BIENVENIDO A ESTE BLOG, QUIENQUIERA QUE SEAS



martes, 28 de junio de 2016

GATO POR LIEBRE (Del Blog Catapulta)


Original aquí.
(Escribo sólo parte del artículo y algún comentario personal)

Bergoglio se reunión con el clero de Roma y trató de apaciguar la bronca contra Amoris laetitia:

“Para que ustedes se queden tranquilos, debo decirles que todo lo que he escrito en la Exhortación -y retomo las palabras de un gran teólogo que ha sido secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal Schönborn, que la presentó-, que todo es tomista, del principio al fin. Es la doctrina segura”


No es cierto (...) La AL no es tomista del principio al fin (de las 391 notas solamente en 15 se cita a Santo Tomás) [y no en todas con la interpretación ortodoxa de Santo Tomás]- ni tampoco es doctrina segura. (...) Por eso ha recibido tantas y duras críticas.

Schonbörn, acompañado por Gary Keszler, homosexual público 
En cuanto al “gran teólogo”, informa Global Pulse:

El cardenal austríaco Christoph Schönborn ha enviado una vez más un sorprendentemente sincero mensaje de apertura hacia los gays que tienen HIV-SIDA. En un concierto de beneficio “Celebración de la Cinta Roja”, en el Burgthetaater de Viena, subió al estrado y subrayó la importancia de eliminar los prejuicios y “dejar de pensar en categorías” para poder así “dialogar” y “compartir la común humanidad”, agregando: “he tenido prejuicios pero han desaparecido”.

Algunos se sorprendieron cuando vieron al cardenal ingresar al teatro con una cinta roja en su solapa, acompañado por su conocido Gary Keszler, homosexual público y portador de la enfermedad, que organiza esa clase de beneficios.


Para Schönbnorn, “una relación homosexual estable es mejor que una temporal”


Podemos recordar aquí las palabras del papa Francisco; véase mi artículo del 16 de mayo, por ejemplo, donde entre otras cosas, escribía: 

Durante su vuelo de Lesbos a Roma, Francisco responde a la pregunta sobre si Amoris Laetitia cambia algo para los adúlteros que no pueden recibir la comunión: "Podría decir 'sí' y punto. Pero ésta sería una respuesta demasiado corta. Recomiendo a todos leer la presentación hecha por el cardenal Schönborn, que es un gran teólogo. Él es miembro de la Congregación para la Doctrina de la Fe y está familiarizado con la doctrina de la Iglesia. En su presentación su pregunta encontrará una respuesta"


Dediqué nueve artículos analizando la presentación de Schönborn, de título "La Amoris Laetitia interpretada por el propio Francisco". La razón de ese título es que, leyendo a Schönborn, tenemos la seguridad de lo que realmente piensa Francisco, pues se remite a él ... y, en cierto modo, contesta a la pregunta de Monseñor Schneider cuando éste pide una interpretación auténtica de la AL.

Como hemos visto, Schönborn, el cardenal de Viena, es pro-homosexual y es también pro-divorcio.


En el siguiente vídeo de muy corta duración, el cardenal Burke afirma que Schönborn no distingue entre uniones regulares e irregulares:


Duración: 49 segundos

lunes, 27 de junio de 2016

CON AMORIS LAETITIA EL BERGOGLIATO VA POR MÁS (del Blog Catapulta)

Original aquí. 

El calamitoso bergogliato va por más, según dos de sus cómplices principales:

(1) El jesuita y confidente Antonio Spadaro escribió un tweet en el cual se alegra de un artículo sobre la Amoris laetitia escrito por Thomas P.Rausch, otro jesuita, donde afirma que la doctrina debe cambiar para coincidir con la práctica pastoral.(El artículo apareció en La Civiltà cattolica y fue también celebrado por los jesuitas suizos en su pagina Jesuites de Suisse Romande de modo más enfático: se abre la puerta para que los divorciados y “recasados” puedan comulgar, si se “recontextualiza” el parágrafo 305).
  


(2)Declaraciones de “Tucho” Fernández, arzobispo, rector y osculador sapientísmo y consumado:

“Sobre las cuestiones pastorales se delega ampliamente la reflexión a las Iglesias locales y a los obispos”: No se debe reducir a la cuestión de los divorciados que se han vuelto a casar. Es muy importante, para abrir nuevas puertas tanto a la teología moral como a la pastoral, que se vuelvan más misericordiosas, que sean más transformadas por el primado de la caridad y que estén más cerca de la realidad concreta de las personas. Y luego, el Papa no quiso desarrollar más la cuestión de la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar, porque quería que fuera solo una pequeña alusión que abriera una puerta pastoral, y no una cuestión fundamental.

Para la Iglesia entera, los temas principales son otros. El tiempo pondrá las cosas en su lugar, y así lo cree el Papa: ‘el tiempo es superior al espacio’. Algunos cambios harán demasiado ruido, pero luego todo se arregla.  “Sabemos que el Papa, si bien ha abierto esa puerta a partir del discernimiento especial de algunas situaciones, lo ha considerado un tema secundario, como lo muestra el escaso lugar que ocupa en el documento en comparación con el resto de los temas. “No podemos negar que se han abierto para la Iglesia nuevas posibilidades evangelizadoras que deberíamos aprovechar mejor”.



Sería muy necio creer que estos pajarracos hablen sin respaldo de Bergoglio. Y sobre la necedad enseña Santo Tomás en la cuestión 46 de la Suma Teológica II-II(a):

“Necio es el que por estupidez no se conmueve”La necedad entraña cierto embotamiento del sentido para juzgar, sobre todo en cuanto se refiere a la causa suprema, fin último y sumo bien. Pero ese embotamiento para juzgar se puede sufrir de dos maneras. La primera, por indisposición natural, como en el caso de los enajenados, y esa necedad no es pecado. La otra, por la absorción del hombre en las cosas terrenas, hecho por el que su sentido queda incapacitado para captar lo divino, conforme al testimonio del Apóstol: El hombre animal no percibe lo que es del Espíritu de Dios (1Co 2, 14), lo mismo que no saborea las cosas dulces quien tiene estragado el gusto con mal humor. Esta necedad es pecado”.

Hagámosle caso entonces al Doctor por excelencia.


Notas catapúlticas

(1) Parágrafo 305 de la A.L., con la nota 351 y los dichos de Bergoglio sobre el confesionario y la Eucaristía:

“Por ello, un pastor no puede sentirse satisfecho sólo aplicando leyes morales a quienes viven en situaciones «irregulares», como si fueran piedras que se lanzan sobre la vida de las personas. Es el caso de los corazones cerrados, que suelen esconderse aun detrás de las enseñanzas de la Iglesia «para sentarse en la cátedra de Moisés y juzgar, a veces con superioridad y superficialidad, los casos difíciles y las familias heridas»[349]. 

