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miércoles, 6 de septiembre de 2023

No son ‘cismáticos’ los católicos que rechazan cambios que contradicen las enseñanzas de la Iglesia: obispo Strickland





* El obispo Strickland advirtió contra el «cambio propuesto» que impulsa el Sínodo sobre la sinodalidad.

* Insta a los católicos a aferrarse a la doctrina eterna de la Iglesia en un nuevo mensaje pastoral.

* “La misa tradicional en latín está arraigada en la vid, es robusta en la verdad y da mucho fruto”

El obispo Joseph Strickland ha emitido una advertencia de que el Sínodo sobre la sinodalidad podría buscar cambiar o “innovar” las verdades católicas y que los católicos que se adhieren a la Tradición y se oponen a cambios novedosos pueden ser etiquetados como “cismáticos”.

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Sin inmutarse por la reciente visita apostólica a su diócesis de Tyler, el obispo Joseph Strickland ha publicado un mensaje pastoral en el que advierte sobre los peligros potenciales para la fe como parte del Sínodo sobre la sinodalidad, antes de la reunión de obispos y laicos de octubre.

“En este tiempo de gran agitación en la Iglesia y en el mundo, debo hablaros con corazón de padre para advertiros de los males que nos amenazan y para aseguraros la alegría y la esperanza que siempre tenemos en Nuestro Señor Jesucristo”, comenzó Strickland.

Un “mensaje malvado y falso que ha invadido la Iglesia” es que “Jesús es sólo uno entre muchos, y que no es necesario que Su mensaje sea compartido con toda la humanidad”, escribió Strickland. Semejante idea, añadió, “debe ser evitada y refutada en todo momento”.

Presentación de verdades católicas

Basándose en la Carta de San Pablo a los Gálatas, Strickland afirmó que “cualquier intento de pervertir el verdadero mensaje del Evangelio debe ser rechazado categóricamente por ser perjudicial para la Esposa de Cristo y sus miembros individuales”.

Delineó una serie de siete verdades enseñadas consistentemente por la Iglesia Católica, a saber: 

La naturaleza de la Iglesia católica como única Iglesia verdadera.

La necesidad de estar en estado de gracia para recibir la Eucaristía.

La naturaleza divina del sacramento del Matrimonio, que el hombre no puede alterar ni “redefinir”.

El hombre es creado a imagen y semejanza de Dios, por lo que no permite rechazar la realidad biológica.

La completa inmoralidad de la actividad sexual fuera del matrimonio, que la Iglesia no puede bendecir ni tolerar en absoluto.

Es “falsa y peligrosa” la “creencia de que todos los hombres y mujeres se salvarán independientemente de cómo vivan sus vidas”.

La necesidad de soportar los sufrimientos para seguir a Cristo y unir el sufrimiento a su muerte redentora.

“La Iglesia existe no para redefinir las cuestiones de fe”, señaló Strickland, “sino para salvaguardar el Depósito de la Fe tal como nos lo ha transmitido Nuestro Señor mismo a través de los apóstoles, los santos y los mártires”.

Advertencia de cambios sinodales

Sin embargo, después de haber presentado tales verdades católicas, el obispo Strickland advirtió que tales verdades “serán examinadas como parte del Sínodo sobre la sinodalidad”.

No sugirió directamente que el Sínodo pudiera cambiar, o intentar cambiar, esa enseñanza, sino que advirtió a los católicos que “se aferren a estas verdades y sean cautelosos con cualquier intento de presentar una alternativa al Evangelio de Jesucristo, o de impulsar por una fe que hable de diálogo y de fraternidad, intentando quitar la paternidad de Dios”.

El obispo, que suele expresar su voz, advirtió que los intentos de “innovar sobre lo que Dios en su gran misericordia nos ha dado” conduce a un “terreno traicionero”.

Strickland, después de haber esbozado las verdades a las que los católicos deben aferrarse, advirtió que los defensores de la innovación buscarían atacar a aquellos que se negaran a seguir un proceso de cambio alejado de la fe:
Lamentablemente, es posible que algunos tilden de cismáticos a quienes no estén de acuerdo con los cambios que se proponen. Tengan la seguridad, sin embargo, de que nadie que permanezca firmemente en la plomada de nuestra fe católica es un cismático. Debemos permanecer descaradamente y verdaderamente católicos, independientemente de lo que pueda surgir.
«Debemos ser conscientes también de que no estamos dejando que la Iglesia se mantenga firme contra estos cambios propuestos», añadió.

Por el contrario, el obispo describió a los defensores no especificados del cambio y la innovación como “cismáticos”, afirmando que “aquellos que propondrían cambios a lo que no se puede cambiar buscan apoderarse de la Iglesia de Cristo, y de hecho son los verdaderos cismáticos”.

La advertencia del obispo de Texas llega el mismo día en que se publicó un libro que advierte de manera similar sobre los peligros sinodales.

El libro, escrito en coautoría por los investigadores y teólogos José Antonio Ureta y Julio Loredo de Izcue, recibió un prólogo del cardenal Raymond Burke, quien describió los términos “sinodalidad” y “sinodal” como lemas que se utilizan para “cambiar radicalmente la autocomprensión de la Iglesia”. , de acuerdo con una ideología contemporánea que niega mucho de lo que la Iglesia siempre ha enseñado y practicado”.

Titulado El proceso sinodal es una caja de Pandora , el libro es, escriben los autores, “un grito de alarma” frente a las “voces heréticas dentro de la Iglesia católica” que están promoviendo una “agenda radical” a través del Sínodo sobre la sinodalidad.

El propio obispo Strickland ha advertido recientemente que los intentos actuales de restringir la antigua liturgia de la Iglesia (es decir, la misa tradicional en latín) constituyen un ataque al “depósito de la fe”.

Sin nombrar a ningún individuo o documento en particular, Strickland pareció apuntar al motu proprio Traditionis Custodes del Papa Francisco y a la posterior Responsa ad dubia y rescripto del cardenal Arthur Roche, al expresar:
“La misa tradicional en latín está arraigada en la vid, es robusta en la verdad y da mucho fruto”, opinó. «Cualquier intento de separar la Misa tradicional de la Iglesia es un ataque al vínculo ininterrumpido con la tradición tal como lo recibieron los apóstoles, y un ataque al Depósito de la Fe».

¿Es el cambio climático realmente culpa del hombre? | Mariano Urdiales Viedma



Cambio climático ha existido siempre, ocho glaciaciones en los últimos 800.000 años. Hace 120.000 años hacía tanto calor en las cuencas del Rin y del Támesis, que allí vivían hipopótamos. Todo antes de que el hombre existiera.

¿Se está calentando el planeta en la actualidad?, sabemos que el mayor glaciar de América del Sur, el Pio XI está creciendo, lo mismo ocurre con los glaciares interiores de Groenlandia y la capa de hielo antártica está aumentando, el invierno del 2009 fue uno de los más fríos de los últimos 100 años. Los inviernos del 2012 y 2013 también fueron muy largos y fríos y en ese año, se incrementó de forma impresionante el hielo del Ártico.

¿Es el hombre responsable del calor que padecemos este verano y el año pasado?. No hay un acuerdo unánime de los científicos, es más, muchos niegan esa relación. La erupción submarina del volcán Hunga Tonga, en el Pacífico, que se inició en diciembre del 2021 y tuvo su principal explosión en enero del 2022, mandó al espacio 146.000 millones de litros de vapor de agua, que podrían calentar el clima durante 5 años, así se publicó en National Geographic. Pero, ¿conocías esa erupción?, en los telediarios se habla poco de ese tema. Se sabe que el vapor de agua produce mucho más calentamiento atmosférico que el CO2.

