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domingo, 22 de noviembre de 2020

POR LA SALVAGUARDA Y PROMOCIÓN DEL USUS ANTIQUOR DEL RITO ROMANO

PAIX LITURGIQUE

La situación de la misa tradicional puede parecer difícil hoy, pero la dinámica de su propagación no se detendrá. Tal ha sido el tema de la conferencia de introducción del padre Barthe en el Encuentro Summorum Pontificum del 23 de octubre, en Roma. También el cardenal Burke abordó la materia, en ese mismo Encuentro. A la manera de un cardenal protector del movimiento Summorum Pontificum, animó y reconoció los esfuerzos de quienes han luchado y luchan por esta misa, y los exhortó, por medio de los representantes reunidos en Roma a su alrededor, a desarrollar todas las virtualidades del motu proprio de Benedicto XVI. Reproducimos este llamado del cardenal Burke a continuación.

Con gran alegría me dirijo hoy a ustedes, y los animo a continuar esta obra, tan fiel, de preservación y promoción del usus antiquior del rito romano, según las intenciones del papa Benedicto XVI cuando promulgó su Motu Proprio Summorum Pontificum. Para dejar las cosas bien claras, prefiero utilizar los términos usus antiquior y usus recentior, más bien que «forma extraordinaria» y «forma ordinaria», y así subrayar de modo más señalado que la liturgia romana clásica ha sido, es y será siempre una parte significativa de la vida cotidiana de la Iglesia. Si esta palabra «extraordinaria» no es bien comprendida, puede hacer creer que la liturgia romana clásica sería, en la vida de la Iglesia, algo poco habitual que se manifestaría cada tanto. Por el contrario, su carácter extraordinario proviene de su larga historia y de su notable belleza, que el motu proprio buscaba justamente hacer cada vez más presentes en toda la Iglesia. 

¡Oh! Soy muy consciente de la confusión y del error, siempre mayores, en el seno de la Iglesia, y de la fuerte tentación de desánimo que pueden suscitar en nosotros, tanto a nivel individual como comunitario. Sabemos también que en la Iglesia, sobre todo en la jerarquía, hay quienes querrían abrogar sin más la legislación contenida en Summorum Pontificum. Siguen adhiriendo a esa ideología que promueve la «evolución radical» en la Iglesia, de hecho, una revolución que busca divorciar a los fieles de la Tradición viva gracias a la cual Cristo sigue siendo la Cabeza y el Pastor del rebaño. Dicha ideología es banal, secular, y considera a la Iglesia como una realidad artificial y sujeta a manipulación, mientras que la Iglesia, a la que estamos llamados a someternos, nosotros y nuestros talentos, es de institución divina. Esta ideología encuentra su eco en una especie de idea política de la Iglesia, que constituye una traición de la realeza que Cristo ejerce a través del cuerpo vivo de todos los fieles reunidos.

¡Cómo me acuerdo del encuentro organizado por el papa Benedicto, justo antes de la promulgación del Motu Proprio Summorum Pontificum, con los obispos de todo el mundo, el 27 de junio 2007, en el que tuve el privilegio de participar! Durante la reunión, uno de los obispos observó que la ruptura de la tradición litúrgica representa una ruptura en la comprensión de la Iglesia tal como Nuestro Señor la ha constituido durante su ministerio público. Como el usus antiquior expresa con tanta claridad la verdadera naturaleza de la Iglesia —su comunión jerárquica—, estos revolucionarios, con su «evolución radical», la encuentran enojosa hasta lo intolerable.

Dada la ausencia actual de sanciones contra quienes contradicen las doctrinas de la fe o quienes violan la disciplina de la Iglesia, los enemigos del usus antiquior se sienten envalentonados. La falta de dirección firme y paternal en cuanto a los elementos más esenciales y estimados de la vida de la Iglesia, como la sagrada liturgia, fomenta el miedo que podría tenerse ante el futuro.

Es claro que en tales circunstancias, es preciso, más que nunca, seguir fieles a nuestro compromiso para promover todo lo que el papa Benedicto XVI, con su motu proprio, quería para el bien de la Iglesia universal. Bajo ningún concepto podemos comportarnos como soldados de Cristo desanimados, temerosos; debemos tener coraje y confiar más que nunca en las verdades que Benedicto XVI quería salvaguardar y promover con este motu proprio, que era y sigue siendo tan oportuno. Nuestro Señor, cuando envió a sus apóstoles a enseñar, santificar y gobernar a los fieles en su nombre, les habló en forma clara y directa: «Yo os envío como ovejas en medio de lobos: sed entonces prudentes como serpientes y sencillos como palomas» [1]. Y continuó exhortándolos a confiar no en los hombres, tan dispuestos a traicionarlos, sino en el Espíritu Santo que actúa cuando obramos para el Señor [2].

Esta exhortación del Señor se aplica a cada uno de nosotros, que, según su vocación y sus talentos, estamos llamados a servirlo en su santa Iglesia y, en lugar preeminente, a adorarlo «en espíritu y en verdad» [3]. Obedientes a este consejo, nuestro servicio a la sagrada liturgia mediante la salvaguarda y la promoción del usus antiquior del rito romano comienza con nuestra propia adoración, nuestras propias oraciones y devociones, por las cuales Nuestro Señor nos inspira y nos da fuerzas con los siete dones del Espíritu Santo. Debemos invocar la intercesión de los papas San Gregorio Magno y San Pío V, en especial, debido a la disciplina profunda y perenne que imprimieron a la sagrada liturgia.

Luego de haber rezado y adorado a Dios en primer término, podremos cumplir nuestras responsabilidades con la prudencia de la serpiente y la sencillez de la paloma. En esta tarea, somos muy conscientes de los desafíos que afrontamos, pero no nos dejamos llevar por el abatimiento y el miedo, puesto que confiamos que Nuestro Señor cumple siempre sus promesas, sobre todo ésta: «Yo estoy con vosotros hasta el fin del mundo» [4].

Hay dos hechos algo preocupantes relacionados con el Motu Proprio Summorum Pontificum, ambos difíciles de interpretar. El primero, es la supresión de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei y su incorporación a la Congregación para la Doctrina de la Fe. El segundo, es la encuesta sobre la implementación del Motu Proprio Summorum Pontificum que esta misma Congregación para la Doctrina de la Fe acaba de realizar. Las razones de ambos hechos no son evidentes. Se nos dijo que se trata de actos administrativos de rutina, que no hay motivos para preocuparse; sin embargo, no es absurdo preguntarse en qué medida son apropiados para salvaguardar y promover la línea dada por el Motu Proprio a la Iglesia universal.

Debemos rezar mucho por la oficina de la Congregación para la Doctrina de la Fe encargada de las competencias que antiguamente incumbían a la Pontificia Comisión Ecclesia Dei, como también por los superiores de la Congregación, quienes actualmente se ocupan en forma directa del trabajo de la oficina en cuestión. Al mismo tiempo, debemos hacer todo lo posible para informar a dicha oficina, y por lo tanto, a sus superiores, de todo el bien que la celebración regular de los sacramentos y sacramentales según el usus antiquior ha hecho a la Iglesia.

