BIENVENIDO A ESTE BLOG, QUIENQUIERA QUE SEAS



domingo, 7 de agosto de 2016

El largo camino hacia Schönborn [2 de 3] Gravedad de la situación (José Martí)


- El largo camino hacia Schönborn [1 de 3] Una nueva Iglesia

El largo camino hacia Schönborn [2 de 3] Gravedad de la situación

El largo camino hacia Schönborn [3 de 3] Todo estaba ya preparado 



Parece que Dios ha desaparecido del horizonte y que el hombre lo ha sustituido, haciéndose -él mismo- Dios y decidiendo acerca de lo malo y de lo bueno. La "religión" del hombre, hecha por el hombre, sustituyendo a la verdadera y única Religión, que es la de Dios manifestado en Jesucristo.


Es evidente que la mayoría de los cristianos no conoce a Jesucristo, que sería el único capaz de seducirles ... ¡ y por eso los seminarios están casi vacíos! 

El enemigo se ha infiltrado en la Iglesia, como caballo de Troya, y amenaza con destruirla. 

Son hoy mayoría los que ignoran lo que está ocurriendo de verdad, pero eso no les exime de sus faltas, porque acogen como verdadero lo que es falso. La responsabilidad de la propia vida es personal: cada uno tiene que responder de sí mismo ante Dios. Y no podrá escudarse ni acusar a los que le rodean, incluso aun cuando muchos de ellos hayan influido de modo negativo en su vida ... porque la responsabilidad última de la vida de cada uno depende tan solo de él. 

El problema se encuentra, fundamentalmente, en los que ocupan altos cargos en la Jerarquía de la Iglesia. Éstos saben perfectamente lo que está ocurriendo ... y, pese a ello, no mueven un dedo para ponerle remedio ... salvo unos pocos: justo es decirlo.

Entre estos últimos se encuentra Monseñor Schneider, obispo auxiliar de la Iglesia católica de Astaná (Kazajisán) quien escribió un documento (fechado el 24 de abril de 2016) titulado "Amoris Laetitia": aclaración para evitar una confusión general, en el que pide al papa Francisco una interpretación auténtica de Amoris Laetitia. Dijo, entre otras cosas:

Cuando en un documento eclesiástico que, en nuestro caso, está desprovisto de un carácter definitivo e infaliblese encuentran elementos de interpretaciones y aplicaciones que podrían tener consecuencias espirituales peligrosastodos los miembros de la Iglesia y, en primer lugar, los obispos, como colaboradores fraternos del Soberano Pontífice en la colegialidad efectiva, tienen el deber de señalar respetuosamente este hecho y pedir una explicación auténtica.



Duración: 28 segundos

El texto completo de "Amoris Laetitia”: aclaraciones para evitar una confusión general (Mons. Schneider) se encuentra en este mismo blog, dividido en tres entradas (aquiaquí aquí).  A este respecto, resulta ilustrativa la lectura del artículo de Christopher A. Ferrara titulado Amoris Laetitia: Anatomía de una debacle pontificia

En realidad, de verdad, tal interpretación, la pedida por monseñor Schneider, ya la dio el mismo papa Francisco en la rueda de prensa de vuelta a Roma desde la isla griega de Lesbos el 16 de abril, con su famoso "Podría decir sí y punto" ... tal y como se ha dicho más arriba. El que quiera profundizar más sobre el tema ... que escuche la presentación que hace el cardenal Schönborn de la Amoris Laetitia ... ¡Y, dicho esto, se queda tan tranquilo!

Y, sin embargo, lo que dice Schönborn (¡o Francisco, si se prefiere, que viene a ser lo mismo!) no es, precisamente, una respuesta que aclare nada sino que, más bien, lo distorsiona todo (Léanse, si no, mis comentarios al respecto, cuyos links se encuentran en el tercer párrafo de esta entrada)

[He recopilado bastantes artículos sobre Amoris Laetitia, y éstos son sólo un botón de muestra con relación al número de los que se han escrito. Entre ellos, además de los escritos por mí, se encuentran algunos de los siguientes Blogs, que son de los más conocidos: Adelante la FeDenzinger-BergoglioInfocatólicaSandro Magister e Infovaticana , y otros, menos conocidos, tal vez, pero igualmente importantes, cuales son los de Fray GerundioThe Wanderer, Secretum Meum Mihi  y otros. Puede pincharse aquí]

Como digo, lo que se está sembrando con la AL es sólo confusión. Léase, por ejemplo, el artículo de Sandro Magister "Sí, no, no sé, hagan ustedes ... El magisterio líquido del papa Francisco"El siguiente vídeo es ilustrativo:

Duración: 35 segundos

La AL contiene una serie de ambigüedades y errores que es preciso sacar a relucir porque se oponen al Magisterio perenne de la Iglesia. En el vídeo entrevista al obispo Schneider, se pone esto de manifiesto con bastante claridad. 

Duración: 34 segundos

(Continuará)

viernes, 5 de agosto de 2016

Novus Ordo, la gran revolución litúrgica (Javier Navascués)


Para comprender la actual crisis de la Iglesia y actuar en consecuencia es necesario conocer y profundizar en los factores que nos han llevado a ella. Aunque a muchos, llevados por una sumisión ciega y acrítica al Papado, les cueste reconocerlo, el Concilio Vaticano II supuso una ruptura radical con la Tradición. Por esta grieta cada vez más profunda se colaron a borbotones las ideas y comportamientos que imperaban en el siglo (exaltación de la democracia, derechos humanos, libertad de conciencia, tolerancia, permisividad con el mal y el error, relajación en las costumbres y una gran confusión…) hasta llegar a la apostasía en muchos casos.

