BIENVENIDO A ESTE BLOG, QUIENQUIERA QUE SEAS



viernes, 8 de septiembre de 2023

«El proceso sinodal: Una caja de Pandora», José Antonio Ureta y Julio Loredo de Izcue




Por Javier Navascués


José Antonio Ureta

José Antonio Ureta. Español, nacido en Chile, con estudios incompletos de Derecho en la Pontificia Universidad Católica de Santiago, militante de la TFP en varios países (Chile, Brasil, Canadá, África del Sur y Francia), presidente de la asociación francesa Avenir de la Culture, columnista de la revista Catolicismo (Brasil), animador de programas radiales semanales y de un canal de YouTube de la iniciativa “Credo Chile” y autor de "El cambio de paradigma del Papa Francisco: ¿Continuidad o ruptura en la misión de la Iglesia?" (AQUÍ).


Julio Loredo de Izcue

Junto con Julio Loredo de Izcue ha escrito el libro "El proceso sinodal: Una caja de Pandora". Un libro cuyo prefacio ha sido escrito por S. E. el cardenal Raymond Leo Burke. En esta entrevista analiza algunos de los aspectos fundamentales del libro.[ES] El proceso sinodal – Una caja de Pandora.pdf (synod2023.info) (AQUÍ).

¿Qué es un sínodo y qué importancia tiene en la Iglesia?

Durante varios siglos, el término “sínodo” ha designado las reuniones del clero de una diócesis para tratar asuntos eclesiales relacionados con el bien espiritual de la comunidad diocesana (Código de Derecho Canónico 1917, c. 356; Código de 1983, c. 460). También designaba las reuniones de los obispos de una región o de un país, que en el código actual son llamadas Concilios particulares (c. 439-446), para diferenciarlas de los concilios ecuménicos que reúnen los obispos del mundo entero.

Esas reuniones eran tradicionalmente esporádicas. Pero el Papa Paulo VI introdujo después del Concilio Vaticano II una novedad: con el motu proprio Apostolica Sollicitudo, estableció el Sínodo de Obispos como un órgano eclesiástico central (aunque externo a la Curia romana), representativo de todo el episcopado católico y de carácter permanente, pero cuya función se ejerce de manera ocasional (en general, las asambleas ordinarias son cada tres o cuatro años).

Otra novedad consistió en que Paulo VI amplió los objetivos de esas reuniones episcopales de carácter consultivo. Hasta entonces, los objetivos de los sínodos diocesanos o regionales eran apenas pastorales y disciplinarios, por lo que las cuestiones de fe y las cuestiones disciplinarias que sobrepasaban el nivel diocesano o regional estaban fuera de su competencia. Pero, Apostolica sollicitudo incluyó como uno de los objetivos del Sínodo de los Obispos “facilitar la concordia de opiniones, por lo menos en cuanto a los puntos fundamentales de la doctrina y en cuanto a al modo de proceder en la vida de la Iglesia”.

La importancia de los sínodos se desprende de lo dicho por el gran canonista y posteriormente papa Benedicto XIV, en su obra magistral De Synodo diocesana, quien resume en estas sencillas palabras sus objetivos: depravata corrigantur; ignorantes instrumentales; regulae morum formentur; sínodo provincial decreta publicentur, es decir, “corregir los abusos, educar a los ignorantes, promover las buenas costumbres y poner en práctica las decisiones de los concilios generales o provinciales”.


¿Por qué éste trata precisamente sobre la sinodalidad?

Porque el papa Francisco, por medio de la Constitución Apostólica Episcopalis communio, alteró el Sínodo de los Obispos para involucrar a todos los fieles, articulándolo en tres etapas: una fase de consultación al Pueblo de Dios; una fase celebrativa, o sea la reunión de los obispos en asamblea; y una fase de implementación, en la que las conclusiones de la Asamblea, aprobadas por el Papa, deben ser acogidas por toda la Iglesia. Se trata, según el Pontífice, de “caminar juntos, laicos, pastores, Obispo de Roma”, superando el “clericalismo” y la imagen de una Iglesia “rígidamente dividida entre dirigentes y subalternos, entre los que enseñan y los que tienen que aprender”.

Etimológicamente, syn-hodos significa caminar juntos y, para Francisco, esa es una dimensión constitutiva de la Iglesia. O, como escribió la Comisión Teológica Internacional, un nuevo modus vivendi et operandi de la Iglesia, en el cual se toman las decisiones basándolas en la voz viva del Pueblo de Dios para coger lo que el Espíritu quiere decir a la Iglesia hoy. La premisa de la sinodalidad, siempre según el Papa, es que, por el sentido sobrenatural de la fe (sensus fidei), todo el Pueblo de Dios no puede equivocarse, ya que es infalible in credendo y que, además, tiene “olfato” para encontrar los caminos que el Señor abre a su Iglesia. O sea, vox populi, vox Dei…

¿Por qué no interesa realmente a la gente este sínodo?

Es verdad que casi nadie está realmente interesado. Las razones las dio el propio Papa Francisco, el sábado pasado, en un encuentro con un grupo de periodistas que fue a entregarle un premio, a los que les pidió ayuda: “Soy muy consciente de que hablar de un ‘Sínodo sobre la sinodalidad’ puede parecer algo abstruso, autorreferencial, excesivamente técnico y de poco interés para el gran público”.

Pero sin embargo hay mucho en juego, pues usted y Loredo han descrito este proceso sinodal como una caja de Pandora…

Sí, porque esa “escucha” de toda la comunidad implica, de un lado, en una reformulación de la autoridad dentro de la Iglesia y, de otro lado, en un cuestionamiento de muchas enseñanzas tradicionales e inclusive de algunos dogmas.

¿Por qué dice usted que la sinodalidad acarrearía una reformulación de la autoridad en la Iglesia?

Según el Documento de Trabajo del Sínodo, habría que cambiar las estructuras de la Iglesia en tres planos: en su estilo ordinario de vivir y de actuar, en el plano de las estructuras y de los procesos eclesiales y en el plano de los procesos y eventos sinodales. Esa reforma sería necesaria porque en la estructura jerárquica actual hacen falta procesos comunitarios de escucha y de discernimiento que reconozcan la corresponsabilidad de todos los bautizados. En el futuro, las conferencias episcopales deberían incluir en sus reuniones representantes del clero y del laicado y los consejos diocesanos y parroquiales deberían tener un rol deliberativo y no apenas consultivo. Como justificación, la Comisión Teológica Internacional afirma que es necesario distinguir entre la elaboración de una decisión (decisión-making), que debería ser comunitaria, y la toma de decisiones (decisión-taking) que correspondería a la autoridad. Pero, según el Cardenal Coccopalmerio, ni siquiera el papa debería decidir algo contra la opinión mayoritaria, hasta que no se alcance un consenso.

¿Qué peligro tendría una democratización de la Iglesia?

