Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que procede de Dios (1 Cor 2, 12), el Espíritu de su Hijo, que Dios envió a nuestros corazones (Gal 4,6). Y por eso predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los gentiles, pero para los llamados, tanto judíos como griegos, es Cristo fuerza de Dios y sabiduría de Dios (1 Cor 1,23-24). De modo que si alguien os anuncia un evangelio distinto del que recibisteis, ¡sea anatema! (Gal 1,9).
¡Se podrían decir tantas cosas sobre la familia! Yo no voy a comentar este vídeo, puesto que el propio Francisco lo ha hecho ya, en cierto modo, cuando declaró en su viaje a Brasil aquello en lo que, al parecer, consiste ese "ambiente sano y sereno" al que hace referencia en el vídeo: se trata, básicamente, de asegurar comida y educación a los niños. Éstas fueron sus palabras: “Si la educación se la dan los católicos, los protestantes, los ortodoxos o los judíos, a mí no me interesa; me interesa que lo eduquen y le quiten el hambre”. Podemos escucharlo en este otro vídeo de tan solo veintitrés segundos:
Es evidente que las necesidades materiales deben de ser enfrentadas; y darles una solución satisfactoria. Sin embargo, no puedo dejar de echar de menos, en este vídeo, una referencia explícita a lo que es esencial y propio de las familias cristianas; y es que los padres eduquen a sus hijos en el conocimiento y en el amor a Jesucristo, así como en la fidelidad a las enseñanzas de la Iglesia y al cumplimiento de los Mandamientos de la Ley de Dios. Pues, en definitiva, y esto son palabras de Jesús, "no sólo de pan vive el hombre" (Mt 4, 4). ¡Qué pena que no salga nada de esto a relucir en este vídeo papal!