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jueves, 6 de noviembre de 2025

Francisco José Delgado, absuelto y restituido: Toledo confirma su inocencia tras una persecución de origen opaco




El Arzobispado de Toledo ha hecho público un comunicado en el que confirma la plena inocencia del sacerdote Rvdo. D. Francisco José Delgado Martín y declara restablecida su buena fama y reputación. La sentencia, dictada el 28 de julio de 2025 por un tribunal colegiado y declarada firme el 18 de septiembre, concluye que todas las acusaciones eran infundadas y sin valor probatorio. Con ello se cierra un proceso canónico que, durante más de un año, puso en entredicho injustamente la figura de un sacerdote que ha mantenido siempre su obediencia, respeto y comunión plena con la Iglesia.

El propio Arzobispado lamenta ahora que el comunicado emitido en febrero de 2024 pudiera generar interpretaciones erróneas que dañaron el buen nombre del sacerdote, y aclara que las medidas disciplinarias entonces impuestas, como la prohibición temporal de usar redes sociales, no fueron en ningún momento una condena. Reconoce además la actitud ejemplar de Delgado, que acató las disposiciones canónicas con fidelidad y serenidad.

Sin embargo, el caso deja tras de sí un eco inquietante. Las denuncias, impulsadas desde ámbitos con aroma a cloaca romana, parecen formar parte de una maniobra confusa y de origen opaco, que llevó a un sacerdote inocente a ser señalado sin pruebas. El desenlace judicial pone de relieve la existencia de una persecución injusta, que muchos interpretan como una operación interesada donde confluyen intereses y presiones contra la repercusión pública que el sacerdote venía teniendo en su apostolado con cientos de miles de seguidores. A la luz de la sentencia firme, queda demostrado que no hubo delito alguno, y que se trató de un intento de silenciar voces fieles a la verdad y la tradición de la Iglesia.

El restablecimiento público de su buen nombre es, por tanto, una reparación necesaria. La justicia eclesial ha hablado con claridad, y el Arzobispado de Toledo ha cumplido con el deber moral de reconocer el daño causado. Ahora corresponde devolver a D. Francisco José Delgado no solo su reputación, sino también el respeto y el espacio pastoral que nunca debieron serle arrebatados.

Dejamos a continuación el comunicado íntegro del Arzobispado de Toledo:

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Comunicado del Arzobispado de Toledo en relación al sacerdote D. Francisco J. Delgado Martín
05/11/2025
Archidiócesis de Toledo

1) En el mes de enero de 2024, el Rvdo. Sr. D. Francisco José Delgado Martín, sacerdote diocesano de Toledo, fue denunciado ante la Santa Sede por el Sr. Escardó Steck por un presunto delito de calumnia y difamación contra el derecho a la buena fama (c. 220 CIC), por unas intervenciones en redes sociales. También por el presunto delito de impedir el ejercicio de la potestad de la autoridad eclesiástica de la “Misión Especial al Sodalicio de Vida Cristiana”, en relación con dichas intervenciones. Se añadió además otra denuncia por el presunto delito de provocar la aversión o el odio a la Sede Apostólica a través del programa La Sacristía de la Vendée, difundido a través de la plataforma YouTube.

2) Este Arzobispado de Toledo, después de realizar la investigación previa conforme a derecho, abrió el proceso penal judicial, el día 6 de septiembre de 2024, contra el Rvdo. Sr. D. Francisco José Delgado Martín, siguiendo las normas procesales que contempla la Ley de la Iglesia.

3) El día 28 de julio de 2025, el tribunal colegiado nombrado para conocer este proceso penal dictó sentencia y, examinadas las acusaciones formuladas contra el acusado, determinó que las imputaciones eran infundadas y carentes de valor probatorio. En su parte dispositiva, la sentencia afirma que no consta ninguno de los delitos por los que se acusaba al Rvdo. D. Francisco José Delgado y, en consecuencia, se le declara inocente. Después de cumplido el período de apelación conforme a Derecho, el 18 de septiembre se decretó la sentencia firme.