Sería crear una nueva secta protestante que dejaría de ser la Iglesia de Cristo, cuya estructura visible es jerárquica y se basa en el sacramento del Orden sagrado, el cual confiere a los que lo reciben no sólo el poder de santificar, a través de la administración de los sacramentos, sino también un poder jurisdiccional de enseñar y de gobernar. Sobre todo los Obispos, como pastores, poseen sobre su rebaño un poder ordinario, propio e inmediato, incluido el poder legislativo, que deben ejercer de manera personal y exclusiva sin que se les sea permitido legislar junto con otras personas, organismos o asambleas diocesanas.

¿Qué es el Synodaler Weg alemán y qué influencia puede tener en el Sínodo?

El Camino sinodal alemán fue una impostura. El Episcopado y la Federación de Laicos alemanes inventaron la fórmula del “camino” para no someterse a las reglas estrictas que el Código de Derecho Canónico establece para los concilios regionales, asociando en pie de igualdad a la Conferencia de Obispos de Alemania y al Comité Central de los Católicos Alemanes (ZdK), que obtuvo la corresponsabilidad en el desarrollo y resultado del proceso sinodal. La asamblea sinodal, que era el órgano supremo que tomó todas las decisiones, estaba compuesta, por una mayoría de 122 laicos (entre ellos una mayoría de 70 mujeres), frente a sólo 105 clérigos (de los cuales 69 obispos, 32 sacerdotes y 4 diáconos). Además, dos tercios de los laicos del ZdK son delegados de asociaciones católicas y constituyen una especie de nomenklatura de apparatchiks de organizaciones activistas de orientación progresista que no representan para nada a los católicos comunes “de misa de domingo”.

Con ese formato impostor, el Synodaler Weg tomó (con el apoyo mayoritario de los obispos presentes) varias decisiones aberrantes y que se oponen diametralmente a la doctrina católica, como son la futura creación de consejos sinodales permanentes a todos los niveles, la bendición de uniones homosexuales y de divorciados vueltos a casar, la ordenación de personas transexuales, la predicación por laicos y el reexamen del celibato obligatorio y del diaconado femenino.

Realmente sería muy peligroso abrir las puertas a la ordenación sacerdotal de mujeres…

Con la carta apostólica Ordinatio sacerdotalis, S.S. Juan Pablo II declaró de modo solemne que la Iglesia no tiene la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres y que esta doctrina debe ser considerada como definitiva por todos los fieles. La nota de acompañamiento especifica que dicha materia no es meramente disciplinar ni es libremente disputable, sino que exige siempre el asentimiento pleno e incondicional de los fieles.

Admitir mujeres al diaconado implicaría en un golpe mortal a la doctrina sacramental católica, porque Pío XII reiteró, en la carta apostólica Sacramentum Ordinis que “el sacramento del Orden … es uno y el mismo para toda la Iglesia”, comportando tres grados (diaconado, sacerdocio y episcopado). Por eso, la materia del sacramento, que es la imposición de las manos, es la misma para cada grado, cambiando solamente la forma, o sea las palabras proferidas por el ministro, que especifican la gracia ministerial conferida. En consecuencia, si se admitiesen mujeres al diaconado, se debería imperativamente admitirlas también al sacerdocio y al episcopado, como hicieron los anglicanos.

Y también preocupa la inclusión de los homosexuales, pues no se les invita precisamente a vivir la castidad…

El Instrumentum laboris del próximo Sínodo convida a una “inclusión radical” de los que hoy se encuentran “marginalizados” y cita en particular los divorciados vueltos a casar por el civil, los polígamos y los que se definen por la etiqueta LGBTQ+. La idea de fondo es que la exclusión hace sufrir y como Dios es amor sólo puede querer que todos sean incluidos. “Todos, todos, todos”, como insistió Francisco en Lisboa.

Según el Cardenal McElroy esa inclusión radical debe abrir el acceso a la Sagrada Comunión no sólo a los divorciados vueltos a casar (como ya fue autorizado en el capítulo VIII de Amoris laetitia) sino también a las personas homosexuales, porque la Iglesia no puede discriminar entre aquellos que viven castamente y los que están unidos civilmente y practican regularmente actos sexuales contra la naturaleza. Para el obispo de San Diego hacer esa distinción introduciría una división en la comunidad homosexual, lo que aparentemente sería el mal supremo…

Una tal “inclusión radical” sin necesidad de arrepentimiento y propósito de enmienda, en relación a una situación objetiva y permanente de pecado, tornaría superfluo el sacramento de la reconciliación y equivaldría a negar la omnipotencia de la gracia divina para redimir al pecador y santificarlo. Sería como decirle al pecador que para él no hay remedio.

Lo más grave sería autorizar ceremonias de bendición de uniones extra-matrimoniales, aunque no fueran asimilables a una ceremonia de casamiento, porque correspondería a “decir bien” del pecado y atraer la ira de Dios, que no es relativista y dice en la profecía de Sofonías (1, 12) que castigará “a los hombres que se sientan en sus heces y dicen: ‘El Señor no hace nada, ni bien ni mal’”.

¿En qué medida pueden abrirse las puertas a la destrucción de la familia?

Como bien dicen las “Consideraciones acerca de los proyectos de reconocimiento legal de las uniones entre personas homosexuales”, firmada por el Cardenal Ratzinger cuando todavía era Prefecto de la entonces Congregación para la Doctrina de la fe, ninguna ideología puede cancelar del espíritu humano la certeza de que el matrimonio en realidad existe únicamente entre dos personas de sexo opuesto, prioritariamente para colaborar con Dios en la generación y educación de nuevas vidas. Por eso, mientras el matrimonio es santo, las relaciones homosexuales, irremisiblemente estériles, están condenadas en las Sagradas Escrituras como “graves depravaciones”.

De allí se deduce que la conciencia moral debe desenmascarar el uso ideológico que se hace hoy de la tolerancia de las relaciones homosexuales y recordar a la sociedad que no se debe exponer “a las nuevas generaciones a una concepción errónea de la sexualidad y del matrimonio, que las dejaría indefensas y contribuiría, además, a la difusión del fenómeno mismo”. Si la legalización de las uniones homosexuales tiende a desvalorizar la institución matrimonial, ¡cuánto más destructor sería que tales uniones fuesen sacrílegamente benditas por ministros de Dios!

¿Cuáles son las principales perplejidades a las que nos vamos a ver sometidos?

La mayor perplejidad acaba de ser expuesta por Mons. Strickland, obispo de Tyler (Texas) en una carta pública a su rebaño. Consiste en el riesgo de que pasemos a ser considerados “cismáticos” los que nos oponemos a que sean puestas en jaque verdades básicas de nuestra fe, como son que la Iglesia Católica es la única verdadera, que es un sacrilegio recibir indignamente la Eucaristía, que toda actividad sexual fuera del casamiento es un pecado grave, que el matrimonio es entre un hombre y una mujer, que rechazar la identidad biológica implica negar que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios y que es falso y peligroso decir o insinuar que todos se salvan independientemente de la vida que llevaron. En realidad, añadió Mons. Strickland, “aquellos que proponen cambios a lo que no se puede cambiar buscan apoderarse de la Iglesia de Cristo y, de hecho, son los verdaderos cismáticos”.

¿Cómo se puede reaccionar contra el Synodaler Weg alemán y contra el rumbo que puede tomar el Sínodo sobre la sinodalidad?

