BIENVENIDO A ESTE BLOG, QUIENQUIERA QUE SEAS



miércoles, 24 de octubre de 2018

Noticias varias 21 a 23 de octubre de 2018 (Sinodo jóvenes-2018, beatificación de Angelelli, Aborto en Colombia, Sustituto de la secretaria de Estado, Concilio Vaticano II (antisyllabus) y Pablo VI, etc.




INFOCATÓLICA

La diócesis de Granada promueve junto con la de Valladolid la causa de beatificación de Isabel La Católica

Obispo emérito castrense de Argentina también abriga dudas sobre la beatificación de Angelelli

200 Jóvenes católicos australianos se pronuncian en relación al Sínodo Juvenil


Colombia aprueba el aborto hasta el momento de nacer

GLORIA TV

¿Esto es “renovación”? Cientos de órdenes religiosas en su lecho de muerte

Cardenal Burke: no le está permitido a Francisco contradecir a sus predecesores

Las acusaciones contra el sustituto de la Secretaría de Estado del Vaticano

ADELANTE LA FE

Iglesia y Estado: asunto abominado (Antonio Caponnetto)

El lenguaje del enemigo (Germán Mazuelo-Leytón) (Relativo al Sínodo de los jóvenes-2018)

LMM Magazine

IOTA UNUM

El Vaticano II fue un “Antisyllabus”. (Ratzinger)  Explica que hay una clara ruptura con el Magisterio anterior al Concilio Vaticano II y lo argumenta. De lectura casi obligada para aclarar ideas a muchos que se consideran católicos

IPSI GLORIA


Apuntes 3: Incontinencia Verbal (Se refiere al papa Francisco y sus ocurrencias «espontáneas» en las que se manifiesta lo que realmente piensa)

SECRETUM MEUM MIHI

VATICANO

Synod18 – Discurso del Santo Padre Francisco en la 1ª Congregación General de la XV Asamblea del Sínodo de los Obispos , 03.10.2018

Mensaje del Santo Padre Francisco con motivo de la apertura del Encuentro interreligioso anual de Oración por la paz "Puentes de Paz" (Bolonia, 14-16 de octubre de 2018), 14.10.2018

La ‘corazonada’ del cardenal Tagle (Carlos Esteban)



El cardenal Chito Tagle aseguraba hoy en la rueda de prensa tras la jornada sinodal tener el “presentimiento” de que las siglas LGTBI se citarán en el texto final del sínodo. Nosotros, también. Aún más: tenemos el presentimiento de que están ya escritas desde el principio.

Hoy hemos tenido una rueda de prensa colorida o, por emplear una palabra más a la moda, ‘diversa’, con el arzobispo de Manila, cardenal Chito Tagle, el cardenal birmano Charles Maung Bo, de Yangon, el obispo de Dolisie, en el Congo, Bienvenu Manamika Bafouakouahou, el delegado de la juventud Joseph Sapati Moeono-Kolio, de los Pacific Climate Warriors, y nuestro segundo jesuita favorito, Antonio Spadaro.

La noticia, ya sabida, la ha dado el responsable de las comunicaciones vaticanas, el laico Paolo Ruffini: el Documento Final ya está en manos de los obispos, y mañana podrán introducir enmiendas.

Lo demás ha sido una orgía de sentimentalismo y buenas vibraciones, de las que Tagle es el consumado maestro, a la que ha puesto el severo contrapunto Edward Pentin, del National Catholic Register, al hacer notar que la doctrina moral de la Iglesia parece haber estado conspicuamente ausente de este sínodo. Su comentario ha tenido la virtud de suscitar la respuesta más breve de la rueda de prensa y, juraríamos, la intervención más corta que jamás haya tenido Tagle: “En mi círculo lo hemos tratado”. Fin.

Joseph Sapati Moeono-Kolio nos ha informado de que Jesús es “lo que nos diferencia de cualquier otra ONG”. OTRA ONG. Las demás ONG, aparte de la Iglesia. Vaya.

También ha tenido a bien compartir con nosotros su noción de que “Jesús era el humanitarista definitivo, el campeón de los pobres, los vulnerables, el campeón definitivo contra la injusticia”, lo que me ha hecho recordar la anécdota de la escritora Flannery O’Connor sobre la Eucaristía en una cena de intelectuales. La resumo: O’Connor había sido invitada a una velada de escritores, todos educadamente agnósticos, uno de los cuales, probablemente en deferencia al catolicismo de la novelista sureña, empezó a recordar con lírica emoción su Primera Comunión y cómo seguía valorando la Eucaristía como un símbolo de… En ese momento, O’Connor, que se había mantenido callada toda la noche, saltó: “Pues si la Eucaristía es un símbolo, al infierno con él”.

Que es exactamente lo que se me ocurre cuando alguien presenta a Jesús como cualquier otra cosa que no sea como el Redentor, Dios hecho hombre. Si era sólo un rabino humanitario de hace dos mil años, con ideas muy interesantes sobre la conveniencia de amar al prójimo y, presumiblemente, salvar al medio ambiente, ejecutado de modo trágico por un malentendido con las autoridades, sinceramente, no me interesa lo más mínimo. Y, creo, tampoco a mis lectores. En cuanto a “campeón de los pobres y adalid contra la injusticia”, apenas ha habido en el último siglo sinvergüenza o genocida que no se haya presentado con esos títulos.

Bienvenu Manamika Bafouakouahou nos cuenta que la explotación de los recursos naturales de África por parte de las multinacionales es la causa raíz de la emigración: “Los jóvenes abandonan la tierra porque la tierra ya no les da sustento”. Me cuesta creerlo pero, aunque fuera cierto hasta la última coma, no es una opinión que un obispo esté más autorizado a ofrecer que cualquier otro mortal.