Un aspecto clave fue la Liturgia. La nueva Misa, también conocida coloquialmente como la Misa del Novus Ordo, fue arrinconando a la Santa Misa Tradicional con la intención de hacerla desaparecer. Afortunadamente hubo una resistencia encabezada por Monseñor Marcel Lefebvre, que pagó un alto precio a esta fidelidad.

D. Marco Antonio Guzmán Neyra, es revisionista histórico sobre la crisis de fe en la Iglesia contemporánea en la Facultad de Teología Pontificia Civil de Lima. Como experto en el tema analiza, en profundidad, para ADELANTE LA FE, las consecuencias de la revolución litúrgica en la Iglesia.

--------

- ¿Por qué la Santa Misa Tradicional jamás debió ser cambiada?

Porque fue establecida,  de una vez y para siempre, por San Pío V después del Concilio de Trento, el 14 de Julio de 1570 con la Bula Quo Primum Tempore, presentando la manera oficial de decir la Santa Misa, válida para todos los sacerdotes de rito romano en todo tiempo y para siempre. La Santa Misa, conocida como Tridentina también, es la máxima expresión del culto que permite contemplar el Misterio de la Fe, tiene sus orígenes en las más remotas tradiciones apostólicas, alimentando el alma de los santos más encumbrados de la historia de la Iglesia, siendo canonizada por San Pío V definitivamente, quien manifestó en el mismo documento a modo de rúbrica: “Nos hemos decidido y declaramos que los superiores, Canónigos, Capellanes y otros sacerdotes de cualquier nombre con los que sean designados, o los Religiosos, de cualquier Orden, no pueden ser obligados a celebrar la Misa de otra manera diferente a como Nos hemos fijado; y que jamás, en ningún tiempo, nadie, quien quiera que sea, podrá contrariarles o forzarles a abandonar este misal, ni abrogar la presente instrucción, ni a modificarla, sino que ella estará siempre en vigor y válida con toda su fuerza Si, no obstante, alguien se permitiese una tal alteración, sepa que incurriría en la indignación de Dios todopoderoso y de sus bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo”.

- ¿Por qué se produjo realmente el cambio al Novus Ordo?

Hubieron antecedentes que permiten vislumbrar el por qué se produjo este cambio. Fue el disidente hereje Martín Lutero, ex sacerdote católico de la Orden de San Agustín, quien fuera el primero en instigar la destrucción de la Misa. Veamos algunas de sus afirmaciones, tal y como se encuentran en sus escritos: …"Cuando hayamos aniquilado la Misa, habremos aniquilado el Papado en su totalidad. Porque es sobre la Misa, como sobre una Roca que el Papado se apoya con sus monasterios, sus obispados, sus colegios, sus altares, sus ministros y sus doctrinas. Todos estos caerán cuando su sacrílega y abominable Misa haya sido reducida a polvo". …"Sin embargo, para conseguir este fin con éxito y sin peligro, será necesario preservar algunas de las ceremonias de la misa antigua para los de mente débil, quienes se escandalizarían con un cambio muy rápido".

Posteriormente en 1923, ante la eventualidad de un futuro Concilio, el Cardenal Jesuita Louis Billot (1846-1931) advirtió a SS, Pío XI respecto a que “los peores enemigos de la iglesia, los modernistas, ya se están preparando, como ciertas indicaciones muestran, a producir en la iglesia un nuevo 1789” (en referencia a la Revolución Francesa y los cambios ideológicos que se suscitaron en el mundo a partir de este suceso). Deducción que se concretó con la llegada del Concilio Vaticano II y sus conclusiones plasmadas en los documentos hoy conocidos. De tal modo que hizo exclamar al Cardenal Belga Leo Jozef Suenens, que el Concilio Vaticano II era “el 1789 para la Iglesia”

La consecuencia conocida por todos es que se produjo la revolución litúrgica y el 3 de abril de 1969, Pablo VI hizo cambiar la Santa Misa de siempre con un rito experimental denominado Novus Ordo, promulgado en la Constitución Apostólica Missale Romanum. La nueva Misa se hizo acatar por todos, como ya lo exhortaba la Constitución Sacrosanctum Concilium, que en uno de sus acápites, el número 21, señala: "Para que en la sagrada liturgia el pueblo cristiano obtenga con mayor seguridad gracias abundantes, la Santa Madre Iglesia desea proveer con solicitud a una reforma general de la misma liturgia. Porque la liturgia consta de una parte que es inmutable, por ser de institución divina, y de otras partes sujetas a cambio, que en el decurso del tiempo pueden y aun deben variar, si es que en ellas se han introducido elementos que no responden tan bien a la naturaleza íntima de la misma liturgia o han llegado a ser menos apropiados. En esta reforma, los textos y los ritos se han de ordenar de manera que expresen, con mayor claridad, las cosas santas que significan y, en lo posible, el pueblo cristiano pueda comprenderlas fácilmente y participar en ellas por medio de una celebración plena, activa y comunitaria".

Según esta reforma se pretende que el pueblo crezca en espiritualidad y sea más apropiado al pueblo. ¿Y no cuenta el fervor de santidad que se respiraba antes al punto que muchos santos florecieron en los tiempos de la Liturgia Tradicional y donde el respeto y amor a la Sagrada Eucaristía era acrecentadora? A pesar de que el cardenal Ottaviani podía decir en 1971: “El Rito Tridentino de la Misa no está, que yo sepa, abolido”, sin embargo, Monseñor Adam, en la Asamblea Plenaria de los Obispos Suizos, afirmó que la Constitución Missale Romanum había prohibido celebrar, salvo indulto, según el rito de San Pío V. Tuvo que retractarse después de habérsele pedido que dijese en qué términos esta prohibición había sido pronunciada. Hoy sabemos que la Misa Novus Ordo la impusieron mientras que la del rito Tradicional pretendieron que desapareciera para siempre, de no ser por los denodados esfuerzos, perseverancia y valiente firmeza del Arzobispo francés Marcel Lefebvre, a fin de mantener a salvo el legado antiguo de la Santa Misa Oficial.