4) Lamentamos que el comunicado emitido por la Archidiócesis, el 28 de febrero de 2024, haya podido generar interpretaciones erróneas que dañaron el buen nombre y la fama de D. Francisco José Delgado Martín. Asimismo, lamentamos que la imposición de medidas disciplinares como la prohibición de usar medios de comunicación o redes sociales, haya sido interpretada como una condena impuesta por el Arzobispado o la Santa Sede, algo que es rotundamente falso.

5) Valoramos la buena actitud de D. Francisco José Delgado Martín que, desde que se impusieron las medidas mencionadas, siempre ha mostrado obediencia y respeto escrupuloso al proceso canónico y a sus superiores, permaneciendo en plena comunión eclesial a lo largo de todo el proceso.

6) En consecuencia: dictada sentencia y siendo firme, con el fin de asegurar la verdad de los hechos y reafirmar el compromiso con la justicia, con el afectado y con la comunidad cristiana, consideramos que queda restablecida la buena fama y reputación del Rvdo. D. Francisco José Delgado Martín como presbítero de esta Iglesia particular de Toledo.

En Toledo, a 5 de noviembre de 2025

viernes, 26 de septiembre de 2025

El futuro de La Sacristía de La Vendée (por el padre Francisco José Delgado) Con fecha 7 de marzo de 2024




Queridos amigos, seguidores y miembros de La Sacristía de La Vendée.


Hace más de tres años a un par de amigos sacerdotes se nos ocurrió comenzar un proyecto que, sin ninguna ambición, pretendía crear algo más o menos nuevo en el mundo católico hispano de Internet: un grupo de sacerdotes católicos hablando con libertad de distintos temas, política, historia, arte, literatura y, claro, Iglesia. Tratando de dar una opinión desde una perspectiva siempre católica y además contrarrevolucionaria.

Siempre pretendimos que fuera algo añadido a nuestro ser y ministerio sacerdotal. Es decir, que siempre estaba por encima el ministerio que se nos había encomendado por parte de nuestros obispos, y después, en nuestro tiempo libre, dedicar algunos ratos a algo que la Iglesia lleva pidiendo mucho tiempo: que haya una presencia católica en lo que algunos han llamado el «sexto continente». Aunque esta iniciativa no surgía de nuestra misión pastoral, es decir, nadie nos había mandado hacerlo, tengo que decir públicamente que yo contaba con el beneplácito explícito de mi obispo. No sólo eso, sino que hasta ahora siempre me ha animado a desarrollar esta tarea, aunque, como algunos se pueden imaginar, no resultaba lo más cómodo para la política diocesana en estos tiempos revueltos.

Como digo, siempre pusimos por delante el ser curas, y en el caso de todos nosotros, curas de pueblo. De ahí que nuestros programas los tuviéramos por las noches, a horas a veces intempestivas. Horas en las que los sacerdotes se dedican a cosas diversas: algunos echan un rato de lectura, otros aprovechan para algún momento más de oración, otros eligen algún otro tipo de descanso… Nosotros decidimos emplear ese tiempo, más o menos libre, a esta tarea. Es necesario entender esto, que para nosotros siempre fue primero la dedicación a la pastoral y sólo quisimos renunciar a nuestro tiempo libre, nunca a la atención a nuestros fieles directos.

Esto es importante, porque nunca quisimos otra cosa que ser curas y, aunque esto escandaliza a muchos de nuestros enemigos, siempre nos hemos presentado como sacerdotes ante las cámaras. Las renuncias directas que hemos tenido que asumir, ustedes las pueden imaginar. La actividad del canal en muchos casos nos ha hecho renunciar a proyectos personales legítimos o a otros gustos que podríamos habernos concedido.