También le han preguntado por el tema estrella del sínodo, las siglas de las que hablábamos antes y de las que, me temo, tendremos que seguir hablando una buena temporada. El desventurado monseñor no sabía por dónde salir porque, como ha empezado por reconocer, eso no es “una prioridad” en África. Más bien. Cuando uno vive bajo regímenes insondablemente corruptos y violentos y en medio de la pobreza, el “acompañamiento” de los católicos gays no suele ser una prioridad de la Iglesia local. Por ahí son más de hablar de Cristo.

Tagle ha puesto la nota emotiva… Tachen eso: Tagle ha puesto la nota más emotiva, al quedar ahogado por la emoción en mitad de su intervención explicando cuánto ha aprendido personalmente en este sínodo con las experiencias de los jóvenes. De hecho, ahora que caigo, he oído tantas veces, durante la preparación de este sínodo y en su desarrollo, hablar de cómo van a escuchar a los jóvenes y aprender de ellos, de cómo los jóvenes tienen tantísimo que enseñar a la Iglesia, que me sorprende que un solo joven pueda acercarse a la Iglesia en busca de enseñanza y no de un púlpito donde adoctrinar a los prelados.

Ha acabado Tagle por decir que “el sínodo no pretende dar respuestas y soluciones claras, porque la vida no es clara”. Acabáramos. Pero para eso quizá hubiera sido mejor no montar todo este jaleo, que habrá costado lo suyo. Si ni siquiera la Iglesia tiene respuestas claras, el Esplendor de la Verdad, todo este ‘show’ resulta un tanto obsceno y fraudulento. Otra opción es que sea la mente de Su Eminencia la que no se aclare.

Spadaro ha empezado al modo Umbral, hablando de su libro ‘La Saggezza del Tempo’, que ha presentado mostrándolo a las cámaras. Bueno, en realidad el autor es el Papa Francisco, pero ustedes me entienden, ¿verdad? También sale Martin Scorsesse.

El director del órgano de los jesuitas, La Civiltà Cattolica, ha pasado luego a hablar de sí mismo -otra vez-, al recordar la primera entrevista que le hizo al Papa en 2013 y cómo sólo ahora, cinco años después, empieza a vislumbrar a qué se refería con una respuesta que le dio el Santo Padre sobre su visión sinodal, cómo veía el funcionamiento de los sínodos como algo indeseablemente ‘estático’ y cómo lo quería él, como “el pueblo, los obispos y el Papa” caminando juntos.

Los más cercanos al Papa, al menos los de segunda fila, tienen a veces una tendencia a hablar de él como si lo hicieran de un oráculo o una aparición que pone los pelos de punta, como cuando el padre Thomas Rosica dijo aquello de que con Francisco se abre una etapa totalmente nueva de la Iglesia y de cómo él está por encima de la Tradición y la Escritura. O el propio Spadaro en la rueda de prensa de la que hablamos, cuando ha dicho que “este sínodo es un milagro”. Claro que, a juzgar por el nivel de los milagros que ahora se exigen en las canonizaciones modernas, quizá podría colar como uno.

Christopher Lamb, del británico The Tablet, preguntó al fin a Tagle que si las siglas, esas siglas, aparecerán en el documento final, y el filipino respondió que tiene “la corazonada” de que sí, que estará. Nosotros, sin ser cardenales ni obispos, ni siquiera diáconos, pensamos que también.

Se hace tedioso: se discutió si el sínodo era demasiado ‘eurocéntrico’, se habló de ‘diversidad’. En fin, menos de la salvación de las almas -única razón de ser de toda la estructura eclesial- se habló de casi todo. De casi todo lo políticamente correcto, al menos.

El único alivio cómico de la jornada lo ha puesto un periodista en respuesta a la tirada lírica del padre Spadaro sobre el regreso a la Iglesia Sinodal de los primeros siglos, al plantear la siguiente pregunta retórica: “¿Me permite recordarle que los sínodos diocesanos en la Roma de la Era Patrística eran un caos, en los que los padres sinodales se mataban literalmente unos a otros?”.

Buen punto.
Carlos Esteban

La ‘papolatría’ y la trampa de la ‘tentación ortodoxa’ (Carlos Esteban)



Suceden tantas cosas y tan serias en la jerarquía de la Iglesia Católica que hemos dejado pasar sin comentario el cisma de los ortodoxos, el más grave de la Iglesia Oriental, probablemente, desde su ruptura con Roma.

Se lo resumo de forma harto grosera, porque no es el asunto del que quiero ocuparme. La Iglesia Oriental es una ‘Iglesia de Iglesias’, como la España de Sánchez es una ‘nación de naciones’. Estas iglesias son autónomas y autocéfalas, es decir, tienen su propia autoridad independiente, y se agrupan más o menos por naciones, aunque todas ellas reconocen vagamente el primado de Constantinopla.

Los ortodoxos ucranianos, en su mayoría, dependían hasta hace poco del Patriarca de Moscú, pero con el reciente enfrentamiento entre Rusia y Ucrania -anexión de Crimea e intervención rusa en el Donbás-, esto no acababa de gustar a los ucranianos que, a través del primer ministro Poroshenko, solicitaron a Constantinopla la autocefalia. Bartolomé, patriarca de Constantinopla, se lo ha concedido, y Moscú, en represalia, ha roto con la Iglesia madre.

Es, ya digo, un resumen grosero, pero lo traigo a colación por lo que tiene de relato didáctico para muchos católicos en el tiempo presente. Lo que ha sucedido con las iglesias ucraniana y rusa es una consecuencia lógica de dos rasgos de la Iglesia Oriental: el cesaropapismo -la dependencia del poder político- y la ausencia de unidad orgánica e institucional.

Y, sin embargo, vengo observando cómo algunos católicos tradicionales, escandalizados con las últimas innovaciones en la Iglesia Católica, miran hacia la Ortodoxia como una tentación. Envidian la reverencia de sus ritos, su tradicionalismo formal. Y la cosa no puede ser más absurda, naturalmente.