Los maltusianos y científicos agoreros del clima han fallado siempre en sus predicciones. La tecnología disponible es la que hay y el clima es multifactorial y complejo. No podemos hacer predicciones a tres semanas y pretenden que nos arruinemos y renunciemos a los logros de la civilización por “supuestos cambios” no bien demostrados, dentro de 100-150 años.

Veamos algunas predicciones:

A) Se predijeron hambrunas, inundaciones, sequías y enfriamiento global para la década de 1980, que llegaría en el 2000 a una disminución de la temperatura media de 11 grados, algo que nunca ocurrió.

B) Nos asustaron con que los gases y la polución harían a las ciudades irrespirables y habría que llevar máscaras faciales con filtros para poder sobrevivir a mediados de la década de los 80 del pasado siglo.

C) Nos profetizaron que para el 1995, al menos el 75% de las especies animales habrían desaparecido.

D) Se anunció el hundimiento de las islas Maldivas antes del año 2010. En mayo del 1989, se predijo que la Amazonía no existiría en 20 años: La ONU nos amenazó con que en el 2020, el Mediterráneo se quedaría sin playas.

E) Al Gore se hizo famoso con su película “Una verdad incómoda” que anunciaba una inminente catástrofe climática.

Ninguna de esas profecías se cumplieron, todas ampliamente publicitadas en los más importantes medios de comunicación.

Incluso el célebre palo de jockey del IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change), dependiente de la ONU, está muy cuestionado, ya que omite los datos que no le interesan. En 2009, un ataque informático jaqueó el correo electrónico del profesor Phil Jones, demostrando la falsificación de las temperaturas para confeccionar el famoso palo. Las mediciones de CO2 en el pasado son ignoradas por el IPCC, según el profesor de química Hans Eberhard Heyke. Hemos tenido concentraciones de CO2 hasta tres veces superiores a las actuales en fechas bastante próximas, en 1825, 1857 y 1942, según el libro de Ernst-Georg Beck titulado “History of CO2 Gas Analysis of Air by Chemical Methods.

Es un hecho que hay serias y fundadas discrepancias y no existe una prueba definitiva del efecto devastador que se le pretende dar al CO2 y a la intervención humana. Existen sospechas de que todo pueda ser un constructo ideológico. La realidad es que no conocemos bien todos los factores que influyen en el clima. 
Para muchos científicos, como el danés Henrik Svenmark, el sol y su actividad es el factor primordial, pero también influyen los rayos cósmicos, la formación de nubes, actividad volcánica, etc. Factores en los que el hombre no puede intervenir.
Son muchos los científicos, y premios Nobel de física, que se oponen a esta emergencia climática, un ejemplo es el laureado con el Nobel de física del 2022, el Dr. John F. Clauser, el cual no se anda con rodeos a la hora de criticar lo que él llama “la patraña de la crisis climática”.
Cuidemos al planeta y sigamos investigando, pero que no nos impongan dogmas que no están científicamente probados.

Mariano Urdiales Viedma | Escritor. Médico (r)

martes, 5 de septiembre de 2023

NOTICIAS 5 DE SEPTIEMBRE DE 2023


ADELANTE LA FE

El cambio: sí, ¿pero cuál? (Mons. Aguer

CHIESA E POST CONCILIO

Fatalismo y voluntad de Dios

THE WANDERER

Bouyer sobre la farsa de la sinodalidad

CONTANDO ESTRELAS


Prioridades: cita con Puigdemont pero ni un tuiteo sobre el desastre en Madrid y Toledo

AL DESCUBIERTO (VIDEO 9:35 MINUTOS)

Biden quiere financiar una nueva vacuna
"para todos... ya sea que la hayan recibido antes o no"

Selección por José Martí

¿”Juan XXIV”? ¿Y por qué no Pío XIII? (Carlos Esteban)



No es la primera referencia que hace Francisco a su supuesto sucesor llamándole ‘Juan XXIV’, aunque sea con ánimo jocoso. Pero la referencia es un indicio de que el Papa no espera demasiadas sorpresas del ‘Dios de las sorpresas’.

«En cuanto al viaje a Vietnam, si no voy yo, seguro que irá Juan XXIV”, ha dicho el Papa Francisco durante la última de sus temidas ruedas de prensa en vuelo de vuelta de su visita apostólica a Mongolia.

Y sí, de acuerdo, es una referencia sin demasiada importancia, dicha de forma humorística. Pero no deja de ser enormemente significativa. ¿De qué? De que, para Francisco, no hay realmente una ‘necesidad de estar abiertos a los cambios’, no se espera al ‘Dios de las sorpresas’, ni siquiera hay condena genérica al machacón ‘indietrismo’.

Si Francisco estuviera verdaderamente abierto a las sorpresas, no cabe duda de que la mayor sorpresa de un futuro cónclave no sería que eligiera a un Juan XXIV, sino a un Pío XIII.

Si Francisco creyera realmente en la bondad del cambio, en general; si de verdad lamentara la actitud de los ‘católicos rígidos’ por su incapacidad de aceptar el cambio, no se me ocurre cambio más radical en este momento que la recuperación de todo lo que ha significado durante siglos ser católico.

Si Francisco abominara de un ‘indietrismo’ genérico, de ese ‘mirar atrás’ que paraliza, no estaría tan empeñado en resucitar ese entusiasmo eclesial tan de su juventud, la espera de la primavera del posconcilio. De algún modo, los nostálgicos son quienes quieren recuperar algo que no conocieron, mientras que no es nostalgia desear volver a lo que se vivió en la propia juventud.

El Papa quiere cambios, pero en una dirección muy concreta, casi diríamos ‘rígida’, lo que es un modo de no querer realmente cambios, sino resultados concretos, tenerlo todo “atado y bien atado”, una de las obsesiones que muchos observadores han reconocido en Francisco.

Y esa es una de las grandes paradojas del Santo Padre, quizá la más llamativa: que el mismo Pontífice que no se considera condicionada por nada que hayan hecho sus predecesores -ni siquiera cuando siguen vivos- se empeñe con tan visible firmeza en hacer inmutable su ‘reforma’.

Carlos Esteban

¿Llega el confinamiento climático? No es una recomendación, es una imposición



Una de las críticas más recurrentes sobre el aviso por las lluvias de la DANA en la Comunidad de Madrid ha sido el tono de imposición, no de recomendación, de no salir de casa. Juan Antonio de Castro recalca precisamente eso, y reflexiona sobre las consecuencias que puede haber tenido un mensaje tan catastrofista para algunos ciudadanos de la capital.

DURACIÓN 1:57 MINUTOS

sábado, 2 de septiembre de 2023

Homilia de Hoy | Sábado de la XXI semana del Tiempo ordinario | 02-09-2023 | P. Santiago Martin, FM



DURACIÓN 10:50 MINUTOS


Cristo les estorba | Actualidad Comentada 01-09-2023 | P. Santiago Martín FM | Magnificat.tv



DURACIÓN 14:26 MINUTOS


Más de 1.600 científicos firman una declaración negando la «emergencia climática»



Todo el mundo sabe que el mundo se va a convertir en un infierno a corto plazo por culpa de las ventosidades de las vacas y de su coche que sigue funcionando con gasolina. Es imposible ignorarlo, porque nos lo repiten a todas horas desde todos los medios, preparándonos para hacernos a la idea de una vida peor con el noble objetivo de alejar el apocalipsis.

Solo que cada vez son más los que sospechan que detrás de la emergencia climática, promulgada con crecientes niveles de histeria, se esconden planes de control poblacional, aunque sólo sea porque los apóstoles de la ebullición planetaria no parecen haber cambiado un ápice su modo de vida y siguen comprando mansiones a pie de playa.