En esta misma línea se expresó la Comisión Teológica Internacional: «La ley natural no debería ser presentada como un conjunto ya constituido de reglas que se imponen a priori al sujeto moral, sino que es más bien una fuente de inspiración objetiva para su proceso, eminentemente personal, de toma de decisión»[350]. 

A causa de los condicionamientos o factores atenuantes, es posible que, en medio de una situación objetiva de pecado —que no sea subjetivamente culpable o que no lo sea de modo pleno— se pueda vivir en gracia de Dios, se pueda amar, y también se pueda crecer en la vida de la gracia y la caridad, recibiendo para ello la ayuda de la Iglesia[351]. 

El discernimiento debe ayudar a encontrar los posibles caminos de respuesta a Dios y de crecimiento en medio de los límites. Por creer que todo es blanco o negro a veces cerramos el camino de la gracia y del crecimiento, y desalentamos caminos de santificación que dan gloria a Dios. Recordemos que «un pequeño paso, en medio de grandes límites humanos, puede ser más agradable a Dios que la vida exteriormente correcta de quien transcurre sus días sin enfrentar importantes dificultades»[352]. 

La pastoral concreta de los ministros y de las comunidades no puede dejar de incorporar esta realidad. [351]

En ciertos casos, podría ser también la ayuda de los sacramentos. Por eso, «a los sacerdotes les recuerdo que el confesionario no debe ser una sala de torturas sino el lugar de la misericordia del Señor»: Exhort. ap. Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), 44: AAS 105 (2013), 1038. Igualmente destaco que la Eucaristía «no es un premio para los perfectos sino un generoso remedio y un alimento para los débiles» ( ibíd, 47: 1039).

(2) Con su habitual furbizia, Bergoglio dijo no recordar la nota [351]


(3)Viene al caso recordar algunos puntos del Decreto Lamentabili sine, de San Pío X, sobre los errores del modernismo:

58. La verdad no es más inmutable que el hombre mismo, puesto     que evoluciona con él, en él y por él.
59. Cristo no enseñó un determinado cuerpo de doctrina, aplicable a todos los tiempos y a todos los hombres; más bien inició un cierto movimiento religioso adaptado o que pueda adaptarse a los diversos tiempos y lugares.
60. La Iglesia se muestra incapaz de defender eficazmente la moral evangélica, porque obstinadamente se apega a doctrinas inmutables que no pueden conciliarse con el progreso moderno.

Matrimonios y algo más (The wanderer)


Original pinchando aquí [Nota: algunas palabras son propias de Sudamérica o están inventadas, irónicamente, pero su significado se adivina por el contexto. Las he puesto en cursiva. También, entre corchetes y en azul, he indicado una afirmación que hace el autor, con la que no estoy de acuerdo]




Empecemos por manifestar el lugar común: vivimos tiempos difíciles. Si bien la Iglesia visible–en su bimilenaria existencia– ha atravesado todo tipo de trances y aprietos, cada vez me encuentro más obligado a reconocer que estos días son sus peores. Si desde hace unos años el modernismo –“suma de todas las herejías” al decir de SS. San Pío X– golpea desde el interior sus cimientos, hoy podemos afirmar, sin temor a estar exagerando, que el mismo se encuentra en su apogeo.

Son varios los signos que dan cuenta de ello pero hace unos días ocurrió uno que tuvo un impacto especial en mi alma. Y sí, tiene que ver con el actual Pontífice (Dios lo tenga pronto en su gloria). Como es de público conocimiento, en otro episodio de sus incontenciones sermoniales en Casa Santa Marta (Pobrecita. Está bien que el Señor la retó, pero no merecía que la recordásemos sólo por la calidad de quien se aloja en el hospedaje dedicado a su memoria), nuestro Pontifex peronistorum habló del sacramento del matrimonio: poco de su naturaleza, mucho de casuística, como no podría ser de otra manera. En concreto, hay dos afirmaciones suyas que tuvieron eco inmediato y tristemente sonoro.

1° Que la gran parte de los matrimonios cristianos son nulos (Sí, dijo “la gran parte”. No “algunos” como quisieron disfrazarlo posteriormente)

2° Que en algunas parejas de convivientes (aka “concubinos”) existe auténticamente la gracia matrimonial.

Creo que sobre lo primero no hay mucho que discutir, al menos en principio. Quien sea que haya tomado un mínimo contacto con alguna parroquia donde se celebren varios casamientos por fin de semana podrá, con la simple empeiría, descifrar que la gran mayoría no tiene ni la menor idea de lo que está haciendo. Ergo el matrimonio es nulo (¡Si sólo esa lógica se aplicase también a los cónclaves, como pedía alguien en Twitter!)

Ahora bien, lo segundo es lisa y llanamente una herejía y, dependiendo de las intenciones de quien formuló la triste frase, un pecado contra el Espíritu Santo. Porque decir que la vida íntima de Dios, la Trinidad misma (que no otra cosa es la gracia), habita en aquellos que están objetivamente en pecado mortal, es ir en contra de las Sagradas Escrituras, de la Tradición y de siglos de Magisterio solemnemente definido. No viene al caso citar aquí la enorme cantidad de fuentes que podrían traerse a colación. Quien lee estas líneas seguramente las conoce a la perfección, y quien necesita que se las citen para poder determinar si lo que dijo el Papa es o no una herejía, mejor deje de leer en este punto e indague a qué religión cree pertenecer.

No es la primera vez que Francisco desbarranca: lo sé. Tal vez tampoco sea la última: lo temo. Pero esta vez me impactó de otro modo. El matrimonio es un misterio muy grande que yo, recién, estoy empezando a descubrir a tientas, gateando y balbuceando. Como expresa maravillosamente la liturgia, es la única institución que no fue abolida por la culpa del pecado original; y es, a su vez, signo de la unión de Cristo con su Iglesia y del alma con su Señor. 

Decir que la gracia matrimonial está en los concubinos simplemente porque son fieles durante cierto periodo de tiempo (habría que ver toda la película, esto es, el desenlace de la vida, para saber si hay fidelidad real o no, como decía Aristóteles acerca del virtuoso), es simplemente ignorar lo que es la gracia, o directamente mentir sobre su naturaleza. Es renunciar al amor cristiano, que es ágape pero también eros sobrenaturalizado, para abdicar en favor del más tilingo amor hollywoodense, donde el true love es pura sensiblería barata o simple voluntarismo irracional que estropea no importa cuántos compromisos solemnes, juramentos consentidos e instituciones milenarias con tal de ser honestos consigo mismos.

