de la Iglesia y del mundo. Algunos han criticado a quienes han expresado públicamente críticas al Sumo Pontífice, como si se tratara de una manifestación de rebeldía o desobediencia, pero pedir –con el respeto debido al cargo–la corrección de una confusión o error no es un acto de desobediencia, sino de obediencia a Cristo, y por tanto también a su Vicario en la Tierra.»

Emmanuele Barbieri

(Traducido por Bruno de la Inmaculada para Adelante la Fe)

El papa Francisco y el destino eterno de las almas (De Mattei)




La finalidad de la Iglesia es la gloria de Dios y la salvación de las almas. ¿Salvarlas de qué? De la condenación eterna, que es el destino que aguarda a los hombres que mueren en pecado mortal. Nuestro Señor ofrendó su Pasión redentora por la salvación de la humanidad.

La virgen lo recordó en Fátima: el primer secreto que comunicó a los pastorcillos aquel 13 de julio de 1917 se inicia con la terrorífica visión del mar llameante del infierno. Escribe Sor Lucía que, de no haber sido por la promesa que les había hecho de llevarlos al Cielo, los videntes habrían muerto de la emoción y de miedo.

Las palabras de Nuestra Señora son tristes y graves: «Habéis visto el infierno, donde van a parar las almas de los pobres pecadores. Para salvarlos, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Corazón Inmaculado». Un año antes, el Ángel de Fátima les había enseñado esta oración a los pastorcitos: «Jesús mío, perdona nuestras faltas. Líbranos del fuego del infierno. Lleva al Cielo a todas las almas, sobre todo a las más necesitadas de tu misericordia.»

Jesús habla en repetidas ocasiones de la Gehenna o fuego inextinguible (Mt. 5,22; 13,42; Mc. 9, 43-49), reservado para quienes persisten hasta el fin de su vida en el rechazo a la conversión

El primer fuego, el espiritual, consiste en estar privados de la posesión de Dios. Es la más terrible de las penas, la que constituye en esencia el infierno, porque la muerte deshace como por encanto los lazos del alma, que anhela vivamente volver a unirse a Dios, pero le es imposible si ha escogido libremente separarse de Él con el pecado.

La segunda es una pena misteriosa por la que el alma padece un fuego real, no metafórico, que acompaña inextinguible al de la pérdida de Dios. Y como el alma es inmortal, la pena debida al pecado mortal del que el pecador no se ha arrepentido dura lo mismo que la vida del alma: para siempre, por la eternidad. Esta doctrina fue definida por el IV Concilio de Letrán, el II de Lyón, el de Florencia y el de Trento.

En la constitución Benedictus Deus del 29 de enero de 1336, mediante la cual condena los errores de su predecesor Juan XXII sobre la visión beatífica, Benedicto XII afirmó: 

«Definimos que, según la común ordenación de Dios, las almas que salen del mundo con pecado mortal actual, inmediatamente después de su muerte bajan al infierno, donde son atormentadas con penas infernales. (Denz. 531)

El pasado 29 de marzo, Jueves Santo, apareció en el diario italiano La Repubblica una entrevista al papa Francisco. Su ya acostumbrado interlocutor, Eugenio Scalfari, le preguntó: «Santidad, usted nunca me ha hablado de las almas que mueren en pecado y van al infierno para pagar por la eternidad. Me ha hablado, en cambio, de las almas buenas admitidas a la contemplación de Dios. ¿Y las almas malas? ¿Dónde son castigadas?»

A lo que el papa Francisco responde con estas palabras: «No son castigadas. Los que se arrepienten obtienen el perdón de Dios y se unen a las almas de los que lo contemplan, pero los que no se arrepienten y no pueden por tanto ser perdonados, desaparecen. No existe un infierno; existe la desaparición de las almas pecadoras

Estas palabras, tal como suenan, constituyen herejía. Ya empezaba a difundirse el rumor, cuando la Sala de Prensa vaticana intervino con un comunicado en que se lee: «El Santo Padre ha recibido recientemente al fundador del diario La Repubblica en un encuentro privado con ocasión de la Semana Santa, pero sin dar ninguna entrevista. Lo que publica hoy en el artículo su autor es el resultado de su reconstrucción, en la que no se reproducen las palabras exactas pronunciadas por el Papa. Por tanto, ninguna cita del mencionado artículo puede considerarse una transcripción fiel de las palabras del Santo Padre

Así pues, no se ha tratado de una entrevista, sino de una conversación privada que el Papa sabía muy bien que se convertiría en entrevista, porque ya había sucedido lo mismo en las cuatro entrevistas previas de Scalfari. Y si, a pesar de la polémica suscitada por las entrevistas precedentes con el periodista de La Repubblica, sigue considerándolo su interlocutor preferido, eso quiere decir que el Sumo Pontífice pretende ejercer por medio de esos coloquios una especie de magisterio mediático con consecuencias inevitables.