- ¿Qué intereses había detrás para este cambio tan radical de la Misa que atenuaba considerablemente la idea de sacrificio?

Los intereses explícitos estaban en las condiciones que los protestantes impusieron para aceptar acercarse a la Iglesia Católica. Es entonces cuando el Papa Juan XXIII, al convocar el Concilio Vaticano II, invitó a varios miembros de las Iglesias Protestantes como “observadores, quienes estarían presentes durante el evento pero no opinarían durante los debates del Concilio ni siquiera en las mesas de trabajo. Sin embargo trascendió que durante los desayunos de trabajo y en los descansos, hacían llegar en demasía sus opiniones y objeciones al respecto, muchas de las cuales se rescataron para asumirlas especialmente en lo que concierne a la Liturgia. De modo que la Misa de Novus Ordo de Pablo VI es lo más parecida al culto luterano. A modo de ejemplo citaré uno de los innumerables cambios que se hicieron en las oraciones del Ofertorio:“Bendito seas Señor, por este pan fruto del trabajo del hombre…” etc. que es tomada de la ceremonia luterana. El motivo de estos cambios era que los protestantes pudieran participar durante la Misa sin sentirse ajenos a sus propios servicios religiosos.

Los intereses más oscuros estaban en conseguir la destrucción de la Sagrada Liturgia, y quien ganaba más con esto era el Maligno, al procurar que las gracias sobrenaturales del Sacramento se redujeran, con lo que se reduciría la santidad de la gente y disminuiría la espiritualidad de la sociedad; de este modo se resquebrajaría la moral social a consecuencia de una conciencia laxa que, poco a poco, llegaría a aceptar el error, dejando de lado la verdad evangélica. Hoy se puede palpar este resultado en su mayor auge. Para lograr esta victoria utilizó a las Logias Masónicas que siempre fueron adversas a la Iglesia Católica y abrigó la esperanza de destruirla. Por esa razón en el Plan Maestro de la Masonería, tal como en 1973 lo dio a conocer en Nueva York el Dr. Jerónimo Domínguez, fue lograr la comunión de pie y en la mano algo que, posteriormente, se vio establecido en la Iglesia del Concilio. Ello demuestra la silenciosa infiltración judeo-masónica en el interior de la Iglesia para socavarla.

Ya el Papa León XIII denunció la Masonería, cuyos principios ideológicos luciferinos asentaron las bases para la introducción del modernismo en la sociedad, planteando una ideología humanista a través de un deísmo anticristiano, por lo cual se les aplicó la excomunión. Así también, Papas como Pío IX en “Quanta Cura” y San Pío X en la“Pascendi” habían denunciado la nefasta corriente modernista cuyas premisas significarían un peligro de introducirse el espíritu mundano y materialista en la Iglesia de Dios. No obstante todo aquello que se temía, con la Reforma del Vaticano II los mayores temores se hicieron realidad.

- ¿Quiénes se opusieron a la nueva Misa?


Se puede destacar que aquellos que se opusieron a los cambios fueron los Obispos y Sacerdotes conservadores tradicionales, pero quien se destacó con mayor efectividad y valentía fue Mons. Marcel Lefebvre y sus sacerdotes a quienes lideró en esta saga contra el Maligno y sus logias conspirativas, con quienes formó la Fraternidad de San Pío X, emblemática institución defensora la fe verdadera y moral católica. Por desgracia hasta hoy, hay sectores de la Iglesia que aún no le reconocen este desmedido amor en luchar por la Verdad Evangélica.

- ¿Podría resumir algunas de las consecuencias prácticas que tuvo la revolución litúrgica?


La Misa dejó de ser cristocéntrica para convertirse en un rito antroprocéntrico, como incluso se reconoce en los documentos del Vaticano II. De ahí que el sacerdote se vuelve de cara al pueblo y ya no actúa en representación del pueblo para dar la Adoración y Glorificación al Señor Dios; simplemente preside. Todos participan y se le denomina Presidente de la Asamblea. 

Decae el sentido de lo sobrenatural, del respeto. Se suprime la obligación de que las mujeres lleven velo, como signo de sumisión a Dios, dejándose de lado la sacralidad que, a través de sus ritos, se podía palpar. Ya no se recibe la comunión de rodillas y muchas veces en la mano, para dar paso a una ceremonia de servicio religioso similar a la de los protestantes.

Se va dejando de lado la música sacra en la Liturgia y entra el folklore y peor aún la música profana, dándole el sentido de una mera ceremonia.

Al ingresar la lengua vernácula el sacerdote se ve libre para introducir en ciertos momentos de la Misa, oraciones o palabras innecesarias que no se encuentran ni siquiera en el Canon del Misal nuevo. Lo mismo en la homilía, que muchas veces no se realiza en torno al mensaje del Evangelio.

La Misa se va volviendo cada vez más informal, la Consagración se asume con menor respeto y así se traduce, incluso, en la respuesta de comportamiento de los feligreses.

Los sacerdotes van introduciendo cada vez más innovaciones durante la Liturgia, con mayor protagonismo de los laicos, sea en la lectura de la Palabra de Dios, también en las llamadas moniciones, introduciéndose, además, procesión de Ofertorios, comuniones en la mano y otros que no tienen relación con la Liturgia en su naturaleza.