Ustedes han sido testigos de la dimensión que ha tomado este pequeño proyecto. Nosotros seguíamos la estela de otros grandes sacerdotes, que tiempo antes de nosotros y con mucho más alcance, han llenado de fe y piedad los espacios, a veces tan sórdidos del Internet. Algunos nos han acompañado en nuestras tertulias y se lo agradecemos enormemente. Por señalar algunos: el P. Javier Olivera Ravasi, el P. Juan Razo, el P. Jorge González Guadalix, el P. Raúl Sánchez, el P. Santiago Martín o Mons. Isidro Puente Ochoa. Y espero no olvidarme de ninguno. La novedad que podíamos ofrecer nosotros, ante tan magnas figuras sacerdotales, era formar un equipo de sacerdotes en el que pudiéramos complementarnos para ofrecer algo distinto. A este equipo se han incorporado eventualmente más de treinta sacerdotes, a los que también agradecemos su apoyo. Además ha habido sacerdotes que, por distintos motivos, no podían unirse a nuestra tertulia, pero también han estado apoyándonos y ayudándonos de distintas formas.

Nunca pensamos que la cosa pudiera crecer tanto, así que no puedo más que agradecerles a ustedes el apoyo extraordinario que nos han prestado durante estos últimos años. Pero, sobre todo, hemos de dar gracias a Dios por los dones y favores que ha concedido sirviéndose de este pobre e indigno instrumento que ha sido nuestra tertulia. Ustedes nos han hecho llegar sus testimonios de conversión, de fortalecimiento en la fe, de consuelo. Y, a través de esos testimonios, nosotros hemos visto fortalecido nuestro deseo de ser buenos sacerdotes y de estar a la altura de las expectativas que nos manifestaban.

Claro, junto a tantos amigos, también nos hemos ganado unos cuantos enemigos. Enemigos que no han dudado en atacarnos a veces a cara descubierta y otras veces desde la cobardía del anonimato. Lo cierto es que nos habría gustado tener enemigos de más categoría, porque esos te pueden hacer crecer, y no lo seres envidiosos y viles a los que nos hemos tenido que enfrentar. Quizá lo más triste es que hemos tenido que contar como enemigos a algunos que deberíamos haber tenido por hermanos o padres.

Algunos de estos enemigos han obrado con malas artes, pero con buena intención. Han pensado que hacíamos daño a la Iglesia de algún modo, interpretando que nuestra opinión crítica hacia muchas de las cosas que pasan buscaba alejar a los fieles de la Verdad, amargarlos o frenar su camino de santidad. Nunca fue nuestro deseo y creo que, aunque tal cosa pueda haber pasado en algún caso particular, el efecto que hemos producido no ha sido ese en absoluto.

La realidad es que muchísimos católicos están hartos de que tantos pastores y responsables en la Iglesia traicionen la Verdad de Cristo y se entreguen a los gustos del mundo de forma tan servil. Muchos católicos están hartos de no escuchar en la Iglesia más que el catecismo de lo políticamente correcto, y de que se oculten bajo estudiadas ambigüedades las verdades de la fe que nos ha legado la Tradición. Creemos sinceramente que a esos católicos les hemos mostrado que en la Iglesia todavía es posible un mensaje que elija a Cristo antes que el mundo y que no se pliegue a las exigencias de la moderna constitución civil del clero que se nos quiere imponer.

Ante esa situación, muchos cristianos han alzado el grito de guerra vandeano: «queremos nuestros buenos curas». Y nosotros hemos respondido diciendo: «no somos tan buenos, pero intentaremos serlo lo más posible para el servicio de Cristo y de los cristianos».

Otros de nuestros enemigos, además de tambier usar malas artes, han tenido las intenciones perversas de los que no sólo han renunciado a Cristo, sino que buscan por todos los medios que todos renuncien a él. Estos enemigos ciertamente son tan indignos, que nos daría vergüenza que pudieran ganar en esta guerra que hacen a la Iglesia, y nosotros estamos dispuestos a hacerles frente. Lamentablemente, como afirmábamos en el programa de la semana pasada, nosotros mismos hemos sido los que les hemos entregado un arma para poder atacarnos.

Nosotros, a pesar de las informaciones falsas que se han difundido, hemos querido pedir disculpas voluntariamente. Disculpas que reiteramos a todos los amigos a los que hemos defraudado. A la vez nos declaramos inocentes ante los que nos han condenado sin pruebas y sin juicios, basados sólo en la mentira de los que han afirmado que hemos deseado algún tipo de mal al Papa Francisco o que de alguna manera nos hemos apartado de la comunión con él. Todos los que nos siguen saben que esto es mentira, pero la mentira es el arma del diablo, que a la vez es el príncipe de este mundo y, claro, en este falso mundo es en el que vivimos mientras no llegue el verdadero.