Ninguna frase –dice la Santa Sede– debe considerarse una transcripción fiel, pero no se ha desmentido ningún contenido de la entrevista, de modo que no tenemos forma de saber si en algún momento se ha distorsionado el pensamiento bergogliano. En sus cinco años de pontificado, Francisco no ha hablado una sola vez del infierno como pena eterna para las almas que mueren en pecado. Para dejar claro su pensamiento, el Papa, o la Santa Sede, deberían reafirmar públicamente la doctrina católica en todos los puntos de la entrevista en que ésta ha sido negada.

Desgraciadamente, no lo han hecho, y da la impresión de que lo afirmado por La Repubblica no sea un bulo periodístico, sino una iniciativa deliberada destinada a aumentar la confusión entre los fieles. La tesis según la cual la vida eterna estaría reservada a las almas de los justos mientras que las de los malos desaparecerían es una herejía antigua que no sólo niega la existencia del infierno, sino también la inmortalidad del alma, definida como verdad de fe por el V Concilio de Letrán (Denz. 738).

Tan extravagante opinión fue expresada por los socinianos, los protestantes liberales, algunas sectas de corte adventista y, en Italia, por el pastor valdense Ugo Janni (1865-1938), teórico del pancristianismo y gran maestro masón de la logia Mazzini de Sanremo. Para dichos autores, la inmortalidad es un privilegio que Dios sólo concede a las almas de los justos.

La suerte de las que se obstinan en el pecado no sería una pena eterna, sino la pérdida total del ser. Esta doctrina es conocida también como inmortalidad facultativa o condicionalismo, porque considera que la inmortalidad está condicionada por la conducta moral. El fin de la vida virtuosa es la perpetuidad del ser; el de la culpable, la autoaniquilación.

El condicionalismo casa con el evolucionismo porque sostiene que la inmortalidad es una conquista del alma, en una especie de ascensión humana, análoga a selección natural, que permite a los organismos inferiores transformarse en superiores. Nos encontramos ante un concepto al menos implícitamente materialista, porque la razón de la inmortalidad del alma es su espiritualidad: lo espiritual no puede disolverse, y quien afirma la posibilidad de dicha descomposición atribuye una naturaleza material al alma.

Una sustancia simple y espiritual como el alma no podría perderla sino por intervención de Dios, pero esto lo niegan los condicionalistas, porque significaría admitir las sanciones de un Dios justo que premia y castiga en el tiempo y en la eternidad. Su concepto de un Dios sólo misericordioso atribuye por el contrario a la voluntad del hombre la facultad de autodeterminarse, escogiendo entre convertirse en una chispa que se disuelve en el fuego divino o extinguirse en la nada absoluta.

Las únicas opciones que le quedan al hombre en esta cosmología que no tiene nada que ver con la fe católica ni con el sentido común son el panteísmo y el nihilismo. Y para un ateo, de por sí convencido de que después de la muerte no hay nada, el condicionalismo elimina toda posibilidad de conversión, la cual procede del timor Domini: el temor del Señor, principio de toda sabiduría (Salmo 110, 10), a cuyo juicio nadie escapará. Solamente creyendo en la infalible justicia de Dios podremos abandonarnos a su inmensa misericordia.

Nunca como ahora ha sido más necesaria la predicación del destino último de las almas, que la Iglesia resume en los cuatro novísimos: muerte, juicio, infierno y gloria. La Virgen misma lo recordó en Fátima, previendo la deserción de los pastores de la Iglesia, pero garantizándonos que nunca nos faltará la asistencia del Cielo.

(Traducido por Bruno de la Inmaculada)

Roberto De Mattei

miércoles, 4 de abril de 2018

Autor de "The Dictator Pope" cita a un cardenal: "90% del libro es incuestionable"



Gloria.tv: Su brillante libro "The Dictator Pope" causó mucho revuelo. ¿Qué reacción le gustó más?