Se hacen factibles los excesos de la Misa y se ha dado lugar a excentricidades dentro de la ceremonia litúrgica: danzas, aplausos, vestuarios innecesarios, discursos fuera de homilías, intervenciones de feligresía por cualquier motivo, etc.
Presentimos que sobre toda la Iglesia permanece la voz de alarma del profeta Daniel cuando le es revelado un acontecimiento terrible:

“Mil doscientos noventa días pasarán desde el momento en que se suspenda el sacrificio perpetuo y se instale el horrible sacrilegio en el templo del Señor” 
(Dan. 12, 11)

Javier Navascués Pérez

Algunos "olvidos" del Santo Padre al hablar (A. Gálvez)

Duración 3:11 minutos

jueves, 4 de agosto de 2016

Imanes en la iglesia: una grave ofensa a la fe y a la razón (Roberto de Mattei)


El presidente de la Conferencia Episcopal Italiana Angelo Bagnasco ha criticado a los católicos que han expresado su desconcierto, y en muchos casos indignación, por la invitación hecha a los musulmanes a rezar el pasado domingo 31 de julio en las iglesias italianas: «La verdad es que no entiendo el motivo –ha dicho–. No veo que haya razón para ello».

Para él, la adhesión de millares de musulmanes a orar ante el altar tiene por objeto ser «una palabra de condena y un distanciamiento absoluto por parte de quienes, sean o no musulmanes, no aceptan forma alguna de violencia». En realidad, como ha señalado monseñor Antonio Livi en el portal de La nuova Bussola quotidiana, la participación de los musulmanes en las ceremonias litúrgicas en Italia y en Francia ha sido un acto a la vez sacrílego e insensato.

Sacrílego porque, al contrario que las mezquitas, las iglesias católicas no son centros de conferencias ni de propaganda, sino lugares sagrados donde se rinde el culto debido de adoración a Jesucristo, realmente presente en cuerpo, sangre, alma y divinidad en la Eucaristía. De considerarse necesario un encuentro al objeto de condenar la violencia, dicho acto podía celebrarse en cualquier otro sitio menos en la casa de Dios, la cual para el Papa y los obispos italianos no puede ser sino el único Dios verdadero en tres Personas, combatido manu militari por el islam a lo largo de los siglos.

En Roma, en la basílica de Santa María de Trastévere, tres imanes de la capital se encontraban sentados en primera fila. Dos de ellos, Ben Mohamed Mohamed y Sami Salem, hablaron desde el púlpito y citaron varias veces el Corán, dieron la espalda al Evangelio durante la homilía y recitaron en voz baja una oración mahometana mientras los católicos recitaban el Credo. En la catedral de Bari, el supuesto imán Sharif Lorenzini, recitó en árabe la primera sura del Corán, que condena la incredulidad de los cristianos con estas palabras: «Muéstranos el camino recto, el de los que bendecido, no el de los que se acarrean tu ira ni el de los que se han desviado».

Ha sido igualmente un acto absurdo, precisamente porque no hay razón para que se invite a los musulmanes a rezar y predicar sermones en una iglesia católica. La iniciativa de los prelados italianos y franceses da a entender que el islam como tal está exento de toda responsabilidad en la estrategia del terror. Como si los musulmanes fanáticos pero coherentes que masacran cristianos en diversos lugares del mundo no lo hicieran en nombre del Corán. Negar, como lo hace el papa Francisco, que lo que se está librando es una guerra de religión es como negar que en los años setenta las Brigadas Rojas llevaron a cabo una guerra política contra el estado italiano.

El móvil de los terroristas de Estado Islámico es religioso e ideológico y se basa en versículos del Corán. En nombre del Corán, decenas de millares de católicos son perseguidos en todo el mundo, desde Oriente Próximo a Nigeria e Indonesia. Mientras el último número de Dabiq, revista oficial del Califato, invita a sus militantes a destruir la Cruz y matar cristianos, la Conferencia Episcopal Italiana exime a la religión mahometana de toda responsabilidad, achacando a unos pocos extremistas las matanzas de los últimos meses. En realidad, es exactamente lo contrario: sólo una minoría (23.000 entre 2 millones de islamistas oficialmente registrados) de musulmanes se ha adherido a la insensata iniciativa promovida por la Conferencia Episcopal Italiana.

No se puede tildar de mentirosa a la mayoría que rechazó la invitación y acusó de hipócritas a los que la aceptaron. ¿Por qué los musulmanes, que profesan una fe no sólo diferente sino antitética de la fe católica, van a ir a rezar y predicar en un templo católico o invitar a los católicos a predicar y rezar en sus mezquitas? Se mire por donde se mire, lo sucedido el pasado 31 de julio es una grave ofensa tanto a la fe como a la razón.

Roberto de Mattei

miércoles, 3 de agosto de 2016

Al islam no puedes oponerle democracia, sino cristianismo (Eulogio López)



El europeo actual se comporta como aquellos madrileños urbanitas, cuando se inventó el tetrabrik que aseguraban preferir la leche salida de una central limpia a la extraída de una vaca sucia. Y se quedaban tan anchos.

Es la misma razón por la que el europeo actual se pregunta por qué el Islam avanza y Europa retrocede, abrumada por atentados y asesinatos que parecen no tener fin. La respuesta, como la vaca sucia, la tienen ante sus mismas narices: Europa se ha paganizado, los musulmanes tienen un modelo de vida -en mi opinión, en parte absurdo, en parte salvaje- pero nosotros no tenemos ninguno que oponerle porque hemos abdicado del nuestro: del cristianismo. 


Preferimos la leche aséptica a la vaca natural, ergo sucia, sin darnos cuenta de que la leche no viene de Pascual, sino de la sucísima vaca. Pascual sólo la limpia.