PP y Vox alcanzan un acuerdo para evitar la repetición electoral en la Región de Murcia

 LA GACETA DE LA IBEROSFERA


El Partido Popular y Vox han cerrado un acuerdo de gobernabilidad que evita la repetición electoral en la Región de Murcia.

Tras distintas conversaciones, reuniones y contactos, el presidente del PP en la Región de Murcia, Fernando López Miras y el presidente de Vox en la Región de Murcia, José Ángel Antelo, han cerrado los términos del acuerdo que pone fin al bloqueo y facilita la investidura.

De esta manera, Vox asume el compromiso de votar a favor de la investidura de Fernando López Miras y los representantes de la formación de Abascal entrarán a formar parte del Gobierno regional con las consejerías de Fomento y la de Seguridad, Interior y Emergencias, ésta última con rango de vicepresidencia.

¿La Tierra es plana? La cara oculta de una falsificación

FSSPX ACTUALIDAD


No, la falsificación de la que vamos a hablar no proviene de la NASA, sino que se refiere a la idea arraigada y, sin embargo, falsa de una Edad Media "terraplanista", y a los fundamentos ideológicos de este mito.


La reciente coronación de Carlos III nos regaló una imagen que parece sacada directamente de un libro de historia: el nuevo rey Carlos III sosteniendo en su mano las insignias del poder real, entre ellas el globo crucífero, es decir, la esfera coronada por una cruz, que simboliza la Tierra redimida por la Cruz de Jesucristo. Este globo es de uso muy antiguo.

Se le encuentra a lo largo de la Edad Media, en particular en las representaciones de Cristo, sosteniendo el orbe en la mano o bajo sus pies. El orbe presenta un hemisferio delineado en tres partes debido a los tres continentes conocidos en aquella época. Por tanto, destaca un hecho: la Tierra se representaba como una esfera mucho antes del descubrimiento de América.

Esto debería plantear dudas sobre un mito muy extendido, a saber, que "en la Edad Media se creía que la Tierra era plana". Esto se escucha en boca de periodistas, intelectuales, exministros como Marlène Schiappa o Claude Allègre, e incluso en películas históricas, libros de historia y libros de texto escolares recientes.

En una emisión de 2022 del programa "C Jamy", protagonizado por el célebre Jamy Gourmaud, el locutor afirma: "En el siglo XV, en la época de Cristóbal Colón, mucha gente pensaba que la Tierra era plana. Se basaban en lo que afirma la Biblia [foto de Santo Tomás de Aquino], pero Cristóbal Colón no lo creyó ni por un segundo. [1]"

Y si se consulta el barómetro del pensamiento convencional, ChatGPT, nos dice: "En la Edad Media, la gente generalmente creía que la Tierra era plana. […] Las teorías científicas sobre la forma de la Tierra, como las desarrolladas por los antiguos griegos, eran conocidas, pero solían ser consideradas controvertidas o heréticas por la Iglesia. [2]"

Vemos entonces que el supuesto "terraplanismo" medieval está asociado a la fe católica, que supuestamente dogmatizó esta ingenua idea basada en la Biblia contra el conocimiento de los griegos paganos. Excepto que han pasado décadas desde que los estudios demostraron de manera inequívoca que esto es un mito [3].

Innumerables pruebas

Además del argumento iconográfico, bastaría con abrir los libros de algún clérigo católico de este vasto período para poner fin al mito del "terraplanismo" medieval. Se sabe que Cristóbal Colón basó su audaz empresa en una obra inacabada del Papa Pío II († 1458), Historia rerum ubique gestarum, a la que el explorador hizo varias anotaciones.

Desde las primeras líneas de esta obra enciclopédica, Pío II afirma: "Prácticamente todos coinciden en que la forma del mundo [4] es esférica [rotundam]; se encuentra la misma coincidencia en el tema de la Tierra". En la misma obra, el Papa aborda las medidas de la circunferencia terrestre realizadas por Eratóstenes (siglo III a.C.) y Ptolomeo (siglo II).

Cristóbal Colón también hizo anotaciones a una obra del cardenal Pierre d'Ailly († 1420), Imago mundi. El cardenal científico escribe allí sobre el radio y el volumen de la esfera terrestre, las zonas climáticas según la latitud e incluso sobre los polos. Por ejemplo, hace la afirmación, por conclusión lógica, que "quienes habitaran el Polo tendrían durante la mitad del año el sol sobre el horizonte, y durante la otra mitad, una noche continua [5]", lo cual es extraordinariamente preciso.

Pierre d'Ailly se inspiró en el Tratado de la Esfera de Nicolas Oresme († 1322), obispo de Lisieux y consejero de Carlos V. El título de la obra es bastante evocador. El mismo Oresme se inspiró en una obra homónima, el Tratado de la Esfera del monje inglés Jean de Sacrobosco († 1256) que tuvo un gran éxito pedagógico y fue reeditada, complementada y comentada durante varios siglos.

Al mismo tiempo, Santo Tomás de Aquino, en las primeras páginas de la Summa Theologica, queriendo mostrar que se puede llegar a la misma conclusión por caminos diferentes, ilustra así su punto: "En efecto, es una misma conclusión la demostrada por el astrónomo y el físico, por ejemplo, que la tierra es redonda [6]".

Se trata, pues, de una obviedad aceptada por los distintos eruditos de la época. A comienzos del segundo milenio, Gerbert d'Aurillac († 1003), elegido Papa bajo el nombre de Silvestre II, creó un globo terrestre y, como muchos doctores de la época, hizo comentarios a la obra de Macrobio [7] († 400), que afirma la esfericidad.

Debemos añadir también a San Beda el Venerable († 735) que dice: "La Tierra es parecida a un globo"; a San Isidoro de Sevilla († 636), que habla del "globo terrestre" en sus famosas Etimologías; a Boecio († 524) que evoca la "masa redonda de la Tierra [8]"; a San Gregorio de Nisa († 395) que describe un eclipse por la proyección de la "forma esférica [9]" de la Tierra sobre la luna, etc. [10].

Por supuesto, la cosmología antigua también afirma que la Tierra permanece inmóvil en el centro de un cosmos esférico cerrado, pero estos errores procedían de los griegos.

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[1] Evan Adelinet, C Jamy, 22 de abril de 2022. Se puede encontrar el mismo error de Jamy Gourmaud en otro episodio del programa.

[2] Respuesta de ChatGPT a la pregunta "¿Qué forma tenía la Tierra según la gente de la Edad Media?" Cabe destacar que si se plantea la pregunta de forma más específica: '¿Qué dicen los estudios recientes sobre la idea de que en la Edad Media se creía que la Tierra era plana?'", se obtiene una respuesta diametralmente opuesta que desmiente el mito. Por lo tanto, es evidente que esta IA fue "programada" con datos contradictorios, la mayoría de los cuales se hacen eco del mito. La primera pregunta, más amplia, obtiene la respuesta que corresponde a la mayoría de los textos y, por tanto, a la opinión dominante. La segunda pregunta orienta la respuesta hacia estudios específicos sobre esta idea preconcebida.

[3] Cf. Inventing the Flat Earth, Jeffrey Burton Russel, 1991.

[4] El "mundo" no es la Tierra, sino que se refiere a la cosmología antigua de un universo cerrado y esférico. La confusión entre ambos términos es frecuente, incluso en los trabajos de los historiadores. Hemos intentado eliminar esta ambigüedad a lo largo de nuestro artículo.