Primero, hay que informarse de lo que está pasando y acompañar al Cuerpo de Cristo en esta repetición de su Pasión, cargando su cruz como nuevos Cireneos. En segundo lugar, hay que conocer más profundamente la fe para poder reconocer la voz del divino Pastor y no seguir el vocerío de los ladrones y salteadores extraños que no entran en el redil por la puerta. Finalmente, hay que resistir cualquier intento de cambiar la doctrina de la Iglesia o la disciplina multisecular que se desprende de ella. Aunque, por algún tiempo, nos convirtamos en “forasteros en la casa de nuestra madre”, como lamenta el Salmista, en cuyo caso debemos permanecer dentro, resistiendo a las tentaciones de apostasía, de sedevacantismo o de indiferencia. Como dice El proceso sinodal: Una caja de Pandora en su conclusión, “es precisamente ahora cuando la Santa Iglesia necesita hijos amorosos e intrépidos que la defiendan de sus enemigos, externos e internos. ¡Dios nos pedirá cuentas!”.

NOTICIAS 7 y 8 de Septiembre de 2023


HISPANIDAD







INFOCATÓLICA



Natividad de la Virgen María (José María Iraburu)

ADELANTE ESPAÑA





LA GACETA DE LA IBEROSFERA



Un informe confirma que la población francesa está sufriendo una sustitución demográfica (Carlos Esteban)

El Gobierno de Francia envía a casa a 67 alumnos que se negaron a quitarse la túnica islámica en el primer día de clase

Selección por José Martí




López Miras, reelegido presidente de la Región de Murcia gracias al apoyo de VOX



El diputado del PP Fernando López Miras ha conseguido los apoyos necesarios para ser investido presidente. Lo ha logrado en el segundo debate de investidura gracias al pacto alcanzado ‘in extremis’ entre PP y VOX para evitar la repetición electoral.

Así, López Miras ha conseguido 30 votos favorables, superando así la mayoría necesaria para ser investido presidente en primera votación (cuantificada en 23 votos), gracias al apoyo de los 21 diputados del PP y de los 9 diputados de VOX.

Cabe recordar que el pasado mes de julio se celebró un primer debate de investidura en el que el candidato del PP no consiguió los apoyos necesarios para ser investido presidente ni en primera ni en segunda votación. Durante todo este tiempo, VOX ha condicionado su apoyo al líder del PP a entrar en el Gobierno de la Comunidad, algo que consiguió el pasado 1 de septiembre.

El acuerdo entre las dos formaciones políticas contempla la entrada de VOX en el Gobierno regional con dos consejerías, la de Fomento y la de Seguridad, Interior y Emergencias, esta última, con rango de vicepresidencia.
Además, el martes 5 de septiembre, PP y VOX sellaron el acuerdo con la firma de un programa de gobierno que incluye 30 medidas entre las que se contempla avanzar en la protección del Mar Menor, la supresión de las subvenciones directas para los sindicatos, erradicar la violencia contra las mujeres, así como garantizar la gratuidad de la Educación de 0 a 3 años en centros públicos, la rebaja de impuestos como el tipo impositivo general del ITP o la reducción del IRPF en los tramos de los salarios medios y bajos, entre otras medidas.
López Miras afronta así su tercera legislatura como presidente de la Comunidad. El diputado del PP llegó al Gobierno en abril de 2017 tras la dimisión de Pedro Antonio Sánchez. En aquel año consiguió ser investido presidente en segunda votación con la abstención de Ciudadanos.

En 2019, López Miras repitió como presidente regional, en esta ocasión consiguió ser investido como presidente gracias a un pacto de gobierno con Ciudadanos y con apoyo exterior de VOX.

Durante dicha legislatura, López Miras tuvo que afrontar una moción de censura de Ciudadanos y PSOE, que no consiguió salir adelante, tras la vacunación irregular de altos cargos de la Consejería de Salud. Esta tercera legislatura la afronta con el apoyo de VOX, partido con el que gobernará.

López Miras es el séptimo presidente de la Comunidad Autónoma de Murcia y el cuarto del Partido Popular. Como jefe del Ejecutivo regional le han precedido los socialistas Andrés Hernández Ros, Carlos Collado Mena y María Antonia Martínez, y los ‘populares’ Ramón Luis Valcárcel, Alberto Garre y Pedro Antonio Sánchez.

jueves, 7 de septiembre de 2023

La UE se negó a debatir la persecución a los cristianos pero sí debatirá el beso de Rubiales



La izquierda sigue imponiendo su agenda ideológica más sectaria y aberrante en las instituciones europeas, contribuyendo a su degradación.



ERC considera el beso de Rubiales como «violencia en el deporte»

La agencia Europa Press ha informado esta mañana que el 14 de septiembre el Parlamento Europeo debatirá el beso de Luis Rubiales a una futbolista, utilizado por el feminismo de izquierdas para desatar una disparatada polémica y una auténtica caza de brujas. El gobierno de Pedro Sánchez ha utilizado ese beso para tapar el escándalo por su rebaja masiva de penas para agresores sexuales, mediante una ley promovida por la facción de extrema izquierda del gobierno.

El beso de Rubiales será abordado en un debate sobre "violencia y la discriminación en el deporte" en la reunión que se celebrará ese día en la sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo, Francia. El debate fue propuesto por el partido de extrema izquierda Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), uno de los aliados parlamentarios de Sánchez.

ERC apoyó a detenidos por preparar un ataque violento a ciclistas

ERC tiene dos eurodiputados en la cámara legislativa de la Unión Europea: Jordi Solé Ferrando y Diana Riba i Giner, ambos adscritos al grupo parlamentario de Los Verdes/Alianza Libre Europea. Es una paradoja que ese partido quiera debatir un beso como una forma de "violencia en el deporte", pues hace sólo unos días ERC apoyó a varios separatistas detenidos por querer reventar de forma violenta La Vuelta ciclista a España, mediante un ataque que podría haber provocado heridos graves e incluso muertos entre el pelotón ciclista.

ERC votó en contra de debatir la persecución contra los cristianos

Da la casualidad, además, de que el año pasado el Parlamento Europeo rechazó una petición de debatir la persecución a los cristianos en el mundo, una persecución que ya contaba por entonces con cifras terribles: en 2021, 5.898 cristianos fueron asesinados por su fe, 6.175 cristianos fueron detenidos por sus creencias y 5.110 Iglesias fueron atacadas, según datos de la ONG Puertas Abiertas. En total, más de 360 millones de cristianos sufren altos niveles de persecución y discriminación por su fe.

El asesinato de una cristiana por musulmanes no conmovió a la izquierda

La izquierda votó en contra de celebrar ese debate y tumbó la petición. ERC fue uno de los partidos que votaron en contra de ese debate, solicitado por el eurodiputado francés Jean-Paul Garraud, del grupo Identidad y Democracia. Esa petición llegó tras el asesinato de la mujer cristiana Deborah Samuel, golpeada y quemada hasta la muerta por un grupo de musulmanes en Nigeria tras ser falsamente acusada de blasfemar contra Mahoma. Por lo visto, a ERC esto le parece menos importante que el beso de Rubiales.

