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miércoles, 19 de septiembre de 2018

Consejos vendo, que para mí no tengo (José Martí) (4) Misión de los sacerdotes y de la Jerarquía: anunciar a Jesucristo. Sólo en Él es posible el reconocimiento de la dignidad de las personas


Es preciso orar en todo momento y no desfallecer (Lc 18, 1)


UNO (1) : Importancia de la razón

http://www.blogcatolico.com/2018/09/consejos- vendo-que-para-mi-no-tengo.html

DOS (2) El discernimiento como amor a la verdad

http://www.blogcatolico.com/2018/09/consejos- vendo-que-para-mi-no-tengo_13.html

TRES (3)El Nuevo Orden Mundial y el verdadero Progreso

http://www.blogcatolico.com/2018/09/consejos- vendo-que-para-mi-no-tengo_16.html

CUATRO (4) Misión de los sacerdotes y de la Jerarquía: anunciar a Jesucristo. Sólo en Él es posible el reconocimiento de la dignidad de las personas

http://www.blogcatolico.com/2018/09/consejos- vendo-que-para-mi-no-tengo_19.html

CINCO (5) Católicos perseguidos y «católicos» bien considerados

http://www.blogcatolico.com/2018/09/consejos- vendo-que-para-mi-no-tengo_27.html

SEIS (6) Naturaleza y gracia

http://www.blogcatolico.com/2018/10/consejos- vendo-que-para-mi-no-tengo.html

SIETE (7)Unidad de la Iglesia : ¿Acaso hay dos magisterios?

http://www.blogcatolico.com/2018/10/consejos- vendo-que-para-mi-no-tengo_18.html

OCHO (8) Incoherencias a la hora de insultar a otros.

http://www.blogcatolico.com/2018/11/consejos- vendo-que-para-mi-no-tengo-8_6.html

NUEVE (9)Del dicho al hecho: Concilio Vaticano II

http://www.blogcatolico.com/2018/11/consejos- vendo-que-para-mi-no-tengo-9.html

DIEZ (10) (José Martí) Anomalías en la Iglesia

http://www.blogcatolico.com/2018/11/consejos- vendo-que-para-mi-no-tengo-10_16.html

ONCE (11) "Podéis criticarme. No es pecado" -dice Francisco- ... Muy bien: pues atreveos a criticarlo ... y veréis lo que ocurre.

http://www.blogcatolico.com/2018/12/consejos- vendo-que-para-mi-no-tengo-11.html

DOCE (12) - Un alto en el camino para reflexionar

http://www.blogcatolico.com/2018/12/consejos- vendo-que-para-mi-no-tengo-12.html 


En las tres entradas anteriores me he referido, básicamente, a la importancia esencial de la verdad en la vida cristiana, una verdad que debe de ser conocida y amada y, en cierto modo, vivida. 

Evidentemente esto, que es cierto para todo católico, lo es, con mayor razón, para aquellos miembros de la Iglesia que han consagrado toda su vida, en cuerpo y alma, al servicio de Dios, manifestado en Jesucristo; aquellos que se han creído y han hecho realidad en su vida las palabras de Jesús: «Si alguno quiere venir en pos de Mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Pues quien quiera salvar su vida, la perderá; mas quien pierda su vida por Mí, la encontrará» (Mt 16, 24-25); es decir, para los apóstoles y sus sucesores, que son los sacerdotes, los obispos y los Papas

Así dijo Jesús a san Pedro: «Simón, Simón, mira que Satanás os busca para cribaros como el trigo. Pero Yo he rogado por tí, para que no desfallezca tu fe. Y tú, cuando te hayas convertido, confirma a tus hermanos» (Lc 22, 31-32). 

Ésa -y no otra- es la misión del Papa: no los problemas sobre el cambio climático o el tema de las inmigraciones o el ecumenismo, sino el de confirmar a sus hermanos en la fe: Una misión, pues, de naturaleza sobrenatural y no puramente «humana», dado que el cristiano no es de este mundo. Aquí somos peregrinos y nuestra verdadera Patria es el cielo, que Dios ha prometido a los que lo aman y se dejan amar por Él. 

Evidentemente, el que ama a Dios, si lo ama de veras, amará todo aquello que Dios ama, es decir, todo cuanto ha sido creado por Él. Y, de un modo particular y especial, amará al rey de la creación, es decir, al ser humano, creado a imagen y semejanza de Dios: «Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y mujer los creó» (Gen 1, 27). 

Lo que lleva a un cristiano a amar a los demás es el amor de Dios, el amor a Jesús, Dios hecho hombre: «En verdad os digo: cuanto hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a Mí me lo hicisteis» (Mt 25, 40).

Esta idea la vemos también en San Pablo: Cuando iba de camino a Damasco, «respirando amenazas y muerte contra los discípulos del Señor» (Hech 9, 1) para conducir atados, a Jerusalén, a todos los seguidores de Jesús que encontrase (todo ello con autorización del Sumo Sacerdote), cerca ya de Damasco «de repente una luz del cielo lo envolvió de resplandor. Y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?» Él respondió: «¿Quién eres, Señor?» y Él: «Yo soy Jesús, a quien tú persigues». Pero levántate, entra en la ciudad y se te dirá lo que has de hacer» (Hech 9, 3-6). 

La persecución a los discípulos de Jesús y la persecución a Jesús son lo mismo: tal es la unión que existe entre Jesús y sus discípulos, consecuencia del amor que les tiene. Podemos verlo, por ejemplo, en las palabras que le dirige a su Padre en la noche de la última cena, en la llamada oración sacerdotal, hablándole de sus discípulos

«Padre, que todos sean uno. Como Tú en Mí y Yo en Tí. Que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que Tú me has enviado» (Jn 17, 21). Y también: «Padre, quiero que los que me diste estén también conmigo, donde Yo estoy, para que contemplen mi Gloria, la que Tú me has dado, puesto que me amaste antes de la creación del mundo. Padre justo, el mundo no te conoció; pero Yo te conocí; y ellos han conocido que Tú me enviaste. Y les he manifestado tu Nombre, y se lo manifestaré, para que el Amor con el que Tú me amaste esté en ellos, y Yo en ellos» (Jn 17, 24-26)

¿Cabe un amor mayor? El amor de Jesús hacia nosotros, hacia cada uno, es total y radical; y nos ama de una manera exclusiva y única, un amor que le llevó hasta el extremo de dar su Vida por nosotros, para que así pudiéramos salvarnos. La única condición para que esta salvación sea una realidad en nuestra vida es que respondamos con amor al Amor que Él nos tiene ... porque si no hay reciprocidad entre los que dicen que se aman, no puede hablarse, entonces, de verdadero amor entre ellos. 