Desde el programa de la semana pasada han llegado cientos de correos a nuestros obispos, respondiendo a la petición que les hacíamos a ustedes. No hay palabras para expresar nuestra inmensa gratitud. Algunos nos han hecho llegar sus correos y sus testimonios, que a mí particularmente me han emocionado, a la vez de haberme entristecido por no haber sido capaz de defender mejor esta labor que tanto bien estaba haciendo.

El problema es que los enemigos que el P. Gabriel citaba en el programa pasado, como astutas serpientes, han entendido que habían mordido la presa y no están dispuestos a soltarla. Estos días pasados hemos visto cómo nuestros nombres eran injuriados en televisiones y medios de todo el mundo, siempre bajo la falsa premisa de que nosotros hubiéramos deseado un mal al Papa o que nos apartábamos de él. Además, los que podrían habernos defendido han elegido no hacerlo, sino que más bien se han unido a nuestros acusadores.

La situación es tal que tenemos temores fundados de que, si persistimos en el empeño de resistir, los enemigos puedan al final conseguir su objetivo y apuntarse una presa que no les podemos conceder: nuestro sacerdocio. Comenzaba diciendo que La Sacristía de La Vendée siempre fue algo adicional a nuestro ser sacerdotes y que, por tanto, siempre fue un medio útil, pero no un fin en sí mismo. Creemos que sería una grave imprudencia empeñarnos en salvar un medio de tal forma que lleguemos a sacrificar el fin. Es decir, que estamos dispuestos a darlo todo por Cristo, pero no por un medio opinable y prescindible, por más bueno que sea, como La Sacristía de La Vendée. Dios, en su Providencia dará mucho más fruto sin nosotros, evitando así que nos enorgullezcamos y pensemos que nos corresponde a nosotros una gloria que únicamente es del Él.

Por eso, después de mucha reflexión y por nuestra propia voluntad, queriendo evitar poner a nuestros obispos ante la difícil decisión de conceder la victoria a nuestros enemigos, hemos decidido hacer una retirada estratégica, quizá perdiendo una batalla, pero evitando perder la guerra. Es decir, que nadie se equivoque, nadie nos obliga a nada, como tampoco se nos obligó a pedir disculpas, sino que nosotros damos este paso libremente para que sea aún más evidente que no buscamos sino el bien de la Iglesia, a diferencia de aquellos que nos persiguen.

¿Qué significa esto en la práctica? Que suspendemos todos los programas en nuestros canales de La Sacristía de La Vendée hasta nuevo aviso. Se trata de adelantar la pausa que íbamos a hacer de todas formas para Semana Santa y alargarla por tiempo indefinido hasta que podamos ver que nuestra actividad no pone en peligro lo fundamental, por lo que hemos entregado nuestra vida hace ya muchos años, nuestro sacerdocio.

¿Servirá esto para que nuestros enemigos cesen en la persecución? Es evidente que no, porque ellos sólo quieren el mal y posiblemente nos persigan con más saña. Sin embargo, creemos que nuestro gesto puede hacer que aquellos que tienen el poder de defendernos hagan, por fin, que se imponga la justicia y la verdad, ante tanta maldad y calumnia. Ni que decir tiene que, siguiendo el mandato del Señor, perdonamos de corazón a nuestros enemigos y a los que nos han dado la espalda y rezamos por su conversión.

Como responsable último de este canal créanme que dar este paso me provoca un dolor terrible. Pienso en los bienes espirituales y el consuelo que producía esta «humilde trinchera de Cristo Rey», como le gusta llamarla al P. Gabriel. Pienso en la cantidad de horas de nuestra vida que hemos invertido en ello. Pienso en que algunos no sepan entender nuestra decisión y lo tomen como un mal ejemplo que les haga desfallecer en la lucha. Y esto último es, sin duda, lo que más sentiría.