Esta renuncia es un claro signo modernista. Porque la Iglesia modernista se caracteriza por perder (o negar) el enfoque de su misión originaria ya que renuncia, más o menos explícitamente, a predicar y propiciar el Reino de Dios “que no es de este mundo” en los corazones de los hombres. Prefiere, antes bien, predicar el reino de los hombres, endulzado –eso sí– con alguna pizca de mensaje espiritual o de referencia al Altísimo (“No tomarás su Santo Nombre en vano”) Así, el modernista olvida (o niega) que la Iglesia debe ser un “contramundo en el mundo”, en palabras de Nicolás Gómez Dávila; y que la felicidad y libertad auténticas están en el conocimiento y en el amor de Dios y en la guarda de sus mandamientos, pedidos centrales que rezamos en la Oración Dominical (Cfr. San Cipriano, La oración del Señor, §§12-14). 

La Iglesia debe ser “sal de la tierra” sin ser ella misma “tierra” (es decir, carnal); estar en la tierra para transformar lo carnal en espiritual, para que los que aún son limo de la tierra “empiecen a ser celestiales, nacidos del agua y del espíritu” (San Cipriano, op. cit., §17).

Pero el modernista no cree en esto. Y Francisco, al decir lo que dijo, manifiesta que no cree en esto. Porque si es cierto que la gran parte de los matrimonios cristianos son nulos [esta afirmación no se puede demostrar y yo no lo creo, sinceramente], lo que urge es reforzar la casi inexistente catequesis prematrimonial … o dejar de celebrar casamientos. No pretender que la gracia matrimonial es una construcción humana que depende de las ganas (hoy los jóvenes usan otra palabra referida a las partes pudendas) que le pongamos a querernos.

Así, aunque podría argumentarse que Dios Todopoderoso no se ata a los medios que Él mismo ha instaurado, y que –si es su Voluntad– puede salvar a alguien por fuera del orden común de los Sacramentos, no es menos verdadero que la Iglesia posee como misión principalísima propiciar la salvación de los hombres a través de ellos en tanto signos eficaces de la Gracia. Y no creer en la eficiencia de los Sacramentos, relativizar su importancia y banalizar su celebración son, a mi modo de ver, un pecado contra su Autor.

En otras palabras, como indica John Henry Newman, “hay una Iglesia visible, con sacramentos y ritos que son los canales de la gracia invisible” (Apología pro vita sua). Según Fernando Cavaller, esta verdad tan profunda o, mejor dicho, la meditación detenida de la misma fue la que llevó al célebre inglés y a otros a los umbrales de la Iglesia de Roma. Y es esa misma verdad la que hoy es negada precisamente en Roma, justamente por boca de su Obispo

“Ironías del destino” pensará el pagano; “misteriosos designios de la Providencia”, sabe el cristiano. Sólo queda para nosotros rogar con el salmista: “…es hora de que actúes, Señor: han quebrantado tu voluntad”.


El Profesor de Worms

viernes, 24 de junio de 2016

¿Puede un católico votar al PP? (José Martí) (5 DE 5) Sólo para estas elecciones del 26-J mi voto será para el PP




- Dios nos ha dado una inteligencia para que la ejercitemos, aplicando sus Leyes y el sentido común (que equivale a la prudencia y al realismo ... aunque algunos lo vean como cobardía. ¡Dios no quiere que busquemos directamente el martirio! Si éste nos llegase que sea porque ha llegado nuestra hora, pero no porque nosotros lo hayamos buscado. 

- Votando al PP no se vota al mal, en sí mismo; aun cuando haya cosas funestas en su programa y aun cuando hayamos visto casos de corrupción, ésta se da -y en mayor alcance- en el resto de los partidos, los cuales, para más INRI, adolecen de un odio visceral hacia el catolicismo (lo que no ocurre en el caso del PP) e intentarán plasmarlo en forma de leyes, si llegasen al Poder, pues su objetivo real es la destrucción de todo lo que "huela" a católico, hasta conseguir su total desaparición. Por eso nos dice el apóstol san Pedro: "Sed sobrios y vigilad, porque vuestro adversario, el diablo, como un león rugiente, ronda buscando a quién devorar" (1 Pet 5, 8). Y continúa, dándonos una solución, la única posible, en realidad: "Resistidle firmes en la fe" (1 Pet 5, 9). En este caso el Diablo no tiene cola sino "coleta" [¡salta a la vista que estoy bromeando con ese juego de palabras!]. Y como Europa no vuelva a sus raíces cristianas, como no haya un resurgimiento católico, la sociedad, en general -y no solo España- acabará malDe ahí que no debemos de consentir, bajo ningún concepto, que el Diablo (que se sirve de las personas para lograr sus fines) haga de las suyas y que nos esclavice, privándonos de todo tipo de libertad. No lo podemos consentir, por nuestro bien y, sobre todo, por el bien de nuestros hijos y de toda la sociedad.

- Es cierto: el PP lo ha hecho mal en muchos aspectos. En el aspecto económico no tan mal, pues ha disminuido bastante el número de parados en estos últimos cuatro años, aun manteniéndose muy alto, dado que lo heredado por el PSOE nos dejó al borde de la recesión, después de haber negado cínicamente que existía una crisis. 

- Sin embargo, ¡EL PROBLEMA QUE SE NOS PRESENTA ES QUE LA ALTERNATIVA PODEMOS-PSOE ES MUCHÍSIMO PEOR que si continúa gobernado el PP, por donde quiera que se mire! Y, por desgracia, ha aumentado el número de personas, en particular, los jóvenes, que andan engañados, en una sociedad que ha perdido toda referencia a Dios ... y en su ignorancia -y también por su dejadez y comodidad- se dejan comer el coco fácilmente: con esa baza cuentan los de PODEMOS. Es éste un grave peligro que no se puede desconocer, como si no existiera.

- La duda que personalmente me planteo la puedo resumir así: Hace mucho tiempo que no voto al PP, por ser un partido abortista ... pero si ahora no lo hago, ¿no estaré contribuyendo, con ello, a una sociedad sin libertad, déspota y totalitaria, que empobrecerá a nuestra nación, como digo, al más puro estilo venezolano .... siendo gobernados por unos mequetrefes que sólo alimentan el odio y la violencia y, además, lo niegan hipócritamente?

- Yo no sé si mi teoría tendrá algún nombre: Yo no la llamo "voto útil" ni "mal menor" ni "cobardía". Le he puesto un nuevo nombre, que es éste: TEORÍA DE LA CONVENIENCIA, que se basa en la siguiente idea: ¿Qué es lo que le conviene a España y a cada uno de los españoles en las circunstancias tan especiales por las que estamos atravesando? Yo me he hecho esta pregunta, en la presencia de Dios ... y después de un largo análisis, como puede verse, he llegado a una conclusión, 



SÓLO PARA ESTAS ELECCIONES 
MI VOTO SERÁ PARA EL PP

Soy consciente de lo que digo (y de lo que escribo) y asumo mi responsabilidad ante Dios. A lo largo de todo el Blog siempre he dicho, por activa y por pasiva, que un católico no puede votar a un partido abortista, llegando hasta el extremo de pensar que si lo hacía incurría en excomunión "latae sententiae", hasta que un experto en Derecho Canónico y sacerdote, me hizo ver que eso no era así. Y que no es igual participar en la realización de un aborto o cometerlo que votar a un partido que lo admita. Sólo a los primeros les es aplicable la excomunión.