Del mismo modo, como fieles conscientes de nuestros derechos y deberes sagrados, estamos obligados, cuando sea necesario, a insistir en la aplicación de las disposiciones del Motu Proprio Summorum Pontificum. Lo mismo vale para las disposiciones de la Instrucción Universae Ecclesiae relativas a la aplicación de la Carta Apostólica Summorum Pontificum de Su Santidad Benedicto XVI, dada en Motu Proprio, de la Congregación para la Doctrina de la Fe del 30 de abril de 2011. En este contexto, por lo demás, expreso mi profundo reconocimiento al Capo Uffizio y a los miembros de la oficina de la Congregación para la Doctrina de la Fe que han asumido las competencias de la antigua Pontificia Comisión Ecclesia Dei.

De ser necesario, la disciplina de la Iglesia prevé un recurso jerárquico y administrativo para que las disposiciones del Motu Proprio y de la Instrucción se cumplan, de acuerdo con la justicia. No se puede honrar la caridad en la Iglesia sin respetar las exigencias fundamentales de la justicia. Es de pura justicia que los fieles pierdan su confianza en la caridad de sus pastores si estos no hacen siquiera lo que es justo con ellos. Seguir la regula juris (la regla del derecho) no es legalismo; al contrario, es la base segura de la que depende el recto orden en la Iglesia. La práctica de la justicia es la condición de toda posibilidad de actos de caridad puros y generosos en la Iglesia.

Por lo que a la encuesta se refiere, es importante que los innumerables beneficios que la aplicación de Summorum Pontificum ha traído a la Iglesia, se vean reflejados en los resultados de la encuesta. Pero más allá del alcance inmediato del sondeo en cuestión, es fundamental hacer conocer estos mismos resultados por medio de la prensa católica y los medios de comunicación sociales. En concreto, me gustaría felicitar una vez más el excelente trabajo de Paix Liturgique, en especial las publicaciones de los Dossiers d’Oremus, que proponen —en varios idiomas— los beneficios prodigados por el Motu Proprio en siete países de Europa [5]. Encuestas similares se están realizando en países de África, América y Asia.

Asimismo, es importante continuar con todo el vigor necesario los apostolados Summorum Pontificum en diferentes países y hacer los sacrificios necesarios para responder a los pedidos del número siempre creciente de fieles que desean tener un acceso regular al usus antiquior.

Felicito por su tarea a los Institutos de Vida Consagrada y a las Sociedades de Vida Apostólica dedicados a la salvaguarda y promoción de la liturgia clásica. Al mismo tiempo, felicito el trabajo de tantos fieles que se consagran a estos apostolados. No puedo dejar de mencionar el trabajo de las asociaciones de fieles, como por ejemplo, la Federación Internacional Una Voce (Foederatio Internationalis Una Voce), Pro Missa Tridentina en Alemania y la Latin Mass Society de Inglaterra y del País de Gales. Y sobre todo, agradezco también calurosamente a los obispos que trabajan con resolución, en distintos sectores de sus diócesis, para proponer la celebración de la Sagrada Liturgia según el usus antiquior.

Para la implementación futura de la salvaguarda y la promoción del usus antiquior del rito romano, será fundamental estudiar con frecuencia el texto del Motu Proprio Summorum Pontificum y la Carta a los obispos que la acompaña [6]. Cuando se analiza el espíritu de Benedicto XVI en la promulgación de Summorum Pontificum, debemos ser conscientes de que muchos, en la Iglesia, no aprecian el usus antiquior por la sencilla razón de que no se les ha presentado y no lo han experimentado. Felicito los esfuerzos para hacer conocer la riqueza de la liturgia clásica en toda Iglesia, lo que constituye, sin dudas, uno de los fines que el papa Benedicto XVI tenía en mente en la legislación contenida en el Motu Proprio.

Felicito también los esfuerzos hechos para proponer a los fieles hermosos misales y libros de oraciones y devocionarios según el usus antiquior. Hace poco, tuve el placer de contribuir con un prólogo para un nuevo misal para niños, sobre todo para la Primera Comunión, publicado en Bayreuth, Alemania, por la casa de edición Sabat [7]. Tanto el texto, obra de los monjes de la abadía benedictina de Fontgombault, como las ilustraciones, debidas al talento de la ilustradora Joëlle d’Abbadie, son excelentes. Este tipo de publicaciones manifiesta cómo el usus antiquior sigue vivo en la Iglesia.

Tal como indica el título del Motu Proprio, la legislación que contiene está en continuidad con la preocupación constante de los romanos pontífices de proponer en la mayor medida posible una liturgia sacra en la Iglesia. El papa Benedicto XVI recuerda en especial al papa San Gregorio Magno y al papa San Pío V, ejemplares en el cuidado de la sagrada liturgia, cuidado inherente al oficio de Vicario de Cristo sobre la tierra. Conviene observar que la Sagrada Liturgia, por su misma naturaleza, recibe su dirección y cuidado de las manos del pontífice romano.

En el segundo párrafo del Motu Proprio, el papa Benedicto XVI cita el número 397 de la Presentación general del misal romano, que va por su tercera edición desde el Concilio Vaticano II:

Obsérvese también el principio según el cual cada una de las Iglesias particulares debe estar de acuerdo con la Iglesia Universal, no sólo en la doctrina de la fe y de los signos sacramentales sino también en los usos universalmente recibidos de la ininterrumpida tradición apostólica, que deben observarse, no sólo para evitar los errores, sino también para transmitir la integridad de la fe, porque la ley de la oración (lex orandi) de la Iglesia corresponde a su ley de la fe (lex credendi)[8].

En este momento, en que tanto se oye hablar de descentralización en la Iglesia, de delegación de la autoridad, incluso en materia de doctrina, a las conferencias episcopales, hay que insistir en que la disciplina de la sagrada liturgia pertenece a la sede de San Pedro.

También es particularmente sustancial subrayar el artículo 1° del Motu Proprio. En primer lugar, si por un lado el Motu Proprio afirma que «El Misal Romano promulgado por Pablo VI es la expresión ordinaria de la «Lex orandi» («Ley de la oración») de la Iglesia católica de rito latino», por el otro sostiene que «el Misal Romano promulgado por san Pío V, y nuevamente por el beato Juan XXIII, debe considerarse como expresión extraordinaria de la misma «Lex orandi» y gozar del respeto debido por su uso venerable y antiguo» [9]. Está claro que el uso de estos dos términos, ordinario y extraordinario, destaca la estima particular con que se debe considerar el usus antiquior, que, por lo tanto, hay que tornar más disponible para todos los fieles.

En segundo lugar, como lo explica claramente el papa Benedicto XVI en su Carta a los obispos con ocasión de la publicación del Motu Proprio, el usus antiquior, es decir, el rito de la Santa Misa, así como los demás ritos vigentes en 1962, no ha sido «nunca jurídicamente abrogado y, por consiguiente, en principio, ha quedado siempre permitido» [10]. Cabe señalar que el usus antiquior ha conservado siempre su vitalidad. En efecto, el Motu Proprio no volvía a la vida un uso litúrgico caído en desuso; apenas reconocía una forma viva de la Sagrada Liturgia que tiene una historia muy antigua y una belleza deslumbrante; buscaba ponerla al alcance de la mayor cantidad posible de personas. El papa Benedicto XVI comentaba:

Enseguida después del Concilio Vaticano II se podía suponer que la petición del uso del Misal de 1962 se limitaría a la generación más anciana que había crecido con él, pero desde entonces se ha visto claramente que también personas jóvenes descubren esta forma litúrgica, se sienten atraídos por ella y encuentran en la misma una forma, particularmente adecuada para ellos, de encuentro con el Misterio de la Santísima Eucaristía. Así ha surgido la necesidad de un reglamento jurídico más claro que, en tiempos del Motu Proprio de 1988 no era previsible; estas Normas pretenden también liberar a los Obispos de tener que valorar siempre de nuevo cómo responder a las diversas situaciones [11].