ELENTIR

Pastor, buen pastor lo fue efectivamente: San Pío X en el recuerdo de Pío XII (Roberto De Mattei)



Hace ciento veinte años, el 4 de agosto de 1903, dio comienzo el pontificado de uno de los más grandes santos de la época moderna. Pío X, cuyo nombre era Giusseppe Melchiorre Sarto, nació en Riese, pequeña localidad del Véneto, el 2 de junio de 1835. Antes de ascender al solio pontificio fue obispo de Mantua y cardenal patriarca de Venecia. Falleció el 20 de agosto de 1914, tras haber reinado durante once años en la Iglesia Universal. Fue beatificado el 3 de junio de 1951 y canonizado el 29 de mayo de 1954 por Pío XII, que fijó su fiesta el 3 de septiembre. Quienes siguen el calendario litúrgico antiguo celebran su festividad en dicha fecha. El nuevo calendario, sin embargo, trasladó la conmemoración al 21 de agosto, un día después del de su muerte.

En estos tiempos difíciles en que la Iglesia tiene necesidad de modelos, no nos cansaremos de exaltar su figura. Y hoy queremos hacerlo con las palabras que pronunció Pío XII durante el discurso de su beatificación en 1951:

«Nos, que en aquel momento iniciábamos nuestros sacerdocio, al servicio ya de la Santa Sede, no olvidaremos jamás nuestra honda emoción cuando, en el mensaje de aquel 4 de agosto de 1903, desde la logia de la Basílica vaticana resonó la voz del cardenal primer diácono anunciando a la multitud que aquel cónclave –¡notable en tantos aspectos!– había tenido como resultado la elección del Patriarca de Venecia, Giusseppe Sarto.

»En ese momento se pronunció por primera vez a los oídos del mundo el nombre de Pío X. ¿Qué habría de significar aquel nombre para el Papado, para la humanidad? Mientras hoy, transcurrido casi medio siglo, hacemos un repaso espiritual de los graves y complejos sucesos que han llenado ese tiempo, inclinamos la frente y doblamos la rodilla con admirada adoración de los designios divinos, cuyo misterio se revela lentamente a los humildes ojos humanos, a medida que se van cumpliendo a lo largo de la historia.

»Pastor, buen pastor, lo fue efectivamente. Parecía que hubiese nacido para ello. En todas las etapas del camino que lo fueron conduciendo desde su humilde casa natal –fue pobre en cuanto a bienes terrenos, pero rico en fe y virtudes cristianas– al vértice supremo de la Jerarquía, el hijo de Riese siempre fue el mismo: sencillo, afable, accesible a todos, tanto en la casa parroquial rural como en la sala capitular de Treviso, en el obispado de Mantua, en la sede patriarcal de Venecia o ataviado con el esplendor de la púrpura romana, y siguió siendo el mismo ejerciendo la soberana majestad, en la silla gestatoria y bajo el peso de la tiara el día en que la Providencia, previsora modeladora de las almas, inclinó el espíritu y el corazón de sus compañeros en el episcopado para que pusieran en sus manos el báculo que pasaría de las debilitadas manos del venerable anciano León XIII sobre las paternalmente firmes de Sarto. El mundo necesitaba precisamente aquellas manos.

»No pudiendo levantar de sus sienes el terrible peso del Sumo Pontificado, él, que siempre había rehuido los honores y grandezas, así como otros rehúyen una vida desapercibida y desconocida, aceptó con lágrimas el cáliz que le entregaba el Padre Celestial. Y una vez pronunciado su fiat, este hombre humilde, muerto para las cosas de la Tierra y vivamente anhelante de las del Cielo, dio muestras de su espíritu de inflexible firmeza, varonil robustez y gran valor que son prerrogativa de los héroes de la santidad.

»Desde su primera encíclica, pareció que una llama luminosa se hubiera elevado para iluminar las mentes y encender los corazones, del mismo modo que a los discípulos de Emaús les ardía el corazón mientras el Maestro les hablaba revelándoles el sentido de las Escrituras (Lc.24,32). ¿Acaso no habéis experimentado alguna vez ese ardor, amados hijos que vivís en estos tiempos, y habéis oído de sus labios un diagnóstico preciso de los males y los errores de la época, indicando al mismo tiempo los medios y remedios de curación? ¡Qué claridad de pensamiento! ¡Qué eficacia persuasora! Era ni más ni menos la ciencia y la sabiduría de un profeta inspirado, la intrépida franqueza de un Juan Bautista o un Pablo de Tarso. Era la ternura paternal del Vicario y representante de Cristo, atento a todas las necesidades, solícito a todos los intereses y miserias de sus hijos. Su palabra era trueno, espada, bálsamo que transmitía en abundancia a toda la Iglesia y llegaba eficazmente más allá todavía. Tenía un vigor irresistible no sólo por la sustancia del contenido, sino por su íntima y penetrante calidez. Se sentía la ebullición del alma de un pastor que vivía en Dios y de Dios, sin más objetivo que conducir a Él las ovejas y los corderos. Por eso, si siendo fiel a las venerables tradiciones seculares de sus antecesores conservó sustancialmente todas las formas solemnes exteriores (no ostentosas) del ceremonial pontificio, en ese momento su mirada levemente triste, fija en un punto invisible, indicaba que todos los honores no iban dirigidos a él sino a Dios.

»El mundo, que hoy lo aclama entre los bienaventurados, sabe que recorrió el camino que le había señalado la Divina Providencia con una fe capaz de mover montañas, con una esperanza a toda prueba, aun en los momentos más oscuros e inciertos, y con una caridad que lo motivaba a no escatimar sacrificios en pro del servicio a Dios y las salvación de los hombres.

»Por estas virtudes teológicas, que se podría decir que constituían la urdimbre de su vida y que practicó en grado de perfección, superando incomparablemente toda excelencia puramente natural, su pontificado refulgió como en los edades gloriosas de la Iglesia.»

De Mattei
(Traducido por Bruno de la Inmaculada)

miércoles, 6 de septiembre de 2023

Javier Milei, ¿peligro o esperanza?: con Laje, Barbadillo y Contreras - Más duro que el pedernal



UNA HORA Y 55 MINUTOS

El Sínodo de la Sinodalidad es una “caja de Pandora”: Cardenal Burke


Cardenal Raymond Burke. Foto por infocatolica y pixabay


(CATOLIN).- El cardenal Raymond Burke escribió el prólogo de un nuevo libro en donde denuncia que el Sínodo de la Sinodalidad es una “caja de Pandora” que amenaza con desatar graves daños en el Cuerpo Místico de Cristo. De acuerdo con lo relatado por Diane Montagna para el Catholic Herald The Synodal Process is a Pandora’s Box (El proceso sinodal es una caja de Pandora), escrito conjuntamente por José Antonio Ureta y Julio Loredo de Izcue, presenta una serie de 100 preguntas y respuestas destinadas a informar al público en general sobre un debate que, según ellos, ha estado “limitado en gran medida a los iniciados” a pesar de su “impacto potencialmente revolucionario”.