Sigo manteniendo la misma idea ... pero hay una serie de matices en esta situación excepcional en la que nos encontramos, los cuales deben de ser considerados delante de Dios. Yo así lo he hecho y, en conciencia, he tomado esta decisión. Si estoy equivocado, Dios me juzgará por ello, que es el único que puede hacerloAsí que, como dijo san Pablo (y yo hago mías sus palabras): "En cuanto a mí, poco me importa el ser juzgado por vosotros o por un tribunal humano. Ni siquiera yo mismo me juzgo. Pues aunque en nada me remuerde la conciencia, no por eso quedo justificado. Quien me juzga es el Señor" (1 Cor 3, 3-4). No es bueno, por lo tanto, hacer un juicio condenatorio, de aquellos que, siendo católicos, voten al PP en estas elecciones; ni se puede decir de quien lo haga que está cometiendo un pecado mortal ... Al menos, Jesús no lo haría"No juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados. Perdonad y seréis perdonados" (Lc 6, 37) ... y continúa diciendo, más adelante: "porque con la misma medida con que midáis se os medirá" (Lc 6, 38c). De igual manera, y por la misma razón, aun cuando yo piense que mi decisión es la correcta, no juzgaré a quienes voten a VOX o voten en blanco o, sencillamente, no voten: "Cada uno de nosotros dará cuentas de sí mismo a Dios" (Rom 14, 12).

Es posible que alguno de mis compañeros y amigos se "escandalice" de esta opción que he tomado. Para todos ellos mi aprecio, estima y respeto. Pero la amistad no puede ser óbice para dejar de actuar en conciencia. Ante la incertidumbre existente (sin analizar ahora las causas que la han producido) uno no puede menos que actuar según le dicte su conciencia, rectamente formada. Eso es, al menos, lo que yo pretendo. Soy consciente de que muchos van a considerar mi modo de actuar como reprochable, aduciendo que nunca, bajo ningún concepto, un católico puede votar a un partido abortista ... Y el PP lo es. Y yo sé que eso es así. Pero, puesto que las seguridades absolutas, en este terreno, sólo las tiene Dios, quienes así piensen de mí podrían también preguntarse si no serán ellos tal vez quienes estén equivocados al no votar al PP en este caso histórico concreto  ... que nunca, hasta ahora, se había producido. 

Nosotros nos manejamos con los datos y con las noticias que nos van llegando, siempre desde la base de nuestra fe. Pero, al final, tenemos que decantarnos, en un sentido o en otro. 
Como referencia, que puede ser de interés, esto es lo que dice el obispo Munilla

"Lo importante es que creamos en el principio de que el voto en conciencia tiene que estar por encima del voto útil y que el recurso al mal menor tiene que ser solamente excepcionalEn este caso, esa excepcionalidad, ¿se da o no se da? Que lo decida en conciencia cada uno".

ÉSA ES LA CUESTIÓN

Por lo demás, no debemos de tener miedo nunca, incluso aun cuando llegasen al Poder los de la extrema izquierda radical anticatólica. Las palabras de Jesús deben de resonar en nuestros oídos, produciendo en nosotros sentimientos de paz y de consuelo: "No tengáis miedo a los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma; temed, ante todo, al que puede hacer perder alma y cuerpo en el infierno" (Mt 10,28). Y hoy son muchos los que quieren destruir también el alma de las personas y no solo su cuerpo. Sí, a esos hay que temerlos, pero nunca hasta el extremo de que decaiga nuestra confianza en Dios: "Aunque camine por valles oscuros no temo ningún mal, porque Tú, Señor, estás conmigo; tu vara y tu cayado me sosiegan" (Sal 23, 4)

10. ¿Y con relación a los que voten a otros partidos como Ciudadanos (laicista) o PSOE y PODEMOS (odio a muerte a todo lo católico)? 

Objetivamente, sobre todo en el caso PSOE-PODEMOS, está mal votar a estos partidos: ¿Cómo puede votar un católico a partidos que pretenden eliminar a la Iglesia católica? Sin embargo, hay que reconocer que hay mucha ignorancia, sobre todo en los más jóvenes. Y claro está: el Único que posee todos los datos y conoce el corazón de cada persona concreta es Dios. Por lo tanto, a esos tampoco los juzgaré; no soy quién para hacer tal cosa.

Tengo para mí que estas votaciones son un aviso de Dios y una prueba para nuestra inteligencia y para nuestra fe. Mi inteligencia me ha conducido a votar al PP, mal que me pese, aplicando la "teoría de la conveniencia". Pero la prueba más grande es la de la fe. Tenemos que hacer como dijo David a Gad: "Estoy en un grave aprieto. ¡Pero es mejor caer en manos del Señor, cuya entrañable misericordia es grande, que caer en manos de los hombres!" (2 Sam 24, 14).

Confianza en la Divina Providencia: ¡ése es el secreto! ... y no pretender atar todos los cabos: dejarle algo al Espíritu Santo. No deja de ser también una prueba para constatar hasta qué punto somos realmente humildes. Se impone el admitir las propias limitaciones y luego actuar en coherencia, dejándole el resto a Dios, que permite que todo esto ocurra.

Con toda la buena voluntad del mundo, uno puede equivocarse cuando toma una decisión ... y, en este sentido, como digo, nadie puede "juzgar", condenando a quienes piensen de modo diferente, incluso aun cuando ese alguien esté convencido de estar en la verdad y ni siquiera aun cuando esté realmente en la verdad. La última palabra la tiene Dios ... y si actuamos con recta conciencia, procurando cumplir su voluntad en todo, no debemos de preocuparnos. Porque, al fin y al cabo "Dios hace concurrir todas las cosas para el bien de los que lo aman" (Rom 8, 28)



José Martí
Algunas observaciones

1. En las papeletas sepia (de elecciones generales a Cortes Generales 2016, para el Senado) se puede votar a un máximo de 3 candidatos en total, de la misma o de distinta candidatura. Es decir, se puede señalar con una X uno, dos y hasta tres candidatos, pero éstos no tienen por qué ser todos del mismo partido. Tal vez una buena idea (es una sugerencia) sería colocar una X en la casilla de VOX, pues se presenta sólo un candidato, y las otras dos X que nos faltan hasta llegar a tres, dárselas a dos de los tres candidatos del PP que se presentan a senadores. 