[5] Ymago mundi de Pierre d’Ailly, traducido y comentado por Edmond Buron, tomo 1, Maisonneuve frères, 1930.

[6] Summa Theologica, q. 1, a. 1, ad. 2um.

[7] Commentaire au Songe de Scipion.

[8] Consolation de la philosophie, II, 13.

[9] "Según los astrónomos, en este mundo lleno de luz, la sombra [de la luna] se forma por la interposición del cuerpo de la Tierra. Pero la sombra, según su forma esférica de esta última, está rodeada por la parte posterior por los rayos del sol y toma la forma de un cono. El sol, varias veces más grande que la Tierra, la rodea por todos lados con sus rayos y, en el límite del cono, une entre ellos los puntos de unión de la luz". "La creación del hombre, Sources Chrétiennes n° 6, cap. 21, pág. 181.

[10] San Ambrosio afirma la esfericidad del "mundo", así como la del sol y la luna, pero es difícil encontrar una mención exacta de la Tierra, ya que no es el tipo de cuestión que interesa a los Padres. Sin embargo, su cosmología presupone fuertemente la esfericidad de la Tierra (cf. P. L. XIV, col. 133). Lo mismo ocurre con Eusebio de Cesarea (Collectio Nova Patrum et Scriptorum, ed. Montfaucon, t. 1, p. 460) o San Jerónimo (Comentario a la Epístola a los Efesios, trad. Padre Bareille).



La cara oculta del mito

Poca relevancia podríamos darle a todo esto. Al fin y al cabo, el cristiano puede salvar su alma independientemente de la forma de la Tierra. En todo caso, ¿no es más importante la alarmante disminución de la esperanza de vida, que ahora es de solo 85 años, cuando en la Edad Media la esperanza era la vida eterna?

Ciertamente, pero lo que nos interesa aquí no es la forma de la Tierra o la ciencia de la antigüedad, sino el origen del mito contemporáneo y lo que nos dice sobre nuestra época. Este mito ha servido desde hace mucho tiempo como una fórmula que ridiculiza de un solo golpe la supuesta estupidez de un período cristiano condensado bajo el término reduccionista "Edad Media".

Ahora bien, este supuesto "oscurantismo" se vuelve contra los propagadores del mito, especialmente porque hoy el acceso al conocimiento es incomparablemente mejor que en la época en que aún no existía la imprenta. Es fácil deshacer el mito del "terraplanismo" medieval, mientras que en la Edad Media era necesario un esfuerzo considerable para preservar el conocimiento de los antiguos.

En un libro publicado en 2021, La Tierra Plana, Genealogía de una Idea Falsa [1], dos académicos rastrean el origen de este arraigado mito. ¿Debería sorprendernos descubrir que el autor principal del mito no es otro que Voltaire?
Lactancio y Cosmas

En efecto, hay algunos elementos que contribuyeron a fundar el mito, en particular el apologeta cristiano Lactancio († 325), que es la única excepción occidental a favor de una Tierra plana. Pero su opinión no fue seguida por nadie y nunca fue tomada en cuenta entre los Padres de la Iglesia.

En Oriente, encontramos a Cosmas Indicopleustes († c. 550), que escribió la obra Topographia Christiana "terraplanista". Se cree que este ilustre desconocido, cuyo nombre es incierto, era un comerciante de habla griega procedente del cisma nestoriano. La primera traducción latina de su Topografía se remonta a 1707.

¿Es necesario precisar que, por tanto, era completamente desconocido en el Occidente medieval? Voltaire, sin embargo, cita a Lactancio y Cosmas como representantes de la posición de todos los Padres: "Los Padres consideraban la Tierra como un enorme barco rodeado de agua; la proa estaba hacia el este y la popa hacia el oeste [2]".

Se fracasa en este caso al proporcionar el contexto histórico básico para evaluar la transmisión de ideas. Con tales amalgamas, también se podría decir que el tercer milenio es "terraplanista" si se juzga según algunos videos que circulan por internet: es el equivalente a tomar una tesis marginal como la norma. Incluso hoy en día, no es raro que se cite a Cosmas como la autoridad que nunca fue.
La cuestión de las antípodas

En la Ciudad de Dios, San Agustín dice que no se debe creer a quienes afirman la existencia de las antípodas [3], es decir, los habitantes del lado opuesto de la Tierra, porque esta teoría se basa en conjeturas inciertas y relatos no concluyentes. San Agustín muestra aquí una exigencia empírica que difícilmente se le podría reprochar y que no se refiere a la forma de la Tierra.

¡Sin embargo, basándose en lo anterior, Voltaire concluyó que el gran doctor de la Iglesia negaba la esfericidad de la Tierra! Voltaire afirma también que "Alonso Tostado, obispo de Ávila, a finales del siglo XV, declara, en su Comentario al Génesis, que la fe cristiana se tambalea hasta sus cimientos si se cree que la Tierra es redonda".

Ahora bien, si leemos el libro en cuestión, descubrimos inmediatamente la mentira de Voltaire, porque este obispo habla de la "Tierra esférica", o de "nuestro hemisferio [4]". Por otra parte, Tostado cree, como San Agustín, que las antípodas están deshabitadas. Pierre d'Ailly, en la obra citada anteriormente, califica de "opiniones" las diversas tesis sobre la habitabilidad en las antípodas.

La exploración de Cristóbal Colón proporcionó una respuesta a esta cuestión marginal de las "antípodas". Solo después de los hechos surgió la leyenda de que Cristóbal Colón rompió el dogma "terraplanista" en el arrecife de la experiencia, especialmente en una biografía escrita por Washington Irving, quien contribuyó en gran medida a este mito.

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[1] Violaine Giacomotto-Charra y Sylvie Nony, Ed. Les Belles Lettres, 2021. Nos hemos basado en gran parte en este libro.

[2] Dictionnaire philosophique (1764), artículo Imagen. Cf. también los artículos « Ciel matériel » et « Ciel des Anciens ».

[3] La Ciudad de Dios, l. XVI, ch. IX.

[4] Alphonsi Tostati Episcopi Abulensis, Opera omnia, Commentaria in Genesim, Venise, 1728, p. 71–72.



¿La Biblia es "terraplanista"?

En el juicio del "terraplanismo", Voltaire, por supuesto, llama al banquillo de los acusados a las Sagradas Escrituras. Escribe con su característica ironía venenosa: "La debida reverencia por la Biblia, que nos enseña muchas más verdades necesarias y sublimes, fue la causa de este error universal entre nosotros. Leemos en el Salmo 104 que Dios extendió los cielos sobre la tierra como una cortina [1]".

Ciertamente, si se quiere extraer de la Escritura una admisión de "terraplanismo", siempre se puede plasmar esta idea preconcebida en un versículo que se adapte de una forma u otra. Pero lo contrario también es posible, ya que la Vulgata designa regularmente la Tierra con la palabra "orbis", que fácilmente se puede traducir como "globo" [3].

Pero en vez de involucrarnos en estos debates estériles, recordemos este conocido principio católico de que las Escrituras deben leerse a la luz de la interpretación de los Padres. Ahora bien, Voltaire no es un Padre de la Iglesia. En cambio, dejemos la palabra a la notable sabiduría de San Basilio el Grande († 379):

Los físicos que han estudiado el mundo han hablado mucho sobre la forma de la Tierra, han investigado si es una esfera o un cilindro, si se parece a un disco, si es redonda por todos lados o si tiene forma de abanico, y si es hueca en el centro; porque tales son las ideas que han tenido los filósofos, y con las que se han enfrentado unos a otros [4].