En su prólogo, el cardenal Burke, ex prefecto de la Signatura Apostólica, menciona:

“Se nos dice que la Iglesia que profesamos, en comunión con nuestros antepasados en la fe desde el tiempo de los Apóstoles, ser Una, Santa, Católica y Apostólica, ahora debe ser definida por la sinodalidad, un término que no tiene historia en la doctrina de la Iglesia y para el que no existe una definición razonable.

La sinodalidad y su adjetivo, sinodal, se han convertido en eslóganes tras los que se esconde una revolución para cambiar radicalmente la autocomprensión de la Iglesia, de acuerdo con una ideología contemporánea que niega mucho de lo que la Iglesia siempre ha enseñado y practicado. 

No se trata de una cuestión puramente teórica, pues la ideología ya se ha puesto en práctica, desde hace algunos años, en la Iglesia en Alemania, difundiendo ampliamente la confusión y el error y su fruto, la división -incluso el cisma-, con grave perjuicio para muchas almas. 

Con el inminente Sínodo sobre la sinodalidad, es de temer, con razón, que la misma confusión, el mismo error y la misma división lleguen a la Iglesia universal. De hecho, ya ha comenzado a suceder a través de la preparación del Sínodo a nivel local”. 

El libro publicado en ocho idiomas, responde de forma clara y concisa a toda una serie de preguntas en torno a este controvertido acontecimiento. Toma como base los documentos oficiales del Sínodo y una amplia gama de fuentes, los temas incluyen la naturaleza del Sínodo de los Obispos y los cambios que ha introducido el Papa Francisco, el proceso sinodal y si los organizadores consultaron realmente al “Pueblo de Dios”, así como el significado de “sinodalidad, escucha e inclusión”.

Examina lo que los promotores del Sínodo consideran el “principal problema” de la Iglesia, lo que su solución significaría para una Iglesia jerárquica y cómo afectaría a la sagrada liturgia. Entre otras cosas, examinan la muy controvertida vía sinodal alemana y sus posibles ramificaciones para la Iglesia universal. 

Analizan el impulso a la democratización de la Iglesia, la ordenación de mujeres y lo que significa para sus promotores la «”nclusión” de los homosexuales en la Iglesia. Finalmente, examinan las reacciones a la sinodalidad, si se llegará a un “compromiso a la romana” y qué tipo de Iglesia surgiría si el proceso sinodal se llevara hasta sus últimas consecuencias.

La publicación del libro se da en medio de un creciente rechazo en los medios de comunicación.

El pasado 14 de agosto, el diario francés Le Figaro publicó en portada un artículo del periodista Jean-Marie Guénois, en el que acusaba al Vaticano de avanzar sin tener verdaderamente en cuenta la espiritualidad de los católicos franceses.

“La gente piensa que la consulta que condujo al documento preparatorio fue tendenciosa, como una maniobra para llegar a conclusiones escritas de antemano”, señaló una fuente a Guénois, enfatizando que el nuevo documento de trabajo del Sínodo, Instrumentum laboris, “ha provocado una agitación sin precedentes entre los sacerdotes moderados y un buen número de obispos. Hasta ahora acríticos, muchos están preocupados por el asalto autoritario y voluntarista de Francisco a una reforma que consideran arriesgada y confusa. Esta nueva desconfianza entre los moderados es global”.

En una entrevista reciente concedida por la laica suiza Helena Jeppesen-Spuhler, uno de los nuevos miembros laicos con derecho a voto elegidos por el Papa Francisco para el Sínodo de octubre, admitió abiertamente que está “a favor de la ordenación de mujeres”, que cree que “la cuestión LGBTQIA+ debe tomarse muy en serio y que ¡es nuestra última oportunidad!”.

Diane Montagna asegura que los organizadores del sínodo han insistido en que no existe una agenda oculta, pero la realidad de esa agenda está empezando a salir de esta Caja de Pandora, junto con tantas otras cosas que el Cardenal Burke y muchos otros temen que causarán un gran daño a la Iglesia.

Por su parte, el cardenal Gerhard Müller lo ha calificado de “conquista hostil” de la Iglesia Católica y el cardenal George Pell (DEP) lo calificó de “pesadilla tóxica”.

El Sínodo sobre la Sinodalidad se está celebrando en tres fases: local, continental y universal. En octubre comenzará la etapa universal con la decimosexta Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que reunirá a 300 obispos y laicos en el Vaticano, luego de que el Papa Francisco concediera el mismo derecho de voto a los miembros episcopales y no episcopales.

En 2024 se celebrará una segunda asamblea.

Rolando Tobit

CARTA PASTORAL COMPLETA DE MONSEÑOR STRICKLAND

INFOVATICANA


Les ofrecemos la carta completa escrita por el obispo Strickland:

Mis queridos hijos e hijas en Cristo:

¡Que el amor y la gracia de Nuestro Señor Jesucristo esté con vosotros siempre!

En este tiempo de gran agitación en la Iglesia y en el mundo, debo hablaros con corazón de padre para advertiros de los males que nos amenazan y para aseguraros la alegría y la esperanza que siempre tenemos en nuestra Señor Jesucristo. El mensaje malvado y falso que ha invadido a la Iglesia, Esposa de Cristo, es que Jesús es sólo uno entre muchos, y que no es necesario que Su mensaje sea compartido con toda la humanidad. Esta idea debe ser evitada y refutada en todo momento. Debemos compartir la gozosa buena noticia de que Jesús es nuestro único Señor y que Él desea que toda la humanidad de todos los tiempos pueda abrazar la vida eterna en Él.

Una vez que comprendamos que Jesucristo, el Divino Hijo de Dios, es la plenitud de la revelación y el cumplimiento del plan de salvación del Padre para toda la humanidad para todos los tiempos, y lo aceptemos con todo nuestro corazón, entonces podremos abordar los otros errores que plagan nuestra Iglesia y nuestro mundo que han sido provocados por un alejamiento de la Verdad.

En la carta de San Pablo a los Gálatas, escribe: “Estoy asombrado de que tan pronto estéis abandonando al que os llamó por {la} gracia {de Cristo} por un evangelio diferente {no es que haya otro}. Pero hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Pero incluso si nosotros, o un ángel del cielo, os anunciamos un evangelio distinto del que os hemos anunciado, ¡sea anatema! Como hemos dicho antes, y ahora lo repito, si alguno os predica un evangelio distinto del que habéis recibido, ¡sea anatema! (Gálatas 1:6-9)



Como su padre espiritual, creo que es importante reiterar las siguientes verdades básicas que la Iglesia siempre ha entendido desde tiempos inmemoriales, y enfatizar que la Iglesia existe no para redefinir las cuestiones de fe, sino para salvaguardar el Depósito de la Fe como nos ha sido transmitido por Nuestro Señor mismo a través de los apóstoles, los santos y los mártires. Nuevamente, recordando la advertencia de San Pablo a los Gálatas, cualquier intento de pervertir el verdadero mensaje del Evangelio debe ser rechazado categóricamente por ser perjudicial para la Esposa de Cristo y sus miembros individuales.