Henry Sire: Lo que más me agradó en todo esto es que el libro fue inmediatamente advertido en altos círculos eclesiásticos. Un cardenal, que conoce bien el Vaticano, dijo que “el 90% del libro es incuestionable”. Es una reflexión motivada por la preocupación que se siente respecto a la forma en la que el papa Francisco está gobernando la Iglesia.

Gloria.tv: ¿Cuál es la reacción que menos esperaba usted?

Henry Sire: Un amigo me dijo que él conoce al menos tres personas que han llegado al cristianismo tradicional a través de la lectura de mi libro. Yo no esperaba eso, porque escribí el libro desde un punto de vista doctrinalmente neutro, de tal modo que todas las partes en la Iglesia lo pudieran considerar seriamente. Sin embargo, se debería aclarar que el único antídoto a lo que está ocurriendo estos días es un Papa que comprenda su oficio en una forma tradicional, como un oficio sometido a la ley y a la justicia, y como fidelidad a la preservación del depósito de la fe.

Gloria.tv: ¿Por qué publicó este libro en forma anónima?

Henry Sire: Lo publiqué en esa forma porque yo quería evitar las represalias que son demasiado familiares bajo el presente pontificado. Temo esas cosas no solo por mí, sino más seriamente, por aquéllos a quienes el Vaticano puede elegir para asociarlos conmigo.

Gloria.tv: ¿Por qué decidió revelar su nombre?

Henry Sire: Siempre asumí que mi identidad sería descubierta bastante pronto. En cualquier caso, cuando firmé un contrato para imprimir el libro comprendí que sería necesario revelar quién soy, con la finalidad de encarar la publicidad y el marketing.

Gloria.tv: ¿Ha recibido muchos ataques personales?

Henry Sire: Hasta aquí, lo peor que sufrí es ser acusado de ser un tradicionalista.

Gloria.tv: ¿Recibió usted “discernimiento, acompañamiento y misericordia” de los que están cerca del papa Francisco?

Henry Sire: Es demasiado temprano para hablar de una reacción del Papa o de los que están cerca de él.

Gloria.tv: Usted escribe que hubo dinero del Óbolo de San Pedro que fue a la campaña de Hillary Clinton. ¿Es un rumor o usted tiene fuerte evidencia?

Henry Sire: Es más que un rumor. La historia se basa en las palabras de figuras muy conocidas en las oficinas financieras del Vaticano. Pero hay periodistas que están siguiendo la historia, y podemos esperar detalles concretos que se publicarán próximamente.

Gloria.tv: La Orden de Malta lo suspendió a causa de su libro. ¿Qué significa esto?

Henry Sire: Desde enero de 2017, cuando el Papa obligó al Gran Maestre Festing a renunciar, la Orden de Malta ha estado bajo el pulgar del Barón Albrecht von Boeselager, quien fue reinstalado como Gran Canciller al mismo tiempo. Él debe su cargo al apoyo del Vaticano, y naturalmente no podía permitir a un miembro de la Orden publicar tal crítica al papa Francisco sin que hubiera un castigo. El proceso para suspenderme fue iniciado por él.

Gloria.tv: ¿Por qué esta medida es ilegal?

Henry Sire: Los estatutos de la Orden prescriben un cierto procedimiento para suspender y disciplinar a un miembro, pero esto no se ha cumplido. Es irónico que esas ilegalidades hayan sido cometidas por el Barón Boeselager, a quien el Gran Maestre expulsó hace un año a causa de las protestas por las presuntas ilegalidades en su propia suspensión.

Gloria.tv: Albrecht von Boeselager, quien distribuyó preservativos y hormonas abortivas, no fue suspendido por la Orden. ¿En qué se equivocaron los Caballeros de Malta?

Henry Sire: En primer lugar, el error se debió a una falta de guía doctrinal apropiada en las obras de caridad de la Orden, un defecto que el Gran Maestre estaba tratando de corregir. Pero el motivo real de por qué el Gran Maestre fue desautorizado por la Santa Sede tuvo que ver con una donación voluminosa que debía llegar a través de un compromiso de negociación que promovió el Barón Boeselager, compromiso que se vio amenazado a causa de su destitución. El Vaticano mismo y al menos un alto eclesiástico se beneficiaron con este compromiso, y para ellos eso era más importante que una cuestión de la enseñanza moral de la Iglesia.