2. Coloco a continuación el PROGRAMA PP en pdf así como  en un vídeo de 5:22 minutos de duración


Duración 5:22 minutos



3. Hay opiniones, mucho más influyentes, que pueda serlo la mía, como la de Luis Fernando, el director de INFOCATÓLICA, que nos advierte del desastre que supondría para España el gobierno de PODEMOS ... aunque él no se define en cuanto al voto a un determinado partido. Como digo, que cada cual vote en conciencia, pero aquí viene bien recordar las palabras de Monseñor Munilla:

"Lo importante es que creamos en el principio de que el voto en conciencia tiene que estar por encima del voto útil y que el recurso al mal menor tiene que ser solamente excepcional. En este caso, esa excepcionalidad, ¿se da o no se da? Que lo decida en conciencia cada uno".


Personalmente, EN ESTE CASO CONCRETO, pienso que sí existe esa excepcionalidad, por lo que el voto útil y el voto en conciencia deberían de coincidir. YA NO SE TRATA DE VOTAR CON LA NARIZ TAPADA, como dicen algunos: un católico, en mi opinión, respaldada por lo que dice Monseñor Munilla, puede votar en conciencia por la opción del voto útil o voto del miedo, como también le llaman. Yo le llamo VOTO DE CONVENIENCIA: Conviene a la nación española, y a todos los españoles, que PODEMOS no llegue al Poder. Por eso es por lo que pienso votar al PP. A día de hoy, en las actuales circunstancias, que no son normales, no hay otra opción posible ... Y no tenemos que taparnos la nariz, porque votando al PP estamos también votando en recta conciencia. El futuro de España está en nuestras manos. No nos conviene, bajo ningún concepto, que España se convierta en una nación comunista, al estilo de Cuba y Venezuela.


4. Por cierto, si llegara a gobernar el PP de nuevo, tendríamos que ser mucho más duros con él. Porque lo que no se puede hacer es imponer la Ideología de género como han hecho en Murcia, concretamente, amén de seguir con la misma política abortista que ZP considerando el aborto como un derecho. Esto es abominable. Si yo voto al PP "ahora" es debido a todas las consideraciones que he hecho a lo largo de estas cinco entradas ...¡no porque esté de acuerdo con lo que hacen o dejan de hacer! ¡No se lo merecen nuestro voto ... pero siendo realistas o elegimos lo malo o elegimos lo peor. Yo he optado por lo malo, a fin de que no salga lo peor!   ... aunque insisto: VOTAR A UN PARTIDO NO SUPONE ESTAR DE ACUERDO CON TODO SU PROGRAMA

5. Por otra parte, sí pienso votar a VOX en el sobre sepia, el relativo al SENADO. Como sólo aparece en él un candidato para VOX en Murcia colocaré una X en la casilla correspondiente y las dos X restantes se las pondré a dos candidatos del PP (de los tres que se presentan).

jueves, 23 de junio de 2016

¿Puede un católico votar al PP? (José Martí) (4 DE 5) Dialogando conmigo mismo (2)



3. ¿Miedo? 

Pues sí, algo de eso hay. ¿Por qué negarlo? Es muy humana esa reacción ... pero pienso que, en este caso, tal miedo está racionalmente justificado, si nos atenemos a los hechos nefastos y horrorosos que se han producido y que se están produciendo, también ahora, en todos los países comunistas.  

4. ¿Cobardía?

- En casos concretos puede que lo sea, pero también puede ser -y yo así lo pienso- una muestra y una señal de prudencia, aquella sobre cuya falta en sus discípulos se quejaba el Señor, cuando afirmó que "los hijos de este mundo son más sagaces EN LO SUYO que los hijos de la luz" (Lc 16, 8). Y en modo "imperativo" de mandato les dijo (y nos lo dice también a nosotros): "Mirad que YO OS ENVÍO como ovejas en medio de lobos. Por eso, SED SAGACES como las serpientes y sencillos como las palomas" (Mt 10, 16). 

5. ¿No hay entonces otra opción que votar al PP?

En mi razonamiento estoy intentando, en todo momento, tener presentes las palabras de Jesús y del Magisterio Perenne de la Iglesia. Jesús nos habla de prudencia y de astucia, lo que se podría traducir, en este caso, por no votar al tuntún, dada la gravedad de la situación. Hay que sopesar los pros y los contras de las distintas opciones.

6. ¿Hay algún problema con el PP?

Muchos. El mayor de ellos la tibieza y la consiguiente lentitud en la aplicación de las leyes. Han podido hacer mejor muchas más cosas, teniendo -como tenían- la mayoría absoluta y, sin embargo, no las han llevado a cabo. 

El PSOE llega al Poder y lo cambia todo, desde el primer día, sin contemplaciones, atacando todo lo habido y por haber, comenzando por lo más sagrado ... ¡y no pasa nada, aunque se salte las leyes a la torera!. 

En cambio, el PP llega al Poder y, en lugar de deshacer los entuertos, los mantiene, consagrando así -en cierto modo- la nefasta política del gobierno anterior, sobre todo en materia de educación y de salud, por poner algún ejemplo. 

Y, claro está, estamos en nuestro derecho a preguntarnos: si el PP, teniendo la mayoría absoluta, como la tenía, no hizo los cambios que debería de haber hecho, ahora que no la va a tener, ¿qué puede esperarse de ellos?

7. ¿Y no lo hizo mal el PSOE cuando estuvo en el Poder, desde el 2004 al 2011?

- Fue catastrófico. Difícilmente se pudo hacer peor. De hecho, el gobierno de Zapatero está considerado como el más nefasto de la historia de la democracia aquí en España. La moral y la religión católica es es lo primero contra lo que arremeten, desde el primer día, con una prisa inusitada, llegando incluso hasta considerar el aborto como un derecho de la mujer reflejándolo en la Ley. [Vamos, una matanza en toda regla, llevada a cabo con el visto bueno de la Ley y con cargo a los Presupuestos Generales del Estado: todos contribuimos con nuestro dinero a que se produzcan estos crímenes de niños inocentes, lo reconozcamos o no ... que para eso les hemos votado. Así es que: a callar toca].

Y de la economía mejor no hablar: En esos siete años de gobierno del PSOE, el paro subió en más de tres millones, llegándose a superar, con mucho, los cinco millones de parados ... que fue lo que dio lugar a la obtención de la mayoría absoluta del PP en las elecciones del 2011.


8. ¿Y no habría otra alternativa de voto, por ejemplo, VOX? ¿El voto en blanco? ¿No votar?

Sobre VOX ya he hablado al final de la entrada anterior
Podría ser una "buena" opción, con los matices que ya señalé, tanto en lo que se refiere al aborto como al concepto de familia, donde no son suficientemente claros. Ahora no lo voy a repetir. El problema reside en que las circunstancias actuales son excepcionales. PODEMOS se ha destapado claramente como partido leninista-stalinista (se le ha visto la "coleta" -perdón, la cola- al lobo). Y la coalición con el PSOE es algo que nadie puede poner en duda, a estas alturas. Y, en ese sentido, siempre según mi opinión, pienso que sería un voto perdido (no lo sería en otras circunstancias; yo, de hecho voté a VOX en las municipales) 

También existe la posibilidad de votar en blanco: yo así lo hice la vez anterior. En este caso, sería también un voto perdido (insisto, siempre según mi opinión ... estamos en el terreno de lo opinable). 