Cristo estableció Una Iglesia—la Iglesia Católica—y, por lo tanto, sólo la Iglesia Católica proporciona la plenitud de la verdad de Cristo y el camino auténtico hacia Su salvación para todos nosotros.

La Eucaristía y todos los sacramentos son divinamente instituidos, no desarrollados por el hombre. La Eucaristía es verdaderamente el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Cristo, y recibirlo en la Comunión indignamente (es decir, en un estado de pecado grave e impenitente) es un sacrilegio devastador para el individuo y para la Iglesia. (1 Corintios 11:27-29)

El Sacramento del Matrimonio es instituido por Dios. A través de la Ley Natural, Dios ha establecido el matrimonio entre un hombre y una mujer fieles el uno al otro de por vida y abiertos a los hijos. La humanidad no tiene el derecho ni la verdadera capacidad de redefinir el matrimonio.

Cada persona humana es creada a imagen y semejanza de Dios, hombre o mujer, y se debe ayudar a todas las personas a descubrir su verdadera identidad como hijos de Dios, y no apoyarlas en un intento desordenado de rechazar su innegable identidad biológica y dada por Dios.



La actividad sexual fuera del matrimonio es siempre un pecado grave y ninguna autoridad dentro de la Iglesia puede tolerarla, bendecirla ni considerarla permisible.

La creencia de que todos los hombres y mujeres serán salvos independientemente de cómo vivan sus vidas (un concepto comúnmente conocido como universalismo) es falsa y peligrosa, ya que contradice lo que Jesús nos dice repetidamente en el Evangelio. Jesús dice que debemos “negarnos a nosotros mismos, tomar nuestra cruz y seguirlo”. (Mateo 16:24) Él nos ha dado el camino, a través de Su gracia, a la victoria sobre el pecado y la muerte a través del arrepentimiento y la confesión sacramental. Es esencial que abracemos el gozo y la esperanza, así como la libertad, que provienen del arrepentimiento y de la confesión humilde de nuestros pecados. A través del arrepentimiento y la confesión sacramental, cada batalla contra la tentación y el pecado puede ser una pequeña victoria que nos lleve a abrazar la gran victoria que Cristo ha ganado por nosotros.

Para seguir a Jesucristo, debemos elegir voluntariamente tomar nuestra cruz en lugar de intentar evitar la cruz y el sufrimiento que Nuestro Señor nos ofrece a cada uno de nosotros individualmente en nuestra vida diaria. El misterio del sufrimiento redentor, es decir, el sufrimiento que Nuestro Señor nos permite experimentar y aceptar en este mundo y luego ofrecerle de nuevo en unión con Su sufrimiento, nos humilla, nos purifica y nos lleva más profundamente a la alegría de una vida vivida en Cristo. Eso no quiere decir que debamos disfrutar o buscar el sufrimiento, pero si estamos unidos a Cristo, al experimentar nuestros sufrimientos diarios podemos encontrar la esperanza y el gozo que existen en medio del sufrimiento y perseverar hasta el fin en todo nuestro sufrimiento. (cf. 2 Tim 4,6-8)

En las próximas semanas y meses, muchas de estas verdades serán examinadas como parte del Sínodo sobre la Sinodalidad. Debemos aferrarnos a estas verdades y ser cautelosos ante cualquier intento de presentar una alternativa al Evangelio de Jesucristo, o de impulsar una fe que hable de diálogo y hermandad, mientras intentamos eliminar la paternidad de Dios. Cuando buscamos innovar en lo que Dios en Su gran misericordia nos ha dado, nos encontramos en un terreno traicionero. La base más segura que podemos encontrar es permanecer firmemente en las enseñanzas perennes de la fe.

Lamentablemente, es posible que algunos tilden de cismáticos a quienes no estén de acuerdo con los cambios que se proponen. Sin embargo, tenga la seguridad de que nadie que permanezca firmemente en la plomada de nuestra fe católica es un cismático. Debemos permanecer descaradamente y verdaderamente católicos, independientemente de lo que pueda surgir. Debemos ser conscientes también de que no estamos dejando que la Iglesia se mantenga firme contra estos cambios propuestos. Como dijo San Pedro: “¿Señor a quién iremos? Tu tienes las palabras de la vida eterna.» (Jn 6:68) Por lo tanto, permanecer firmes no significa que estemos buscando salir de la Iglesia. En cambio, aquellos que proponen cambios a lo que no se puede cambiar buscan apoderarse de la Iglesia de Cristo, y ellos son, de hecho, los verdaderos cismáticos.

Les insto, hijos e hijas míos en Cristo, a que ahora es el momento de asegurarse de mantenerse firmes en la fe católica de todos los tiempos. Todos fuimos creados para buscar el Camino, la Verdad y la Vida, y en esta era moderna de confusión, el verdadero camino es el que está iluminado por la luz de Jesucristo, porque la Verdad tiene un rostro y de hecho es Su rostro. . Tengan la seguridad de que Él no abandonará a Su Novia.

Sigo siendo vuestro humilde padre y servidor,

Monseñor Joseph Strickland, obispo de Tyler, Texas.

No son ‘cismáticos’ los católicos que rechazan cambios que contradicen las enseñanzas de la Iglesia: obispo Strickland





* El obispo Strickland advirtió contra el «cambio propuesto» que impulsa el Sínodo sobre la sinodalidad.

* Insta a los católicos a aferrarse a la doctrina eterna de la Iglesia en un nuevo mensaje pastoral.

* “La misa tradicional en latín está arraigada en la vid, es robusta en la verdad y da mucho fruto”

El obispo Joseph Strickland ha emitido una advertencia de que el Sínodo sobre la sinodalidad podría buscar cambiar o “innovar” las verdades católicas y que los católicos que se adhieren a la Tradición y se oponen a cambios novedosos pueden ser etiquetados como “cismáticos”.

Contents






Sin inmutarse por la reciente visita apostólica a su diócesis de Tyler, el obispo Joseph Strickland ha publicado un mensaje pastoral en el que advierte sobre los peligros potenciales para la fe como parte del Sínodo sobre la sinodalidad, antes de la reunión de obispos y laicos de octubre.

“En este tiempo de gran agitación en la Iglesia y en el mundo, debo hablaros con corazón de padre para advertiros de los males que nos amenazan y para aseguraros la alegría y la esperanza que siempre tenemos en Nuestro Señor Jesucristo”, comenzó Strickland.

Un “mensaje malvado y falso que ha invadido la Iglesia” es que “Jesús es sólo uno entre muchos, y que no es necesario que Su mensaje sea compartido con toda la humanidad”, escribió Strickland. Semejante idea, añadió, “debe ser evitada y refutada en todo momento”.

Presentación de verdades católicas

Basándose en la Carta de San Pablo a los Gálatas, Strickland afirmó que “cualquier intento de pervertir el verdadero mensaje del Evangelio debe ser rechazado categóricamente por ser perjudicial para la Esposa de Cristo y sus miembros individuales”.

Delineó una serie de siete verdades enseñadas consistentemente por la Iglesia Católica, a saber: 

La naturaleza de la Iglesia católica como única Iglesia verdadera.