Los católicos de nuestro tiempo estamos muy mal acostumbrados, por no hablar de que, por lo común, desconocemos nuestra propia doctrina y nuestra propia historia. Hablo, naturalmente, de quienes miramos con alarma la llamada ‘renovación’ que quiere llevar a cabo en la Iglesia Francisco; hay un grupo genuinamente entusiasmado con ella, pero me perdonarán que les ignore en este texto: son quienes se han permitido oponerse abiertamente a los papados anteriores y hoy quieren pasar por entusiastas y estrictos partidarios del ministerio petrino.

En cuanto a los demás, parecen debatirse en el siguiente dilema

- si Francisco es el Papa, todo lo que diga y haga nos debe parecer genial y tenemos que dar gracias a Dios por el magnífico pontífice que nos ha concedido e ir repitiendo constantemente qué gran bendición es su presencia para la Iglesia;
- y si no podemos dejar de advertir que hace disparates o dice tonterías, entonces tenemos que concluir que no es el verdadero Papa o, como poco, que debe ‘dimitir’.

Este dilema es más falso que un euro de madera, y es consecuencia de una pésima formación doctrinal y de una absoluta ignorancia histórica

Se podría resumir diciendo que al católico practicante le resulta imposible decir, a la vez, que Francisco es el Papa y juzgar que es un mal Papa. No sé qué hubieran pensado durante la Edad de Hierro del Papado, o de un pontífice como Alejandro VI.

La Iglesia católica -la única Iglesia fundada por Cristo- no es un club social ni una empresa de la que el Papa sea el CEO, ni tampoco un gobierno de cuyo presidente pueda pedirse la dimisión cuando no nos gusta. Por otra parte, la Iglesia no es el Papa. De hecho, nunca como en esta época, con el ‘empequeñecimiento’ del mundo debido a los avances en los transportes y las comunicaciones, había tenido el Pontificado tanto peso en la práctica diaria de los católicos.

La novedad no es en sí misma una virtud, ni tenemos los católicos meramente las palabras del último Papa -el que sea- como fuente de nuestra vida espiritual. Tenemos dos mil años de doctrina estructurada y clara y una fuente inagotable de doctores y santos.

El Papa que tenemos hoy no es ni más ni menos Papa que todos sus predecesores y que todos los que vengan después, ni es su función cambiar una iota de la doctrina perenne de la Iglesia.

Carlos Esteban

martes, 23 de octubre de 2018

Intervención del cardenal Sarah en el Sínodo de los jóvenes 2018





Los jóvenes y la enseñanza sobre la doctrina moral (IL 196-197)

Los jóvenes han presentado varias peticiones en el ámbito de la doctrina moral. Por un lado, piden claridad por parte de la Iglesia sobre cuestiones que les preocupan de manera especial: libertad en todos los ámbitos y no sólo en las relaciones sexuales, la no discriminación por motivos de orientación sexual, la igualdad entre hombres y mujeres, también dentro de la Iglesia, etc. (cf. IL 53). Por otro lado, piden una discusión abierta y sin prejuicios sobre cuestiones morales, e incluso esperan un cambio radical, un giro real de la enseñanza de la Iglesia en esos ámbitos. En práctica, piden “que la Iglesia cambie su enseñanza”(Documento Final, Encuentro Presinodal, II Parte, n. 5).

Sin embargo, la doctrina de la Iglesia sobre dichas cuestiones es clara: basta con citar el Catecismo de la Iglesia Católica (cf. Sección II, Capítulo II, Art. 6). La doctrina de la Iglesia es clara, sobre todo, respecto a la ampliamente discutida cuestión de la homosexualidad (cf. CCC ns. 2357-2359; los dos documentos de la Congregación para la Doctrina de la Fe: Carta a los obispos de la Iglesia católica sobre la atención pastoral a las personas homosexuales, de 1986; Algunas consideraciones acerca de la respuesta a propuestas legislativas sobre la no discriminación de las personas homosexuales, de 1992). 

Que las personas a las que hacen referencia estos documentos no compartan su contenido, es otro tema; pero la Iglesia no puede [NO DEBERÍA] ser acusada de falta de claridad. En todo caso, lo que hay es una falta de claridad por parte de algunos pastores cuando exponen la doctrina. En este caso, la persona que ejerce el munus docendi debería hacer un examen profundo de conciencia ante Dios.

Se trata, por lo tanto, de proponer con valentía y honestidad el ideal cristiano manteniendo la doctrina moral católica, y no diluyéndola escondiendo la verdad con el fin de atraer a los jóvenes en el seno de la Iglesia. Los mismos jóvenes lo expresan en el documento final del Encuentro Presinodal: “Los jóvenes tienen muchas preguntas acerca de la fe, pero desean respuestas que no sean diluidas o con fórmulas pre-fabricadas” (Documento Final, Encuentro Presinodal, III Parte, n. 11).

Tal vez deberíamos recordar el pasaje del Evangelio en el que Jesús no reduce la exigencia de su llamada al joven rico que quiere que le siga (cf. Mc 10, 17-22). Además, una característica inconfundible de los jóvenes es su deseo de continua búsqueda de ideales altos y exigentes en todos los ámbitos, no sólo en el de los sentimientos y emociones, o del trabajo, sino también en ámbitos como la justicia, la transparencia en la lucha contra la corrupción, en el respeto de la dignidad humana. Menospreciar el sano idealismo de los jóvenes puede causarles un grave daño, porque cierra las puertas a un verdadero proceso de crecimiento, madurez y santidad. Por lo tanto, respetar y fomentar el idealismo de los jóvenes puede ser el recurso más valioso para una sociedad que desea crecer y mejorar.