Por mi parte, no me atreveré a despreciar nuestra comprensión del mundo solo porque Moisés, el siervo de Dios, no habló de la forma de la Tierra, y no dijo que tiene una circunferencia de 180,000 estadios [5]; porque no midió el espacio del aire en el que se extiende la sombra de la Tierra cuando el sol se ha puesto; porque no explicó cómo esta misma sombra, al acercarse a la luna, provoca los eclipses.

Por haber guardado silencio sobre estas cosas que, siendo inútiles para nosotros, no nos interesan, ¿debo entonces despreciar las enseñanzas del Espíritu Santo comparándolas con la necia sabiduría [del mundo]? ¿No deberíamos más bien glorificar a Aquel que, en lugar de entretener nuestra mente con vanidades, quiso que todo se escribiera para nuestra edificación y salvación de nuestras almas?

Me parece que algunos, al no haber comprendido esto, han intentado atribuir a las Escrituras una profundidad prestada mediante alteraciones del significado e interpretaciones figurativas. Pero eso significa creerse más sabio que los oráculos del Espíritu Santo y, bajo el pretexto de la interpretación, introducir las propias ideas en el texto. Por lo tanto, aceptemos pues a estos [oráculos] tal como como están escritos. Homilías sobre el Hexameron, h. IX.

Encontramos una observación similar de Agustín, a propósito del movimiento de los astros: Nunca el Evangelio pone en labios del Señor palabras como estas: 'Os envío el Paráclito para que os enseñe el curso de la luna y del sol'. Jesucristo quiso hacer cristianos y no matemáticos. En cuanto a tales asuntos, los hombres no necesitan más que las enseñanzas que se les dan en las escuelas". Contra Félix el Maniqueo, I. I.

¿La Iglesia es "terraesferista"?

La Iglesia no ha afirmado más la planitud de la Tierra que su redondez, porque, de hecho, no hace ninguna afirmación sobre este tema. Todos los Padres, teólogos y Papas que afirman que la Tierra es esférica no basan su pensamiento en la fe, porque consideran que esta última guarda silencio sobre este tema. Sistemáticamente, hacen referencia a "filósofos", "físicos", "matemáticos".

Proporcionan argumentos procedentes de la razón y de la observación: la sombra de la Tierra sobre la Luna durante los eclipses, el mástil del barco que desaparece tras el casco e incluso las nuevas estrellas que aparecen en el horizonte durante los viajes por mar. Este es un punto importante, porque el mito pretendía insinuar que la fe y la ciencia eran mutuamente excluyentes.

El creyente supuestamente era impulsado a buscar la verdad únicamente en la fe, sin dejar ningún intersticio a la razón. Pero este no es el pensamiento de la Iglesia. Los Padres de la Iglesia pretendían únicamente rechazar la idea de la eternidad del mundo transmitida por la cosmología antigua. La cosmología moderna no puede reprocharles esto.

[1] Voltaire añadió las palabras "sobre la Tierra" que no se encuentran en el versículo citado.

[2] Algunos evocan a Isaías (40, 22) cuando habla del Señor "sentado sobre el círculo [gyrum] de la Tierra", pero el hecho de colocar a Dios en posición sentada es evidentemente un antropomorfismo que debe tomarse en sentido metafórico. Es evidente que no podemos basarnos en un versículo así para derivar un significado literal. También está el siguiente pasaje de un salmo: "He establecido sus columnas" (Sal 74, 4), pero San Ambrosio dice claramente de este pasaje: "no podemos considerar que se trate de verdaderas columnas, sino de aquella virtud por la cual [Dios] fortalece y sostiene la esencia de la Tierra" (P. L. XIV, col. 133).

[3] Cf. Introito de Pentecostés: "El Espíritu del Señor llenó el orbe de la tierra [orbem terrarum]" (Sab. 1,7). El latín orbis es ambiguo porque puede significar "círculo" o "esfera". Es la misma ambigüedad que la palabra "redondo": se habla de la "Tierra redonda" en referencia a una esfera, pero también se habla de una "mesa redonda" aunque es plana. El diccionario latino de F. Gaffiot traduce la expresión "orbis terræ" así: "disco de la tierra, según creencias antiguas, para nosotros globo terrestre". Pero está claro que Gaffiot está supeditado al mito. Si se analizan los textos de los Padres, vemos, por ejemplo, a San Ambrosio hablar indiscriminadamente de orbis lunæ y globus lunæ, lo que indica que orbis es efectivamente un globo (P. L., t. XIV, col. 127 y 200). En el siglo XVI, el erudito y poeta Jean-Pierre de Mesmes no dudó en hacer esta aplicación: "Por tanto, debemos decir que la masa terrestre es redonda, ya que su sombra es redonda: lo que confiesan los Santos Profetas, llamando a la Tierra Orbis terræ" (Institutions astronomiques, cap. 18, págs. 54–55).

[4] San Basilio evoca aquí las opiniones de los filósofos griegos, porque no todas son válidas para la esfericidad. Citemos al canónigo Copérnico que nos ofrece información sobre los autores de estas diversas opiniones: "La tierra no es plana, como decían Empédocles y Anaxímenes, ni tiene forma de pandereta, como decía Leucipo, ni tiene forma de barco, como decía Heráclito, ni es hueca de ningún otro modo, como decía Demócrito. Tampoco es cilíndrica, como decía Anaximandro, sino absolutamente esférica, como creían los Filósofos". (Copérnico, De revolutionibus orbium cœlestium) Estos últimos filósofos son esencialmente Pitágoras, Platón y Aristóteles. Debemos tener en cuenta que la imaginación humana va mucho más allá de la dualidad reductiva entre disco y esfera.

[5] Esta es la medida dada por Ptolomeo en su obra Geografía. Utilizó el estadio filetario de 210 metros de longitud, lo que da una circunferencia de 37,800 km. El valor real es 40,070 km. Cf. Pierre Duhem, Le Système du monde, t. II, pág. 7.

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La inercia de una falsificación

Todos estos elementos [cf. artículo (3)] podrían engañar a los no iniciados, pero no pueden impresionar a un historiador medianamente serio. Los primeros propagadores del mito fueron los más culpables. Pero una vez pasadas las primeras falsificaciones, los que siguieron solo repetían el catecismo volteriano, movidos por una fe ciega en el progreso, sin ojo crítico, y con el tiempo, la falsificación repetida miles de veces cobró el valor de una verdad histórica consolidada.

Michelet, que merece más el título de novelista que de historiador, obviamente retomó esta fábula, entre muchas otras. Antoine-Jean Letronne, titular de la cátedra de historia del prestigioso Collège de France en el siglo XIX [1] también se encargó de ampliar el mito. El tiempo ha hecho errar a un autor como Arthur Koestler, aunque haya contribuido a desmitificar el caso Galileo [2].

Incluso hay un libro de 2015 que pretende "desacreditar los mitos" y que difunde una versión ligeramente mitigada. Inicialmente, este mito fue propagado principalmente por círculos anticatólicos, pero con el tiempo, rápidamente llegó a engañar a los mismos católicos.

Posteriormente se agregaron algunos otros elementos, como mapas antiguos, a veces exhibidos como evidencia del "terraplanismo" medieval. Pero tomar mapas planos como prueba de "planitud" es un argumento sorprendentemente estúpido que nos haría clasificar a los creadores de los mapas Michelin o a los diseñadores de Google Maps como "terraplanistas" con el pretexto de que representan la superficie de la Tierra plana.

En cuanto a las representaciones seccionales, que podrían constituir una prueba real, ¡no provienen de manuscritos medievales sino que son producciones contemporáneas destinadas a ilustrar el mito! El mito se convierte así en creador de su propia "evidencia". Se sostiene a sí mismo.

