Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que procede de Dios (1 Cor 2, 12), el Espíritu de su Hijo, que Dios envió a nuestros corazones (Gal 4,6). Y por eso predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los gentiles, pero para los llamados, tanto judíos como griegos, es Cristo fuerza de Dios y sabiduría de Dios (1 Cor 1,23-24). De modo que si alguien os anuncia un evangelio distinto del que recibisteis, ¡sea anatema! (Gal 1,9).
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viernes, 29 de junio de 2018
Los musulmanes no adoran al mismo Dios que los católicos ... y ni siquiera los judíos lo hacen
Padre Alfonso Gálvez Morillas
Duración 13:31 minutos
Como complemento a esta breve charla del padre Alfonso puede leerse también el artículo del Padre Lucas Prados de Adelante la Fe, titulado ¿Rezamos todos los creyentes al mismo Dios?