Gloria.tv: ¿Que se mantuvo en la Orden de Malta después del reciente golpe [de Estado]?

Henry Sire: La Orden no sufrió en su trabajo ni en su personal, pero ahora no tiene un liderazgo eficaz, con excepción de su Gran Canciller, y éste ha aprovechado la oportunidad para promover una serie de llamadas “reformas”. Éstas tienen principalmente que ver con mantener e incluso extender la secularización en la administración de la Orden, lo cual ya era demasiado evidente en los últimos años, lo que el Gran Maestre Festing trató de resistir.

Gloria.tv: Usted se ha vuelto repentinamente famoso. ¿Escribirá otro libro como “The Dictator Pope”?

Henry Sire: No. Cuando comencé a escribir el libro ya tenía 67 años y lo que estaba buscando era retirarme pronto. Ciertamente, yo no había previsto algo así como una tarea tan exigente frente a mí. Sin embargo, sentí que si alguien con el conocimiento privilegiado que yo tenía no estaba preparado para hablar, la Iglesia seguiría siendo abusada a través de la falsa imagen de los medios de comunicación que caracteriza al régimen actual. Pero mi trabajo ya está hecho: he dicho lo que conozco, y mi libro es solamente uno de los muchos que están comenzando a aparecer para exponer el carácter real del papa Francisco.

Publicado originalmente en inglés el 3 de abril en: Author of "The Dictator Pope" Quotes Cardinal: "90% of the book is incontrovertible"

Traducción al español por: José Arturo Quarracino

Noticias varias 3 de abril de 2018


La Orden de Malta suspende al autor del libro “El Papa Dictador” (CR) (AF)



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Secretum Meum Mihi



martes, 3 de abril de 2018

Encíclica Mortalium Animos, del papa Pío XI, sobre el falso Ecumenismo, destructor de la fe católica (2 de 2)


Papa Pío XI

Encíclica "MORTALIUM ANIMOS(Traducida al español)
Acerca de cómo se ha de fomentar la verdadera unidad religiosa

11. La verdad revelada no admite transacciones

¿Y habremos Nos de sufrir -cosa que sería por todo extremo injusta- que la verdad revelada por Dios, se rindiese y entrase en transacciones? Porque de lo que ahora se trata es de defender la verdad revelada. 

Para instruir en la fe evangélica a todas las naciones envió Cristo por el mundo todo a los Apóstoles; y para que éstos no errasen en nada, quiso que el Espíritu Santo les enseñase previamente toda la verdad (15); ¿y acaso esta doctrina de los Apóstoles ha descaecido del todo, o siquiera se ha debilitado alguna vez en la Iglesia, a quien Dios mismo asiste dirigiéndola y custodiándola? 

Y si nuestro Redentor manifestó expresamente que su Evangelio no sólo era para los tiempos apostólicos, sino también para las edades futuras, ¿habrá podido hacerse tan obscura e incierta la doctrina de la Fe, que sea hoy conveniente tolerar en ella hasta las opiniones contrarias entre sí? Si esto fuese verdad, habría que decir también que el Espíritu Santo infundido en los apóstoles, y la perpetua permanencia del mismo Espíritu en la Iglesia, y hasta la misma predicación de Jesucristo, habría perdido hace muchos siglos toda utilidad y eficacia; afirmación que sería ciertamente blasfema.

12. La Iglesia Católica depositaria infalible de la verdad

Ahora bien: cuando el Hijo Unigénito de Dios mandó sus legados que enseñasen a todas las naciones, impuso a todos los hombres la obligación de dar fe a cuanto les fuese enseñado por los testigos predestinados por Dios (16); obligación que sancionó de este modo: el que creyere y fuere bautizado, se salvará; mas el que no creyere será condenado (17). 