Los orígenes del "terraplanismo" contemporáneo

Irónicamente, el nacimiento del verdadero fenómeno "terraplanista" actual se encuentra en el siglo XIX, poco después de la "Ilustración", con el surgimiento del racionalismo, dentro de una comunidad socialista utópica.

En efecto, hacia 1839, Samuel Rowbotham, secretario de la efímera comunidad utópica Manea Fen de inspiración Owenista [4], llevó a cabo experimentos en el río Bedford de los cuales concluyó que la Tierra era plana. Escribió un panfleto titulado "Astronomía Zetética" (1849) para defender su extraña conclusión apelando a su método "zetético" [5] basado únicamente en la razón.

Luego produjo una obra más importante (1881) añadiendo algunos pasajes bíblicos interpretados de manera muy personal, sin apelar ni a los Padres, ni a Cosmas, ni a la Edad Media, y mucho menos al Magisterio, porque era un protestante que no pertenecía a ninguna denominación.

Sus ideas fueron luego retomadas por una secta protestante, la Christian Catholic Apostolic Church, que obviamente no tiene nada de católico a pesar de su nombre, y luego por la famosa Flat-Earth Society que aún existe hoy.

Conclusión

Es inquietante y revelador que un error tan grave siga estando tan extendido. Si tal mito puede haber saturado los libros de texto durante dos siglos, ¿cuántos más permanecen ocultos en las representaciones contemporáneas del cristianismo medieval? Por ejemplo, la supuesta prohibición de la disección[6], el absurdo relato de la discusión sobre el alma de las mujeres[7], el mito del derecho de pernada que Voltaire no teme atribuir a los obispos[8], etc.

La realidad es aún más difícil de encontrar cuando se trata de hechos reales que se mezclan parcialmente con mitos como la cacería de brujas, la inquisición o el caso Galileo. Todos estos mitos se arraigaron más duraderamente porque reforzaban las ideas preconcebidas de los anticlericales de todas las tendencias, ya fueran revolucionarios o protestantes, aunque tuvieran constantemente en la boca la "lucha contra los prejuicios".

Es en esta mentalidad donde encontramos la causa principal de estos mitos: se juzga que el período medieval es irracional porque se le mira de manera irracional. Se proyecta la propia irracionalidad sobre el pasado para reforzar mejor el orgullo de un presente considerado "iluminado" por la razón: el pasado es "oscurantista" y nosotros somos "iluminados", se dice con orgulloso maniqueísmo.

Pero la "iluminación" del tercer milenio no es tan clara: ¿no es común ver a personas en las altas esferas pensando seriamente en colocar a los hombres en cárceles de mujeres o en competencias deportivas femeninas, simplemente porque estos hombres se creen mujeres?

Realmente, nuestro mundo no está del todo bien. ¿Podría tener algo que ver la pérdida de la fe con esta pérdida de la razón? Al olvidar esta verticalidad religiosa que hace que el hombre tienda hacia Dios, la Tierra de hoy ha perdido una de sus dimensiones: se ha vuelto espiritualmente plana.
Padre Frédéric Weil

[1] Des opinions cosmographiques des Pères de l’Eglise, en la Revue des deux Monde, t. 1, 1834.

[2] Les Somnambules, 1955. Koestler no es historiador, pero tiene el mérito de recurrir a las fuentes... excepto en el período precopernicano, donde toma a Cosmas como una autoridad indiscutible.

[3] "Desde los inicios de la Edad Media, el oscurantismo impuesto por la Iglesia católica hizo prevalecer la idea de que la Tierra era plana. Pero los contemporáneos de Cristóbal Colón sabían que la Tierra no era plana". Lydia Mammar, C’est vrai ou c’est faux ? 300 mythes fracassés, París, L'Opportun, 2015, sección Antes de Cristóbal Colón, todo el mundo creía que la Tierra era plana.

[4] Nombrado en honor a Robert Owen, fundador del socialismo utópico británico. Owen veía estas comunidades como la única forma de llevar una vida "racional" y fundó la Rational Society para promover allí su ideología, defendiendo, entre otras cosas, el control de la natalidad y puntos de vista muy liberales sobre el matrimonio. Rowbotham buscó el respaldo de la Rational Society para su comunidad, pero no tuvo éxito, aunque sí recibió apoyo. La comunidad ocupó algunos titulares y duró apenas dos años (1839-1841), tras los cuales el propio Rowbotham la consideró "reprensible e impracticable". Véase "A Monument of Union: Social Change and Personal Experience at the Manea Fen Community", 1839–1841, John Langdon, 2012.

[5] Del griego zeteo, "busco". Como la mayoría de quienes todavía usan el término zetético hoy en día, Rowbotham afirma basarse principalmente en la experiencia, aunque él es más un teórico. Él no es el inventor de este uso del término zetetico. De hecho, se encuentra en la Edinburgh Free Thinkers’ Zetetic Society, fundada en 1820 por librepensadores pertenecientes a la gente común.

[6] Ver el artículo del Padre Knittel: L’Eglise avait-elle interdit la dissection ?

[7] Ver el artículo sobre la Légende du concile de Mâcon en Wikipedia.

[8] La leyenda fue retomada por Michelet. Por supuesto, no tiene ningún fundamento histórico. Cf. Dictionnaire philosophique, Voltaire, artículo Cuissage: "Es sorprendente que en la Europa cristiana se haya establecido durante mucho tiempo una especie de ley feudal, y que al menos se considerara un derecho consuetudinario tener la virginidad de la súbdita. La noche de bodas de la doncella pertenecía indiscutiblemente al señor... No hay duda de que los abades y los obispos, se atribuían esta prerrogativa en su calidad de señores temporales".


Fuente: La Porte Latine – FSSPX.Actualités

jueves, 31 de agosto de 2023

Milei y la derrota del progresismo

 THE WANDERER


En este blog no discutimos sobre cuestiones políticas y tampoco lo haremos en esta ocasión. Pero a fin de evitar equívocos, comienzo con una aclaración. Votar o no votar es una decisión de cada uno, y si vota, es su decisión a quién vota. Con respecto al proceso electoral en Argentina, personalmente no me preocupan los hábitos sexuales de Javier Milei —sería ocioso soñar con la candidatura de un San Luis Gonzaga—, y tampoco su liberalismo económico —sería también ociosos con la presidencia de un Vázquez de Mella—. Me preocupa su equilibrio mental, pues no quisiera tener como presidente a un Luis de Baviera.

Dicho esto, creo que hay un aspecto del que pocos han comprendido su real dimensión, o muy poco se ha hablado del mismo. El triunfo de Milei en las primarias de agosto significó una aplastante derrota de los más de veinte años de agresivas políticas progresistas impuestas en el país por el peronismo y, también, por Juntos por el Cambio.

Repasemos las propuestas de Milei y de su equipo:

— Derogación de la ley del aborto a través de un plebiscito

— Justicia y no venganza para los militares acusados y procesados por supuestos delitos de lesa humanidad.

— Eliminación de la Educación Sexual en las escuelas

— Eliminación de la promoción de los derechos LGBT+++++++

— Eliminación del Ministerio de la Mujer y, con él, de todas las políticas feministas.

— Eliminación del lenguaje inclusivo en todas las comunicaciones oficial

— Cuestionamiento de la llamada “violencia de género” y del odio al varón, equiparando a todas las víctimas de violencia: ancianos, discapacitados y niños.

— Libertad para la educación privada a fin de que pueda organizarse sin injerencia del Estado en la elaboración de sus planes de estudio.