¿Europa se recristianiza o se islamiza? Yo diría que Europa se descristianiza pero no se islamiza. En primer lugar porque, repito, el musulmán no puede llamar padre a Dios. De hecho, para el muslim eso sería una blasfemia, mientras el cristiano no es más que infancia espiritual y confianza en Cristo. Ahora bien, es cierto que el Islam cree en algo, mientras que la Europa cristiana no cree en nada, porque lo que el Islam avanza y el cristianismo retrocede.

Los progres repiten que ante la violencia islámica oponen sus principios liberales. El problema de enfrentar liberalismo a Islam es que el liberalismo no es una moral, es un modelo.

Y el problema de enfrentar democracia a islam es que la democracia tampoco es una moral: es un sistema de Gobierno.

Otrosí: los occidentales sienten pavor a esa unión entre religión y política. Por eso mantienen unos regímenes laicistas, algo que gusta mucho a los islámicos. Es como si el adversario abandonara sus armas antes de entrar en batalla (tranquilos, me refiero a la batalla dialéctica).

Miren ustedes, el amigo Gandhi, nada sospechoso de extremismo, y tan admirado por los occidentales (salvo por Churchill que le llamaba “el pordiosero”), se reía de lo que los progres llaman hoy laicidad: “El que diga que la religión no tiene nada que ver con la política no tiene ni idea de religión”.

Muy cierto, sobre todo cuando se habla de moral, de que la política no es más que una disciplina secundaria. Claro que religión y política deben ir unidas. Lo que no debe unirse es a los clérigos con los políticos.


Pero lo más importante es que al Islam no puedes oponerle democracia, sino Cristianismo.


Eulogio López
eulogio@hispanidad.com

El Vídeo del Papa - 8 (Agosto 2016) El deporte, por la cultura del encuentro


Duración 1:30 minutos

martes, 2 de agosto de 2016

Rueda de prensa de Francisco en el vuelo de Cracovia a Roma: A vueltas con el fundamentalismo cristiano y otros temas de interés (José Martí)




El texto completo puede verse en ACIPRENSA pinchando aquí. Es de ahí de donde entresaco la última pregunta que se le hace al Papa, relativa al fundamentalismo islámico. También se puede ver la página de RADIO VATICANO. De ella he sacado un audio que versa sobre la pregunta dirigida por Antoine Marie Izoarde, de un medio de comunicación francés, al que se puede acceder haciendo clic aquí.


Esta entrada la dedico a hacer algunos comentarios a la respuesta que da a este periodista el papa Francisco; y lo hago como si me dirigiera directamente a Francisco.

---------



Antoine Marie Izoarde, i.Media: 

Santo Padre, primero que nada quiero felicitarlo a usted, y al P. Lombardi y al P. Spadaro por la fiesta de San Ignacio.

Si me permite, la pregunta es un poco difícil: los católicos están un poco en shock no solo en Francia luego del bárbaro asesinato del Padre Jacques Hamel que, como bien sabe, estaba en su iglesia mientras celebraba la Santa Misa.

Hace cuatro días aquí nos dijo que todas las religiones quieren la paz. Pero este santo sacerdote de 85 años ha sido claramente asesinado en el nombre del Islam.

Entonces Santo Padre, tengo dos pequeñas preguntas. ¿Por qué cuando usted habla de estos eventos violentos habla siempre de terroristas pero nunca de Islam, nunca utiliza la palabra Islam, y luego otra sobre la oración y el diálogo, que obviamente son esencialísimos. ¿Qué iniciativa concreta puede proponer o sugerir para contrastar la violencia islámica. Gracias Santidad.


Papa Francisco:

No me gusta hablar de violencia islámica, porque todos los días, cuando leo los diarios, veo violencia, aquí en Italia, alguien que mata a la novia, otro que mata a la suegra. Y estos son católicos bautizados, son católicos violentos.

¿Cómo puede saber usted si son católicos los que matan a la suegra? Y en el caso de que lo fueran, desde luego eso no es lo que les dicta su Religión.

Si yo hablo de violencia islámica, debo hablar de violencia católica; y no, los islámicos no todos son violentos; no todos los católicos son violentos.

El lenguaje que usa Su Santidad no es riguroso; no existe la violencia católica, en sí misma, porque el mensaje de Jesucristo es un mensaje de auténtica paz, no la que da el mundo, sino la que proviene de Él. En cambio, sí existe la violencia islámica, pues expresamente se dice en el Corán: "Matadlos a todos, dondequiera los encontréis", refiriéndose a los infieles, a los que no adoptan la religión islámica. 

Los musulmanes obligan a la "conversión", lo cual es un modo muy claro de violencia. Y todo ello viene recogido en el Corán ... ¡no así en el Evangelio! ... No, la comparación no hay que hacerla entre personas individuales que pueden ser violentas independientemente de la religión que profesen, si es que profesan alguna ... No, la comparación hay que hacerla entre Mahoma y Jesucristo. ¿Jesucristo fue violento? ¡No! ¿Mahoma fue violento? ¡Sí! Pues eso.

Es como la macedonia, hay de todo. Hay violentos de esta religión … una cosa es verdad: creo que en casi todas las religiones hay un pequeño grupo fundamentalista. Nosotros lo tenemos.

¡No es verdad! Nosotros no tenemos ningún grupo fundamentalista. Tenemos cristianos que son fieles a la Tradición de la Iglesia de siempre, la de dos mil años de Historia, aquellos que no se avergüenzan de Jesucristo y dan la cara y la vida por él, si es preciso, como el caso de este sacerdote de Francia que fue muerto por odio a la religión católica, mientras oficiaba la santa Misa ... ¡y al que sí había que proclamar santo ... puesto que ha muerto como mártir. Aquí hay completa seguridad de que el alma de este sacerdote está ya en el cielo, sin pasar por el purgatorio. ¿No podría, Su Santidad, decir esto, que es la pura verdad, cuando ni siquiera lo ha nombrado en su respuesta? 