Pero ambos preceptos de Cristo, uno de enseñar y otro de creer, que no pueden dejar de cumplirse para alcanzar la salvación eterna, no pueden siquiera entenderse si la Iglesia no propone, íntegra y clara la doctrina evangélica y si al proponerla no está ella exenta de todo peligro de equivocarse

Acerca de lo cual van extraviados también los que creen que, sin duda, existe en la tierra el depósito de la verdad, pero que para buscarlo hay que emplear tan fatigosos trabajos, tan continuos estudios y discusiones, que apenas basta la vida de un hombre para hallarlo y disfrutarlo: como si el benignísimo Dios hubiese hablado, por medio de los Profetas y de su Hijo Unigénito, para que lo revelado por éstos sólo pudiesen conocerlo unos pocos, y ésos ya ancianos; y como si esa revelación no tuviese por fin enseñar la doctrina moral y dogmática, por la cual se ha de regir el hombre durante el curso de su vida moral,

13. Sin fe, no hay verdadera caridad

Podrá parecer que dichos "pancristianos", tan atentos a unir las iglesias, persiguen el fin nobilísimo de fomentar la caridad entre todos los cristianos. Pero, ¿cómo es posible que la caridad redunde en daño de la fe? Nadie, ciertamente, ignora que San Juan, el Apóstol mismo de la caridad, el cual en su Evangelio parece descubrirnos los secretos del Corazón Santísimo de Jesús, y que solía inculcar continuamente a sus discípulos el nuevo precepto Amaos unos a los otros, prohibió absolutamente todo trato y comunicación con aquellos que no profesasen, íntegra y pura, la doctrina de Jesucristo: Si alguno viene a vosotros y no trae esta doctrina, no le recibáis en casa, y ni siquiera le saludéis (18), Siendo, pues, la fe íntegra y sincera, como fundamento y raíz de la caridad, necesario es que los discípulos de Cristo estén unidos principalmente con el vínculo de la unidad de fe.

14. Unión irrazonable

Por tanto, ¿cómo es posible imaginar una confederación cristiana, cada uno de cuyos miembros pueda, hasta en materias de fe, conservar su sentir y juicio propios aunque contradigan al juicio y sentir de los demás? ¿y de qué manera, si se nos quiere decir, podrían formar una sola y misma Asociación de fieles los hombres que defienden doctrinas contrarias, como, por ejemplo
- los que afirman y los que niegan que la sagrada Tradición es fuente genuina de la divina Revelación;  
- los que consideran de institución divina la jerarquía eclesiástica, formada de Obispos, presbíteros y servidores del altar, y los que afirman que esa Jerarquía se ha introducido poco a poco por las circunstancias de tiempos y de cosas; 
- los que adoran a Cristo realmente presente en la Sagrada Eucaristía por la maravillosa conversión del pan y del vino, llamada "transubstanciación", y los que afirman que el Cuerpo de Cristo está allí presente sólo por la fe, o por el signo y virtud del Sacramento;  
- los que en la misma Eucaristía reconocen su doble naturaleza de sacramento y sacrificio, y los que sostienen que sólo es un recuerdo o conmemoración de la Cena del Señor;  
- los que estiman buena y útil la suplicante invocación de los Santos que reinan con Cristo, sobre todo de la Virgen María Madre de Dios, y la veneración de sus imágenes, y los que pretenden que tal culto es ilícito por ser contrario al honor del único Mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo? (19).
15. Resbaladero hacia el indiferentismo y el modernismo

Entre tan grande diversidad de opiniones, no sabemos cómo se podrá abrir camino para conseguir la unidad de la Iglesia, unidad que no puede nacer más que de un solo Magisterio, de una sola Ley de creer y de una sola Fe de los cristianos. En cambio, sabemos, ciertamente, que de esa diversidad de opiniones es fácil el paso al menosprecio de toda religión, o"indiferentismo", y al llamado "modernismo", con el cual los que están desdichadamente inficionados, sostienen que la verdad dogmática no es absoluta sino relativa, o sea, proporcionada a las diversas necesidades de lugares y tiempos, y a las varias tendencias de los espíritus, no hallándose contenida en una revelación inmutable, sino siendo de suyo acomodable a la vida de los hombres.

Además, en lo que concierne a las cosas que han de creerse, de ningún modo es lícito establecer aquélla diferencia entre las verdades de la fe que llaman fundamentales y no fundamentales, como gustan decir ahora, de las cuales las primeras deberían ser aceptadas por todos, las segundas, por el contrario, podrían dejarse al libre arbitrio de los fieles; pues la virtud de la fe tiene su causa formal en la autoridad de Dios revelador que no admite ninguna distinción de esta suerte. Por eso, todos los que verdaderamente son de Cristo prestarán la misma fe 

- al dogma de la Madre de Dios concebida sin pecado original, como, por ejemplo, al misterio de la augusta Trinidad; 
- creerán con la ,misma firmeza en el Magisterio infalible del Romano Pontífice, en el mismo sentido con que lo definiera el Concilio Ecuménico del Vaticano, como en la Encarnación del Señor.