El trabajo de difusión de la historia y la belleza del usus antiquior todavía queda por hacer.

Finalmente, el apostolado Summorum Pontificum debe ayudar a las jóvenes generaciones actuales a comprender y abrazar «lo que para las anteriores generaciones era sagrado» [12]. Recuerdo una reunión de sacerdotes en cierta ciudad donde yo estaba haciendo más disponible el usus antiquior, de acuerdo con el Motu Proprio Ecclesia Dei Adflicta, por lo tanto, antes de Summorum Pontificum. La mayoría de los sacerdotes presentes tenía mi edad o más. Eran muy hostiles al uso antiguo. Al final de la discusión, que había durado más de dos horas, pregunté: «Hemos crecido con el usus antiquior, nos gustaba ser monaguillos en la santa misa; ha inspirado nuestras vocaciones. ¿Por qué, ahora, vosotros lo detestáis?» Nadie respondió. Esta falta de respuesta refleja, para mí, la naturaleza fundamentalmente irracional de este fracaso para apreciar la verdad y la belleza del usus antiquior; no hay argumento verdadero que justifique la prohibición de la liturgia clásica. Como decía Benedicto XVI, «Nos hace bien a todos conservar las riquezas que han crecido en la fe y en la oración de la Iglesia y darles el justo puesto» [13].

Estas son apenas algunas de las reflexiones que me ha inspirado este encuentro. Mi esperanza, es que os inspiren y animen a su vez. El hecho de que nuestra peregrinación anual haya debido ser anulada no debe desanimarnos ni hacernos ceder ante el miedo. De hecho, si la reacción al virus Covid-19 ha llevado a anular nuestra peregrinación, la experiencia de la crisis que ha engendrado ha llevado a muchos a redescubrir la gran belleza del usus antiquior.

Como me lo señalaba un sacerdote, los fieles, que se sienten mal cuando los límites son borrosos, buscan a Dios en su presencia más poderosa entre nosotros, es decir, en la sagrada liturgia. Sienten una atracción hacia el uso antiguo a causa de su poderosa manifestación de la presencia divina entre nosotros.

Gracias. Que Dios os bendiga así como todo cuanto habéis emprendido para salvaguardar y promover la forma más antigua del rito romano, para mayor gloria de Dios y salvación de incontables almas.

Raymond Leo Card. BURKE


[1] Mt 10, 16.

[2] Cf. Mt 10, 17-22.

[3] Jn 4, 24.

[4] Mt 28, 20.

[5] Cf. Once encuestas para la Historia. La Liturgia antigua y el Motu Proprio Summorum Pontificum visto por los católicos de nueves países del mundo. Brasil-Alemania-Francia-España-Gran Bretaña-Italia-Polonia-Suiza, Croissy, Oremus, 2017. Disponible en español, francés, alemán, italiano e inglés.

[6] Cf. Benedictus PP. XVI, Epistula «Ad Episcopos Catholicae Ecclesiae Ritus Romani», 7 Iulii 2007, Acta Apostolicae Sedis 99 (2007) 795-799 [En adelante: Epistula]. Versión española: «Carta del santo padre Benedicto XVI a los obispos que acompaña la carta apostólica “motu proprio data” Summorum Pontificum sobre el uso de la liturgia romana anterior a la reforma de 1970», http://www.vatican.va/content/benedict-xvi/es/letters/2007/documents/hf_ben-xvi_let_20070707_lettera-vescovi.html

[7] Der kleine Tarzisius. Illustriertes Messbuch für Kinder ab 4 Jahren für die außerordentliche Form des römischen Ritus, Kulmbach, Verlagsbuchhandlung Sabat, 2020.

[8] «… unaquaeque Ecclesia particularis concordare debet cum universali Ecclesia non solum quoad fidei doctrinam et signa sacramentalia, sed etiam quoad usus universaliter acceptos ab apostolica et continua traditione, qui servandi sunt non solum ut errores vitentur, verum etiam ad fidei integritatem tradendam, quia Ecclesiae lex orandi eius legi credenda respondet». Benedictus PP. XVI, Litterae Apostolicae «Motu Proprio» Datae Summorum Pontificum, «De usu extraordinario antiquae formae Ritus Romani », 7 Iulii 2007, Acta Apostolicae Sedis 99 (2007) 777 [En adelante: SP]. Versión española:


[9] «Missale Romanum a Paulo VI promulgatum ordinaria expressio ‘Legis orandi’ Ecclesiae catholicae ritus latini est. ... Missale autem Romanum a S. Pio V promulgatum et a B. Ioanne XXIII denuo editum habeatur uti extraordinaria expressio eiusdem ‘Legis orandi’ Ecclesiae et ob venerabilem et antiquum eius usum debito gaudeat honore». SP, 779, Art. 1. Version española:


[10] «… mai giuridicamente abrogato e, di conseguenza, in linea di principio, restò sempre permesso» Epistula, 795. Versión española:


[11] «Subito dopo il Concilio Vaticano II si poteva supporre che la richiesta dell’uso del Messale del 1962 si limitasse alla generazione più anziana che era cresciuta con esso, ma nel frattempo è emerso chiaramente che anche giovani persone scoprono questa forma liturgica, si sentono attirate da essa e vi trovano una forma, particolarmente appropriata per loro, di incontro con il Mistero della Santissima Eucaristia. Così è sorto un bisogno di un regolamento giuridico più chiaro che, al tempo del Motu Proprio del 1988, non era previdibile; queste Norme intendono anche liberare i Vescovi dal dover sempre di nuovo valutare come sia da rispondere alle diverse situazioni». Epistula, 796-797.

[12] «… per le generazioni anteriori era sacro». Epistula, 798.

[13] «Ci fa bene a tutti conservare le ricchezze che sono cresciute nella fede e nella preghiera della Chiesa, e di dar loro il giusto posto». Epistula, 798.

sábado, 21 de noviembre de 2020

STOP A LA LEY CELAÁ, POR LA IMPOSICIÓN OBLIGATORIA DE LA IDEOLOGÍA MARXISTA




COLOCO AQUÍ DOS VÍDEOS DE MAS PLURALES, QUE ES LA ORGANIZACIÓN QUE CONVOCA LAS MANIFESTACIONES DE ESTE DOMINGO, 22 DE NOVIEMBRE 2020, EN TODA ESPAÑA. 

MOTIVO: STOP A LA LLAMADA LEY CELAÁ o LOMLOE PUES ... LOS HIJOS, EN CONTRA DE LO QUE DICE CELAÁ, SÍ SON DE LOS PADRES (Y DE DIOS). LOS PADRES SON LOS PRIMEROS RESPONSABLES, ANTE DIOS, DE LA EDUCACIÓN ... Y, DESDE LUEGO, LOS HIJOS NO SON DEL ESTADO, CUYO OBJETIVO ES ADOCTRINARLES CON IDEAS FALSAS Y PERVERSAS.