¿Es que éste sacerdote era un cristiano fundamentalista? ¿Lo son los Franciscanos y Franciscanas de la Inmaculada, cuya orden ha sido destrozada, bajo su conocimiento, cuando su único pecado era que celebraban también la misa en su forma extraordinaria, además de celebrar también el Novus Ordus Missae, siendo así que hay cardenales declarados abiertamente homosexuales y partidarios del divorcio y, sin embargo, no son destituidos de sus cargos, con el consiguiente escándalo para los creyentes? ¿Lo fue Jesucristo, quien dijo que no había venido a traer la paz sino la espada?

El fundamentalismo llega a matar, pero también se puede matar con la lengua; lo dice el Apóstol Santiago, no yo; y también con el cuchillo.

Esto decía, en efecto, el apóstol Santiago: "Ningún hombre ha podido jamás domar la lengua; es un mal incontrolable, llena de veneno mortal. Con ella bendecimos al Señor y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que han sido hechos a imagen de Dios. De la misma boca procede la bendición y la maldición. Esto, hermanos míos, no debe de ser así" (Sant 3, 8-10). Pues, continúa: "¿Acaso echa la fuente por el mismo caño agua dulce y amarga?" (Sant 3, 11). 

La lengua, es cierto, puede hacer mucho daño y "matar" cuando de ella no salen palabras provenientes del Espíritu, sino palabras meramente humanas. Pero también puede dar vida, si con nuestra lengua proclamamos la Palabra de Dios: "Mis palabras son Espíritu y son Vida" (Jn 6, 63). 

Si pronunciamos palabras que no son de Dios ciertamente podemos matar el alma y el corazón de los niños, que es lo que sucede hoy tan a menudo, incluso en el seno de la Iglesia Jerárquica,  para nuestra desgracia, pero si las palabras que salen de nuestro corazón son aquéllas aprendidas por el Espíritu Santo, van a producir también la "muerte", pero -y en ello coincidirá usted conmigo- esta "muerte" cristiana es "vida" para el alma; es una muerte a nuestro egoísmo y a nuestro hombre viejo; es una muerte necesaria si queremos madurar como personas y como cristianos, pues "si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere, produce mucho fruto" (Jn 12, 24).

El cristiano, en cuanto tal, no mata a nadie, sino que su "violencia" es contra sí mismo, contra aquello que encuentra en su alma que se opone a la voluntad de Dios, manifestada en Jesucristo, el único por el que nos puede venir la salvación a todos los hombres (cfr Hech 4, 12). ¿Dio Mahoma su vida por alguien?. No, no todas las religiones son iguales. 

Hablar de fundamentalismo cristiano -tal y como se entiende esa palabra- es un sinsentido. A menos que estemos hablando de aquellos que han hecho suyas, en su propia vida, las palabras de san Pablo a los corintios: "En cuanto al fundamento, ninguno puede poner otro que el que ya está puesto, que es Jesucristo" (1 Cor 3, 11) ... Pero yo a éstos no les llamaría fundamentalistas [fundamentistas, en todo caso, aunque esa palabra no esté recogida en el Diccionario], sino auténticos cristianos que se mantienen fieles a la Piedra que es Jesús, fundador de la Iglesia, que es Una, Santa, Católica y Apostólica.

¡Nada que ver, por lo tanto, con el fundamentalismo islámico, que éste sí que mata, de palabra y de obra!. Y, además, precisamente aquellos que proceden como "verdaderos" musulmanes, fieles al Corán, (un libro inventado por Mahoma que no tiene nada de sagrado, aunque así se lo haya considerado y se le siga considerando por muchos) ésos son los verdaderamente peligrosos. No así los que viven el mensaje cristiano. La Biblia (en particular el Nuevo Testamento) y el Corán no son comparables ni compatibles.

Creo que no es justo identificar al Islam con la violencia. No es justo ni es verdad. He tenido un diálogo largo con el gran imán de la universidad Al Azhar. Sé cómo piensan ellos, buscan la paz, el encuentro.

Se trata de casos especiales ... ¡Y serán buenos y no violentos en la medida misma en la que no piensen ni actúen conforme se lee en el Corán! ... pues su contenido es la raíz del problema fundamentalista ... aunque esto es desconocido por la inmensa mayoría.

El Nuncio de un país africano me decía que en la capital del país donde está siempre hay un buen grupo de gente, siempre está lleno en la puerta santa por el jubileo y algunos van a confesarse, católicos, otros van y rezan, pero la mayoría van a rezar al altar de la Virgen. Estos son musulmanes que quieren hacer el jubileo. Son hermanos.

Evidentemente, yo no voy a juzgar a ningún musulmán concreto, como tampoco a ningún católico concreto. Esto sólo lo puede hacer Dios. Ahora bien: dicho esto, deberá usted convenir conmigo en que los musulmanes no son hermanos nuestros, en tanto en cuanto no tienen el mismo Dios que los cristianos.

Para un cristiano, Dios se ha manifestado en Jesucristo y "el que niega al Hijo niega también al Padre" (1 Jn 2, 22b). En cambio, "quien confiesa al Hijo, también posee al Padre" (1 Jn 2, 23 b).