Por eso les aseguro, poniendo mi palabra en juego, que la lucha católica contrarrevolucionaria no cesa por nuestra parte. Que vamos a seguir dando la batalla a tiempo y a destiempo, pero dentro de la fidelidad a nuestra vocación y a nuestra unión con Cristo, en fidelidad a la Santa Iglesia Católica y a su jefe visible, que ahora es el Papa Francisco, lo mismo que antes fue el Papa Benedicto XVI y, cuando Dios lo decida, lo será el siguiente que reciba el ministerio petrino.

¿Qué pueden hacer ustedes mientras tanto? Bueno, ya saben que hay muchos otros sacerdotes contrarrevolucionarios que seguirán trabajando en las redes para la difusión de la sana doctrina. He citado algunos antes y son mucho más conocidos que nosotros, aparte de más sabios y, con seguridad, más prudentes. Nuestro canal seguirá abierto y los vídeos disponibles. Yo, particularmente, emitiré en mi canal Quaerere Veritatem el comentario a la Suma Teológica y más adelante tal vez vuelva a emitir otros programas formativos como los que realizaba en este canal. Pueden suscribirse o seguirme en mis redes para estar al tanto. El P. Juan Manuel Góngora seguirá activo en sus redes (@patergongora) y desde ahí podrá informar de nuevas iniciativas. El P. Francisco Torres seguirá haciendo sus proyectos, como viene haciendo hasta ahora, en su canal de YouTube y en sus redes. Informaremos cuando el P. Gabriel retome sus programas de historia, y dónde podrán seguirse.

Por último, no dejen de rezar por nosotros. Sobre todo necesitamos eso. La fuerza de la oración y el ayuno es poderosa como para expulsar a los demonios que nos atacan en estos tiempos. Perseveren en el bien y rechacen el mal y tengan con nosotros la misericordia que nos han negado aquellos que han hecho de ese atributo divino un triste truco publicitario.

Por último, quiero pedirles un favor. Muchos me han hecho llegar sus correos electrónicos de apoyo por distintos medios, pero me es imposible reunirlos todos. Les pediría, si lo estiman oportuno, que los reenvíen a testimonios@lasacristiadelavendee.com, contándonos lo que ha supuesto para ustedes este programa y lo que está sucediendo ahora. Nos gustaría mucho tener esos testimonios para no perder de vista cuál es el objetivo y seguir decididos a dar la vida en defensa de la Verdad.

Una palabra de agradecimiento queda para nuestros patrocinadores: GCardio y Miel la Virgen de Extremadura. Ellos han confiado en nosotros y nos han apoyado. Otros mucho nos habían ofrecido apoyo, pero no hemos sido capaces de coordinar a tiempo lo necesario para hacer efectivo esos patrocinios. Gracias a todos.

Para terminar, personalmente quiero dar gracias a mis hermanos Gabriel Calvo Zarraute, Juan Manuel Góngora, Francisco Torres Ruiz, Rodrigo Menéndez Piñar y Roylan Recio. Hemos estado juntos en esta aventura, unidos por nuestra amistad y nuestro sacerdocio. Y deseo que ambas cosas sobrevivan a esta persecución y a las que vendrán más adelante.

Sin más, confiando en la Santísima Virgen María Inmaculada, les vuelvo a agradecer una vez más estar con nosotros, sus oraciones y todo el apoyo que nos brindan.

¡Viva Cristo Rey!

sábado, 10 de mayo de 2025

El arzobispo de Toledo castiga y silencia al padre Francisco José Delgado tras la denuncia de un satanista al Vaticano



El arzobispo de Toledo, monseñor Francisco Cerro Chaves, ha decidido mandar callar al sacerdote toledano (y ahora exiliado en Estados Unidos) Francisco José Delgado.

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Post de F. J. Delgado el 7 de mayo de 2024


«Por orden directa de mi Arzobispo, me veo obligado a interrumpir la actividad en todas mis redes y a suspender mi participación en medios de comunicación. En esta ocasión no lo hago por mi propia voluntad», ha escrito el director y moderador del programa ‘la Sacristía de la Vendée’ en su cuenta de X/twitter.