Duración 1:35 minutos



Duración 3:10 minutos

MANIFIESTO

La reforma de la Ley Orgánica de Educación (LOMLOE) es fuertemente intervencionista, promueve la restricción de derechos y libertades ciudadanas y atenta contra la pluralidad de nuestro sistema educativo que es clave en una sociedad democrática. Es una reforma que conduce hacia el dominio sistémico del Estado, dotando a las Administraciones con facultades cada vez más amplias en detrimento de las familias como primeras educadoras de sus hijos. La LOMLOE permite distribuir a los alumnos por centros reduciendo significativamente la elección educativa de sus padres, un derecho avalado por la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Se inventa un derecho a la educación pública -cuando el derecho reconocido en la Constitución es el derecho a la educación-; la enfrenta al modelo de educación concertada, ampliamente implantado en Europa, rompiendo la complementariedad de redes recogida en la Constitución; devalúa la enseñanza de la asignatura de Religión en la escuela aplicando un laicismo impropio y pone en duda la supervivencia de los centros de educación especial, entre otros aspectos.

Por todo ello, gran diversidad de entidades y colectivos ciudadanos de docentes, familias, alumnos y titulares de centros pedimos la protección y la continuidad de la pluralidad de nuestro sistema educativo actual, puesto que:

  • La sociedad española es diversa y democrática. Fundamenta su convivencia sobre los valores de la tolerancia y la participación. Por ello, la escuela más adecuada para una sociedad como la nuestra debe ser una escuela también plural, gratuita y universal. Esto sólo es posible si hay una diversidad de escuelas con proyectos educativos y pedagógicos propios y autonomía de los centros para dotarse de ellos y ponerlos en práctica.

  • La enseñanza concertada posibilita un modelo plural, heterogéneo e inclusivo. Deseamos una educación pública plural y de calidad, pero eso no se logra legislando contra la enseñanza concertada y su diversidad de proyectos. La hostilidad que manifiesta la LOMLOE hacia la enseñanza concertada crea un escenario de desigualdad de oportunidades para las familias que desean una enseñanza plural asequible a todos.

  • Defendemos la pacífica y armónica convivencia de las tres redes: pública, privada concertada y privada. No aceptamos que la LOMLOE permita a las autoridades educativas imponer la distribución del alumnado basada en la planificación arbitraria de la Administración por encima de necesidades reales de escolarización manifestadas por las familias.

  • El Estado tiene igualmente la obligación de financiar adecuadamente los centros educativos públicos y concertados para garantizar la gratuidad real de ambos. Y esta financiación, respetando la naturaleza e idiosincrasia de cada red de centros, debe cubrir sus necesidades materiales y sus recursos humanos en igualdad de condiciones, pues ambas redes deben prestar un servicio educativo de igual calidad al alcance de todos.

  • A través del control político de la educación, estamos asistiendo también a una agresión a la libertad de conciencia en favor de la imposición de una ideología laicista impropia de un Estado no confesional. La asignatura de Religión, que se cursa con absoluta normalidad en casi todos los países europeos, es una opción mayoritaria de las familias españolas que la eligen libre y voluntariamente cada año y cuya voluntad debe ser respetada.

  • La intrusión en la LOMLOE de un concepto de inclusión radical conduce a los actuales centros de educación especial a su desaparición a pesar de contar con un alto grado de satisfacción de las familias que escolarizan allí a sus hijos. Pedimos al Gobierno una dotación suficiente de recursos para atender a los alumnos con discapacidad en los centros ordinarios y en los colegios de educación especial.

  • La pluralidad educativa, la libertad de elección de centro y la formación en los valores éticos, filosóficos o religiosos contribuyen a un mejor rendimiento y desarrollo integral de la persona. La identificación de las familias con el proyecto educativo elegido favorece una mayor implicación en la educación de sus hijos, y las evidencias demuestran que una mayor implicación familiar está relacionada con un mejor rendimiento escolar, especialmente de los más desfavorecidos.

  • Mejoras reales para el personal docente y no docente de los centros. La LOMLOE abandona a los profesionales de la concertada y de educación especial al no introducir ni una sola mejora que permita equiparar y mejorar sus condiciones. La nueva ley de educación debe garantizar que se aporte financiación suficiente para mejorar las condiciones laborales, retribuciones y jornada de los docentes, personal de administración y servicios y personal complementario de todos los centros de la red concertada y de educación especial.

    Porque a todos -centros, familias, docentes y alumnos- nos une el mismo objetivo: un sistema educativo más equitativo, de calidad y que contribuya a una sociedad mejor.

NOTICIAS 21 de noviembre de 2020




LA GACETA

Polonia abrirá de nuevo los comercios, pero exige responsabilidad para salvar cientos de miles de trabajos

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Mons. Thomas Daly: «La primera misión de cualquier escuela católica debería ser la salvación de las almas»

Selección por José Martí

El informe McCarrick y la «homoherejía dentro de la Iglesia» (Roberto De Mattei)

 ADELANTE LA FE


El pasado 12 de noviembre la Santa Sede dedicó un amplio y documentado informe al caso McCarrick, cuestión que ha concluido con la reducción al estado seglar del cardenal estadounidense culpable de actos de pedofilia. Entre los numerosos comentarios suscitados, uno de los razonables es el de Ricardo Cascioli en La nuova bussola del pasado día 13: «A la espera de que aparezcan más revelaciones y detalles relativos al ex cardenal arzobispo de Washington Theodore McCarrick –escribe Cascioli–, saltan a la vista dos cuestiones, ambas ligadas a la homosexualidad: la primera es la tolerancia de la práctica homosexual, incluso en el clero; la segunda es la ocultación de la existencia de un lobby gay y de un sistema que favorece trayectoria profesional de eclesiásticos con esa tendencia.

Con respecto a lo primero, aunque el informe presenta a McCarrick como abusador en serie, la gran reacción no se produjo hasta que en 2017 se realizó la primera denuncia por abusos a un menor.

En la práctica se dice que los comportamientos inmorales entre adultos no están bien, pero al fin y al cabo se toleran; en cambio, las alarmas saltan cuando la víctima del abuso es un menor de edad, en cuyo caso se castiga severamente por la vía penal. Como si los numerosísimos sacerdotes que han compartido lecho con McCarrick, y condenados por ello a una vida sacerdotal como mínimo desequilibrada, carecieran de importancia. Como si la devastación moral y de la fe provocada por un obispo abusador –vocaciones perdidas, sacerdotes que repetirán a su vez los abusos, nombramientos episcopales manchados por relaciones morbosas– fueran un problema de menor cuantía. Cierto es que se alzaban con insistencia voces que desaconsejaban la promoción de McCarrick a sedes prestigiosas, pero la alarma no saltó hasta que entre los acusadores apareció un menor de edad.

Es gravísimo que el problema se aborde de esa manera, haciendo caso omiso de que el segundo delito –los abusos contra menores– es hijo del primero.

Por lo que respecta al segundo aspecto, la reconstrucción del asunto McCarrick confirma que por supuesto se trata de un borrón en la historia de la Iglesia, pero con todo es un episodio que gracias a las medidas fijadas sobre todo por el papa Francisco difícilmente podrá volver a suceder. Según el vaticanista Tornielli, es «una dolorosa página de la cual la Iglesia aprende».

Es dudoso, sobre todo porque se ha hecho la vista gorda al hecho de que lo que ha permitido la imparable trayectoria de McCarrick es una trama de poder que se conoce por el nombre de lobby gay, que favorece el nombramiento y la promoción de obispos con unas características determinadas. La lectura del informe publicado ayer da a entender que el caso McCarrick es fruto de la combinación de una serie de factores: la personalidad exuberante (por usar un eufemismo) del personaje, la falta de normas claras, la imprecisión de las acusaciones, los errores de buena fe del Papa, la flaqueza de otros para gobernar… Desde luego, cada uno de estos elementos ha tenido su peso, pero el verdadero problema es que si no existiera una trama de relaciones y complicidades a diversos niveles la trayectoria de algunos habría resultado poco menos que imposible.»