+Robert Cardenal Sarah

Pablo VI: ¿Un Papa impostor? (Michael Matt)

(The Remnant)


Dicen que cuando algo sale espantosamente mal en la vida pública de alguien famoso, las personas bienintencionadas encuentran difícil aceptar que no pasa algo más en la historia que lo que se ve a simple vista. Esto sucede particularmente en este tiempo en el que las personas estamos acostumbradas a que las fuerzas poderosas del gobierno y de los medios nos mientan.
Entonces, por ejemplo, cuando asesinaron al presidente Kennedy, la nación estaba tan atónita, lógicamente, que no era raro que las personas otrora sanas aceptaran las teorías conspirativas más extrañas acerca de lo que realmente sucedió. Cualquier cosa menos la poco satisfactoria narrativa de que había sido un loco solitario con un rifle. Para muchos, debía haber una conspiración más grande detrás, grandiosa. ¡Kennedy tuvo que haber muerto por una razón más grande que esa!
Ahora bien, no tengo la intención de especular sobre quién debió haber estado en el montículo de hierba aquel día de 1963 en Dallas. Obviamente, podría haber habido más de una historia, y tal vez nunca conoceremos toda la verdad. Solo lo menciono porque, tras la totalmente ridícula canonización del papa Pablo VI (a propósito, uno de los más grandes chascos de la historia), ha reaparecido otra vieja teoría de aquella época, esta vez sobre lo que realmente debió haber sucedido en la Iglesia Católica como resultado del Concilio Vaticano Segundo. Esta teoría sostiene que no fue el Papa quien destruyó la misa y desató el caos en la Iglesia de aquel tiempo, sino un impostor pretendiendo ser el Papa.
Según esta teoría, ningún Papa escogido a dedo por el mismísimo Espíritu Santo (como nos aseguraba solemnemente la hermana María Chocolate en tercer grado), podría haber realizado semejantes cosas terribles. Debió haber sido un complot masónico que de alguna manera logró sustituir con uno falso al hombre más famoso del mundo de aquel tiempo: el papa Pablo VI.
Toda una hazaña, pero seguramente fue lo que pasó. Después de todo, miren las orejas del joven Pablo VI en comparación a las del Papa hacia fines de la década de 1970¡Miren esa nariz! ¡Esas cejas! Hasta los dientes son diferentes.
Bueno, quizás. Sin duda han ocurrido cosas aún más extrañas. Pero al fin de cuentas difícilmente resulte más que una ilusión – es decir, buenas personas queriendo creer cualquier cosa en lugar del hecho de que Dios permitió que un hombre terrible ascendiera al trono de San Pedro. Pero más probable que una teoría del estilo Príncipe y Mendigo es que la cara de un revolucionario envejecido y lleno de culpa simplemente reflejara los años y la agitación de un pontificado verdaderamente desastroso.
Los años son duros con el cuerpo humano…con cualquier cuerpo humano, pero especialmente aquellos en lugares públicos elevados. Y si el envejecido papa Pablo VI era en verdad un impostor – cosa que supuestamente puede demostrarse examinando fotos de sus orejas, nariz y dientes –entonces también lo eran muchas otras personas ancianas famosas.
Algunos buenos ejemplos: intenten adivinar la identidad de estos famosos:
Dicen que ésta última es la madre Teresa de Calcuta, créase o no.
Y sin embargo ésta es ella hacia el final de su vida:
¿Qué ocurrió con las cejas largas y tupidas, la nariz delgada, la marca de nacimiento sobre el labio superior? ¿Una impostora? Difícilmente. Solamente envejeció, tal como lo hizo el director de cine Alfred Hitchcock (segunda foto de arriba) tal como se lo ve aquí, muchos años después:
Y el gran actor americano (convertido a la fe católica en su lecho de muerte) John Wayne, casi irreconocible como el mismo hombre (primera foto de arriba) aquí en su vejez, completo con orejas más grandes y todo:
Nuevamente, la edad y el estrés son duros con nosotros. De hecho, en su conjunto, diría que el papa Montini envejeció bien:
Entonces, ¿ya podemos terminar con esto? No había un impostor papal. Montini, el galopante arzobispo modernista de Milán era el mismo papa Pablo VI que destruyó el rito romano y es ahora canonizado santo en la iglesia del Vaticano II.
Yo también quisiera que hubiese algo más detrás de esta historia…una explicación mejor. Pero muchas veces la verdad supera la ficción, y en este caso la peor teoría conspirativa es más devastadora en cuanto a que no es una teoría en absoluto. Realmente lograron instalar a un modernista revolucionario en el trono de San Pedro que por poco no destruyó el elemento humano de la Iglesia Católica y cuyo espantoso legado está, hasta este día, poniendo almas en peligro en todo el mundo.
(Traducido por Marilina Manteiga. Artículo original)
Michael Matt

Tercera intervención de Monseñor Viganò (Michael Voris)


Duración 4:54 minutos

The specter of homosexuality and all its attendant evils for those who are active was brought home also last Friday as the second bombshell exploded over the Rome, the release of the third statement by the much-hunted Abp. Carlo Maria Viganò.

Viganò, recall, is the former former papal ambassador to the United States, driven by his conscience to reveal the secrets he knows about the cover-up of Theodore McCarrick's evil by Pope Francis and other cardinals, as well as the rampant homosexuality among multiple influential members of the hierarchy — what Viganò has called the homosexual current running through the Vatican and the hierarchy.

Viganò's statement is all the talk in Rome as he lashed out at critics in the Vatican for defending the evil of homosexuality and still others for maintaining their silence for the sake of their careers while souls are being lost.

He said in part, "McCarrick was part of a network of bishops promoting homosexuality who, exploiting their favor with Pope Francis, manipulated episcopal appointments so as to protect themselves from justice and to strengthen the homosexual network in the hierarchy and in the Church at large."

And then, in a direct charge against Pope Francis, he said, "Pope Francis himself has either colluded in this corruption, or, knowing what he does, is gravely negligent in failing to oppose it and uproot it."

That last charge points the finger directly at Francis as the ultimate cause of all this evil.

Francis has promoted and advanced the careers of known homosexual predators, promoted them to powerful positions, brought them into his inner circle of advisors and has likewise showered cover-up bishops and cardinals with the same praise and glory.

These men — like Wuerl, Farrell, Tobin and others — have lied about what they knew, when they knew it and continue to refuse to admit their guilt in all this.