Dios quiere que le amemos con el mismo Amor con el que Él nos ama, a cada uno; pero como por nuestras solas fuerzas no podemos, por eso nos ha dado su Espíritu, que es el que lo hace posible, si le dejamos actuar en nosotros. Esta idea, que se corresponde con la realidad, es sumamente importante ... porque «si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, ése no es de Cristo» (Rom 8,9). Por eso, «este Espíritu ayuda nuestra debilidad; pues no sabiendo pedir lo que conviene,  el mismo Espíritu intercede por nosotros con gemidos inefables» (Rom 8, 26)

Es precisamente el hecho de que Dios ame a las personas -y por ello las ha creado libres- lo que confiere a éstas su dignidad y las hace merecedoras de ser amadas. Por eso, los cristianos, en la misma medida en la que actuamos como tales, amamos de verdad y de corazón a todas las personas, pues son imagen de Dios, a quien amamos.

Así se explica que los primeros discípulos y sus sucesores, quisieran llevar el Mensaje de Jesús a todas las gentes, como así lo hicieron, pues ése era el mandato que habían recibido de su Maestro«Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura. Quien crea y sea bautizado, se salvará; pero quien no crea, se condenará» (Mc 16, 15-16). Y el hecho de que estos hombres creyeran en Jesús y se fiaran de Él fue la causa de la expansión del Cristianismo. Fueron generosos y Dios no se dejó ganar en generosidad.

Por eso, porque se trata de una obra de Dios, la Iglesia, Cuerpo Místico de Cristo, pese a todas las dificultades que ha tenido, como bien sabemos, se ha mantenido fiel en la transmisión del Mensaje recibido, sin escamotear y sin añadir ni quitar nada a la Palabra de Dios, contenida en las Escrituras y en la Tradición e interpretada correctamente, conforme a verdad, debido a la asistencia del Espíritu Santo, es decir, del Espíritu de Jesucristo, y enseñada a los fieles en razón de su Magisterio Solemne. 

Esto ha sido así durante dos mil años ... y seguirá siéndolo, pues aunque muchos apostaten de su fe y renieguen de Jesucristo, la Iglesia no desaparecerá, manteniéndose íntegramente en ese «resto de Israel» al que alude la Biblia, en aquellos que no inclinaron su cerviz ante Baal y ante los Poderes del mundo.

El mundo post-cristiano, que se ha vuelto de espaldas a Dios y que no lo conoce, en realidad, está retrocediendo en el conocimiento del hombre. No acaban de darse cuenta -por ignorancia o por mala voluntad-  de que no es el hombre sino Dios, el centro de todo, Aquel en quien tienen consistencia todas las cosas. Y es por eso que una «antropología» que prescinda de Dios en sus investigaciones está condenada, de antemano, al más rotundo fracaso ... dado que es sólo en Jesucristo donde el hombre puede conocerse, de verdad, a sí mismo, así como el sentido de toda su existencia.

Cualquier intento de conocer al ser humano, cuando se prescinde de Jesucristo, acaba siempre en desesperación. Esto lo saben muy bien -y lo han comprobado en sí mismos- los existencialistas. Podemos citar a Sartre, como el más representativo. Y según Sartre «la vida es una pasión inútil». Una afirmación que -dicha por él- tiene su lógica: Sartre era ateo y para él todo acababa aquí, en esta tierra, con la muerte. No hay un más allá.

Claro está, si se vive con esa «creencia» entonces no tenemos que responder ante nadie de nuestros actos. La vida no tiene una finalidad concreta para quienes no creen y aparece la falta de sentido y la náusea en todo cuanto se hace. Esto decía Fedor Dostoievsky, que era un gran conocedor de la naturaleza humana:  «Si Dios no existe, todo está permitido» Y es cierto. Así ha ocurrido a la largo de la historia, en las civilizaciones que se han olvidado de Dios o lo han rechazado abiertamente. Han ido a la deriva. 

Sólo en una matriz cristiana tiene sentido el esfuerzo, el estudio, el sacrificio, el amor a los demás, la fidelidad en el matrimonio, etc. Sólo ahí se puede encontrar el verdadero progreso, tanto a nivel personal como a nivel social. Si Dios no cuenta, entonces se puede aplicar aquella máxima que viene en la Sagrada Biblia: «Comamos y bebamos que mañana moriremos» (Is 22, 13; 1 Cor 15, 32). Si después de esta vida no hay nada, sólo el vacío, la misma vida está ya vacía, al carecer de una finalidad que le dé sentido. 

Por otra parte, es un hecho que hoy podemos acceder a la mayoría de los textos clásicos gracias a la Iglesia católica, que los preservó durante la época de las invasiones bárbarasLa copia de los textos antiguos, como sabemos, fue uno de los objetivos de los monjes, quienes enseñaron también metalúrgica, fueron pioneros en tecnología, inventaron el champán, preservaron la educación, etc. (Thomas E. Woods).

El origen de las Universidades se encuentra igualmente en la Iglesia Católica. ¿Qué decir, por ejemplo, de la belleza de las grandes catedrales?. No deja de ser curioso que todos estos adelantos experimentaron un verdadero auge y desarrollo en la llamada «época oscura», haciendo referencia, con ello, de modo infame, a la Edad Media; cuando tuvo lugar un gran auge en los conocimientos y en la cultura, especialmente en los siglos XII y XIII. Vemos aquí, claramente, cómo una sociedad impregnada del catolicismo y de la fe en Dios, consigue grandes progresos, también en lo humano. La belleza es uno de los cánones que triunfaron en aquella época, tomando como referencia a Dios, la Suma Belleza. Para una mayor información, puede servir de gran ayuda el libro de Thomas E. Woods, titulado «Cómo la Iglesia construyó la civilización occidental» (puede bajarse aquí, en formato pdf).

Y podemos seguir: Ha sido una conquista de la Iglesia el reconocimiento de la dignidad de la persona humana, en general, y de la mujer, en particular. ¿De dónde proviene la dignidad que se le atribuye al ser humano? ¿Por qué es tan valioso? El mundo no tiene respuestas. Sin embargo, la razón es muy sencilla ... y es que ha sido creado a imagen y semejanza de Dios. 

Ésta es la razón de fondo por la que a medida que el mundo se va alejando de Dios, va disminuyendo la dignidad de las personas humanas, las cuales van siendo reducidas -de nuevo, como en los tiempos de la Prehistoria- a medios u objetos usados para conseguir bienes materiales: dinero, placer,  poder, fama, etc... Las persona pierden su dignidad y dejan de ser un fin, por sí mismas, para convertirse en un simple medio para otras cosas. Una vez perdido de vista el Amor, que es Dios, a quien claramente se ha rechazado, el mundo se dirige, de modo inevitable, hacia su autodestrucción, en todos los niveles. 

Una señal inconfundible de que esto es así la tenemos en el aumento de regímenes totalitarios, de ideología marxista la mayoría, y ateos todos ellos

Si Dios se elimina del horizonte de la vida, la persona humana va siendo cada vez más denigrada y más esclava: queda indefensa ante la maldad y la corrupción; y acaba considerándose libre, cuando «piensa» conforme a lo establecido e impuesto por el Estado, el cual se convierte en una especie de «monstruo» con afán de dominio y de Poder ... y todo «por no haberse abierto al amor de la verdad que los salvaría» (2 Tes 2, 10)

José Martí (continuará)

martes, 18 de septiembre de 2018

Papa y abusos: aquí es donde están los falsificadores de la palabra (Marco Tosatti)



Hay un hecho, muy simple, al que se debe dar una respuesta, de la que depende la credibilidad del Papa: ¿el 26 de junio de 2013 monseñor Viganò informó realmente al Papa del caso McCarrick? Tienen derecho a saber millones de católicos. Pero por el contrario, la habitual banda de falsificadores de las palabras, apenas alguien se hace esta pregunta, buscan desacreditar al que plantea las cuestiones, dándoles segundos, terceros y cuartos fines innobles.