Suscribo las observaciones de Cascioli y me limito a releer lo que escribí en Corrispondenza Romana el 3 de julio de 2013, cuatro meses después de la elección del papa Francisco, cuando él empleó la expresión lobby gay: «La actitud de ciertas autoridades eclesiásticas deja estupefacto. Cuando tienen conocimiento de una situación inmoral en una parroquia, un colegio o un seminario no proceden a averiguar la verdad, despedir al culpable y limpiar la suciedad. Se limitan a expresar su molestia o su desaprobación, por quien ha denunciado el mal, y en el mejor de los casos se limitan a tener en cuenta la manera en que puede afectar a la justicia civil, por temor a verse metidos en un pleito. Callan sobre algo que tiene ante todo importancia moral y canónica. Su lema podría ser tolerancia cero para los pedófilos y tolerancia máxima para los homosexuales. Estos últimos siguen ejerciendo tranquilamente sus cargos de párrocos, obispos y directores de colegio, formando a la homomafia que el papa Francisco califica de lobby gay.

La afirmación del Papa va más allá de la grave denuncia sobre suciedad en la Iglesia que hizo el cardenal Ratzinger el Viernes Santo de 2005 en vísperas de su elección al pontificado. También en ese caso el futuro Benedicto XVI quiso desde luego referirse a la plaga moral que en forma de pedofilia, efebofilia o simple homosexualidad se está propagando por la Iglesia. Pero las declaraciones de Francisco tienen más alcance y enlazan con las de Pablo VI en la homilía del 29 de junio de 1972, cuando afirmó que por alguna grieta había penetrado en el templo de Dios el humo de Satanás. Lo que sucediendo no es ni más ni menos que la consecuencia de aquel humo de Satanás que hoy envuelve y sofoca a la Iglesia. ¿Tomará el papa Francisco cartas en el asunto? Ésta es la dolorosa pregunta de todos los que rezan y combaten por una auténtica reforma doctrinal y moral del Cuerpo Místico de Cristo».

Planteamos esa interrogante en julio de 2013. Han pasado ocho años, y durante el pontificado de Francisco se ha agravado la situación. Ha promovido el lobby gay que entonces parecía reprobar, y las únicas veces que ha intervenido la Santa Sede, como en el caso de McCarrick, han tenido que ver con casos de pedofilia, no de homosexualidad. Habría sido de más utilidad un informe de 450 páginas no sobre el caso McCarrick sino sobre lo que un estudioso polaco de este fenómeno, el padre Dario Oko, ha definido como la homoherejía que ya se ha propagado por la Iglesia.

(Traducido por Bruno de la Inmaculada)

El cardenal Becciu se defiende | 20.11.2020 | P. Santiago Martín FM



Duración 10:52 minutos


viernes, 20 de noviembre de 2020

“Estado policial”: Sacerdotes irlandeses amenazados con la cárcel

 GLORIA TV


La policía de Mullahoran (Irlanda) le dijo al padre Patrick Hughes que él podría ser enjuiciado, porque no hizo retirar a la gente de la Misa dominical.

En Irlanda, las Misas públicas están prohibidas desde octubre, y las contravenciones son castigadas con hasta 2.500 euros y/o seis meses de cárcel. Hughes fue traicionado por un soplón local.

El 18 de noviembre dijo en el sitio web AngloCelt.ie que él sigue celebrando Misa, “porque practicar nuestra religión es nuestro derecho constitucional”.

El sacerdote rechaza todavía despedir a los fieles, pero no quiere ser enjuiciado. En consecuencia, él celebrará Misa en horas diferentes, lo que hace más difícil la participación de las personas.

Su conclusión: “Estamos yendo a un Estado policial”. Hughes no es la única víctima. El domingo pasado la policía apareció en otras parroquias irlandesas, diciendo a los sacerdotes que “aplican todo el rigor de la ley” contra ellos.

jueves, 19 de noviembre de 2020

Arzobispo de Dublín: “Muchos no volverán más” (Carlos Esteban)

 INFOVATICANA


El arzobispo de Dublín, Diarmuid Martin, es consciente de que muchos de los que se vieron forzados a dejar de ir a Misa durante la pandemia nunca volverán cuando las condiciones lo permitan. Es una aceleración en una tendencia de descristianización que esa antaño ‘isla de los santos’ está viviendo de manera especialmente dramática.

Irlanda, hasta hace no tanto ‘reserva espiritual’ de la Europa católica, ha sufrido en pocas décadas un proceso de descristianización espectacular que las restricciones impuestas por la pandemia no ha hecho más que acelerar.

En una homilía pronunciada en la catedral, el arzobispo de la capital, Diarmuid Martin, recordaba que esta debacle no se debe en esta ocasión al martirio o la persecución, circunstancias que la Iglesia en Irlanda ha vivido heroicamente, sino que se trata de un cambio “más bien inspirado por la indiferencia, la incertidumbre y el rechazo voluntario”. No hace mención alguna a la actuación de la propia jerarquía católica.

Señalaba el arzobispo que “no ha sido por imposición que hoy haya en Irlanda más bodas civiles que ceremonias matrimoniales religiosas. El hecho de que, según el último censo, los “no religiosos” sean el segundo grupo de población apenas por detrás de los católicos es fruto de la libre elección”.

Para atajar esta sangría, Martin propone en declaraciones a Morning Ireland RTÉ-Radio 1 construir “una Iglesia madura”. Uno recuerda a lo que se suele llamar “cristiano maduro” y se echa a temblar.

La Iglesia futura de Martin será diferente a la que ha existido hasta hoy, porque “la gente vendrá a través de la conversión, más que por haber nacido dentro de la Iglesia”. En consecuencia, “tenemos que construir la Iglesia de forma diferente. Algunos edificios eclesiásticos, particularmente los más grandes, podrían cerrar”, anunció Martin.

Carlos Esteban

NOTICIAS 19 de noviembre de 2020




GLORIA TV

Esa nota de Ratzinger que McCarrick quería mantener en secreto. Todavía tan actual (Sandro Magister)

Después de 30 años: murió el sacerdote tetrapléjico Luis de Moya

ADELANTE LA FE

Consejos de un padre para sus hijos

INFOCATÓLICA

Roban y destrozan una iglesia en Almería

La ley Celaá, hablan las familias: «Las familias deben movilizarse para mostrar que no están de acuerdo con la ley»

QUE NO TE LA CUENTEN

La pandemia de la acedia. Conversación breve con el P. Horacio Bojorge

EL DIESTRO



Selección por José Martí

TIRANÍA SANITARIA




Asombrosa la clarividencia de Rubén Calderón Bouchet, uno de los grandes maestros del pensamiento católico tradicional del último siglo. Escribía hace casi treinta años, en septiembre de 1991, lo siguiente:

Si limitamos la salud humana al equilibrio inestable de su sistema fisiológico y procuramos resolver todas sus dificultades de acuerdo con los cánones de una medicina integral, convertiríamos el orden social en un código de leyes higiénicas a cuyo control no escaparía ninguna de nuestras acciones, puestas desde ese momento bajo vigilancia médica. No olvidemos, colocados en los límites de esta peligrosa quimera científica, que la medicina abarca algunos aspectos muy reducidos de la vida humana. Poner la complejidad de la existencia en sus manos es reducir el repertorio vital a reacciones mínimas y dar al Estado un poder sobre nosotros mismos que no ha logrado soñar ni la más execrable tiranía. El hombre es mucho más que su cuerpo y si el misterio de su origen y de su destino, escapan al control de las ciencias positivas, no debe creerse que por eso dejan de existir.