Francisco José Delgado ha relatado que no le queda más remedio que defenderse de una calumnia de la que espera algún día poder dar detalles.

«Obviamente, a pesar de la persecución, sigo manteniendo mi propósito de ser fiel a la Iglesia de Cristo y a su jefe visible, que es el Papa Francisco. Ofrezco todos los sufrimientos de esta situación por la conversión de aquellos que dañan a la Iglesia, desde fuera y desde dentro», ha confirmado Delgado.
Denuncia de un satanista ex miembro del Sodalicio

Aunque medios de tirada nacional como Europa Press relacionan esta medida con la polémica que se originó antes de Semana Santa, nada de esto tiene que ver con aquel programa de la Sacristía de la Vendée ya que que retomaron las retrasmisiones hace un par de semanas sin ningún problema.

Para entender la desorbitada decisión de Cerro Chaves, hay que remontarse meses atrás -a enero- a un intercambio de mensajes públicos a través de la red social X/twitter entre Francisco José Delgado y un ex miembro del Sodalicio de Vida Cristiana, José Enrique Escardó, que denuncia haber sufrido abusos y que ahora simpatiza con posturas satanistas.

En enero de este año, esta persona dijo sentirse «atacada» por José Francisco Delgado y el sacerdote mexicano Juan Razo tras un intercambio de mensajes entre los sacerdotes y Escardó.

En medio de la investigación del Vaticano al Sodalicio, José Enrique Escardó la emprendió contra ambos sacerdotes a quienes denunció ante el Dicasterio para la Doctrina de la Fe. En concreto, ante el obispo Charles Scicluna, uno de los dos investigadores enviados al Perú por el Papa para estudiar el caso Sodalicio.

Según relató el denunciante en sus redes sociales, el documento (un recopilatorio de tuits de ambos sacerdotes) que envió a Roma fue recibido y leído. «Me lo ha confirmado un representante del Dicasterio para la Doctrina de la Fe del Vaticano», confesó Escardó.

A través de su cuenta de X/twitter, José Enrique Escardó se jacta de haber logrado que gracias a él se haya castigado al sacerdote Francisco José Delgado. «Es la primera vez en la historia que la Iglesia católica sanciona a un cura por troll y me siento orgulloso de que haya sido gracias a mí», escribe Escardó.

Además, se atreve a acusar públicamente a Francisco José Delgado de ser «un encubridor de un sacerdote español que abusó sexualmente de una víctima que también lo denunció». Una afirmación que bien podría costarle una demanda.

El demandante también presume en sus redes sociales de posar con camisetas satanistas. Escardó también se atreve a llamar «hijo de puta y manipulador» al padre Delgado en algunos de sus tuits del pasado mes de enero.


Cientos de mensajes de apoyo

Ante la drástica medida adoptada por el arzobispo Francisco Cerro Chaves, el perfil del padre Francisco J. Delgado en la red social de Elon Musk se ha llenado de mensajes de apoyo y de ánimo.

El más contundente ha sido el páter Góngora, colaborador de la Sacristía de la Vendée. «Ante la situación provocada por insidiosas acusaciones arrojadas en altas instancias de la Santa Sede y provenientes de enemigos confesos de la Iglesia Católica, es chocante que sin tenerse en cuenta el c. 1321 del Código de Derecho Canónico, se actúe desde la autoridad eclesiástica con la severidad comunicada al Padre Francisco José Delgado», denuncia Góngora.

Además, el sacerdote almeriense denuncia que «este tipo de medidas entran en flagrante contradicción con el mensaje de misericordia y estilo sinodal que se propone como pretendida clave actual de la actuación pastoral». Otros sacerdotes como Pablo Pich o fray Nelson Medina también le han trasladado su apoyo.

Otras figuras del periodismo, política y de la sociedad civil como Enrique García Máiquez, Francisco José Contreras, Luis Felipe Utrera-Molina o Alejandro Bermúdez le han mostrado su cariño y han asegurado sus oraciones por él en este momento.

Javier Arias