“El papa Francisco se reunirá en el Vaticano con todos los presidentes de las Conferencias Episcopales, desde el 21 al 24 de febrero próximo, ‘para hablar de la prevención de los abusos contra los menores y los adultos vulnerables’”. De este modo, Vatican News, que informa las palabras de la vicedirectora de la sala de prensa vaticana, Paloma García Ovejero, en la sesión informativa llevada cabo al término de la reunión del C9, el Consejo de Cardenales para la reforma de la Curia romana.

Luego leemos un editorial de Avvenire, en el que Stefania Falasca recomendó, “para no permanecer desorientados por los falsificadores de la palabra que asedian la actual estación eclesial”, que es saludable “seguir el magisterio ordinario del sucesor de Pedro. El Papa no es un personaje. En su predicación ordinaria no habla de sí mismo”.

Falasca afirma que “se multiplican los síntomas de un mal que parecen propagarse como una crisis de neurastenia colectiva, donde todo se convierte en materia de denigración y recibe una interpretación de izquierda, que llega incluso a considerar normal y lícito pedir la renuncia del Papa como si fuese el jefe de una empresa o de un partido”.

Falsificadores de la palabra. Aquí, mientras leíamos esta frase, pensábamos en McCarrick, en Tegucigalpa, en Boston y su seminario, y en muchos otros casos en Alemania, Chile, Estados Unidos e incluso en Italia, aunque por ahora, para nosotros, las denuncias son sólo tenues, anónimas. Una crisis que, como ha sido afirmada por varias partes, se refiere a la “homosexualidad generalizada” del clero y de los obispos; Pero de eso la institución no habla. No lo menciona el comunicado para la reunión de febrero (¡febrero! Estamos en septiembre...) de las conferencias episcopales, ni siquiera el Papa la ha mencionado en carta a los obispos chilenos, y en las otras intervenciones, no hablan de ello las fuentes oficiales. ¿Por qué? ¿Qué es lo que no se quiere decir? ¿Somos malos si pensamos que hay “falsificadores de la palabra” por omisión, intencional? ¿Para cubrir a quién y qué?

Falasca tiene razón, que aconseja seguir el magisterio ordinario. Pero por desgracia, el Pontífice es también una persona, que como cualquiera, tiene mayor o menor credibilidad, dependiendo de la correspondencia entre lo que dice y lo que hace. Y es por eso que es tan importante, para mí, y para millones de otras personas, saber si realmente monseñor Viganò le dijo al pontífice el 26 de junio de 2013 quien era y lo que había hecho y hacía Thedore McCarrick. Porque si es verdad que el papa Bergoglio no sólo no hizo nada, sino que lo rehabilitó, y ha seguido sus consejos para las promociones y nombramientos en Estados Unidos, premiando a amigos y alumnos de McCarrick, su credibilidad, cuando en febrero presida esta enésima conferencia vaticana, no será igual a la de la que podría gozar si Viganò hubiese mentido o se hubiera equivocado.

Es por eso que se entra por defecto en la banda de los falsificadores de palabras, cuando en vez de tratar de averiguar si esto -un hecho, no una opinión- es verdad o no, se llena de palabras con complots y ataques al Papa y todo lo demás. En las democracias, donde la palabra es libre, se puede pedir cuentas a la autoridad de la realidad o no de un acontecimiento. En los regímenes, no. Y un pedido de transparencia y verdad es inmediatamente etiquetado como un asalto a la figura guía carismática, al “pequeño padre”, al “gran timonel”, y así sucesivamente. Y los falsificadores de palabras que reaccionan inmediatamente buscan desacreditar a los que plantean las cuestiones, atribuyéndoles normalmente segundos, terceros y cuartos fines innobles. También hemos visto esto.

Porque al permitir que se pierda la renuncia es la credibilidad personal y humana del pontífice la que está en juego. Y eso representa un drama para muchos católicos, y quizás también para algunos no-católicos. Por esta razón los falsificadores de la palabra evitan, en sus largas disertaciones y análisis, tocar este punto. A lo cual el silencio, de todas maneras adornado y adornado, no constituye una respuesta. Un mono vestido de seda sigue siendo un mono. De manera vaga, el C9 eclipsa la posibilidad de que la Santa Sede formule “las aclaraciones eventuales y necesarias […] frente a todo lo que ha sucedido en las últimas semanas”.

Mientras tanto, también entre los detractores más encendidos del arzobispo Viganò se admite ahora que “es evidente que el ex nuncio en Estados Unidos ha citado fechas y documentos que están en su posesión (o han pasado bajo sus ojos), sobre los cuales no hay motivo para dudar”. Una admisión importante. ¿Y si ni siquiera estuvo equivocado en la audiencia el 26 de junio de 2013 con el papa Bergoglio? Las “aclaraciones” son centrales también y, tal vez, sobre todo en esta ocasión.

Publicado originalmente en italiano en: in www.lanuovabq.it/it/papa-e-abusi-ec…

Traducción al español por: José Arturo Quarracino

Marco Tosatti

Europa está colapsando, defensores de Viganò, la sharia en Suecia, el sínodo macarra, un poco se sensatez (Specola).


Es más que evidente que la sociedad llamada occidental muy especialmente la Europea está colapsando. El bajísimo nivel de sus dirigentes está facilitando a ideologización de ámbitos sociales que están perdiendo su prestigio y su autonomía. Las noticias de hoy nos indican que la Iglesia Católica no es ajena a este proceso que le está afectando de lleno. El acceso a los más altos niveles de gobierno de personas indignas en su vida personal y absolutamente inadecuadas está destruyendo el sustrato social que en otro tiempo la hacía fuerte. La ausencia de vocaciones hará que en muy poco tiempo la iglesia desaparezcan en grandes ámbitos. Son muchos los fieles que se han alejado y continúan haciéndolo reduciendo las en otro tiempo florecientes parroquias e instituciones católicas a un erial.

Dentro de esta crisis sin precedentes siempre se ha mantenido un núcleo de intelectuales que quedaban como el resto de Israel y eran la esperanza de una renovación seria de tantas cosas. Hasta esto esta cayendo. Hoy tenemos algunas entrevistas muy interesantes que denotan que lo que pueda suceder en lo que quede de pontificado de Papa Francisco ya no interesa en absoluto y que ya se lanzan la mirada al cercano futuro. George Weigel nos ofrece una interesante reflexión sobre los hechos actuales. Todos esperamos las clarificaciones que no llegan, no creemos que lleguen nunca, del contenido del testimonio Viganò. Weigel se muestra muy del lado del ex nuncio y añade muchos matices sobre el estado actual de la iglesia. Steve Bannon está detrás de la academia que intenta formar los que los críticos definen como populistas conservadores. Lo cierto es que algo se está moviendo y no es precisamente en la dirección que le gusta al Papa Francisco.