El solo hecho de que una plataforma electoral proclame tales principios es ya asombroso, pues se suponía que la agenda progre había prohibido para siempre hablar de ciertos temas. Por eso que ha dejado estupefacto al progresismo en sus más diversas variantes que los representantes de tales propuesta hayan sacado la mayoría de los votos y se perfilen para ganar en primer vuelta en las elecciones de octubre. Basta ver los diarios y programas de televisiones, aún en los canales conservadores como La Nación, el bombardeo constante que realizan a Milei y sus propuestas. Y la verdad es que no puedo menos que gozarme de su desesperación. Una progre redomada, por ejemplo, hace algunos días escribía en Infobae pidiendo literalmente ayuda a Estados Unidos para frenar a Milei. Y el domingo, el incomprensiblemente periodista estelar Luis Majul reunió un pelotón de fusilamiento contra el libertario, en el que la muy políticamente correcta Paola Caracciolo, que ha borrado sus raíces italianas haciéndose llamar Pola Olaixarac, quien no titubeó en recurrir incluso al ¡insulto a una mujer! —Victoria Villaroel— para desprestigiarla. Los derechos proclamados por el progresismo son válidos siempre que sean aplicados a los progresistas. La “derecha” no tiene derechos.

Por cierto que no hay que ser ilusos y pensar que a Milei lo votaron por su agenda conservadora. Si hubiese sido una agenda distinta, seguramente habría sacado una cantidad de votos similar. Lo votaron porque expresa el hartazgo de la sociedad argentina con su clase política y lo votaron sobre todo de los jóvenes de esa sociedad. Pero justamente es aquí donde se encuentra la evidencia de la derrota de la agenda progre: sus postulados no tuvieron el menor peso en la población a la hora de elegir un candidato, ni siquiera entre los más jóvenes, que se supone que deberían ser los más permeados por esa ideología. Apenas pueden alegar una débil justificación diciendo que la mayoría de los votantes de Milei son varones… ¡qué curioso! En estas circunstancias sí sacan a relucir el sexo biológico.

Como bien señala Claudia Peiró en un buen artículo, incluso en la oposición ganó el ala conservadora. Mientras Martín Lousteau, apoyado por Rodríguez Larreta, proponía una agenda hiperprogre para Buenos Aires, Patricia Bullrich elegía como compañero de fórmula a Luis Petri, uno de los diputados más anti-abortistas que intervino en la discusión de esa ley. Y Bullrich le ganó por seis puntos a su rival.

Por eso mismo, lo ocurrido en las PASO, fue una derrota no sólo del peronismo, sino del progresismo en todas sus caras: grosera y maloliente como la propulsada por el kirchnerismo, y elegante y civilizada como la del ala blanda de Juntos por el Cambio. Todo lo cual no hace más que confirmar, una vez más que, al menos en Argentina, el progresismo no es más que el credo de un nuevo gnosticismo, profesado por una elite instruida que se considera iniciada y superior al resto de las masas; los nuevos catharoi que han sido incapaces de reclutar para sus filas, a pesar de los millones de Soros, de la ONU y del peronismo, al pueblo del que se proclaman representantes.

(Uno de los beneficio que nos traerá el eventual triunfo de Javier Milei en las elecciones es que nos evitará la anunciada visita el papa Francisco. No creo que el pontífice se anime a venir si ve este video)

The Wanderer

Fue necesario un Papa jesuita para demoler el Opus Dei. Así se hizo realidad la leyenda

IL SEPTIMO CIELO


Mucho se ha hablado de la enemistad entre la Compañía de Jesús y el Opus Dei. Pero los dirigentes de la Obra pensaron y temieron que el cuento de hadas se hiciera realidad desde el principio, cuando en 2013 el jesuita Jorge Mario Bergoglio ascendió al trono de Pedro. Su decisión fue encerrarse en un silencio total, adentrarse en las sombras como un topo en su agujero, con la esperanza de que este pontificado transcurriera sin hacerles daño, sin derribar sus conquistas en los años dorados de Benedicto XVI y más aún de Juan Pablo. II.

En cambio, esto es exactamente lo que sucedió. Primero con paso lento, luego con un movimiento cada vez más acelerado hasta el golpe final este mes de agosto, el Papa Francisco desmanteló lo que el Opus Dei había construido de sí mismo durante décadas.

En el título nada cambia: la Obra sigue siendo una «prelatura personal», la única con esta calificación en la Iglesia, pero primero con la constitución apostólica » Praedicate evangelium » del 19 de marzo de 2022, luego con la carta apostólica » Ad carisma tuendum ” del 14 de julio siguiente y luego nuevamente con el motu proprio del 8 de agosto de 2023, el Papa Francisco la vació de sustancia, la degradó a una «asociación clerical pública de derecho pontificio con facultad de incardinar a los clérigos», es decir, a una simple congregación de sacerdotes, hoy alrededor de 2 mil, sometidos a control. del dicasterio vaticano para el clero, al no tener autoridad sobre aquellos 90 mil laicos que eran su punto fuerte en la sociedad, que ahora han vuelto a depender, canónicamente, de sus respectivos párrocos y obispos. Así es: porque así lo establece el nuevo canon 296, modificado por Francisco, del código de derecho canónico, que a su vez remite al canon 107 del mismo código (a menos que se aplique la interpretación contraria) .(por Juan Ignacio Arrieta, secretario del departamento de textos legislativos, según el cual, según el canon 302 del mismo código, las asociaciones definidas simplemente como «clericales» están efectivamente gobernadas por clérigos, pero también están compuestas por fieles).

En las aspiraciones del Opus Dei, realizadas en gran medida en los años dorados, la prelatura personal debía ser una especie de diócesis sin territorio propio delimitado pero extendida al mundo entero, con su obispo en la persona del prelado de la Obra, su clero y sus fieles. Por tanto, debía formar parte, en esta forma tan especial, de la estructura jerárquica de la Iglesia, y referirse en la curia a la congregación de los obispos.

El reconocimiento del Opus Dei como prelatura personal se remonta a 1982, siete años después de la muerte del fundador, el español Josemaría Escrivá de Balaguer, proclamado santo en 2002. Sin embargo, contrariamente a sus expectativas, el Código de Derecho Canónico de 1983 no lo sitúa entre las estructuras jerárquicas sino en el capítulo “De populo Dei”.

Por otro lado, los dos sucesores de Escrivá fueron nombrados obispos: primero Álvaro del Portillo, luego Javier Echevarría, que estaba en el cargo cuando Bergoglio se convirtió en Papa. A su muerte, le sucedió en 2017 el actual prelado, Fernando Ocáriz (en la foto), a quien, sin embargo, Francisco no concedió la dignidad episcopal. Y este es ya el primer golpe que el Papa jesuita asesta a la Obra, preludio de la posterior prohibición absoluta en 2022 de que el prelado reciba la orden episcopal, sin perjuicio de su derecho a «utilizar las insignias correspondientes» al título honorífico. de “protonotario apostólico supernumerario”.

Al comienzo del pontificado de Francisco, el Opus Dei contaba con dos cardenales destacados: en la curia Julián Herranz Casado, un canonista autorizado; en Perú Juan Luis Cipriani Thorne, arzobispo de Lima. Además, en todo el mundo había numerosas diócesis gobernadas por miembros de la Obra: sólo en Perú media docena, todas con obispos conservadores, a los que regularmente se oponían, según el guión, obispos jesuitas de orientación opuesta.

El caso es que, bajo Francisco, Herranz y Cipriani abandonan rápidamente la escena, también por razones de edad, y también los obispos de la Obra van desapareciendo. Hoy sólo queda uno en Perú, Ricardo García García, al frente de la minúscula prelatura territorial de Yauyos-Cañete-Huarochiri.

