Padre Alfonso Gálvez Morillas
Duración 26:45 minutos
Homilía del 10 de febrero de 2008
Una homilía cuya meditación puede hacernos mucho bien y aclara nuestras ideas. Merece la pena escucharla, dada la gran confusión hoy existente.
Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que procede de Dios (1 Cor 2, 12), el Espíritu de su Hijo, que Dios envió a nuestros corazones (Gal 4,6). Y por eso predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los gentiles, pero para los llamados, tanto judíos como griegos, es Cristo fuerza de Dios y sabiduría de Dios (1 Cor 1,23-24). De modo que si alguien os anuncia un evangelio distinto del que recibisteis, ¡sea anatema! (Gal 1,9).