Tenemos nueva constitución sobre la comunión episcopal. Cuando suenan voces de cisma tenemos que ser conscientes que la unidad en la iglesia solo se puede producir entorno a una persona que es Jesucristo. El intentar cerrar filas de otras maneras no da resultados ni los ha dado nunca. La sensación es que ante un episcopado desacreditado y de muy evidente bajo nivel se quieren diluir responsabilidades en un organismo. Al final son las personas valiosas las que cambian la historia y en la iglesia estos tienen un nombre y son los santos. Todo lo demás es hojarasca que el viento de la historia hace desaparecer con una crueldad absoluta.
Suecia es el primer país Europeo donde la sharia está siendo aplicada sin que las autoridades puedan hacer nada para impedirlo. Los curas australianos quieren casarse y piensan que con eso se arreglarán todos los problemas. Más mujeres profesoras en los seminarios para solucionar la pedofilia y la homosexualidad. La capilla Sixtina y las fiestas sacrílegas del Metropolitan. Un obispo católico inaugura una obra masónica con el argumento que no hay que ser excluyentes. La muerte de Juan Pablo I y los jesuitas. Condena a diez años de retiro en un monasterio en España a un sacerdote por abusos a menores y seminaristas. El próximo sínodo que ya se presenta como la floración del ‘macarrismo’ en estado puro. Los caballeros de Colón intentan olvidar sus antiguas devociones. El cardenal Zen que teme un cisma pero este por otros motivos.

Por salud mental nos permitimos citar al Santo Cura de Ars como un bálsamo que nos anime ante tanta locura irracional y absurda. Puede que no sea de rabiosa actualidad, o quizás sí:

“Un buen pastor, un pastor según el Corazón de Dios, es el tesoro más grande que el buen Dios puede conceder a una parroquia, y uno de los dones más preciosos de la misericordia divina”.

“Si desapareciese el sacramento del Orden, no tendríamos al Señor. ¿Quién lo ha puesto en el sagrario? El sacerdote. ¿Quién ha recibido vuestra alma apenas nacidos? El sacerdote. ¿Quién la nutre para que pueda terminar su peregrinación? El sacerdote. ¿Quién la preparará para comparecer ante Dios, lavándola por última vez en la sangre de Jesucristo? El sacerdote, siempre el sacerdote. Y si esta alma llegase a morir [a causa del pecado], ¿quién la resucitará y le dará el descanso y la paz? También el sacerdote…¡Después de Dios, el sacerdote lo es todo!… Él mismo sólo lo entenderá en el cielo”.

“Si comprendiéramos bien lo que representa un sacerdote sobre la tierra, moriríamos: no de pavor, sino de amor… Sin el sacerdote, la muerte y la pasión de Nuestro Señor no servirían de nada. El sacerdote continúa la obra de la redención sobre la tierra… ¿De qué nos serviría una casa llena de oro si no hubiera nadie que nos abriera la puerta? El sacerdote tiene la llave de los tesoros del cielo: él es quien abre la puerta; es el administrador del buen Dios; el administrador de sus bienes… Dejad una parroquia veinte años sin sacerdote y adorarán a las bestias… El sacerdote no es sacerdote para sí mismo, sino para vosotros”.

Era un cura de pueblo y no muy espabilado pero sus palabras siguen teniendo una enorme actualidad. Creemos que no somos del todo conscientes que es esto lo que quieren que desaparezca de la Iglesia. Por cierto, lo de adorar a las bestias ya está llegando.

“Ambicionad los carismas mejores”.

Buena lectura.
Specola

ENLACES

Il dono della sessualità, l’impegno politico, la vicinanza ai poveri. Papa Francesco a tutto tondo con i giovani francesi (di F. Gnagni)

I Cavalieri di Colombo e i rapporti con McCarrick

L’AGENDA PER LA CHIESA: NORMALITÀ DI ADULTERIO, OMOSESSUALITÀ, SESSO LIBERO E NOZZE GAY.

Accordo Vaticano-Pechino? Per Zen si rischia lo scisma

Il vescovo cattolico in Italia benedice le opere della Massoneria

Populisti in abito talare: Bannon si infiltra nella Chiesa cattolica

Nel mondo non del mondo. La fede nell’epoca post cristiana

I preti australiani chiedono il matrimonio

Cardinale propone donne insegnanti nei seminari per contrastare la pedofilia

Vaticano, Bannon dietro il progetto dell’accademia teocon con i cardinali Martino e Burke

Se Steve Bannon diventa il “professore” degli anti Bergoglio

” HO LA PROVA DELL’ONESTÀ DI VIGANÒ “

Bergoglio, Ratzinger e Wojtyla, i tre papi antimafia

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Choc in Spagna, Vaticano espelle per 10 anni sacerdote colpevole di violenze sessuali su minori e seminaristi

Seis razones para temer el Sínodo de la Juventud (Carlos Esteban)



Entre el 3 y el 28 de octubre se celebrará en Roma un Sínodo de la Juventud con el título ‘Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional’, pero hay buenas razones para temer que el fin último de esta reunión no sea ni la fe ni el discernimiento vocaciones, y solo marginalmente los jóvenes. Estas son las razones de mi recelo.

Es mal asunto que el anuncio de un sínodo de la Iglesia Católica, en lugar de ser motivo de gozosa expectación, se convierta en causa de temor en un fiel, pero el discernimiento, considerados los datos objetivos de que disponemos, lleva en este caso a una desconfianza que no creemos racionalmente infundada. La nueva constitución apostólica publicada hoy sobre la estructura de los sínodos, Episcopalis Communio, no hace más acentuar nuestros temores.

En definitiva, lo que tememos es que se use el sínodo para cambiar la doctrina de la Iglesia en torno a temas tan cruciales como la consideración moral sobre la sexualidad humana: licitud de la contracepción, revisión de la concepción antropológica de la homosexualidad y relajación de la indisolubilidad del matrimonio, o al menos que se introduzca la ya habitual dosis de confusión sobre todo ello.

El primer motivo de aprensión es el de los precedentes, en concreto, los dos Sínodos sobre la Familia de 2014 y 2015. Tenemos ya sobrados testimonios y pruebas de que ambos fueron planificados hasta el último detalle para llegar a conclusiones prefijadas, quedando los obispos como ‘figurantes’ y excusas para que la decisión unilateral pareceria colegiada.

Todo apuntaba a un mismo fin, el mismo ‘permiso pastoral’ a los divorciados vueltos a casar y que viven ‘more uxorio’ para recibir la comunión, tal como han entendido la mayor parte de las conferencias episcopales a partir de la exhortación papal Amoris Laetitia: el encargo al cardenal alemán Walter Kasper para que dictara el esquema principal ya en febrero de 2014, la exclusión del Pontificio Instituto Juan Pablo II de la primera sesión -reincorporado en la segunda tras numerosas protestas-, el nombramiento en la secretaría de ‘intérpretes autorizados’ de las conclusiones a gente como el padre Spadaro, director de Civiltà Cattolica, o Forte, las notas publicadas a cargo del Padre Lombardi, la prohibición a los padres sinodales de hacer declaraciones…

Los tejemanejes se hicieron, en fin, tan descarados y conocidos por todos que la intención original del Papa quedó, al menos en parte, frustrada, y el documento final fue una versión tan aguada y de compromiso que no contentó a ninguna de las partes.