La necesidad de estar en estado de gracia para recibir la Eucaristía.

La naturaleza divina del sacramento del Matrimonio, que el hombre no puede alterar ni “redefinir”.

El hombre es creado a imagen y semejanza de Dios, por lo que no permite rechazar la realidad biológica.

La completa inmoralidad de la actividad sexual fuera del matrimonio, que la Iglesia no puede bendecir ni tolerar en absoluto.

Es “falsa y peligrosa” la “creencia de que todos los hombres y mujeres se salvarán independientemente de cómo vivan sus vidas”.

La necesidad de soportar los sufrimientos para seguir a Cristo y unir el sufrimiento a su muerte redentora.

“La Iglesia existe no para redefinir las cuestiones de fe”, señaló Strickland, “sino para salvaguardar el Depósito de la Fe tal como nos lo ha transmitido Nuestro Señor mismo a través de los apóstoles, los santos y los mártires”.

Advertencia de cambios sinodales

Sin embargo, después de haber presentado tales verdades católicas, el obispo Strickland advirtió que tales verdades “serán examinadas como parte del Sínodo sobre la sinodalidad”.

No sugirió directamente que el Sínodo pudiera cambiar, o intentar cambiar, esa enseñanza, sino que advirtió a los católicos que “se aferren a estas verdades y sean cautelosos con cualquier intento de presentar una alternativa al Evangelio de Jesucristo, o de impulsar por una fe que hable de diálogo y de fraternidad, intentando quitar la paternidad de Dios”.

El obispo, que suele expresar su voz, advirtió que los intentos de “innovar sobre lo que Dios en su gran misericordia nos ha dado” conduce a un “terreno traicionero”.

Strickland, después de haber esbozado las verdades a las que los católicos deben aferrarse, advirtió que los defensores de la innovación buscarían atacar a aquellos que se negaran a seguir un proceso de cambio alejado de la fe:
Lamentablemente, es posible que algunos tilden de cismáticos a quienes no estén de acuerdo con los cambios que se proponen. Tengan la seguridad, sin embargo, de que nadie que permanezca firmemente en la plomada de nuestra fe católica es un cismático. Debemos permanecer descaradamente y verdaderamente católicos, independientemente de lo que pueda surgir.
«Debemos ser conscientes también de que no estamos dejando que la Iglesia se mantenga firme contra estos cambios propuestos», añadió.

Por el contrario, el obispo describió a los defensores no especificados del cambio y la innovación como “cismáticos”, afirmando que “aquellos que propondrían cambios a lo que no se puede cambiar buscan apoderarse de la Iglesia de Cristo, y de hecho son los verdaderos cismáticos”.

La advertencia del obispo de Texas llega el mismo día en que se publicó un libro que advierte de manera similar sobre los peligros sinodales.

El libro, escrito en coautoría por los investigadores y teólogos José Antonio Ureta y Julio Loredo de Izcue, recibió un prólogo del cardenal Raymond Burke, quien describió los términos “sinodalidad” y “sinodal” como lemas que se utilizan para “cambiar radicalmente la autocomprensión de la Iglesia”. , de acuerdo con una ideología contemporánea que niega mucho de lo que la Iglesia siempre ha enseñado y practicado”.

Titulado El proceso sinodal es una caja de Pandora , el libro es, escriben los autores, “un grito de alarma” frente a las “voces heréticas dentro de la Iglesia católica” que están promoviendo una “agenda radical” a través del Sínodo sobre la sinodalidad.

El propio obispo Strickland ha advertido recientemente que los intentos actuales de restringir la antigua liturgia de la Iglesia (es decir, la misa tradicional en latín) constituyen un ataque al “depósito de la fe”.

Sin nombrar a ningún individuo o documento en particular, Strickland pareció apuntar al motu proprio Traditionis Custodes del Papa Francisco y a la posterior Responsa ad dubia y rescripto del cardenal Arthur Roche, al expresar:
“La misa tradicional en latín está arraigada en la vid, es robusta en la verdad y da mucho fruto”, opinó. «Cualquier intento de separar la Misa tradicional de la Iglesia es un ataque al vínculo ininterrumpido con la tradición tal como lo recibieron los apóstoles, y un ataque al Depósito de la Fe».

¿Es el cambio climático realmente culpa del hombre? | Mariano Urdiales Viedma



Cambio climático ha existido siempre, ocho glaciaciones en los últimos 800.000 años. Hace 120.000 años hacía tanto calor en las cuencas del Rin y del Támesis, que allí vivían hipopótamos. Todo antes de que el hombre existiera.

¿Se está calentando el planeta en la actualidad?, sabemos que el mayor glaciar de América del Sur, el Pio XI está creciendo, lo mismo ocurre con los glaciares interiores de Groenlandia y la capa de hielo antártica está aumentando, el invierno del 2009 fue uno de los más fríos de los últimos 100 años. Los inviernos del 2012 y 2013 también fueron muy largos y fríos y en ese año, se incrementó de forma impresionante el hielo del Ártico.

¿Es el hombre responsable del calor que padecemos este verano y el año pasado?. No hay un acuerdo unánime de los científicos, es más, muchos niegan esa relación. La erupción submarina del volcán Hunga Tonga, en el Pacífico, que se inició en diciembre del 2021 y tuvo su principal explosión en enero del 2022, mandó al espacio 146.000 millones de litros de vapor de agua, que podrían calentar el clima durante 5 años, así se publicó en National Geographic. Pero, ¿conocías esa erupción?, en los telediarios se habla poco de ese tema. Se sabe que el vapor de agua produce mucho más calentamiento atmosférico que el CO2.

Los maltusianos y científicos agoreros del clima han fallado siempre en sus predicciones. La tecnología disponible es la que hay y el clima es multifactorial y complejo. No podemos hacer predicciones a tres semanas y pretenden que nos arruinemos y renunciemos a los logros de la civilización por “supuestos cambios” no bien demostrados, dentro de 100-150 años.

Veamos algunas predicciones:

A) Se predijeron hambrunas, inundaciones, sequías y enfriamiento global para la década de 1980, que llegaría en el 2000 a una disminución de la temperatura media de 11 grados, algo que nunca ocurrió.

B) Nos asustaron con que los gases y la polución harían a las ciudades irrespirables y habría que llevar máscaras faciales con filtros para poder sobrevivir a mediados de la década de los 80 del pasado siglo.

C) Nos profetizaron que para el 1995, al menos el 75% de las especies animales habrían desaparecido.

D) Se anunció el hundimiento de las islas Maldivas antes del año 2010. En mayo del 1989, se predijo que la Amazonía no existiría en 20 años: La ONU nos amenazó con que en el 2020, el Mediterráneo se quedaría sin playas.

E) Al Gore se hizo famoso con su película “Una verdad incómoda” que anunciaba una inminente catástrofe climática.

Ninguna de esas profecías se cumplieron, todas ampliamente publicitadas en los más importantes medios de comunicación.