Their hardness of heart and betrayal of office, as well as the laity, has set off a storm of justified anger among peasant Catholics now seeing that, as long as Francis is Pope, these wicked prelates are unaccountable and feel as though they can get away with murder.

"This is a crisis due to the scourge of homosexuality, in its agents, in its motives, in its resistance to reform. It is no exaggeration to say that homosexuality has become a plague in the clergy, and it can only be eradicated with spiritual weapons."

But Viganò didn't stop there. He called out the other men in the hierarchy who he says know all this is true — the McCarrick cover-up, the homosexual mob running the Vatican, all of it — he calls them out for being cowards as they remain silent, and said they have a choice to make.

You can choose to withdraw from the battle, to prop up the conspiracy of silence and avert your eyes from the spreading of corruption. You can make excuses, compromises and justification that put off the day of reckoning. You can console yourselves with the falsehood and the delusion that it will be easier to tell the truth tomorrow, and then the following day, and so on.

On the other hand, you can choose to speak. You can trust Him who told us, "the truth will set you free." I do not say it will be easy to decide between silence and speaking. I urge you to consider which choice — on your deathbed, and then before the just Judge — you will not regret having made.

This steady drip, drip, drip of disastrous news is taking its toll here at the Vatican. Around the world — especially in the United States — the Pope's popularity is plummeting as news continues to pile up that, while he was archbishop of Buenos Aires, he too covered up homosexual predator priests and repeatedly lied about it.

In fact, the damage Francis and his homosexual pals in the Vatican are doing to the Church in general and to the papacy specifically is so extensive that some in Rome are praying and quietly talking about the blessing it would be for the Pope to die or resign.

Many are wondering around the Catholic world how much more can the Church endure, and when that discussion is being freely had here in Rome itself, you know crisis has become the new normal.

There is no doubt that in the face of U.S. Justice Department starting to sniff around, the latest Viganò statement, the growing anger of the faithful and the either silence or haplessness of so many bishops, it's not going to be long before something erupts in the Church.
Michael Voris

lunes, 22 de octubre de 2018

The Difference Between Francis and Paul VI


Duración 3:04 minutos

The Difference Between Francis and Paul VI

In a lecture given in mid-October in Melbourne, Cardinal Raymond Burke compared Paul VI with Francis. Burke noticed that Francis speaks frequently and carelessly in public. In contrast, Paul VI carefully reviewed his publications. Burke told the audience that he had recently met a cardinal who, as a young priest, spoke with Paul VI about the publication of the papal sermons in the Acta Apostolicae Sedis. Paul VI said to the priest that as Christ's representative he was responsible that none of his words could be interpreted in contradiction to the doctrine of the Church.

Confusion Instead of Clarity at the Top of the Church

Marco Tosatti, a veteran Vaticanista, told LaFedeQuotidiana in an exclusive interview that never before has he seen so much confusion and division in the Church. He agrees with Pope Francis that the Church needs prayers, but – quote – “first we need clarity and the answer to many things.” But, Tosatti admits that at the moment, he does not see clarity at the top of the Church. He tells Pope Francis – quote, “It is part of the job of every leader to give clear and distinct indications, especially regarding doctrine.”

Pope Francis: Secrecy Instead of Open Dialogue

Tosatti admits that Pope Francis encourages an open dialogue. But, - quote- “Between what he says and what he does, I find some contradictions. He invokes transparency and does not respond to the legitimate questions of a bishop and cardinals, and makes secret agreements with China ".

An Uplifting Ceremony

Last Saturday, famous Archbishop Wolfgang Haas of Vaduz, Liechtenstein, conferred the tonsure and handed over the cassock to 11 seminarians of the Priestly Fraternity of Saint Peter. The seminarians are in their second year of formation in Wigratzbad, Germany. The ceremony took place in the splendid baroque church in Lindau, Germany. Archbishop Haas became famous as the Bishop of Chur, Switzerland. He undertook a successful reform of this corrupt diocese, but was removed by John Paul II who capitulated in front of the modernists, the oligarch media and the Swiss politicians who all plotted against Bishop Haas.

Cardenal Raymond Burke: Colegio de Cardenales en serios problemas



El Colegio de Cardenales que eventualmente elegirá al próximo Papa está “en una situación muy mala”, dijo el 21 de octubre el cardenal Raymond Burke al sitio web TheAustralian.com.au.

Mencionó que el papa Francisco no ha convocado a un encuentro de cardenales durante cuatro años [aunque a él le gusta hablar de “diálogo” y “colegialidad”].

La última vez que Francisco reunió a los cardenales – que se supone son sus más íntimos colaboradores – fue en febrero del 2014, para brindarles una charla en la que el cardenal Walter Kasper difundió el sacrilegio de la Comunión para los adúlteros.

Además, Burke llamó al acuerdo secreto de Francisco con los comunistas chinos “absolutamente inadmisible” y “una traición de tantos confesores [de la fe] y mártires que sufrieron durante años y años y fueron llevados a la muerte”.

¿El sínodo de la homosexualidad? (Carlos Esteban)



Lo que por ahora ha salido del Sínodo que tiene lugar en Roma es un cúmulo de frases hechas copiadas al pensamiento progresista mundano y la sospecha de que se trata de ‘normalizar’ las relaciones homosexuales por la vía ‘pastoral’.

Lo único que importa es salvarse. Todo lo demás, por importante que nos parezca, es secundario, pasajero, y debe estar ordenado a ese fin absolutamente crucial: la familia, la patria, el trabajo, la civilización o el propio planeta. Todo eso pasará algún día; el ser humano, en cambio, es coeterno, y su destino será una eternidad en el Cielo o en el Infierno.

Y para eso está la Iglesia; para eso están concilios y encíclicas, el Papa y toda la jerarquía. Todo su mensaje se encierra en la Buena Noticia de que Dios se ha hecho hombre para salvarnos del pecado con Su Pasión y Muerte. Todo el novedoso vocabulario actual tiene sentido solo si nos acerca a la salvación eterna; si el ‘acompañamiento’ nos acompaña hacia Cristo, si el ‘discernimiento’ nos sirve para evitar el pecado, si la ‘apertura’ es una apertura a la Gracia.