En el caso del Sínodo de la Juventud contamos, por lo demás, con antecedentes aún más próximos en el presínodo y en el Instrumentum Laboris, el documento que delinea los asuntos que se van a tratar en la reunión.

La novedad del presínodo consistía en un reunión de trabajo en la que estuvieran representados los supuestos destinatarios principales de todo el asunto, los jóvenes. Pero el elenco, que pretendía ser representativo de la juventud católica comprometida con su fe, fue cualquier cosa menos eso. Los jóvenes eran seleccionados por las conferencias episcopales que, naturalmente, enviaban la muestra que más podía estar en línea con lo que intuían que deseaba el Papa, algo difícil de ignorar escuchando sus propias palabras.

Se intentó también, en un despliegue de apertura, reuniones online de acceso cuasi libre, y precisamente muchos de los que participaron en ellas fueron los primeros en dar la voz de alarma, asegurando que muchos de los asuntos más debatidos se hurtaron por completo del documento final.

Por lo demás, la ‘opinión de los jóvenes’ reflejada en el documento tenía más que ver con las preocupaciones y obsesiones de quienes eran jóvenes en Mayo del 68 que de quienes son jóvenes en esta segunda década del siglo XXI. Hablan de apertura y flexibilidad litúrgica y, en definitiva, demandas que quizá tendría sentido hacer a la Iglesia preconciliar, pero difícilmente a la nuestra.

En cuanto al Instrumentum Laboris, se recogen exactamente esas mismas demandas de flexibilización moral aún mayor en cuestiones relativas a la sexualidad con sospechosa insistencia. De hecho, en su presentación se destacó con orgullo que es la primera vez que aparece en un documento eclesiástico oficial las siglas LGBTI, aclarándose que al incluirla no se hace más que recogerla de las actas de las discusiones, algo que es falso como puede comprobar cualquiera.

Tampoco resulta especialmente tranquilizador observar, en pleno tsunami de escándalos de abusos homosexuales iniciados con la deposición del ex cardenal McCarrick, a quiénes ha nombrado Su Santidad para participar en el sínodo. ¿Qué puede aportar en un Sínodo de los Jóvenes un cardenal Rodríguez Maradiaga que ha acusado de mentirosos y de alinearse con la ‘antiIglesia’ a 46 seminaristas que se han atrevido a denunciar en carta abierta la ‘dictadura homosexual’ que impera en el seminario mayor de Tegucigalpa, o que ha mantenido como mano derecha y frecuente sustituto a un obispo auxiliar, Juan Pineda, acusado de abusar de seminaristas y convivir en relación homosexual con un hombre, por lo que ha sido cesado?

¿Qué decir del cardenal Reinhard Marx, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana y miembro del C9, que ha ignorado la decisión de la Congregación para la Doctrina de la Fe prohibiendo la intercomunión?

¿Cómo se le puede ocurrir a nadie que es buen momento de incluir en un sínodo hoy a los obispos americanos Blase Cupich y Joseph Tobin, ambos de la ‘escudería’ de McCarrick, elevados al episcopado por la recomendación del defenestrado arzobispo emérito cuando ni siquiera estaban entre los primeros puestos de la lista para el nombramiento?

¿Cupich, que ha declarado dos veces seguidas que el escándalo de los abusos no merece demasiada atención porque hay “una agenda más amplia”, de la que solo cita dos temas tan centrales a la fe cristiana como el medio ambiente y la inmigración masiva?

¿Tobin, que todavía no ha dado una explicación satisfactoria de su ‘resbalón’ en Twitter, ese “buenas noches, cariño, te quiero”, y que preside una de las diócesis, Newark, más ‘LGBTI-friendly’ de Estados Unidos?

Sobre todo, ¿en qué cabeza cabe dejar al Cardenal Kevin Farrell, mano derecha de McCarrick en Washington, con quien convivió seis años, y antes uno de los hombres de confianza de Marcial Maciel, a pesar de que ha declarado que las fechorías de ambos le sorprendieron absolutamente? Bastante deprimente es ya que presida el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, que organizó el aquelarre de Irlanda, a donde llevó a su amigo y apóstol de los LGBIT, padre James Martin.

Sobre Farrell, por lo demás, se rumorea que corre ya por Roma una informe devastador, cuya publicación podría producirse en pleno sínodo.

Francisco tiene, de hecho, tal costumbre de convocar sínodos con un epígrafe para conseguir fines que no aparecen en él que ese ‘método’ de disfrazar de decisión colegiada una finalidad propia de su camarilla resulta ya transparente.

Lo hemos comentado en el caso de los dos Sínodos sobre la Familia, pero podíamos referirlo igualmente al cercano Sínodo de la Amazonía, en el que la región ecuatorial parece ser una mera excusa para introducir el celibato opcional o, lo que es lo mismo a la larga, la abolición del celibato sacerdotal.

De hecho, no parece que la evangelización de la Amazonía, región tan inmensa como escasamente poblada, requiera un sínodo mucho más que muchas otras regiones, incluida nuestra Europa descristianizada. Pero uno lo entiende mucho mejor tras leer que el propio Santo Padre ha insistido en que se incluya en el documento preparatorio discusiones sobre la conveniencia de ordenar ‘viri probati’, hombres casados de ‘buenas costumbres’. Lo que parece una consecuencia se revela, en definitiva, en la verdadera razón de todo el asunto.

Un motivo ulterior para sospechar que va a usarse el sínodo para cambios en el sentido de que habábamos al principio es la acumulación de detalles a lo largo de estos cinco años de pontificado que apuntan consistentemente en esa misma dirección.

¿En qué puede consistir la ‘revisión’ de la encíclica Humanae Vitae que se ha anunciado con motivo de su medio siglo de existencia?

¿Por qué, lejos de censurarse a un sacerdote como el padre James Martin, que ha expresado en incontables ocasiones su disconformidad con el Catecismo de la Iglesia Católica en lo tocante a la homosexualidad, se le hace asesor de comunicación del Vaticano y se le invita como ponente estrella en el Encuentro Mundial de las Familias?

¿Por qué se nombra prefecto del megadiscasterio para los Laicos, la Familia y la Vida al mismo obispo que escribió la introducción al libro de Martin, Kevin Farrell?

¿Por qué se pone a Monseñor Ricca, que no ha puesto demasiado esfuerzo en ocultar sus amoríos homoeróticos al frente de las finanzas vaticanas, o a José Tolentino Calaça de Mendonça como Archivista y Bibliotecario en el Vaticano?

¿Por qué el “¿quién soy yo para juzgar?” o el “Dios te ha hecho homosexual”, nunca desmentido?