E incluso existe la posibilidad de no votar, aunque haya gente que no considere "ética" esta opción ... ¡no sé por qué! ¿En qué lugar de la Biblia o del Catecismo dice que estemos obligados a votar? ¿Es que se puede obligar a la gente a que vote (independiente de lo que vote)? El voto debe de ser libre. Hay gente que no está de acuerdo con "este" sistema democrático (que no es tal) y está en su perfecto derecho de pensar así ... Ahora bien: tal y como están las cosas, en la situación histórica actual, considero -personalmente- que sí deberían de votar ... y hacerlo al PP, aunque el PP no se lo merece, de ninguna de las maneras. Si saliese con clara mayoría (o con mayoría absoluta de nuevo) deberíamos ser muy críticos con él, para que procure, por todos los medios, cumplir con lo que promete. Y cambiar la ley del aborto así como descartar, por degradante, la Ideología de género, aun cuando no estuviera en su programa actual. 

Pero, en fin: Aquí lo que debe de primar es la conciencia de cada uno ...  Yo rogaría a quienes voten que consideren bien los pros y los contras de su voto. Que hagan uso de su sentido común y que no se dejen embaucar por las mentiras que prometen los políticos. Que se imaginen el futuro que nos puede esperar, dependiendo de los resultados electorales del 26-J. 

9. Si yo voto a favor del PP, ¿significa que comparto todas sus ideas y todo su programa?

- Esta pregunta viene a coincidir con la primera, pero es bueno recordarla de nuevo. Votar al PP no significa estar de acuerdo con su política con relación al aborto, la cual no se podría votar bajo ningún concepto. Y dicho esto, es preciso considerar, otra vez, la situación precaria y extraordinaria en la que se encuentra España ... y considerar, con seriedad y realismo, adónde llegaría España si no se vota mayoritariamente al PP. Éstas son circunstancias atenuantes que nos deben de llevar a replantearnos el sentido del voto que emitamos el 26-J. 

- ¿Estaría justificado entonces que nuestra nación llegara a estar dominada por un régimen comunista y totalitario ... que es lo que, con toda probabilidad, ocurriría en el caso de no votar MAYORITARIAMENTE al PP

- Por otra parte, resulta que el resto de partidos (a excepción de VOX, con la salvedad que hemos hecho) son todos ellos favorables a la extensión del aborto y a la legalización del matrimonio homosexual, en un grado mucho mayor que lo podría estar el PP, añadiendo a ello la pérdida de subvenciones a la enseñanza privada (enseñanza laica anticatólica), la expropiación de muchos de los bienes de la Iglesia católica, el ridiculizar a los católicos aprovechando todos los medios a su alcance (Pablo Iglesias quiere el control total de la televisión para controlar la mente de las gentes). Todo ello generaría un clima de violencia exacerbada que, necesariamente, siempre acaba mal.

- Y lo más grave de todo es que cuando los comunistas llegan al Poder ya no lo sueltan. Ya se encargarán de modificar  la Constitución, si hace falta, con tal de eternizarse en el Poder (tenemos a la mano los ejemplos de Cuba y Venezuela y muchos otros más). Y por supuesto, presumirán de demócratas. [No hay más que ver a Pablo Iglesias definiéndose a sí mismo como social-demócrata, en el colmo del cinismo ... y quedándose tan pancho]. 

-No podríamos expresar nuestras ideas con libertad, ni en la prensa ni en internet y ni siquiera en las Iglesias los sacerdotes podrían predicar determinadas verdades, pues tienen la obligación de transmitir íntegra la doctrina de Jesucristo.

- Todo esto es lo que supone el ser gobernados por un Estado totalitario marxista: pensamiento único, el del Partido. Imposible discrepar y tener ideas propias que no sean las del  Partido. De hacerlo, vendría el encarcelamiento, primero y, a la larga, posiblemente, mucho más que el mero encarcelamiento. El régimen comunista, con Lenin y Stalin, dejó cien millones de muertos, veinte veces más que el régimen nacional-socialista de Hitler, que dejó cinco millones.

- Por otra parte, como atestigua la experiencia (aquella que nos proporciona la historia -la verdadera historia- de los hechos) todos los países comunistas, sin excepción, están empobrecidos y en la miseria. ¿Es esto lo que queremos para España? 

- Pues bien: de todo ello seríamos responsables, de alguna manera, por no haber votado al PPPorque, aunque no querido directamente, a eso es a lo que se daría lugar. Y, sinceramente, ¿es eso lo que Dios quiere, es eso lo mejor para nuestros hijos o nuestros nietos, es eso lo mejor para la nación española?


(Continúa y acaba)

¿Puede un católico votar al PP? (José Martí) (3 DE 5) Dialogando conmigo mismo (1)



Antes de nada, debo insistir en que todo lo que estoy diciendo va dirigido sólo a los católicos. De ahí que pueden aparecer citas evangélicas a lo largo de esta exposición. Ello no obsta para que quienes no lo sean puedan leerlo, igualmente. Tal vez les ayude en su intención de voto. En todo caso, lo que escribo es, sencillamente, un modo de aclarar mis propias ideas, exponiéndolas por escrito. Dicho esto, continúo:

La difícil y excepcional situación política en la que vivimos, rodeada de todo tipo de incertidumbres, en donde lo de menos es el bien común de los ciudadanos, a quienes se les quiere manipular, como sea, con el único fin [y esto vale para todos los partidos que se presentan] de que se les vote para que lleguen al poder ... todo esto en una "lucha" llena de descalificaciones y de mentiras o de medias verdades (que son aún peor). Se pretende confundir al ciudadano medio para que les vote, mediante una serie de  promesas que luego serán, generalmente, incumplidas ... bien por incapacidad manifiesta, bien por cobardía ... o bien por ambas cosas. Y no estoy pensando sólo en el PPa quien tanto se le está reprochando (¡ y con razón!), por haber incumplido la mayoría de las promesas que hizo. 

No tenemos más que pensar en el PSOE, con Zapatero a la cabeza (desde el 16 de abril de 2004, en que fue investido presidente hasta el 20 de noviembre de 2011) que dejó a España al borde del precipicio (el número de desempleados subió en más de tres millones durante su mandato). Esa fue la herencia que le dejó al PP. Y esto son hechos reales y demostrables.