Si no hay pecado, la Redención no tiene sentido; sin Redención, no se necesita un Redentor. Sin el anuncio del Redentor, la Iglesia sería un club social, una gigantesca ONG redundante.

Teniendo esto en mente, querría que compararan estos dos textos, absolutamente actuales:
“No se trata de ajustar las cuentas o de una cuestión de carreras eclesiásticas. No es una cuestión de política. No es una cuestión de cómo los historiadores de la Iglesia puedan valorar este o ese papado. ¡Estamos hablando de almas! La salvación eterna de muchas almas ha sido puesta en peligro; y siguen estando en peligro”.
Y éste: 
“Creo que el Documento Final del Sínodo debería hablar a todos los jóvenes. Incluso los jóvenes homosexuales, por tanto, deben sentirse incluidos en lo que propondremos con el documento sinodal”.
El primero es un párrafo de la última carta del arzobispo Carlo María Viganò; el segundo, unas declaraciones sobre el actual sínodo del cardenal Blase Cupich, arzobispo de Chicago.

Naturalmente, nada impide que Viganò sea un villano hipócrita, o que Cupich crea de buena fe que existe un grupo de católicos definido por sus tentaciones sexuales que requieren una especialísima dedicación pastoral para salvar sus almas. Pero el primero ‘suena’ católico y el segundo, no.

Sobre eso gira toda nuestra posible alarma, en eso, y sólo en eso, se basa cualquier recelo sobre los mensajes de renovación.

Es inevitable sospechar, no sin abundantes indicios que se han ido acumulando desde hace ya meses, que la jerarquía eclesiástica tiene un grave problema de infiltración homosexual, y que de esta reunión salga algo parecido a una ‘normalización’ de las relaciones homosexuales. Sin tocar la doctrina, naturalmente, que es inalterable, sino mediante ese ‘cajón de sastre’ para los cambios prácticos en que se ha convertido la ‘acción pastoral’.

Lo hemos visto en los dos sínodos de la familia y su corolario, la exhortación Amoris Laetitia, con respecto a las segundas nupcias cuando el primer cónyuge sigue vivo o, como se ha llamado siempre, el adulterio. El lenguaje es lo bastante ambiguo como para que pueda sostenerse que su Capítulo VIII no contradice la doctrina de la Iglesia sobre el matrimonio, la Sagrada Eucaristía o la objetividad del mal moral. Pero la aplicación ‘pastoral’ de esa exhortación, la explícitamente preferida por Su Santidad, lleva, como muy poco, a la confusión de los fieles en este sentido y a un debilitamiento de hecho de esos tres conceptos esenciales.

De igual modo, estamos seguros de que en el documento final del presente sínodo -que es ‘final’, nos tememos, sólo en el sentido de que se presentará como tal- no va a bendecir la sodomía ni declarar que las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo son moralmente buenas. No pueden hacerlo. Pero sí pueden aprobarla indirectamente mediante la ‘acción pastoral’.

En realidad es ya práctica corriente, como pueden testificar abundantemente autores católicos que luchan contra esa particular tentación -Joseph Sciambra, Daniel Mattson-, o los feligreses de Nuestra Señora de Madrid. Los ‘apóstoles’ que buscan ‘construir puentes’ con el mundo LGTBI son, por lo que podemos comprobar, muy reacios a hablar de pecado, de arrepentimiento, de castidad.
Si la preocupación por los LGTBI es la preocupación por sus almas, por su salvación eterna, entonces esa pastoral específica será similar a un apostolado con pandilleros de barrio, a quienes lo primero que hay que decirles es que deben abandonar su modo de vida.
No parece que vayan por ahí los tiros. En la ‘relatio’ del sínodo de la familia se leía: “Los homosexuales tienen dones y cualidades que ofrecer a la comunidad cristiana”. La pregunta obvia es: ¿como cuales? Los homosexuales concretos, seguramente, como cualquier persona, pero, ¿qué dones, qué cualidades específicas, propias, exclusivas, puede ofrecer a la Iglesia la atracción por las personas del mismo sexo?

Carlos Esteban

domingo, 21 de octubre de 2018

El SILENCIO del VATICANO ante el Testimonio Viganò, según SPECOLA (13) Francisco recibe a Ouellet



Intentamos citar solo las noticias más relevantes evitando en lo posible las repeticiones. Es difícil hacer una selección de todo los que esta sucediendo. 

El llamado ‘tercer testimonio Viganò’ está dando la vuelta al mundo y tendiendo una enorme repercusión en la información. Los medios de información financiados con fondos de la iglesia tienden a callar o a intentar mantener una versión oficial que no se sostiene. 

El Papa Francisco ha recibido hoy a Ouellet en audiencia oficial, de esas que se hacen para que se sepa. No sabemos si estaba o no previsto, pero todo apunta a que se ha querido respaldar al cardenal. Ouellet parece ser el elegido por el Vaticano para que se pelee con Viganò, alejando así el problema de la Secretaria de Estado y del mismo Papa Francisco. 

El riesgo de que todo esto que estamos viendo publicado sea documentación que los jueces tomarán en cuenta es muy alto y mejor decir que eran cosas de Ouellet que oficiales. Los viejos zorros vaticanos están siendo atacados en la linea de flotación y saben lo que se juegan. El Papa Francisco debe contenerse y no poco, porque hablamos de delitos penales muy graves y la complicidad o la ocultación son gravísimas. Esto es solo una parte del problema y no pequeña. 

Lo más trascendente para la Iglesia es cómo es que ha hecho posible que esto sucediera. Sin cortar de raíz las causas el problema seguirá y la credibilidad fundamental para una institución como la Iglesia no se recuperará jamás. La causa principal es clara y son los abundantes casos de homosexualidad en la jerarquía

La tan condenada hipocresía está colgándose todas la medallas en esta olimpiada de la confusión. Se ordena no admitir a homosexuales en los seminarios y noviciados pero se hace la vista gorda en los nombramientos de obispos y cardenales homosexuales, ya son demasiados casos en los que todos sabían y todos callaban. 