Wanderer 

El disidente marxista Leonardo Boff, estrella en la ‘Economía de Francisco’ (Carlos Esteban)



El sacerdote franciscano que colgó los hábitos para casarse después de haber sido amonestado por el cardenal Ratzinger en los ochenta acusado de predicar ideas de corte marxista que demostraban “una profunda incomprensión de la fe católica” será uno de los ponentes estrella de la Conferencia sobre la Economía de Francisco’ que empieza hoy.

De la Economía de la Salvación a la Economía de Francisco. Qué autoridad pueda tener el Vicario de Cristo sobre la Economía es algo que se nos escapa, pero a estas alturas ya estamos acostumbrados a que Su Santidad ponga un especial entusiasmo en proyectos grandiosos de corte marcadamente político que parecen escapar a sus atribuciones y a su misión de custodiar el Depósito de la Fe y gobernar la Iglesia.

La conferencia que se inicia hoy y durará tres días va dirigida, según sus organizadores, a proponer ideas que avancen “una economía más justa, fraternal y sostenible y dé alma a la economía del mañana”. Y para eso cuentan con voces tales como el economista no creyente Jeffrey Sachs, neomaltusiano y ferviente abortista, o el filomarxista reconvertido en apóstol de Gaya-Pachamama, el ex franciscano disciplinado por Ratzinger Leonardo Boff.

En total participarán unos dos mil economistas y emprendedores jóvenes de todo el mundo mediante un encuentro retransmitido en vivo que incluirá, el sábado: 24 horas de intercambios en línea.

Leonardo Boff, solo dos años más joven que el Papa, fue en su día figura señera de la Teología de la Liberación, que aplica al relato evangélico una lectura marxista y reduce el mensaje del Reino a una liberación inmanente de los pueblos oprimidos, el Paraíso en la Tierra mediante la dialéctica materialista.

La Congregación para la Doctrina de la Fe, entonces dirigida por el cardenal Joseph Ratzinger, condenó el movimiento ‘in toto’ y en 1984 impuso el silencio y la obediencia a Boff por un libro que había escrito en el que mostraba, a decir de Ratzinger, “una profunda incomprensión de la fe católica”. Boff respondió en 2001 tachando de “extremadamente fundamentalista” el anterior pontificado y acusando a Ratzinger de “terrorismo religioso”, como recuerda el National Catholic Register. En 2013, llamó a Benedicto “ángel de la muerte de la Iglesia” por su “rigorismo fundamentalista”.

Pero a la llegada de Francisco al solio pontificio todo eso cambió. Francisco, viejo amigo del ex franciscano, levantó todas las censuras a Boff, quien ahora considera que su obra censurada resulta ya de una moderación absoluta a la luz del actual pontificado, en el que la Teología de la Liberación protagonizó en todo menos el nombre el pasado Sínodo de la Amazonia. 

Trocando correspondência o Papa Francisco se lembrou de uma reunião nossa em San Miguel-AR de 23-29/02/1972 e me mandou esta foto.Ele é o 4.a partir da esquerda pic.twitter.com/HgJpxNPiNl

— Leonardo Boff (@LeonardoBoff) August 5, 2019

miércoles, 18 de noviembre de 2020

NOTICIAS VARIAS 18 de noviembre de 2020




ADELANTE LA FE

Las fuerzas secretas que actúan en la historia (De Mattei)

QUE NO TE LA CUENTEN

Los protocolos de los sabios del Covid

La pandemia de la acedia. Conversación breve con el P. Horacio Bojorge

MENTE ALTERNATIVA

DOCUMENTAL: LA ALIANZA MUNDIAL POR LA LIBERTAD

Selección por José Martí

#StopLeyCelaá: las ciudades en las que habrá manifestaciones el domingo 22 de noviembre



Este domingo habrá movilizaciones en muchas ciudades españolas contra el ataque a la libertad de educación que ha lanzado del Gobierno con su Ley Celaá.

PSOE y Podemos llevan su ofensiva contra la democracia también a los centros educativos
PSOE y Podemos mienten sobre la educación diferenciada y se saltan una sentencia del TC

“La reforma de la Ley Orgánica de Educación (LOMLOE) es fuertemente intervencionista, promueve la restricción de derechos y libertades ciudadanas y atenta contra la pluralidad de nuestro sistema educativo que es clave en una sociedad democrática”, denuncian desde la plataforma Más Plurales, Más Libres, Más Iguales, formada por diversas asociaciones de padres y de centros además de sindicatos del ámbito de la educación, y que ha convocado para el 22 de noviembre manifestaciones con vehículos en muchas ciudades de España.

Las convocatorias pueden consultarse en su web: masplurales.es. Indico aquí las que figuran en este momento:

Madrid

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Desde Cibeles a Cuzco.

Albacete

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Salida desde el Estadio Carlos Belmonte.


Almería

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Salida desde el Parqie Comercial La Rambla, y recorrido por Rambla Federico García Lorca descendente, se dobla en Avda. Obispo Orberá hasta Puerta Purchena, Paseo de Almería y se sube otra vez por la rambla Obispo Orberá.


Badajoz

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Salida desde el aparcamiento del Estadio Nuevo Vivero.


Burgos

Martes 24 de noviembre, 18:00h: Calle Vitoria, frente a la Subdelegación del Gobierno.


Cáceres

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Salida desde el Recinto Ferial.


Cádiz

Domingo 22 de noviembre, 12:00h: Salida desde la Glorieta Ingeniero de la Cierva, y recorrido por Avda. Ana de Vuya, Avda. Andalucía, Cuesta de las Calesas, Plaza de Sevilla y Plaza de San Juan de Dios.


Córdoba

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Salida desde la calle Ingeniero Juan de la Cierva, y recorrido por Avda. de Cádiz, Pza. Andalucía, Puente de San Rafael, Avda. del Corregidor, Avda. Conde Vallellano, Paseo de la Victoria, República Argentina, Avda. Conde Vallellano, Avda. de Cádiz y calle Ingeniero Juan de la Cierva.


Ciudad Real

Domingo 22 de noviembre, 11:00h
: Salida desde el Recinto Ferial.

Jaén

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Salida desde el IFEJA y recorrido por Carretera de Granada, Avda. de Granada, Avda. de Madrid, Glorieta Donantes de Sangre, Dr. Eduardo García Triviño, Plaza Jaén por la Paz, Parque de la Concordia y Paseo de la Estación.


La Coruña

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Palacio de Deportes de Riazor.


Cuenca

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Desde el Paseo del Ferrocarril.


Granada

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Salida del Recinto Ferial y recorrido por Avda. Juan Pablo II, Avda. Madrid, Dr. Oloritz, Avda. Constitución, Gran Vía, Reyes Católicos, Recogidas, Rotonda Neptuno, Camino de Ronda y Rotonda Helicóptero (Camino de Ronda).


Guadalajara

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Salida desde el aparcamiento de El Corte Inglés, y recorrido por Paseo del Ocio, Camino Huerta de la Limpia, Glorieta de los Scouts, c/Sigüenza, Paseo Dr. Fernández Iparraguirre, Boixareu Rivera, Pza. Bejanque, calle Zaragoza y Glorieta El Fuerte. Vuelta por los mismos sitios a la inversa hasta El Corte Inglés.