La lista de preguntas que apuntan en una misma dirección podría hacerse interminable, y no se referiría solo al Santo Padre, ni siquiera a la Curia, sino a buena parte del episcopado occidental, incluido el nuestro.

Incluso ante la evidencia de que la abrumadora mayoría de los casos de abusos que han vuelto a poner la Iglesia en la picota se refieren no tanto a niñas como a niños, y no tanto a niños como a adolescentes, en una abrumadora mayoría de los casos, el Papa y sus adláteres han preferido evitar pronunciar la palabra ‘homosexual’ -el elefante en la sala de estar- y han preferido aferrarse a un vaguísimo ‘clericalismo’ que cada cual interpreta como le place.

Y en estas llega la constitución apostólica ‘Episcopalis communio‘, que en interpretación del teólogo ‘francisquista’ Massimo Faggioli, vendría a convertir lo decidido en un sínodo en solidario con la opinión papal y, por tanto, en magisterio ordinario, doctrina que debe creer todo fiel católico.

¿Entienden ahora?

Carlos Esteban

Descartar al denunciante Viganò como tradicionalista anti-homosexual no levantará vuelo



El intento de los medios de comunicación del izquierdista Bergoglio “de descartar al arzobispo denunciante Viganò como un tradicionalista anti-homosexual no levantará vuelo”, comentó el 15 de setiembre el diario New York Post, propiedad de [Robert] Murdoch.

Contradiciendo esto, el diario oligarca elogia al cardenal de Nueva York, Timothy Dolan, quien dijo a CNN: “no creo que debamos tomar en serio las acusaciones del arzobispo Viganò” [aunque esas acusaciones son muy graves].

Dolan supo de los abusos de McCarrick durante décadas, pero se quedó tranquilo porque es como la mayoría de los actuales obispos: pelearán por sus carreras eclesiásticas, pero no por la verdad.

Cardenal Müller pone al descubierto las herejías [de Francisco]



La raíz de la [presunta] crisis de los abusos “no es el clericalismo, cualquiera que sea”, sino el “alejamiento de la verdad” y el “libertinaje moral”, dijo el cardenal Gerhard Ludwig Müller en una homilía pronunciada durante una ordenación sacerdotal celebrada el 15 de setiembre en Roma.

Müller agregó que no es posible inventar una “nueva pastoral” y simultáneamente dejar intacta la doctrina de la Iglesia. Eso “no es una reforma, sino una herejía”.

Según él, es una herejía ubicar a Cristo, el maestro de la Verdad divina, en oposición a Cristo el Buen Pastor.

Las palabras de Müller contradicen a Francisco, quien afirmó que el “clericalismo” está en la raíz de la crisis de los abusos, implicando que el “clericalismo” afecta solamente a homosexuales y pedófilos.

BUSINESS AS USUAL Pray. And be silent (Michael Voris)


Duración 4:56 minutos

TRANSCRIPT

Sources are telling Church Militant privately that during last week's meeting between Pope Francis and the U.S. delegation of Cardinals Daniel DiNardo and Sean O’Malley, as well as Los Angeles Archbishop Jose Gomez, the Pope basically told them to go jump in the lake.

DiNardo went to the Pope with three proposals to address the burgeoning clerical sex abuse crisis which is largely homosexual in nature.

The three proposals the Americans laid in front of the Pope were:

One: A full investigation into "the questions surrounding" the McCarrick situation. How did he rise to such prominence and maintain his high profile when so many knew of his homosexual rape and assaults against seminarians in the beach house? Specifically, DiNardo presented to Pope Francis for the Vatican to conduct an apostolic visitation into these questions "in concert with" a group of laypeople identified for their expertise by the USCCB's lay-run National Review Board who will be "empowered to act."

Two: An investigation into Abp. Viganò's charges exposing a whole homosexual network that is like an octopus with tentacles reaching everywhere strangling the life out of the Church.

Three: An opening of new and confidential channels for reporting complaints against bishops and advocacy for more effective resolution of future complaints.

DiNardo has previously said publicly that all three goals "will be pursued according to three criteria: proper independence, sufficient authority and substantial leadership by laity."

Of course, because of the way the Church is governed, and it's bishops — including the bishop of Rome — that is being discussed, all of the plans, of course, need the explicit approval of the Pope. That's why the delegation was in Rome, to begin with, to petition His Holiness to launch these investigations. So imagine the utter shock of the men when the Pope just cut them off and said: Nope; ain't going to happen — no investigations, no lay oversight, forget it. I'll take of all this in the two-day long meeting of bishops in Rome I've called for February. Thank you, gentlemen.

And just like that, the meeting was over.

Of course, this isn't how it's being discussed publicly, but this is exactly what happened privately. Pope Francis himself — personally and directly — simply cut the legs out from any investigation of any of this evil. Which when you consider the run-up to this meeting — can't really be a surprise.

First, it took DiNardo and the others a couple of weeks to get the meeting in the first place — that's telling all by itself. Then, while stalling and ignoring the request for a meeting over the most grave situation in the Church — probably ever in America — the Pope does find time to meet with embattled and beleaguered homosexualist kingpin Cdl. Donald Wuerl as well as another homosexualist cardinal, Blase Cupich.

Both those men — especially Cupich — just keep repeating the company line which is essentially: nothing to see here, folks, no big deal, it's a rabbit hole, it's not a massive, massive crisis.

And then, the great big signal from the Pope himself when questioned by reporters about Viganò's testimony implicating him and many others: "I'm not going to say a single word."

So the strategy from the Pope and his homosexualist cabal running the show is about as out there as it can be, we are not saying or allowing anything to happen in this regard, and it's back to business as usual. Many of these men covered up — and in some cases participated in — these horrible filthy sexually immoral crimes, and the official response is: pray and stay silent.

It's not precisely clear at this point what can now be done in response, but one thing that can be guaranteed it no one who loves the Church is about to stay silent. You can take that to the bank.

Michael Voris

lunes, 17 de septiembre de 2018

«Bergoglio reemplaza el catolicismo con un humanismo secular» (Filósofo Marcello Pera) [Breve comentario personal]



“Bergoglio sustituye el catolicismo con un humanismo secular”, dijo 
el 15 de setiembre a LaFedeQuotidiana.it.  el filósofo Marcello Pera, ex presidente del Senado italiano y amigo personal del ex-Benedicto XVI.   Agregó que “a este paso podemos llegar a un cisma”.

Según Pera, Francisco intenta tratar las revelaciones-denuncias de Viganò como hizo con los Dubia y no responderlas. Pera llama a esto « una táctica dilatoria que, en vez de proporcionar serenidad y claridad, contribuye a generar desconcierto y confusión» 

Pera comenta:  « Tengo la sensación de que el Papa confía en ese ala de la prensa [oligarca] que siempre le es favorable. Él sabía que sería defendido a priori por algunos diarios [anticatólicos] importantes» .

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BREVE COMENTARIO PERSONAL

¿Quién es Marcello Pera? 