La curia romana ha perdido su autoridad, su prestigio y la única forma de seguir en el poder es el chantaje. Cardenales con autoridad fuera de Roma pueden causar demasiados problemas y mejor tener siempre a mano los informes que justifiquen una dimisión ante una posible rebeldía. 

El silencio de tantos presuntos jerarcas ante cosas tan graves desorienta al pueblo de Dios. Ya nos estamos habituando a escuchar a nuestros cardenales hacer declaraciones de absolutas tonterías que, además de no ser materia de fe, demuestran absoluta ignorancia en la materia. 

Mientras el toro no se coja por los cuernos el problema crecerá y el silencio, estratégico o cómplice, está alimentado a la bestia.

Specola

El SILENCIO del VATICANO ante el Testimonio Viganò, según SPECOLA (12) Tercer testimonio de Viganó



El pequeño equipo que hace cada día Specola se ve desbordado por la presión, en cantidad y calidad, de las noticias de cada día. 


El caso Viganò, en Italia dirían ‘latitante’ pero bien informado, no es un caso cerrado en el tiempo, sino que va teniendo su desarrollo. Lo que está claro es que no está dispuesto a ceder en sus posiciones y los que se consideran atacados no pueden defenderse con la fuerza con la que desearían hacerlo. 

La vieja táctica de dejar que las noticias se mueran no está funcionando y ya vamos por el tercer testimonio

En muchos casos se está cayendo en una discusión nominalista sobre detalles imprecisos. La acusación fundamental de encubrimiento queda reforzada de día en día. En este caso es peligroso intentar limpiar los archivos para defender la versión oficial. Estamos seguros de que Viganò tiene los documentos, y el cabreo que existe en los sacros palacios hace que cualquier tontería sea conocida y publicitada con rapidez. 

Insistimos en que no hablamos de la vergüenza de abusos delictivos y criminales de uno y mil clérigos, estamos hablando de una red de complicidades que ha corrompido una parte importante de la estructura de gobierno de la iglesia y que ha encubierto y protegido crímenes abominables por decenios

La Justicia Federal de Estados Unidos, la importante (para entendernos) está tomando cartas en el asunto, como era más que previsible. 

No es extraño que los que odian -y son muchos- a la iglesia católica estén encantados con la situaciónEs mejor ponerse una vez colorado que pasar la vida amarillo. Cuanto antes caigan las ramas podridas mejor para las ramas y para el árbol. Con ellas intentando parecer verdes no tendremos nunca un fruto decente.


Specola

sábado, 20 de octubre de 2018

El Vaticano abandona a los greco-católicos en Ucrania

(CORRISPONDENZA ROMANA)


Uno de los aspectos del “cambio de paradigma” del Papa Francisco, como lo destacan los especialistas, es el referido a sus constantes gestos con relación a los peores enemigos de Occidente, como por ejemplo Rusia, señalada por Nuestra Señora en Fátima como un flagelo que caería sobre el mundo. 

El vaticanista John Allen, que simpatiza con la Ostpolitik vaticana, afirma que el Papa es aliado de Putin, jefe de guerra en Siria, pero al mismo tiempo hace silencio sobre la invasión rusa a Ucrania. De ese modo la diplomacia vaticana decepciona al rito greco-católico ucraniano, el mayor rito oriental de la Iglesia. 

El Pontífice dejó eufórico al “Patriarcado de Moscú”, cismático, cuyos representantes fueron a Roma a pedir se terminase el apostolado de los greco-católicos. Para los rusos ortodoxos, ese rito ni siquiera debería existir. 

En el último mes de julio, el Papa recibió al Arzobispo Mayor de los greco-católicos. En el comunicado emitido después de la reunión, este último « refutó sistemáticamente todo cuanto el Papa había afirmado en su encuentro con los ortodoxos rusos».  

Los Papas siempre apoyaron a los greco-católicos en el mundo ruso, pero la diplomacia vaticana se mueve hoy en el sentido deseado por Moscú. El “cambio de paradigma” del Papa Francisco produjo en este tema, en grado máximo, una inversión contraria a la Historia y a la Fe. (“Catolicismo”, San Pablo, Brasil, octubre 2018).

Noticias varias 20 de octubre de 2018




ADELANTE LA FE

¡Profesor protestante en seminario católico!  (Sí, sí; no, no)

INFOCAÓTICA

Racionalismo y fideísmo (1)

EL ORIENTE EN LLAMAS

Los profetas cobardes, aquellos que “gritan paz donde no hay paz” (Ez 13,10)

INFOCATÓLICA

Católicos en el mundo: descenso acusado en Europa de fieles y sacerdotes

La investigación sobre abusos sexuales por parte de sacerdotes en Pensilvania se vuelve federal

El Sínodo de los jóvenes: ¿una propuesta de santidad o de ideología?

"Distante, difícil de entender, legalista y obsolescente". (Mons. Zuppi) Padre Aberasturi

Más cruces de iglesias demolidas en China

 Amenazas a la libertad religiosa en Australia: el objetivo sería erradicar la fe

El juez superior de Alabama insta al Tribunal Supremo a anular Roe v. Wade

GLORIA TV

Arzobispo francés y predicador laico anglicano concelebran

Sínodo sobre la Juventud: un obispo se cayó de la cama, otro se atrevió a decir la verdad

Crecen las sospechas de que el Sínodo esté ya amañado (Carlos Esteban)



Probablemente no sea una noticia inesperada para muchos, pero que el documento final del Sínodo, supuestamente resultado de las discusiones, esté -a espera de los retoques oportunos- redactado de antemano es algo de lo que sospecha incluso la publicación de John Allen, Crux, en absoluto sospechosa de ‘antifrancisquismo’.