Y de Podemos, como partido comunista radical que es [aunque ahora miente descaradamente llamándose a sí mismo socialdemócrata] ¿qué se puede esperar sino que actúe como tal? ... es decir, al estilo de Chávez o de Fidel Castro. Este último, tras una revolución en la que derrocó al dictador Batista el 1 de enero de 1959, se afianzo en el Poder el 16 de febrero de 1959 ... y así hasta febrero de 2008 en que presentó su renuncia definitiva, debido a una operación quirúrgica, y delegó en su hermano Raúl Castro. 

Lo propio del marxismo-leninismo es perpetuarse en el Poder, una vez que lo consigue, actuando en coherencia con lo que es: un partido totalitario y liberticida cuya existencia en un país democrático no tiene ningún sentido. Como digo, una vez en el Poder, en el caso de que llegasen ... ya no lo sueltan ... y se acabó la democracia. Y si no lo vemos así es porque nos hemos vuelto ciegos o porque no queremos ver. No tenemos más que mirar lo que ocurre en todos los países comunistas: Cuba, Venezuela, Rusia, China, etc. ¿Queremos que España se convierta también en un país comunista? Eso nos llevaría a la esclavitud económica, a la pobreza y al final de todas las libertades de las que ahora -mal que bien- todavía disfrutamos.

Pero este es el mundo en el que nos encontramos. No tenemos otro; y Dios nos ha colocado justo aquí (en este lugar) y ahora (en este momento histórico) porque es aquí y ahora cuando tenemos que permanecer fieles en nuestra fe, a costa -incluso- de nuestra vida, demostrándole así que, igual que Él nos quiere, también nosotros lo queremos a Él y confiamos en Él. Sabemos que no nos dejará solos. Son sus Palabras: "No os dejaré huérfanos, volveré a vosotros" (Jn 14, 18). "Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque Tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me sosiegan" (Sal 23, 4) 

Así pues: no tenemos por qué tener miedo a nada ni a nadie si Jesucristo está a nuestro lado "No tengáis miedo a los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma; temed, sobre todo, al que puede arrojar el alma y el cuerpo en el infierno" (Mt 10, 28)] ... y lo estará si se lo pedimos con todo nuestro corazón, según se lee en los Salmos: "Un corazón contrito y humillado, Señor, Tú no lo desprecias" (Sal 51, 19b).

En las pruebas es donde mejor se manifiesta la autenticidad del amor. Y las pruebas por las que estamos atravesando estos días nos pueden y nos deben servir para aumentar nuestra fe y para confiar más plenamente en el Señor, pues como dice san Pablo: "Dios no permitirá que seáis probados por encima de vuestras fuerzas, sino que con la prueba os dará la fuerza para que podáis superarla" (1 Cor 10, 13).

Una de esas pruebas o tentaciones a las que podemos estar sometidos, con relación al tema que nos ocupa, es la del "resentimiento" contra el PP, por no haber cumplido sus promesas teniendo, como tenía, la mayoría absoluta ... lo que es absolutamente cierto; de manera que para castigarlo, aquellos que, en su momento, le votaron, ahora ya no lo harán y votarán a otro partido. Podríamos llamarle  voto de castigo. Y estarán en su derecho, por supuesto. 


Sin embargo, me parece a mí, la experiencia demuestra que no es bueno tomar una decisión bajo los efectos de algún tipo de emoción: rabia, enojo, impotencia, sentimiento de haber sido engañado, etc... aunque es lógico y completamente normal tener esas emociones y otras por el estilo ... pues hay motivos para ello. Lo que ya no es tan razonable es la toma de decisiones cuando se está bajo el influjo de esos sentimientos, pues puede ocurrir fácilmente que uno se obnubile y se ciegue y se incapacite para pensar de modo racional. Considero que hay que tener en cuenta todos los datos que estén a nuestro alcance, sopesando los pros y los contras y dejándose aconsejar de personas que posean una mayor clarividencia que nosotros. El voto por revancha no suele ser buen consejero. Y una vez que se ha votado ya no hay posibilidad de marcha atrás. Se impone, por lo tanto, ser realistas y ser prácticos: ¡Es mucho lo que está en juego!

Me vienen a la mente las palabras que pronunció nuestro Señor cuando dijo (y pienso que en tono de queja) que "los hijos de este mundo son más sagaces para sus cosas que los hijos de la luz" (Lc 16, 8). Y esto es realmente así. Es fácil de constatar. Pero no es lo deseable. De hecho, fue Jesús mismo quien dijo a sus discípulos: "Mirad que os envío como ovejas en medio de lobos. Sed, pues, prudentes como serpientes y sencillos como palomas" (Mt 10, 16), expresión en la que podemos observar que el verbo "ser" viene en imperativo. Es más bien un mandato que un consejo. Jesús nos quiere sencillos y limpios de corazón, pero no nos quiere lelos ni ingenuos o tontarrones ... sino prudentes, sagaces, astutos: que hagamos un buen uso de nuestra inteligencia. Y luego que actuemos en consecuencia.

Por si es de interés para alguno, escribo a continuación una especie de diálogo conmigo mismo, razonando algunas cuestiones, dando otras por evidentes y quedando con cierta duda, precisamente, cuando toco determinados puntos que son cruciales a la hora de votar y que son los que, en definitiva, pueden inclinar el sentido del voto hacia uno u otro partido; o hacia ninguno. Escribo según mi conciencia me dicta, procurando ser lo más objetivo posible y sabiendo que tengo que rendir cuentas ante Dios de la decisión que tome. De ahí el análisis al que he sometido mi inteligencia, dejando en el desván los sentimientos y las emociones, de cualquier signo.


--------


1. Votar a un determinado partido, ¿significa estar de acuerdo con todo su programa? 

Es evidente que no. Al leer el programa del partido en cuestión, estaremos de acuerdo en muchos o en algunos de sus proyectos de futuro. Es casi imposible estar de acuerdo en todo. Y eso teniendo en cuenta que luego puede que no cumplan todo lo que han prometido, lo que suele ser lo más frecuente, no en un partido concreto, sino en todos. Una cosa es el proyecto y otra su ejecución. Hay, a veces, algunos imponderables que surgen y con los que no se contaba, lo que puede alterar el cumplimiento de alguno de los puntos prometidos. Y todo ello suponiendo que no haya corrupción en alguno de los miembros del partido votado.

2. Si comparo varios partidos y tengo más afinidad con uno que con los otros, aun cuando no me identifique con ninguno, ¿es grave votar a aquél que me parezca menos malo?

- Si todos coincidieran en aprobar (y continuar con) la ley del aborto ... y no hubiese ningún otro punto que aprobar, la respuesta sería clara y diáfana: no votar y punto (o votar en blanco, no introduciendo ninguna papeleta dentro del sobre)

- Sin embargo, no se está hablando sólo del aborto. Hay muchos otros puntos a tener en cuenta. Por ejemplo, la libertad religiosa: el PP -al menos en su programa- la respeta. Ciudadanos quiere la Religión fuera de la escuela, al igual que PODEMOS y PSOE, aunque estos dos últimos son, claramente, anticatólicos.