No porque la Iglesia sancionó con solemne decreto y definió las mismas verdades de un modo distinto en diferentes edades o en edades poco anteriores han de tenerse por no igualmente ciertas ni creerse del mismo modo. ¿No las reveló todas Dios?

Pues, el Magisterio de la Iglesia el cual por designio divino fue constituido en la tierra a fin de que las doctrinas reveladas perdurasen incólumes para siempre y llegasen con mayor facilidad y seguridad al conocimiento de los hombres aun cuando el Romano Pontífice y los Obispos que viven en unión con él, lo ejerzan diariamente, se extiende, sin embargo, al oficio de proceder oportunamente con solemnes ritos y decretos a la definición de alguna verdad, especialmente entonces cuando a los errores e impugnaciones de los herejes deben más eficazmente oponerse o inculcarse en los espíritus de los fieles, más clara y sutilmente explicados, puntos de la sagrada doctrina.

Mas por ese ejercicio extraordinario del Magisterio no se introduce, naturalmente ninguna invención, ni se añade ninguna novedad al acervo de aquellas verdades que en el depósito de la revelación, confiado por Dios a la Iglesia, no estén contenidas, por lo menos implícitamente, sino que se explican aquellos puntos que tal vez para muchos aun parecen permanecer oscuros o se establecen como cosas de fe los que algunos han puesto en tela de juicio.

16. La única manera de unir a todos los cristianos

Bien claro se muestra, pues, Venerables Hermanos, por qué esta Sede Apostólica no ha permitido nunca a los suyos que asistan a los citados congresos de acatólicos

porque la unión de los cristianos no se puede fomentar de otro modo que procurando el retorno de los disidentes a la única y verdadera Iglesia de Cristo, de la cual un día desdichadamente se alejaron; 

a aquella única y verdadera Iglesia que todos ciertamente conocen y que por la voluntad de su Fundador debe permanecer siempre tal cual El mismo la fundó para la salvación de todos. 

Nunca, en el transcurso de los siglos, se contaminó esta mística Esposa de Cristo, ni podrá contaminarse jamás, como dijo bien San Cipriano: No puede adulterar la Esposa de Cristo; es incorruptible y fiel. Conoce una sola casa y custodia con casto pudor la santidad de una sola estancia (20). 

Por eso se maravillaba con razón el santo Mártir de que alguien pudiese creer que esta unidad, fundada en la divina estabilidad y robustecida por medio de celestiales sacramentos, pudiese desgarrarse en la Iglesia, y dividirse por el disentimiento de las voluntades discordes (21). Porque siendo el cuerpo místico de Cristo, esto es, la Iglesia, uno (22), compacto y conexo (23), lo mismo que su cuerpo físico, necedad es decir que el cuerpo místico puede constar de miembros divididos y separados; quien, pues, no está unido con él no es miembro suyo, ni está unido con su cabeza, que es Cristo (24).

17. La obediencia al Romano Pontífice

Ahora bien, en esta única Iglesia de Cristo nadie vive y nadie persevera, que no reconozca y acepte con obediencia la suprema autoridad de Pedro y de sus legítimos sucesores. ¿No fue acaso al Obispo de Roma a quien obedecieron, como a sumo Pastor de las almas, los ascendientes de aquellos que hoy yacen anegados en los errores de Focio, y de otros novadores?

Alejáronse ¡ay! los hijos de la casa paterna, que no por eso se arruinó ni pereció, sostenida como está perpetuamente por el auxilio de Dios.

Vuelvan, pues, al Padre común, que olvidando las injurias inferidas ya a la Sede Apostólica, los recibirá amantísimamente. Porque, si, como ellos repiten, desean asociarse a Nos y a los Nuestros, ¿Por qué no se apresuran a venir a la Iglesia, madre y maestra de todos los fieles de Cristo (25). 

Oigan como clamaba en otro tiempo Lactancio: Sólo la Iglesia Católica es la que conserva el culto verdadero, Ella es la fuente de la verdad, la morada de la Fe, el templo de Dios, quienquiera que en él no entre o de él salga, perdido ha la esperanza de vida y de salvación, Menester es que nadie se engañe a sí mismo con pertinaces discusiones. Lo que aquí se ventila es la vida y la salvación, a la cual si no se atiende con diligente cautela, se perderá y se extinguirá (26).