Esta semana, con el sínodo mediado, Crux, la publicación del vaticanista John Allen, citaba indicios que sugerían que el proceso de redacción de las conclusiones está ‘amañado’ para que se llegue a conclusiones previstas de antemano.
“Ha llegado a conocimiento de Crux que se ha preparado y entregado a los miembros del comité de redacción seleccionado la semana pasada -con cinco miembros elegidos por el sínodo, dos de oficio y tres elegidos por el Papa- una versión preliminar del documento final. Aunque no está claro quién ha escrito esa versión preliminar, la ha presentado al citado comité la oficina del sínodo, encabezada por el cardenal italiano Lorenzo Baldisseri”.
No es exactamente una absoluta sorpresa, en el sentido de que ha sido un rumor sostenido desde el principio, reforzado por los extraños manejos de los dos sínodos de la familia y por la falsedad en la que sorprendió a Baldisseri cuando dijo que las siglos LGBT se habían incluido en el Instrumentum laboris porque estaban en el documento final del presínodo, lo que cualquiera puede comprobar que no es cierto.

Lo que hace especialmente grave esta sospecha es la nueva constitución apostólica proclamada el pasado 15 de septiembre sin consulta ni preparación previa por el Papa, Episcopalis communio, que otorga a los sínodos nuevos poderes, entre ellos el de considerar magisterio ordinario el documento que salga de los mismos, una vez aprobado por Su Santidad.

Todo esto se suma a la absoluta falta de transparencia, que nos impide a los fieles saber exactamente quién ha dicho qué, “para reflejar el espíritu del Sínodo, que es un espíritu de comunión”. Esto ya se intentó antes, pero chocó con la firme protesta del cardenal Gerhard Müller, entonces prefecto para la Doctrina de la Fe, que alegó que el pueblo de Dios tiene derecho a saber qué enseña su obispo.

Cualquiera puede advertir que es un recurso peligroso que facilita la manipulación y el intento de forzar un ‘consenso’ del que nadie, individualmente, tenga que hacerse responsable.

Crux trata de explicar las razones de este apaño, explicando que es pura fantasía esperar que diez prelados agotados tras semanas de deliberaciones puedan redactar de la nada un documento entero acorde con lo tratado en el sínodo, pero añade:
“El problema es que por lógica que resulte esta explicación, no se ha hecho pública de antemano. Ciertamente, los funcionarios del sínodo entienden a estas alturas que hay cierto público, incluyendo un grupo de obispos, inclinado a ver todo el proceso a través de una hermenéutica de recelo, y la idea de que hubiera un texto prefabricado esperando durante semanas a ser entregado al comité de redacción en cuanto se reuniera no es probable que ayude”.
No es exclusivo, ya decimos, de este sínodo, si no que parece seguir un patrón en este pontificado eso de hacer pasar por decisión colegiada lo que se ha determinado de antemano. Así, en los dos accidentados sínodos de la familia el resultado esperado era el que luego se reflejó en el Capítulo VIII de la exhortación apostólica Amoris Laetitia, y del Sínodo de la Amazonía se espera el fin del celibato sacerdotal.

En este caso, se trataría de un ‘replanteamiento’ de las relaciones homosexuales. Naturalmente, ni el sínodo, ni un concilio ni el propio Papa pueden cambiar la doctrina de la Iglesia y, por tanto, no es esperable un cambio sustantivo en este sentido en el documento final del sínodo.

Por el contrario, el documento será previsiblemente un texto con el mismo lenguaje evasivo y vago que hemos oído en las sucesivas ruedas de prensa, que hará que quienes están dispuestos a no alarmarse por nada reprochen a los recelosos sus sospechas. “¿Veis? No se dice nada que cambie la doctrina, alarmistas”.

Y, efectivamente, no habrá cambios doctrinales, sólo ‘pastorales’. ‘Pastoral’ es la palabra clave en la Iglesia desde el propio Concilio Vaticano II, que se definió como un concilio pastoral y no dogmático, el primero de la historia.

Pero, al final, ‘pastoral’ significa ‘en la práctica’. Lo ‘pastoral’ es, por ejemplo, lo que ha hecho que las clarísimas disposiciones de la Humanae Vitae se ignoren sistemáticamente por casi todo el clero occidental. Y, a la larga, la experiencia demuestra que lo que los obispos y los sacerdotes no predican, acaba no existiendo para el fiel laico medio.

Carlos Esteban

Why Bishops Are So Eager to Normalize Homosexuality


Duración 2:22 minutos

This Will Be the Outcome of the Youth Synod
The Italian journalist Marco Tosatti predicted yesterday the outcome of the ongoing Youth Synod. It will be – quote - “a Catholic Church ever closer to the traditional Protestant confessions that are dying in many countries, and farther away from the Orthodox Churches and Evangelical Protestants that are growing everywhere.” In addition to that, the already strong divisions inside the Church will be exacerbated.

Why Bishops Are So Eager to Normalize Homosexuality
Tosatti has no doubt that the current trend for a "normalization" of the mortal sin of sodomy is strong within the Church, as never before. He suspects that this is so in order – quote – “to alleviate some problem of conscience.” He adds that “the desire to throw into the archives the Bible and Scripture is alive and strong.”

Youth Synod Has “No Taboos” – Really?
Monsignor Matteo Zuppi, the Bergoglian Archbishop of Bologna, Italy, who was not elected but named by Pope Francis to participate at the Youth Synod, told FaroDiRoma.com that in the Synod – quote – “no argument is taboo”. In reality, those who run the Synod have shown that they will ignore the youth’s desire for a proper liturgy, order and a clear and serious proclamation of the Faith.

Homosex Without End
Vienna Cardinal Schönborn who participates at the Roman Youth Synod which takes place in the context of the homosexual abuse crises, asked Austria’s leading gay propagandist, Gery Keszler, to help him to organize a rock-n-roll spectacle for World-Aids-Day in Vienna Cathedral. Schönborn is Keszler’s personal friend. The principal performer of the spectacle is Philipp Hochmair, a homosexual who lives in a homosexual pseudo-marriage.