Incluso el célebre palo de jockey del IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change), dependiente de la ONU, está muy cuestionado, ya que omite los datos que no le interesan. En 2009, un ataque informático jaqueó el correo electrónico del profesor Phil Jones, demostrando la falsificación de las temperaturas para confeccionar el famoso palo. Las mediciones de CO2 en el pasado son ignoradas por el IPCC, según el profesor de química Hans Eberhard Heyke. Hemos tenido concentraciones de CO2 hasta tres veces superiores a las actuales en fechas bastante próximas, en 1825, 1857 y 1942, según el libro de Ernst-Georg Beck titulado “History of CO2 Gas Analysis of Air by Chemical Methods.

Es un hecho que hay serias y fundadas discrepancias y no existe una prueba definitiva del efecto devastador que se le pretende dar al CO2 y a la intervención humana. Existen sospechas de que todo pueda ser un constructo ideológico. La realidad es que no conocemos bien todos los factores que influyen en el clima. 
Para muchos científicos, como el danés Henrik Svenmark, el sol y su actividad es el factor primordial, pero también influyen los rayos cósmicos, la formación de nubes, actividad volcánica, etc. Factores en los que el hombre no puede intervenir.
Son muchos los científicos, y premios Nobel de física, que se oponen a esta emergencia climática, un ejemplo es el laureado con el Nobel de física del 2022, el Dr. John F. Clauser, el cual no se anda con rodeos a la hora de criticar lo que él llama “la patraña de la crisis climática”.
Cuidemos al planeta y sigamos investigando, pero que no nos impongan dogmas que no están científicamente probados.

Mariano Urdiales Viedma | Escritor. Médico (r)

martes, 5 de septiembre de 2023

NOTICIAS 5 DE SEPTIEMBRE DE 2023


ADELANTE LA FE

El cambio: sí, ¿pero cuál? (Mons. Aguer

CHIESA E POST CONCILIO

Fatalismo y voluntad de Dios

THE WANDERER

Bouyer sobre la farsa de la sinodalidad

CONTANDO ESTRELAS


Prioridades: cita con Puigdemont pero ni un tuiteo sobre el desastre en Madrid y Toledo

AL DESCUBIERTO (VIDEO 9:35 MINUTOS)

Biden quiere financiar una nueva vacuna
"para todos... ya sea que la hayan recibido antes o no"

Selección por José Martí

¿”Juan XXIV”? ¿Y por qué no Pío XIII? (Carlos Esteban)



No es la primera referencia que hace Francisco a su supuesto sucesor llamándole ‘Juan XXIV’, aunque sea con ánimo jocoso. Pero la referencia es un indicio de que el Papa no espera demasiadas sorpresas del ‘Dios de las sorpresas’.

«En cuanto al viaje a Vietnam, si no voy yo, seguro que irá Juan XXIV”, ha dicho el Papa Francisco durante la última de sus temidas ruedas de prensa en vuelo de vuelta de su visita apostólica a Mongolia.

Y sí, de acuerdo, es una referencia sin demasiada importancia, dicha de forma humorística. Pero no deja de ser enormemente significativa. ¿De qué? De que, para Francisco, no hay realmente una ‘necesidad de estar abiertos a los cambios’, no se espera al ‘Dios de las sorpresas’, ni siquiera hay condena genérica al machacón ‘indietrismo’.

Si Francisco estuviera verdaderamente abierto a las sorpresas, no cabe duda de que la mayor sorpresa de un futuro cónclave no sería que eligiera a un Juan XXIV, sino a un Pío XIII.

Si Francisco creyera realmente en la bondad del cambio, en general; si de verdad lamentara la actitud de los ‘católicos rígidos’ por su incapacidad de aceptar el cambio, no se me ocurre cambio más radical en este momento que la recuperación de todo lo que ha significado durante siglos ser católico.

Si Francisco abominara de un ‘indietrismo’ genérico, de ese ‘mirar atrás’ que paraliza, no estaría tan empeñado en resucitar ese entusiasmo eclesial tan de su juventud, la espera de la primavera del posconcilio. De algún modo, los nostálgicos son quienes quieren recuperar algo que no conocieron, mientras que no es nostalgia desear volver a lo que se vivió en la propia juventud.

El Papa quiere cambios, pero en una dirección muy concreta, casi diríamos ‘rígida’, lo que es un modo de no querer realmente cambios, sino resultados concretos, tenerlo todo “atado y bien atado”, una de las obsesiones que muchos observadores han reconocido en Francisco.

Y esa es una de las grandes paradojas del Santo Padre, quizá la más llamativa: que el mismo Pontífice que no se considera condicionada por nada que hayan hecho sus predecesores -ni siquiera cuando siguen vivos- se empeñe con tan visible firmeza en hacer inmutable su ‘reforma’.

Carlos Esteban

¿Llega el confinamiento climático? No es una recomendación, es una imposición



Una de las críticas más recurrentes sobre el aviso por las lluvias de la DANA en la Comunidad de Madrid ha sido el tono de imposición, no de recomendación, de no salir de casa. Juan Antonio de Castro recalca precisamente eso, y reflexiona sobre las consecuencias que puede haber tenido un mensaje tan catastrofista para algunos ciudadanos de la capital.

DURACIÓN 1:57 MINUTOS

sábado, 2 de septiembre de 2023

Homilia de Hoy | Sábado de la XXI semana del Tiempo ordinario | 02-09-2023 | P. Santiago Martin, FM



DURACIÓN 10:50 MINUTOS


Cristo les estorba | Actualidad Comentada 01-09-2023 | P. Santiago Martín FM | Magnificat.tv



DURACIÓN 14:26 MINUTOS


Más de 1.600 científicos firman una declaración negando la «emergencia climática»



Todo el mundo sabe que el mundo se va a convertir en un infierno a corto plazo por culpa de las ventosidades de las vacas y de su coche que sigue funcionando con gasolina. Es imposible ignorarlo, porque nos lo repiten a todas horas desde todos los medios, preparándonos para hacernos a la idea de una vida peor con el noble objetivo de alejar el apocalipsis.

Solo que cada vez son más los que sospechan que detrás de la emergencia climática, promulgada con crecientes niveles de histeria, se esconden planes de control poblacional, aunque sólo sea porque los apóstoles de la ebullición planetaria no parecen haber cambiado un ápice su modo de vida y siguen comprando mansiones a pie de playa.

PP y Vox alcanzan un acuerdo para evitar la repetición electoral en la Región de Murcia

 LA GACETA DE LA IBEROSFERA


El Partido Popular y Vox han cerrado un acuerdo de gobernabilidad que evita la repetición electoral en la Región de Murcia.

Tras distintas conversaciones, reuniones y contactos, el presidente del PP en la Región de Murcia, Fernando López Miras y el presidente de Vox en la Región de Murcia, José Ángel Antelo, han cerrado los términos del acuerdo que pone fin al bloqueo y facilita la investidura.

De esta manera, Vox asume el compromiso de votar a favor de la investidura de Fernando López Miras y los representantes de la formación de Abascal entrarán a formar parte del Gobierno regional con las consejerías de Fomento y la de Seguridad, Interior y Emergencias, ésta última con rango de vicepresidencia.