18. Llamamiento a las sectas disidentes

Vuelvan, pues, a la Sede Apostólica, asentada en esta ciudad de Roma, que consagraron con su sangre los Príncipes de los Apóstoles San Pedro y San Pablo, a la Sede raíz y matriz de la Iglesia Católica (27); vuelvan los hijos disidentes, no ya con el deseo y la esperanza de que la Iglesia de Dios vivo, la columna y el sostén de la verdad (28) abdique de la integridad de su fe, y consienta los errores de ellos, sino para someterse al magisterio y al gobierno de ella. Pluguiese al Cielo alcanzásemos felizmente Nos, lo que no alcanzaron tantos predecesores Nuestros; el poder abrazar con paternales entrañas a los hijos que tanto nos duele ver separados de Nos por una funesta división.

Plegaria a Cristo y a Maria 

Y ojalá Nuestro Divino Salvador, el cual quiere que todos los hombres se salven y vengan al conocimiento de la verdad (29), oiga Nuestras ardientes oraciones para que se digne llamar al a unidad de la Iglesia a cuantos están separados de ella.

Con este fin, sin duda importantísimo, invocamos y queremos que se invoque la intercesión de la Bienaventurada Virgen María, Madre de la Divina Gracia, debeladora de todas las herejías y Auxilio de los cristianos para que, cuanto antes, nos alcance la gracia de ver alborear el deseadísimo día en que todos los hombres oigan la voz de su divino Hijo, y conserven la unidad del Espíritu Santo con el vínculo de la paz (30).

19. Conclusión y Bendición Apostólica

Bien comprendéis, Venerables Hermanos, cuánto deseamos Nos este retorno, y cuánto anhelamos que así lo sepan todos Nuestros hijos, no solamente los católicos, sino también los disidentes de Nos; los cuales, si imploran humildemente las luces del cielo, reconocerán, sin duda, a la verdadera Iglesia de Cristo, y entrarán, por fin, en su seno, unidos con Nos en perfecta caridad

En espera de tal suceso, y como prenda y auspicio de los divinos favores, y testimonio de Nuestra paternal benevolencia, a vosotros, Venerables Hermanos, y a vuestro Clero y pueblo, os concedemos de todo corazón la Apostólica Bendición.

Dado en San Pedro de Roma, el día 6 de enero, fiesta de la Epifanía de Nuestro Señor Jesucristo, el año 1928, sexto de Nuestro Pontificado.

Pío Papa XI

NOTAS

[1] Juan 17, 21.

[2] Juan 13, 35.

[3] Hebr. 1, 1-2.

[4] Mat. 16, 18; Luc. 22, 32; Juan 21, 15-17.

[5] Marc. 16, 15.

[6] Juan 3, 5; 6, 59; 18, 18; 20, 22.

[7] Mat. 13, 24, 31, 33, 34, 31, 47.

[8] Mat. 16, 18.

[9] Juan 10, 16.

[10] Juan 21, 15-17.

[11] Mat. 28, 19.

[12] Mat. 28, 20.

[13] Mat. 16, 18.

[14] Juan 17, 21; 10, 16.

[15] Juan 16, 13.

[16] Hech. 10, 41

[17] Marc. 16, 16.

[18] II Juan vers. 10.

[19] I Tim. 2, 5.

[20] S. Cipr. de la unidad de la Iglesia (Migne Pl. 4, col. 518-519).

[21] S. Cipr. de la unidad de la Iglesia (Migne Pl. 4, col. 519-B y 520-A).

[22] I Cor. 12, 12.

[23] Efes. 4, 15.

[24] Efes. 5, 30; 1, 22.

[25] Conc. Lateran. IV, c. 5 (Denz.-Umb 436)

[26] Lactancio Div. Inst. 4, 30 (Corp. Ser. E. Lat., vol. 19, pág. 397, 11-12; Migne Pl. 6, col 542-B a 543-A)

[27] S. Cipr. carta 38 a Cornelio 3. (Entre las cartas de S. Cornelio Papa III; Migne Pl. 3. col. 733-B).

[28] I Tim. 3, 15.

[29] I Tim. 2, 4.

[30] Efes. 4, 3.