Coloco a continuación el contenido de dos enlaces de Gloria TV, ambos de Julio de 2017. Sus observaciones me parecen importantes pues se trata de un filósofo ateo, que se supone que habla con total imparcialidad y analizando objetivamente los hechos. Éstos aparecen, con claridad, a sus ojos; y no son, precisamente, muy loables para con Francisco, lo cual debería de hacernos pensar un poco ... dado que la verdad es la verdad ... la diga quien la diga.

José Martí
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Filósofo italiano critica agresivamente al papa Francisco

10 de julio de 2017


El filósofo y político italiano Marcello Pera criticó hoy al papa Francisco en una entrevista con el diario Il Mattino. Pera es un ateo que escribió un libro junto con el cardenal Joseph Ratzinger.

Sobre la súplica de Francisco para una aceptación ilimitada de migrantes Pera dice: « no entiendo a este Papa; lo que está diciendo está más allá de cualquier comprensión racional»  Y también:  « ¿Por qué insiste en una aceptación total? El Papa hace eso porque detesta a Occidente, intenta destruirlo y hace de todo para lograr esta meta» .

Para Pera, el magisterio de Francisco « no es Evangelio, sino solamente política» 

Agrega que «Francisco está poco o nada interesado en el cristianismo como doctrina, en su aspecto teológico» . Considera las declaraciones de Francisco como « fuertemente secularistas» .

Pera dice que Francisco no está interesado en la salvación de las almas, sino en la seguridad y el bienestar social

Pues « cuando vamos a los detalles, él sugiere a nuestros Estados que se suiciden, invita a Europa a no ser más ella misma, refleja todos los prejuicios sudamericanos hacia América del Norte, el mercado, la libertad y el capitalismo».

Para Pera, en el mundo católico hay en curso « un cisma oculto»

Francisco lo persigue [es decir, persigue este cisma] «con obstinación y determinación».

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El papa Francisco está “coqueteando con el mundo»

25 de julio de 2017


En una entrevista con La Fede Quotidiana publicada el 23 de julio, Marcello Pera, filósofo y ex presidente del Senado italiano, renovó sus críticas al papa Francisco

« Tengo muchas reservas respecto a su interpretación de la doctrina católica»

A Pera le parece que Francisco va «contra la doctrina y tradición rectas y está coqueteando con el mundo» .

Pera cree que Francisco sigue una especie de «humanismo filantrópico»  

Y que muestra hacia la invasión islámica de Europa «una actitud de capitulación» , la misma que Pera ve también en Francisco respecto a la doctrina católica.

domingo, 16 de septiembre de 2018

‘Si ha habido abusos en las inmatriculaciones persíganse, pero no deslegitiman un sistema justo’ (Gabriel Ariza)



El pasado martes La Sexta entrevistó al director de este portal para un programa especial sobre las inmatriculaciones de la Iglesia Católica. A continuación la grabación de la entrevista:

Duración 26:36 minutos


- ¿Fueron las inmatriculaciones un “regalo” de Franco a la Iglesia?

Antes de nada una aclaración. La inmatriculación no es un modo de adquirir la propiedad, sino la mera inscripción, declarativa y no constitutiva, de la titularidad sobre un bien en un registro público, cuando se hace la primera inscripción de ese bien en el registro. Aclarado ese extremo, podemos seguir hablando.

De todos modos, la Iglesia Católica, aunque no hubiera sido beneficiaria de esa particular disposiciónde la ley, podría haber acreditado, vía expediente de dominio, la posesión pacífica de ese bien durante siglos. No creo que haya debate, más allá del debate artificial creado por la izquierda anticristiana, que usará los abusos y casos extremos para hacer una enmienda a la totalidad.

- ¿Cómo interpretamos que Franco excluyera la inmatriculación de “los templos destinados al culto católico”? ¿Quería que fueran del pueblo y no de la Iglesia? 

No era más que esfuerzo del legislador de dotar de mayor agilidad al reconocimiento registral de un derecho de propiedad incuestionable desde todos los puntos de vista. En el derecho romano ya existía la prescripción adquisitiva, conocida como usucapio, en virtud de la cual la permanencia en la posesión de un bien, con carácter pacífico y continuado durante un plazo, hacía propietario al que poseía.

En ningún caso se estaba permitiendo que la Iglesia Católica se apropiara de bienes que no le pertenecían, sino sencillamente se estaba dando agilidad y seguridad jurídica a la inscripción registral, meramente declarativa, de bienes que nadie ponía en cuestión que pertenecieran a la Iglesia Católica, por supuesto respetando que cualquiera que alegara un título de mejor calidad sobre el bien pudiera oponerse a la inscripción. De este modo, la Iglesia Católica pudo inscribir en los diferentes registros de España más de 4.500 inmuebles entre templos, ermitas, casas parroquiales, iglesias y catedrales.

Además, y aunque no procede ahora abundar en ese aspecto, la citada norma se aprobó como “compensación” a la Iglesia Católica frente a la desamortización llevada a cabo en los años 30 del siglo XIX por el masón Mendizábal, el proceso mediante el cual las órdenes religiosas y las diócesis perdieron la gran mayoría de sus bienes raíces por considerarles “manos muertas”, y que pasaron a engrosar el patrimonio de los nobles y burgueses.

- ¿Cómo interpreta que Aznar permitiese inmatricular también templos?

Entiendo que en un estado confesional católico no hubiera duda sobre la titularidad de los templos, considerados “res extra commercium”, y que en los 90 se equipararan, en coherencia con la aconfesionalidad del estado, a otros bienes, y por tanto se sometieran al mismo régimen jurídico.

- ¿Todas las iglesias deben ser de la Iglesia?

Habría que ver caso a caso. En principio entiendo que la propiedad de los lugares destinados al culto, y que han sido poseídos pacíficametne durante siglos por la Iglesia debe estar fuera de toda duda razonable.

- ¿Aunque las levantara el pueblo?

¿Qué es “el pueblo”? Ni el pueblo es el ayuntamiento, ni el ayuntamiento es el pueblo. Quien las levantó no lo hizo por tener un sentido de pertenencia al municipio, sino precisamente por ser y sentirse parte de esa Iglesia. Sugiero a los que quieren arrebatar al culto las iglesias que no recurran a las intenciones de los constructores, pues entre los testimonios se encontrarán a hombres que levantaban felices una ermita, parroquia o santuario para el culto a su patrón o patrona, no para engordar el patrimonio de su corporación municipal.

Los bienes eclesiásticos, ciertamente, pertenecen al ‘pueblo’, pero no a la comunidad civil cuyo representante es el ayuntamiento, sino al pueblo de Dios, a la comunidad cristiana históricamente organizada en la parroquia y diócesis

- Tiene cierto sentido que si un templo iglesia tiene 500 años, no está a nombre de nadie y se usa para el culto, la titularidad sea de la Iglesia, ¿no?

Hombre, en todos los ordenamientos existe la prescripción adquisitiva, o usucapión. Esque aunque originariamente hubiera tenido otro propietario, la acreditación por parte de la Iglesia de haber poseído un bien pacíficamente durante siglos es título más que válido de propiedad.

- ¿Qué le parece que la Iglesia haya inmatriculado bienes que no se dedican al culto, como fincas, plazas públicas, campos de fútbol, parques…? 