Los musulmanes odian a Jesucristo, luego odian a Dios, a quien no conocen. Porque, efectivamente "a Dios nadie lo ha visto jamás" (Jn 1, 18a). Esto es obvio, puesto que Dios es Espíritu Puro; en cambio, "Dios Unigénito, que está en el seno del Padre, él mismo es quien os lo ha dado a conocer" (Jn 1, 18b). Eso fue lo que ocurrió cuando Dios, sin dejar de serlo, se hizo hombre; y desde entonces sí lo podemos conocer: "Felipe: el que me ve a Mí, ve al Padre. ¿Cómo dices tú: muéstranos al Padre?" (Jn 14, 9b) "Yo y el Padre somos uno" (Jn 10, 30)

De ahí esas palabras tan fuertes del apóstol san Juan: "¿Quién es mentiroso sino el que niega que Jesús es el Cristo? Éste es el Anticristo, que niega al Padre y al Hijo" (1 Jn 2, 22). Y por eso digo que un cristiano no puede considerar como hermano a un musulmán, por la sencilla razón de que no lo son, al no ser hijos de un mismo Padre.

Cuando estuve en Centroáfrica estuve con ellos, con el imán salí en el papamóvil. Se puede convivir.

¿Y por qué no? Son personas como nosotros, criaturas de Dios. Normalmente, las personas se suelen entender si hablan el mismo idioma. Y la relación con cualquier persona es fundamental. Al fin y al cabo, somos animales sociales. No vamos a estar discutiendo o peleándonos continuamente. Simplemente no se sacan a relucir aquellos temas que podrían dar lugar a enfrentamientos y de cuyo resultado no se obtendría ningún bien. Y así se puede hablar, aunque sea del tiempo o de lo bonita que es una ciudad.

Son grupitos fundamentalistas. Yo me pregunto, ¿cuántos jóvenes que nosotros, europeos, hemos dejado vacíos de ideales, que no tienen trabajo y van a la droga o el alcohol, se juntan en grupos fundamentalistas?

Habría mucho que decir al respecto. Somos libres y no estamos condicionados a optar por el camino del mal, es decir,  del pecado,
 que es el único que nos esclaviza y nos conduce a la autodestrucción. El paro o la falta de trabajo no conducen, por sí mismos, a la droga o al alcohol o a formar parte de un grupo fundamentalista. Sí, en cambio, la falta de ideales. Pero no cualquier ideal, sino el único ideal que merece tal nombre; y al cual hemos renunciado: Europa, en su conjunto, ha rechazado sus raíces cristianas, esas que la han llevado a su auténtico progreso, material y espiritual (ambos).

Perdidas sus raíces, una vez que Jesucristo ha sido rechazado por el mundo, el hombre se ha quedado solo e indefenso, a merced de cualquiera ... pues ha perdido también su capacidad de pensar y de razonar, quedando reducido a repetir lo que dicen los medios de comunicación, los cuales son hábilmente usados por el Sistema ... y confluyen, casi todos, en el rechazo del catolicismo. Los mass media se han convertido, salvo rarísimas excepciones poco influyentes,  en adoctrinadores del Pensamiento Único. Bajo capa de buenismo, se esconde un gran fondo de maldad, pues su verdadero objetivo es la desaparición de Cristo de la faz de la tierra.

Sí podemos decir que el así llamado ISIS es un Estado Islámico que se presenta como violento, porque cuando se ve sus documentos de identidad. Este es un grupo fundamentalista que se llama ISIS. No es verdad ni es justo que el Islam sea terrorista.

No todos opinan de ese modo; y tienen fundadas razones para ello. Lo han vivido en su propia carne. Tal es el caso, por ejemplo, de Raad Salam Naamán quien es, además, un experto en estos temas.


[Se puede leer también un breve artículo de Michael Matt, de The Remnant, que ha salido posteriormente. Para ello pinchar aquí]

El terrorismo está en todo lados. Piense en el terrorismo tribal de algunos países africanos.

Sólo si los hombres se dejan transformar por Jesucristo se acabaría el terrorismo. Por eso no se puede decir que hay que respetar todas las culturas o que España hizo mal cuando evangelizó América. El proselitismo, en contra de lo que usted dice, no es una solemne tontería

Si un padre está completamente convencido de algo que sabe, sin lugar a dudas, que es lo mejor para su hijo ... ¿acaso no se moverá para procurárselo? Lo hará, incluso aun cuando sea malo, como decía Jesús (cfr Lc 11, 13).

Y así, si un cristiano ha descubierto, por pura gracia, que Jesucristo es el único que da sentido a la vida, ¿cómo se puede quedar esa joya para sí mismo?: "Si evangelizo ... es una obligación que me incumbe. Pues, ¡ay de mí si no evangelizara ...!" (1 Cor 9, 16), decía san Pablo. 

Y quienes evangelizan no lo hacen por puro gusto personal o para ser vistos por los hombres o para medrar o trepar. No, sino que lo hacen obligados. "Si evangelizara por propio gusto, tendría derecho a recompensa; pero si lo hago por fuerza, cumplo con una misión que se me ha confiado. ¿Cuál es entonces mi recompensa? Que predique el Evangelio, entregándolo gratuitamente, sin hacer valer mis derechos por la evangelización" (1 Cor 9, 17-18).

Y aquí es bueno recordar también aquello que decía también san Pablo a los corintios: "Es preciso que los hombres vean en nosotros ministros de Cristo y administradores de los misterios de Dios. Ahora bien: lo que se busca en los administradores es que sean fieles" (1 Cor 4, 1-2). Fidelidad ¿a qué? ... Pues fidelidad al depósito recibido. Así exhortaba san Pablo a su discípulo Timoteo: "Timoteo, guarda el depósito" (1 Tim 6, 20). "Te ordeno, en presencia de Dios (...) que conserves el mandamiento sin tacha, ni reproche, hasta la manifestación de nuestro Señor Jesucristo" (1 Cor 6, 13a. 14).