Huelva

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Salida desde el aparcamiento del MediaMarkt y recorrido por todos los centros concertados de la ciudad.


Huesca

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Salida del aparcamiento de Alcampo.


León

Domingo 22 de noviembre, 12:00h: Plaza de la Inmaculada, ante la Subdelegación del Gobierno.


Logroño

Domingo 22 de noviembre, 11:00h
: Punto de encuentro en Parque Rioja, y recorrido por Las Tejeras, La Cava, Portillejo, Avda. Burgos, Marqués de Murrieta, Gran Vía, Vara de Rey, Muro del Carmen, Avda. de la Paz, Avda. de Zaragoza y Río Lomo.

Lugo

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Salida desde FRIGSA por la Ronda Muralla hasta San Fernando.


Málaga

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Salida desde Avenida de la Aurora, frente a las puertas del Edificio de Servicios Múltiples, y recorrido por Puente de la Misericordia, Linaje, Alameda de Colón, Avda. Manuel Agustín Heredia, Paseo de los Curas, Avda. Cánovas del Castillo, Plaza de la Malagueta, Paseo Marítimo Pablo Ruiz Picasso, Idris, Paseo de Sancha, Avda. Príes, Paseo de Reding, Paseo del Parque, Plaza de la Marina, Alameda Principal y Avda. de Andalucía (frente a El Corte Inglés).


Murcia

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Salida desde el Carrefour Zaraiche, Avda. Juan Carlos I.


Orense

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Ruta circular desde Expourense.


Oviedo

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Desde el Carlos Tartiere hasta el Campo de San Francisco.


Palencia

Jueves 26 de noviembre, 18:00h: Plaza de la Inmaculada, ante la Catedral de San Antolín.


Pamplona

Domingo 22 de noviembre, 10:30h: Salida del aparcamiento de la Morea y recorrido por la ciudad hasta el aparcamiento de la UPNA.


Santander

Domingo 22 de noviembre, 11:00h
: Salida desde el Campo de Deportes del Sardinero, por Cuatro Caminos y vuelta al Sardinero.

Sevilla

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Salida desde el Estadio Benito Villamarín, y recorrido por la Avda. de la Palmera, Paseo de las Delicias, Paseo de Cristóbal Colón, Arjona, Torneo, Plaza Cayetana de Alba, Resolana, Parlamento de Andalucía y San Juan de Ribera.


Teruel

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Salida del Palacio de Exposiciones y Congresos.


Toledo

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Salida desde el Recinto Ferial.


Valladolid

Martes 24 de noviembre, 18:00h: Plaza del Milenio, frente a la Delegación del Gobierno.


Vigo

Domingo 22 de noviembre, 12:00h
: Desde Samil por Avenida de Europa, Plaza de España, Marqués de Alcedo, calle Venezuela y vuelta a Samil.

Zaragoza

Domingo 22 de noviembre, 11:00h: Salida desde el aparcamiento Río Ebro.



ELENTIR

Los prelados europeos bendicen (su versión de) el Gran Reinicio (Carlos Esteban)



“Con nuestra fe cristiana en el Cristo Resucitado tenemos la esperanza de que Dios puede convertir todo lo que sucede en algo bueno, incluso aquellas cosas que no comprendemos y que parecerían malas”, reza la carta abierta enviada por los presidentes de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea. Y resucito la frase no solo por contener la única referencia de todo el texto que lo hace reconociblemente cristiano, sino también porque es la más cierta, quizá la única cierta: nuestra esperanza es que Dios convierta en bueno algo que nos cuesta tanto comprender y que nos parece tan malo como la actual jerarquía eclesiástica.

Es un destilado de las preocupaciones de los prelados de hoy, en línea milimétricamente ajustada a la visión geopolítica ahora en boga en el Vaticano y en marcado contraste con lo que han sido hasta ahora los mensajes prioritarios de los pastores católicos, que empeora por la repetición de tópicos que ya eran bastante cuestionables en su primera formulación.

Por ejemplo: “La pandemia que nos ha azotado en estos últimos meses ha sacudido muchas de nuestras seguridades anteriores y ha revelado nuestra vulnerabilidad y nuestra interconexión”. Uno apenas sabe por dónde coger esta frase, que es solo el eco de uno de los mensajes más repetidos de Su Santidad.

Podríamos empezar por decir que lo que de verdad nos ha ‘azotado’ estos últimos meses no ha sido tanto una ‘pandemia’ de naturaleza y dimensiones bastante modestas para lo que ha vivido nuestra historia, como la reacción de los gobiernos, copiándose unos a otros en un perfecto ensayo del anhelado gobierno global medidas que no han hecho más que empeorar la situación, no han logrado sus objetivos sanitarios, han arruinado economías enteras, dejado en la calle a millones de personas y permitido a los gobiernos recortar libertades hasta extremos inconcebibles.

Pero es más esperpéntica la segunda parte de la frase, esa de que una epidemia que ha matado a poco más del 0.0001% de la humanidad ha sacudido “nuestras seguridades anteriores”, como si antes de la llegada del Covid el hombre hubiera sometido la enfermedad y desterrado la muerte. En cuanto a la ‘interconexión’, la referencia parece un cruel sarcasmo cuando uno piensa hasta qué punto es precisamente la ‘interconexión’ lo que acelera las plagas y su negación misma, a nivel personal, es lo que se nos impone, con universal aplauso de nuestros pastores.

¿Y qué preocupa a nuestros prelados de esta peste? ¿Los muertos y enfermos, la dificultad de los fieles para acudir a los sacramentos, las amenazas que ha hecho surgir contra la libertad religiosa, el cierre de iglesias y la interrupción de la Santa Misa? ¡Dios les libre de tener ideas tan ‘clericales’ y ‘rígidas’! No, les preocupaba “que la propia Unión Europea, como proyecto económico, político, social y cultural, estuviera en peligro”. De algún modo que ignoramos y en algún momento que se nos ha pasado por alto, es postura oficial de la Iglesia católica que el proyecto económico, político, social y cultural de la Unión Europea -que incluye ‘valores’ de tan profunda raigambre cristiana como el derecho universal al aborto y el matrimonio homosexual- es un bien positivo y deseable.

Pero no se quieren parar aquí. “No debemos limitarnos a dedicar todos nuestros esfuerzos a volver a la “vieja normalidad”, sino que debemos aprovechar esta crisis para lograr un cambio radical para mejorar. Ello obliga a replantear y reestructurar el actual modelo de globalización”. ¿Les suena? Todo el mundo está hablando de ello, al menos todo el mundo que cuenta. No, los descartados están a otras cosas, pero la gente que cuenta, desde el Foro Económico Mundial a la Comisión Europea, todos hablan del Gran Reinicio (Great Reset). Ahora, con la bendición de Su Santidad.

De hecho, dicen, “el Papa Francisco, con su Encíclica Laudato Si’, ha proporcionado una brújula para conformar una nueva civilización”. La brújula no es demasiado específica, hay que reconocer, y en muchas partes recuerda más bien a recetas que en la reciente historia se han traducido en trágicos fracasos. Pero da igual, si todos nos cogemos de las manos seguro que nos sale una “nueva civilización”, ese paraíso en la tierra que ha sido una permanente tentación para los ideólogos.

Carlos Esteban

A mis veintisiete años, así he descubierto la Misa tradicional. Y volveré a ella. Un artículo del blog de Aldo María Valli



Queridos amigos de Duc in altum, hoy os propongo una carta que he recibido y que en mi opinión merece una gran atención (sobre todo por parte de los sacerdotes). Me la ha mandado una joven de veintisiete años que, con sencillez y frescura, y por ello con profundidad, relata su descubrimiento de la Misa tradicional.