- Votar al PP supone votar a favor de un partido que es abortista, entre otras cosas ... ¡Eso es cierto!  Pero votar a cualquiera de los otros tres supone votar a partidos que tienen lo mismo malo que el PP pero, además, hay que añadir la salida de la religión de los colegios (caso de Ciudadanos) y, en los casos de PODEMOS y PSOE, a todo lo anterior (en realidad, agravado) hay que sumar un odio visceral contra el catolicismo, que se manifestará en vejaciones y persecuciones de todo tipo. De hecho, ya lo están haciendo y eso que están en la oposición. ¿Qué sería, entonces, si llegasen al Poder? (Véase la entrada anterior)
- Votando al PP se retrasa (¡al menos,eso espero!) la persecución religiosa que se avecina y que se otea ya en el horizonte. Si el PP llegase a gobernar otra vez con mayoría absoluta (aunque esto es muy poco probable) tal vez tomaría nota de sus errores para no volver a repetirlos y quitaría de la ley el llamado "derecho al aborto", entre otras muchas más cosas. 

- Con respecto al famoso "cambio" que tanto reclaman Ciudadanos, PSOE y PODEMOS [¡y cuidado con el cambio que pretenden llevar a cabo! ... pues no sería para mejor, sino que hundiría a la nación española, como ha ocurrido en Cuba y Venezuela]  hay que decir que tal cambio ya comenzó a producirse hace cuatro años, no en el tema moral, por desgracia, en el que son todos muy parecidos, sino en otros puntos; por ejemplo en el caso del empleo, lo que se ilustra en el siguiente video:



En este video se observa que, en el aspecto del empleo, la política seguida (¡EL CAMBIO que tanto piden!) es buena. Y no es realista, ni honrado, pedirle a un partido que realice cambios rápidos, sobre todo si se encuentra con la situación con la que se encontró el PP cuando se retiró Zapatero. 

Hasta ahora, que yo sepa, los únicos cambios que se han producido a la velocidad del rayo los ha realizado el PSOE: Todo fue entrar al Poder en el 2004 (después del desastre del 11-M, que cambió el sentido del voto) y legalizar el aborto como un derecho de la mujer. Y es que en los temas "morales", los partidos de izquierdas no se andan por las ramas, ni piden consenso, o algo que se le parezca. Es mucho más sencillo: ¡ORDENO y MANDO! ¡Punto! ¡Y si alguien no está de acuerdo, peor para él! ESO ES LO SUYO. Son expertos en el arte del adoctrinamiento. Eso no se les puede negar. Y es porque, en realidad, es lo único que les importa, al objeto de poder perpetuarse en el Poder ... ¡y, mientras tanto, cada vez más paro hasta acabar hundiendo al país en la miseria!

- Aunque lo más importante, en mi opinión (tal vez en exceso optimista) es que estos seis meses que han transcurrido, desde el 20-D, pueden haber servido para que, de una vez por todas, se le haya podido ver la cara a los lobos vestidos de ovejas, que son todos, en realidad, pero de una manera radical lo es PODEMOS (véase el vídeo correspondiente).

- Siguiendo con mi optimismo, podría ocurrir que, caso de volver a gobernar otra vez el PP con mayoría absoluta (aunque esto es altamente improbable) se produjera entre los españoles, aun cuando no sean católicos, algo que no se ha dado hasta ahora: ¡ABRIR LOS OJOS!  y ver las cosas como son. Volver de nuevo al sentido común y llamarle al pan, pan; y al vino, vino. Eso haría posible una marcha atrás de la perversa Ideología de género que se está imponiendo en todo el mundo (también aquí en España) y que está dando al traste con toda la sociedad, pues tiene como objeto primario la destrucción de la familia, con la pérdida de la patria potestad de los padres sobre sus hijos, la cual pasaría a ser ocupada por el Estado. 

- Yo quiero seguir creyendo en que se dará una reacción positiva -y eficaz- por parte de muchos católicos que, previendo el futuro catastrófico que se avecina, sobre todo para sus hijos, se volverán más responsables y no dejarán que el Estado les imponga la abominable Ideología de género.

-Espero que, como en el caso del ave Fénix, tenga lugar algún tipo de resurgimiento en España. ¿De qué tipo? No lo sé. Pero desde luego, si queremos salir de este agujero negro en el que nos encontramos, los niños deben de ser escolarizados en el conocimiento verdadero de la fe católica. Y los padres tienen que formarse adecuadamente y no consentir que perviertan a sus hijos, desde la propia legalidad. 

-Como digo, no lo sé, pero tal vez surja algún tipo de movimiento auténticamente católico ( o bien nuevo, o bien que ya exista, pero que se desconoce, como es el caso de AES, debido a su falta de recursos económicos). Es una mera hipótesis. Pero si AES se diera a conocer a lo largo de estos cuatro años que se nos vienen encima y se presentara a las próximas elecciones de 2020 ... y los católicos les votaran, en su inmensa mayoría ... digo, es posible que todo este proceso de derrumbamiento de la sociedad diera un vuelco positivo. ¿Por qué? Pues porque si un pueblo o una nación se vuelve de nuevo a Dios y acepta sus leyes, entonces la Ley natural, que está impresa en todos los corazones de los seres humanos, regiría el comportamiento de las personas. Éstas se regirían entonces, en su actuar, por la voluntad de Dios ... lo cual, sin lugar a duda, influiría en el florecimiento y en el resurgir de la nación española.

[NOTA: Acabo de leer un artículo escrito por Rafael López-Diéguez, secretario general de AES, en donde explica las razones por las que no se presentan a estas elecciones. Merece la pena leerlo]

- Cierto que esto es un deseo pero podría hacerse realidad, bien sea AES o bien sea cualquier partido político de raíces católicas que, sin ser confesional, se regiría por unas leyes tales que habría unos principios intocables que no se podrían votar nunca, aquellos a los que se refería el papa Benedicto XVI. Una nación sin valores es una nación en descomposición ... ¡de todo tipo, también en lo económico! En fin, sea como fuese, lo cierto es que el rechazo de Dios es lo que está conduciendo a esta sociedad a la desolación. Si esto no ocurre, no me cabe ninguna duda de que iremos de mal en peor. Pero, en fin, lo que es cierto es que si el PP sale con una gran mayoría en las próximas elecciones, y a ser posible, recupera su mayoría absoluta ... de momento habríamos retrasado lo peor. Y tendríamos más tiempo para  seguir buscando soluciones alternativas, y para rezar más y con mayor intensidad, sabiendo -ahora sí- todo lo que está en juego. De ello tendremos que rendir cuentas a Dios.


(Continuará)