Esto es tan importante que , sigue diciendo san Pablo, "aunque nosotros o un ángel del cielo os anunciara un evangelio distinto del que os hemos anunciado, ¡sea anatema!" (Gal 1, 8). La Palabra de Dios no se puede tergiversar, ni cambiar, ni escamotear, pues como dice el autor de la carta a los hebreos, hablando de Jesucristo: "Su Palabra es viva y eficaz; y más aguda que espada alguna de dos filos. Penetra hasta la frontera del alma y del espíritu, hasta las articulaciones y médulas, y puede distinguir los sentimientos y pensamientos del corazón. Y no existe criatura alguna que esté oculta a su penetrante mirada, sino que todas están desnudas y descubiertas a sus ojos, delante de quien hemos de rendir cuentas" (Heb 4, 12-13).

Nunca se insistirá lo suficiente en este punto, puesto que es el fundamento de nuestra fe. Sin él, toda la fe y la Iglesia se derrumbarían. Fidelidad, pues, al depósito recibido, sin ocultar, ni añadir ni quitar nada. Dice san Juan en el Apocalipsis, poniendo en boca de Jesucristo estas palabras: "Si alguien añade algo a esto, Dios enviará sobre él las plagas descritas en este libro; y si alguien sustrae alguna palabra a la profecía de este libro, Dios le quitará su parte del árbol de la vida y de la ciudad santa que se describen en este libro" (Ap 22, 18-19). 

Y siendo esto tan grave, como lo es, nos encontramos con que se nos quiere quitar la auténtica Palabra de Dios, cambiándola por palabras inventadas por hombres. Así ha ocurrido poco antes de la JMJ de Cracovia de este año: Pinchar aquí.  La misma noticia en este corto video de Gloria TV:


Duración: 27 segundos

El terrorismo es también ..., pero no sé si decirlo porque es algo peligroso ..., el terrorismo crece cuando no hay otra opción, cuando en el centro de la economía mundial está el dinero y no la persona, el hombre y la mujer. Esto ya es el primer terrorismo. Ignorar la maravilla de la creación, que es el hombre y la mujer, es un terrorismo de base contra toda la humanidad. Pensemos en eso.

En otras palabras, si le he entendido bien: la causa del terrorismo consiste en que no se aprecia a las personas, por sí mismas, como tales personas, y en que se pone el hincapié sólo en el dinero, lo cual crea unas diferencias tan grandes entre ellas que al final estas diferencias se dirimen mediante la violencia.

En parte, eso es cierto. Pero el problema de fondo, un fondo más allá de ese fondo, es que es imposible querer y apreciar, de verdad, a las personas, si no está de por medio el amor a Dios, que es la causa de todo lo creado y que, además, se hizo hombre, en la Persona de su Hijo, para que nosotros pudiéramos ser elevados, por pura gracia,  a la categoría de hijos de Dios,  
siempre que pongamos los medios que Él ha establecido para ello, cuales son la guarda de sus mandamientos: "Quien acepta mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama" (Jn 14, 21a), decía Jesús. Y también: "Si me amáis guardaréis mis mandamientos" (Jn 14, 15). La pérdida del sentido de lo sobrenatural, el olvido y el rechazo de Dios, el pecado, en definitiva, es la verdadera causa de la miseria y de la corrupción, así como de todo aquello que nos hace sufrir

Por eso, si nuestros sufrimientos los unimos a los de Jesucristo, adquieren, entonces, un carácter redentor. Nos convertimos en corredentores con Cristo. Y de ese modo, todo adquiere sentido, incluidas las contrariedades, la enfermedad y la muerte, pues éstas se convierten así en motivo de salvación para nosotros y para muchas otras personas ... según aquello que decía san Pablo y que, de otro modo, no podríamos comprender"Ahora me alegro en los padecimientos por vosotros y completo en mi carne lo que falta a la Pasión de Cristo por su cuerpo, que es la Iglesia" (Col 1, 24).

[En esto consiste el Misterio del Cuerpo Místico de Cristoque tan bien explica san Pablo en 1 Cor 12, 12-31. Un tema del que ya hablé en mi otro blog, en tres entradas (pinchar aquíaquí y aquí). La encíclica de Pío XII viene en varios idiomas; yo he colocado el enlace al inglés, pues en la página web del Vaticano no viene la traducción al español; ésta puede encontrarse haciendo clic aquí

Y si es que ahora comprendemos algo, por muy poco que sea, es debido a la fe"la fe, que es seguridad de lo que se espera" (Heb 11, 1), que es un don de Dios y que debemos pedirle en cada instante, todos los días de nuestra vida, conscientes de que "todo el que pide, recibe" (Lc 11, 10) y de que, por lo tanto, Él nos la concederá, sin ningún género de duda.
José Martí

Espectáculos en las JMJ de Cracovia 2016 (José Martí)


No son, por cierto, espectáculos especialmente reverentes pues aparece, por un lado, una monja bailando (falta video)

... así como también un sacerdote bailando . Bueno, hay que decir, y podría servir de excusa, que este sacerdote era un antiguo bailarín, de nombre Franck Legros. Así que cuando acudió a las JMJ de Cracovia, estando cerca del santuario de la Virgen Negra, arrancó a bailar y un gran número de jóvenes que había allí siguieron su ritmo ... por cierto formando un grupo de baile muy coordinado ... hasta el punto de que el vídeo en cuestión se ha convertido en viral y acumula ya, al menos, un millón doscientas mil personas.

Y, por supuesto, no podía faltar sor Cristina cantando.

En fin, todo esto no es sino una muestra de la "espiritualidad"  de esta Jornada. Me pregunto cuántos jóvenes habrán salido de allí conociendo y queriendo más a Jesucristo ... Me temo que muy pocos.


José Martí