A.M.V.


Traducido por Miguel Toledano para Marchando Religión

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Querido Sr. Valli, mi novio Stefano y yo tenemos veintisiete años y estamos atravesando un período difícil, como creyentes y practicantes, que sin embargo nos alejamos a menudo de la oración y padecemos una cierta confusión sobre nuestro plan de vida y de pareja.

El domingo pasado volvimos a misa después de un periodo de ausencia; fuimos a la parroquia del barrio, pero en lugar de encontrar lo que buscábamos, esto es, alivio y guía espiritual, salimos nerviosos y cansados: la luz del confesionario estuvo apagada todo el tiempo, el sacerdote pronunció un sermón larguísimo y confuso, la monja que dirigía los cantos desentonaba hasta tal punto que resultaba difícil a los presentes evitar la risa, los chicos de confirmación que intervenían en la misa – o sea, tres, de los cuales uno estaba disfrazado de esqueleto por Halloween – ni siquiera sabían leer correctamente el salmo responsorial (tartamudeos, dudas, pérdida del hilo de la frase). En varias ocasiones, el sacerdote interrumpió la lectura del Evangelio de forma expresa y por motivos absurdos: ruidos procedentes del patio de la parroquia debido a la preparación del belén, frente a los que mandó a una catequista que les dijera que interrumpiesen su trabajo; después sonó un móvil (entonces hizo una pausa hasta que cesó de sonar), luego una ambulancia y una moto (otra pausa). En resumen, era imposible concentrarse en la oración: ni solemnidad ni recogimiento. Esto ha sido un caso extremo, pero nos hemos dado cuenta de que cada vez que vamos a misa ocurre algo parecido; en realidad, no vemos seriedad en la celebración, de lo cual tenemos necesidad. Los sermones, además, casi nunca logran proporcionarnos puntos de reflexión; a menudo se trata de mezclas torpes de reproches simplones y cantinelas retóricas sobre que Dios nos ama tal cual somos. Los que tenemos veintitantos llevamos toda la vida oyéndolo – todo vale, no hay problema, haz lo que quieras, escucha tu corazón – basta ver la publicidad de los yogurts en televisión, no hace falta ir a misa; quizás porque esta especie de mantra no vale para mucho; vamos, que al final tenemos siempre una sensación de pérdida y de infelicidad.

Por eso, me propuse hacer algo que ya pensaba desde hace tiempo: participar en una misa de rito tradicional. Confiando encontrar la solemnidad, recogimiento y guía que buscábamos, elegimos una iglesia del centro de Roma donde celebran misa los padres lefebvrianos: mujeres con velo (blanco para las solteras, negro para las casadas), hombres con chaqueta y corbata, sacerdotes y monaguillos vestidos como en algunos cuadros del siglo diecinueve, rito y cantos en latín. Cuando salimos de la iglesia, Stefano no me ocultó su desaprobación, incluso casi su enfado: «O sea,» empezó a decir sacudiendo la cabeza y agitando las manos «todo en latín, no se entiende nada, cero participación, además todo el rato de rodillas sin siquiera saber por qué, todo cantado, casi dos horas, homilía sin sentido, así no hay nada que hacer, es la primera y última vez…». 

Mientras hablaba, yo permanecí en silencio, porque, al contrario que él, yo estaba contenta. Había habido momentos en los que, aun sin comprender las palabras y sin saber responder en latín (no teníamos misal), inexplicablemente me conmovía: las señoras que estaban delante se arrodillaban y yo les seguía, con lo que podía intuir los momentos en los que debía rezar con mayor devoción; los cantos salmodiados, incluso no comprendiendo su significado, se elevaban hacia el cielo con tal elegancia que yo estaba segura de que mis oraciones subían con ellos. Encontré la debida concentración para rezar; es verdad que no siempre, porque algunos momentos eran tediosos, a menudo teníamos que estar de rodillas y a mí, sin reclinatorio, me dolía un poco, pero valió la pena. El sermón, además, que el sacerdote pronunció en italiano, me llegó; en el sentido como si fuese un bofetón, pero al mismo tiempo me proporcionó un gran alivio; ¿por qué? Me pregunté. Porque el sacerdote dijo: recuerda los novísimos; o sea: recuerda que cuando mueras, serás juzgado y no es verdad que todo lo que tú hagas está bien, al contrario. Si no vives rectamente, ejercitando las cuatro virtudes cardinales, entonces Dios no te reconocerá. No temas la muerte, la muerte es normal, puede venir de repente, en cualquier momento; no vivas como si nunca hubieses de morir. Sino que debes vivir con rectitud, de forma que Dios te pueda acoger cuando llegue el momento.

¡Qué alivio! Qué alivio poder escuchar: así es como debes obrar; está en tus manos y el camino es claro. Por el contrario, qué horrible es el vacío en el que se nos deja vagar a menudo, en el que pretendemos la ilusión de poder hacer o tener cualquier cosa, y luego resulta que es un espejismo malvado que según te acercas a él se va alejando siempre de ti, y la muerte es un agujero negro del que no se puede hablar, más allá de como un abismo en el que «todo es posible».

En el colegio, mis profesores favoritos eran los más severos. Les tenia miedo, pero me gustaban, porque a la larga comprendía que ellos eran los que verdaderamente se preocupaban por los alumnos. Los más buenos también eran más indiferentes y si me ponían una buena nota no obtenía de ello mucha satisfacción. Por eso creo necesitar una Iglesia severa, que me señala con el dedo por mis errores a fin de que pueda corregirlos. No soy ni tan buena ni tan fuerte como para lograrlo yo sola y admitirlo es para mí una gran liberación.

Lo siento que Stefano no piense como yo, pero tengo confianza. Yo volveré y rezaré más, haciéndolo con el máximo recogimiento. Estoy segura de que dará fruto.

Giovanna

Roma

IVÁN ESPINOSA A FAVOR DE LOS DISCAPACITADOS Y EN CONTRA DE LA LEY CELAÁ

 LA8ZARAGOZA

Duración 4:04 minutos

NO TE VAS A CREER LO QUE DICE ESTE COMUNICADO PODEMONGUER

 EL TEATRO DE WILL

Duración 10:48 minutos



El Cardenal George Pell y sus puntos de vista sobre el infierno



El cardenal George Pell dijo el 15 de noviembre en el sitio web FirstThings.com que él acostumbraba luchar para reconciliar el amor de Dios con el castigo eterno.

Durante décadas creyó que casi todo el mundo se salvaría, que muy pocos irían al infierno y que muchos necesitarían purificarse en el purgatorio, aunque sabía que los Doctores de la Iglesia enseñaban que la mayoría de la raza humana está condenada.

El cardenal era muy consciente de la advertencia de Cristo en Lc 13, 24: “Esfuércense para entrar por la puerta estrecha, porque les digo que muchos querrán entrar y no podrán”.

Él “cambió” sus puntos de vista cuando un obispo estadounidense le dijo que la crucifixión de Cristo y la actividad sacerdotal serían inútiles si no hubiera castigo eterno.

Ahora, Pell dice que él era un “sentimentalista cómodo” que desconocía el terrible sufrimiento causado por el pecado y subestimaba “la terquedad de la voluntad humana”.

Él cree que no tomar en serio el hecho que Cristo juzgará a todos en el último día está “en el corazón de la crisis de la fe y de la moral”.