El sistema de inmatriculaciones es un sistema justo, como lo son el sistema de transplantes o el de adopciones. que haya quien haya utilizado esos procedimientos o mecanismos para su propio beneficio personal no seré yo quien lo defienda, y por supuesto debe perseguirse, pero esos abusos no deslegitiman un sistema que tiene toda la legitimidad.

- ¿Qué necesidad tiene la Iglesia de poseer más cosas?

La Iglesia no tiene necesidad de poseer nada, y en esto rige el principio de subsidiariedad: Si el culto estuviera garantizado no es necesario que sea la propia Iglesia como tal la propietaria de los bienes. En absoluto. Pero la propiedad por parte de la Iglesia parece hoy por hoy la forma más segura de garantizar el culto.

- ¿De qué otros privilegios disfruta la Iglesia en España?

Me sorprende que me pregunten esto en La Sexta: Estoy seguro de que usted conoce mucho mejor que yo la respuesta.

- No pagan el IBI por edificios destinados al culto. ¿Deberían?

Están exentas del IBI TODAS las entidades sin fines lucrativos, excepto los afectos a explotaciones económicas no exentas del Impuesto sobre Sociedades.

- ¿Se cumple o tampoco lo pagan por otros inmuebles NO destinados al culto?

Le repito: No seré yo quien defienda los abusos cometidos en nombre de la Iglesia. Si hay casos concretos, persíganse, pero no deslegitiman la exención fiscal.

- Lo mismo sucede con el impuesto de construcciones y obras, el ICIO.

Le digo lo mismo.

- Hablemos de los profesores de la asignatura de Religión: elegir y gestionar el trabajo de los profesores, que se pagan con dinero público… ¿es también un privilegio? 

Permítame alejar el foco de la pregunta. No creo que el estado deba constituirse en educador de nadie, sino que deberían ser los padres los que elijan qué modelo educativo quieren para sus hijos.

- O sea que está usted en contra de la escuela pública.

Estoy en contra de la escuela en manos del estado. Creo que todo el mundo tiene derecho a elegir la educación que quiera para sus hijos, y creo que el estado tiene la obligación, en virtud del principio de subsidiariedad, de ayudar a quien no pueda pagar una educación básica. Pero creo que los colegios deben estar en manos privadas, y de este modo se evitarían muchos problemas, como por ejemplo esta pregunta que usted me hace.

- Rajoy acabó con las inmatriculaciones. ¿Cree que fue por algún tipo de ‘sensatez democrática’ o para blindar las inmatriculaciones que ya estaban hechas? 

No me siento capaz de enjuiciar la actuación de un presidente del gobierno tan calamitoso como ese señor del que usted me habla.

- ¿Qué espera de la lista de bienes inmatriculados que va a publicar próximamente el gobierno?

Efectos jurídicos ninguno, pero los españoles, lamentablemente, empezamos a acostumbrarnos a una forma de hacer política que no busca solucionar problemas de las personas, sino sembrar odio, rabia y división entre los españoles, y desenterrar fantasmas del pasado.

- ¿Cree que la lista será suficiente, insuficiente, será positivo porque reabrirá el debate, será un brindis al sol…?

Le vuelvo a decir lo mismo. Si se descubren abusos persíganse.

- ¿Todo esto sucede porque España aún no ha conseguido ser verdaderamente un estado aconfesional?

Que no, que no. que no se líe. Estamos hablando de cosas jurídicamente razonables y lógicas para quien no se aproxima a ellas desde una ideología totalitaria.

- Que se publique una lista que demuestre que la Iglesia ha puesto a su nombre parques, garajes, murallas, plazas… ¿no deja por los suelos su imagen, ya metidos en plenos siglo XXI?

La Iglesia no es una agencia de márketing. Si se han cometido abusos en su nombre, los católicos estamos más que interesados en que se persigan y se enjuicie a los culpables.

- ¿Cómo solucionamos este asunto? ¿Lo dejamos como está? ¿Desinmatriculamos todo? ¿Cambiamos la ley…?

O tratamos de entender, en un análisis desideologizado, las razones de un sistema justo, lógico y que ofrece absolutas garantías de seguridad jurídica.

El Vaticano cede ante Pekín para lograr su reconocimiento (Carlos Esteban)



Revela el Wall Street Journal el inminente acuerdo entre Roma y las autoridades comunistas chinas. Pekín reconocerá al Vaticano, a cambio de que éste reconozca a obispos excomulgados de la cismática Iglesia Patriótica. Mientras, las autoridades chinas bloquean el acceso a Vatican News por Internet.

Se trata de un acuerdo que deja desolados a los fieles chinos leales a Roma, que durante décadas han sufrido persecución, discriminación y martirio por no ceder e integrarse en la falsa iglesia católica creada y controlada por el Partido Comunista, la Iglesia Patriótica China (IPC). Roma, que en su día condenó esta farsa, excomulgando a sus prelados, aceptará ahora como válidas sus ‘órdenes’, forzando a abdicar al menos a siete obispos que se han mantenido fieles.

El Vaticano lleva tiempo gestando este acuerdo, del que hemos hablado en otras ocasiones en estas mismas páginas, bajo la dirección de Parolin y usando con discreción los servicios de altos jerarcas de la Iglesia.

Curiosamente, uno de los mayores entusiastas del acuerdo que está a punto de anunciarse fue el defenestrado Theodore McCarrick, en aquellos tiempos en los que Francisco hacía abundante uso de sus servicios como diplomático, ignorando el retiro al que supuestamente le habría relegado su predecesor, Benedicto XVI.

McCarrick llegó a dar conferencias en Washington una década atrás urgiendo al Vaticano a reconocer la IPC, para asombro de quienes le escuchaban. Parece que ahora el Vaticano ha atendido su sugerencia.

El acuerdo obligaría a Pekín a reconocer al Papa como cabeza de los católicos de China a cambio del reconocimiento del Vaticano de los obispos chinos excomulgados. Siete obispos de la IPC, nombrados por el Partido Comunista al margen de Roma, deberán ser reconocidos como prelados de la Iglesia Católica.

Es un pacto que no solo fuerza a Roma a llamar obispos a cismáticos nombrados a dedos por funcionarios comunistas, sino que se ha alcanzado con no poco dolor. Durante las difíciles negociaciones, el gobierno de Pekín, lejos de suavizar su persecución de católicos, la ha incrementado sensiblemente, así como la demolición de templos católicos y la retirada de símbolos religiosos.

Incluso se ha llegado a la paradoja esta misma semana de que Pekin haya bloqueado para sus súbditos el acceso por Internet a varias publicaciones más o menos directamente dependientes del Vaticano, como Vatican News.

El diario británico The Telegraph ha estado con un grupo de católicos chinos para pulsar su reacción, que ha sido unánimemente de absoluta desolación. “Es posible que Roma nos traicione”, comenta al diario el padre Dong Baolu, rodeado de sus feligreses en Shijiazhuang, en la provincia de Hebei. “Si sucede, renunciaré. No me uniré a una Iglesia controlada por el Partido Comunista”.

Carlos Esteban