En 2016, el nombramiento como director de la oficina de prensa del Vaticano del estadounidense Greg Burke, ex corresponsal en Roma de la revista Fox News y Time, el «numerario» del Opus Dei, es decir, su miembro célibe con derechos de castidad, pobreza y obediencia, como el famoso portavoz de Juan Pablo II Joaquín Navarro-Valls.

Burke sucedió al jesuita Federico Lombardi y, literalmente, había sido ascendido durante años en la Secretaría de Estado con el título de «asesor superior de comunicación», con vistas a su ascenso. Pero, en realidad, el Papa lo trató muy mal, utilizando sus propios encargados de comunicación personal y evitando sistemáticamente la oficina de prensa.

En octubre de 2018, durante el sínodo sobre la juventud, a Burke incluso se le negó la tarea de informar él mismo diariamente sobre lo que sucedía en la sala del tribunal. El 31 de diciembre siguiente dimitió del cargo, y con él su suplente, la española Paloma García Ovejero.

Hoy en el Vaticano, el Opus Dei ya no juega ningún papel importante, después de perder la presidencia del IOR, el «banco» de la Santa Sede, en el ya lejano 2012, con la expulsión de su «supernumerario» Ettore Gotti Tedeschi. En la jerarquía mundial, el único miembro destacado de la Obra hoy es José Horacio Gómez, arzobispo de Los Ángeles desde 2010 y presidente de la conferencia episcopal de Estados Unidos de 2016 a 2019, pero nunca nombrado cardenal por el Papa Francisco.

Mientras, por el contrario, la corte de los jesuitas crece dramáticamente en torno al Papa reinante, encabezada por tres cardenales: el luxemburgués Jean-Claude Hollerich, director del actual sínodo sobre la sinodalidad, el canadiense Michael Czerny y el italiano Gianfranco Ghirlanda, todos con roles protagónicos. También hay un cuarto cardenal jesuita, el español Luis Francisco Ladaria Ferrer, prefecto saliente del dicasterio para la doctrina de la fe, pero tiene el defecto de no estar de acuerdo con las derivas doctrinales permitidas por Francisco, que de hecho se liberó. de él enviándolo a su retiro y reemplazándolo con un personaje de dirección diametralmente opuesta.

Al día siguiente del motu proprio papal del 8 de agosto, el prelado del Opus Dei Ocáriz declaró la total sumisión a lo establecido. Lo que un gran conocedor del tema, Giancarlo Rocca , sacerdote de la Sociedad de San Pablo y director desde 1969 del monumental «Diccionario de los institutos de perfección», resumió así en «Settimana News»:

“El Papa Francisco redujo el Opus Dei a un estatus incluso inferior al de instituto secular, tal como había sido aprobado en 1950, con el orgullo de haber sido el primero y modelo de institutos seculares. Luego, como instituto secular, el Opus Dei tenía un presidente general y podía incardinar a sacerdotes y laicos. En la nueva formulación del Papa Francisco, sólo los clérigos pueden ser incardinados en la nueva asociación clerical pública bajo el dicasterio para el clero. Parece claro que el Opus Dei está privado de los laicos, que constituían su fuerza y ​​que ya no pueden ser considerados sus miembros”.

Geraldina Boni , profesora de derecho canónico y eclesiástico en la Universidad de Bolonia, ha identificado a su vez «una contradicción difícil de resolver» en la asimilación hecha por Francisco entre la calificación de «prelatura personal» todavía aplicada al Opus Dei y su nueva definición de asociación compuesta únicamente por clérigos.

Pero a pocos parece importarles esta enésima confusión creada por el Papa reinante, quizás también por esa aversión generalizada que ha penalizado al Opus Dei durante décadas, independientemente de sus méritos o defectos reales.

Una prueba clara de esta aversión histórica se puede leer, por ejemplo, aquí, en esta conversación publicada póstumamente en 2003 entre cuatro ilustres y estimados intelectuales católicos italianos, el primero de los cuales fue un hombre clave para determinar el desarrollo del Concilio Vaticano II:


No parece que Bergoglio pensara muy diferente sobre el Opus Dei que ellos, visto cómo lo redujo como Papa.

De POLÍTICA y de RELIGIÓN: ¿mejor NI HABLAR? (Entrevista al Padre Javier Olivera Ravasi)



Duración 57 minutos

Vox, el único partido español que actúa con acierto ante la cortina de humo de Sánchez



La ola de manipulación que padecemos en España, sobre la que hablé ayer aquí, puede dar la sensación de que no tenemos remedio.



Pero no es así. Como insistía Tolkien en su obra, nunca debemos perder la esperanza, ni en los días más oscuros. Ayer, en medio de este temporal de basura que están lanzando los medios y las redes sociales con el caso Rubiales, un partido político, el tercero más votado de España, ha demostrado el buen sentido que le falta al resto de nuestra clase política y a muchos de los medios de comunicación, que alimentan una descarada cortina de humo para ocultar problemas muy serios.

«Nos negamos a comprar el relato de la izquierda»

Ayer, Vox abordó este tema mediante un hilo de Twitter cargado de razón, en el que señala: "Denunciamos la cacería política y mediática a la que se está sometiendo personalmente al señor Rubiales. Y nos negamos a comprar el relato de la izquierda que pretende ocultar el fracaso de la Ley del Sí es Sí y blanquear a quienes la han promovido causando la excarcelación masiva de delincuentes sexuales".

«Esta polémica ha sido generada por el Gobierno de Sánchez»

Frente a las declaraciones institucionales de condena al señor Rubiales promovidas por la izquierda, Vox señala: "Tenemos claro que toda esta polémica ha sido generada por el Gobierno de Sánchez y sus terminales mediáticas para ocultar los grandes problemas en los que está sumida España. Con sentido común se puede distinguir lo que es una grosería o mala educación de lo que es un delito. Y nosotros sabemos distinguirlo".

Vox recuerda que "siempre ha luchado contra la hipocresía del falso feminismo, una lucha en la que estamos solos y que, una vez más y por desgracia, teníamos razón", y añade: "Exigimos, por tanto, la dimisión en bloque de este Gobierno por haber puesto en libertad a cientos de depredadores sexuales que ya están empezando a reincidir, como hemos visto la pasada semana en Dos Hermanas".

«Vox siempre apoyará a las verdaderas víctimas de violencia»

Vox señala que "siempre apoyará a las verdaderas víctimas de violencia", y afirma: "Somos el único partido que exige las máximas penas para sus agresores frente a los que los benefician y excarcelan mientras hacen discursos que sólo sirven para dividirnos y enfrentarnos".

No obstante, Vox evita comprometerse con un personaje que ya ha demostrado no estar a la altura de su cargo: "Esto no quita que VOX denuncie el comportamiento grosero del señor Rubiales, y que creamos que es incompatible con la presidencia de una Real Federación, un puesto que exige una altura que evidentemente el señor Rubiales no ha tenido".

Una declaración digna de agradecer

Me alegra comprobar que la declaración de Vox coincide con lo que señalé aquí el pasado domingo. Estamos ante una polémica alimentada por el propio gobierno para tapar los efectos de sus pésimas políticas, una polémica que se basa en un linchamiento impropio de una democracia. Pero eso no significa que Rubiales sea un santo que no merezca reproche alguno. Se agradece que un partido político haya sabido abordar esta polémica artificial sin caer en las trampas del gobierno, sin ceder al torpe maniqueísmo con el que algunos se han acercado a la cuestión y sin perder de vista lo realmente importante. Una vez más, muchas gracias a Vox por estar a la altura y por mantener viva nuestra esperanza.

Elentir